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RESUMEN EJECUTIVO

El autor del libro es Mohamed El-Erian, un economista con mucha experiencia administrando fondos,
realizando estudios y análisis económicos y manejando el mercado de valores. Desde su perspectiva,
explica cómo se originó la crisis económica mundial, sus repercusiones actuales y cómo la misma cambiará
la manera cómo se trabajan y se desarrollan las finanzas mundiales, tanto de economías desarrolladas como
de las emergentes. Dentro del contexto del libro se utiliza, en repetidas ocasiones, la frase “ruido del
mercado”, lo que el autor define como aquellos aspectos del mercado financiero que se salen de lo común y
que son sucesos que rompen los paradigmas del mercado financiero. Estos ruidos del mercado pueden
ocurrir en diferentes variables macroeconómicas y su impacto dentro de la economía global puede pasar
desapercibido, por lo que suelen ser sucesos a los cuales los inversionistas no prestan detallada atención.

Fue la suma de varios de estos sucesos la que hizo que “los ruidos del mercado” tuvieran un impacto mayor
en la economía global. Los sucesos que el autor denomina como “ruido del mercado” fueron varios y muy
diferentes, entre los que se menciona un exceso de liquidez en mercados desarrollados, una mala
administración de riesgos por parte de entidades bancarias, surgimiento de nuevos productos financieros,
los cuales estaban fuera de la supervisión y control de las entidades tradicionales, créditos cuyo respaldo
era muy dudoso e inversionistas que tomaron riesgos fuera de lo común. La suma de todos estos elementos
sumergió a la economía de Estados Unidos en una crisis de la cual les tomó un par de años empezar a salir
y de la cual aún no se ha logrado recuperar.

Ciertas industrias fueron las más afectadas y las que tuvieron un mayor impacto en el origen de la crisis. El
sector inmobiliario, el automotriz y el bancario fueron sectores en los cuales se tomaron decisiones
erróneas y en donde el análisis y estudio de las variables se dejaron por un lado.

Una pobre administración del riesgo hizo que muchas empresas se declararan en quiebra. El maquillado de
estados financieros y balances fue una constante en estas empresas. En muchos casos, los arreglos se
debieron a la utilización de nuevos productos financieros, los cuales eran desconocidos por quienes
manejan las finanzas dentro de las industrias mencionadas.

A pesar de las señales de una crisis económica, los ruidos del mercado no fueron tomados en cuenta por
parte de inversionistas, entidades bancarias, empresas privadas, gobiernos y entidades dedicadas al análisis
de la economía a nivel mundial. Esto dejó en evidencia cómo evolucionó el sector financiero mundial y
cómo los entes dedicados a su análisis no estaban preparados para encontrar medidas que contrarrestaran la
crisis. Un claro ejemplo de esto es el Fondo Monetario Internacional, el cual es una entidad financiera que
realiza análisis económicos a nivel mundial, cuenta con un recurso humano de primer nivel, dispone de
información primaria actualizada y con recursos financieros en abundancia. Sin embargo, a pesar de contar
con todos estos recursos, fue incapaz de proporcionar una guía que evitara los sucesos que desembocaron
en la crisis mundial actual.

Otra entidad que pudo pronosticar la crisis y brindar una estrategia para evitar la misma fue el Banco
Mundial, el cual cuenta con similares recursos que los del Fondo Monetario Internacional, lo que indica
que el mercado financiero evolucionó con mayor rapidez que las instituciones y entidades creadas para
supervisar y controlar cualquier cambio brusco dentro de la economía mundial. Debido a que los recursos
tradicionales fallaron, se deben crear nuevas herramientas que permitan tener mayor control, regulación y
supervisión sobre los nuevos productos financieros.

La crisis dio como resultado el análisis de los aspectos que provocaron que la misma pudiera llegar a un
nivel de tan alto impacto. El comportamiento de los inversionistas no siguió la lógica y se tomaron muchos
riesgos que, bajo otro tipo de condiciones, no se hubieran dado. El exceso de liquidez y el crecimiento de
la economía dieron señales inequívocas de lo que estaba sucediendo realmente. Debido a esto, el autor
llama a descomponer los ruidos del mercado a un análisis exhaustivo de todas las variables y de administrar
de manera correcta y lógica el riesgo, a la hora de las inversiones.

Se debe comprender que el mercado financiero es diferente a lo que era hace un par de años. El
surgimiento de nuevos productos financieros y la falta de control de los mismos es una tendencia que debe
ser atendida por gobiernos y entidades financieras. Los países en vías de desarrollo, cuyas economías son

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llamadas economías emergentes, sufrieron un impacto menor a los países desarrollados. Esto se debe, en
gran parte, a la liquidez con la que cuentan y, en muchos casos, al sistema financiero que, por no estar tan
desarrollado como los de países del primer mundo, pudieron soportar de mejor manera la crisis, llegando a
tener una mayor relevancia a nivel mundial y convirtiéndose en jugadores importantes de la economía. En
muchos casos, prestaron dinero a países desarrollados y esto evitó que el impacto fuera menor.

