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Estos síntomas suelen ser vagos y poco específicos, por lo que pueden ser
confundidos con los de la influenza u otras enfermedades frecuentes. Debido a esto
se presentan diferentes pruebas para el diagnóstico y clasificación de la Leucemia
como son:
Análisis de sangre.
Hemograma completo y prueba diferencial. Mide el número de leucocitos,
eritrocitos y plaquetas del organismo.
Pruebas de médula ósea. Se obtienen por biopsia y aspirado de médula
ósea.
Exámenes de rutina en microscopio. Permiten la observación del tamaño,
forma y otras características de los linfocitos para su clasificación.
Tratamientos para la identificación de células leucémicas (Citoquímica,
Citometría de flujo e inmunohistoquímica).
Pruebas para la identificación de alteraciones cromosómicas características
de la Leucemia (Prueba cromosómica estándar, Hibridación in situ con
fluorescencia (FISH), Reacción en cadena de la polimerasa (PCR)).
Interpretaciones Imagenológicas del cuerpo. Tomografía computarizada
(rayos X), Resonancia Magnética (ondas de radio).
Ecografía (ultrasonido). Permite observar los ganglios linfáticos cercanos a
la superficie del cuerpo o para observar órganos agrandados.
Es ahora pertinente el describir cuáles son los principales factores que favorecen el
desarrollo de leucemia en la población. “…Las leucemias agudas constituyen el
grupo de neoplasias más frecuentes en la edad pediátrica” (Atienza, 2016, pp. 380),
considerando esto los factores de riesgo a mencionar serán enfocados al riesgo de
que el bebé, producto de un embarazo, desarrolle leucemia.1
Un factor de riesgo es definido como “…cualquier rasgo, característica o exposición
de un individuo que aumente su probabilidad de sufrir una enfermedad o lesión”
(OMS), en este caso, leucemia.2 Guzmán, Barceló, Taureaux, Reyes y Moncada
(2007) mencionan que son factores de riesgo para la leucemia “…los campos
electromagnéticos en la vivienda, humo del tabaco en el embarazo, antecedentes
de cáncer en familiares lejanos y tóxicos ambientales”. Se infiere entonces que una
familia que resida cerca de centros que emitan campos electromagnéticos posee
mayor probabilidad de que sus integrantes, principalmente los menores de edad,
padezcan leucemia. Se asume también que a mayor número de electrodomésticos,
mayor riesgo habrá para los integrantes de la familia.3
Contextualizando los tóxicos ambientales a un ámbito familiar cotidiano se habla de
los plaguicidas como factores de riesgo importantes en el padecimiento de la
leucemia, esto es mencionado por Hernández, Zonanna y Zaragoza (2009) y más
recientemente por Travieso y Campo (2017), y pone en alerta a comunidades que
se encuentren expuestas al uso de pesticidas, como es el caso de las comunidades
rurales, las cuales en la mayoría de las situaciones sufren de una condición
socioeconómica pobre, por lo tanto, el desarrollo de leucemia por parte de alguno
de sus integrantes significaría un problema grave cuya solución escaparía de sus
posibilidades desde un punto de vista económico.4, 5
Estudios realizados han asociado el padecer leucemia a factores de riesgo
conductuales y dietéticos tales como el índice de masa corporal elevado, ingesta
reducida de frutas y verduras, falta de actividad física, consumo de tabaco y
consumo de alcohol. Por lo que se ha exhortado a la población a llevar un estilo de
vida saludable y a acudir al médico (OMS, 2018).6
La importancia de definir los factores de riesgo para leucemia radica en la
posibilidad de alertar a la población acerca de ellos y así mantenerlos al margen.
En este apartado se menciona que es preciso desarrollar hábitos y conductas de
alimentación y ejercicio sanas, además de utilizar los electrodomésticos el menor
número de veces posible.
Pendiente Practica 10
Otros tipos de estudios epidemiológicos son los estudios de cohorte, que son de
tipo observacional o no experimental y son mejor definidos como aquellos en los
que …individuos están sometidos a determinadas exposiciones mientras que otros no;
ninguno de los sujetos manifiesta los desenlaces clínicos de interés al inicio del estudio,
aunque todos están en riesgo de padecer dichos desenlaces con el tiempo; y tras un periodo
de seguimiento dado se miden y comparan los mismos entre los grupos de expuestos y no
expuestos (García, 2017, pp. 137).1
Existen varios ejemplos de la aplicación de estudios de tipo cohorte en del tema de
la leucemia, la mayoría relacionados al desarrollo de nuevos padecimientos en
pacientes que presentan la enfermedad. Los factores de riesgo que se describen en
estos estudios son regularmente los tratamientos utilizados para combatir a este
tipo de cáncer y a las condiciones en que estos son llevados a cabo. Como ejemplo
se menciona el artículo escrito por Taicz et al (2018), en el que se describe un
estudio de cohorte retrospectivo, el cual analiza el tiempo de hospitalización de
niños con leucemia, esto asumiendo al factor de riesgo como el desarrollo de
bacteriemia asociada a catéter.2
El problema que se genera en estudios de cohorte es la presencia de sesgos, para
reducirlos es necesario establecer criterios de exclusión y definir los parámetros a
estudiar. En la investigación realizada por Taicz et al (2018) por ejemplo, …se
excluyeron los pacientes con microorganismos en hemocultivos considerados
contaminantes (por ejemplo, Staphylococcus coagulasa
negativa, Micrococcus sp, Corynebacterium sp no asociado a catéter) y los pacientes con
diagnóstico inicial de leucemia aguda pero que en el momento de la bacteriemia hubieran
recibido un trasplante de precursores hematopoyéticos (Taicz et al; 2018).2
En los estudios de cohorte es conocido el uso tanto de incidencias acumuladas
como de razón de tasas, ambas medidas relacionadas a la obtención del riesgo
relativo (Fajardo, 2017). El uso de esta medida de asociación acoplada a
investigaciones que observen el estado de salud en pacientes con leucemia se ve
ejemplificado en el documento elaborado por Peña (2017) en el que entre varias de
sus conclusiones se redacta que “…los pacientes que no recibieron
antibioticoterapia precoz tienen RR: 1.4 (IC95%= 1.161 – 1.903) veces más riesgo de
tener una estancia hospitalaria prolongada (mayor de 96 horas), siendo esta
relación estadísticamente significativa. P=0.006” (Peña, 2017).3, 4
Los estudios epidemiológicos son ampliamente utilizados en investigaciones
referidas al estado de salud-enfermedad de las poblaciones humanas; estas
investigaciones, aplicadas a la leucemia, son realizadas con la finalidad de obtener
información para preservar un estado de salud adecuado en pacientes que padecen
este tipo de cáncer.