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Predecir con exactitud los fenómenos sociales es una tarea harto difícil en estos
momentos signados por tanta incertidumbre, improvisaciones y afectaciones de
intereses muy poderosos. Pero en las próximas líneas trataré de hacer, desde mi
óptica, una aproximación acerca del momento en que actualmente nos
encontramos.
Como lo señalaba en el día de ayer en el inicio del artículo que antecede a este,
estamos iniciando el mes de septiembre, el noveno mes de este año tan duro,
complejo y difícil como lo ha sido el año 2019. Y sin negar lo advertido por el
ministro- vicepresidente Jorge Rodríguez acerca de los atentados terroristas que
se iban a cometer en varios lugares concurridos del área metropolitana de
Caracas; no obstante, no es esa la principal preocupación del venezolano y
venezolana “de a pie”.
Y leyendo el muro de una mujer con una capacidad y un talento extraordinario (en
algún momento diré de quien se trata, si así me autoriza a revelarlo) acuñó una
frase muy buena, que me permití tomarla para titular las presentes líneas.
De más está señalar (soy uno de los que lo ha pedido hasta la saciedad) la
sustitución inmediata del gabinete económico. En medio de estas vicisitudes
económicas que afronta el país: ¿Dónde están los integrantes de esta
Vicepresidencia o Gabinete, más allá de su vicepresidente, Tarek El Aissami,
dando información sobre los aspectos económicos? ¿Por qué buscar soluciones
superestructurales a problemas estructurales?
Creo haber leído en alguna publicación, que en los últimos dos meses, la
manipulación del tipo de cambio del denominado “dólar paralelo” se ha traducido
en un incremento de más de 204%, y en el período comprendido entre el 1 de
agosto al 2 de septiembre, la cotización de las mesas de cambio ha incrementado
la divisa estadounidense en más de un 96% versos 90% de incremento del “dólar
de guerra”. ¿Cómo un país aguanta esto?
¿Cómo entender los señalamientos del ministro del poder popular para las
industrias y vicepresidente del área económica, Tarek El Aissami, quien señala
que estamos en un proceso de recuperación económica? ¿Por qué el propio
Presidente Nicolás Maduro secunda este señalamiento? ¿En qué país viven?
¿Será que ellos todos los días van al mercado y conocen al “pelo” los precios de
los rubros de primera necesidad que consumimos? ¿Será que pueden subsistir
durante un mes con un salario mínimo de 40.000 bolívares? Si es así, pues que
nos den la receta, porque muchos compatriotas la están pasando realmente mal.
Y sobre todo, este terrible divorcio con la realidad no les ayuda en lo absoluto.
Este aporte lo que busca y tiene el claro objetivo de alertar a la dirigencia
gubernamental y política y de que tomen acciones inmediatas. Pero me preocupa
sobremanera que no vea capacidad de reacción. Como que el Gabinete
Económico y el presidente Maduro andan en otra onda o no están en sintonía con
lo que padece el pueblo todos los días, ese pueblo que se monta en microbús (o
camionetica como le dicen en Caracas) y que debe hacer mercado casi que todos
los días. O los que tienen que bregar para tener los servicios. Si la dirigencia se
desconecta de lo que está pasando en la calle de lo que vive el pueblo sufriente, el
problema no hace sino agravarse.
También como lo señala la colega abogada Ana Cristina Bracho, quien nos invita a
realizar una evaluación concienzuda de la política pública y económica, porque
una cosa es que se haya eliminado el régimen de ilícitos cambiarios que sólo
significaba quitarle las consecuencias punitivas a las acciones relacionadas con
cambiar divisas, y, otra, es que se haya derogado el bolívar o que se haya
permitido libremente, en igualdad de condiciones y sin ninguna consideración
sobre el impacto financiero o tributario, esta “circulación de divisas”.
Este estado de cosas está haciendo indetenible la desaparición del bolívar como
moneda y con ella la ruina nacional. De ahí que algunos “expertos económicos”
están recomendando su eliminación de una vez y pensar en un nuevo plan
económico y de otra moneda.
