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RESUMENES DE Telenovela Carita de angel

CAPITULO 1 (Epsiodios 1 a 5)
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Dulce Maria interna en un colegio
Dulce María, una simpática niña de cinco años de edad quien, tras la muerte de su mamá, es internada en el colegio "Reina de América"
por su padre Luciano debido a que se encuentra sumido en una profunda depresión y decide hacer un largo viaje a Europa para tratar de
olvidar el dolor que le produjo el fallecimiento de su amada esposa Angélica, con la certeza de que nadie cuidará mejor a su hija que las
monjas del colegio. Dulce María difícilmente puede sentirse sola. Con frecuencia recibe la visita de su tía Estefanía (a la que llama
cariñosamente "Tía Pelucas"). Las monjas del colegio sienten un especial afecto por ella debido a que les inspira una gran ternura. Sin
embargo, Dulce María encuentra su principal apoyo en las hermanas Cecilia y Fortunata, quienes suelen encubrir las graciosas travesuras
de la pequeña para evitar que le llamen la atención. A pesar de estar rodeada de tanta gente, Dulce María continúa manteniendo
presente el recuerdo de su madre. La "Tía Pelucas" (Estefanía) visita a Dulce María en el colegio y le informa que su papá llegará pronto
del viaje que realizó a Europa. Emocionada por la promesa del encuentro, Dulce María acude de noche al cuartito viejo y llama a su
mamá, quien aparece ante ella y la tranquiliza, aconsejándole que cuando se despida de su papá le mande un beso volado, pues así
acostumbraba hacerlo ella. Al llegar a México en compañía de su novia Nicole, Luciano le hace saber a Estefanía y a Gabriel que por el
momento no piensa llevar a vivir a su hija con él. Va a visitarla al colegio y pasan el domingo juntos en compañía de Estefanía. Nicole se
presenta inesperadamente en las casa de Luciano y Dulce María, celosa, pregunta quién es ella. Martes 20 de junio Luciano le pide a
Estefanía que lleve a Dulce María al colegio, sin atreverse a contestarle la verdad a su hija. En la escuela, Bárbara comenta con malicia
que el papá de Dulce María pronto se casará nuevamente, pues aún es muy joven. Irritada, Dulce María le arroja agua en la cara y
ambas comienzan a pelear. Al día siguiente Luciano acude al colegio con el fin de que le permitan a Dulce María acudir a una cena que él
dará en su casa. A pesar de estar castigada por la pelea, la Madre Superiora finalmente le concede a Dulce María el permiso para cenar
con su familia. Durante la reunión, Dulce María suelta un ratón de cuerda provocando un gran alboroto. Luciano le exige una explicación
y Dulce María, sin querer, le da a entender que el ratón se lo proporcionaron las Hermanas Cecilia y Fortunata. Luciano habla con la
Hermana Cecilia para que trate de convencer a Dulce María de llevarse bien con Nicole. En el mercado le obsequian una perrita a Dulce
María. Para asegurar que Luciano le permita quedarse con ella, Angélica le aconseja llamarle "Chiripa", pues así bautizó a un perrito que
Luciano le regaló cuando eran novios. En el colegio, Dulce María se esconde en un cajón que es llevado a la despensa, donde come todo
lo que encuentra, cayendo desmayada presa de fuertes dolores de estómago. Estefanía se entera de la enfermedad de su sobrina y trata
de localizar a Luciano en la casa de Nicole, pero no se encuentra ahí. Al verlo, Nicole no le menciona nada y salen a cenar, pero Luciano
habla por teléfono a su casa, donde le dan la noticia. Al llegar al colegio, Luciano agradece a la Hermana Cecilia los cuidados que le
brinda a Dulce María, quien comienza a recuperarse. Dulce María le insinúa a Luciano que la Hermana Cecilia sería una buena mamá.
Para congraciarse con Luciano, Nicole le envía a Dulce María un regalo y una tarjeta. Luciano la lee y contento, busca a Nicole para
agradecerle y pedirle que lo acompañe a él y a su hija a un parque de diversiones. Sabiendo que la pequeña podría no aceptar, Luciano
le pide a Estefanía que la convenza. Cecilia le confiesa al padre Gabriel que ha comenzado a tener sentimientos especiales hacia Luciano.
El padre le pregunta si está enamorada. La Hermana Fortunata le aconseja a Dulce María portarse mal con Nicole durante el paseo, cosa
que hace a la perfección. Luciano, enojado, la regresa al colegio como castigo. Cecilia trata de justificar el comportamiento de Dulce
María ante Luciano, pero éste la acusa de mal aconsejarla. Para no delatar a Fortunata, la Hermana Cecilia acepta la acusación de
Luciano y éste la denuncia ante la Madre Superiora, quien la manda a una celda de castigo. En el cuartito viejo, Angélica le pide a Dulce
María que hable con Fortunata para que diga la verdad y Cecilia se gane la confianza de Luciano. Al aclararse todo, Luciano se disculpa
ante Cecilia, reconociendo que sólo una verdadera madre se comportaría como ella. Nicole convence a Luciano para que se case con ella
y ambos comienzan a buscar un departamento para comprarlo, pero la intención de Nicole es que Dulce María no viva con ellos. Para
defenderse de Bárbara y Frida, Dulce María le pide a Estefanía que le compre un libro para aprender karate. Luciano le anuncia a su hija
que se casará con Nicole en menos de un mes.

CAPITULO 2 (Episodios 6 a 10)


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Dulce Maria Quiere ser expulsada.
Estefanía le pregunta a Luciano cómo tomó Dulce María la noticia de su boda. Las Hermanas Cecilia y Fortunata, basándose en el manual,
le enseñan karate a Dulce María. Nicole le asegura a Flavio que muy pronto alejará a Dulce María de Luciano. Frida agrede a Dulce María
y esta, animada por Fortunata, se defiende aplicando sus conocimientos en artes marciales, ganando la pelea. Los papás de Frida se
presentan en el colegio para reclamar la agresión hacia su hija. Dulce María es conducida hacia la dirección y es castigada por Luciano.
Con el pretexto de querer celebrar el cumpleaños de Estefanía, Dulce María le pide a Don Lino que la lleve en su taxi hasta su casa. Ahí,
sin ser vista, empaca sus cosas y sale, dejando una carta para Luciano. La noche y la lluvia sorprenden a Dulce María y a Chiripa
mientras caminan por la calle de una colonia popular. Dulce María se encuentra en la calle con Pascual, quien la invita a su casa para
tomar un vaso de leche. Mientras, Luciano y Estefanía la buscan desesperados. Estefanía le comenta a Nicole que Dulce María escapó,
pero ella le contesta con desdén que ya volverá cuando tenga hambre. Dulce María finge dormir en la casa de Pascual y este aprovecha
para buscar una identificación entre sus cosas. Al encontrarla sale para avisar su paradero. Dulce María recoge sus pertenencias y escapa
nuevamente. En la calle, Angélica la salva de ser atropellada por un auto y le dice que hizo mal al escaparse. Pascual avisa a Luciano que
Dulce María está en su casa, pero al llegar se percatan de que ha desaparecido. Dulce María llega al colegio y ahí la recoge Luciano. Ya
en su casa, Luciano le pide que no vuelva a escaparse. Ambos hacen paces, pero Dulce María deja de sonreir ante la llegada de Nicole.
De regreso al colegio, Dulce María reconoce la casa de Pascual y pasa a saludarlo, diciéndole que su papá lo recomendó para que le
dieran un empleo como jardinero en la "Reina de América". En la habitación de Luciano, Dulce María descubre el estuche que contiene el
anillo de compromiso para Nicole. Luciano llega a su casa y acepta ante Estefanía que olvidó comprar el regalo de su hija. Al verlo, Dulce
María corre para abrazarlo y le agradece el obsequio, pues piensa que el anillo es para ella. Estefanía y Gabriel convencen a Luciano de
no decirle que era para Nicole. Omar llega a casa de Nicole y ésta le dice que va a casarse muy pronto, pero su antiguo novio amenaza
con causarle daño a Luciano. Dulce María y Luciano acuden con la Hermana Cecilia para festejar su cumpleaños. La niña le pregunta si no
le gustaría casarse y formar una familia. Luciano le comenta a la Hermana Cecilia que ya fijó la fecha de su boda con Nicole. A solas en
su celda, Cecilia llora. Luciano le asegura a la Madre Superiora que él no recomendó a Pascual y ésta lo despide, pero Dulce María la
convence de no quitarle el empleo. Cecilia y Pascual salen en la camioneta del colegio, sin saber que Dulce María está escondida en el
vehículo. Al pasar por la empresa de Luciano, Dulce María le pide a Cecilia que pasen a visitarlo y, al entrar en su oficina, lo ven
discutiendo con Omar, quien saca una pistola. Dulce María le muerde una pierna y Cecilia le rompe un florero en la cabeza. Al salir del
edificio, Omar memoriza la dirección del colegio impresa en la camioneta. Nicole le asegura a Luciano que él es el único amor de su vida
y que Omar ya no le interesa. Omar vigila la entrada del colegio y sus secuaces interceptan el auto en el que viajan Estefanía y Dulce
María. Gregorio y Valente escuchan una sirena y se alejan sin hacer nada en contra de Dulce María y Estefanía. Luciano le entrega un
anillo de compromiso a Nicole. Estefanía y Dulce María son abordadas por los mismos maleantes frente al colegio, quienes las suben a su
auto amenazándolas con pistolas y las llevan al sótano de una casa vieja. Al enterarse de su desaparición, Luciano comienza a buscarlas
sin éxito. Dulce María pone cáscaras de plátanos en las escaleras del sótano y Estefanía se finge muerta. Gregorio y Valente entran,
resbalando y perdiendo el sentido al caer. Dulce María y Estefanía los encierran con llave y huyen en el auto. En una brecha encuentran
una casa y piden hablar por teléfono, pues el auto se atasca. Cuando Estefanía finalmente logra comunicarse con Silvestre, llega Leonel y
corta la comunicación.
CAPITULO 3 (Episodios 11 a 15)
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La huida de Dulce Maria
En la cabaña, Estefanía y Dulce María se encuentran con Doménica y Leonel, una pareja de novios que huyen del padre de ella. Luciano y
Gabriel acuden para rescatarlas. Estefanía les entrega a los jóvenes las llaves de su auto para que puedan huir; más tarde se presentan
en la casa para regresar el vehículo y Silvestre les pide que se queden. Omar jura vengarse al darse cuenta de que sus rehenes han
escapado. Dulce María convence a Luciano para que los jóvenes enamorados se queden a vivir en el penthouse hasta que Doménica
cumpla la mayoría de edad. Estefanía y Luciano acuden a la delegación para acusar a Omar del secuestro. Aconsejada por Flavio, Nicole
invita a salir a Dulce María para tomar un helado. Durante el paseo, la niña le comenta de manera casual que Doménica está viviendo en
su casa y que a Luciano se le van los ojos por ella. Nicole lleva a Dulce María a su casa y hace una escena de celos ante Luciano. La
niña, asustada, busca dónde esconderse y sale a la cornisa del edificio por una ventana. Luciano la busca por toda la casa. En la calle,
Estefanía la observa en la cornisa y corre para avisar a todos dónde se encuentra. Dulce María entra de nuevo al edificio por una ventana
y se esconde en otro departamento, desde donde llama a la Hermana Cecilia para que vaya a recogerla. Al llegar Cecilia y Fortunata, un
ladrón entra en el departamento y las tres salen por la puerta de servicio. Dulce María informa lo ocurrido y mientras Silvestre llama a la
policía, Luciano, Estefanía y Gabriel le piden al portero que abra el departamento que está siendo robado. Al entrar, el ladrón los
amenaza, pero es detenido por agentes de la Policía Judicial. Silvestre les informa a todos que Dulce María duerme en el cuarto de su
papá. Luciano olvida su enojo al ver a Dulce María durmiendo apaciblemente. Dolido por los comentarios de Nicole, se niega a contestar
sus llamadas. Nicole se presenta en su oficina; llorando, logra convencerlo de regresar con ella y realizar la boda lo más pronto posible.
Agentes de la Policía Judicial detienen a Omar por intento de secuestro. Luciano le pide a Estefanía que sea ella quien le comunique su
boda a Dulce María. Al saberlo, Dulce María le dice a Estefanía que no desea estar presente en la ceremonia. La Hermana Cecilia le pide a
Dios que Luciano no se case. Flavio le da la dirección de Luciano a Rómulo Rossi, asegurándole que ahí se esconde Doménica.
Acompañado por oficiales de la policía, el Rómulo se presenta en la casa de Luciano y se llevan a todos presos, impidiéndole a Luciano
presentarse en el Registro Civil para casarse con Nicole. Fortunata les dice a Cecilia y Dulce María que Luciano no se casó debido a que
se encuentra preso. La niña le comenta el hecho a Angélica, quien le aconseja acudir con el Sr. Rossi para convencerlo de retirar la
acusación. Nicole le hace prometer a Luciano que se casarán en cuanto salga libre. Estefanía le pide al Lic. Valadéz que demore la salida
de Luciano de la cárcel, ya que así Nicole tendrá que irse de viaje y no podrán casarse. Dulce María los escucha y, al entrar en su
habitación, habla con el retrato de Angélica diciéndole que se le ha ocurrido una gran idea. Doménica le dice a su padre que, si retira la
demanda, jamás volverá a ver a Leonel. Rómulo acepta el trato, pero cuando Cecilia y Dulce María se presentan en su casa, la niña pone
en marcha su plan y lo insulta en nombre de Luciano. Enojado, Rómulo decide entonces no retirar la demanda. Nicole visita a Luciano en
la prisión y le asegura que él sigue preso porque su familia no quiere que se case con ella. Doménica le dice a Rómulo que, si no retira la
demanda, ella tampoco cumplirá con la promesa de dejar de ver a Leonel. Rómulo acepta. Luciano es puesto en libertad y llega furioso a
su casa, donde discute con Estefanía y la corre. En el colegio, Luciano le exige a Dulce María y a Cecilia una explicación. La niña le
confiesa que insultó a Rómulo para evitar que se casara. Luciano le dice que la boda se celebrará mañana y Dulce María rompe a llorar
desconsolada, para después comentarle que ella piensa que Cecilia está enamorada de él. Luciano decide aplazar la boda y se disculpa
con Estefanía. Nicole presiona a Luciano, diciéndole que si no se casa con ella ahora, no lo hará nunca. Luciano no acepta el chantaje y le
dice que esperará hasta que ella cambie de opinión. Dulce María se presenta en la casa de Rómulo para pedirle una disculpa y le cuenta
la historia de sus papás, que es muy parecida a la de Doménica y Leonel. Conmovido, Rómulo finalmente permite que los muchachos se
casen.

CAPITULO 4 (Episodios 16 a 20)


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Luciano rompe con Nicole.
El Padre Gabriel oficia la misa para el Sacramento del matrimonio de Doménica y Leonel. Estefanía comunica a Dulce María, Cecilia y
Fortunata que Luciano no se casó, causando en ellas una gran alegría. Al quedar solas, Estefanía le pregunta a Cecilia si se puso contenta
con la noticia por Dulce María o también por ella misma. La novicia no sabe qué contestar. En la clínica Nicole se muestra indiferente ante
el Dr. Jones, pero al salir éste le comenta a Aída que es guapo y que, además, es hijo del mayor accionista del hospital. Luciano sale con
Fabián a tomar una copa. Al regresar a su casa, le dice a Estefanía que extraña a Nicole. Dulce María lo escucha y le aconseja que, si la
quiere, vaya a buscarla. Cristóbal llama a Luciano para informarle que tiene problemas económicos muy serios debido a los malos
manejos de uno de sus empleados. Dulce María escucha parte de la conversación y, preocupada, decide vender a Chiripa para ayudar a
su papá. Ante la idea de dejar empeñada a Chiripa, Cecilia le comenta a Dulce María que en Monte de Piedad no aceptan animales.
Luciano se encuentra desesperado, ya que el banco le niega el crédito que solicitó y sus amistades se rehúsan a ofrecerle ayuda. Dulce
María visita a las gemelas Shula y Sheila y les propone un negocio. Al llegar a su casa, le entrega a Luciano un paliacate con dinero,
diciéndole que vendió sus muñecas para que ya no sean pobres. Conmovido, Luciano le asegura que él es la persona más rica del mundo
por tenerla a ella y que debe devolver el dinero para recuperar a sus muñecas. Nicole sale a comer con el Dr. Jones y le envía un fax a
Luciano, pidiéndole disculpas por la despedida tan injusta. Luciano vuelve a irse de juerga con Fabián; preocupada por su salida, Dulce
María le comenta a Estefanía que le gustaría que su papá se casara con Cecilia. Cristóbal se comunica con Luciano para informarle que su
problema ha quedado resuelto. Dulce María les dice a Cecilia y Fortunata que está muy triste porque su papá sale los sábados.
Aconsejada por Fortunata, Dulce María come mucho pastel y finge tener dolor de estómago. Luciano cancela su salida con Fabián y
manda llamar a Andrés Urquiza, quien no encuentra nada malo en la niña. Sospechando del engaño, Luciano le dice a Dulce María que
Cecilia habló para arrepentirse por haberle aconsejado que se fingiera enferma. Indignada, Dulce María le dice "bocona" y queda al
descubierto, confesando que fue Fortunata quien la aconsejó. Pero Luciano, pensando que es Cecilia quien mete esas ideas en la cabeza
de su hija, manda llamar a la novicia. Cuando ésta se presenta en su casa, le reclama su comportamiento. Cecilia acepta la culpa para no
afectar a Fortunata y rompe en llanto. Luciano le dice que puede llorar todo lo que quiera. Cecilia responde gritando que, si quiere, puede
acusarla con la Madre Superiora para que la corra del colegio y sale llorando. Cecilia informa lo ocurrido en la casa de Luciano a la Madre
Superiora y ésta le prohíbe tener contacto alguno con Dulce María, ya que su actitud corresponde a la de una mujer celosa. Debido a la
confusión de sentimientos de Cecilia, la Madre Superiora decide trasladarla a otro lugar. Al enterarse, Dulce María se escapa del colegio y
llega a su casa, donde le ruega a Luciano que no permita que separen a la novicia de su lado, pues Dios ya le quitó a su mamá. Luciano
lleva a la niña de regreso al colegio y, ante la Madre Superiora, confiesa sentirse responsable del problema. Aceptando la voluntad de
Dios, Cecilia impide que Fortunata haga algo por ella y le exige a Dulce María que no le hable más para cumplir con lo ordenado. Nicole
se encuentra furiosa debido a que Luciano no contestó su fax y el Dr. Jones le propone matrimonio. Luciano habla con Cristóbal acerca de
Cecilia y éste le dice que parece estar enamorado por la manera con la que se expresa de ella. Luciano se muestra incrédulo ante el
comentario de Cristóbal. De noche, Cecilia entra en el dormitorio de las niñas para despedirse de Dulce María y ésta le ruega que no se
vaya. Ambas lloran afligidas. Luciano se presenta ante la Madre Superiora diciéndole que desea despedirse de Cecilia. Muy a su pesar, la
Madre Superiora otorga el permiso. Tensos y nerviosos, Cecilia y Luciano se dicen adiós. Luciano le ruega que lo perdone por todo el mal
que le ha causado. Al intentar salir de la dirección, Cecilia se desmaya. Fortunata y Estefanía entran y tratan de reanimarla ante la
desesperación de Luciano. Finalmente logra recuperarse y, al quedar a solas con Fortunata, se echa a llorar. Cecilia cae enferma presa de
una fuerte depresión. Ante la prohibición que le imponen de ver a la novicia, Dulce María acude a su celda de noche y a escondidas.
Cecilia la recibe con gusto. De pronto, ambas escuchan la voz de la Madre Superiora que se dirige hacia la celda.

CAPITULO 5 (Episodios 21 a 25)


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Omar rapta a Dulce Maria
Dulce María se esconde bajo la cama al escuchar la voz de la Madre Superiora. Fortunata informa a Luciano que no encuentra a su hija
por ningún lado y éste se dirige al colegio. Bárbara se percata de la ausencia de Dulce María y despierta a las demás niñas para acusarla.
Lluvia propone buscarla y todas se dirigen al cuartito viejo, donde se ponen a jugar a las escondidas. Clementina le informa a la Madre
Superiora que todas las niñas de primer grado han desaparecido. Las novicias inician su búsqueda y encuentran a las niñas jugando.
Dulce María sale al encuentro de Luciano de la mano de Cecilia, quien le pide no delatar a su hija ante la Madre Superiora. Dulce María se
dirige hacia su dormitorio y Cecilia le dice a Luciano que esa será la última vez que se vean. Tras recuperarse, Cecilia pide ser transferida
a otro colegio lo más pronto posible. Dulce María escucha por detrás de la puerta y se presenta más tarde en la celda de Cecilia,
diciéndole que hará que la expulsen para que pueda irse con ella al mismo colegio. Ante la petición de Estefanía y Luciano, la Madre
Superiora acepta no transferir a Cecilia. Dulce María le pregunta a Pascual cómo funciona la fumigadora y, durante la clase de música,
mete la máquina a escondidas en el salón haciéndola funcionar. En la dirección, la niña acepta ante la Madre Superiora y Luciano que ella
fumigó el salón de música, con el pretexto de que había un hormiguero. Tras escuchar por detrás de la puerta, Fortunata corre a buscar
a Cecilia y juntas atrapan a varias hormigas en una botella para luego liberarlas en el salón. Cuando todos van a comprobar lo dicho por
Dulce María, descubren que las niñas están siendo picadas por las hormigas. Dulce María agradece a la Madre Superiora y a su papá por
permitir que Cecilia se quede en el colegio. La novicia confiesa a Luciano la verdad acerca de las hormigas y éste les impone un castigo.
Luciano sale con Fabián y sus amigas. Aconsejada por Angélica, Dulce María le escribe una carta para que la perdone. Al leerla, Luciano
le dice asombrado a Estefanía que Angélica le está pidiendo que perdone a su hija. Dulce María comenta con Cecilia y Fortunata que la
secretaría de Luciano renunció. Fortunata propone a su prima Verónica para desempeñar el puesto. Tras negarse, Luciano acepta hacerle
una prueba. Verónica se presenta en la oficina de Luciano y éste la contrata, asegurándole a Dulce María y a Estefanía que no lo hace
porque ellas se lo pidieron, sino por sus propios méritos. Al saberse contratada, Verónica llora de la emoción. Estefanía tropieza con Noé
al salir de la oficina y éste, gratamente impresionado, le pide a Luciano que lo invite a cenar a su casa. Luciano comenta lo ocurrido a
Estefanía y le dice que debe rehacer su vida. Al verse de nuevo en la casa de Luciano, Estefanía y Noé experimentan un sentimiento de
mutuo agrado. Inquieta por los comentarios de Bárbara, Dulce María le dice a Luciano si Verónica no habrá llorado porque el sueldo que
le ofreció era muy bajo. Enojado, Luciano le dice que el lunes hablará con Verónica y la pondrá en su lugar. Dulce María le comenta al
retrato de Angélica que consiguió un aumento de sueldo para Verónica. Estefanía y Noé tratan de convencer a Luciano de que debe
haber un malentendido en los comentarios de Dulce María. Luciano le confiesa a Noé que aún no ha superado la muerte de Angélica.
Lluvia y Alfonsina le comentan a Cecilia lo que Bárbara le dijo a Dulce María acerca de Verónica. Preocupadas, Cecilia y Fortunata buscan
a Dulce María, quien les dice que su papá está bastante molesto con Verónica. Luciano le reclama a Verónica sus comentarios. Sin saber
a lo que se refiere, Verónica se defiende, llama a Luciano malvado y renuncia. Por órdenes de la Madre Superiora, Bárbara y Frida
escriben una disculpa para Luciano explicando la mentira. A pesar de ello, Luciano asegura que no perdonará a Verónica hasta que ella le
pida disculpas. Con la ayuda de Angélica, Dulce María lleva a cabo un plan para que Luciano recontrate a Verónica y Estefanía la cita en
la casa para hablar de un trabajo. Al descubrirla, Luciano le pregunta por qué está ahí. Verónica le contesta que la citaron para ofrecerle
un trabajo. Furioso, Luciano le asegura que él no lo hizo. Aprovechando la discusión, Estefanía encierra a Verónica y Luciano en la
biblioteca, diciéndoles que no les abrirá hasta que arreglen sus diferencias. Noé, Estefanía y Dulce María salen a una cafetería cercana,
donde la niña observa que "Centavito", un pequeño bolero, pretende tomar una rebanada de pastel que un niño dejó sobre una mesa. Al
sentirse observado, "Centavito" sale del establecimiento. Dulce María lo sigue y le pregunta su nombre. "Centavito" le pide que no lo
acuse con el gerente. Ella le asegura que no lo hará. Estefanía, Noé y Dulce María regresan a la casa y descubren con agrado que
Verónica y Luciano han hecho las paces. Dulce María se dirige a la cafetería y observa cómo el gerente saca a empujones a "Centavito",
sólo porque le pidió las sobras del pan. Indignada, Dulce María le da dinero para ayudarlo. Estefanía y Luciano recogen a Dulce María en
el colegio. Al llegar a su casa, Silvestre le informa a Luciano que tiene una visita. Nicole aparece y saluda a Luciano mientras Estefanía y
Dulce María los observan con aire tenso.

