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I

EL HERMÉTICO CREDO SECRETO.


Como pudiera esperarse se trata de una doctrina de difícil
acceso, rastrear su origen es todavía menos fácil. Algunos de
los ocultistas que se han dedicado a su estudio, han llegado a
mencionar que se trata del primer culto del ser humano, sin
embargo como puede deducirse por sentido común, es una
afirmación de muy poca probabilidad. La teoría más aceptada
es que se trata de la versión original del mito del que después
se desarrollaría el dios hebreo, que terminaría siendo el dios
del cristianismo. Se cree que el judaísmo es en realidad una re
interpretación del “hermético credo secreto”, que pasaría a
tomar ese nombre tan descriptivo, a razón de que tanto
detractores como fieles coinciden en mantenerlo lo más
oculto posible. La razón de los fieles es que según ellos, se
trata del conocimiento divino primigenio y absoluto; mientras
que por otro lado los detractores, han unido esfuerzos para
limitar el acceso a él por lo peligroso que puede llegar a ser
seguir sus dogmas. Se teoriza de igual forma que esta fue la
razón de porqué los cristianos gnósticos fueron tan
perseguidos y censurados en los primeros años del
cristianismo romano, pues los cristianos gnósticos conocían
“el hermético credo” y por tanto, la faceta oculta del dios
hebreo, que después llamarían: Demiurgo.
Hondar más en lo qué consisten los dogmas de ese credo es
complicado debido a las distintas versiones, interpretaciones y
leyendas que se desprenden del mismo. Para resumir lo que
los varios pensadores esotéricos de lo oculto han escrito al
respecto, me limitaré a decir que todos ellos coinciden en que,
tanto los judíos, como los masones, los cristianos y los
templarios, le rindieron o rinden culto al mismo dios, el
denominado Eloha Shamayyim o dios vivo del hermético
credo, el que los gnósticos denominaron demiurgo. De hecho,
sobre el incidente de los templarios, el conde de Saint
Germain escribió alguna vez, que los templarios jamás
rindieron culto al dios baphomet, como popularmente se
piensa, sino que en realidad veneraban al “dios vivo” o
“demiurgo”, que fue por esta razón que los condenaron a
muerte, pero que para mantener en secreto sus prácticas del
hermético credo, y ahuyentar el posible interés que pudiera
tener el pueblo en el anterior dogma, se tomó al primer dios
pagano que encontraron (baphomet, en este caso), y se
propagó la idea de que los templarios le veneraban.
Así pues siendo una doctrina icónica dentro del ocultismo, y
para entendidos del exoterimso, es posible encontrar
conceptos, rituales, leyendas y citas, del dicho credo en
muchos libros de magia, espiritismo y demás ramas de lo
oculto. Aunque dispersas y sin mucho contexto. Amén de lo
anterior fue que Jacinto conoció el ritual de anistanai.
II

LA ESPIRITISTA Y EL EXTRAÑO LIBRO.


