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PSICOPATOLOGÍA DE LA PSICOMOTRICIDAD

LA ACTIVIDAD

El estudio de la esfera activa abarca el de todas las manifestaciones de la actividad psíquica que es
capaz de desarrollar la personalidad humana. Comprende por consiguiente, el estudio de los actos
del individuo, de su lenguaje, de la escritura, de todas las manifestaciones de la voluntad, a través
del cual llegaremos a obtener una noción general sobre su conducta

Todas estas manifestaciones de la actividad son posibles, merced al pensamiento que


constituye una forma de energía psíquica capaz de engendrar la acción cuyas expresiones motoras
parecen ser dirigidas por aquel. Es importante aclarar lo siguiente:

1) No todo pensamiento conduce siempre a la producción de un movimiento o se manifiesta


en un acto. En efecto existe una forma de pensamiento que no se concreta en nada aparente,
permanece invisible mientras no se lo exteriorice por medio de la palabra o de la escritura. Sin
embargo nadie puede negar que constituye también sin exteriorización, una forma de actividad
psíquica en la que intervienen todos los mecanismos de su elaboración.

2) No todos los movimientos del individuo tienen origen en una actividad de naturaleza
psíquica. Tales son los movimientos reflejos que responden a los más variados estímulos y en cuya
producción no participan la psique, pues escapan de la supervisión de la conciencia, que sólo es
informada después que se han realizado.

ACTOS SUPEDITADOS A LA ACTIVIDAD PSIQUICA

Tres tipos de actos surgen de la actividad psíquica del hombre, los que se objetivan mediante la
ejecución de variados movimientos: el acto instintivo, el acto habitual y el acto voluntario.

1) ACTO INSTINTIVO: Se caracteriza por la perfección de su ejecución sin necesidad de


aprendizaje previo; es el resultado de una disposición hereditaria, perteneciente a la
filogenia, por consiguiente es específico, común a todos los individuos. Este acto es
invariable, se repite siempre igual en todos los seres; se desencadena en forma automática,
pero aun así, no escapa nunca al control de la conciencia que lo registra y lo valora.
2) ACTO HABITUAL: Es el resultado de un largo aprendizaje a través de la repetición de los
mismos movimiento, lo que permite alcanzar gradualmente un alto grado de
perfeccionamiento. El hábito no pertenece al dominio de la filogenia (estudio de la
evolución de las especies en forma global), sino que pertenece al individuo que lo ha
adquirido en el transcurso de la existencia. El acto habitual puede ser activo o pasivo.
El hábito activo es resultado del aprendizaje, que lleva a la ejecución cada vez más fácil y
perfecta de un acto que en su comienzo fue difícil de realizar. El hábito pasivo consiste en
una adaptación del organismo que se acostumbra a soportar siempre las mismas
circunstancias o las mismas influencias, es decir que se trata de un acostumbramiento o
adaptación.

3) ACTO VOLUNTARIO: El acto voluntario es condicionado y dirigido por la voluntad y se


halla bajo la estricta vigilancia de la conciencia. Su ejecución requiere la participación
activa de la inteligencia que elige convenientemente los movimientos necesarios para
realizarlo. El acto voluntario es el de mayor jerarquía, para su ejecución la voluntad se halla
al servicio de la inteligencia que la dirige. “La voluntad es la energía psíquica con
modalidad estática o energía potencial psíquica que, en determinado momento y a
requerimiento de las necesidades imperantes, se transforma en múltiples formas de energía
cinética”.
El acto voluntario en su complejidad comprende entonces dos partes fundamentales:

a) La primera es el periodo de elaboración consiente del acto, desde la iniciación del acto
hasta la decisión voluntaria. Se llama también acción implícita o conación. (conación:
término empleado para designar el conjunto de funciones relacionadas con los aspectos
tendenciales de la personalidad, que abarcan desde el impulso intencional, las motivaciones
y las voliciones, hasta la realización práctica de la acción propuesta. Lo conativo se
contrapone a lo afectivo y a lo cognitivo)

b) la segunda corresponde a la ejecución del acto o acción explícita.

