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¿Qué es la Educación Sexual Integral?

Introducción Desde siempre la escuela se vio atravesada por cuestiones relacionadas con la sexualidad, en todos los
niveles del sistema educativo, ya sea mediante gestos, murmullos, grafitis, rituales, normas, omisiones y silencios.
Tradicionalmente se reconoció y confundió a la sexualidad con la genitalidad, se asoció a la sexualidad con la
adolescencia, se naturalizó estereotipos de género, se habló de sexualidad bajo la norma del cuidado, el peligro y la
prevención, se reprodujo y reforzó desigualdades y por último se excluyó a los estudiantes que no se ajustaron a la
“normal” heteronormativa. La creación de instrumentos normativos en temáticas relacionadas con la sexualidad son un
gran avance, pero no alcanza, para que la Educación Sexual Integral (ESI) se implemente de manera efectiva en las
escuelas, se requiere de docentes capacitados, comprometidos y con una escucha atenta sobre situaciones que
acontecen en las aulas, los pasillos, los patios, los baños, salas de profesores y demás, para lograr de-construir y
desnaturalizar el aparato reproductor que recorre las escuelas ajustando a los estudiantes, sus cuerpos, conductas y
elecciones; para lograr así una plena autonomía en el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos. Cuando se
habla de Educación sexual integral se hace referencia a un paradigma nuevo, que enfrenta a los docentes con la
distancia entre la propia educación sexual que recibió y la que se plantea actualmente. El objetivo de este módulo es
realizar un recorrido por los modelos tradicionales de enseñanza de la sexualidad, conocer el marco normativo provisto
por el Estado, que ampara a los docentes para trabajar la ESI en el aula y que garantiza y protege los derechos de los
estudiantes en esta temática. Además de profundizar en los ejes de la Educación Sexual Integral para analizar por
último, las puertas de entrada de la ESI en la escuela.

1. Recorrido por los distintos modelos de Educación Sexual


La educación ha intentado diferentes maneras de dar respuesta a la educación sexual por medio de diversas tradiciones.
A continuación, se analizan las mismas, desde la propuesta que surge de las investigaciones realizadas por Morgade,
Graciela (2008: p.28)
Modelo biologisista: es el más difundido, el que se encuentra con mayor frecuencia en los proyectos de educación
sexual. Se estudia la anatomía y la reproducción, por lo tanto habla de genitalidad, en este modelo no se contemplan las
emociones. Los contenidos propuestos se abordan en Ciencias Naturales y en Biología, que son consideradas las
disciplinas que deben trabajar los contenidos, no se posee una visión interdisciplinaria de la educación sexual. No se lo
toma como un tema transversal que debe ser abordado desde todas las materias.
Modelo médico: centrado en el peligro, ya sea en la prevención de la transmisión de enfermedades o del embarazo no
planificado. Generalmente llevado adelante en las escuelas por medio de especialistas, médicos, obstetras, ginecólogos,
que visitan la escuela y que por medio de una charla, vienen a cubrir las falencias presentes en el equipo docente. Suele
complementar a la tradición biologisista (modelo biomédico) y las charlas en general se pueden abordar desde Ciencias
Naturales o Biología. Al igual que en el anterior modelo la educación sexual no se considera un tema transversal.
Modelo moralizante: se basa en los aspectos vinculares, éticos y normativos, más que en las emociones y las vivencias
de los adolescentes. Comparte con el modelo biologisista la tendencia centrarse en la genitalidad la cual debe ser
controlada mediante la abstinencia. Esta concepción se puede abordar desde Educación Moral y Cívica.
Los modelos mencionados hasta aquí postulan concepciones contrarias a lo propuesto por la ESI.
Modelo de la sexología: Es un modelo poco frecuente encontrar en el abordaje de la educación sexual en el Sistema
Educativo. Uno de sus fundamentos es la enseñanza de las buenas prácticas sexuales, con el fin de evitar mitos y
disfunciones. Pone especial énfasis en el conocimiento y disfrute del cuerpo. Este modelo entiende que la sexualidad
como parte de la subjetividad se encuentra presente durante toda la vida. Esta dimensión se enmarca en contextos
terapéuticos.
Modelo normativo o judicial: al igual que el modelo anterior es poco frecuente encontrarlo en el abordaje de la
educación sexual en el Sistema Educativo. El modelo judicial se centra en las realidades de vulneración de derechos
relacionados con el acoso sexual, abuso y violación. El abordaje de estos tópicos deberían incluirse desde el Nivel Inicial
y en materias como Formación Ética y Ciudadana. Es oportuno señalar, que el enfoque de la sexología y el normativo
comienzan a acercarse a la propuesta de la ESI. Los aportes de los distintos modelos presentados, reflejan una respuesta
parcial a las necesidades de los estudiantes.
La tabla que se presenta a continuación, refleja y sintetiza las diferencias entre las distintas tradiciones enumeradas.

