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ISSN: 1626-0252 École des hautes études en sciences
sociales
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Juan José Heredia Neyra, « Robustecer o enflaquecer el alma nacional en el Perú : El “chino expiatorio”
vs. El chino trabajador (1860-1914) », Nuevo Mundo Mundos Nuevos [En línea], Coloquios, Puesto en
línea el 10 octubre 2016, consultado el 09 junio 2017. URL : http://nuevomundo.revues.org/69598
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Robustecer o enflaquecer el alma nacional en el Perú : El “chino expiatorio” ... 1
1 Los cambios sucedidos entre 1750 y 1850 traen consigo según Koselleck el advenimiento
de la modernidad. Para nuestros fines utilizaremos una de sus argumentaciones
centrales : en el devenir histórico se va desplegando un horizonte de expectativas, que
ofrece al género humano la capacidad de poder imaginar, reflexionar para luego cambiar
su futuro a través de su capacidad de acción (agencialidad). La Historia se construye a
través de la acción (idea revolucionaria de 1789). Esta entonces tiene un fin, es progresiva
(direccionalidad de la historia), con la salvedad de que ahora son los seres humanos – y no
las fuerzas extraterrenales – los actores del progreso humano (secularización de la
historia). Tal es el contexto de enunciación de nuestros intelectuales, aquéllos vivían en
su gran parte influenciados por la idea del progreso sea cual fuere su ideología, o dicho de
otra manera, vivían expectantes frente al porvenir ; la historia peruana es pensada en
términos futuristas (idea del devenir abierto), reflejada en la expectativa de cambio para
sacar al país del “letargo” o “postración secular en la que se debatía”, imaginándose
también ellos como actores del cambio. Este era el denominador común de la
intelligentsia peruana al interior de nuestro marco temporal. La cuestión insoslayable era
¿cómo fortalecer el alma nacional ? Estaban convencidos de que con la llegada de
europeos se lograría el objetivo2. Gracias a ellos se podría hacer tabla rasa del pasado
fundando de paso una nueva ciudadanía. A pesar de todo, las políticas de inmigración
fueron un rompecabezas para ellos. Como subrayan Marcone y Contreras, somos testigos
de la tensión entre un modelo de inmigración deseada por los hacendados costeños los
cuales buscaban mano de obra barata a como dé lugar, mas no la repartición de tierras
para empresas individuales (colonos) ; frente al punto de vista de los gobernantes, las
elites ilustradas, plasmado en ciertos casos en proyectos de estado que buscaban poblar y
“civilizar” el país gracias al ímpetu de colonos y artesanos europeos. Marcone nos
recuerda que “las necesidades de mano de obra fueron incompatibles con las expectativas
de la clase dirigente e independientes”3. Dicha tensión se habría “resuelto
conciliadoramente” según Contreras4 ya que los hacendados ganaron mano de obra
barata sobre todo servil y dócil de origen asiático5, mientras que la selva peruana sería el
terreno ideal para los colonos europeos. Es en este contexto que llegan los chinos al Perú
en 1848 generando una serie de debates. Evidentemente, los chinos representaron un
rompecabezas : o bien eran una afirmación positiva al “alma nacional” o eran la negación
del futuro.
cuales los chinos son presentados como un pueblo inmóvil que deja pasar la historia ante
sus ojos sin capacidad de agencia : “(Son) una entidad pasiva y silenciosa en la historia
(que contempla) con ojos estúpidos el torbellino de vida de las nacionalidades” 17o “No
representan nada ni en el pasado, ni en el porvenir, ni en el presente”18. Hildebrando
Fuentes, por su parte, los considera “tan bárbaros como Atila”19. Finalmente, Graña20cree
firmemente que los chinos no son los más indicados para aportar progreso y civilización 21
.
4 Al estudiar las tesis sanmarquinas vemos como César Borja22 y Plácido Jiménez 23
partiendo ambos, de una lectura estereotipada del presente chino consideran que antes
de venir al Perú los chinos eran ya un pueblo “abyecto” que poco o nada podría aportar,
pues llegaron envilecidos. Los malos tratamientos causados por sus patrones empeoran su
situación : “llegaron abyectos y el látigo los envileció más”24. La tesis de Luis de las Casas25
critica el imperialismo de los pueblos “civilizados” y “viriles”. Para él, los pueblos
“débiles” como los chinos son engullidos por los fuertes. Nos interesa particularmente su
utilización de adjetivos para describir la situación de un pueblo “débil” (China) : “pobre”,
“débiles” “carcomido imperio”, “semi-bárbaro o bárbaro”. El autor condena a los
europeos, no tanto por favorecer la reproducción de las “enfermedades sociales” en
China, sino por querer implantar su imperialismo en lugar de llevar la “civilización a esos
millones de seres raquíticos y soberbios” (p. 47). Eugenio Larrabure (1900) y Luis Gálvez
(1906) describen a los chinos como débiles y degenerados. Y es que, según Gálvez, a
diferencia del japonés, el chino no es altivo : “el japonés con la debilidad y degeneración
del chino, tiene un defecto más grande, su altivez que casi siempre causa trastornos
(p. 193). Oscar Arrus, defiende una visión fatalista como original. Para explicar el declinar
de los pueblos alude al concepto de “curva de la vida” : los chinos habrían llegado
demasiado pronto a desarrollar una gran civilización, pero su aislamiento geográfico así
como, las leyes inflexibles de la vida de los pueblos, entre las que destaca el apresuramiento
por vivir, los condujeron a la más nefasta decrepites. Todo lo contrario a los europeos,
quienes fueron desarrollando gradualmente sus aptitudes, permitiéndoles en el presente
el dominio del mundo y que les permitirá postergar sobremanera su decadencia :
“Aquellos que llegan primero a la parte superior son los primeros en descender y la
China, tan pronta en civilizarse, decayó con la misma prontitud”26 Según el autor los
chinos aportan tantos males que “los contenidos en la Caja de Pandora” a los “pueblos
indolentes” que los reciben, por ejemplo : la degeneración. García Calderón27 considera que
el Japón es “la renovación del Oriente” ya que desea sobrepasar a su maestra la China y
sobre todo imponer su proteccionismo. China es calificada como un imperio arcaico, viejo
y retardatario, sin deseos ni ambiciones. La idea de peligro amarillo define tanto al Japón
como a la China ; son razas destructoras más que civilizadoras28
5 Para Pedro Gálvez los chinos son el retroceso ; son atrasados, salvajes y debilitan la
nación, pues son producto de una política nula de inmigración que prioriza los intereses
egoístas de particulares en detrimento del interés general. Los chinos, según Gálvez,
necesitan de la educación “para ponerse a la altura de los ciudadanos de un país libre”,
esta labor será ardua, pero no imposible.29 Gálvez cree que tanto el chino como el
indígena pueden ser educados. Si se logra lo anterior la inmigración china es bienvenida.
