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El documento reflexiona sobre la importancia de la comunicación médico-paciente, especialmente al informar sobre un diagnóstico terminal. El autor analiza una carta que describe los sentimientos de soledad y angustia de un paciente al enterarse de su pronóstico, y reflexiona sobre su propia experiencia presenciando la reacción de un paciente. Concluye que los médicos deben comunicarse con empatía, amabilidad y apoyo, para que el paciente no se sienta amenazado y pueda afrontar sus últimos días sin miedo.
El documento reflexiona sobre la importancia de la comunicación médico-paciente, especialmente al informar sobre un diagnóstico terminal. El autor analiza una carta que describe los sentimientos de soledad y angustia de un paciente al enterarse de su pronóstico, y reflexiona sobre su propia experiencia presenciando la reacción de un paciente. Concluye que los médicos deben comunicarse con empatía, amabilidad y apoyo, para que el paciente no se sienta amenazado y pueda afrontar sus últimos días sin miedo.
El documento reflexiona sobre la importancia de la comunicación médico-paciente, especialmente al informar sobre un diagnóstico terminal. El autor analiza una carta que describe los sentimientos de soledad y angustia de un paciente al enterarse de su pronóstico, y reflexiona sobre su propia experiencia presenciando la reacción de un paciente. Concluye que los médicos deben comunicarse con empatía, amabilidad y apoyo, para que el paciente no se sienta amenazado y pueda afrontar sus últimos días sin miedo.
Se pueden sentir presente una gran variedad de sentimientos cuando uno
escucha o lee la carta de Jaime Torres Bodet, que escribió al recibir la noticia de que no le quedaba mucho tiempo por vivir. Se puede analizar de dos perspectivas, en éste caso, del punto de vista del paciente o de los ojos del doctor que le informa de su estado de salud. Sin embargo, se puede apreciar mucho mejor la sensibilidad de la persona del lado de Don Jaime, es decir el paciente siendo tratado. Para muchos, éste tema puede ser de gran sensibilidad. Uno de los conflictos que mas atormentan al hombre es el hecho de confrontar su propia muerte. Se debe enfrentar a una transformación emocional en la cual se puede empezar a sentir un distanciamiento: una separación entre los sanos y los enfermos que se acercan a su muerte.
Al reflexionar, después de leer la carta, me doy cuenta de la importancia
de como un doctor debe tener la capacidad de reconocer y entender ésta sensibilidad que está en los pacientes. Una vez que el doctor no entiende o pierde la sensibilidad, por su paciente, perderá la confianza, el respeto y la lealtad de él. Mucha gente menciona lo difícil que va a ser como doctor informarle a la gente que tiene una enfermedad terminal, o incluso informar a la familia que tu paciente murió en el transcurso de una operación. Sin embargo, fácilmente se puede concluir que es mucho más difícil, ser el paciente o familia, y recibir ésta información.
Tuve una experiencia que me conmovió en cuanto a la importancia de
éste tema, que siento que puede ser de relevancia para relacionarlo con la importancia de la comunicación, como doctor, con el paciente. Un verano que estaba trabajando en la Clínica Mayo, un doctor me invito a unas consultas, para que pudiera tener una experiencia de como eran. En una de ellas, a la mitad de la consulta me pidió, de manera discreta, que me retirara del consultorio. Me salí del consultorio, y lo espere afuera un poco confundido. Unos minutos después salió el paciente y su esposa, y al ver su cara, automáticamente supe que había pasado. Después salió el doctor, hablo conmigo, y confirmo justamente lo que había pensado: le había informado a su paciente que su enfermedad ya estaba en un estado terminal. El momento de ver la cara del paciente al salir del consultorio me marco por vida, no porque el doctor le dio la información de una manera insensible, si no que siempre me proyecte estando detrás del escritorio dándoles la noticia a los pacientes, pero nunca pensé qué era lo que iba a sentir el paciente cuando le diera la información. Fue mi primera experiencia, en el campo de la medicina, en la cual vi una situación como éstas. Sin embargo, uno nunca puede comprender o entender que es lo que un paciente siente cuando recibe una noticia asi. Uno siempre “imagina” la tristeza por la que pasan, pero yo hasta no leer la carta, nunca había pensado en muchos otros factores. Por una parte, todos los pensamientos que menciona Torres Bodet en la carta demuestra la falta de delicadez que puede llegar a tener un doctor al darle la información. Si, se entiende que el doctor debe ser directo y no tratar de que el paciente entienda algo fuera de la verdad, pero ésta honestidad debe ser acompañado también por empatía, amabilidad y un posible plan de cómo abordar la situación para un futuro. Un paciente nunca debería sentirse amenazado por su doctor. Cabe mencionar, que la soledad que sintió Torres Bodet es un factor que se debe abordar también, y es por esto que siento que es importante no solo tener ésta buena comunicación y confianza con el paciente, si no que hablarlo con la familia y apoyarlos es igual de importante. Por otro lado, los pensamientos de la insignificancia de la vida es algo que tampoco había pensado después de mi experiencia. Yo me enfoque tanto en la tristeza y el miedo que ha de haber sentido el paciente, sabiendo que su tiempo en la Tierra ya era limitado, que nunca considere los pensamientos de separación e indiferencia de las acciones de su vida. Los pensamientos de angustia y de abandonar la existencia. Los pensamientos de amargura y envidia hacia la salubridad de los demás. Esta falta de comprensión es lo que puede llevar a ésta mala comunicación, es ahí el problema. Después de leer la carta, fácilmente puedo concluir que los doctores de hoy en día, y nosotros futuros doctores, siempre debemos de tratar de ser humildes y amables. Se puede decir que éstos elementos muchas veces carecen en la comunidad médica. Tenemos que entender que no estamos en sus zapatos, y tratarlos y darles las noticias como a uno le gustaría recibirla. Hacerlo entender que si es algo triste, y no algo insignificante para ti como doctor. Claramente éstas acciones no van a eliminar los sentimientos de angustia y tristeza, pero le dará apoyo al paciente. El apoyo del cual el va a agarrar el valor para sentirse cómodo, y no con miedo los últimos instantes de la vida.
En conclusión, un doctor debe tener éstas características y cualidades en
todo momento y en todas las áreas de la medicina actual. Después de leer lo escrito en la carta, uno fácilmente se puede dar cuenta que la comunicación es extremadamente importante para cualquier relación médico – paciente que podamos llegar a tener en un futuro.