La tabla fue extraída de: https://www.researchgate.net/figure/Figura-1-Modelos-de-Educacion-Sexual


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El siguiente cuento de Quiroga, Estela (2008), posibilita reflexionar sobre la importancia que adquiere la coherencia de
discursos frente a la educación sexual integral de las familias y de la escuela. Además de brindarles a los estudiantes
información clara de acuerdo a su desarrollo psicofísico.
2. Cambio de paradigma en la Educación Sexual. Marco legal. La educación sexual en el ámbito escolar se encuentra
abalada por la ley, aunque muchas veces se presentan resistencias en el ámbito familiar y escolar para su aplicación,
entonces suele suceder que se descansa en la buena voluntad de algún docente para su implementación o se incurre en
la preparación urgente e improvisada de temas o murales para la semana de la ESI. Nada de lo expresado anteriormente
es lo pautado por ley, los docentes están obligados a garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes en
cuanto a la educación sexual se refiere. El recorrido jurídico transitado para lograr una Ley de Educación Sexual Integral
se viene haciendo hace tiempo, diferentes hitos a nivel mundial, compromisos internacionales y nacionales que asume
Argentina, marcaron esta tendencia que generó repercusión local, gracias a las necesidades sociales del país. A partir de
la Ley Nacional N° 23.849 (1990), la República Argentina adoptó como Ley La Convención sobre los Derechos del Niño,
reconociendo los derechos de niños, niñas y adolescentes. En esta línea la Provincia de Buenos Aires promulgó la Ley N°
13.298 y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la Ley N° 114. De la Convención Internacional sobre los Derechos del niño
(CDN) se desprende el reconocimiento de los menores de 18 años como niños, niñas y adolescentes protegidos por las
normas citadas. A ellos se los reconoce como sujetos de derecho entendiéndolos como individuos titulares de los
mismos. Otra concepción que se incorpora es el principio de interés superior del niño, el cual hace referencia al
cumplimiento de los derechos de los niños, niñas y adolescentes en el pleno goce de sus derechos y garantías teniendo
en cuenta su “interés” en función de su desarrollo psicofísico.
Por otro lado, la sanción de la Ley Nacional N° 25.673 “Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable”,
en el ámbito del Ministerio de Salud en el año 2002, actúa como bisagra reconociendo el interés superior de los niños,
niñas y adolescentes en función de la Salud Sexual y Reproductiva e invitando al sistema educativo a dar cumplimiento a
la presente Ley. Esta Ley tiene como objetivos:
Alcanzar para la población el nivel más elevado de salud sexual y procreación responsable con el fin de que
pueda adoptar decisiones libres de discriminación, coacciones o violencia.
Disminuir la morbimortalidad materno-infantil.
Prevenir embarazos no deseados.
Promover la salud sexual de los adolescentes.
Contribuir a la prevención y detección precoz de enfermedades de transmisión sexual, de VIH/SIDA y patologías
genitales y mamarias.
Garantizar a toda la población el acceso a la información, orientación, métodos y prestaciones de servicios
referidos a la salud sexual y procreación responsable.
Potenciar la participación femenina en la toma de decisiones relativas a su salud sexual y procreación
responsable.
Además, dicha ley, tiene como finalidad alcanzar a toda la población sin discriminación, hace referencia al ejercicio de
los derechos y obligaciones en el marco de la Convención de los Derechos del niño, niña y adolescente, además
establece la difusión de la misma e incorpora a las instituciones educativas, versando que éstas deberán dar
cumplimiento a la presente norma. En el artículo 9° se establece que: “Las instituciones educativas públicas de gestión
privada confesionales o no, darán cumplimiento a la presente norma en el marco de sus convicciones.” Por último, la Ley
Nacional N° 26.150 “Programa Nacional de Educación Sexual Integral” promulgada en el año 2006, del área de
educación, se articula con las leyes citadas anteriormente. Esta ley es un hito importantísimo porque posibilita la
implementación la Educación sexual Integral en las escuelas.
A partir de la lectura de la Ley N°26.150, queda claramente expresado que todos los educados tienen derecho a recibir
Educación Sexual Integral, dicha integralidad está dada porque debe implementarse en todos los niveles del Sistema
Educativo entendiendo la gradualidad con la cual los mismos serán abordados. Es oportuno destacar, que integralidad
hace referencia a todas las dimensiones de la sexualidad, entre ellas, aspectos biológicos, sociales, psicológicos,
afectivos y éticas. La comprensión exhaustiva del concepto de sexualidad sostenido por esta ley, requiere que se cite la
concepción acuñada por la Organización Mundial de la Salud que permite ampliar esta noción para su interpretación:

A partir del análisis de la definición, se clarifica que cuando se hace referencia a la sexualidad, no se concibe la misma
solamente como la genitalidad, asimismo tampoco es adecuado que se empiece a abordar a partir de la pubertad, dado
que la sexualidad es una característica de los seres humanos y como tal existe desde el inicio de la vida. Por lo tanto, su
abordaje debe llevarse a cabo en todos los Niveles y Modalidad del Sistema Educativo. Además, debe quedar claro, que
la Educación Sexual Integral es un derecho, y como tal no puede quedar su implementación destinada a la buena
voluntad del docente. Las instituciones, tienen la obligación de planificar como van a abordar la ESI, los equipos de
conducción cumplen una función fundamental en este sentido, ya que hay que disponer de los espacios y tiempos para,
planificar, implementar, monitorear y evaluar las acciones que se llevan a cabo, ya que como se dijo anteriormente se
presenta un nuevo paradigma en el abordaje de la sexualidad en las escuelas y esto requiere de un arduo trabajo. Es
preciso, no olvidar que los estudiantes son sujetos de derecho y deben recibir estos contenidos, no a partir de las
vivencias de los docentes, sino a través de conocimientos precisos, científicamente validados, actualizados y acorde a la
edad de los estudiantes. A partir de la Ley 26.150 se desprende la necesidad de la confección de los Lineamientos
Curriculares para la Educación Sexual Integral, como así también de los materiales didácticos y la capacitación de los
educadores.

Las respuestas que surjan a estos interrogantes, dan cuenta de la necesidad de la generación de espacios para la
capacitación de docentes y la implementación de la Educación Sexual Integral. Sin lugar a dudas, es un desafío
pedagógico que lleva a que cada uno de los docentes se repiense personalmente y en la cómo desarrolla su práctica
profesional.
En el siguiente video se presenta y se desarrolla la aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral y la mirada desde las
familias y las docentes. Además permite reflexionar sobre los reduccionismos en la sexualidad y sobre el acercamiento
que los adultos tuvieron a esta temática: https://www.youtube.com/watch?v=dcogbSHxLM8