PSICOPATOLOGÍA DE LA PSICOMOTRICIDAD

Alteraciones de la actividad voluntaria

Teniendo en cuenta las dos fases del acto voluntario el estudio de sus alteraciones
comprenderá aquellas que podrán recaer sobre cada una de las dos partes.

1) Alteraciones del primer periodo del acto voluntario: deseos y decisiones. Conación.

Pueden ser de dos órdenes: cuantitativas o cualitativas

a) Alteraciones cuantitativas

ABULIA: Consiste en la falta absoluta de voluntad; en la carencia de deseos y decisiones; la


afectividad deja de ser fuente de deseos, el pensamiento se apaga y la voluntad se inhibe. La
psicopatología estudia diversos tipos de abulia; las más frecuentes son:

 Abulia neurasténica, que no se origina en la falta de deseos, sino en la imposibilidad


de llegar a las decisiones.
 Abulia de los esquizofrénicos, la gran indiferencia afectiva en los que se encuentran
sumidos estos enfermos producen carencias de deseos e intenciones. Si surge algún
deseo con suficiente intensidad, la acción se realiza por que no existe ningún
impedimento a nivel de mecanismos motores ejecutivos.
 Abulia de los melancólicos, presenta una característica muy peculiar; estos enfermos,
cuya exaltación afectiva desplacentera es muy grande, sienten los deseos y las
tendencias que impulsan a la ejecución de determinados actos; sin embargo, ese
impulso muere a poco de nacer por que se le opone un intenso sentimiento de
impotencia e incapacidad que impide llegar a la decisión y a la ejecución.
 La abulia de los catatónicos, en estos enfermos los mecanismos motores se hallan
requeridos por tendencias opuestas que se neutralizan, como ocurren en los casos de
negativismo. Toda tentativa de acción, tanto espontánea como sugerida, engendra
automáticamente la tendencia al acto contrario; vale decir que la abulia catatónica
implica una manifestación de ambivalencia (quiero y no quiero).

HIPOBULIA: Consiste en una disminución de la actividad voluntaria; en realidad es un


grado menor que la abulia, por lo que corrientemente se incluye en esta última. Se
manifiesta en los mismos enfermos que hemos considerado en la abulia.

HIPERBULIA: Es el aumento de la actividad voluntaria y su consecuencia es una mayor


eficacia y rendimiento en las acciones. Así considerada, la hiperbulia es perfectamente
normal y de ella resultan personas emprendedoras, luchadoras, capaces de lograr más
fácilmente que otros, los objetivos que se proponen; se dicen que son de voluntad
inquebrantable, decididos o de carácter fuerte.

La hiperbulia sólo se adentra en el terreno de lo patológico cuando engendra actos que son
inadecuados a las normas de la connivencia social. Se observa corrientemente, en la
excitación maniaca y en todas las formas de excitación psicomotriz, en las que se
manifiesta sin dirección por falta de atención voluntaria.

Se observa en muchos delirantes, que acusados por sus ideales de justicias y de


reivindicaciones llegan a la ejecución de actos antisociales, y a veces francamente
delictuosos.
b) Alteraciones cualitativas: “de elaboración”.

IMPULSOS: Es sabido que en el núcleo instintivo-afectivo es donde se originan los deseos,


tendencias y emociones que constituyen los elementos básicos que generan los actos voluntarios. En
condiciones normales y en personas bien evolucionadas todos estos elementos primarios que
concurren a integrar un acto son sometidos a una serie de elaboraciones por parte de la inteligencia,
cuyas inhibiciones suavizan las primitivas reacciones y conduce a una decisión la cual permite la
ejecución del acto voluntario y perfectamente controlado.

Pero fuera de este mecanismo normal, respondiendo a diversas circunstancias de orden patológico,
se produce una intensa reactivación de las fuerzas instintivas que llevan a la ejecución irrefrenable
de algunos actos en forma violenta y que escapan a todo control cortical. Estos actos
descontrolados son los que se conocen bajo la denominación de impulsos.