Numa Pompilio Saetonne por su parte, critica a los sabios y científicos30 que consideran
más inteligentes a los anglosajones en detrimento de los latinos. Nuestro tesista apela a la
historia para probar sus ideas. Según él cuando los pueblos latinos estaban en el cenit de
la civilización los anglosajones y los germanos vivían muy a su zaga. Va más lejos todavía ;
si en la vida “todo cambia y se transforma”, entonces las razas “que nacieron bajo el estigma
de la serpiente” podrían hacer la historia o ya la hicieron ; pudiendo así reverdecer viejos
laureles. Concerniente a los chinos ; su opinión es favorable cuando define el espacio
semántico asiático :
“Ya el Japón como prodigioso exponente del valor de la raza amarilla ha
deslumbrado a la Europa por su rápido desenvolvimiento intelectual, por su
transformación psíquica. Aunque todavía esta quizás muy distante el éxito del
imperio Chino ya se sienten las pulsaciones de una vida nueva, hombres superiores,
instituciones sociales, reformas políticas, expansión educativa van produciendo en
ese inmenso territorio vía de progreso y mejoramiento”31
6 En nuestro presente somos testigos sobre todo en Europa de una crisis del tiempo ; de un
periodo de transición bajo la egida de un presente omnipresente. El mundo está en crisis y
las personas se apresuran a vivir. Esta configuración del tiempo es bautizada como
presentismo la cual refleja a su manera la perdida de esperanza en el futuro.
Contrariamente ; hasta hace poco los europeos vivían expectantes ante el futuro. En
palabras de Hartog32, la articulación original del pasado, presente y futuro en una
coyuntura precisa posibilitaba una manera de estar en el tiempo, se configuraba un
régimen de historicidad en donde una comunidad humana (Occidente para nuestros usos)
comienza a cobrar conciencia de sí, de su originalidad traducida en su manera de percibir
e interpretar el tiempo. Esta temporalidad condiciona y posibilita las historias que la
entendemos como metarelatos. Por más de dos siglos el futurismo reinó siendo el
trasfondo o contexto que posibilitó la reflexión de todos nuestros autores. ¿Por qué el Perú
se imaginó así ? La respuesta nos remite a una idea preponderante en la intelectualidad
peruana, vale decir, la conciencia de pertenecer al mundo Occidental o en su defecto las
ganas de pertenecerlo. No solo el Perú en toda América Latina se creía que a través de la
“modernización económica” se podría hacer la historia, hacían referencia
constantemente en los textos tanto del porvenir como del progreso. Previamente,
reconocían el rezago en relación a los del norte de Europa ; causado por la influencia
indígena, hispana y por las taras aportadas por los “negros”. En suma, la combinación de
las tres herencias era negativa. El rezago frente al progreso debía ser solucionado con la
llegada de europeos (y con ellos los futuros ciudadanos peruanos)33, pero las necesidades
prácticas (mano de obra) condujeron a otra solución que de acuerdo al discurso de gran
parte de los intelectuales no podía colmar el foso ; dicha solución la llegada de los chinos
ahondaría el retroceso acentuando la decadencia según el sentir de los intelectuales y de
un sector importante de la sociedad. Es más los chinos descritos como “raza media” por el
discurso racista europeo eran representados en varios discursos racialistas peruanos
como raza inferior34 teniendo como corolario la degradación de su estatuto en la jerarquía
de razas, por esta razón eran vistos como un “peligro amarillo” o considerados como “lo
peor de lo peor” ; justificándose todo tipo de vejaciones y exacciones ; pero más
importante aún, eran la negación del futuro. Si bien nuestra inteligencia futurista era
consciente de estar en el tiempo (o en su defecto lo intentaba), sabía al menos que el Perú
se debatía por estar en el tiempo. Nuestra inteligencia era cuando menos prisionera de la
esperanza ; el régimen de historicidad futurista condicionaba sus reflexiones y les confería
una misión precisa como era “salvar el país”. Para su desencanto los chinos aportaban la
desesperanza. En el mejor de los casos podrían ser eficientes trabajadores, pero su cultura y
sus comportamientos eran medidos bajo el prisma de la superioridad occidental. Ante ella
los chinos estaban rezagados. Configurados, por un lado, como gloria pasada la cuestión
podría haberse resuelto tratando de reverdecer viejos laureles, pero eso estaba lejos de
una posición simpática crítica de los intelectuales peruanos tan presionados por la
“calamitosa” situación del país”.35 Al tenor de esta lectura podríamos aducir cuando
menos que los chinos estuvieron en la Historia aunque “someramente”. La Historia china