Debido a la importancia que estas economías emergentes han logrado, se ha despertado un sentimiento de
nacionalismo y proteccionismo en los países desarrollados, los cuales ven amenazada su hegemonía a nivel
mundial. Debido a esto es que países como China, Brasil, Chile, India, entre otros, están teniendo
problemas para realizar inversiones en países desarrollados, en donde enfrentan una serie de obstáculos que
buscan desmotivar las inversiones que pretenden hacer. Los estándares con los que están siendo medidos
superan, por mucho, a los que enfrentan firmas inversoras de los países desarrollados.

La tendencia mundial es que las economías emergentes tengan mayor impacto a nivel mundial y, por este
motivo, enfrentaran nuevas restricciones. A pesar del crecimiento y desarrollo que están logrando los
mercados emergentes, estos deben tomar en cuenta que su sistema financiero no está totalmente
desarrollado y que aún operan sin contar con tecnología de punta que facilite el control y la supervisión.
Deben también tener cuidado con los excesos de liquidez, ya que cuando esto ocurre, el nivel de
administración del riesgo tiende a ser menor.

El autor considera que, como proceso de evolución, las economías globales están cambiando las reglas del
juego, proponiendo escenarios diferentes. Tal es el caso de la utilización del dólar estadounidense como
una moneda base; así también se considera a Estados Unidos como la superpotencia capaz de soportar
cualquier tipo de problema económico. Con base en lo anterior, podemos observar la necesidad de mejorar
los puntos de control que permitan identificar las posibles variaciones que afecten, de cierta medida, la
rentabilidad de nuestra empresa, la estabilidad de la operación y, por qué no decirlo, la estabilidad de una
nación.

Aún cuando se ve la necesidad de incentivar el consumo interno para mejorar el PIB, incrementado así la
sostenibilidad de un país, otro factor sería la diversificación de importaciones y exportaciones y evitar la
concentración de operaciones a un único país, como fue el caso de países como México, que aprovechó su
ubicación geográfica con respecto de Estados Unidos, repercutiendo la crisis en la economía de dicho país.

De esta manera, podemos observar que el riesgo está latente y el impacto se intensifica al concentrar las
operaciones en un solo cliente o un solo proveedor, tal es la semejanza de una empresa, para lo cual la
visión del autor es cambiar nuestro modelo mental, de tal manera que pueda ayudar a formular e
implementar estrategias para una era de cambio económico y financiero, permitiendo entender, de una
mejor manera, la naturaleza e implicaciones de las realidades globales, encontrando así los retos que
enfrentan los participantes en el mercado, así también sugiere maneras de afrontarlos.

Sin embargo, aunque se cuente con un plan bien estructurado a nivel de una inversión, es necesario
considerar que las naciones también deben de tener políticas establecidas para evitar los golpes abruptos
que a veces tienen los mercados. Dichas políticas se deben de enfocar en comprender que los mercados
cambian constantemente y, como nación, se deben de acostumbrar y estar preparados para esto. Otros
aspectos importantes son el manejar las afluencias de capital, la administración del patrimonio nacional,
saber manejar una alta deuda nacional y establecer una buena política monetaria. Es indispensable no
olvidarse que, para que un buen plan de políticas se establezca, es necesario regular la desigualdad de
ingresos entre la población y, además, de cambiar o fortalecer las políticas sociales con las que el país
cuente.

En el caso de instituciones multilaterales, deben de adaptarse a cada uno de los cambios que se den dentro
del mercado, como es el caso del FMI que puede rescatar la experticia que tiene y cambiar a un papel de
“asesor” para países y, con base en el nuevo rumbo, establecer objetivos a cumplir.

Para el autor, es indispensable no dejar ningún riesgo al azar y cuando dichos riesgos se descubren, es
necesario tener una mejor gestión de los riesgos, por lo que uno de los caminos a seguir es el buscar un
seguro que pueda cubrir lo que no se ha planificado.

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Existen diferencias de pensamiento con respecto a los seguros, ya que existen personas que consideran que
el pagar una prima reducirá la liquidez que se tiene. Otras personas consideran que el tener un seguro
cubre todo el peligro y disminuyen los cuidados que se deben tener para cierta inversión. Existen
coberturas adicionales a las que ya se pueden tener, esto porque es difícil que un riesgo se materialice. Sin
embargo, las consecuencias de dichos riesgos son muy graves y las pérdidas son mayores.

Con esto podemos concluir que no podemos seguir utilizando los mismos controles, políticas, normas, si
vemos que nuestro mundo está cambiando. Estamos en una era en la que la única constante es el cambio y
debemos ajustarnos al mismo, minimizando el riesgo y el impacto. Aunque algunos países utilizaron
políticas económicas y financieras conservadoras para mitigar el impacto dentro de sus sistemas
económicos, se evidencia la necesidad de utilizar métodos que estimulen el crecimiento económico a un
consumo interno y a una diversificación de mercados.

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