“La gente está repudiando el bolívar porque se está anticipando que la inflación se
va a acelerar y quienes se queden con los bolívares estarían arruinados. Nadie
quiere los bolívares”, están señalando algunos.
Pero estamos sentados sobre una bomba de tiempo. Predecir en qué momento
puede estallar resulta harto difícil, pero no nos descuidemos.
Yo culmino estas líneas del día de hoy, recomendando otro buen artículo del
periodista Julián Rivas, publicado en el diario La Razón N° 1.276 de la semana
comprendida del 1 al 7 de septiembre de 2019, titulado: “El peor salario del
mundo”. Y me sumo a su recomendación, la cual reproduzco como si fuera mía:
“Hay que frenar la política clandestina, no consultada al pueblo, que nos llevó al
peor salario del mundo. Hay que acabar la desregulación y dar vida al pueblo.
Pongamos fin al caos”.
Inicia septiembre, el noveno mes de un año tan complejo y difícil como ha sido
este 2019. Tenía previsto escribir sobre la escalada económica, y una serie de
consideraciones, pero la rueda de prensa del 31 de agosto de 2019 realizada en
horas vespertinas por el ministro del poder popular para la Comunicación e
Información y Vicepresidente de Comunicación, Cultura y Turismo, Jorge
Rodríguez, me cambió totalmente la pauta.
¿Qué hubiese pasado si alguno de los artefactos explosivos con C-4 que estas
organizaciones terroristas hubiesen estallado en alguno de los objetivos que se
habían trazado? ¿Cuántas personas habrían muerto por motivos totalmente fútiles
e innobles? ¿Qué tendrían que decir los diputados de la oposición, que hubiesen
sido utilizados como "carne de cañón" en caso de que el C-4 previsto para la
Esquina de Pajaritos hubiese estallado? ¿Realmente esa es la forma de hacer
política de todos los sectores que adversan al proceso revolucionario? ¿Por qué
no constituirse en una verdadera alternativa democrática, con un programa, con
una verdadera propuesta, argumentada y hablando con la gente?
Realmente si agosto fue un mes duro y difícil, septiembre se avizora mucho peor y
más fuerte. De ahí que la dirigencia política, el Alto Mando Político y Militar de la
Revolución debe hablar con claridad, y eso también incluye a la dirigencia de las
diferentes organizaciones políticas y sociales que respaldan al actual gobierno.
Todos debemos trabajar por el bien inestimable de la tranquilidad y la paz del
pueblo, pero eso solo se logra diciendo las más duras verdades, no ocultándolas,
y predicando con ética y ejemplo.
Pero no es menos cierto también que dichos cuerpos hayan mostrado ciertos
niveles de infiltración peligrosa que impone, necesariamente una depuración
profunda y exhaustiva. Confío en que los correspondientes directores de los
respectivos cuerpos, sin hacer mucha bulla, tomarán los correctivos
correspondientes sobre este particular.
Pero también hay que decir verdades. Sin asustar a la gente, siendo muy
pedagógicos, pero tampoco diciendo que estamos en un "lecho de rosas" y que
tenemos que "resistir" sin hacer cada uno de nosotros nuestra cuota de sacrificio,
empezando por la dirigencia política y gubernamental de este país.
En ese sentido, es que debo formular las siguientes alertas de lo que podría
esperarse para estos días de inicio de este mes de septiembre, a los fines de que
estemos preparados.
3.- Se estima que entre el lunes 2 y martes 3 de septiembre (aunque estimo que
esto será así durante todo este mes de septiembre) es muy probable que se
inicien una serie de sabotajes a los servicios públicos. Los escuacas están
buscando su mentado evento desencadenante para dar al traste con el Gobierno
Bolivariano.