CAPITULO 6 (Episodios 26 a 30)


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Luciano es Detenido
Cecilia y Fortunata llegan con la intención de entregarle a Dulce María unos cuadernos que olvidó en el colegio y Luciano las presenta
ante Nicole. Dulce María se disfraza de niño y saca alimentos de la despensa para ir a la casa de "Centavito". En la puerta del edificio
convence a Regino de ser un "amigo" de Dulce María. Nicole y Luciano acuden a un restaurante y, después de tomar varias copas, ella le
dice que sólo regresó para decirle que ya no le interesa. Luciano le comenta ecuánime que hubiera cometido el error más grande de su
vida al casarse con ella. Dulce María llega a la ciudad perdida donde vive "Centavito" y le hace creer a la mamá de éste que es un niño.
Ante la desaparición de Dulce María y siguiendo las indicaciones de Regino, Luciano va a la ciudad perdida en compañía de Estefanía y
Noé. Al llegar a la casa de "Centavito", Dulce María les dice que la bebé tiene fiebre y la llevan ante Andrés Urquiza, quien les asegura
que sólo le están saliendo los dientes. Al despedirse de la mamá de "Centavito", Luciano le ofrece discretamente unos billetes para
ayudarla. Ya en el departamento, Luciano le pide a Estefanía que salga del cuarto, pues desea sostener una conversación privada con su
hija. Ante el nerviosismo de Dulce María, Luciano le asegura que se siente orgulloso de ella por todo lo que hizo. Dulce María le pide a
"Centavito" que le enseñe a dar grasa y éste le presta su cajón. La niña entra en la recámara de su papá y comienza a darle grasa a sus
zapatos, mientras comienza a sentir un fuerte dolor en el estómago. Al llegar Luciano y descubrir su cuarto manchado de grasa, castiga a
Dulce María diciéndole que se quedará encerrada en su habitación, sin creer que le duela el estómago, pues ya en una ocasión intentó
engañarlo argumentando lo mismo. Ante la reprobación de Estefanía, Luciano sale a divertirse con Samantha prohibiéndoles a todos que
entren al cuarto de Dulce María. "Centavito" llega para recoger su cajón y, al entrar con Estefanía a la habitación de la niña, descubren
que está inconsciente y que tiene fiebre. Estefanía manda llamar a Andrés Urquiza, quien traslada a Dulce María a la clínica. En una
capilla, "Centavito" ofrece su cajón para bolear a la Virgen con tal de que ayude a su amiga. Tras enterarse de la enfermedad de Dulce
María a través de Silvestre, Cecilia y Fortunata piden permiso a la Madre Superiora para acudir a la clínica. En la sala de espera, Andrés
le asegura a Estefanía que, si no opera de inmediato a Dulce María, su vida puede correr peligro. Estefanía le pide a Andrés que salve la
vida de Dulce María, asegurándole que ella y Gabriel firmarán la responsiva. Luciano llega a su casa y Silvestre le informa lo ocurrido.
Desesperado, Luciano llega a la clínica y se entera que su hija está siendo operada. Andrés les informa a todos que la operación fue un
éxito y que Dulce María se encuentra fuera de peligro. Al día siguiente, Luciano le pide perdón a su hija, asegurándole que a partir de ese
momento siempre creerá en ella. Tras enterarse de la salud de Dulce María, "Centavito" entra en la iglesia y deja su cajón ante la Virgen
de Guadalupe, agradeciéndole el milagro mientras el padre Gabriel lo observa conmovido. Dulce María le comenta a Cecilia y Fortunata
que Luciano terminó con Nicole. Sin percatarse de la presencia de Estefanía y Noé en la oficina, Luciano le pregunta a Verónica si tiene
novio. Estefanía lo interroga acerca de la razón de su pregunta; Luciano responde que fue simple curiosidad. Gabriel informa a la familia
del sacrificio que hizo "Centavito" al regalar su cajón y todos deciden ayudarlo. Dulce María le pide a la Madre Superiora que le permita a
"Centavito" bolear los zapatos de las alumnas y las monjas del colegio para ayudarlo. Conmovida, la Madre Superiora le explica a Dulce
María y a "Centavito" que no puede ayudarlo de esa manera. Al salir, el niño se topa con Luciano, quien le agradece su sacrificio.
Estefanía le comenta a la Madre Superiora que Noé le dio trabajo a Meche, la mamá de "Centavito". Estefanía le pide a Cecilia que confíe
en ella y le diga si ama a Luciano, pero no consigue nada. Luciano le entrega a Meche una libreta de ahorros en la que depositará
mensualmente una cantidad para la educación de "Centavito". Selene se presenta en la oficina de Noé, diciéndole que aún lo ama. Noé
envía un pastel a la casa de Luciano, disculpándose por no poder ir a comer. Estefanía se molesta porque no llamó por teléfono. Verónica
le entrega un sobre a Luciano que contiene documentos con los cuales podría perder su empresa, mientras Dulce María escucha
escondida. Luciano se entrevista con Perpetuo Chacón para pedirle una prórroga, pero éste se la niega de forma violenta. Dulce María le
pide a Cecilia que averigüe la dirección de Chacón, para que pueda ir a visitarlo y ayudarle a su papá. Verónica le proporciona el domicilio
a Fortuna, pero tanto ésta como Cecilia deciden por el bien de la niña no darle la dirección. Conmovidas por el llanto de Dulce María,
Cecilia y Fortunata acceden a darle el papel con la dirección. Dulce María le pide a Noé que la lleve a casa de Chacón. Al tocar a la puerta
sale Dolores y Dulce María le dice que desea ver a Perpetuo. Dolores entra dejando la puerta entreabierta y la niña la sigue. Dolores le
avisa a Chacón que Dulce María está en la puerta y éste le ordena que no la deje pasar. Asustada, la niña se esconde en el jardín.
Creyendo que ya se ha ido, Chacón sale al jardín y Dulce María sale a su encuentro. Él la corre de su casa, pero la niña le suplica que le
permita hablar con él. Dulce María le confiesa que está internada y que no tiene mamá, pero que en el cuartito viejo puede pensar en
ella. Le pregunta si tiene hijas y Chacón afirma con tristeza, pero le asegura que los negocios son cuestiones aparte y que si Luciano no
le paga en el tiempo convenido deberá atenerse a las consecuencias. Dulce María llora amargamente en el auto de Noé y le pide no
decirle nada a su papá acerca de esa visita. Chacón se presenta en la casa de Luciano, informándole que ha decidido otorgarle una
prórroga de seis meses para saldar el adeudo. Al agradecerle Luciano, Chacón le dice que debe darle las gracias a Dulce María.

CAPITULO 7 (Episodios 31 a 35)


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Cecilia deja el convento.
Chacón le comenta a Luciano que Dulce María logró conmoverlo y que lo hizo pensar en lo injusto que fue con su hija y su nieta.
Estefanía y Luciano lo animan para que las busque. Selene contrata los servicios del detective Roa para que averigüe si Noé sale con otra
mujer. En una cafetería, Noé le declara su amor a Estefanía y le propone matrimonio, mientras Roa toma fotografías de los dos. Al ver las
imágenes Selene jura vengarse. Luciano le agradece a Verónica por haberle dado a su hija la dirección de Chacón y la invita a cenar. En
el colegio, Estefanía le informa a Dulce María que se va casar con Noé. Selene se presenta en la oficina de Noé advirtiéndole que nunca
será libre mientras ella no lo quiera así. Esperanza le advierte a Noé que tenga cuidado de una mujer despechada. Roa obtiene
información sobre Estefanía a través de Regino; llama a Selene y le dice lo que averiguó. Durante la cena, Luciano le pregunta a Verónica
la razón por la cual no tiene novio. Con aire tenso, ella responde que no tiene importancia. Al llegar a su casa, Luciano le comenta a
Estefanía que Verónica le interesa mucho. Estefanía reprende a Luciano por salir con Verónica y le pregunta qué siente por Cecilia. Él le
pide que dejen la conversación para otro día. Luciano prepara un brindis en honor de Estefanía y Noé, pero al despedirse da un paso en
falso y se desgarra el tobillo, por lo que deberá pasar ocho días en cama con una férula. Pascual encuentra una tortuga en el jardín que
es bautizada con el nombre de "Florentina". Frida le asegura a Dulce María que poner una tortuga en la cama de un enfermo de
torcedura hace que su pie sane. Creyendo lo anterior, Dulce María le pide a Pascual que le preste la tortuga. Selene se presenta en la
casa de Luciano buscando a Estefanía. Gabriel y Silvestre le dicen que no se encuentra ahí y que no saben a qué hora volverá. Selene
sale enojada. Dulce María recibe de parte de Perpetuo Chacón una caja de helado con una fotografía de él con su hija y su nieta,
agradeciéndole por haberlos unido de nuevo. Verónica les cuenta a Cecilia y Fortunata que salió con Luciano. Dulce María pone a
"Florentina" en la cama de Luciano, quien al darse cuenta regaña a la niña, pero se calma cuando ésta le explica lo que le dijo Frida.
Selene se presenta ante Estefanía, asegurándole que ella es la mujer de Noé. Selene le muestra a Estefanía fotos y cartas de su antigua
relación con Noé, para convencerla de que él sólo está jugando con ella. Entre "Chiripa" y "Valentino", el perro de las gemelas Shula y
Sheila, nace un romance. Noé habla por teléfono y Estefanía se niega a contestarle. Luciano le explica que Selene estuvo con ella y Noé
decide acudir en persona. Al llegar a la casa, Luciano y Gabriel le aconsejan esperar a que se calme Estefanía. Antes de salir, Noé le
ofrece a Dulce María su tarjeta, diciéndole que le llame si se le ofrece algo. Dulce María le pregunta a Estefanía si se peleó con Noé. Al
confirmárselo, la niña queda muy preocupada. Andrés le quita la férula a Luciano. Verónica le llama por su teléfono celular diciéndole que
su propuesta en Caracas fue aceptada y que tiene que ir. Luciano le pide que reserve tres boletos de avión, pues ella también lo
acompañará. Luciano le dice a Dulce María que irá de viaje con Verónica y Cristóbal. Cecilia siente celos. Noé busca a Estefanía quien,
tras negarse a escucharlo, le asegura que él ya no le interesa en lo absoluto. En el aeropuerto, Estefanía le dice a Gabriel que tiene
miedo de que Luciano se enamore de Verónica durante el viaje, mientras éste aborda el avión. Gabriel le asegura a Estefanía que Dios
se encargará de solucionar las cosas de la mejor manera. Dulce María le comenta a Cecilia que es triste que Verónica sea tan bonita y
que su papá lo haya notado. En Caracas, Cristóbal le pregunta a Luciano si cree que él pueda tener esperanzas con Verónica. Luciano se
pone serio. Dulce María le pide permiso a la Madre Superiora para que Cecilia y Fortunata la lleven ante Noé, con el fin de arreglar su
situación con Estefanía. Al serle negado el permiso de forma enérgica, Dulce María se esconde en la camioneta del colegio. Cecilia y
Fortunata suben a la camioneta y la niña sale de su escondite, pidiéndoles que la acompañen a visitar a Noé. Cecilia y Fortunata
comienzan a discutir. Dulce María les advierte que están a punto de chocar y Fortunata da un volantazo, pero no evita dañar un puesto
de frutas. El dueño del puesto observa el escudo del colegio y se presenta ante la Madre Superiora, exigiéndole el pago de los daños.
Dulce María se presenta en el despacho de Noé y ambos comienzan a platicar. Noé sale durante un momento y llega Selene, quien al
saber que Dulce María es la sobrina de Estefanía la sujeta por los brazos diciéndole que ella es la novia de Noé. Dulce María muerde uno
de los brazos de Selene para liberarse de ella y sale corriendo. Noé intenta detenerla en el pasillo, pero Selene se lo impide. Dulce María
llega llorando a la camioneta y les dice a Cecilia y Fortunata que Noé tiene otra novia. Cuando regresan, la Madre Superiora les impone
un castigo a las tres por su desobediencia. La niña le ruega que aumente su castigo y que perdone a Cecilia y a Fortunata, ya que ella fue
la única culpable. Al llegar a la casa, Estefanía descubre que Noé la está esperando. Éste le dice que si está ahí es porque la quiere y
trata de explicarle que su relación con Selene terminó antes de conocerla. Estefanía no escucha razones y le pide que se aleje de ella.
Lluvia le dice a Dulce María que tiene un plan excelente para que su tía se contente con Noé. De noche, Alfonsina, Dulce María y Lluvia
llaman a Estefanía desde el teléfono de la dirección. Utilizando una bocina de cartón, Dulce María le dice a Estefanía con voz ronca que
Noé sufrió un accidente y que su vida peligra. Preocupada, Estefanía va en busca de Noé y, al descubrir que está bien, lo abofetea
exigiéndole que no la vuelva a buscar. En su cama, Dulce María se alegra pensando en la reconciliación de Estefanía y Noé.

CAPITULO 8 (Episodios 36 a 40)


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Cecilia enferma de amor
Dulce María le comenta a Cecilia y Fortunata que llamó a Estefanía para decirle que Noé había tenido un accidente, con el fin de
reconciliarlos. Cecilia le pide que confiese la verdad. Esperanza se presenta ante Estefanía, diciéndole que Noé ha decidido realizar un
viaje a Cancún para olvidarla y que ella es la única que puede impedirlo. En el colegio, Dulce María le confiesa a Estefanía que fue ella
quien le llamó con voz fingida para decirle que Noé se había accidentado. Abrumada por haberlo culpado, Estefanía se dirige hacia la casa
de Noé en compañía de su sobrina. Noé está a punto de abordar un taxi hacia el aeropuerto cuando ambas llegan. Estefanía le pide
disculpas por haber dudado de él. Selene llega en su auto y Estefanía la encara, diciéndole que ama a Noé y que no permitirá que nadie
se interponga entre ellos. Selene se retira, no sin antes jurar que Noé será para ella. Noé le asegura a Estefanía que no tiene nada que
temer, pues Selene es cosa del pasado. Silvestre platica en su cuarto con Dulce María, visiblemente desmejorado. Cuando la niña está a
punto de irse, Silvestre pierde el conocimiento y cae al suelo; Dulce María trata de reanimarlo y le ruega que no se muera. Dulce María
llega hasta la sala y les comunica a todos que Silvestre se murió. Tras auscultarlo, Andrés les informa que debe ser internado de
inmediato, ya que su corazón se encuentra muy débil. Dulce María gana un concurso de composición propuesto por Cecilia y recibe a
"Florentina" como premio. Dulce María visita a Silvestre y recuerda que Cecilia les dijo que antiguamente se tenía la creencia de que los
caldos de tortuga ayudaban a los enfermos a recobrar la salud. Con pesar, la niña le ofrece su tortuga a Silvestre para hacerla caldo.
Conmovido, Silvestre le promete que se va a curar. Santoscoy le informa a Luciano que Benítez no puede llegar antes y que la firma del
convenio se realizará hasta el sábado. Al recordar que ese día es el cumpleaños de Dulce María, Luciano le dice a Santoscoy que tiene
que viajar a México. Tras discutir, éste le asegura que de no llevarse a cabo el sábado, la firma del convenio no se realizará nunca.
Desconsolado, Luciano le escribe una carta a Dulce María explicándole que no podrá estar con ella en su cumpleaños. La carta llega por
mensajería urgente y Estefanía acude al colegio para entregársela a Dulce María, quien al terminar de leerla llora desconsolada. Dulce
María le asegura a Estefanía que no quiere fiesta y que prefiere quedarse en el colegio. En el día del cumpleaños de Dulce María, La
Madre Superiora, Cecilia, Fortunata, Clementina y Pascual se presentan en el dormitorio llevándole regalos. Deprimida, la niña abre los
obsequios, les da las gracias y se vuelve a acostar, dejando a todos consternados. Dulce María acude al cuartito viejo, donde coloca la
foto de su papá en un sillón y finge tomar el té con él. Decepcionada, tira todo lo que está en la mesa y llora amargamente. Al levantar la
vista, ve que Luciano se encuentra parado frente a ella. Tras pedirle que lo abrace, Luciano le dice que su negocio más importante es
ella. Luciano ofrece una gran fiesta en honor de Dulce María, donde brinda con refresco y le promete que estará a su lado en todos sus
cumpleaños. Rezando en la Capilla, Cecilia reconoce angustiada que ama a Luciano. Luciano le asegura a Estefanía que no quiere
lastimar a Verónica y que no piensa entablar ninguna relación sentimental por el momento. Cecilia le comunica a la Madre Superiora que
dejará el colegio para irse a vivir con su hermana. La Madre Superiora se da cuenta de que Cecilia ama a Luciano y se lo hace saber. La
Madre Superiora accede a que Cecilia se vaya por un tiempo, con el fin de que aclare sus ideas y ponga en orden su conciencia. Luciano
le dice a Dulce María que si aprueba el examen de matemáticas, le regalará el relicario de su mamá. Al enterarse que Dulce María obtuvo
un diez en su examen, Luciano se dirige al colegio. La Madre Superiora le informa sobre la decisión de Cecilia y le pide que no trate de
convencerla de lo contrario. En el corredor Luciano se encuentra con Cecilia y le pregunta la razón de su partida. La novicia le suplica que
no la cuestione y corre hacia la dirección, donde le pide a la Madre Superiora que le permita marcharse de inmediato. Luciano le entrega
a Dulce María el relicario y le informa que Cecilia se irá del colegio. Desesperada, la niña corre hacia la celda de Cecilia y le ruega que no
se vaya, sin lograr que la novicia cambie de opinión. Bárbara y Frida le aconsejan a Dulce María averiguar el nuevo domicilio de Cecilia en
el libro de direcciones de la Madre Superiora, ya que ésta se niega a dárselo. En la noche, Dulce María acude a la oficina de la Madre
Superiora con una linterna. Cuando la niña toma el libro de direcciones, la Madre Superiora enciende la luz y le pregunta si se le perdió
algo. La Madre Superiora expulsa a Dulce María del colegio por ocho días. Lluvia sostiene ante la Madre Superiora que Bárbara y Frida
aconsejaron a Dulce María para que tomara el libro. La Madre Superiora llama a la casa de Luciano para informar que ha levantado el
castigo. En la oficina de Luciano, Dulce María le comenta a Verónica que desea averiguar la dirección de Cecilia. Verónica llama a
Fortunata y le pide la dirección, para después anotarla en un papel y entregárselo a la niña. Cecilia aprovecha que su hermana se va de
compras para dejarle una carta e irse de su casa. Dulce María le pide a Cristóbal que la lleve con Cecilia. Al llegar, se encuentra con
Clarisa y ambas entran en la casa. Clarisa encuentra la carta y, después de leerla, le informa a Dulce María que Cecilia se fue.
Desesperada, la niña sale a buscarla a la calle y una camioneta la atropella. Verónica confiesa ante Luciano haberle dado a Dulce María la
dirección de Cecilia. Clarisa llama por teléfono a Luciano informándole del accidente. Acompañado por Estefanía y Noé, Luciano llega a la
Cruz Roja, donde el Dr. Villaseñor le asegura que la niña no tiene lesiones cerebrales, pero que aún no sale del shock y que sus
pronósticos no son buenos. Luciano entra a ver a Dulce María aún inconsciente y, llorando, le pide a Dios que no se la quite.