En consecuencia el impulso es la manera de responder del instinto, obedeciendo a los deseos y


tendencias que en él tienen origen. El impulso anula la posibilidad de llegar a una decisión por
cuanto la inteligencia no participa para determinarla; todo queda reducido a la primera parte del
acto voluntario pues se produce una respuesta súbita y descontrolada del deseo instintivo. Es por
esto que el impulso se ha comparado a un acto en cortocircuito, porque se efectúa sin participación
de la fase consciente y voluntaria. Los actos impulsivos están al servicio de los resortes instintivos
para asegurar la conservación del individuo y de la especie; estos impulsos que responden al
instinto son perfectamente normales.

Independientemente de los impulsos normales deben considerarse los impulsos patológicos,


cuyas respuestas llevan el sello que señala el carácter mórbido y desviado de la normalidad, desde
el momento que no coinciden con las apetencias naturales y con las tendencias con que
normalmente el instinto satisface sus objetivos. Estas desviaciones o impulsos mórbidos se
observan en todas y cada una de las formas de manifestación del instinto:
a) en el instinto de nutrición: la pica (perversión del apetito en que se apetece sustancias no
comestibles; en un sentido amplio se entiende como pica a aquel impulso o deseo vehemente por
ingerir algún tipo específico de sustancia que normalmente no se considera comestible o algunos
alimentos en cantidades o formas inusuales), la coprofagia (ingestión voluntaria de heces), etc.;
b) en el instinto sexual: el masoquismo (conducta sexual en la que se obtiene la excitación y la
satisfacción sexual a través del propio dolor físico o psíquico, la humillación, la dominación y el
sometimiento), el fetichismo (parafilia que consiste en la excitación erótica o la facilitación y el
logro del orgasmo a través de un objeto fetiche, como una prenda de vestir o una parte del cuerpo en
particular), etc.;
c) en el instinto gregario: el homicidio (es un término que procede del latín homicidium y que
refiere a la muerte de un ser humano causada por otra persona; el término, por lo tanto, puede
utilizarse como sinónimo de asesinato o crimen), la cleptomanía (trastorno que le impide al sujeto
controlar sus impulsos, en este caso vinculados al hecho de apropiarse de objetos que no le
pertenecen; un cleptómano es un individuo que sufre una inclinación que lo lleva a robar de manera
compulsiva), la piromanía (enfermedad o desequilibrio mental que lleva a una persona a
obsesionarse con el fuego. Los individuos que sufren este trastorno se conocen como pirómanos),
etc.

COMPULSIONES: La compulsión es un estado patológico que resulta de la oposición de dos


fuerzas contrarias. Por un lado, el deseo o tendencia que origina un impulso morboso que pugna por
desencadenarse; por otro lado, el control que individuo ejerce sobre el acto, oponiéndose y
resistiéndose tenazmente a su ejecución mediante enérgicas inhibiciones. Esta lucha de fuerzas en
pugna genera un estado de angustia intensa, tal como es dado observar en las neurosis obsesivas.

Los actos obsesivos se desencadenan en forma automática, impulsiva, a pesar de la oposición


enérgica del enfermo. Esta resistencia y la imposibilidad de inhibir el acto, por su imposición
obsesiva a la conciencia, angustian al paciente temeroso de llegar a su ejecución. Para eludir esta
posibilidad, descarga la tensión psíquica y aminora la angustia recurriendo a la ejecución de
actos distintos a los señalados por el imperativo de la obsesión. Estos actos de descarga han sido
denominados “ceremoniales”, (empleo de determinados signos y palabras; gestos cabalísticos y
actos de superstición, tocar madera, etc.).
Alteraciones cualitativas: “de ejecución”