5.- Lo alertado por este servidor sobre el despliegue de fuerzas británicas desde
Guyana, y utilizando también la isla de Montserrat, además de la llegada del
buque de la Exxon Mobil, Liza Destiny en aguas territoriales venezolanas y del
Esequibo (a fin de reactivar el tema de nuestra histórica reclamación como puntal
de ataque), el cual fue reproducido con mapa incluido por este servidor en sus
blogs y otras publicaciones web.
8.- Los intentos de sabotaje al inicio del año escolar a partir del próximo 16 de
septiembre y octubre de este año.
9.- La reciente decisión de la Sala Constitucional del TSJ sobre las elecciones
universitarias (y en especial de la UCV) donde pretenden confluir activistas y
grupos estudiantiles, juveniles, de profesores y trabajadores administrativos para
protagonizar acciones de calle en el marco del impulso de una agenda de
conflictividad social que desemboque en la articulación de diversos actores que
logren el tan ansiado estallido, y por ende, la salida por la fuerza de Nicolás
Maduro del poder.
En varios artículos he venido haciendo varias alertas sobre eventos que pudieran
ser desencadenantes de focos policéntricos de conflictividad y que podrían actuar
como desencadenantes, o bien de una conmoción interior, o bien de una
conmoción exterior. Como lo diría el periodista Walter Martínez, los
acontecimientos están en pleno desarrollo.
Serían muchas cosas que decir y comentar, pero un gran ecuatoriano y patriota
suramericano como lo fue, lo es y lo seguirá siendo por muchísimos años como
Eloy Alfaro, lo dijo en alguna oportunidad: “En la demora está el peligro”, así que
no tenemos mucho tiempo para dispersiones porque las amenazas están ahí, y
como lo expresa el argot popular: “Nos están cazando…”
Hace un poco más de quince días, algunos buenos amigos me hicieron llegar una
información, que por su importancia y por la alerta que debo hacer a la comunidad
de mi país, y a nivel internacional, me permito reproducir íntegramente. Incluso,
solicitando encarecidamente, y una vez más, a los portales digitales y alternativos
que reproducen estos aportes, hacerlo con las gráficas que se puedan anexar, a
los fines de hacer mucho más comprensiva y pedagógica la explicación.
Esta alerta e información que se me hace llegar, espero pueda servir, que sumada
a la exploración petrolera indicada en artículos anteriores, más la próxima llegada
del Liza Destiny a la zona, con supuestos 80 ingenieros para realizar
explotaciones de hidrocarburos, indica más claramente el soporte que el gobierno
británico le estaría dando a Guyana en caso de un hipotético conflicto con
Venezuela. Y asumiendo el rol de perro faldero que los británicos tienen con su
amo Billy Bob.
Esto pudiera hacerse más agudo después del Brexit, ya que se inclinarán hacia
sus primos hermanos (los gringos), más que con la vieja Europa.
Así que sería muy bueno montarse en una investigación seria al respecto.
El Departamento de Estado de Estados Unidos, en otro intento de dinamitar las negociaciones entre el gobierno y la oposición, anunció la
creación de una Unidad de Asuntos de Venezuela (VAU), localizada en la embajada estadounidense en Bogotá, que será sede, probablemente,
del gobierno opositor venezolano.
"La Unidad de Asuntos de Venezuela -que estará a cargo del funcionario James Story- continuará con la misión que tiene EE.UU. con el gobierno
legítimo de Venezuela y los venezolanos. El VAU mantendrá el trabajo de restauración de la democracia y el orden constitucional en aquel país,
así como la seguridad y bienestar de los venezolanos", señala el documento, donde califica como legítimo a un gobierno que no eligió nadie,
salvo el mismo Departamento de Estado.
Según los analistas, el anuncio está dirigido a boicotear las negociaciones que gobierno y oposición iniciaran en Oslo y siguieran en Barbados,
para tratar de encontrar una salida dialogada al conflicto político que se vive en el país.
