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26/7/2019 VI.

LA RADIACTIVIDAD Y LA ESTIMACIÓN DE EDADES

viviente.

La estimación de edades de materia orgánica utilizando el carbono- 14 ha encontrado


aplicación en muchos campos, pero las mediciones más espectaculares que se han
logrado con este método han sido en muestras arqueológicas. Por otra parte, la vida
media relativamente corta de este isótopo radiactivo y varias dificultades técnicas hacen
que este reloj sea bueno únicamente para tiempos menores de unos sesenta mil años.

ESTIMACIÓN DE EDADES GEOLÓGICAS POR LOS MÉTODOS RADIACTIVOS

Para la medida de edades geológicas, como la edad de ciertos yacimientos o la edad de la


Tierra, se utilizan isótopos radiactivos de vidas medias muy largas.

Son muy pocos los átomos radiactivos con vidas medias del orden de la duración de
tiempos geológicos. Los geocronologistas usan principalmente tres relojes, los cuales se
caracterizan por su par de átomos: el padre, siempre radiactivo, y el hijo, que puede o no
ser radiactivo. Estos métodos son conocidos con los nombres de potasio-argón, rubidio-
estroncio y uranio-plomo, en virtud de que el primer isótopo de cada par es el átomo
padre, y el segundo su descendiente.

El potasio-40 al decaer da lugar al nacimiento del argón-40, que tiene una vida media de
más de 1 260 000 000 de años; el rubidio-87, por su parte, da lugar al nacimiento del
estroncio-87, con una vida media de 48 000 000 000 de años; y finalmente, el uranio-235
y el uranio-238 tienen por descendientes dos isótopos estables del plomo, de peso 204 y
206, respectivamente.

Estos isótopos radiactivos padres generan a sus descendientes muy lentamente, en el


transcurso de millones y millones de años. Al analizar una muestra de acuerdo con la
presencia del isótopo hijo, sea radiactivo o no, puede determinarse, con ayuda de las
leyes del decaimiento radiactivo, el tiempo transcurrido desde la formación del yacimiento
o de la Tierra. En este caso, una mayor cantidad del isótopo hijo indica una mayor
antigüedad de la muestra.

Simples en principio, estos métodos para estimar edades deben ser aplicados con mucha
precaución. En efecto, se puede calcular la edad por estos métodos si, a partir de la fecha
en que se depositó el yacimiento o se formó la Tierra, no ha habido movimiento de los
descendientes y los padres del par radiactivo en la muestra; es decir, si no ha habido
aporte ni pérdida de los elementos allí presentes.

En esta forma se calculó que la corteza sólida de la Tierra debe de haber existido desde
hace aproximadamente cuatro mil quinientos millones de años.

bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen1/ciencia2/42/htm/sec_10.html 2/2

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