tendría un antes y un después. Imaginados los chinos, por otro lado, como ajenos al
discurrir de la Historia esta visión no les concedía ni siquiera un antes ni un después, estar
fuera del tiempo conllevaba negarles un punto fundamental de la condición humana
como es el estar y actuar en la Historia. Los chinos no tenían misión alguna. Este punto es
importante pues significaba previamente esencializarlos, revestirlos de una segunda piel
(salvajes, decrépitos, arcaicos, retardatarios, apresurados, abyectos, barbaros, baldados
etc.) para luego deshumanizarlos36. A esta lectura fatalista de la Historia Taguieff37
interpretando a Le Bon coherentemente la llama hermenéutica del destino, es decir, como al
interior de una raza se guarda el secreto de su destino o en palabras de Olender 38 como lo
invisible o el instinto innato de la humanidad se troca en destino inmodificable. En el
Perú, paradójicamente, los intelectuales que criticaban el egoísmo de la elite terrateniente
le ofrecía a esta a través del discurso deshumanizador la justificación de la explotación de
los chinos39. Igualmente, este discurso justificaba las exacciones y maltratos de los chinos
conferidos por los peruanos. Otras argumentaciones como las de Wiener, Arona, Gálvez y
sobre todo Saetonne, confían en la redención del chino ; su salvación como la del “indio”
(en el caso de Saetonne) pasaba por la educación a la Occidental, cuando menos la idea de
los chinos como gloria pasada, implicaba reconocerles el futuro pues el pasado era la
demostración de que no eran inferiores ; una pequeña expectativa se abría ejemplificada
en la idea del chino eficiente, trabajador y honrado (como veremos en el apartado
siguiente), o en su contraparte cuando son configurados como peligro amarillo, entendido
como que dominarán el Perú y porque no el mundo en el futuro. Un nuevo esencialismo,
entonces, menos severo, más laudatorio se abría paso, ponderando lo chino aunque
guardando connotaciones paternalistas y diminutivas.
El chino trabajador
“Sabemos que resolvieron la cuestión de brazos,
la de servicio doméstico, que hinchieron de una
población laboriosa y flotante los valles y las
haciendas de la costa, que llevaban su iniciativa
industrial hasta los puntos más internos de la
sierra y aun de la montaña”40
“Por el carácter de su raza, la frialdad absoluta de
su temperamento (…) su amor por el trabajo, su
entendimiento de los negocios, su desprecio de los
títulos, su confinamiento continuo en la esfera
estrecha pero fecunda de la actividad industrial y
comercial”41
“El chino (…) acabará por dominar este mundo
que desde hoy depende de él”42
7 En este apartado veremos ¿Cómo se va tejiendo una segunda piel ?, esto es, ¿Cómo desde
el discurso influenciado a su vez por las practicas43 se va acordando una segunda
identidad de carácter esencialista a los chinos ? Wiener, Cárdenas44, Juan de Arona,
González Prada entre otros coinciden en remarcar que el chino, es un trabajador eficaz,
El “chino” expiatorio
“En nuestra sociedad el chino vive como un
parasito : creer que se cruza con nosotros es como
afirmar que la savia de la yedra se une a la del
olmo, que la sangre de la vermina se une a la del
hombre”59
“Se van apoderar de todos los fundos. Chinos
asquerosos, chinos sucios, amarillos repugnantes ;
estos han venido como basura de la China, para
que trabajen en la costa, así que vamos a
liquidarlos60.
11 Inmediatamente después de su llegada a costas peruanas hacia 1848 los chinos comienzan
a ser criticados ya que no aportaban “nada”. A continuación deconstruiremos
rápidamente las estrategias de deshumanización y la consiguiente animalización del
chino. En principio, los autores criticaron la idea de eficiencia, de trabajo y de vender
barato de los chinos, trataron de mostrar que no podían ser reconocidos como participes
de la bonanza económica peruana61. Dicha explicación apelará al contexto como veremos
con el fin de desacralizar el sambenito u esencia sobre los chinos, esto es, la sinonimia
chinos igual a eficiencia. Con este fin los definieron como competidores desleales y
nocivos de los peruanos. Borja los calificó como maquinas imperfectas. Plácido Jiménez y
Oscar Arrus respectivamente nos recuerdan que si los chinos son eficientes es porque no
forman familias, no se alimentan bien o viven en “pocilgas”, esto les permitiría ahorrar y
por tanto, podían vender sus productos a precios cómodos62. De esta manera, conducen a
la miseria a los vendedores peruanos con la venta de sus productos considerados de
dudosa calidad. A los peruanos no les quedaría otra salida que descender al nivel
paupérrimo de los chinos para tener éxito económico.