Analistas de Washington señalan que, cansado de la corrupción, los malos manejos políticos y administrativos de los dirigentes opositores
venezolanos, el Departamento de Estado parece haber optado por suprimir intermediaciones y atender directamente la contingencia del devenir
venezolano desde su embajada en Bogotá.
En definitiva, la meta es apoderarse de las riquezas y recursos de Venezuela, y señalan que para ello no hay mejor estatuto que el de estado-
libre asociado, como Puerto Rico. El autoproclamado presidente interino Juan Guaidó, cumplió con el guión y respaldó públicamente la imposición
de nuevas sanciones por parte de la Administración Trump contra Venezuela, las cuales incluyen el embargo de activos, que su gente sueña con
administrar.
Tras el comunicado oficial estadounidense, el autoproclamado Guaidó anunció la designación de Julio Borges como su canciller (lo llamó
comisionado para las relaciones exteriores) y del evadido Leopoldo López como coordinador del gobierno. Dijo que Borges se encargará de
incrementar la presión internacional sobre el gobierno, tanto la diplomática como la financiera y también de buscar respaldos adicionales en el
mundo y “hacer crecer una coalición sin precedentes” para el caso venezolano.
Guaidó anunció a Alejandro Plaz como comisionado para el Desarrollo Económico y también a Humberto Prado para atender los casos de
violaciones de derechos humanos, en una nueva ofensiva contra el gobierno venezolano que comenzara la semana el presidente colombiano Iván
Duque, aliado-cómplice de EE.UU. en los ataques permanentes a su vecina Venezuela.
Pero mientras presionaba a los magistrados del Corte Internacional de Derechos Humanos de la OEA, reunidos en Barranquilla, se le desató otra
tormenta interna cuando importantes sectores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) decidieron retornar a los montes y a
las armas, tras la traición por parte del gobierno del acuerdo de paz suscrito en 2016 en La Habana.
El grupo, comandado por Iván Márquez, denunció el asesinato de más de 500 dirigentes sociales y 150 guerrilleros que habían dejado las armas,
desde la firma del acuerdo.
Duro de caer
El anuncio del Departamento de Estado se produjo días después de que el asesor de seguridad estadounidense, John Bolton, afirmó que había
mantenido conversaciones con algunos líderes de la oposición con el objetivo de contribuir a "la salida del poder de Nicolás Maduro y la
realización de elecciones libres y justas". Estas presiones de Bolton despertaron nuevas divisiones, discrepancias y conflictos de baja y mediana
intensidad entre la dirigencia opositora, que transitaba intentos de negociación con el gobierno.
EE.UU. debió reconocer sus sucesivas derrotas en su tentativa de derrocar al gobierno bolivariano. El enviado especial para Venezuela, Elliott
Abrams, aseguró que su país no imputará, ni castigará al presidente venezolano, Nicolás Maduro, si accediera a dejar voluntariamente el poder.
Los medios hegemónicos intentaron nuevamente implantar el imaginario colectivo de que lo único que impide la solución al conflicto venezolano
es la tozudez del mandatario en abandonar el cargo, para que el que fuera elegido popularmente.
El diario The New York Times reseñó que esta oferta de amnistía “fue un mensaje para el líder venezolano después de que él y su homólogo
estadounidense, Donald Trump, hablaron de negociaciones de alto nivel entre los dos gobiernos. Abrams aseguró que esas conversaciones no
han sucedido”, ni se vislumbran señales que sugieran que dejará el poder.
“No es una persecución. No estamos tras él, queremos que tenga una salida digna y que se vaya”, dijo Abrams, quien añadió que “la noción de
que estamos negociando es completamente equivocada (…) Necesitan regresar a ser un país democrático. Maduro necesita dejar el poder. No
debe postularse en una elección. No retiraremos las sanciones hasta que esté fuera del gobierno’, dijo Abrams, reconociendo sin querer que de
presentarse a nuevas elecciones, posiblemente fuera nuevamente vencedor.