CAPITULO 9 (Episodios 41 a 45)


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Dulce Maria sufre un accidente
En la madrugada, Andrés le informa a Luciano que Dulce María ya recobró el conocimiento. Villaseñor estudia los reflejos de Dulce María
y se da cuenta que sus piernas no responden; la niña asegura no sentir nada. Tras comunicárselo a Luciano, Villaseñor le asegura que
hay que darle un poco de tiempo para que su cuerpo reaccione normalmente. Cecilia llama a la casa de Clarisa y ésta le dice que Dulce
María sufrió un accidente. Andrés y Villaseñor le informan a Luciano que su hija se encuentra bien físicamente y que su problema es
emocional. Dulce María se da cuenta de que no puede mover las piernas. Cecilia llega a la Cruz Roja y en la recepción se encuentra con
Luciano, quien se impacta al verla sin el hábito. Verónica le pide permiso a Luciano para ir a su rancho, debido a que su papá está muy
enfermo. Estefanía entra en la habitación de Dulce María para comentarle que Cecilia ya no viste el hábito y que quiere verla.
Desconcertada, Dulce María se niega, argumentando que ella la abandonó y que ya dejó de ser la Hermana Cecilia. Luciano lleva a Cecilia
a casa de su hermana, asegurándole que se ve muy bonita de vestido. Luciano le suplica a Cecilia que vuelva a visitar a Dulce María. La
psicóloga Alejandra Sepúlveda se presenta ante Dulce María para iniciar su terapia y se asombra al escucharla decir que sus muñecas la
abandonarán porque no puede caminar. Antes de fallecer, Ismael le hace prometer a Verónica que no dejará sola a su mamá. Fortunata
le sugiere a Luciano que Cecilia ocupe el puesto de Verónica mientras ella regresa. La Madre Superiora visita a Dulce María, diciéndole
que Cecilia hizo bien en dejar el hábito. Luciano cita a Cecilia en su oficina para ofrecerle temporalmente el puesto de secretaria. Noé
entra y, al ver a Cecilia, comenta que él le hubiera dado trabajo. Tras retirarse Cecilia, Luciano le dice molesto a Noé que ella le
pertenece. Estefanía llama a Luciano para informarle que la Madre Superiora convenció a Dulce María para que acepte la visita de Cecilia.
Al estar frente a Cecilia, Dulce María le dice que sólo volverá a caminar si ella toma el hábito de nuevo. Cecilia le dice que eso no puede
ser y la niña le pide que se vaya. Estefanía entra en la habitación y Dulce María le ruega que no la deje sola nunca, pues ya perdió a la
Hermana Cecilia. En combinación con Genoveva, Fedora le dice a Cecilia que Verónica y Luciano tienen relaciones. Muerta de celos,
Cecilia entra en la oficina de Luciano y renuncia ante el asombro de éste. Verónica le asegura a su mamá que no la dejará sola. Cecilia se
presenta en la casa de la familia Larios para despedirse de Dulce María, quien trata de herirla. Con los ojos llenos de lágrimas, Cecilia
sale de la habitación de la niña; al bajar por las escaleras sufre un mareo y cae inconsciente. Luciano la lleva hasta a la recámara de
Estefanía, donde recobra el sentido. Al oír la voz de Dulce María que llama a Cecilia todos voltean hacia la puerta y observan a la niña de
pie. Cecilia extiende sus brazos y le pide que se acerque. Lentamente y con trabajo Dulce María camina hacia ella, le pide perdón y le
dice que la quiere. Estefanía convence a Cecilia de quedarse a trabajar en la empresa de Luciano. En el colegio, el grupo de primer año
recibe a Dulce María con alegría, excepto Frida y Bárbara. Cecilia va a confesarse y le pregunta al padre Gabriel si es pecado enamorarse.
Cuando éste le contesta que es lo más natural, Cecilia asegura estar enamorada de Luciano. La Madre Superiora se ausenta varios días
del colegio debido a que tiene que realizar una inspección. Bárbara y Frida l e aseguran a Dulce María que la Madre Superiora desea que
pinten su oficina y las tres acuden el viernes a la dirección con botes de pintura y brochas. Fingiendo dolor de estómago, Bárbara y Frida
dejan sola a Dulce María pintando. Fortunata entra en la oficina y queda impresionada al ver las paredes. Luciano llega al colegio y,
después de ver el desorden, cancela un partido de tenis con Fabián para reparar la travesura de su hija. La Madre Superiora llega un día
antes y, al descubrir a Estefanía, Dulce María, Noé y Luciano pintando las paredes de su oficina, se desmaya de la sorpresa. Tras
recuperarse, exige una explicación. Luciano le cuenta toda la verdad y le pide que no haga más averiguaciones al respecto. Cecilia le
asegura a Clarisa que nunca se casará y que no tendrá hijos. Tras convivir todos en un día de campo, Luciano recibe la llamada de Ámbar
Ferrer, citándola en su oficina para el día siguiente. En tono confidencial, Dulce María le pregunta a Cecilia si quiere ser su mamá ahora
que ya no es novicia. Cecilia le comenta a Dulce María que, para ser su mamá, tendría que casarse con Luciano. La niña le dice que se
case con él. Luciano recibe a Ámbar en su oficina y le pide a Cecilia que cancele todas sus citas, ya que no regresará a trabajar por la
tarde. Tras ver a Luciano con Ámbar en un restaurante, la Sra. Iturbe llama a Frida y le prohíbe la amistad de Dulce María. Frida le
informa a Dulce María que su papá estaba comiendo con una mujer muy guapa. Dulce María le dice a Estefanía que soñó con su mamá y
que ella le aconsejó convencer a Cecilia de vestirse con más coquetería para que Luciano se enamore de ella. Estefanía va por Cecilia a la
oficina de Luciano y la lleva a comprarse ropa, maquillaje y a una estética. Al ver a Cecilia tan cambiada, Luciano y Homero quedan
impactados. Ámbar entra en la oficina de Luciano y lo besa repetidas veces ante la mirada molesta de Dulce María, a quien le entrega un
regalo. La niña lo acepta con indiferencia. Estefanía y Noé salen con Dulce María para llevarla al colegio dejando la puerta abierta. Cecilia
entra con un servicio de café y observa cómo Ámbar y Luciano se besan apasionadamente.

CAPITULO 10 (Episodios 46 a 50)


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Dulce Maria en el hospital.
Al ver a Ámbar y Luciano besándose, Cecilia sale de la oficina angustiada. Homero la invita a tomar un café y ella finalmente accede.
Estefanía y Noé invitan a Cecilia y a Luciano al teatro. Luciano se disculpa diciendo que Ámbar lo invitó a una fiesta. Estefanía le ofrece la
invitación a Homero y éste acepta. Luciano se molesta debido a que Cecilia irá en compañía de Homero y Estefanía le pregunta si está
celoso. Cecilia se encuentra admirada, ya que es la primera vez que asiste a una obra de teatro. Dulce María le pide a Angélica que le
ayude para que su papá no vaya a la fiesta. Luciano llega a casa de Ámbar y le pregunta a qué hora llegarán los invitados. Ella confiesa
que le tendió una trampa para estar a solas con él. Desesperada, Fortunata le dice a la Madre Superiora que hay un incendio en el
cuartito viejo. Exagerando, Dulce María llama a su casa para que vayan a rescatarla. Estefanía se comunica con Luciano para informarle
acerca del incendio y éste se dirige hacia el colegio, dejando molesta a Ámbar. Pascual entra en el cuartito viejo y descubre que las
flamas en realidad eran el reflejo de una veladora encendida ante un espejo. Estefanía, Gabriel y Luciano llegan al colegio y la Madre
Superiora les explica que todo fue un malentendido. Estefanía confiesa que fue Dulce María la que habló para informar acerca del
incendio. En la dirección, la niña acepta tener la culpa debido a que ella dejó la veladora encendida en el cuartito viejo, pero que llamó a
Estefanía pensando que realmente estaba en peligro. Luciano se disculpa ante Cecilia por las palabras que dijo la noche anterior y se
ofrece invitarla a cenar cuando haya una ocasión especial. Debido a que la inspectora Pantaleona Malacara aplicará un examen en el
colegio, Luciano le pide a Cecilia que ayude a estudiar a Dulce María el fin de semana y ella acepta con agrado. Luciano le comenta a
Cristóbal que Ámbar quiere mucho a su hija y que, de seguir así las cosas, podría llegar a casarse con ella. Homero invita a Cecilia y a
Clarisa al cine; tras dudar, Cecilia acepta. Estefanía le comunica a Luciano que Dulce María pasó el examen y éste a su vez llama a
Cecilia, diciéndole que es la ocasión perfecta para festejar. Cecilia se excusa comentándole que ya tiene un compromiso. Celoso, Luciano
le pregunta con quién. Cecilia le miente a Luciano diciéndole que irá al cine sólo con Clarisa; él le pide que acepte su invitación.
Fortunata y Clementina visitan a Cecilia, pero Clarisa les dice que no las puede invitar a cenar debido a que su hermana tiene un
compromiso con Luciano. Homero llega para llevarlas al cine y Cecilia finge tener dolor de cabeza. No muy convencido, Homero se retira
cabizbajo. Dulce María le pide a Luciano que se quede en la casa pensando que saldrá con Ámbar. Fortunata le informa a la Madre
Superiora acerca de la cita de Cecilia con Luciano. Frente a Dulce María, Noé le dice a Luciano que le explique que saldrá a cenar con
Cecilia. Homero vigila la casa de Clarisa y observa a Cecilia saliendo con Luciano, para luego dirigirse a una cantina decepcionado y triste.
Estefanía le presta un vestido de noche a Cecilia para que salga a cenar. Al verla, Luciano queda impactado. Verónica se presenta en la
casa de la familia Larios y siente celos al saber que Luciano salió con Cecilia. En el centro nocturno, Luciano anima a Cecilia para que
beba champaña y la saca a bailar. Ella, al sentirse entre sus brazos, cierra los ojos pensando que Luciano es su amor. Cecilia se recarga
en el hombro de Luciano diciéndole que se siente mal y se queda dormida en la mesa. Noé escucha unos ruidos tras la puerta y, al
abrirla, descubre a Luciano que lleva a Cecilia dormida en brazos. Preocupados, la llevan a la sala para recostarla en un sillón y Luciano
llama a Clarisa para decirle que su hermana se quedará a dormir en su casa. Durante la noche "Chiripa" da a luz a varios cachorritos.
Ámbar llama por teléfono y Dulce María le dice que su papá no puede hablar debido a que se desveló con Cecilia y que ésta se quedó a
dormir en su casa. Dulce María le da la noticia a Luciano de que "Chiripa" tuvo cachorritos y éste, furioso, le contesta que se irán de la
casa. La familia finalmente decide regalarlos a quien los pueda cuidar y querer. Luciano le da el día libre a Cecilia, argumentando que
Verónica regresó a su puesto y que ella sacará los pendientes del día. Ámbar le dice a Luciano que Dulce María es una venenosa, pues le
dijo con quién salió y que disfrutó al hacerlo. Molesto, Luciano da por terminada su relación. Cecilia llega al despacho y le pregunta a
Luciano si su presencia sale sobrando en la oficina. Luciano le dice a Cecilia que será transferida al archivo, dejándola triste. La Madre
Superiora acepta la proposición de Dulce María y se queda con uno de los cachorritos de "Chiripa". Estefanía y Noé se presentan en la
oficina de Luciano para pedirle que sea uno de los testigos en su boda. Estefanía sorprende a Luciano invitando a salir a Verónica y lo
reprende. Él le asegura que se alejará de Cecilia para no lastimarla. Estefanía y Noé visitan a Cecilia para proponerle que sea su testigo y
ella acepta de buena gana. Dulce María le pide a la Madre Superiora que convenza a Estefanía y a Noé de llevarla al viaje de bodas. La
religiosa no sabe cómo explicarle la razón por la que no puede ir. Al salir la niña, la Madre Superiora llama a Estefanía para informarle
acerca de la petición de Dulce María. Estefanía convence a Noé de llevar a su sobrina con ellos en su luna de miel. El Padre Gabriel
preside la boda de Estefanía y Noé. En el brindis celebrado en la casa de Luciano, Estefanía arroja el bouquet y éste le cae a Cecilia. Tras
despedir a los novios y a Dulce María, Luciano entra con un trío y saca a bailar a Cecilia, mientras Verónica los observa preocupada.

CAPITULO 11 (Episodios 51 a 55)


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Dulce Maria salva a su padre
Estefanía, Dulce María y Noé llegan a la suite nupcial del hotel, la cual cuenta con una pequeña habitación para que duerma la niña. Al
despedir a los invitados, Luciano le pide a Cecilia y a Clarisa que se queden un rato más. Cecilia contesta que Cristóbal las llevará a su
casa y le pregunta a Verónica si desea irse con ellos. Luciano les dice que Verónica se quedará un rato más, despertando los celos de
Cecilia. Noé sale a comprar una botella de champaña para celebrar con Estefanía. Dulce María despierta gritando, diciéndole a Estefanía
que soñó con momias. Al regresar Noé, Estefanía le pide que esa noche la niña duerma con ella. Noé acepta molesto. Cecilia le dice a
Clarisa que Verónica le quitó al hombre que ama. Luciano acompaña a Verónica a su casa y al despedirse la besa en los labios. Dulce
María finalmente logra dormirse y tras discutir brevemente por la interrupción de la niña, Estefanía y Noé se reconcilian. Luciano llama a
Verónica y le pide disculpas, diciéndole que la besó obedeciendo a sus impulsos. El lunes Verónica llama a la oficina y se reporta enferma.
Luciano le pregunta a Homero si siente algo por Cecilia. Éste le contesta que está enamorado de ella y que Cecilia lo dejó plantado por
salir con él. Luciano le pregunta a Cecilia por qué dejó plantado a Homero. Ella le contesta que él sabe perfectamente la razón. Al tratar
de averiguar si le hará caso a Homero, Cecilia le dice que su vida privada no es de su incumbencia. Tras regresar de su viaje a
Guanajuato, Dulce María nota triste a Lluvia y le pregunta qué le sucede. Al no recibir contestación la lleva al cuartito viejo, donde Lluvia
le confiesa que su papá discutió con su mamá y que las abandonó. Dulce María le pide a Noé que la acompañe para hablar con el papá de
su amiga. Al estar frente a él, la niña le dice que su mamá murió y que cuando un papá no se ha ido al cielo debe estar en su casa al
lado de sus hijos. Néstor la escucha pensativo. Antes de despedirse, Dulce María le aconseja que regrese a su hogar y que haga feliz a
Lluvia. Noé le informa a Luciano que llevó a Dulce María a ver al papá de Lluvia, causando su indignación. Néstor se dirige a su casa y,
tras abrazar a su hija, le dice a su esposa que Dulce María lo hizo reflexionar y le pide perdón. En la oficina, Luciano le comenta a
Verónica que no creyó que estuviera enferma y le pide que le hable con franqueza. Ella le solicita la misma sinceridad y le pregunta si la
ama. Impactado, Luciano no sabe qué contestar. Luciano besa a Verónica en la boca. Homero entra en la oficina y los observa, para
luego salir sin ser visto. Verónica le asegura a Luciano que no le seguirá el juego y le pide que no la vuelva a besar. Homero le comenta a
Estefanía lo que vio. Lluvia le dice a Dulce María que le va ayudar para que su papá se case con Cecilia y, al acompañar a Fortunata a
hacer las compras, ambas le piden que las lleve a la empresa de Luciano. Al llegar, Lluvia le pide a Luciano que se case con Cecilia, pero
él le contesta que eso no puede ser. Cecilia entra en la oficina y Luciano le pide que acompañe a las niñas abajo. Antes de salir, Dulce
María le dice a Cecilia que fue a ver a su papá para pedirle que se casara con ella. Al regresar Cecilia, Luciano le pide una disculpa por el
comportamiento de su hija, diciéndole que su hija no sabe lo que dice y que a él esas cosas le causan risa. Cecilia se presenta ante Noé y
le pide que la contrate en su empresa. Frida le aconseja Dulce María organizar una manifestación con los niños de la ciudad perdida para
que Cecilia y su papá se casen. Estefanía le pregunta a Cecilia la razón por la que va a renunciar. Ella le contesta que a Luciano no le
importó herirla y que además está enamorado de Verónica. Cecilia le asegura a Estefanía que no esperará a ver cómo Verónica consigue
lo que ella no pudo obtener y que no aceptará un noviazgo con Homero para consolarse. Dulce María le pide a "Centavito" que le ayude a
organizar la manifestación y éste se presenta ante la casa de Luciano junto con todos niños de la ciudad perdida, sosteniendo pancartas y
gritando porras exigiendo que Luciano se case con Cecilia. Molesto, Luciano les ordena callar, pero Dulce María le pide que los invite a
merendar. Platicando en su cuarto con Luciano, Dulce María le pregunta quién le gusta más: si Verónica o Cecilia. Él le contesta que no
hay obligación de elegir y le pide no comentarle a nadie acerca de la manifestación para no hacer sentir mal a Cecilia. Homero se despide
de Cecilia a través de una carta que desliza por debajo de la puerta de Clarisa, asegurándole que se irá a trabajar a provincia. Luciano le
pregunta a Verónica si pueden cenar para hablar acerca del matrimonio. Cecilia le pide a Luciano que respete su decisión de renunciar al
empleo. Molesto, Luciano le comenta a Noé que Cecilia renunció seguramente para aceptar un empleo mediocre. Noé le confiesa que
Cecilia se irá a trabajar con él ganando el mismo sueldo. Bárbara y Frida le dicen a Dulce María que hay que darle celos a un hombre
para que le haga caso a una mujer. Dulce María le pide a Estefanía que provoque los celos de Luciano antes de que se case con Verónica.
Luciano le comenta a Fabián que piensa pedirle a Verónica que se case con él. A punto de entrar a la oficina, Verónica escucha la
conversación y llora emocionada. Poniendo en práctica el plan de Dulce María, Estefanía le comenta a Luciano que Cecilia renunció
porque está enamorada de un muchacho. Fingiendo indiferencia, Luciano le asegura que Cecilia siempre será una mujer gris e
insignificante. Durante la cena, Luciano saca a bailar a Verónica y recuerda la noche que bailó con Cecilia, por lo que decide no
proponerle matrimonio a Verónica. Dulce María gana un concurso para escribir una composición a la Madre Superiora con motivo de su
cumpleaños. Envidiosas, Bárbara y Frida cambian el final de la composición durante el recreo. Dulce María lee su texto ante la Madre
Superiora y ésta cae desmayada cuando la niña recita al final que la felicitan por cumplir quinientos años. Luciano se presenta en la
empresa de Noé y le pregunta a Cecilia por qué no fue sincera con él, pudiendo decirle que dejaba el trabajo porque estaba enamorada.

CAPITULO 12 (Episodios 56 a 60)


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El cambio de imagen de Cecilia.
Luciano invita a Cecilia a comer. La Madre Superiora se recupera de su desmayo y Dulce María le asegura que ella no escribió el final de
la composición. Fortunata y Clementina la apoyan diciendo que ellas revisaron el texto y la Madre Superiora les encarga encontrar a las
culpables. Luciano le pide a Cecilia que le diga de quién está enamorada y ella le asegura con firmeza que no hay nadie en su vida. Por la
noche, Bárbara y Frida despiertan a Dulce María para confesarle que ellas cambiaron el final de su composición. Dulce María aboga por
ellas ante Fortunata para que no las acuse. Estefanía le comenta a Cecilia acerca de la trampa que le tendieron a Luciano y que éste no le
pidió a Verónica que se casara con él debido a que se puso celoso al saber que Cecilia tenía otro enamorado. Dulce María logra convencer
a la Madre Superiora de no castigar a Bárbara y Frida. Luciano invita a Verónica a salir y ella declina la invitación. Luciano le confiesa a
Estefanía y Noé que piensa casarse con Cecilia. Verónica le pregunta a Cecilia si Luciano le ha hablado de amor. Ella niega y Verónica le
dice que tiene la seguridad de que le pedirá matrimonio y que siente un gran alivio al saber que Cecilia no lo ama y que Luciano no está
enamorado de ella. Estefanía le informa a la Madre Superiora acerca del deseo de Luciano de casarse con Cecilia y también se lo hace
saber a Dulce María en el cuartito viejo. La niña, al enterarse, llora de la emoción y se dirige a la capilla para agradecerle a Dios. En
confesión, el padre Gabriel le dice a Cecilia que amar en vano no es pecado y que no está cometiendo ninguna falta. Luciano invita a
Cecilia a tomar un café y ésta se lo comenta a Clarisa, asegurándole que será la última vez que salga con él. Una persona del juzgado le
lleva un citatorio a Clarisa para la audiencia de su divorcio. En el café, Luciano le declara su amor a Cecilia y le propone matrimonio.
Recordando las palabras de Verónica, Cecilia rechaza la proposición y sale llorando. Luciano le informa a Estefanía y Noé que Cecilia no
aceptó casarse con él y le pide a Gabriel que le diga lo que hablaron en su confesión. Molesto, Gabriel le contesta que la confesión de una
persona no se le puede decir a nadie. Verónica le dice a Cristóbal que Luciano ya encontró una candidata para casarse, refiriéndose a ella
misma. Estefanía le pregunta a Cecilia por qué rechazó a Luciano si está enamorada de él. En el cuartito viejo, Luciano le informa a Dulce
María que ya no se casará con Cecilia. Llorando, Dulce María le dice a Luciano que quiere que Cecilia sea su mamá. Estefanía le pregunta
a Cecilia si rechazó a Luciano porque sabe que Verónica está enamorada de él. Cecilia no sabe qué contestar. Estefanía le comenta a
Verónica que Luciano le propuso matrimonio a Cecilia y que ella no aceptó. Cecilia acude al colegio y Dulce María le pregunta por qué no
quiso casarse con su papá; ella contesta que los problemas del corazón son difíciles de entender. Dulce María acusa a Cecilia de no
querer casarse con su papá porque no la quiere a ella y sale corriendo. La Madre Superiora le pregunta a Cecilia por qué rechazó la
oportunidad de que Dulce María sea su hija. Llorando, Cecilia le pide que no le pregunte más. Estefanía y Noé le dicen a Luciano que
Cecilia no aceptó su proposición porque sabe que Verónica está enamorada de él. Luciano le asegura a Dulce María que Cecilia se
encuentra confundida y que más adelante quizá cambiará de opinión. Estefanía y Noé descubren a Verónica en una discoteca con Franco.
Luciano se presenta ante Cecilia para disculparse por la actitud de su hija y le dice que quiere que esté segura de lo que él siente por
ella. Luciano se acerca quedando a punto de besarla. Cecilia rechaza a Luciano y éste sale muy molesto. En la discoteca, Franco le pide a
Verónica que sea su novia y ella acepta fingiendo felicidad. Clarisa llama a Noé para informarle que Cecilia ha desaparecido y que dejó
una carta para él, renunciando a su empleo. Cecilia se dirige hacia San Luis Potosí en ferrocarril, desolada y triste. Verónica le confiesa a
Estefanía que aceptó a Franco para dejarle el camino libre a Cecilia. Estefanía le informa a Luciano que Verónica ya tiene novio y él
piensa ilusionado que eso podrá cambiar las cosas con Cecilia. En el cuartito viejo, Dulce María le platica a Angélica acerca de la promesa
que le hizo a Dios para que Cecilia y su papá se casen. Noé le entrega a Luciano la carta que le dejó Cecilia. Estefanía se comunica con
Doña Panchita para preguntarle si Cecilia está con ella. Panchita contesta que no la ha visto. Amalia y Panchita comentan la huida de
Cecilia cuando alguien toca a su puerta. Amalia abre y descubre a Cecilia, quien llorando se refugia en sus brazos. Cecilia les pide que
nieguen su presencia si vuelven a llamar. Franco le propone matrimonio a Verónica y ella acepta. Dulce María le asegura a Estefanía que
Cecilia se encuentra en Las Imágenes y le pide que vaya a buscarla. Estefanía le dice a Dulce María que Doña Panchita le aseguró que
Cecilia no estaba con ella en Las Imágenes. La niña insiste en que sí se encuentra en ese lugar. Fortunata entra y comenta que Cecilia no
tiene otro lugar a dónde ir. Estefanía le informa a Luciano que viajará a Las Imágenes en busca de Cecilia. Frida y Bárbara le dicen a
Dulce María que su papá jamás se casará con Cecilia. Enojada, la niña toma una manguera y las moja. Franco le dice a Verónica que
tiene que hacer un viaje a Europa y le pide que se casen antes para que lo acompañe. Dulce María le pide a la Madre Superiora que le dé
vacaciones para ir a buscar a Cecilia. Verónica renuncia a su empleo explicándole a Luciano el viaje de Franco a Europa. Luciano la
abraza para felicitarla y ella sale llorando. La Madre Superiora le dice a Dulce María que no puede otorgarle vacaciones debido a que
pronto será el período de exámenes. Clarisa se presenta en el juzgado para la primera audiencia y Franco asegura prepotente al juez que
quiere divorciarse de ella porque nunca le pudo dar un hijo. Estefanía y Esperanza llegan a la pensión de Panchita y Amalia les dice que
Cecilia está ahí. Estefanía le informa a Cecilia que Verónica tiene novio y se va a casar con él. Feliz, Cecilia le agradece que haya ido a
buscarla.