12 La segunda estrategia de demolición fue atacar sus costumbres. Squier nos recuerda,
citando a un tal Paz Soldan, que la “inmensa inmigración de chinos y de otros extranjeros
ha producido un cambio notable en la atmosfera”63. Para Squier, Lima es la capital mas
insalubre de America. Rottembacher de Rojas estudia la epidemia de fiebre amarilla
limeña de 1868. Cuando analiza una serie de comentarios del diario el Comercio de 1868
concluye que para los limeños la insalubridad sería algo así como un rasgo biológico
innato en los chinos que no se podría cambiar64, siendo ellos “un peligro para la salud de
los pobladores de Lima (...) junto con la fiebre amarilla son una especie de combinación
apocalíptica”65. En un marco temporal que va de 1903 a 1930 en el cual se desenvolvió la
peste bubónica y sus brotes Marcos Cueto afirma que todo el mundo creía que los chinos
estaban al origen de la peste, para luego criticar este lugar común arguyendo “que (un
chino enfermo) fue en realidad el sexto caso entre los trabajadores del molino Milne” 66. A
continuación presentamos los siguientes cuadros, que evidencian otras estrategias de
deshumanización del chino que serán analizados posteriormente.
Pedro
Desaseados : “falta de aseo” Sucios.
Gálvez
Las casas de juego de los chinos son irrespirables e Agentes patógenos y del
P. Jiménez
insalubres. vicio
Clemente Viviendas “insalubres”, pocilgas : “en las cuales viven Plaga, salvajes, agentes
Palma hacinados monstruosas cantidades de chinos” 67 patógenos
González Deshumanización,
Parásitos, vermina, germen vicioso (metáforas)
Prada degeneración
13 Los cuadros reflejan claramente que los chinos son el precedente del apocalipsis, una
plaga que debe ser controlada según los autores. Aunque es verdad que el Perú
“necesitaba” revigorizar el alma nacional para los autores con “seres de escaso vigor”
(enfermos y débiles), no civilizados (escasa higiene y sucios), poco o nada se podía hacer.
Esta “plaga” invadía todo el país y actuaba como agente transmisor de todos los males
(patogenia) y sobre todo gracias a las relaciones sexuales con las otras razas reforzarían el
hibridismo condenando al Perú a la decadencia. Por estos motivos, se debían destruir
inmediatamente todos sus “muladares”, centros de pederastia, juego, prostitución y
drogas (citemos como ejemplo “La calle Capón”). Espacios estos en donde se forjaban los
criminales83 y en los que, simultáneamente, se debía evitar que continuaran llegando para
así expulsarlos. Previamente, las estrategias de deshumanización y animalización
funcionaron de maravillas brindando la “legitimación científica” para todo tipo de
abusos, esto es, se logró convertir a los chinos en raza inferior ; no pocos autores los
consideraban inferiores a los “negros” e “indios”. Véanse los siguientes ejemplos : Borja
pondera a “indígenas” y “negros”, pero denostó contra los chinos implorando su
expulsión. Palma claramente los ubica como inferiores a las otras etnias, Jiménez los
considera la clase más “despreciable”. Arrus los condena a continuar en la degeneración,
pero les concede una leve superioridad en relación al “indio”84, etc. Consideramos que
esta redefinición de la jerarquía racial cuestionó un lugar común del racialismo europeo ;
los chinos vistos como “raza media” :
« On distingue trois races humaines : la race noire (descendants de Cham) peupla
l'Afrique, où elle végète encore ; la race jaune (descendants de Sem) se développa
dans l'Asie orientale, et les Chinois, ses plus nombreux représentants, gens d'esprit
positif, adonnés aux arts utiles, mais peu soucieux d'idéal, ont atteint une civilisation
relative où ils se sont depuis longtemps immobilisés ; la race blanche qu'il nous
importe spécialement de connaître, a dominé et domine encore le monde. » 85
14 Esta crítica del discurso racialista europeo tiene como base las experiencias vividas « in
situ » de los autores, la convivencia ; el día a día con los chinos desde 1848 se reveló
Reflexiones finales
19 Fuimos testigos en nuestro análisis de la construcción de una segunda piel que revistió a
los chinos. En primer lugar, comportamientos traducidos en la figura del chino trabajador
que responden al contexto o a una filosofía de vida fueron percibidos por algunos
intelectuales peruanos como si fuesen inherentes a su ser, de este modo, fueron
imaginados como seres productivos o maquinas siendo de paso confinados en la esfera
económica98. En segundo lugar, varios autores creían firmemente en su inferioridad ; sus
comportamientos de acuerdo al contexto en que vivían fueron interpretados como si
fuesen inherentes a ellos ; la prueba irrefutable de su inferioridad. Estos procesos de
extrañamiento y deshumanización del chino conllevaron a que no sean imaginados en la
esfera política. En ambos casos sus virtudes y defectos los alejan de los “nacionales” ; los
chinos no podrían ser los salvadores venidos de afuera. En el mejor de los casos en cuanto
más se aproximaban a los “nacionales” paradójicamente más se alejaban, pues sus
virtudes les eran “extrañas” y por ende no podían ser imaginados como peruanos.
20 Evidentemente, no podían ser los salvadores venidos de afuera pues la ciencia les negaba las
virtudes reconocidas a los europeos del norte. Ahora bien, esta ciencia que configuraba a
los chinos como razas medias en Europa sirvió para demostrar que los chinos eran razas
inferiores de acuerdo a la experiencia de los autores peruanos (verbigracia los tesistas).
Esta explicaría el hibridismo antes descrito, las supuestas taras y deficiencias de los
chinos ; o que sus males eran congénitos. Sin embargo, la apelación a la ciencia escondía
la realidad ; muchos de estos argumentos eran mera especulación, en realidad no tenían un
fundamento sólido. Por ejemplo, la noción de herencia y su transmisión. En aquel
entonces los científicos e intelectuales no conocían los mecanismos de transmisión
hereditaria. Si bien existía un consenso en relación a la herencia como transmisora de
caracteres físicos, patologías, males mentales, psíquicos, morales (cifrarse a la tesis de
Palma), no es menos cierto aseverar que los mecanismos de transmisión no sabían
explicarse, ya que formaban parte de las leyes secretas de la naturaleza, de sus caprichos 99.