3. Lineamientos curriculares para la Educación Sexual Integral: Cuando se hace referencia al currículum se entiende
como el conjunto de elementos culturales (conocimientos, valores, costumbres, creencias, hábitos) valiosos que se
encuentran en una oferta educativa, la cual ha sido propuesta por distintos grupos sociales. En los cuales, no existe una
unanimidad de criterios, ideas, pensamientos, ya que se hacen presentes distintos intereses. Unos representan al sector
dominante y hegemónico y los otros resisten dicha dominación. De Alba, A. (1995) sostiene que: se logra llegar a dicho
conjunto de elementos, por medio de negociaciones y de imposiciones, es así que se logra la formulación del currículum
formal. De la Ley N° 26.150 se desprende que se debe enseñar Educación Sexual Integral, pero en el currículum formal
actual no se encuentra la síntesis de elementos necesarios para dar respuesta a esta ley, es por eso que a partir de la
sanción de la ley se confeccionaron los Lineamientos Curriculares para la Educación Sexual Integral, aprobados por el
Consejo Federal de Educación mediante la Resolución N° 45/08. Son congruentes con lo expresado en la Ley N° 26.206
“Ley de Educación Nacional” (2006), la cual cita entre los fines y objetivos de la Política Educativa Nacional asegura las
condiciones de igualdad, respeto de las diferencias y no aceptación de ninguna forma de discriminación, incluida la
discriminación de género; además cita la necesidad de brindar conocimientos que refuercen la formación integral de
una sexualidad responsable. (Link de descarga de la ley 26.206 http://secgral.unsl.edu.ar/docs/Ley%2026206%20-
de%20Educacion%20Nacional.pdf)
Los lineamientos curriculares enuncian los propósitos formativos, que se constituyen en el conjunto de metas a lograr,
presentan la ESI entre espacios transversales y/o específicos, además de indicar los contenidos detallados por nivel y
área. Así los docentes cuentan con las orientaciones necesarias para llevar adelante su práctica profesional. Los
materiales conforman una serie de cuadernos de ESI producidos mediante el Programa Nacional de Educación Sexual
Integral.
Los lineamientos curriculares para la ESI corresponden al primer nivel de desarrollo curricular, por medio de los cuales se
marca el piso común obligatorio de trabajo, tanto para escuelas de gestión pública como de gestión privada de todo el
país. Los lineamientos se pueden adecuar según las necesidades y realidades educativas y las propuestas del desarrollo
curricular deberán enmarcarse en los proyectos educativos institucionales
Es importante mencionar, que de los lineamientos curriculares para la ESI, por un lado se deriva la sugerencia del
tratamiento en forma transversal para la educación inicial y primaria, y por el otro, en la secundaria desde el espacio
específico de cada asignatura sin descuidar su abordaje en forma integral. Entre los propósitos formativos de los
lineamientos curriculares para la ESI se citan los siguientes:
1) Reconocer la perspectiva de género: Tradicionalmente se ubica a las personas en las categorías de varón o
mujer de manera “natural” y se adjudican a estas categorías un valor social desigual, se pondera al varón por
sobre la mujer. Cuando aparecen estas asimetrías de poder suelen presentarse situaciones de vulneración de
derechos, como la violencia de género, el acoso laboral, etc. A partir de los avances en los estudios de género se
comenzó a cuestionar esta manera de entender la diferencia sexual y la construcción social del género. El
género es una construcción social que determina las características de la masculinidad y de la femineidad, esto
quiere decir que sobre una diferencia biológica se comienza a aprender cómo ser varones o mujeres. El
concepto de igualdad de género coloca la mirada sobre la realidad histórica de las mujeres, para lograr
reconocer que las mujeres fueron discriminadas y no reconocidas en relación con los varones. El trabajo desde la
perspectiva de género en la escuela significa revisar mandatos sociales y estereotipos de género sobre el ser
mujer o ser varón, categorías que muchas se veces naturalizan desde la escuela y de este modo se refuerzan
estos estereotipos, por eso resulta interesante el cuestionamiento y la reflexión sobre las ideas propias de cada
docente. Para la ESI los irrenunciables del eje “reconocer la perspectiva de género” son:

2) Valorar la afectividad: Se le otorga un lugar central a las emociones y sentimientos, de este modo se fomenta el
desarrollo de capacidades como la empatía, la solidaridad y el respeto. Esta dimensión es clave para alejarse de
las visiones reduccionistas. El aspecto afectivo no invisibilidad las tensiones que pueden hacerse presente en
cualquier tipo de vínculo, por el contrario permite visibilizarlas para abordarlas de una manera positiva,
generando estrategias para su resolución, evitando recurrir a la violencia. En esta dimensión se busca reflexionar
sobre el modo en el que se expresa el afecto sin vulnerar los derechos del otro. Este es un punto importante
porque permite trabajar y repensar diferentes situaciones, como por ejemplo los celos en el noviazgo como una
demostración positiva de amor, entre otras. El trabajo desde la valoración de la afectividad en la escuela
permite fortalecer las capacidades emocionales de los estudiantes, brindándoles herramientas para que puedan
identificar lo que sienten. Para la ESI los irrenunciables del eje “valorar la afectividad” son:

3) Respetar la diversidad: Esta dimensión permite asumir que todas las personas son diferentes, en referencia al
modo de sentir, pensar, actuar y vivir su sexualidad. En el abordaje de este eje se propone la valoración positiva
de las múltiples diferencias que tienen los seres humanos. Esta dimensión es superadora de la idea de tolerancia
ya que implica el respeto por la diversidad. Tanto la identidad de género como la orientación sexual forman
parte de la diversidad sexual. Trabajar desde el respeto por la diversidad en la escuela implica no presuponer la
orientación sexual de los estudiantes y velar para que cada uno tenga la libertad de expresar su orientación
sexual e identidad de género sin ser discriminado. Para la ESI los irrenunciables del eje “respetar la diversidad”
son:
4) Cuidar el cuerpo y la salud: Esta dimensión abarca la dimensión biológica y la complementa mediante el
empoderamiento de los estudiantes en función del cuidado y respeto por su cuerpo y el de los demás,
fortaleciendo la autoestima y la autonomía. Para la ESI los irrenunciables del eje “Cuidar el cuerpo y la salud”
son:

5) Ejercer nuestros derechos: Se considera a los niños, niñas y adolescentes sujetos de derecho, esto quiere decir
que tienen derecho a ser oídos, derecho a la dignidad, a la igualdad, al pleno desarrollo físico, psíquico, social,
moral y espiritual, derecho a vivir sin violencia, ni discriminación, como así también el derecho a recibir
información científicamente validada. Para la ESI los irrenunciables del eje “ejercer nuestros derechos” son:

5. Puertas de entrada de la ESI en la escuela Es imprescindible visibilizar los espacios por donde ingresa la Educación
Sexual Integral a las escuelas. Algunos de estos espacios son predecibles, en cambio otros, se encuentran invisibilizados
detrás de las prácticas rutinarias en el interior de la escuela. En el siguiente esquema se presentaran las diferentes
puertas de entrada de la ESI, posteriormente se procede a su análisis, para ello se toma en cuenta lo expresado en el al
artículo “Las puertas de entrada y el rol docente en la ESI”
La reflexión sobre nosotros/as mismos/as: El trabajo en la ESI interpela a los docentes en su rol, por eso es importante
habilitar un espacio donde identificar, reflexionar, y analizar las propias interpretaciones, prejuicios, mitos, resistencias,
vivencias personales, sobre aspectos relacionados con la sexualidad. Todas las personas tienen saberes acerca de temas
como salud sexual, sexualidad, pero es necesario ensayar respuestas, poner en palabras cuestiones que pueden dar
pudor o generar incomodidad. Es preciso, llamar la atención, sobre la posible aparición de ciertas resistencias para la
implementación de la ESI, sin embargo se tiene que tener en claro el rol estratégico de los docentes para lograr el
empoderamiento de los estudiantes, con el fin garantizar el derecho a recibir educación sexual integral.

La enseñanza de la ESI: Se encuentra conformada por tres aspectos, el desarrollo curricular, la organización de la vida
institucional y por los episodios que irrumpen la vida escolar. Estos aspectos se detallan a continuación.

 El desarrollo curricular: es otra puerta de entrada de la ESI a la escuela, en esta unidad se han enumerado los
lineamientos curriculares que se encuentran acompañados por una serie de cuadernillos, láminas y trípticos
para desarrollar y poner en práctica actividades concretas en función de la ESI.
 La organización de la vida institucional: implica visibilizar las prácticas institucionales como el lenguaje que se
emplea, la utilización democrática de los espacios, los prejuicios sobre la conducta de los varones o mujeres, la
separación de los estudiantes en listas de varones y mujeres, las capacidades intelectuales que se asigna a unos
y a otros en función de la materia. etc.
 Episodios que irrumpen la vida escolar: Son aquellos emergentes que generan un efecto disruptivo y demandan
una respuesta por parte de la escuela. Por ejemplo, que un estudiante quiera ser llamado con un nombre de
mujer, situaciones de abuso, etc.
 Las familias y la comunidad: Las familias deben tener su espacio para generar un diálogo genuino con la escuela
para que la ESI sea abordada con el mayor consenso posible.