CAPITULO 13 (Episodios 61 a 65)


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Estefanía y noé se reconcilian.
Estefanía le pide a Cecilia que regrese con ella a México. Panchita les aconseja pasar la noche en Las Imágenes. Franco le pregunta a
Verónica por qué está triste; ella lo evade asegurándole que se encuentra bien y que nada la obliga a casarse con él. Al regresar, Cecilia
se presenta ante Verónica pidiéndole que sea sincera con ella y le diga el motivo de haber planeado su boda tan rápido. Verónica le
asegura que Franco tiene que hacer un viaje muy largo y que quiere acompañarlo como su esposa. Dulce María le pregunta a Estefanía si
Cecilia regresó para casarse con su papá; ella le contesta que sólo Cecilia puede responder a eso. Franco llega a ver a Verónica y ésta
finge felicidad ante Cecilia, quien se alegra de verlos enamorados. Franco le dice a Doña Cruz que la felicidad de Verónica es también la
suya y le pide que los acompañe en su viaje a Europa. Clarisa se desahoga con Esperanza comentándole acerca de su divorcio. Cecilia le
dice a Dulce María que, si Luciano se lo pide nuevamente, se casará con él. Luciano le dice a Gabriel que tiene un plan para desquitarse
con Cecilia por haberlo rechazado anteriormente, asegurándole a él y a Estefanía que esperará a que ella lo llame para comenzar su
venganza. Luciano le asegura a Estefanía y a Gabriel que su amor por Cecilia es inalterable, pero que le dará un escarmiento por haberlo
rechazado. Estefanía advierte a Cecilia acerca de la venganza que planea tomar Luciano y le aconseja portarse indiferente ante él. Cecilia
se presenta ante Luciano y ambos fingen indiferencia. Ella le comenta que sólo fue para visitar a Verónica y pedirle permiso para ir a
pasear con Dulce María, asegurándole que no se escapó y que sólo fue a Las Imágenes para visitar a sus amistades. En el colegio, la
Madre Superiora también concede el permiso y Cecilia sale con Dulce María en compañía de Fortunata. Luciano llega a su casa de muy
mal humor, diciéndoles a Estefanía y Gabriel que si Cecilia no se lo pide, no se casará con ella. Dulce María le asegura a Pascual que
todos desean que él sea el padrino en la boda de su papá. Luciano invita a Cecilia a cenar en su casa, aseverándole a todos que sólo lo
hace para que Dulce María esté contenta. Luciano regaña a la niña al enterarse de que le pidió a Pascual que fuera el padrino. Durante la
cena, Dulce María nuevamente le pregunta a Luciano cuándo será la boda. Cecilia se atraganta con la comida y Luciano casi se ahoga con
la bebida. Dulce María insiste en conocer la fecha de la boda. Luciano le dice que eso no es cosa de niños. A solas en la biblioteca y sin
saber que Dulce María los espía, Luciano le confiesa a Cecilia que planeaba llevar a cabo una pequeña venganza en su contra por haberlo
despreciado la vez anterior. Ella le contesta que ya lo sabía y que sólo actuó de la misma forma que él. Ambos ríen. Cecilia acepta
casarse y Dulce María entra en la biblioteca emocionada, preguntándoles si la llevarán a la luna de miel. Verónica admite ante Doña Cruz
que empieza a querer a Franco. Luciano se niega rotundamente a llevar a su hija a la luna de miel y al día siguiente, durante el
desayuno, se comienzan a planear los preparativos de la boda. La ceremonia es oficiada por el padre Gabriel. En el jardín donde se lleva
a cabo el banquete, Cecilia y Luciano inician el baile, recordando que es la misma melodía con la que bailaron la primera vez. Cuando
Cecilia lanza el ramo, lo recibe Clarisa. Silvestre se da cuenta que Luciano olvidó los boletos de avión y le pide a Fortunata que se los
lleve al hotel donde se hospedan, sin saber que Dulce María va escondida en la camioneta. Cecilia le dice a Luciano que ya no podría vivir
sin él y se besan tiernamente en los labios. Fortunata llega al hotel y Dulce María baja de la camioneta sin ser vista. La novicia deja los
boletos en la recepción para no importunar a los novios y se retira. Noé y Estefanía descubren que Dulce María no está en su habitación.
Silvestre les dice que la niña le estuvo haciendo preguntas acerca de la luna de miel y sospechan que fue en busca de los novios. En el
hotel, Dulce María pregunta cuál es la habitación de Luciano y el empleado le da un número equivocado. La niña llega a la habitación 327
y se encuentra ante Victoria, una mujer joven que padece de sus facultades mentales debido a que perdió a su hija hace un año. Al ver a
Dulce María, Victoria la confunde con Lucecita, su hija muerta, ya que tiene un gran parecido con ella. Estefanía y Noé llegan al hotel
preguntando por la habitación de Luciano y el empleado les dice que una niña también fue a buscarlo. Estefanía y Noé le informan a
Luciano que su hija desapareció y él, furioso, contesta que la consienten demasiado. A la habitación de Victoria llega su esposo Gerardo y
le pregunta a Dulce María su nombre. La niña responde que se llama Lucecita para después aclararle que le da pena sacar de su
confusión a su esposa. Gerardo le pide que se quede hasta que Victoria se duerma. En la recepción, el empleado les informa a todos que
le dio un número de cuarto equivocado a la niña. Exaltado, Luciano se dirige a la habitación 327. Al tocar a la puerta y abrir Gerardo,
Luciano exige que Dulce María salga para imponerle un castigo. Gerardo le relata lo sucedido y le dice que en vez de una hija tiene un
ángel, para después permitirles la entrada con el fin de que saquen a la niña en brazos. Contento, Luciano le asegura a Cecilia que la
niña no arruinó su noche de bodas. Victoria despierta y le dice a Gerardo que tuvo un hermoso sueño. Dulce María come en el hotel con
Luciano y Cecilia, ya que su avión sale en la tarde. La niña le pregunta a Cecilia cuándo va a tener un hermanito. Ésta le asegura que,
cuando venga en camino, ella será la primera en saberlo. En la luna de miel, Luciano le asegura a Cecilia que ella ha logrado que vuelva
a creer en el amor. Dulce María regala los cachorritos de "Chiripa", haciéndoles prometer a sus nuevos dueños que los cuidarán bien.
Envidiosas de que Dulce María ya no va a dormir en el colegio, Bárbara y Frida le aconsejan pintar una sábana para darle la bienvenida a
su papá. Feliz con la idea, la niña llega a su casa y pinta un corazón atravesado por una flecha con pintura roja. Luciano y Cecilia entran
en la recámara y, al destender la cama, descubren atónitos el corazón pintado en una sábana.

CAPITULO 14 (Episodios 66 a 70)


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Lunes 18 de septiembre Como castigo por pintar la sábana, Luciano decide regresar a Dulce María al colegio nuevamente como
interna. Bárbara y Frida le aseguran a Dulce María que su papá y Cecilia no desean que esté con ellos. Resentida, Dulce María se sube en
la camioneta que reparte la papelería con la intención de buscar a Victoria, pero al llegar al hotel el encargado le informa que ella ya no
se encuentra ahí. Gerardo tiene que ausentarse debido a un viaje de negocios y se despide de Victoria. El encargado del hotel lleva a
Dulce María a la casa de la familia Montesinos. Tras contarle que su papá la echó de la casa porque lo estorbaba en su nuevo matrimonio,
la niña le pide a Victoria que le permita vivir con ella. En un destello de cordura, Victoria acepta, siempre y cuando le avise a su papá que
se encuentra en casa de una amiga. Dulce María llama a Estefanía diciéndole que se fue para no ser un estorbo y que le dejó una carta a
su papá en el colegio. Estefanía lee en voz alta la carta que dejó Dulce María y Luciano, desesperado, se pregunta dónde podrá estar su
hija. Tras hablar con Angélica, Dulce María le pide a Victoria que la regrese a su casa. Obsesiva, Victoria le dice que deje de pensar en su
papá y que piense únicamente en ella. Martes 19 de septiembre Silvestre sugiere averiguar si Dulce María no fue con el matrimonio
que conoció en el hotel del aeropuerto. Luciano se dirige al hotel y el botones le dice que la familia Montesinos ya desocupó la habitación,
pero que él puede conseguirle su nueva dirección. Mientras Dulce María se baña, Luciano llega a la casa de Victoria y le pregunta si su
hija se encuentra ahí. Victoria le contesta que no ha visto a la niña desde el incidente del hotel. Por la noche, un ladrón entra en la casa
de la familia Montesinos y, al tratar de defender a Dulce María, Victoria recibe un balazo. Cecilia, Estefanía, Luciano y Noé llegan a la casa
de Victoria y la niña trata de explicarles lo que pasó. Noé sugiere llamar una ambulancia. Tras ser operada por Andrés, Victoria recobra el
conocimiento y la cordura, y le pide a Luciano que la perdone por tratar de robarse a su hija. Al llegar a su casa, Luciano le aconseja a
Dulce María no volver a caer en las bromas de sus compañeras. Luego de informarle que Victoria se encuentra mejor, Luciano le pide a
Cecilia seguir su ejemplo, ya que se encuentra embarazada. Nicole llega a México y le comenta a Aída que, en cuanto Luciano se entere
de su regreso, le propondrá matrimonio de inmediato. Miércoles 20 de septiembre Luego de jugarle una broma a Bárbara y Frida,
Dulce María sale a cenar a un restaurante con Cecilia, Estefanía, Luciano y Noé. Al regresar, Silvestre le informa a Luciano que Nicole lo
llamó. Nervioso, Luciano comenta el hecho a Estefanía y Noé. Estefanía le aconseja llamar a Nicole para decirle que ahora es un hombre
felizmente casado. Luciano no se atreve a informarle a Nicole acerca de su matrimonio y queda en ir a verla al día siguiente. Estefanía se
presenta ante Nicole asegurándole que Luciano la envió en su representación para decirle que está casado con Cecilia y que es muy feliz.
Indignada, Nicole le contesta que seguramente se casó para darle una mamá a Dulce María y tener una empleada doméstica. Estefanía le
informa a Luciano que Nicole aún no se resigna a perderlo y Noé le aconseja sincerarse con Cecilia para evitar problemas posteriores.
Luciano replica que Cecilia es muy celosa y que no le dirá nada para evitarle sufrimientos. Cecilia le comenta a la Madre Superiora que
Luciano ha cambiado mucho y no se explica la razón. Aída se presenta ante Luciano, diciéndole que Nicole se ha resignado a perderlo y
que como un último favor le pide que se presente ante ella, ya que está pasando por un mal momento. Jueves 21 de septiembre Aída
informa a Nicole que logró convencer a Luciano para que la visite con el pretexto de firmar los papeles del condominio que compraron.
Nicole se presenta ante Cecilia, diciéndole que Luciano la engaña con ella y que irá a verla ese mismo día, para luego entregarle una
tarjeta con su dirección. Al llegar a casa de Nicole, Luciano le asegura que está enamorado de Cecilia y que si no tiene los papeles se los
mande con Aída. Luciano está a punto de salir cuando Cecilia llega y se impacta al verlo. Cecilia sale corriendo y, tras fracasar en su
intento por alcanzarla, Luciano le dice a Nicole que si tiene algún problema con Cecilia por su culpa, no descansará hasta vengarse.
Silvestre le comenta a Luciano que Nicole fue en la mañana para hablar con Cecilia. Desubicada, Cecilia entra en un café, donde un tipo
llamado Calixto pretende abordarla. Olegario trata de defenderla y se arma un alboroto. Mientras, Luciano sale a buscarla. Después de un
rato, el jefe de la policía deja en libertad a Cecilia. Luciano regresa a su casa y suena el teléfono; él contesta pensando que es Cecilia y le
pide que regrese. Al otro lado de la línea, Nicole cuelga y ríe a carcajadas diciéndole a Aída que su plan funcionó, pues Cecilia no regresó
a su casa. Viernes 22 de septiembre Cecilia entra a hurtadillas en el colegio con la ayuda de un taxista y llega hasta la habitación de
Pascual, a quien le pide que la deje quedarse ahí debido a que no piensa regresar a su casa. Nicole se presenta en la oficina de Luciano
diciéndole que ella puede brindarle mucho más de lo que Cecilia le da. Luciano llama a Gloria para pedirle que saque a Nicole y ella
obedece. Aconsejada por Angélica, Dulce María se presenta en la habitación de Pascual y le pregunta si no ha visto a Cecilia. Fortunata
llega y comenta que en el arreglo del cuarto hay una mano femenina. Esperanzada, la niña pregunta si Cecilia se encuentra ahí, pero
Pascual lo niega. Preocupada por los dolores de cabeza de Nicole, Aída le pide que regrese a Rochester con Oliver. Luego de servirle
doble ración de cena a Pascual, Fortunata se presenta en su cuarto y descubre a Cecilia, quien les comenta que Luciano la engaña con
Nicole. Pascual trata de hacerla entrar en razón cuando llega la Madre Superiora. A solas en su oficina, la Madre Superiora le dice a
Cecilia que cayó en una trampa tendida por Nicole y, en secreto, le pide a Fortunata que llame a Luciano. Con terquedad, Cecilia le
asegura a la Madre Superiora que piensa dejar en libertad a Luciano para que pueda ser feliz con Nicole.
CAPITULO 15 (Episodios 71 a 75)
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Lunes 25 de septiembre Dulce María le pide a Luciano que la lleve con él al colegio para ver a Cecilia, pero éste se niega. La niña sale
a la calle con la intención de alcanzar a su papá en el colegio, pero una borrachita le quita su bolsita y la empuja contra el suelo,
dejándola inconsciente. Al darse cuenta de la desaparición de Dulce María, Noé sale a buscarla y regresa con la niña desmayada. En el
colegio Luciano se excusa con Cecilia, pero ésta no quiere reconocer que Nicole le tendió una trampa. El Dr. Andrés Urquiza le dice a Noé
que la niña tiene una conmoción cerebral y que deben trasladarla a la clínica. Estefanía se comunica con Luciano y le informa la situación.
Oliver llama a Nicole diciéndole que debe regresar a Rochester, ya que tiene un tumor en la cabeza y su vida corre peligro. Aída trata de
consolarla y le aconseja pedirle perdón a Luciano. Tras ser informada por Silvestre del accidente de la niña, Nicole se presenta ante
Cecilia en la clínica y le confiesa haber hecho todo lo posible por separarla de Luciano. En la sala de espera, Luciano le comunica a Cecilia
que Dulce María finalmente reaccionó. Cecilia se recarga en su pecho y, llorando, le dice que la pesadilla ya terminó para ellos y que
volverán a estar juntos para toda la vida. Martes 26 de septiembre Frida le dice a Dulce María que en la zona en la que vive hay una
casa encantada y que le gustaría entrar en ella para buscar un tesoro. Dulce María se encuentra a "Centavito", quien la lleva ante la casa
encantada y deciden regresar el domingo para buscar el tesoro. Al llegar el domingo, Dulce María, "Centavito" y "Chiripa" entran en la
casa encantada y descubren a un bebé dormido en una caja, mientras Nazaria y Pancho se encuentran en una farmacia comprando un
bote de leche para su hijo. Dulce María decide llevarse al bebé pensando que está abandonado. Nazaria y Pancho llegan a la casa y, al
descubrir que el bebé no está, denuncian su desaparición. Un vendedor de paletas llamado Abel declara ante el agente Elizondo haber
visto a los niños salir de la casa con un bebé en brazos. Elizondo se presenta en la casa de la familia Larios preguntando por Panchito,
pero Luciano le asegura que no han visto a ningún bebé. Dulce María escucha la conversación en las escaleras sin ser vista y sube a su
cuarto, donde esconde al bebé en su clóset. Al bajar, pregunta si pueden meter a la cárcel a la persona que se robó al bebé. Luciano
observa la inquietud de la niña y le pregunta por qué está tan interesada en el asunto. Miércoles 27 de septiembre Elizondo le ordena
a Ornelas encontrar a "Centavito" basándose en los retratos hablados de los niños. El bebé comienza a llorar de pronto y Dulce María, sin
poder consolarlo, lo deja en la cornisa de su ventana y se acuesta. Luciano y Silvestre entran en la recámara de Dulce María y se
tranquilizan al verla dormir. El bebé deja de llorar y la niña nuevamente lo mete en su recámara. En la delegación, "Centavito" es
interrogado y finalmente confiesa. Elizondo y Ornelas se presentan en la casa de Luciano y, al entrar en el cuarto de la niña, descubren al
bebé en el clóset. Dulce María acepta haberse llevado al bebé. Elizondo detiene a Luciano y lo lleva a la delegación por encubrimiento.
Durante el recreo, Bárbara y Frida se burlan de Dulce María diciéndole que su papá está preso por que es un pistolero. Elizondo le
comunica a Luciano que nadie hizo cargos en su contra y queda en libertad. Con la idea de faltarle al respeto para que la detenga y deje
en libertad a Luciano, Dulce María entra en la oficina de Elizondo y le embarra una tartaleta de merengue en la cara. Al día siguiente
Cecilia sufre un mareo y Silvestre le comenta que cuando una mujer joven y casada sufre mareos, puede estar embarazada. Jueves 28
de septiembre Dulce María convence a Luciano para que la perdone prometiéndole no volver a caer en las trampas de sus compañeras.
Dulce María se presenta con Pancho en la oficina de Luciano diciéndole a su papá que le prometió darle un buen empleo y un lugar dónde
vivir. Ante los constantes mareos que sufre Cecilia, Estefanía le propone ir con el ginecólogo para averiguar si está embarazada. Al bajar
las escaleras Estefanía también experimenta un mareo y Cecilia le dice que probablemente ella también está embarazada. Tras
someterlas a una revisión, el Dr. José Velasco les informa a Cecilia y a Estefanía que ambas tienen dos meses de embarazo. Cecilia se
presenta en el colegio un poco antes de la salida para cumplir la promesa de informarle a Dulce María antes que a nadie de que tendrá
un hermanito y la niña le pregunta si puede llamarle "mamá". Noé le comenta a Luciano el embarazo de Estefanía y le asegura que
Cecilia le jugará una broma diciéndole que está embarazada para luego reírse en su cara cuando esté contento. Por la noche Cecilia le da
la noticia a Luciano y éste, pensando que es una broma, le dice que debió ser más inteligente para no embarazarse y que el bebé sólo
traerá complicaciones. Viernes 29 de septiembre Cecilia sale de la habitación llorando y Luciano echa a reír. Noé comenta con
Estefanía y Gabriel la broma que le hizo a Luciano. Cecilia entra en la habitación de Dulce María diciéndole que su papá no quiere al bebé.
Atónita, la niña le pregunta la razón a Luciano y éste le contesta que no hay bebé, pues se trata de una broma. Estefanía, Noé y Gabriel
llegan a la casa de Luciano para confesarle que Noé le jugó una broma de mal gusto. Luciano se disculpa con Cecilia y logra contentarla.
Bárbara y Frida convencen a Lluvia, Alfonsina y Dulce María de que la Madre Superiora tendrá un hijo. Dulce María se presenta en la
dirección para felicitar a la Madre Superiora por el bebé que va a tener y ésta se desmaya al escucharla. Como castigo, Bárbara y Frida
se quedan sin recreo por una semana. Dionisio se presenta en la oficina de Luciano identificándose como el esposo de Julieta y le pide
que vaya a verla. Luciano se niega por ser un hombre casado, pero queda impactado tras escuchar su historia y acepta visitarla por la
tarde. Dulce María les juega una broma a Bárbara y Frida regalándoles chicles con picante. Luciano llega a casa de Julieta, quien le
informa que está ciega y lo abraza. Conmovido, Luciano contesta el abrazo.

CAPITULO 16 (Episodios 76 a 80)


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Lunes 2 de octubre Luciano le cuenta a Julieta que enviudó y que se ha vuelto a casar. Julieta le confiesa que prefiere morir a quedarse
ciega. Conmovido, Luciano promete ayudarla y se despide dejando unos billetes sobre la mesa. Luciano lleva a Julieta y a Dionisio con el
Dr. Castellanos, quien les asegura que primero debe hacer unos estudios para emitir su diagnóstico. Shula le dice a Dulce María que una
vez sorprendió a su papá escondiéndose en su auto. Dulce María decide hacer lo mismo y se oculta en la parte trasera del coche de
Luciano. Sin darse cuenta de la presencia de su hija, Luciano se dirige a la casa de Julieta para comentarle que una operación puede
devolverle la vista. Desde la calle Dulce María escucha la conversación y regresa a su escondite. Luciano llega a su casa y Cecilia le
informa que no encuentran a Dulce María por ningún lado. La niña llega poco después, diciendo que estuvo con "Centavito". Luego de la
operación el Dr. Castellanos da de alta a Julieta diciéndole que aún no debe quitarse el vendaje. Luciano le dice a Dionisio que lo
recomendó para un trabajo y que debe acompañarlo. Aconsejada por Angélica, Dulce María se presenta ante Julieta y le pide que se quite
la venda, pues su corazón le dice que ya está curada. Martes 3 de octubre Julieta se muestra nerviosa e indecisa ante la petición de
Dulce María. Dionisio la llama desde la empresa textil diciéndole que consiguió el empleo. La niña finalmente convence a Julieta y le quita
las vendas. Al principio Julieta no distingue nada, pero poco a poco recobra la vista. Por la noche, Dulce María le confiesa a Luciano que
estuvo con Julieta para después preguntarle por qué no le dijo nada a Cecilia. Luciano le da la razón a su hija y acepta que debe contarle
todo a su esposa. Cecilia llega a la puerta del cuarto de la niña y le pregunta a Luciano qué es lo que tiene que contarle. A solas, Luciano
le relata de su encuentro con Julieta y trata de explicarle por qué la ayudó, pero Cecilia, celosa, le dice que es demasiado tarde para
perdonarlo. Luciano se va a dormir al cuarto de visitas y Dulce María le dice a Cecilia que su papá no la traicionó, pues sólo ayudó a
Julieta para que recuperara la vista. Al saber que Julieta está casada, Cecilia perdona a Luciano. Dulce María pide que le compren un
traje de piel roja e invita a "Centavito" y sus amigos a jugar a la casa, donde toman a Silvestre como un "cara pálida" y juegan a
quemarlo en la hoguera. Luciano llega del trabajo y, al prender la luz, queda impactado ante la escena. Miércoles 4 de octubre
Pensando que en realidad están quemando a Silvestre, Luciano toma una cubeta con agua y la arroja sobre la supuesta víctima. Luciano
cae sobre el piso mojado mientras "Centavito" y sus amigos salen huyendo. Como castigo, Luciano decide internar nuevamente a Dulce
María en el colegio. Clarisa comenta a Cristóbal que firmará el divorcio sin exigirle nada a Fausto, pero él le recomienda no hacerlo. En
clase, Bárbara se burla de Dulce María por tener su cuaderno sucio. Cecilia y Estefanía le comentan a la Madre Superiora que Luciano
perdonará a Dulce María si su cuaderno es el mejor del mes. La niña se dedica a pasar su cuaderno en limpio. Una noche, Bárbara se
levanta para ver el cuaderno de Dulce María e intenta romperlo, pero Fortunata entra en el dormitorio y la sorprende, asegurándole que
si algo le pasa al cuaderno ella será la responsable. Bárbara y Frida hacen un plan para estropear el cuaderno de Dulce María, dejándolo
caer en un barril lleno de agua. Luciano asegura que como el cuaderno de su hija no fue el mejor, espera que el mes siguiente sí lo sea.
Pascual se presenta en la oficina de Luciano diciéndole que no fue para pedirle que perdone a Dulce María, sino para contarle toda la
verdad. Jueves 5 de octubre Pascual le cuenta a Luciano cómo castigó a su hija cuando reprobó un examen y que cuando ésta se
encontraba en su lecho de muerte le confesó que le gustaría ser niña de nuevo, aunque volviera a castigarla. Pascual le asegura que
Dulce María se desveló para terminar el cuaderno y que era el mejor de todos. Luciano va al colegio por su hija y le informa que ya no
estará internada. Para festejar deciden ir al rancho y Luciano se comunica con Agustín, quien le dice que les preparará una buena
barbacoa. La familia Larios llega al rancho; por la noche, Mariana entra en la habitación de Dulce María para contarle que quieren matar
a su borreguito "Pelusa" para hacer barbacoa y le pide que la acompañe a una choza abandonada para esconderlo. Cecilia entra en la
habitación de Dulce María y descubre que no está. Las niñas llegan a la choza y se duermen al lado de "Pelusa". El ruido despierta a
Fidel, quien sonríe al verlas y las cubre con una cobija antes de salir para avisar dónde se encuentran. Mariana despierta a Dulce María
diciéndole que seguramente Fidel estuvo ahí. Caminando por el bosque las niñas encuentran una casa en cuyo sótano Filemón y Rutilo
imprimen dinero falso. Toribio las sorprende y les pregunta amenazante qué es lo hacen ahí. Viernes 6 de octubre Luciano, Noé,
Agustín y Fidel regresan al rancho después de no haber encontrado a las pequeñas en la choza y acuerdan reanudar la búsqueda al
amanecer. Los maleantes deciden eliminar a las niñas ante la oposición de Rutilo y las encierran en un cuarto. Luciano y los otros
hombres llegan a caballo y tocan a la puerta preguntando por las niñas. Amenazado por Filemón, Rutilo niega haberlas visto. Dulce María
quema algunos papeles y grita pidiendo auxilio: al entrar Filemón lo golpea con la pata de una cama y cae desmayado. Después de atarlo
las niñas salen del cuarto cerrándolo con llave. Dulce María sorprende a Toribio y también lo golpea, dejándolo inconsciente. Al abrir la
puerta para escapar, se topan con el comandante de la policía que las estaba buscando. Los policías encuentran los billetes falsos y
detienen también a Rutilo, quien se alegra de ver a las niñas sanas y salvas. Luciano decide regalarle el borrego a Mariana y la hazaña de
Dulce María se vuelve noticia. Estefanía recibe una llamada de Leonardo pidiendo verla. Cuando va a su encuentro éste le exige dinero y
Estefanía se lo da, diciéndole que no desea volver a verlo. Por consejo de Angélica, Dulce María le pide a Luciano que la lleve a la
delegación para ver a Rutilo. Éste les dice llorando que por estar preso acaba de perder lo más importante de su vida, que son sus hijos.