-No, no te estás volviendo loco. Sucede que hay amores de
conexión tan fuerte, que son capaces de sentirse u oírse aun
cuando se encuentren en diferentes planos- dijo la espiritista,
tratando de calmar a Jacinto.
-¿Pero en qué plano está ella?- preguntó Jacinto.
-En el de los muertos, pero no ha podido acceder al de la
ascensión, debe estar en el purgatorio-
-Pero siempre obró bien-
-En el purgatorio se encuentran las personas que dejaron
cosas pendientes que las encadenan al plano de los vivos, el
no cumplir tu promesa la mantiene en pena-
Jacinto sintió una angustia que subía por su pecho hasta
volverse un nudo en su garganta, respiró profundo para
controlarse. Incluso miró un poco a su alrededor, había telas
con extraños gravados en las paredes, figuras de lo que
suponía eran santos, pero que no reconocía, puestas sobre
muebles que resguardaban frascos de incognoscibles
contenidos, y libros de párrafos demenciales. Se apoyó de
brazos sobre la mesa de la espiritista y dijo –No puedo
cumplirla- La expresión de la espiritista se endureció – ¿Por
qué?-
-Porque me aterra morir, ¿no lo entiende?-
-Por supuesto, el miedo a la muerte es natural, pero
igualmente natural es morir-
-Pero no quiero hacerlo, lo que más desearía sería volver el
tiempo atrás, que mi Helena estuviera viva de nuevo. Eso es lo
que quiero-
-¿Y qué estarías dispuesto a dar?-
-Lo que fuera-
-¿Estás seguro?- cuestionó la espiritista.
-Sí, daría todas las posesiones que me quedan- Se apresuró
Jacinto a responder.
-Ese es el problema, Jacinto. Allá arriba no interesan las
posesiones materiales-
-¿A qué se refiere?-
-Hay una forma de traerla de entre los muertos- la expresión
de Jacinto mostró interés de inmediato. –Por medio del ritual
de anistanai, pero es muy complicado que funcione-
-¿Debo venderle mi alma a satanás?-
La espiritista estalló en risas -¿Satanás?- se continuó
carcajeando -¿Quién está hablando de satanás? No, Jacinto.
Escúchame, solo un arcángel puede traerte de vuelta a Helena,
porque son los sirvientes directos de dios; el problema es que
cuando se trata de dios, nunca es gratis, siempre hay que dar
algo a cambio-
-Si se trata de dios, ¿no tendría que rezar?-
-¿Y crees que te va a escuchar? Eloha Shamayyim duerme, y
seguirá durmiendo hasta que cada ser humano haya muerto,
solo entonces despertará, y solo para devorarnos en el gran
banquete de las bodas del cordero-
Las palabras de la espiritista solo consiguieron confundir a
Jacinto, ella lo pudo notar en su rostro, así que se levantó de
la mesa hacia uno de sus libreros, se agachó buscando un
volumen en específico con la mirada. Lo tomó en cuanto lo
vio, volvió a su silla tras la mesa colocando el libro sobre la
anterior. –Aquí no está todo el conocimiento, por supuesto,
pero sí lo que necesitas saber si quieres resucitar a tu esposa-
dijo empujando el antiguo libro hacia Jacinto. Él lo tomo en
sus manos – ¿Pero qué es exactamente lo que debo hacer?-
preguntó.
-Busca el ritual de anistanai, y si amas tanto a Helena como
para realizar todo lo que se indica, hazlo tal cual se indica-
Jacinto tuvo que pagar 11,000 pesos por ese libro, y aun no
estaba convencido de hacer el ritual. En cuanto llegó a su casa
lo buscó. La introducción del apartado del ritual rezaba
“Sanguis est anima vivens”, una frase que traducida del latín al
español dice: “La sangre es la vida”; aquel que había escrito
ese libro sostenía que es posible que se suscite la resurrección
de alguien fallecido, a través de la ingesta de sangre y la
magia. Argumentaba que este conocimiento provenía del
propio Jesús Cristo, pero que pocos habían descifrado el
mensaje tras las palabras “Yo soy el camino, la verdad y la vida
eterna”, aunado a la carga simbólica en la exhortación de
Jesús a que se bebiera del vino como si fuese su sangre, según
este libro Jesús trataba de compartir el rito de la vida eterna,
pero ninguno de sus discípulos, a excepción de Judas
Iscariote, lo entendió. El escritor anónimo de este libro situaba
a Jesús Cristo como probablemente el primer no muerto.
Siendo así, el ritual de anistanai no era otra cosa que el fruto
de los múltiples estudios ocultos y experimentos alquímicos
de Jesús. La premisa de dicho ritual era simple, amén de que
el cuerpo humano se mantiene vivo gracias a los latidos del
corazón que bombean sangre, y al mismo tiempo oxígeno, el
secreto para extender la vida por los siglos de los siglos,
radicaba en beber sangre, se aseguraba que de esta forma
quien lo practicara estaría alimentándose con el espíritu de la
víctima, y con ello fortaleciendo el propio para así alargar la
vida. El problema era cuando la persona estaba muerta, no se
prometía que estuviera viva de nuevo, sino no muerta (Claro
que Jacinto no reflexionó demasiado sobre la diferencia entre
viva y no muerta). Cuando la persona había muerto
previamente, se le debía alimentar con un espíritu puro, se
debía beber la sangre directa del corazón, pues este es su
estado más puro. Según el escritor anónimo del volumen, se
debía hacer contacto con el Eloha Shamayyim para ofrendarle el
alma del espíritu con el que se alimentaría al próximo no
muerto, solo de esta forma el anterior ser mencionado
concedería su poder a través de la sangre del espíritu
sacrificado, para despertar al fallecido. Sin embargo, se
especificaba también que, un ser humano no puede hacer contacto
con el Eloha Shamayyim sin un intermediario, y éste tenía que ser
el arcángel Gabriel.
III

EL RTUAL DE ANISTANAI.
*Extracto del ritual de anistanai, tomado textualmente del
grimorio Tajemnej Wiedzy.

Caelum et terram testatum quod Christus poterat obtinere


summum gradum sapientiae, et tertia die eum Iudas
Simonis Scariotis discipulus superabundat prodigus, quam
spelunca, in qua fit cæremonias istas potestates, quae
tantum doctorem cum esse oriri grants in crepusculum
fodiamus.
Luminaria sunt septem Spiritus Dei omnis et ipsam carnem
eius faciet bona sanguinem staret ante.
Ut fiat oblatio dignus sit: omnis macula non est spiritus, et
animae non est pura. Offering in narratione dignum
magister quod discipulus ille scripsit librum, Matthaei XIX, et
versum XIV.
Interpositam personam aliquid, si recte percipiatur recitat
Litanias per vocantem. Et sic erit procedere in directum
currere cum spiritu oris non cordis est mortuus; Et mortuus
est non oriri ex somno beneficia sanguinem, quia sanguis
est anima; mors et vita. Sic fiat.

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