Corrosión: la interacción de un metal con el medio que lo rodea, produciendo
el consiguiente deterioro en sus propiedades tanto físicas como químicas. La característica fundamental de este fenómeno, es que sólo ocurre en presencia de un electrólito, ocasionando regiones plenamente identificadas, llamadas estas anódicas y catódicas: una reacción de oxidación es una reacción anódica, en la cual los electrones son liberados dirigiéndose a otras regiones catódicas. Asimismo, la corrosión es producto de una interacción oxido-reductiva entre el metal, el ambiente o el agua en donde se encuentre sumergido, de acuerdo a esto se dice que las causas más conocidas de corrosión, son las alteraciones producidas en la estructura química de un metal debido a la exposición al aire, ejemplo de este serian: la formación de una sustancia de color marrón que se forma en el hierro y el acero, degradando de tal forma a dichos materiales que pueden romperse o quebrantarse, popularmente se le conoce como “oxido o herrumbre”; de igual forma puede evidenciarse la corrosión en el cobre, esta se observa con una coloración verde-negruzca en la superficie de dicho material, la mencionada coloración también puede ser visible en las aleaciones del cobre con el bronce.
La corrosión también puede crear condiciones peligrosas en edificios, puentes
y aviones debido a que las estructuras metálicas de sus soportes se carcomen por corrosión y se debilitan, lo que puede provocar accidentes.
Cátodo: En los cátodos se generan reacciones redox (de reducción-oxidación)
que hacen que un material, al obtener electrones (partículas elementales que disponen de carga negativa), sufra una reducción de su estado de oxidación. En los ánodos (electrodos positivos), por otro lado, se llevan a cabo reacciones de oxidación, que llevan a que un material pierda electrones y aumente su estado de oxidación. Es el electrodo donde ocurre la reducción.
Ánodo: En el ánodo se genera una reacción de oxidación: aumenta su estado
de oxidación a partir de la pérdida de electrones. Cabe recordar que, en este tipo de reacciones, el agente reductor cede electrones al medio e incrementa su estado de oxidación (se oxida), mientras que el agente oxidante recibe dichos electrones y minimiza su estado de oxidación (se reduce). El ánodo, al oxidarse, permite el paso de la corriente eléctrica hacia el polo negativo, llamado cátodo. En las pilas (también llamadas baterías), las fuentes eléctricas y las válvulas electrónicas, el ánodo se caracteriza por ser el electrodo que dispone de mayor potencial. INTRODUCCIÓN
En el presente laboratorio se observara las reacciones de óxido reducción de algunos
metales como el cobre y hierro en donde se sumergirán en una solución salina que debe contener indicadores. A excepción de algunos metales nobles como oro, plata y platino, todos los demás metales están expuestos al deterioro provocado por la corrosión. Los barcos, máquinas y automóviles expuestos al ambiente con frecuencia sufren corrosión, la cual los vuelve inservibles. Se identificara los agentes reductores o agentes oxidantes y se observara el cambio de color en las diferentes experiencias a realizar.
Bibliografía:
Davis, J. y Keith, W. (1975) Manual de Laboratorio. Química, experimentos y teoría.