1) APRAXIAS: La apraxia consiste en la imposibilidad de ejecutar un acto que se ordena con


perfecta adecuación a su objetivo, sin que exista parálisis, ni ataxia (alteración en el
funcionamiento del sistema nervioso. Cuando el trastorno incide sobre el desarrollo de los
movimientos voluntarios, se lo califica como ataxia locomotriz), ni agnosia (trastorno de la
percepción que lleva a un sujeto a no reconocer individuos, elementos o situaciones que,
anteriormente, le resultaban familiares). El enfermo realiza movimientos que son correctos,
de perfecta coordinación motriz pero que aunque forman parte del acto ordenado, no
corresponden exactamente a sus distintas fases. Ante todo es necesario cerciorarse si no
padece de “agnosia”, es decir, la falta de reconocimiento de los objetos que deben intervenir
en el acto a realizar. Al dar la orden de encender un cigarrillo, por ejemplo, lo veremos
llevarse el fósforo a la boca, o para encender el fósforo frotar la caja contra la pared.

Dos son las formas de apraxia: 1) Apraxia ideatoria de Pick: Es un trastorno de la esfera
intelectual que se manifiesta por la incapacidad de emplear de una manera ordenada los
movimientos que se adaptan a la ejecución de un acto. Falta en el momento necesario, la
representación mental de ese acto en forma global y en sus etapas sucesivas. Como
consecuencia se saltean etapas, se suprimen movimientos o solo se ejecutan en forma
fragmentaria, de lo que resultan actos absurdos. El trastorno es tanto más marcado cuanto
más complejo es el acto que se debe ejecutar; los actos simples a menudo se realizan sin
faltas.

2) Apraxia motriz de Liepmann: En este caso el enfermo posee una perfecta


representación mental del acto a realizar, o sea que domina el mecanismo ideatorio, pero
está dificultada la ejecución motriz pues tropieza con la imposibilidad de canalizar los
impulsos, que nacen de ese mecanismo ideatorio, de una manera ordenada y correcta hacia
los grupos musculares correspondientes. Este cuadro se observa en las demencias y es
especialmente notable en las formas preseniles.

2) ECOPRAXIAS: La ecopraxia consiste en la imitación de los actos realizados por otras


personas, los que se ejecutan en una forma más o menos automática. Esta afección se
manifiesta en los oligofrénicos (oligofrenia: síndrome oligofrénico es la denominación que,
décadas atrás, permitía nombrar a la patología caracterizada por una deficiencia grave del
área mental nacida a raíz del cese del avance y progreso de la inteligencia durante la etapa
intrauterina o en los primeros años de vida) y también en los esquizofrénicos.

3) AMANERAMIENTO: Es un trastorno por el cual los actos pierden su normal simplicidad


y espontaneidad debido al agregado de movimientos innecesarios que complican su
ejecución corriente. Ese agregado superfluo determina actos amanerados y un tanto
ridículos que llaman la atención por apartarse de lo común. El amaneramiento es de
observación frecuente en los esquizofrénicos; en menor proporción se da en los epilépticos
se da en los epilépticos y más raramente aún en algunas formas delirantes.

4) EXTRAVAGANCIA Y ESTEREOTIPIAS: Se conoce por extravagancia a la


exageración del amaneramiento el cual termina en gestos y actitudes forzadas, carentes
totalmente de soltura y de naturalidad. Cuando estas extravagancias o amaneramientos
exagerados se repiten constantemente reciben la denominación de estereotipias que se
expresan por una sucesión innecesaria de movimientos y actitudes que no tienen ninguna
significación, ni reportan ninguna utilidad.

5) INTERCEPTACIÓN CINÉTICA: La interpretación cinética consiste en la interrupción


brusca de un acto o movimiento que se encuentra en plena ejecución. El enfermo queda
momentáneamente en la actitud en que lo sorprende esa interceptación; en algunos casos la
acción no se reanuda, otras veces, tras un breve lapso, el movimiento se reinicia en el
mismo sentido o en otro diferente. Se observa en los esquizofrénicos, debiendo considerarse
como una de las manifestaciones de la disgregación de la psiqué.
6) NEGATIVISMO: El negativismo es la resistencia opuesta por el enfermo a toda
sugerencia en el sentido de que cambie la actitud o ejecute un acto o movimiento
determinado. Es un trastorno en el que intervienen mecanismos psíquicos complejos,
diversamente interpretados en su significación; actualmente prevalece la idea de
considerarlo como una forma de exteriorización de la interceptación de la voluntad.