CAPITULO 17 (Episodios 81 a 85)


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Lunes 9 de octubre Luciano promete ayudar a los hijos de Rutilo y se presenta ante los padres de éste, a quienes les propone internar
a Juanita en el colegio y le ofrece trabajo a Fermín. Leonardo le exige más dinero a Estefanía, pues el que le dio lo gastó en Las Vegas.
Luciano lleva a Juanita a su casa y Dulce María la invita a jugar a su recámara. Juanita le comenta que tiene mucha suerte al contar con
tantos juguetes. Dulce María se los regala todos y Juanita escoge una muñeca y un juego de té. Estefanía se enfrenta a Leonardo
diciéndole que no le dará más dinero. Éste la zarandea furioso haciendo que su bolso caiga al suelo con todas sus cosas. Al salir
Estefanía, Leonardo encuentra su llavero debajo de la cama. Leonardo entra en el departamento de Estefanía y Noé mientras asisten a
un concierto. Cuando regresan descubren a Leonardo, quien los amenaza con una pistola para que abran la caja fuerte. Noé aprovecha
un descuido y vence a Leonardo, pero cuando está punto de llamar a la policía éste confiesa ser hermano de Estefanía. Ella acepta el
parentesco y le ruega a Noé no comentar nada. Bárbara llama a Juanita "prieta piojosa" cuando Dulce María la presenta ante sus nuevas
compañeras. Exaltada, Dulce María le jala las orejas a Bárbara creando un gran alboroto en el salón. Martes 10 de octubre Las
religiosas separan a las niñas y Fortunata le ordena a Bárbara disculparse con Juanita. Frida comenta a sus papás que el nombre de la
nueva alumna es Juanita Pérez y que su papá se llama Rutilo. Los Iturbe lo relacionan con el falsificador y se presentan ante la Madre
Superiora para exigirle que la expulse por ser la hija de un maleante. La religiosa les reprocha su actitud asegurándoles que Juanita se
quedará en el colegio. Frida le dice a Juanita que su papá está preso por ser un delincuente. Llorando, Juanita le pide a Dulce María que
le diga la verdad acerca de su papá. Fausto pone a la venta la casa donde vive Clarisa. Dulce María empieza a discutir con Frida en la
clase de costura y ambas son llevadas a la dirección. La discusión continúa frente a la Madre Superiora, quien comienza a sentirse mal y
se desmaya. Dulce María le asegura a Juanita que su papá estará presente en la ceremonia de premiación y le pide a Luciano que haga
un esfuerzo para que así sea. Cristóbal le compra la casa a Fausto con la condición de que le haga creer a Clarisa que puede quedarse a
vivir en ella. El coronel Septién niega el permiso para que Rutilo asista a la ceremonia. Bárbara y Frida les dicen a varias niñas del colegio
que si Rutilo no se presenta sabrán que no está de viaje y así podrán exigir la expulsión de Juanita. Miércoles 11 de octubre Dulce
María se presenta ante el coronel Septién con el fin de obtener el permiso para Rutilo, pero sin éxito. El día de la ceremonia, Dulce María
le confiesa a Juanita que su papá no podrá asistir. Llorando, Juanita le dice que si Rutilo no pudo ir es porque no la quiere o porque está
en la cárcel. Mientras recibe el diploma de manos de la Madre Superiora, Juanita escucha la voz de Rutilo y, emocionada, deja caer el
diploma al suelo. Al aparecer Rutilo, la Madre Superiora le pide que sea él quien le entregue el diploma a Juanita. En la dirección, el
coronel Septién confiesa a la Madre Superiora y a Luciano que Dulce María lo convenció para otorgarle el permiso a Rutilo. Bárbara y
Frida idean un plan para asustar a Dulce María con un esqueleto cuando ésta vaya a buscar un mapa a la bodega. La Madre Superiora
acompaña a Dulce María, quien en el trayecto pide permiso para ir al baño. Cuando la religiosa entra en la bodega, las niñas hacen que el
esqueleto se mueva a través de un hilo y ésta se desmaya. Bárbara y Frida salen corriendo. Dulce María entra en la bodega y le pide a la
Madre Superiora que no se muera. Rato después la religiosa es atendida por el Dr. Ponciano, a quien le asegura que el esqueleto le tocó
el hombro. Fermín se presenta en la casa de Luciano para informarle que Rutilo se está muriendo. Jueves 12 de octubre Luciano se
comunica con Septién, quien le confirma la gravedad de Rutilo. Luciano lleva a Dulce María y a Juanita al hospital, donde Rutilo le
asegura a su hija que nunca había sido tan feliz como el día que le entregó el diploma. A solas, Rutilo le pide a Dulce María que defienda
a Juanita y que nunca le diga que estuvo preso. Dulce María va a salir del cuarto cuando escucha que el Dr. Cervantes le dice a Luciano y
a Septién que sólo el Dr. Fragoso puede salvar a Rutilo, pero que va a salir del país y que cobraría mucho por la operación. En el cuartito
viejo, Angélica le dice a Dulce María que los amigos del Dr. Fragoso le harán una fiesta de despedida y le da la dirección en donde se va a
llevar a cabo. Luciano trata de hallar al Dr. Fragoso sin éxito. Dulce María organiza una colecta en el colegio para la operación de Rutilo y,
en complicidad con Pascual y Fortunata, se dirige a la dirección que le proporcionó Angélica en la camioneta del colegio. Con la ayuda de
Pascual, Dulce María entra sin ser vista en el departamento donde se realiza la fiesta y rasca la mano del Dr. Fragoso, quien se asusta
pensando que es un gato y tira la mesa sobre la que estaba jugando una partida de cartas con sus amigos. La niña le dice al Dr. Fragoso
que tiene el dinero necesario para la operación de Rutilo. Viernes 13 de octubre El Dr. Fragoso llama a Luciano diciéndole que su hija
se encuentra con él. Tras comprobar que Dulce María no está en su habitación, Luciano le pide a Fragoso que lo comunique con la niña, a
quien le ordena no moverse de ahí. Luciano llega furioso al departamento, pero el Dr. Fragoso y sus amigos le hacen comprender que
Dulce María tiene un gran corazón y que, gracias a ella, operará a Rutilo. Tras la operación, Luciano intenta pagarle a Fragoso, pero éste
le muestra las monedas que le dio Dulce María asegurando que sus honorarios jamás habían sido tan bien pagados. Fortunata lleva a
Dulce María y a Juanita al hospital para ver a Rutilo, quien les informa que en un mes se recuperará lo suficiente como para reanudar su
viaje. Toribio le confiesa al coronel Septién que Rutilo colaboró con ellos en contra de su voluntad, ya que Filemón lo amenazó con matar
a sus hijos si no los ayudaba. Cristóbal le informa a Rutilo que, gracias a esta declaración, muy pronto saldrá libre. Lupita llega a la casa
de la familia Larios buscando a Silvestre, que es su tío, y le comenta a Dulce María que necesita encontrar un trabajo para mantenerse.
La niña la contrata como nana y la aloja en el cuarto de servicio. Al llegar Silvestre, Lupita se abraza a él llorando pidiéndole que no la
desampare, ya que su mamá murió y no tiene otro pariente.

CAPITULO 18 (Episodios 86 a 90)


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Lunes 16 de octubre Luciano se pone furioso al enterarse que Dulce María contrató a Lupita. La familia Larios organiza una cena para
darle la bienvenida a Rogelio, un sobrino de Noé que vivirá con ellos durante una temporada. Al conocerse, Lupita y Rogelio sienten una
atracción mutua. Lupita acompaña a Dulce María para tomar el camión escolar cuando Rogelio se acerca y le pregunta si tiene novio,
asegurándole que es normal que las muchachas bonitas lo tengan. Luciano los observa y, preocupado, le comenta más tarde a Noé el
interés que parecen tener ambos jóvenes. Noé le informa de ello a Rogelio y éste le dice que únicamente siente simpatía por Lupita y que
no la escogería como novia, pues apenas la conoce. Noé le pregunta si es por eso o porque es una muchacha humilde. Rogelio le
contesta que, para evitar problemas, no volverá a hablar con ella. Lupita acompaña a Dulce María a la papelería y es abordada por Alexis,
un vago del barrio, quien le dice piropos desagradables. Al día siguiente la muchacha sale para hacer un mandado y Alexis intenta
besarla a la fuerza. Una anciana escucha los gritos de Lupita y acude en su ayuda, golpeando a Alexis con su paraguas. Lupita llega
llorando a la casa y relata lo sucedido. Indignado, Rogelio le pide que le diga quién fue la persona que la maltrató para ir a romperle la
cara. Martes 17 de octubre Luciano les asegura a todos que el asunto de Lupita ya está en manos de la policía. Rogelio le pide a Dulce
María que lo ayude a encontrar a Alexis. Dulce María le comenta a Juanita que Rogelio pasará a recogerla al colegio para que lo ayude a
vengar a Lupita. Juanita le comenta a Fortunata los planes que tienen Dulce María y Rogelio. La novicia lleva a la niña a la dirección y le
informa lo ocurrido a la Madre Superiora, quien a su vez llama a Cecilia para comunicárselo. Al enterarse, Noé y Luciano se dirigen al
billar. Al pasar por una cancha de fútbol Dulce María ve a "Centavito" con su pandilla y les pide que los ayuden. Rogelio y Dulce María
entran en el billar y la niña le señala a Alexis. Rogelio lo reta a pelear y lo vence. Alexis les dice a sus amigos que Rogelio peleó sucio y
que lo ataquen. En ese momento llegan la pandilla de "Centavito", Luciano y Noé, y la pelea se arma en grande. El dueño del billar llama
a la policía y los adultos son detenidos. Por la noche Luciano llega a su casa, asegurándole a Lupita que ya nadie volverá a molestarla y
que Rogelio se encuentra bien. Dulce María baja al departamento de Estefanía y Noé, donde Esperanza le informa a Rogelio que le llama
la señorita Gilda Esparza. Molesta, Dulce María le pregunta quién es esa señorita que "espanta". Miércoles 18 de octubre Rogelio
contesta la llamada de Gilda y queda de verse con ella al día siguiente. Lupita le agradece a Rogelio que la haya defendido, asegurándole
que es muy poca cosa junto a él. En una cafetería Rogelio le platica a Gilda el altercado del billar y ésta le dice que no tenía motivo para
salir en defensa de una sirvienta. Lupita va caminando por la acera de enfrente y, al verlos tomados de la mano, se aleja llorando; al
llegar a la casa le comenta a Dulce María lo que vio. Noé felicita a Rogelio por su desempeño en la constructora y le pregunta si está
interesado en Gilda. El muchacho asiente y Noé le aconseja no visitar la casa de Luciano, ya que Lupita se ha hecho ilusiones con él. El
fin de semana Gilda y Rogelio van a Cocoyoc con un grupo de amigos, pero el muchacho no puede borrar de su mente la imagen de
Lupita. Angélica le da a Dulce María el teléfono del hotel donde se hospeda Gilda y la niña la cita en la cafetería de la placita. Cecilia,
Estefanía, Luciano y Noé salen para ir a su cita mensual con el doctor y Dulce María baja dejando la cámara de video sobre un mueble sin
darse cuenta que está encendida. Tras decirle a Lupita que estará en su cuarto haciendo la tarea, la niña sale para reunirse con Gilda, a
quien le comenta que Lupita está enamorada de Rogelio y que sufrió mucho al verlo con ella . Jueves 19 de octubre Indignada, Gilda
sale de la cafetería dejando unos billetes sobre la mesa y se dirige hacia el edificio donde vive Luciano. Tras preguntarle a Regino dónde
vive la familia Larios, Gina va hacia los elevadores furiosa. "Centavito" pasa frente a la cafetería acompañado de "Solovino". Al ver a
Dulce María entra a saludarla y ambos deciden ir a su casa para presentar al perrito con "Chiripa". Gilda entra en el departamento y
comienza a insultar a Lupita. Después de zarandearla, le asegura que Rogelio sólo le tiene lástima y que quiere divertirse con ella. Dulce
María le pide a Luciano que revise la cámara de video, ya que no graba. Él recorre el casete y observa la escena entre Lupita y Gilda.
Luciano se lo comenta a Noé y éste a su vez le dice a Estefanía que deben informarle a Rogelio la clase de mujer que es Gilda. Estefanía
se niega, argumentando que el muchacho está enamorado de ella. En una discoteca, Gilda trata de presionar a Rogelio para que se
casen, pero él le asegura que no es el momento apropiado. Aconsejada por Fortunata, Dulce María le presta el videocasete a Rogelio,
quien se sorprende al escuchar las cosas que su prometida le dijo a Lupita. Indignado, Rogelio se presenta en el hotel donde se hospeda
Gilda y, tras reclamarle el hecho de que insultara a Lupita, rompe su compromiso con ella. Viernes 20 de octubre Rogelio le pide
disculpas a Lupita por la forma tan grosera en que la trató Gilda, informándole además que terminó con ella. Cecilia, Estefanía, Luciano y
Noé salen a festejar el aniversario de boda. Leonardo entra en el departamento de Estefanía y abre la caja fuerte que está en la
recámara principal. Rogelio lo descubre y Leonardo le dispara con una pistola para después salir huyendo. Mal herido, Rogelio llama a
Dulce María para pedir ayuda. La niña y Lupita se dirigen al departamento de Estefanía y encuentran a Rogelio sin sentido. Varias
patrullas persiguen el auto donde escapa Leonardo y su cómplice. Al llegar a un parque, Leonardo no puede controlar el auto y se estrella
contra un árbol. Cecilia, Estefanía, Luciano y Noé regresan al edificio y Regino les comunica lo sucedido. En el hospital el Doctor
Villaseñor informa que Rogelio resistió la operación y que se salvó gracias a la sangre que donó Lupita. En la delegación, Elizondo les
informa a Estefanía y Noé que Leonardo murió. El representante de la Sra. Rivera le dice a la Madre Superioras que el contrato de
arrendamiento no será renovado y que tendrán que desalojar el colegio para el próximo fin de mes. Lupita y Dulce María visitan a Rogelio
en el hospital y la muchacha le obsequia un ramo de gardenias. Gilda entra con un ramo de rosas para Rogelio y lo besa en la boca.

CAPITULO 19 (Episodios 91 a 95)


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Lunes 23 de octubre Sintiéndose humillada ante la presencia de Gilda, Lupita sale corriendo. Dulce María va tras ella. Al quedarse
solos, Rogelio le recalca a Gilda que ya no desea casarse con ella. El Lic. Aguirre le sugiere a la Madre Superiora concertar una cita con la
señora Altagracia Rivera, pero duda mucho que ella se retracte de su decisión. Rogelio es dado de alta y Noé le pregunta si únicamente
siente cariño por Lupita. Éste le contesta que puede ser amor. Tras estudiar los documentos que dejó el Lic. Aguirre, Cristóbal le dice a la
Madre Superiora que las cláusulas son irrevocables y que tendrán que desalojar el colegio al día siguiente. La Madre Superiora se
presenta ante Altagracia, quien le informa que la venta del predio del colegio a unos ejecutivos agropecuarios ya es un hecho, pero que
puede deshacer el trato si ella se lo compra en tres millones de dólares. Desilusionada, la religiosa le dice que no cuenta con esa cantidad
y se retira. Aconsejada por Angélica, Dulce María le dice a Pascual que le pida trabajo a la dueña del colegio. Altagracia visita las
instalaciones del colegio en compañía de Aguirre. Rogelio se dirige a la casa de Luciano y, al abrirle la puerta Lupita, la abraza
enamorado. Al reconocer a Altagracia, Pascual la llama por su nombre y ésta se desmaya en los brazos de Aguirre. Martes 24 de
octubre Altagracia es trasladada a su casa en una ambulancia particular. Rogelio se queda de ver con Lupita a escondidas y le dice que
no ha dejado de pensar en ella. Al recuperar el sentido, Altagracia le pide a Aguirre ver de inmediato a Pascual. Éste le confiesa a Dulce
María y Fortunata que él y Altagracia fueron novios cuando eran jóvenes y que cultivó rosas blancas para regalarle un ramo el día que
cumplió 15 años. Sin embargo, al entregárselo y besarla tiernamente, Altagracia se dio cuenta que su mamá los observaba y salió
corriendo asustada, dejando caer el ramo en el suelo. Rogelio le asegura a Noé que, aún cuando todos se opongan, él se casará con
Lupita. Pascual se presenta ante Altagracia y ambos recuerdan los años en que fueron novios. Pascual le comenta que él también se
casó, que es viudo y que gracias a Dulce María llegó a ser el jardinero del colegio. Dulce María le dice a la Madre Superiora que si se
cambian de colegio la lleve con ella, con la condición de que también haya un cuartito viejo. Pascual va a la casa de Luciano y le dice que
Altagracia desea platicar con su hija. Dulce María se entrevista con Altagracia en la biblioteca de su casa, diciéndole que Pascual le contó
que no se casaron porque ella era rica y él pobre, pero que siempre la consideró el amor de su vida. Miércoles 25 de octubre
Altagracia llora conmovida y le regala una cajita de música a Dulce María, para después despedirla con un beso. Rogelio le asegura a Noé
que está enamorado de Lupita y que se casará con ella aunque tenga que romper la relación con sus padres. Luciano llama a Lupita y le
pregunta si está enamorada de Rogelio. Ella afirma con la cabeza, pero asegura que no se casará con él porque no quiere causarle daño.
Fidelio le lleva una taza de té a Altagracia y la encuentra desmayada en el suelo. Rogelio le dice a Lupita que le dolería mucho romper
con sus padres, pero que lo hará si es necesario para realizar su amor con ella. Cecilia y Luciano le dicen que podrán contar con ellos y
que les brindarán todo su apoyo. Rogelio le pide a Silvestre la mano de Lupita, asegurándole que la amará y honrará toda la vida.
Emocionado, Silvestre se la concede. El Dr. Lagos le sugiere a Altagracia internarse en un hospital, pero ella le contesta que desea pasar
lo que le resta de vida en su casa y le pide al Lic. Aguirre cambiar su testamento. Carmina le informa a Gilda que Rogelio saldrá esa
noche con Lupita para festejar su noviazgo. Gilda, Carmina, Hans y Jordi acuden al mismo restaurante en el que Rogelio y Lupita
celebrarán su compromiso. Gilda se dirige hacia su mesa, insulta a Lupita y le arroja una copa de agua en el rostro . Jueves 26 de
octubre Rogelio le pide a Gilda que se retire o de lo contrario olvidará que es un caballero y le dice a Lupita que con su amor superarán
todos esos inconvenientes. Rogelio saca a bailar a Lupita y Gilda hace que ésta se tropiece, rompiéndole además su vestido. Lupita sale
del restaurante humillada y Gilda asegura que hará de su vida un infierno. A petición de Altagracia, Dulce María le entrega una carta a
Pascual, quien queda impactado al leerla y sale apresurado para mostrarle a la Madre Superiora la cesión de los derechos del colegio que
Altagracia hizo a nombre de él. La religiosa le pregunta si venderá el terreno y Pascual contesta que nunca lo hará, por lo que ésta se
ofrece a pagarle la renta que le daba anteriormente a Altagracia. Pascual acepta con la condición de que le permita plantar rosales
blancos. Minerva y Salomón se presentan en la casa de Estefanía para impedir el matrimonio de su hijo Rogelio con Lupita. Pascual va a
la casa de Altagracia para agradecerle que le heredara el predio del colegio. Ella, fingiéndose agria, le pide que se retire argumentando
que está muy cansada. La Madre Superiora organiza un festival para celebrar que ya no tendrán que desalojar el colegio. Aprovechando
que Lupita está sola, Minerva se presenta ante ella y le dice que viajó hasta México para rescatar a Rogelio de sus garras. Viernes 27
de octubre Minerva le asegura a Lupita que no es digna de su hijo y que espera que lo deje para siempre. Mientras todos festejan en el
colegio, Lupita termina de empacar sus cosas y deja una carta para Rogelio en un lugar visible. Dulce María descubre la carta y se la
entrega a Rogelio quien, tras leerla y enterarse que Minerva visitó a Lupita, se dirige dolido hacia el hotel donde se hospedan sus padres.
Minerva acepta haber hablado con Lupita y Salomón le recalca que si se casa con ella perderá a su familia. Cansada, Lupita llega a la
casa donde trabaja Porfiria y le pide asilo. Rogelio le asegura a Estefanía y Noé que encontrará a Lupita y que ellos juntos podrán contra
el mundo entero. Lupita le pregunta a Porfiria si cree que su patrona pueda darle trabajo, mientras Rogelio la busca por toda la ciudad.
Porfiria habla con Altagracia acerca de Lupita y ésta manda llamar a la muchacha, quien le cuenta su historia dejándola sorprendida.
Cayendo en otra trampa de Bárbara y Frida, Dulce María le pone una mascarilla de lodo a la Madre Superiora mientras toma una siesta
para quitarle las arrugas. Pascual le lleva un ramo de rosas blancas a Altagracia y ésta le pide a Lupita que las ponga en un florero con
agua. Dulce María acepta haber sido ella la que le puso la mascarilla a la Madre Superiora y ésta la expulsa del colegio.