Sintesis: En este primer recorrido se han expuesto las distintas formas de abordar la educación sexual en las escuelas, es
preciso remarcar que tradicionalmente esa forma de abordaje estuvo relacionada con la concepción de que la
sexualidad se hacía presente en la vida de los individuos a partir de la pubertad íntimamente relacionada con la
genitalidad. A partir de los avance de distintas disciplinas se logró comprender que la sexualidad se encuentra presente,
de distintas maneras, en todas las etapas de la vida de los individuos, por lo tanto es preciso incorporarla en todos los
niveles del sistema educativo. Para que la Ley de Educación Sexual Integral haya sido posible debieron conjugarse
distintas circunstancias, entre ellas la adhesión por parte de nuestro país a convenciones internacionales que cuentan
con un rango Constitucional. Entre esas convenciones se encuentran: La Convención sobre los Derechos de niños, niñas
y adolescentes, la cual coloca a los menores de 18 años como sujetos de derecho. Algunos de esos derechos, se articulan
con la ESI, como ser el de se recibir información a su pedido y de acuerdo a su grado de desarrollo psicosocial, con la
sanción de la Ley de Educación Sexual Integral queda aún más expreso que los niños, niñas y adolescentes tienen el
derecho a recibir dichos contenidos, llevando estas temáticas del ámbito privado de la familia, al espacio público de la
escuela. Es oportuno destacar, que además, el Programa Nacional de Educación Sexual Integral, es la Ratificación de la
Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer. Los docentes no están en
posición de elegir si quieren o no quieren trabajar la ESI, la ley los obliga a hacerlo, deben ajustar los contenidos al nivel
en el cual se desempeñan, en respuesta a los lineamientos curriculares vigentes, entendiendo que es un derecho de los
niños, niñas y adolescentes recibir desde la escuela esta información. Trabajar la ESI en la escuela invita a que los
docentes se repiensen personalmente y en su práctica profesional, analizar los propios estereotipos, prejuicios, además
de estar atentos a las dinámicas escolares y personales que actúan invisiblemente en forma discriminadora y
obstaculizan el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos. Las instituciones educativas cuentan con la Ley de
Educación Sexual Integral, con los lineamientos curriculares, con contenidos y propuestas para el aula; todo esto no
alcanza para la efectiva implementación de la ESI; se requiere de docentes comprometidos en esta temática, capaces de
analizar la cotidianidad escolar que obstaculiza el pleno ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos. Para ello en
la siguiente unidad temática se comenzarán a analizar los discursos que reproduce la escuela en función al género.

1) Lea la siguiente frase, por un lado explicite si la misma es verdadera o falsa y por el otro, con ayuda del marco
teórico expuesto en este módulo argumente los motivos por los cuales es necesaria la implementación de la ESI.
“Una de las resistencias para implementar la educación sexual integral es que por medio de su tratamiento se
habilita a los y las adolescentes a iniciarse sexualmente”.
“La educación sexual integral hace a la escuela más justa, pero también más interesante” “La decana de la Facultad
de Filosofía y Letras de la UBA fue una de las expertas convocadas para redactar los lineamientos curriculares para
implementar la norma. Aquí, analiza el camino recorrido en esta década: el impacto en los docentes, los miedos que
se fueron venciendo, el involucramiento de los gremios, lo que todavía falta. Por Verónica Engler

- ¿Cómo es esa construcción social del cuerpo? - Ya no diríamos que está lo biológico por un lado y lo social, lo
cultural, por otro. Esa construcción del cuerpo social implica que la materialidad que en cada sujeto tiene que ver
con lo biológico, en un mundo social se vive de una determinada manera, se disfruta o se padece de una
determinada manera, y eso tiene mucho que ver con los significados que se le da a la cuestión de las feminidades o
las masculinidades, por ejemplo. También entran en juego las identidades abyectas o prohibidas, lo que llamamos
disidencia sexual. Entonces, no hay solamente dos maneras de vivir el cuerpo, hay muchas maneras de vivir el
cuerpo sexuado, y tiene que ver con muchas posibilidades distintas que ya no es femenino/masculino, mujer/varón,
heterosexual necesariamente, sino que el deseo, la forma de vivir el cuerpo, la forma de estar en el mundo tiene
muchas alternativas.