Mientras, continúan sintiéndose los efectos de las sanciones económicas y financieras y del bloqueo impuesto por EE.UU. y apoyado por Guaido,
que han venido empeorando la situación de la población en diferentes ámbitos, incluyendo el de la alimentación y la salud.
El sector moderado de la oposición difiere de la línea de Juan Guaidó que descarta la participación en elecciones parlamentarias si antes no sale
Nicolás Maduro de la presidencia, siguiendo el libreto de Bolton: “No puede haber elecciones libres o justas mientras Maduro permanezca en
Venezuela”. Jesús Tapia, del MAS, respondió que “es inaceptable que lo único que se promueva sea la idea de no participar en las elecciones”.
Venezuela rompió relaciones con EE.UU. en enero pasado, luego de que el ignoto diputado opositor Juan Guaidó fuera reconocido por
Washington como "presidente encargado", en un intento por derrocar a Maduro. Desde enero y pese a las presiones, tentativa de golpe,
embargos, confiscaciones ilegales y pirateo de los recursos venezolanos, Guaidó no logró derrocar a Maduro ni convencer a los militares y
muchos menos lograr que el pueblo se lanzara a las calles.
Y, mientras avanzaban las conversaciones entre dirigentes del gobierno y de la oposición, con gran respaldo de la ciudadanía (según las
encuestas) EE.UU. dinamitó nuevamente el diálogo, con la apertura de la oficina en Bogotá para que allí se instale Guaidó y siga las
instrucciones.
Duque se tambalea
El ultraderechista presidente colombiano Iván Duque presionó este lunes en Barranquilla a los jueces de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, a quienes hizo un “llamado respetuoso” para que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) transmita “su preocupación a
la Corte Penal Internacional” y pida que “se adelante una investigación formal para que no se sigan produciendo más crímenes”, en Venezuela.
Duque, quien obviamente se abstuvo de hablar de los asesinatos diarios de líderes sociales, campesinos e indígenas en Colombia, consideró que
los reportes sobre la situación de Venezuela que ha hecho la Organización de Estados Americanos (OEA), en cabeza del Secretario General, Luis
Almagro, deberían servir para que haya un pronunciamiento del Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
Pero la decisión de sectores de la FARC de volver a la lucha, dejó al descubierto su permanente bombardeo a los acuerdos de paz suscritos por el
Estado. El gobierno de Duque, inspirado por el genocida expresidente Álvaro Uribe, sistemáticamente incumplió con temas fundamentales de la
paz, como la protección de líderes sociales, campesinos e indígenas, la garantía de vida de los guerrilleros desmovilizados, la sustitución social de
cultivos y la asignación de tierras a campesinos, bases del acuerdo.
En las FARC, de cara a los acuerdos de paz, hubo dos posiciones; la que lideraba Márquez que era partidaria de entregar las armas de manera
gradual (como se hizo en Irlanda), y la que encabezaba Rodrigo Londoño “Timochenko”, que aceptaba que la entrega de armas se hiciera de una
sola vez para poder comenzar inmediatamente con el proceso de constitución del partido y la participación en las elecciones para obtener cargos
en el Congreso.
La división se acentuó cuando el gobierno le tendió una trampa a Jesús Santrich al involucrarlo –de la mano de la DEA estadounidenses- en casos
de narcotráfico, con el mero objeto de incumplir con lo acordado en La Habana sobre la no extradición de comandantes que hubieran cometido
delitos antes de la firma del Acuerdo. Duque amenazó con extraditarlo de cualquier forma.
Difícilmente Duque se desmarque de Uribe, y por ende la sostenibilidad de los acuerdos de paz se balancea sobre la tela de una araña, sobre
todo cuando desarmó las negociaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional. Y, jaqueado internamente, difícilmente pueda seguir siendo
el alfil necesario de EU para jaquear a Venezuela.
Aram Aharonian: Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración
Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la )
Fuente: http://estrategia.la/2019/08/30/eu-quiere-a-venezuela-como-estado-asociado-y-las-farc-le-patean-el-tablero-a-duque/