CAPITULO 20 (Episodios 96 a 100)


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Lunes 30 de octubre Luciano se presenta ante la Madre Superiora sin poder creer que Dulce María le puso lodso en la cara. La niña
acepta haberlo hecho, diciendo que Bárbara y Frida le mostraron un recorte de periódico donde podía leerse que el lodo es bueno para el
rostro. La Madre Superiora retira la expulsión de Dulce María, pero la castiga junto con Bárbara y Frida dejándolas una semana sin
recreo. Por consejo de Angélica, Dulce María averigua el paradero de Lupita con Pascual y se lo comunica a Rogelio, quien pasa por ellos
a la hora de la salida. Los tres se presentan ante Altagracia y Rogelio le asegura que lo único que quiere es pedirle matrimonio a la
muchacha. Al llegar y ver a Rogelio, Lupita se desmaya. Tras recobrar el sentido, Lupita le dice a Rogelio que deben separase por su
bien, pero éste le contesta que su amor es lo único que le importa. Altagracia invita a todos a cenar y toma a Lupita como dama de
compañía. Salomón les dice a Estefanía y a Noé que tiene serios problemas económicos, pues una acreedora le exige liquidar su adeudo
cuanto antes. Tras presentarse ante Altagracia y ver a Lupita bajo su protección, Salomón le dice a Rogelio que tiene su aprobación para
casarse con ella. Cecilia le confiesa a Estefanía que no se ha sentido bien últimamente y que tiene miedo de perder al bebé. Martes 31
de octubre Rogelio le informa a Lupita que su papá ya aceptó que se casen y que la boda será en 15 días. Tras practicarle un
ultrasonido a Cecilia, el Dr. Velasco le informa a Estefanía que ella tiene placenta previa y anemia, por lo que puede perder al bebé. Dulce
María escucha cuando Luciano, refiriéndose a una finca, le dice a Cecilia que quiere ponerle "Los Patitos" en la cama. Furiosa, Gilda le
jura a Minerva que nunca le perdonará el haber aceptado a Lupita. Dulce María discute lo que escuchó con Fortunata y, pensando que es
un antojo de Cecilia, ambas acuden ante Pascual para que compre los patitos. Gilda se presenta en la casa de Luciano exigiendo ver a
Lupita, pero "Chiripa" se le hecha encima y le rompe la falda. Con una imagen más refinada, Lupita se presenta junto con Rogelio en un
restaurante para cenar con Minerva y Salomón, con el fin de formalizar la boda. Tras recibir una caja llena de patitos de manos de
Pascual, Dulce María los coloca en la cama de Luciano y Cecilia, quienes al llegar los descubren sorprendidos. Indignado, Luciano ordena
a Silvestre sacar a todos los patos de su cuarto. Dulce María le dice a Luciano que escuchó cuando le dijo a su esposa que le pondría "Los
Patitos" en la cama si tuviera el dinero para comprarlos y que ella, ayudada por Pascual, le cumplió el antojo a Cecilia. Miércoles 1 de
noviembre Al día siguiente Luciano le hace ver su error a Dulce María, diciéndole que "Los Patitos" es una finca con playa. Estefanía le
informa a Luciano que Cecilia puede perder al bebé y éste, desesperado, acude con el Dr. Velasco, quien le dice que su esposa necesita
mucho reposo y una alimentación estricta. Pascual pide permiso a la Madre Superiora para que un patito se quede en el colegio como
mascota de las niñas. Bárbara y Frida se roban al patito y lo colocan en una cornisa. Dulce María trata de bajarlo, pero el patito cae al
suelo y parece muerto. Todas las niñas de primer grado asisten al entierro del patito, pero Fortunata advierte que la caja donde se
encuentra se mueve y, al abrirla, sale el patito vivo, pues únicamente se había desmayado. Dulce María feliz grita que se trata de un
milagro. Luciano le reprocha suavemente a Cecilia el hecho de que no le informara que se siente un poco débil. Todos se reúnen en la
parroquia para celebrar la boda de Lupita y Rogelio. Al término de ésta, la pareja y los invitados acuden a la casa de Altagracia, donde se
lleva a cabo la ceremonia por el civil y la recepción. Septién le informa a Rutilo que muy pronto quedará en libertad. Ya en la casa de la
familia Larios, Dulce María descubre a Cecilia sin sentido en la biblioteca y Luciano trata de hacerla reaccionar. . Jueves 2 de
noviembre Tras examinar a Cecilia, el Dr. Velasco le dice a Luciano que el bebé no nacerá. Dulce María lo escucha sin ser vista, y de
espaldas a Cecilia, reza pidiéndole a Dios que su hermanito nazca. Cecilia la escucha y le pide contarle todo lo que oyó. Al saberlo, Cecilia
se baja de la cama gritando angustiada y, antes de volver a desmayarse, le reclama a Luciano que le hubiera ocultado la verdad. El Dr.
Velasco la traslada a la clínica. En sueños, Angélica le dice a Dulce María que ella dejó una medallita a la Virgen de la Luz agradeciéndole
un milagro y le pide que se la lleve a su papá. Acompañada por Fortunata, Dulce María llega al santuario de la Virgen de la Luz.
Impactado por la fe de la niña, el padre Cosme le presta la medallita. Cecilia le dice a Luciano que, si tiene que escoger entre su vida y la
del bebé, que deje vivir a su hijo. Dulce María llega a la clínica con la medalla y Luciano la coloca en el cuello de Cecilia, quien lentamente
abre los ojos y baja de la cama para dirigirse al pasillo, antes de desmayarse de nuevo. Luego de practicarle un ultrasonido, el Dr.
Velasco les informa a todos que ha ocurrido un milagro y que tanto Cecilia como el bebé se salvarán. Quince días después, Dulce María,
Cecilia y Luciano acuden al sagrario de la Virgen de la Luz para devolver la medalla y agradecerle el milagro que les hizo. Viernes 3 de
noviembre Cristóbal invita a Clarisa a cenar y le confiesa estar enamorado de ella. Bárbara y Frida le aseguran a Dulce María que la
Madre Superiora es la que escoge el nombre de los niños y que ya eligió el de Espiridión Chicharrón para su hermanito. Dulce María
acude a la dirección para reclamarle a la Madre Superiora el haber elegido ese nombre. Luciano llega al colegio para pagar la colegiatura
y la Madre Superiora le comenta el episodio de "Espiridión Chicharrón". Ambos ríen a carcajadas y la religiosa castiga a Bárbara y Frida
sin dejarlas salir el fin de semana. Por la noche, tanto Cecilia como Estefanía comienzan el trabajo de parto y Luciano y Noé las conducen
a la clínica nerviosos. Al llegar, Cecilia y Estefanía comentan tener sueño y el ginecólogo les recomienda a Luciano y Noé ir a la cafetería
a tomar algo. Al día siguiente se dirigen a la habitación de sus esposas y una enfermera les informa que éstas se encuentran en labor de
parto. Luciano y Noé llegan a la sala de espera, donde ya se encuentra Esperanza. Dulce María llega a la clínica en compañía de
Fortunata. Tras escuchar el llanto de los bebés, una enfermera sale y llama a Noé y a Luciano. En la sala de recuperación, las nuevas y
contentas mamás descansan cada una con un bebé a su lado: Cecilia con un varoncito y Estefanía con una niña.

CAPITULO 21 (Episodios 101 a 105)


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Lunes 6 de noviembre Noé y Luciano le dan la noticia a Dulce María de que ya tiene una primita y un hermanito. Rutilo queda en
libertad y, al presentarse en el colegio, Juanita lo recibe emocionada. Cecilia acude al supercito con Dulce María, Arturito y Chiripa. Al
salir son testigos de un accidente y, al tratar de ver lo que ocurrió, Cecilia se distrae y toma la carreola de Noelia Escudero, que es
idéntica a la de Arturito. Al llegar a la casa, Luciano se da cuenta de que el bebé de la carreola no es su hijo y, junto con Silvestre y Dulce
María, sale en busca de la señora que se llevó a Arturito. Noelia llega a su casa sin darse cuenta que el niño de la carreola no es su hijo y
Luis, su esposo, le informa que su mamá regresó de viaje y desea conocer a Luisito. Noelia se niega a que Amanda pise su casa y Luis
baja a su hijo para que su abuela lo lleve de paseo. Furiosa porque Amanda no regresa con el niño, Noelia cae por las escaleras y se
desmaya, sufriendo varias fracturas. Luis se comunica con Amanda y le informa que su misma esposa le pidió que cuidara a Luisito.
Sintiéndose culpable, Dulce María le dice a Luciano que la corra de la casa a patadas para que ella también se pierda, pues es el castigo
que se merece por extraviar a Arturito. Conmovido, Luciano la abraza y le dice que, de perderla a ella, también perdería un pedazo de su
corazón. Martes 7 de noviembre Aconsejada por Angélica, Dulce María les dice a todos que deberían acudir a un programa de
televisión para mostrar al bebé que tienen y que su mamá lo reconozca. Noé llama a su amigo Alfredo Adame para pedirle ayuda. Noelia
y Luis ven en el programa "Hoy" que Adame relata el caso de los bebés que fueron cambiados por error. Noelia reconoce a su hijo y
piensa que Amanda lo perdió para hacerla sufrir. Amanda acude al hospital y, al darse cuenta de que el bebé que tienen no es Luisito,
llaman al programa. La familia Larios recibe la noticia de que Arturito ya apareció. Amanda se reconcilia con Noelia. Bromeando, Luciano
le dice a Cecilia que Arturito sale muy caro y que ya no puede mantener a tanta gente él solo. Al escucharlo, Dulce María le pide a
"Centavito" que le ayude a conseguir trabajo. Éste la lleva con Cirilo para que haga sobrecitos. Dulce María trabaja en su casa hasta la
madrugada y cada vez que entrega su trabajo Cirilo le paga menos. La niña mete el dinero que gana en sobres escritos por "Centavito" y
los deja en la puerta de la casa para que Luciano los reciba. La Madre Superiora manda llamar a Luciano para informarle que Dulce María
se duerme en clase y no hace sus tareas. Al llegar a la casa, Luciano le exige a Dulce María que le diga la razón por la que ya no presta
atención en sus estudios. Miércoles 8 de noviembre Luciano le dice a Dulce María que lo ha desilusionado. La niña se dirige hacia su
recámara llorando y Cecilia trata de consolarla, pero Luciano le ordena que la deje sola. A petición de Estefanía, el Dr. Urquiza llega para
revisar a Dulce María y ver si no está enferma. Al saber que la niña se encuentra en buen estado de salud, Luciano comenta furioso que
se ha convertido en una holgazana por gusto. Angélica le asegura a Dulce María que su papá es severo con ella porque la quiere y le
recomienda contarle todo lo sucedido a "Centavito". La niña lo encuentra en el camino para entregar su trabajo y le relata los problemas
que tiene con su papá. Compungido, "Centavito" acude ante Gabriel para confesarse y le cuenta la situación de su amiga. Al comprender
que su amiga es Dulce María, Gabriel le aconseja hablar con el papá de la niña y decirle la verdadera razón por la que se ha convertido
en una mala estudiante. Al día siguiente "Centavito" se presenta en la oficina de Luciano y le cuenta frente a Noé que Dulce María saca
malas calificaciones porque trabaja toda la noche para ayudarlo a sostener la casa, pues escuchó cuando le decía a Cecilia que ya no
podía con los gastos. Luciano comenta que eso fue una broma y que no hay necesidad de que su hija trabaje, sintiéndose mal por
haberla maltratado. . Jueves 9 de noviembre Luciano y Cecilia se presentan ante la Madre Superiora y le comentan la razón del poco
rendimiento escolar de Dulce María. La religiosa manda buscar a la niña; Luciano le regala un ramo de rosas y junto con Cecilia le explica
que fue una broma cuando dijo que no tenía dinero para mantener al bebé y que ya sabe que trabaja todas las noches, pero que debe
regresar a su vida anterior. La niña los abraza con felicidad. La presencia de Luciano es requerida en el rancho y Dulce María decide
quedarse a dormir en el colegio. Angélica le informa que Bárbara y Frida tienen planeado disfrazarse para asustarla y le regala una
máscara con capa. Por la noche Dulce María se disfraza y se esconde bajo las sábanas en espera de Bárbara y Frida, quienes se asustan
al verla y salen corriendo. Dulce María las persigue. Al verla disfrazada de monstruo, la Madre Superiora y Fortunata se asustan y caen
desmayadas. Al día siguiente las tres niñas son castigadas quedando sin recreo ni postre durante una semana. Como represalia, Bárbara
y Frida le dicen a Dulce María que existe una nueva y mortal enfermedad llamada "pichulosis" que viene de Marte. Por la noche, Bárbara
y Frida pintan el rostro de Dulce María con un plumón rojo y la llenan de puntitos, para luego despertarla y hacerle creer que tiene
"pichulosis". Viernes 10 de noviembre Dulce María corre hacia la dirección y pide ayuda a gritos. Fortunata llega y descubre que la
niña tiene el rostro pintado. En venganza, Dulce María embarra las caras de Bárbara y Frida con gelatina diciéndoles que ahora ellas
están enfermas de "gelatinisis". Marfil de los Cobos llama por teléfono a Luciano y éste, en complicidad con Noé, le asegura a Cecilia que
se trata de una corredora de bienes raíces. Marfil se comunica con Luciano en su oficina y quedan de verse en una cafetería. Cecilia y
Dulce María llegan con la intención de visitarlo y Fedora les comenta que Luciano canceló sus citas para luego salir apresuradamente.
Carolina descubre a Luciano con Marfil en la cafetería y, fingiendo la voz, llama a Cecilia desde su teléfono celular para informarle. Marfil
y Luciano se dirigen a una joyería donde ella se prueba un anillo de diamantes, mientras Cecilia piensa que su marido la engaña con otra
mujer. Cecilia le informa a Luciano que lo fue a buscar a su oficina, pero éste le asegura que tuvo que salir para ver a unos clientes.
Carolina vuelve a comunicarse con Cecilia y, con voz fingida, le informa que Luciano le compró un anillo de diamantes a Marfil. Dulce
María descubre la factura del anillo en un saco de Luciano y se la muestra a Cecilia. Al llegar Luciano, Cecilia lo encara y le pregunta con
qué mujer la engaña.

CAPITULO 22 (Episodios 106 a 110)


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Lunes 13 de noviembre Cecilia le muestra la factura del anillo a Luciano. Éste acepta haber comprado la sortija y le pide que busque
debajo de la almohada. Cecilia encuentra el estuche de la joyería con una tarjeta para conmemorar el primer año desde que se besaron
por primera vez. Celoso por la nueva empleada doméstica que se entrevistará con Cecilia, Silvestre formula un plan con Dulce María para
correrla. Luciano se comunica con Cecilia para informarle que irá a la casa la Sra. Becerra, dueña de la nueva casa que piensa comprar.
Silvestre recibe cortante a la Sra. Becerra pensando que se trata de la empleada doméstica y la conduce hacia la cocina, donde Dulce
María y Chiripa se encargan de molestarla. Indignada, la Sra. Becerra sale y se topa con Luciano, a quien le asegura que no le venderá la
casa. Silvestre se disculpa ante Luciano, pero renuncia por orgullo. Tras recibir su liquidación, Silvestre se dispone a salir de la casa
cuando Dulce María le grita desde las escaleras y corre a su encuentro para despedirse emotivamente de él. Silvestre decide permanecer
en un asilo. Dulce María encuentra a Blanquita en el escalón del supercito y, pensando que la abandonaron, se la lleva a su casa. Cuando
Luciano le pregunta sorprendido de dónde sacó a la niña, Dulce María responde que Blanquita es una "divinura". Martes 14 de
noviembre Dulce María le asegura a Luciano que la niña estaba abandonada en el supercito. Luciano se dirige hacia allá con Dulce María
y el cajero les informa que la mamá de la niña fue a la delegación a presentar una denuncia. En la delegación, el agente Elizondo le
proporciona a Luciano los datos de Nieves, la mamá de Blanquita. Dulce María y Luciano llegan a la vecindad donde vive Nieves y le
informan que su hija está bien. Al llegar a la casa de la familia Larios, Nieves abraza emocionada a Blanquita. Cecilia le pregunta por el
padre de la niña; Nieves le responde que ese hombre no existe y que ella es sirvienta. A petición de Cecilia, Luciano contrata a Nieves
como empleada doméstica y, al llevarla de regreso a su casa, se encuentran con un hombre que la llama ladrona debido a que no le ha
pagado la leche de su hija. Indignado, Luciano paga la deuda. Altagracia sufre otra recaída y Pascual va a visitarla bastante afligido. Ella
le pide que le dé un beso a Dulce María y le diga que se fue de viaje antes de fallecer en paz. Silvestre acude al colegio con la intención
de ver a Dulce María y le hace la plática a Nieves, quien se encuentra esperando a Cecilia y Estefanía. Silvestre menciona el nombre de
Dulce María y Nieves le pregunta por qué conoce el nombre de la hija de sus patrones. Silvestre la mira demudado. Miércoles 15 de
noviembre Nieves les comenta a Cecilia y Estefanía que se acaba de ir un hombre muy raro que conocía a Dulce María. De regreso en el
asilo, Silvestre le dice a Anastasio que lo reemplazaron por una mujer joven. Al ver que el pato del colegio puso un huevo y es hembra,
las niñas deciden bautizarlo de nuevo. Bárbara y Frida hacen trampa sacando el papelito con el nombre propuesto por Dulce María y la
convencen de decírselo a la Madre Superiora. En el asilo, los compañeros de Silvestre le preparan un pastel para festejar su cumpleaños,
pero éste cae al suelo inconsciente. Dulce María entra en la dirección y le dice a la Madre Superiora que han bautizado a la patita con el
nombre de Piedad de la Luz. La religiosa queda impactada, pues ése también es su nombre. Silvestre recupera el sentido y le pide a
Anastasio que vaya en busca del padre Gabriel, a quien le ruega entregar su cruz de nácar a Dulce María. Luego de ser informados por
Gabriel acerca del estado de Silvestre, Dulce María y Luciano lo visitan en el asilo. El Dr. Andrés Urquiza revisa a Silvestre y lo traslada a
una clínica para ponerle un marcapasos. Andrés les informa a todos que no puede garantizar que Silvestre sobreviva. Dulce María sueña
con Angélica, a quien se le posa una paloma blanca en el hombro con noticias de Silvestre . Jueves 16 de noviembre En el sueño de
Dulce María, Angélica le asegura que Silvestre se aliviará. Silvestre es dado de alta y deja la clínica antes de que llegue Luciano y su
familia. Tras tomar un café con Anastasio, Silvestre decide dejar su orgullo a un lado y regresar a la casa de la familia Larios ante la
felicidad de todos. Luciano le pide a Nieves que le vaya a comprar unos cigarros causando extrañeza en todos, pues él no fuma. Al salir,
Nieves es abordada por Raymundo, su marido, quien la toma del brazo y la zarandea con violencia exigiéndole que le entregue dos mil
pesos. Noé ve la escena desde su auto. Ante la negativa de Nieves, Raymundo amenaza con quitarle a Blanquita si no le da ese dinero.
Noé le comenta a Estefanía que vio a Nieves discutiendo con un hombre. Nieves le pide los dos mil pesos a Cecilia con la condición de
que se los descuente de su sueldo y se los entrega a Raymundo, a quien también le dice sin querer que el fin de semana sus patrones
irán al rancho. Raymundo planea robar la casa de Luciano con un amigo apodado "El Tiburón" y, encontrándose de nueva cuenta con
Nieves en la calle, le exige que le entregue las llaves del departamento. Dos policías observan a la pareja discutiendo y se acercan para
preguntarle a Nieves si tiene algún problema. Raymundo los observa temeroso. Viernes 17 de noviembre Nerviosa, Nieves les
asegura a los policías que no ocurre nada y éstos se alejan. Clarisa le confiesa a Cecilia que está empezando a enamorarse de Cristóbal.
Luciano cancela el viaje hacia el rancho debido a una cuestión de negocios. Fedora le dice a Cristóbal que accidentalmente vio las
escrituras de la casa de Clarissa y que ella sólo lo quiere explotar. Molesto, Cristóbal lo niega y le dice que Clarisa jamás deberá
enterarse que él compró esa casa. Luciano y Cecilia acuden a una cena dejando a Dulce María con Nieves y Silvestre. Tras golpear a
Regino, Raymundo y "El Tiburón" logran forzar la puerta, se ponen pasamontañas y entran en la casa de la familia Larios. Dulce María se
despierta y se dirige a la cocina para tomar agua, pero deja caer el vaso al descubrir a los ladrones en la biblioteca. El ruido llama la
atención de Raymundo, quien saca una pistola. Dulce María se escabulle y alerta a Nieves y Silvestre, quienes deciden comunicarse con
Noé. Luciano y Cecilia regresan de la cena y son sorprendidos por los ladrones, quienes les ordenan abrir la caja fuerte. Llega Elizondo
con dos policías armados, quienes someten a los maleantes y les quitan los pasamontañas. Nieves reconoce que Raymundo es el padre
de su hija. Raymundo asegura que Nieves fue la que planeó el robo, dejando a todos impactados.