Tales explicaciones no forman parte de la genética, pues las leyes de Mendel son
redescubiertas en 1900.
21 Sí la inteligencia peruana vivía expectante frente al porvenir si buscaba sus salvadores
afuera era porque quería estar en la Historia ; quería cambiar la historia peruana a la que
consideraban como calamitosa a través de la acción. Ahora bien, en cierto modo eran
hombres modernos que pensaban o intentaban, en su defecto, formar parte de la
Historia ; ello les daba la capacidad de definir que razas estaban en la historia ; con cuales
se podían contar o no. Su experiencia local le va permitiendo modificar el discurso
racialista y descubrir en los chinos ya no una raza media, sino una inferior incapaz de
modificar su destino porque son prisioneros de la esencia que impide cambiar sus
comportamientos. En consecuencia, la polémica sobre que raza debía transformar el Perú
es deudora de la noción de cambio, si los chinos no podrían cambiar, si no podían hacer la
historia, si los chinos llegados al Perú eran lo peor de China, según varios autores,
entonces el Perú no podría progresar. A nuestra intelectualidad le quedaron dos
soluciones. La primera, europeizar el país desde una perspectiva digamos eugénica. Con
este fin criticaron acerbamente al estado peruano por seguir auspiciando la llegada de los
chinos. Se criticó el egoísmo de los grandes hacendados costeños que privilegiaban el
interés particular al nacional. En suma, con los chinos no se podía cambiar. La segunda
solución madurada paulatinamente era cambiar el país redimiendo al “nacional”
(autogenia). Esta solución tuvo como precedente la idea que lo nacional en conjunción
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Rottembacher De Rojas, Jean-Marc. Emociones colectivas, autoritarismo y prejuicio durante una crisis
sanitaria : la sociedad limeña frente a la epidemia de fiebre amarilla de 1868. Tesis para optar por el grado
académico de Magíster en Historia bajo la dirección de Jorge Lossio. Lima : 2013.
Taguieff. Pierre-André. La couleur et le sang. Doctrines racistes à la française. Paris : Mille et une
nuits, 2002.
Thurner, Marc. El nombre del abismo. Meditaciones sobre la historia de la historia. Lima : Instituto de
Estudios Peruanos, 2012.
NOTAS
1. Palti, Elías. “Introducción”, en Koselleck, Reinhart, Los estratos del tiempo : estudios sobre la
historia, Barcelona : Paidós, 2001, p. 21. La grilla de interpretación de Koselleck por Palti nos es de
gran ayuda a lo largo del artículo.
2. Al final quienes llegaron en gran mayoría fueron los chinos. Sobre ellos vengo trabajando
desde el 2007 ; véase por ej. Heredia Neyra, Juan José, “El itinerario racista contra los chinos en el
Perú. Su pasado y su presente”. En : Tiempos revista de historia y cultura, Lima : Museo de
Arqueologia de la U. Nacional Mayor de San Marcos : n° 2, p. 179-206, 2007 y el más reciente del
2012, “Los chinos en el discurso de la identidad nacional peruana, último cuarto del siglo XIX :
una breve aproximación”. En : Chuhue, Richard, Li Jing, Na y Coello, Antonio Coello. La
Inmigración China al Perú. Arqueología, Historia y Sociedad. Lima, Instituto Confucio de la Universidad
Ricardo Palma – Editorial Universitaria URP, 111-128, 2012. Estas ideas fueron presentadas en
diversas conferencias y congresos en Lima como en Europa (Paris, Nantes y Madrid). El estudio
presente viene a ser la síntesis de los esfuerzos precedentes y fue presentado en la jornada de
estudios : “Du Discours aux concepts, du concept aux discours : écrire l’histoire hemispherique”
realizada en la EHESS el jueves 20 de noviembre de 2014. Concerniente a nuestra investigación
existen esfuerzos precedentes ; destaca el estudio pionero de Corilla, Ciro. “Discursos antichino
en Lima : realidades y ambigüedades a fines del siglo XIX e inicios del XX”, BIRA, N.31, 2004,
p. 179-193. Véase, igualmente, Paroy, Gonzalo. “Construyendo el discurso antichino :
Argumentos, voceros, transformaciones y exclusión. Lima : 1856–1909”, ILLAPA, año 6, Número 9,
julio del 2014. Estos estudios se decantan por el análisis discursivo de la alteridad china. Mario
Meza, por su parte, analiza algunas tesis de la universidad San Marcos de Lima concerniente a la
inmigración china : “Las tesis en la Universidad Mayor de San Marcos y la inmigración en el Perú
1877-1909”. En : Maticorena, Miguel (editor). La Universidad de San Marcos de Lima. Documenta
histórica, Lima, Fondo Editorial de la UNMSM, 249-54, 2013. Un análisis solido es el artículo de
Coello, Antonio. “Médicos y Boticarios chinos en la Lima del siglo XIX” (1856-1879) En Chuhue,
Richard, Li Jing Na, op. cit. p. 167-190. Nuestra contribución se diferencia de las anteriores ya que
no solamente se dedica al análisis discursivo, sino lo vincula con el rol acordado (si es que lo
hubo) por los intelectuales a los chinos en la construcción de la identidad nacional peruana.