El negativismo es una manifestación catatónica muy frecuentemente en la esquizofrenia.


Toda insinuación o toda orden imperativa y aun toda sugerencia persuasiva y hasta
suplicante determina en estos enfermos la aparición automática de una tendencia contraria,
parece que se estimulara una enérgica resistencia y la ejecución de un acto opuesto al
requerido. La resistencia del enfermo negativista es sistemática, se opone a todo, se
resiste aún contra sus intereses personales.

7) OBEDIENCIA AUTOMÁTICA: Se incluye entre los estados de aumento de


sugestividad; es más bien una obediencia pasiva.

El enfermo obedece y ejecuta pasivamente todos los actos y movimientos que se le


sugieran, exactamente lo contrario de lo que ocurre en el negativismo por el que se resiste a
su ejecución. La caída completa de la voluntad convierte al sujeto en un verdadero
autómata librado a la voluntad de quien lo dirija.

8) FLEXIBILIDAD CEREA: También llamada catalepsia, es de observación muy


frecuente en la esquizofrenia. Consiste en un estado especial del aparato muscular
caracterizado por una blandura particular que le da una amplia plasticidad, la cual hace
posible una marcada exageración del tono postural. El paciente puede adoptar actitudes por
demás exageradas de sus miembros y aun de todo su cuerpo, persistiendo en ellas durante
un tiempo más o menos largo hasta que lo vence la fatiga muscular, o cuando deja de ser
observado según opinión de Pierre Janet.

9) CATAPLEXIA: Es un síntoma muy poco frecuente. Consiste en la pérdida total y súbita


del tono muscular normal. Es un episodio de corta duración durante el cual el sujeto
aparece en una completa relajación muscular. La palabra cataplexia o cataplejía proviene
del latín “cataplexis” que consiste en un embotamiento súbito de la sensibilidad en una
parte del cuerpo que puede suceder la pérdida bilateral del tono muscular la vigilia. Muchas
veces ocurre en relación con emociones intensas, durante el acceso, en los niños que
tienen debilidad muscular e hipotonía generalizadas, movilidad y evidentes desde el periodo
neonatal o flacidez muscular que hace que la persona se caiga repentinamente.

PSICOPATOLOGÍA DE LA PSICOMOTRICIDAD
GUÍA e47 – J. VALLEJOS RUILOBA
1) ¿Qué es la psicomotricidad?
2) ¿Qué sucede con la psicomotricidad cuando las personas padecen enfermedades
psicopatológicas?
3) ¿Cuáles son las dos perspectivas de las alteraciones psicomotoras?
4) ¿Qué abarca el estudio de la psicopatología de la motricidad?
5) ¿Qué es la agitación psicomotora? Describe.
6) ¿La agitación es un trastorno en sí misma? ¿Qué es la agitación?
7) ¿Cuáles son los trastornos en los que puede aparecer la agitación?
8) ¿Cuáles pueden ser las causas de la agitación?
9) ¿Cuáles son los otros grupos de causa de agitación?
10) ¿Cuáles son los trastornos de personalidad que presentan agitación?
11) Describe: Mutismo, negativismo, estupor.
12) Cita y describe los tres tipos de estupor.
13) Describe y conceptualiza Catatonía.
14) Describe la catatonía letal de Stauder (1934).
15) ¿La catatonía es un diagnóstico en sí mismo? ¿En cuáles trastornos aparecen?
16) Describe: Manierísmo, estereotipias, ecopraxias, automatismo, parkinsonismo,
temblor, tics.
17) ¿Cómo se explora la psicomotricidad?

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