CAPITULO 23 (Episodios 111 a 115)


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Lunes 20 de noviembre Raymundo insiste en involucrar a Nieves como cómplice del robo y Elizondo decide llevarla también a
la delegación. Ante la ausencia de su mamá, Blanquita se deprime y no quiere comer. Nieves es traslada al reclusorio y Cristóbal le
comenta a Cecilia y a Luciano que "El Tiburón" está dispuesto a cambiar su declaración por dinero. En el reclusorio, Luciano y Cristóbal le
muestran un sobre con billetes a "El Tiburón" y éste declara ante el juez que Nieves no tuvo nada que ver en el robo y que la inculpó por
miedo a Raymundo. Nieves es puesta en libertad. Con seriedad, Luciano le dice a Cecilia que no cree en la inocencia de Nieves.
Raymundo descubre a "El Tiburón" contando el dinero que le dio Luciano y comienzan a golpearse. Tras observar la frialdad con la que la
trata, Nieves intuye que Luciano desconfía de ella, por lo que le escribe una carta y se va de la casa. Silvestre le comunica a Luciano que
Nieves se ha ido y le da la carta dirigida a él. Tras leerla, Luciano sale a buscarla en compañía de Noé sin éxito. El padre Cosme
encuentra a Nieves en el portón del Sagrario de la Virgen de la Luz y la invita a pasar a su casa. Ella le narra su historia, asegurándole
que nunca volverá a esa casa donde la humillaron. Dolida, Dulce María le reprocha a Luciano el hecho de que Nieves y Blanquita dejaran
la casa por su culpa. Martes 21 de noviembre Luciano le asegura a Dulce María que contratará a un detective para que localice a
Nieves. Angélica le aconseja a Dulce María asistir el domingo a misa en el Sagrario de la Virgen de la Luz. Nieves sale a buscar empleo,
pero es rechazada en todos lados. Bárbara y Frida le escriben una carta a Dulce María como si fuera enviada por la Madre Superiora,
diciéndole que Nieves hizo la promesa de regresar si la niña llevaba una rana para la clase de Ciencias Naturales. Dulce María le pide
ayuda a "Centavito" y, al día siguiente, le entrega la rana a la Madre Superiora, quien grita despavorida antes de caer desmayada.
Fortunata entra en la dirección y, al ver a la rana, también grita haciendo que la Madre Superiora reaccione. La religiosa castiga a
Bárbara y Frida ordenándoles que laven todas las sábanas del dormitorio. Dulce María le confiesa a Luciano que Fortunata la llevó ante
"Centavito" para pedirle que le consiguiera la rana. Al saberlo, la Madre Superiora impone a Fortunata hacer penitencia en la celda de
castigo. Nieves le dice a Cosme que ha decidido irse a trabajar al campo. Mientras Bárbara y Frida le avisan a la Madre Superiora que ya
terminaron de lavar las sábanas, Dulce María y Lluvia las ensucian con lodo. Molesta, la religiosa les ordena a Bárbara y Frida que
vuelvan a lavarlas. Miércoles 22 de noviembre Dulce María recolecta los almuerzos de sus compañeras para dárselos a Fortunata a
través de una ventana de la celda, ignorando que la Madre Superiora se encuentra ahí. Cuando la religiosa se retira Fortunata recibe el
bulto, pero la Madre Superiora vuelve a tocar la puerta y la novicia esconde la comida bajo el colchón. Por consejo de Angélica, Dulce
María se presenta con Cecilia en el Sagrario de la Virgen de la Luz, donde se confiesa ante Cosme y menciona el nombre de Nieves.
Sorprendido, el sacerdote les dice que Nieves está en su casa. Cecilia le informa a Luciano que encontraron a Nieves y Dulce María,
aconsejada por Angélica, le dice a Luciano cómo hacer para que ésta regrese. A punto de partir, Nieves recibe una rosa blanca con una
tarjeta de Luciano pidiéndole perdón. Cecilia y Dulce María se presentan ante ella y le piden que regrese con ellos. Nieves acepta
emocionada. Clarisa y Cristóbal salen a cenar y ambos se declaran su amor. Jimmy, un niño nuevo en el edificio, descalabra a Dulce
María con su resortera. Luciano acude con los padres del niño para reclamar su conducta y Morelba lo recibe con coquetería. Después de
castigar a Jimmy, Morelba invita a Luciano a tomar una copa. Llega Jaime Alberto, el marido de Morelba, quien celoso pregunta quién es
ese hombre y qué hace ahí Jueves 23 de noviembre Morelba presenta a Luciano ante Jaime Alberto, comentándole que fue a darles la
queja de que Jimmy golpeó a su hija. Cuando Luciano se retira, Jaime Alberto le ordena a Morelba que no vuelva a verlo. Morelba acude
al departamento de los Larios para devolver el teléfono celular que olvidó Luciano en su casa, despertando los celos de Cecilia. Nieves les
comenta a todos que debe marcharse, pues recibió una carta en la que le avisan que su papá está muy grave. Morelba se presenta en la
empresa de Luciano con el pretexto de comprar un auto. Por órdenes de la Madre Superiora, Fortunata también acude a la oficina de
Luciano en compañía de Dulce María para pedirle perdón acerca del episodio con la rana. Después de un rato Morelba se retira y Luciano
le pide a su hija no decirle a Cecilia que Morelba estuvo ahí. Fortunata le comenta sin querer a Cecilia que Morelba se encontraba en el
despacho de Luciano. Llena de celos, Cecilia decide que si Luciano le cuenta que vio a Morelba sabrá que es inocente. Preocupada,
Fortunata trata de comunicarse con Luciano sin éxito. Ante el silencio de Luciano, Cecilia le reclama la visita de Morelba en su trabajo,
asegurándole que está usando el pretexto de comprar un auto para robarle su cariño. Dulce María escucha la discusión por detrás de la
puerta. Viernes 24 de noviembre Dulce María le asegura a Luciano que ella no le dijo nada a Cecilia. Morelba invita a comer a Luciano
para que le muestre el catálogo con los nuevos modelos diciéndole que su marido estará presente. Estefanía logra convencer a Cecilia de
dejar a un lado los celos y al llegar Luciano lo recibe amorosa. Luciano le pide que lo acompañe a comer con Morelba y su esposo para
demostrarle que su relación es sólo de negocios. Cecilia acepta diciéndole que se reunirá con ellos más tarde. En el restaurante, Morelba
le hace una caricia en la mejilla a Luciano al mismo tiempo que entra Cecilia, quien le reclama el haberse dejado acariciar y se retira
molesta. Luciano sale tras ella y ambos llegan discutiendo a su casa. Dulce María se presenta en el departamento de Morelba y le pide
que ya no busque a su papá. Jaime Alberto la hace pasar y la niña le cuenta las visitas que realizó Morelba al trabajo de Luciano. Cuando
Dulce María sale, Jaime Alberto le reclama a Morelba su actitud para después acudir a la casa de Luciano y acusarlo de coquetearle a las
mujeres casadas. Dulce María encuentra llorando a Jimmy en el jardín y éste le confía que sus papás se divorciarán y que no quiere a su
mamá por ser una coqueta. Indignada, Cecilia le informa a Luciano que lo va a abandonar y que va a dejar la casa para siempre.

CAPITULO 24 (Episodios 116 a 120)


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Lunes 27 de noviembre Luciano le propone a Cecilia que se reúnan en una cafetería más tarde para poder hablar. Morelba le pide a
Jaime Alberto que le preste más atención; él le contesta que debería comportarse como una buena esposa y madre. La camioneta del
colegio se descompone y un mecánico les propone a Aurora y Fortunata cambiarla por una carcacha que tiene arrumbada con el nombre
de "Cometa" en la defensa. La Madre Superiora sufre un ataque al ver el estado del vehículo. Dulce María y Jimmy deciden aparentar
que huyeron y se refugian en una bodega que hay en la azotea del edificio, con el fin de lograr que sus papás se reconcilien. Al
enterarse de la desaparición, Luciano llama al agente Elizondo mientras Cecilia y Estefanía acuden a la casa de Morelba. Los niños
comienzan a jugar saltando y ambos se resbalan; Jimmy cae al suelo golpeándose en la nuca. Dulce María baja a su casa pidiendo
ayuda. En la clínica, el Dr. Urquiza informa a Morelba y Jaime Alberto que Jimmy puede tener un coágulo en el cerebro. Ante los
remordimientos de la pareja, los Larios y los Gamboa deciden pasar la noche con ellos para apoyarlos. Jimmy recupera el conocimiento.
Morelba y Jaime Alberto le aseguran con tono amoroso que no lo castigarán y que se irán juntos de vacaciones a bordo de un barco.
Martes 28 de noviembre Dulce María y Jimmy ven con agrado la reconciliación de sus padres. Bárbara y Frida incitan a Dulce María
para que les demuestre que saber manejar. La niña se sube a la carcacha y se estrella contra la pared de la dirección. A pesar de la
intervención de Luciano, la Madre Superiora expulsa definitivamente a Dulce María del colegio, asegurándole que por ningún motivo
retirará el castigo. Fortunata conduce a Dulce María hacia el salón para que recoja sus cosas. Cuando la niña se despide, todas sus
compañeras lloran excepto Bárbara y Frida, quienes sonríen felices. Dulce María acude al cuartito viejo para despedirse de Angélica,
quien le pide tener paciencia aún cuando los tiempos sean difíciles. Luciano inscribe a su hija en otra escuela diciéndole a la directora
que se cambiaron de casa y que ese colegio les queda más cerca. No muy convencida, la Sra. Estudillo acude ante la Madre Superiora
para saber acerca de la conducta de la niña. La religiosa le contesta vagamente que Dulce María es muy inquieta. Tras escuchar a
Bárbara y Frida comentar que Dulce María chocó la carcacha y que siempre fue la alumna con peor disciplina en el colegio, la Sra.
Estudillo le pide a Agripina tratar con rigor a su nueva alumna. En la dirección, la Sra. Estudillo le exige con dureza a Dulce María que
acepte haber sido expulsada. Miércoles 29 de noviembre Dulce María llama "señora" a Agripina, quien molesta le dice que es
señorita. Al expresar su sorpresa de que la maestra no esté casada, Dulce María es castigada en un rincón del salón con orejas de burro.
Durante el recreo Daniela le dice a Dulce María que Agripina es una solterona. Al enterarse de lo que hablaban, Agripina conduce a Dulce
María a la dirección, donde la Sra. Estudillo la regaña con dureza dándole un reporte de mala conducta. Al día siguiente Luciano se
presenta ante la Sra. Estudillo, quien le reclama el hecho de haberle mentido y le pide dejar a su hija en el instituto para que aprenda a
ser una niña juiciosa. Por consejo de Angélica, Dulce María le suplica a Cecilia que la lleve al Sagrario de la Luz, donde le dice al padre
Cosme que fue expulsada del colegio y le pide que haga un milagro. Todas las alumnas del primer grado (excepto Bárbara y Frida)
firman una carta pidiéndole a la Madre Superiora que levante el castigo de Dulce María. Cecilia, Dulce María, Estefanía y Luciano se
dirigen al panteón a visitar la tumba de Angélica, pues es el aniversario de su muerte. La Madre Superiora llega con Pascual
comentando que Angélica fue su alumna. Dulce María le pide a la religiosa que le hable acerca de su mamá, confesándole que no puede
vivir sin ella y que no le guarda rencor . Jueves 30 de noviembre La Madre Superiora invita a Dulce María al colegio para mostrarle
una fotografía de su mamá. Al día siguiente la religiosa recibe a la familia Larios en el colegio y, conmovida por el llanto de la niña, le
propone regresar con la condición de expulsarla definitivamente si en una semana comete alguna travesura. La Madre Superiora castiga
a Bárbara luego de escucharla decir que perdonó a Dulce María porque es su consentida. Estefanía y Noé salen de viaje a Cancún.
Luciano le regala una cajetilla de cigarros de chocolate a Dulce María. Tras planearlo, Juanita les dice a Bárbara y Frida que Dulce María
y sus amigas están fumando. Éstas acuden con la Madre Superiora para acusarlas, pero al descubrir que los cigarros son de chocolate,
la religiosa castiga a Bárbara y Frida. Estefanía cena con Noé en el restaurante del hotel y Lorena se presenta en su mesa para
saludarlo. Esperanza le pregunta a Noé si Lorena fue la misma mujer con la que sostuvo un romance en su juventud. Él asiente y le dice
que Estefanía no tiene por qué enterarse, ya que fue un romance sin consecuencias. Lorena abre el sobre con los resultados de sus
análisis clínicos frente a su amiga Elba, diciéndole que sus sospechas de tener leucemia fueron confirmadas y que hablará con Noé para
que se haga cargo de la hija que tuvieron. Viernes 1 de diciembre Lorena llama a Noé y le pide que se vean al día siguiente. La Sra.
Becerra decide ayudar a Bárbara y llama a Dulce María desde su celular fingiendo ser la Madre Superiora, pidiéndole que lleve un ratón
para la clase de ciencias naturales. Lorena está a punto de decirle su secreto a Noé cuando llega Estefanía con Estefi. Al ver que tienen
una hija Lorena comienza a llorar, diciéndoles que su llanto es por su hija Cassandra antes de despedirse. Dulce María compra un ratón
blanco que se escapa y asusta a Cecilia y Estefanía. Al día siguiente Cecilia le informa a la Madre Superiora de la broma que le hicieron
a Dulce María y la religiosa decide averiguar quien fue responsable. Dulce María llega a la escuela con una cajita perforada y se la
entrega a la Madre Superiora, quien le agradece mientras Bárbara y Frida las observan escondidas y desconcertadas. Fortunata las
acorra para que confiesen su travesura. Creyendo que "Solovino" la engaña, "Chiripa" se aleja caminando triste y llega hasta una reja
donde un niño minusválido la invita a pasar. Fausto se presenta en la casa de Clarissa y, ante su negativa de marcharse, ésta le pide
asilo a Cecilia. Al darse cuenta que "Chiripa" está extraviada, Dulce María sale a buscarla con "Centavito" y "Solovino". Al llegar a la
residencia Velicia, Paco les asegura que ahí no hay ninguna perrita. Dulce María se le enfrenta con firmeza y le exige que se la
devuelva.

CAPITULO 25 (Episodios 121 a 125)


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Lunes 4 de diciembre Dulce María y "Centavito" le piden a Paco que devuelva a "Chiripa". Ante la mirada de angustia de su nieto,
Melchor decide negar que tienen a la perrita. Angustiada, Clarisa les comenta a Cecilia y Luciano que no puede decirle a Cristóbal que
Fausto regresó. Dulce María llega a su casa y le informa a Luciano que sabe dónde está "Chiripa". Luciano se dirige a la residencia Velicia
con "Centavito" y les pide a los abuelos de Paco que le devuelvan a la perrita. Éstos le suplican que se la deje a su nieto huérfano e
inválido, ya que ha encontrado en ella la alegría de vivir. Luciano le lleva a Dulce María un cachorrito blanco para que se consuele,
diciéndole que "Chiripa" no estaba en esa casa. "Centavito" ve jugar a Paco en el jardín de su casa con la perrita y le informa de ello a
Dulce María. La niña les dice a todos que no permitirá que nadie se quede con "Chiripa" y se presenta ante Paco, con quien acuerda
prestarle a la perrita hasta que él se cure. Cristóbal llega a la casa de Clarisa y Fausto le dice que se olvide de ella, pues piensa
reconquistarla. Cristóbal le propone matrimonio de inmediato a Clarisa y ésta decide escribirle a Fausto una carta de despedida apoyada
por Cecilia y Estefanía. Dulce María escucha lo anterior sin ser vista y decide solucionar el problema, asegurándoles a sus amigas que
Fausto no volverá a molestar a Clarisa después de leer la carta que ella misma le escribió. Martes 5 de diciembre "Centavito" lleva la
carta de Dulce María a la casa de Clarisa. Fausto se da cuenta que el sobre tiene el logotipo del colegio de Dulce María y se presenta ante
Luciano. Ambos discuten. Cecilia y Estefanía llegan a la casa de Clarisa y sacan su ropa, dejando la carta en un lugar visible. Fausto
regresa y, después de leer la carta, sale furioso hacia el colegio de Dulce María. En el patio de recreo, Fausto toma del brazo a Dulce
María y la zarandea preguntándole si ella escribió el anónimo. La niña le confiesa a Fortunata que ella redactó la carta. Fausto se dirige a
la casa de la familia Larios exigiendo hablar con Clarisa. Luciano lo golpea. Silvestre llega con la policía y Luciano pide que no se lo lleven
preso. Cristóbal se presenta en la casa de Clarisa con tres agentes de la policía judicial al momento en el que Fausto intenta entrar,
diciéndole que comete un delito de allanamiento. Fausto se retira asustado para después llamar a Clarisa y despedirse de ella para
siempre, asegurándole que se irá a vivir a provincia. Luciano le da cien pesos a Dulce María para que invite a "Centavito" a tomar un
refresco. En el camino, la niña observa cómo Hipólito es sacado de una cantina a empujones por no tener dinero. Dulce María le presta el
billete y le da su dirección para que se lo pague al día siguiente. Dulce María le asegura a Luciano que Hipólito saldará su deuda, ya que
tiene cara de honrado. Miércoles 6 de diciembre Al día siguiente Hipólito acude al mercado para trabajar descargando bultos a pesar
de estar cansado. Al llegar a su casa aparta en un sobre el dinero que le debe a Dulce María. De pronto sufre un dolor agudo en el pecho
y cae al suelo sin sentido. "Centavito" descubre a Hipólito sin sentido y sale para buscar ayuda. Hipólito es trasladado a la Cruz Roja. A la
hora de la merienda la familia le dice a Dulce María que se convenza de que Hipólito no le devolverá el dinero. Confiada, la niña les
asegura que el día aún no ha terminado. Hipólito recupera el sentido y le dice desesperado a Berenice, la enfermera, que no quiere que
Dulce María piense que él es un ratero. Al día siguiente Berenice se presenta en la casa de Luciano para entregar el dinero a nombre de
Hipólito. Luciano va a verlo a la Cruz Roja y le ofrece trabajo, pero Hipólito lo rechaza argumentando que no tiene a nadie para quién
trabajar. Dulce María y Cecilia van a ver a Paco, quien animado por la niña logra caminar hasta ella. Fedora llama a Clarisa asegurándole
que la casa en la que vive pertenece a Cristóbal. Dulce María le propone a Paco regalarle a "Burbuja" si le devuelve a "Chiripa". El niño
acepta contento. En compañía de Luciano, Dulce María visita a Hipólito en la Cruz Roja y le pide que acepte el trabajo que su papá le
ofrece, diciéndole que debe trabajar para proporcionarle a ella una gran alegría. Jueves 7 de diciembre Llorando, Hipólito le agradece
a Dulce María su preocupación, pero le asegura que no aceptará el trabajo. Dulce María acude de nuevo a la Cruz Roja en compañía de
Cecilia para visitar a Hipólito, pero Berenice les informa que fue dado de alta. Hipólito se presenta en la casa de la familia Larios y Dulce
María lo recibe con alegría. Hipólito le promete a Luciano que no beberá dentro de su planta y Dulce María le regala una fotografía de ella
para que no se sienta tan solo. Al dirigirse a su casa, Hipólito pasa frente a un centro de Alcohólicos Anónimos y, tras besar la foto de la
niña, entra para pedir ayuda. Adolfo se comunica con Luciano para decirle que ha regresado para vengarse de él. En su despacho, Adolfo
le asegura a Artigas que su nieta Dulce María no le importa nada y que nunca será tarde para vengar la muerte de su hija Angélica. Dulce
María le pide a Silvestre que le hable acerca de su abuelo Adolfo y le pregunta por qué no la quiere. Silvestre le dice que no se puede
querer a las personas sin conocerlas. Dulce María le asegura que ella sí quiere a su abuelo a pesar de no conocerlo. Dulce María acude a
la oficina de Luciano en compañía de Fortunata para pedirle a su papá la dirección de Adolfo. Luciano se niega; de pronto se escuchan
disparos. Zenón y Gaspar asaltan la casa de cambio y, al ver que su cómplice huyó en el coche, se esconden en la camioneta de
Fortunata. Viernes 8 de diciembre Zenón y Gaspar sorprenden a Fortunata y Dulce María en el interior de la camioneta, ordenándole a
la religiosa dirigirse fuera de la ciudad. Estefanía les informa a todos que Fortunata y Dulce María han desaparecido. Los ladrones
conducen a la novicia y a la niña hacia una cabaña y las encierran en una recámara, donde ambas escuchan que serán eliminadas.
Gaspar sale a conseguir pasaportes falsos. Jacky y Ryan, una pareja de norteamericanos, llegan a la cabaña y le piden a Zenón una pala
para liberar su auto atascado. Luciano se presenta ante Adolfo y le exige que le devuelva a su hija. Mientras Zenón busca la pala, Dulce
María desliza por debajo de la puerta un pedazo de papel pidiendo ayuda. Cuando finalmente logran desatascar su auto, Jacky y Ryan
agradecen la ayuda y se marchan. Alfonso le dice a Luciano que él no tiene a la niña. Luciano se dirige con Elizondo para denunciar el
secuestro de su hija. Tras comunicarse con él por teléfono, Jacky y Ryan se presentan en la casa de Luciano para guiarlo a la cabaña.
Dulce María le informa a Zenón que Gaspar se estaba robando parte del botín. Zenón recrimina a su cómplice y ambos comienzan a
pelear. Un bote de gas cae al suelo y la cabaña comienza a arder. Luciano llega en compañía de Jacky, Ryan, Noé, Gabriel, Elizondo y
tres policías; trata de entrar a la cabaña en llamas, pero dos agentes se lo impiden.