Sobre inmigrantes e identidad nacional peruana véase el estudio pionero de Fukumoto, Mary,
“Poblaciones inmigrantes, grupos étnicos e identidad nacional”. En : Primer seminario sobre
poblaciones inmigrantes. Tomo 1. Lima : Concytec, 1987, p. 211-227 y Cuché, Denis. « L'immigration
libanaise au Pérou : une immigration ignorée », Journal de la Société des Américaniste, n°1, 1997,
p. 177-199.
3. Según el autor, la inmigración en el Perú estuvo determinada por tres aspectos : “la ideología y
los proyectos de las autoridades y dirigentes, necesidad de las haciendas y la inmigración libre y
espontánea”. Marcone, Mario, “El Perú y la inmigración europea en la segunda mitad del siglo
XIX”, Historica, vol. XVI, n° l, junio de 1992, p. 65.
4. Contreras, Carlos. Sobre los orígenes de la explosión demográfica en el Perú : 1876-1940. Lima, IEP/
Consorcio de Investigación Económica, 1994.
5. Los hacendados costeños no creían que los inmigrantes europeos fuesen mano de obra servil ;
ya que aquellos conscientes de su origen rápidamente se comportarían como los patrones. En
resumen, el “blanco” es un patrón en potencia, por ende, problemático. Tal parecer es de Juan de
Arona citado en Cuché, Denis, op. cit, p. 177.
6. Palma, Clemente. El porvenir de las razas en el Perú. Tesis para optar el Grado de Bachiller.
Recuperado del programa Cybertesis Perú, 1897. URL, http://cybertesis.unmsm.edu.pe/
bitstream/cybertesis/338/1/Palma_c%281%29.pdf.
7. Palti en Koselleck, op. cit, p. 21.
8. Ibíd., p. 21.
9. Olender con mucho criterio deconstruye el discurso racialista moderno de carácter historicista
que construyó “razas sin historias”. Al respecto véase : Olender, Maurice, Race sans histoire, Paris,
Points Galaade Editions, 2009.
10. Lorente, Sebastián. “Historia del Perú compendiada para el uso de los colegios y de las
personas ilustradas”, en, Marc Thurner, Escritos fundacionales de historia peruana, Lima,
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 2005 (1876)
11. Heredia Neyra, Juan José. “Los chinos en el discurso de la identidad nacional peruana, último
cuarto del siglo XIX : una breve aproximación”. En : Chuhue, Richard, Li Jing Na y Antonio Coello,
op. cit, p. 111-128.
12. Wiener, Charles. Perú y Bolivia., Relato de viaje, Lima, IFEA-UNMSM, 1993 (1880)
13. Al respecto véase Heredia op. cit, 2012.
14. Coello deconstruye el discurso enarbolado en contra de los chinos que eran vistos como
contribuyentes del atraso médico del Perú. El pueblo crédulo al preferir al herbolario chino
(cuyas características eran el empirismo y la charlatanería), que al profesional en medicina de la
entonces moderna Facultad de Medicina de San Fernando de Lima, ahondaba el atraso del país.
Dicha facultad inculcaba el método científico, formando de paso buenos farmaceutas que debían
dirigir las boticas. Esta tensión que tiene como trasfondo la lucha por el monopolio de la
administración de la salud, tiene como marco temporal los años de 1856 a 1879 en el cual ; según
Coello, las boticas chinas y sus propietarios fueron especialmente objeto de persecuciones siendo
maltratados y encauzados en procesos judiciales, a diferencia de otras minorías extranjeras y de
negocios nacionales. Al respecto, véase Coello, op. cit.
15. Este punto de vista proviene de las famosas memorandas que fueron editadas en 1945. Véase :
González Prada, Manuel. El tonel de Diógenes, consultado en octubre de 2015. URL : http://
evergreen.loyola.edu/tward/www/gp/libros/tonel/tonel6-memoranda.html. Sobre el particular
véase, también, Heredia op. cit, 2012.
16. Palma, op. cit, p. 15.
17. Ibíd., p. 16.
18. Ibíd., p. 16.
19. Fuentes, Hildebrando. La inmigración en el Perú. Proyectos de Ley y colección de artículos publicados
por el Comercio de Lima, Lima, Imprenta del estado 1892.
20. Graña, Francisco. El problema de la inmigración en el Perú, Población y autogenia, Tesis para optar
el grado de doctor de medicina, Lima, Tipografía el Lucero, 1908.
21. Un análisis sobrio del contexto en el cual circulan las ideas de Graña y Hildebrando Fuentes
en Marcone, op. cit, p. 74-77.
22. Borja, César. La inmigración china es un mal necesario de evitar. Tesis para optar el grado
académico de bachiller en medicina de la UNMSM, Lima, Imprenta del estado, 1877.
23. Jiménez, Placido. “La Sociedad y el Delito”, Tesis presentada por el Bachiller don Plácido
Jiménez al optar el grado de Doctor en la Facultad de Jurisprudencia, En : Anales Sanmarquinos del
Perú, Publicado por Francisco García Calderón, Tomo XXIII, Lima : Imprenta Liberal, 1898.
24. Ibíd., p. 321.
25. De las Casas, Luis Felipe. “El imperialismo”, Tesis para optar el grado de Doctor en la facultad
de Ciencias Políticas y Administrativas, En : Anales Sanmarquinos, Tomo XIX, Lima, Imprenta
Liberal, 1898.