- ¿Qué encontraron en las aulas al investigar sobre educación sexual? - En ese momento, en 2004, se estaban
discutiendo leyes de educación sexual, por eso nos metimos de lleno para ver qué concepto había en las aulas en el
momento de esa discusión. Lo que encontramos al principio, y que en muchos casos hoy sigue en pie, es la visión
biologicista. O sea: que hay un sexo y que el sexo está determinado por una configuración genética, biológica, y
entonces, para abordar la sexualidad se habla del aparato reproductor. La ley (Nacional de Educación Sexual
Integral, N° 26.150) finalmente se votó en 2006 y los lineamientos curriculares, los contenidos, en 2008; y la
documentación y todos los materiales que se fueron produciendo a partir de ahí, fueron intentando desplegar lo
que está en la ley, que es el concepto de sexualidad desde una perspectiva integral. Esta perspectiva implica pensar
que hay, efectivamente, una dimensión biológica, pero también hay una dimensión histórica y cultural, una
dimensión ética, que tiene que ver con los valores, una dimensión emocional, psicológica, que todas esas
dimensiones configuran la sexualidad. Y la educación sexual se tiene que hacer cargo de todas esas dimensiones, y
por lo tanto no tiene que ser biología solamente

- La Ley Nacional de Educación Sexual Integral supone una mirada sobre la sexualidad que no se limita al aspecto
biológico de la misma y que incluye la perspectiva de género. ¿Me puede contar en qué consiste esta otra mirada
que propone la ley? - La perspectiva de género es una perspectiva que es crítica, que critica la desigualdad, las
relaciones sociales de poder. Entonces, no se trata solamente de hablar de sexualidad en todas las materias, sino de
hacer una crítica de las formas en que ciertas relaciones de poder implican padecimiento para los sujetos, porque
sufren discriminación o sufren físicamente, o emocionalmente, o quedan en una situación de subordinación,
inclusive a veces aceptándola, porque puede haber procesos de autoconvencimiento que atraviesan las personas. La
ley habla de integralidad, y todos los documentos posteriores fueron abriendo la cuestión, hacia una manera
compleja de entender la sexualidad, multidimensional, altamente diversa, y es fuertemente igualitaria en un sentido
político, que es el poder decir que todas las identidades sexo-genéricas tienen derechos

- Posteriormente a la sanción de la ley usted ha investigado particularmente el nivel de la escuela media. En esta
década transcurrida, ¿cuáles fueron los cambios que se registraron? - Cuando nosotras entramos en las escuelas nos
decían que había educación sexual porque la profesora de biología daba las clases de sexualidad o porque iban
agentes externos a vender elementos para la intimidad femenina. Pero cuando trabajamos con profesoras y
profesores que tienen interés en hacer una mirada desde la ley y desde la perspectiva de género y derechos, lo que
empezó a pasar es que se dieron cuenta de que su formación de base, su formación disciplinar no había incluido
esta mirada.
- ¿No se sentían capacitados para abordar la propuesta que hace esta ley? - Claro, entonces hay un primer nivel, que
es que si se visibiliza la cuestión de los derechos y se habla de los estereotipos, se entiende que hay una crítica social
a la falta de oportunidades. Y para esto es más o menos sencillo ver que hay pocas mujeres presidentas, o que
todavía hay discriminación hacia las lesbianas y los gays. Este primer nivel de conocimiento social fue visibilizado:
está la ley de matrimonio igualitario y la ley de identidad de género, por ejemplo. Pero lo que nos preocupa hoy es
que en cada materia escolar hay una crítica de género para hacer, hay una crítica al androcentrismo, ya no es esta
cuestión meramente descriptiva, tiene que ver con una mirada de cómo se construye el conocimiento. Por ejemplo,
tenemos profesorados de lengua y literatura o de letras, y la crítica del sexismo en el lenguaje es una dimensión que
es tremendamente interesante en el castellano, que es una lengua particularmente sexista. Pero además, cuando se
trabaja en literatura está el tema del canon de la literatura: ¿se leen mujeres? ¿qué mujeres? Y otra cuestión: ¿hay
temas que tienen que ver con sexualidades en los textos? Realmente hay una enorme cantidad de temas que entran
en la crítica al androcentrismo en el caso de la lengua y la literatura. Lo mismo en historia o en biología.”

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