26. Arrus, Oscar Félix. Las razas china e india en el Perú, Callao, Imprenta del Callao, 1906, p. 3. Otra
frase ejemplar : “El tiempo tiránico poder de la vida (…) ha conducido a la raza china a las
postrimerías de su existencia” (p.7)
27. García Calderón. El Perú Contemporáneo, Lima, Fondo editorial del Congreso del Perú, 2001
(1907) Cuando nuestro autor escribe ya no es un tesista como los autores precedentes.
28. Concretamente véanse las páginas 340-345 de su libro el Perú Contemporáneo (2001-1907).
29. Gálvez, Pedro. Proyecto de inmigración al Perú, Lima, Imprenta del estado 1871, p. 69.
30. Saetonne, Numa Pompilio. El progreso social y la raza, Tesis para optar el grado académico de
bachiller en filosofía de la UNMSM, Lima, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1909.
Recuperado del programa Cybertesis Perú, 1909, URL : http://cybertesis.unmsm.edu.pe/handle/
cybertesis/307. El autor critica sobre todo a la antroposociología y su fascinación por la
craneología y la noción de raza pura. Según el autor no existe una raza pura e única ; las
migraciones de los pueblos en un mismo solar y los cruces niegan tal afirmación.
31. Ibid., p. 17.
32. Hartog. François. Régimes d'historicité, Présentisme et expériences du temps, Paris, Seuil, 2003.
33. Esta reflexión se circunscribe en el marco de la esfera política.
34. Más adelante profundizaremos en la cuestión.
35. Era una pérdida de tiempo pensar como regenerar a los chinos tan preocupados como se
estaba en “regenerar al país”.
36. Como lo veremos luego
37. Taguieff. Pierre-André. La couleur et le sang. Doctrines racistes à la française. Paris : Mille et une
nuits, 2002.
38. Olender, op. cit.
39. El no respeto de los contratos de trabajo por ejemplo.
40. Arona, Juan de. La inmigración en el Perú. Lima : Academia diplomática del Perú, 1971 (1891),
p. 89.
41. Wiener, op. cit, p. 34.
42. Ibíd., p. 39.
43. La dialéctica practica- discurso o viceversa y como se alimentan mutuamente será tratada en
nuestra tesis.
44. Cárdenas, Miguel. El Niño desterrado. Memorias, Tomo I y II, Lima : 1983, Cárdenas un autor
desconocido de provincia peruana (Huanta) narra sus peripecias en el texto el Niño Desterrado
(1983). Sus memorias que cubren el espacio temporal que va de 1880 a 1950 reseñan su juventud
en provincia (salpicadas de recuerdos de la Guerra del Pacifico), su vida universitaria en Lima y
otras facetas de su vida al tenor de los acontecimientos más importantes de la historia peruana.
45. Wiener, op. cit. p. 39.
46. Ibíd., p. 39.
47. Cárdenas, op. cit.p.22.
48. Ibíd., p. 22.
49. A las cuales Arona añade la sumisión y la reverencia lo que hace de los chinos trabajadores
dóciles e ideales. Sobre el particular presente una ponencia el 18 de octubre de 2013 en el
segundo simposio sobre la inmigración china al Perú en el Centro Cultural San Marcos.
50. González Prada, Manuel. “Los chinos”, En : Prosa menuda, Lima, Ediciones Imán, 1949.
Por ejemplo : Borja contaba con los indígenas y mestizos, más los europeos para salvar el país.
Gonzales Prada y Mariátegui creían en las capacidades de los indígenas criticando de paso el
mestizaje nacional empeorado según ellos por los chinos. Los otros autores creían firmemente en
que la llegada de europeos salvaría el Perú. Por otro lado, estos autores necesariamente debían
ser pesimistas ; presentaron, inicialmente, una situación calamitosa, para después buscar la
solución o el futuro diferente, por lo tanto fueron optimistas a su manera.
90. Como lo aconsejan la mayoría de los autores antes citados.
91. Los autores que manifestaban cierto optimismo en el futuro sin renegar del conglomerado
racial peruano trataron de encontrar en su interior la solución al problema ; por ende,
comenzaron a pensar el Perú desde el Perú. Consideraron que el indígena peruano había creado
una gran civilización que unida a la savia occidental ofrecería al Perú la posibilidad de ser mejor.
Obviamente, los chinos no podrían contribuir en nada pues solo eran imaginados, para bien o
para mal, como ya vimos en la esfera económica ; no eran plausibles de ser vistos como
ciudadanos peruanos. Entre los autores que enarbolaban la bandera indígena y sus
potencialidades destacó sobremanera Sebastián Lorente. Entre los tesistas comprobamos ecos de
las aproximaciones de Lorente, por ejemplo en Borja y en Saetonne. Borja pondera el mestizaje y
a los indígenas, pero critica acerbamente a los chinos. En cambio, Saetonne cree firmemente en la
igualdad del género humano (inteligencia por ejemplo), en consecuencia defiende las capacidades
de los asiáticos tan igual como el memorialista provinciano Cárdenas. Wiener autor extranjero,
cree en las cualidades del chino, sin embargo estas cualidades no suponen igualdad ante el
conocimiento superior del hombre europeo. Estas ideas las desarrollé en el evento organizado
por la Universidad de Nantes y el proyecto STARACO : “Du Sang, des crânes et des gènes. Sciences
et savoirs et catégorisations raciales dans les mondes atlantiques (XIXe-XXe siécles) » que tuvo
lugar en Nantes el 15 de junio de 2015. El título de mi ponencia fue : « Revigorer l’âme nationale.
La notion de héritage dans les thèses doctorales de l’université de San Marcos de Lima
(1877-1914) »
92. Hay contradicciones en los autores, por ejemplo la tesis de medicina de Borja de 1877 nos
muestra como los chinos tienen éxito amoroso con las mujeres peruanas de diversas “razas”.
Arona testimonia lo mismo, mientras Clemente Palma, negando la realidad nos cuenta que solo
las indígenas hacen caso a los chinos. No obstante, la mayoría de autores coincide en que los
chinos son estériles. En resumen, paradójicamente la potencia prolífica de los chinos conlleva a la
esterilidad. Esto no es más que una metáfora de lo que creían y temían los autores : la invasión
china aniquilaría el país.
93. De las cuales la historia peruana testifica muchas manifestaciones en contra de los asiáticos.
Reseñamos algunas : En 1881, durante la Guerra con Chile, los chinos fueron acusados de traición
por los peruanos siendo maltratados por ellos. Fueron considerados, también, responsables de los
episodios recurrentes de la peste bubónica que tuvo lugar en el primer tercio del siglo XIX. Los
japoneses, por su parte, algunos de ellos ya peruanos fueron perseguidos y deportados a los EEUU
en plena Segunda Guerra Mundial. Más recientemente, en las elecciones presidenciales de 1990
los peruanos de origen asiático fueron insultados y agredidos por peruanos que no simpatizaban
con el futuro presidente Alberto Fujimori.
94. Salvo el pionero trabajo de Fukumoto, Mary, op. cit.
95. Véase Dager Alva, Josep. Historiografía y Nación en el Perú del siglo XIX. Lima : PUCP ; 2011,
Thurner Marc. El nombre del abismo. Meditaciones sobre la historia de la historia. Lima : Instituto de
Estudios Peruanos, 2012. y Quiroz, Francisco. De la patria a la nación. Historiografía peruana
desde Garcilaso hasta la era del guano. Lima : ANR, 2012.
96. La estudiaremos en nuestra tesis.
97. Cuando menos el periodo llamado la República Aristocrática (1895-1919) se caracterizó por la
sucesión casi ininterrumpida de varios regímenes autoproclamados democráticos como nunca en
la historia peruana.
98. Una continuidad remarcable se expresó en la figura del “chino” Fujimori que “resumía” en su
persona varias creencias sobre lo asiático confinadas en la esfera y actividad económica : hombre
trabajador, responsable y sobre todo eficaz.
99. Discrepamos, por ejemplo, con Gonzalo Portocarrero, para él la genética preside los
razonamientos de Clemente Palma ; en la cual se inscriben las “posibilidades de desarrollo de los
pueblos”. En ningún momento la tesis de Palma alude a la genética ; lo que era lógico, pues en su
época ningún escritor o científico conocido hacía alusión a ella. La tesis data de 1897 y la genética
como explicación científica respetada comienza a cobrar camino en el año de 1900 con el
redescubrimiento de las leyes de Mendel. La apelación a lo ingénito no debe confundirse con lo
genético como lo hace Portocarrero ; en la época lo ingenito y la herencia eran explicados como
dijimos líneas arriba, por las leyes misteriosas de la naturaleza tenidas por científicas. Lo
paradójico era que este tipo de explicación se proclamaba científica. Al respecto : Portocarrero,
Gonzalo. “El fundamento invisible : Función y lugar de las ideas racistas en la republica
aristocrática”. En : Portocarrero, Gonzalo. Racismo y mestizaje. Lima : Fondo Editorial del Congreso
del Perú, 2007, p. 343-378.
RESÚMENES
Inicialmente, analizaremos si los sino-peruanos eran capaces de estar o no en la Historia ; si
podían hacerla. Enseguida, estudiaremos como los chinos fueron revestidos de una segunda
naturaleza que explica su inferioridad ; siendo configurados en el mejor de los casos como
trabajadores eficaces y sumisos. Estudiaremos, también, la relación chinos e identidad nacional
peruana ; ¿Acaso los chinos podían robustecer el alma nacional del Perú ? ; veremos en fin, como
han sido invisibilizados en el relato identitario peruano. Para demostrar nuestras afirmaciones
utilizaremos un repertorio importante de fuentes (tesis universitarias, textos sobre la
inmigración en el Perú, prensa satírica, relatos de viajes, memorias, etc.).
Il s’agit d’abord, d’étudier la capacité des chinois du Pérou d’être ou non dans l’Histoire, de
pouvoir la faire, pour ensuite voir comment sont-ils devenus une race sans histoire au Pérou ?
Nous analyserons comment les sino-péruviens ont été revêtus par le discours savant d’une
deuxième nature expliquant leur infériorité et les cantonnant, au mieux, au statut de travailleurs
efficaces et soumis. Nous étudierons, également, la relation chinoise et la construction de
l’identité nationale péruvienne ; pouvaient-ils revigorer l’âme nationale péruvienne ? Comment
sont-ils devenus invisibles dans le récit identitaire péruvien ?, Pour ce faire, nous utilisons un
large éventail de sources (thèses universitaires, textes diverses sur l’immigration au Pérou,
journaux satiriques, récits de voyages, mémoires, etc.).
ÍNDICE
Mots-clés: immigration chinoise au Pérou, identité nationale, racisme, idée du progrès, être
dans l’Histoire
Palabras claves: inmigración china al Perú, identidad nacional, racismo, idea del progreso, estar
en la Historia
AUTOR
JUAN JOSÉ HEREDIA NEYRA
Fundación Slicher Van Bath de Jong (CEDLA-Université de Amsterdam)
Doctorando del Centre de Recherches en Histoire Internationale et Atlantique (CRHIA-STARACO)
Université de Nantes