CAPITULO 26 (Episodios 126 a 130)


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Lunes 8 de enero Announcement of the death of Libertad Lamarque. Los bomberos apagan el incendio y encuentran el cuerpo de
Elizondo. Luciano anuncia a todos que Dulce María y Fortunata han muerto. Elizondo le informa a la familia Larios que los cuerpos de
Dulce María y Fortunata no fueron encontrados y que tal vez el otro secuestrador huyó con ellas en la carcacha del colegio. Herido,
Gaspar conduce la camioneta; Dulce María le agradece que las haya salvado. Gaspar las conduce hasta su casa y ahí las obliga jurar que
no escaparan mientras él sale a conseguir un pasaporte falso. A petición de Dulce María, Gaspar llama a Luciano para informarle que su
hija y Fortunata están en su poder y que posiblemente las dejará en libertad al día siguiente. Por la noche Gaspar empeora y manda a
Fortunata a buscar un amigo para que lo cure. Adolfo se presenta ante Luciano para decirle que disfruta verlo con el dolor de perder a
su hija. Dulce María llama a Cecilia desde un teléfono público comentándole que no puede decirle dónde están, pero que ella y
Fortunata se encuentran bien. Gaspar le confiesa a Dulce María que su hija murió por no tener dinero para costearle una cirugía. Jurado
le cura la herida a Gaspar y le pide a Fortunata que vaya a comprarle medicina. En la farmacia dos agentes descubren a la religiosa y la
detienen. Martes 9 de enero Fortunata es llevada al Ministerio Público, pero se niega a dar información argumentando que juró sobre
su libro de oraciones no delatar a Gaspar y es encerrada en los separos. Gaspar llama a Tranquilino pidiéndole ayuda para llegar a la
estación de autobuses. Pensando que es una trampa, Tranquilino llama a Elizondo y denuncia a Gaspar. Jurado le entrega un pasaporte
falso a Gaspar, quien trata de darle dinero a Dulce María para que se compre una muñeca. La niña no lo acepta y le pide que devuelva
el botín para que lo perdonen. Gaspar le dice que eso ya no es posible, pero que tratará de no cometer más delitos. Al momento de
salir, Gaspar es detenido por Elizondo y dos policías. Conmovido por la nobleza de Dulce María, Gaspar se despide de ella. Luciano llega
y abraza a su hija. Adolfo le asegura a Artigas que Luciano fue el culpable de la muerte de Angélica. Dulce María le pide a Silvestre que
la lleve a casa de su abuelito, pero éste se niega. Luciano se presenta ante Adolfo y le exige que no regrese a su casa. Adolfo le dice
que así será y le pide firmar un documento para que Dulce María rechace cualquier derecho sobre su herencia. Dulce María acude al
cuartito viejo y le pide consejo a Angélica para conocer a su abuelito y lograr que él la quiera. Miércoles 10 de enero Angélica le
cuenta a Dulce María que ella solía vestirse de enfermera para atender a Adolfo y le da una receta para hacer rompope de piñón, pues
es su preferido. Luciano le asegura a Adolfo que su nieta únicamente desea conocerlo; él responde que no necesita su cariño. Cecilia se
presenta ante Adolfo para tratar de convencerlo, pero éste la corre de su casa. Después de dejar una carta sobre su cama, Dulce María
sale a la calle disfrazada como enfermera y acompañada de "Chiripa", donde les dice a dos policías que está perdida y les pide que la
lleven a su casa. Dulce María se presenta ante Adolfo fingiendo ser una enfermera y lo revisa, asegurándole que se encuentra muy
grave y que deberá aplicarle una inyección. Luciano lee la carta de Dulce María y acude con Fortunata para que le revele su paradero.
Pascual confiesa haberle dado un poco de ron a la niña. Dulce María le ofrece una copa de rompope a Adolfo, quien harto le ordena
quitarse los lentes. Al descubrir que es su nieta, Alfonso enfurece y acusa a Luciano de querer tomarle el pelo; la niña le dice que su
papá no sabe que ella está ahí. Por órdenes de Alfonso, Gracilazo instala a la niña en el asiento trasero del auto para llevarla a su casa,
pero al salir a la calle otro auto choca contra ellos dejando a Dulce María sin sentido. Jueves 11 de enero Gracilazo baja aturdido del
auto y le pide a un policía llamar una ambulancia y dar aviso a Alfonso del accidente. Adolfo llama a Luciano para decirle que envió a
Dulce María con su chofer y le reprocha que deje salir sola a la niña. Al enterarse del accidente, Alfonso llama al Dr. Heredia para que lo
acompañe a ver a su nieta, asegurando que no desea llevar ningún remordimiento en su conciencia. En la Cruz Roja un doctor le
comunica a Luciano y Estefanía que Dulce María aún no recupera el sentido, pero que se encuentra bien. En privado, Adolfo le pregunta
a Luciano sí él le dio la receta del rompope de piñón a su hija. Luciano lo niega para después confesarle que él piensa que Angélica vive
en Dulce María. Alfonso responde que no cree en milagros. Dulce María llama en sueños a Adolfo y éste, al escucharla sale
inmediatamente de la habitación. Ya en su casa, Adolfo se desploma sobre su escritorio frente a Silvana. Heredia le comunica a Luciano
que Adolfo sufrió un coma diabético y éste propone trasladarlo a su casa. Todas las niñas de primer grado acuden a la casa de la familia
Larios para visitar a Dulce María durante la hora del recreo. Dulce María entra en la recámara asignada para Adolfo con una rosa en la
mano y le da la bienvenida a su nuevo hogar. Viernes 12 de enero Adolfo reacciona y le reprocha a Heredia el haberlo llevado a casa
de Luciano. Heredia le asegura que ahí encontrará calor de hogar. Indignado, Adolfo acepta quedarse con la condición de pagar su
estancia. Por consejo de Angélica, Dulce María hace la tarea en la habitación de Adolfo. La niña le pregunta sobre Angélica. Conmovido,
Adolfo le asegura que no quiere hablar de ella. Luciano le entrega a Adolfo los papeles que le firmó Artigas y le prohíbe a Dulce María
pedir ayuda para hacer su tarea. Adolfo le reprocha a Luciano su dureza, pero éste le contesta que educará a su hija de acuerdo a sus
principios y lo enfrenta con la mirada. La Reverenda Lucía le entrega a Cecilia una carta escrita por la Madre Superiora para Dulce
María, quien se entristece al leerla. Adolfo se presenta en la recámara de su nieta para ayudarle a terminar la tarea. Luciano se da
cuenta y lo comenta furioso con Cecilia, quien le pide no reclamarle a Adolfo pues es una demostración de cariño. Dulce María se
duerme; Adolfo termina su tarea, la cobija y la besa antes de salir. La Reverenda General presenta a la Reverenda Lucía como la nueva
directora del colegio e informa acerca del estado de salud de la Madre Superiora. Entran mariachis tocando "Las Golondrinas" y todos
los presentes aplauden emocionados.

CAPITULO 27 (Episodios 131 a 135)


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Lunes 15 de enero El Dr. Heredia le informa a Adolfo que su salud ha mejorado y que deberá regresar a su casa al día siguiente,
diciéndole que extrañará a la familia Larios. La Reverenda Lucía felicita a Dulce María por su tarea. La niña, siguiendo los consejos de
Angélica, le confiesa que en verdad fue su abuelo el que hizo el trabajo. Tras enterarse de la historia de Adolfo a través de Fortunata, la
Reverenda disculpa a Dulce María. Los Larios y los Gamboa acuden a cenar con Clarisa y Cristóbal. Al enterarse que su abuelo dejará la
casa, Dulce María acude a su habitación y, llorando, le pide que no se vaya. Adolfo finge indiferencia y le comenta que eso no puede ser.
Con la ayuda de Silvestre Dulce María prepara una gran cena de despedida para Adolfo. Tras arreglar la cama de Adolfo para que él se
acueste, Dulce María enciende la lámpara del buró ocasionando un corto circuito y cae desmayada. Angustiado, Adolfo le pide al cielo que
no se la lleve. Clarisa y Cristóbal anuncian la fecha de su matrimonio en la cena. El Dr. Heredia llega a casa de Luciano, Dulce María
recobra el conocimiento y Adolfo finalmente la reconoce como su nieta. Al día siguiente en el colegio, Dulce María decide entrar en un
pozo para rescatar a un gatito atrapado mientras Angélica la mira angustiada desde el cuartito viejo. Martes 16 de enero Dulce María y
Juanita entran en el pozo y encuentran al gatito. Están a punto de salir, pero la Reverenda y Fortunata tapan nuevamente el pozo. Dulce
María trata de quitar la tapa en vano. Al darse cuenta de la ausencia de las niñas, las novicias organizan una búsqueda. Adolfo ordena a
Artigas cambiar su testamento y nombrar a Dulce María como su única heredera. Fortunata le informa a la Reverenda acerca de la
desaparición de las niñas y recuerda que el único lugar donde no las buscaron fue en el pozo. Dulce María encuentra una pequeña puerta
en la pared del pozo y, junto con Juanita, entra en un túnel. Al no encontrar a las niñas en el pozo, la Reverenda llama a Cecilia para
informarle. Juanita y Dulce María siguen avanzando por el túnel y llegan hasta la dirección. Al verlas, la Reverenda se asusta y se
desmaya. Juanita y Dulce María se dirigen al dormitorio. Tras encontrar desmayada a la Reverenda y hacerla reaccionar, Luciano revisa el
piso y descubre el pasadizo secreto, mientras Frida le informa a la Reverenda que Juanita y Dulce María están en el dormitorio. Tanto la
Reverenda como Luciano imponen castigos a Dulce María. Al día siguiente, Angélica le dice a Dulce María que tiene el medio para que
Luciano le levante el castigo y pueda quedarse con el gatito. Miércoles 17 de enero Angélica le cuenta a Dulce María cómo Luciano,
cuando era niño, salvó a un gatito. En su recámara, Dulce María le dice a Luciano que soñó con su mamá y que ella le contó la historia de
cómo él rescató a "Peluche". Gabriel también recuerda el hecho cuando Luciano entra en la sala. Incrédulo, Luciano comenta a todos que
Dulce María sabe la historia de "Peluche" y le levanta el castigo. Clarisa y Cristóbal se casan en la casa de la familia Larios. Cecilia y
Luciano le explican a Dulce María que Clarisa no puede tener hijos, por lo que es probable que ella y Cristóbal adopten a un niño. Tras
entrevistarse con el Dr. Ponciano, la Reverenda Lucía le informa a Fortunata que dejará de pertenecer al colegio. Estando de compras,
Estefanía y Cecilia se encuentran con Lorena. Estefanía la invita a comer y Lorena le comenta que su hija Casandra tiene 15 años. En la
capilla, Fortunata le cuenta a Dulce María que la despidieron del colegio. Lorena le asegura a Noé que a Casandra le hizo falta la
presencia de un padre. Cecilia y Luciano se presentan ante la Reverenda, quien les informa que trasladará a Fortunata a Campeche
debido a que tiene tuberculosis y que el cambio de clima le sentará bien. Dulce María organiza una manifestación frente a la dirección
para impedir que Fortunata se vaya. Jueves 18 de enero Dulce María y varias alumnas de primer grado llegan hasta la dirección.
Luciano abre la puerta y le ordena a su hija dispersar a las alumnas. La niña les reprocha a sus padres que no les importe que Fortunata
deje el colegio. Al saber que el traslado de la novicia es inevitable, Dulce María organiza a sus amigas para darle una serenata como
despedida. La Reverenda se presenta en el patio ordenándole a Dulce María presentarse en la dirección. Pascual lleva a Fortunata a la
estación de autobuses y ésta le asegura que siempre llevará en su corazón el canto de las niñas. Dulce María afirma ante la Reverenda
que se quedó a dormir en el colegio para organizar a sus compañeras, ya que Fortunata estaba muy triste porque nadie la quería. La niña
estornuda varias veces y la Reverenda la lleva en brazos hasta el dormitorio. Luciano le dice a Dulce María la verdadera razón del
traslado de Fortunata. En Campeche, Fortunata le asegura a la Madre Superiora que la corrieron del colegio porque nadie la quiere. Dulce
María decide hablarle por teléfono a Fortunata para contarle la verdad. Fortunata se presenta ante la Reverenda y le pide perdón por
haber pensado mal de ella, asegurándole que pondrá todo de su parte para curarse. Dulce María entra en la casa angustiada con
"Chiripa" desmayada en sus brazos. Viernes 19 de enero Cecilia, Dulce María, Luciano y Adolfo llevan a "Chiripa" con el Dr.
Altamirano, quien les dice que la perrita está muy mal y que es necesario operarla. Edgar, el hijo del veterinario, trata de consolar a
Dulce María. La Madre Superiora de Campeche le informa a Fortunata que los últimos análisis señalan que su estado de salud es perfecto.
El Dr. Altamirano y Edgar llevan a "Chiripa" a la casa de los Larios y Dulce María la recibe contenta. Fortuna se presenta ante la
Reverenda Lucía para comentarle que se encuentra bien de salud. Edgar le regala un ramo de rosas rojas a Dulce María causando los
celos de Luciano. El Dr. Ponciano le comunica a la reverenda que hubo un error en los análisis, pues la que tiene tuberculosis es
Samotracia. Al enterarse de que Edgar le llevó flores a Dulce María, Shula se muestra celosa. Fortunata se presenta en la casa de los
Larios para pasar con ellos el fin de semana. Edgar le asegura a su papá que se casará con Dulce María, pero el veterinario le prohíbe
visitar a la niña y le pide a Luciano que no le permita la entrada a su casa. Luciano le informa de ello a Dulce María, quien acepta la
decisión de buen agrado. Sheila le entrega a Dulce María una carta de Edgar, cuyo contenido asombra a Fortunata y Silvestre.

CAPITULO 28 (Episodios 136 a 140)


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Lunes 22 de enero Silvestre le aconseja a Dulce María mostrarle la carta a su mamá. Luego de convivir en un día de campo, Cecilia le
muestra la carta a Luciano causando su indignación. Para vengarse, Shula sube a la azotea donde enciende una bengala y anima a Edgar
para que vaya a pedir la mano de Dulce María. Edgar se presenta en la casa de Luciano; tras ofrecerle unos puros como regalo, le
asegura que desea la mano de Dulce María y le explica que él le pidió a su hija encender una bengala si estaba de acuerdo en casarse
con él. Luciano lleva a Edgar hasta la clínica del Dr. Altamirano para informarle lo ocurrido. El Dr. Altamirano castiga a su hijo
prohibiéndole jugar fútbol. Luciano le reclama a Dulce María haber encendido la bengala, pero Silvestre interviene diciéndole que Regino
vio a Shula hacerlo. Carolina le ordena a Shula comunicarse con los papás de Edgar para confesarles que ella fue la que encendió la
bengala. Estefanía le informa a Dulce María que cuando Luciano tenía diez años tuvo una novia llamada Policarpia y que también quiso
casarse con ella. A pesar de saber la verdad sobre la bengala, el Dr. Altamirano se niega a levantarle el castigo a Edgar. Dulce María le
hace saber a Luciano que conoce la historia de Policarpia y éste accede a hablar con el Dr. Altamirano para que perdone a su hijo.
Martes 23 de enero Luciano intercede por Edgar ante el Dr. Altamirano, quien acepta levantarle el castigo. Casandra se comunica con
Lorena para pedirle dinero y le reclama que no sea casada. Luciano aconseja a Noé no decir nada acerca de Lorena para no afectar su
matrimonio. Frida engaña a Dulce María haciéndole creer que la Reverenda castigo a Bárbara encadenándola en el sótano. La Reverenda
Lucía conversa con la Superiora General cuando entra Dulce María exigiendo que Bárbara sea desencadenada. Las tres bajan al sótano
para comprobar la versión de Dulce María, quien se sorprende al no ver a Bárbara con cadenas. La Reverenda Lucía decide confrontar a
las niñas para saber la verdad y, aunque las villanitas aceptan haberle jugado una broma a Dulce María, las tres niñas son expulsadas del
colegio por el resto de la semana. Tras enterarse, Luciano se presenta ante la Reverenda Lucía para pedirle que postergue el castigo de
su hija, ya que tendrá un examen al día siguiente. Luciano le informa a Dulce María que, a pesar de haber convencido a la Reverenda, él
no le levantará su propio castigo, argumentando que lo hace porque la quiere. Por la noche, Luciano acude a la habitación de Dulce María
y la besa en la frente. La niña se despierta y Luciano queda turbado al verse descubierto. Miércoles 24 de enero Adolfo le pide a la
Reverenda Lucía que exonere a Dulce María si hace un buen examen. Llega Paulina, la hermana de la Reverenda, y Adolfo se impacta al
verla. Dulce María saca la calificación más alta, pero Luciano no le permite ir a merendar con Adolfo. Paulina comienza a sentirse mal en
el cuarto de baño y cae desmayada. Al notar su ausencia, Jimmy va en busca de Dulce María, quien sube por una escalera hasta
asomarse por la ventila del baño y observa el cuerpo inerte de Paulina. La niña logra entrar en el baño, abre la puerta y con la ayuda de
Jimmy lleva a Paulina hasta su cama. Dulce María sale en busca del Dr. Heredia. Al darse cuenta de la desaparición de su hija, Luciano se
muestra furioso. Dulce María regresa con el Dr. Heredia, quien atiende a Paulina. Luciano enfrenta a Dulce María cuando ésta llega a la
casa y no le permite explicar su ausencia, imponiéndole el castigo de no hablar con ella. Jaime Alberto toca a la puerta y le informa a
Luciano lo ocurrido con Paulina, agradeciéndole que Dulce María haya salvado la vida de su suegra. Apenado, Luciano le pide perdón a su
hija y le levanta el castigo. Policarpia se presenta en la oficina de Luciano. Bárbara y Frida le dicen a Dulce María de que van a matar a
las gallinas para hacer caldo y la convencen de esconderlas. Jueves 25 de enero Luciano invita a Policarpia y a su esposo a cenar en su
casa. Dulce María, Alfonsina y Lluvia esconden a las gallinas en el interior del piano del salón de música. Al enterarse que Poli irá a cenar,
Cecilia se muestra celosa. Las niñas del primer grado entran en el salón de música para ensayar el número que representarán en el
festival; Fortunata abre la tapa del piano y todas las gallinas salen causando gran revuelo. Estefanía le pide a Dulce María ser discreta
respecto al episodio de Poli y su papá. Durante la cena Poli comenta que le gustaba mucho jugar con los niños varones cuando era
pequeña. Dulce María dice que ahora comprende por qué fue novia de su papá cuando era niña y relata toda la historia despertando los
celos de Cecilia y la risa de Vladimir. A solas, Cecilia le reprocha a Luciano no haberle informado sobre su relación con Poli. Angélica le
dice a Dulce María que un niño de ocho años estaba enamorado de Cecilia. La niña le pide a Adolfo que la lleve a la oficina de su papá, a
quien le aconseja regalarle a Cecilia un ramito de pensamientos y escribirle una tarjeta. Luciano deja los regalos sobre la almohada de
Cecilia, quien al verlos recuerda que cuando era niña su vecinito se enamoró de ella. Cecilia y Luciano se reconcilian ante la mirada feliz
de Dulce María. Viernes 26 de enero Poli se comunica con Luciano para informarle que saldrán de México. Cecilia toma la bocina y le
pide una disculpa. La Reverenda Lucía le comenta a Fortunata que su hermana Paulina tuvo que ser intervenida por su enfermedad del
corazón. Dulce María desea contratar a un payaso para celebrar el cumpleaños de Estefanía y "Centavito" la lleva con Aquiles, un payaso
muy pobre cuya hija Isabel padece cojera. Lorena es hospitalizada y le pide a Elba no comentarle nada a Casandra. Noé olvida el
cumpleaños de Estefanía y le informa que debe viajar a Cancún, dejándola desencantada. "Solovino" es capturado por la perrera
causando gran inquietud en "Chiripa" y Dulce María, quien le pide a Luciano que lo rescate. Luciano acude a la perrera y regresa con
"Solovino". Estefanía comenta que Noé olvidó su cumpleaños y que ya no desea festejarlo. Gabriel propone darle una fiesta sorpresa.
Casandra se escapa de su escuela para ir a bailar, pero es expulsada. A pesar de los consejos del médico, Lorena decide abandonar la
clínica para ver a su hija, quien cínica le dice que seguramente tiene un novio escondido. Como respuesta, Lorena le da una bofetada.
Luciano le venda los ojos a Estefanía y la conduce al salón. Al descubrirse, Estefanía mira asombrada a todos los invitados que le cantan
"Las Mañanitas".

CAPITULO 29 (Episodios 141 a 145)


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Lunes 29 de enero Estefanía se encuentra feliz en su fiesta sorpresa. Casandra le dice a Lorena que nunca la perdonará por haberla
abofeteado. Aquiles hace una gran función de magia. Frida y Bárbara humillan a Chabelita, pero Alfonsina, Lluvia y Juanita la defienden.
Llorando, Chabelita le pide a su papá que regresen a su casa. Al ver que Aquiles paga su deuda en la panadería, tres ladrones lo asaltan,
golpeándolo y dejándolo sin sentido en la banqueta. Noé llama a Estefanía y se disculpa por haber olvidado su cumpleaños. En un
restaurante, Noé ve entrar a Lorena y la saluda. Con cinismo, Casandra le pregunta si es el nuevo "amiguito" de su mamá. Ante el
desconciesrto de Noé, Lorena le contesta a su hija que es el marido de una clienta de la boutique. "Centavito" le informa a Luciano que
Aquiles fue asaltado. Toda la familia acude a la Cruz Roja. Aquiles recupera el conocimiento y Luciano le asegura que él cuidará de
Chabelita. Dulce María acude a la habitación de sus papás y les dice que Chabelita sufre mucho debido a su cojera. Luciano le pide a
Aquiles su autorización para que un médico revise a Chabelita. Casandra revisa los cajones de Lorena y encuentra una fotografía vieja de
Noé, a quien busca para mostrársela. Tras revisar a Chabelita, el Dr. Roa le dice a Luciano que tiene secuencias de Polio. Martes 30 de
enero Casandra le exige a Noé que le diga la relación que lleva con su madre. Dulce María le asegura a Chabelita que, si desea curarse,
debe tener mucha fe. Noé regresa de Cancún y le regala a Estefanía una pulsera. Dulce María escucha decir a Luciano que el doctor no da
muchas esperanzas sobre la enfermedad de Chabelita. Angélica le aconseja a Dulce María darle masajes en la pierna a Chabelita para
que sienta menos dolor. Bárbara se refiere a Chabelita y a Juanita con desprecio, y Dulce María la enfrenta jalándole el pelo. Al ser
informada, la Reverenda Lucía le dice a Dulce María que ese no fue motivo suficiente para iniciar una pelea. Fortunata trata de
defenderla, pero la Reverenda le pide que salga de la dirección y le regala una paleta de dulce a la niña. Casandra le muestra la foto de
Noé a Lorena, quien le dice molesta que pertenece a su pasado. Pascual se presenta ante el notario, quien le informa que Altagracia lo
nombró como su único heredero. Accediendo a los últimos deseos de Altagracia, Pascual abandona el colegio; Fidelio le presenta la
servidumbre de la casa, asegurándole que pronto se acostumbrará a la riqueza. Por consejo de Angélica, Dulce María acude con Cecilia al
Sagrario de la Virgen y toca las manos de la imagen, las cuales se iluminan por un efecto mágico. Miércoles 31 de enero Adolfo le
pide a la Reverenda Lucía que exonere a Dulce María si hace un buen examen. Llega Paulina, la hermana de la Reverenda, y Adolfo se
impacta al verla. Dulce María saca la calificación más alta, pero Luciano no le permite ir a merendar con Adolfo. Paulina comienza a
sentirse mal en el cuarto de baño y cae desmayada. Al notar su ausencia, Jimmy va en busca de Dulce María, quien sube por una
escalera hasta asomarse por la ventila del baño y observa el cuerpo inerte de Paulina. La niña logra entrar en el baño, abre la puerta y
con la ayuda de Jimmy lleva a Paulina hasta su cama. Dulce María sale en busca del Dr. Heredia. Al darse cuenta de la desaparición de su
hija, Luciano se muestra furioso. Dulce María regresa con el Dr. Heredia, quien atiende a Paulina. Luciano enfrenta a Dulce María cuando
ésta llega a la casa y no le permite explicar su ausencia, imponiéndole el castigo de no hablar con ella. Jaime Alberto toca a la puerta y le
informa a Luciano lo ocurrido con Paulina, agradeciéndole que Dulce María haya salvado la vida de su suegra. Apenado, Luciano le pide
perdón a su hija y le levanta el castigo. Policarpia se presenta en la oficina de Luciano. Bárbara y Frida le dicen a Dulce María de que van
a matar a las gallinas para hacer caldo y la convencen de esconderlas. Jueves 1 de febrero Alfonso invita a pasar a Paulina y ambos
comentan la coincidencia de que ella sea hermana de la Reverenda Lucía. Bárbara y Frida le dicen a Dulce María que la Reverenda está
enferma de "Panzaloca" y que tienen la medicina para curarla. Paulina visita a la Reverenda para preguntarle acerca de Adolfo. Dulce
María engaña a Fortunata y pone el chile piquín que le dieron Frida y Bárbara como medicina en el té de la Reverenda, quien atiende
otras cosas y no toma la infusión. Fortunata se queda sola y se come rápidamente las galletas. Al atragantarse, se toma el té y se
enchila. Dulce María se impacta al ver que le sale humo por las orejas y le echa agua para que se "apague". En el club de banqueros,
Filogonio (disfrazado de maharajá) le vende una piedra a Pascual, asegurándole que es un rubí. Bárbara y Frida entran en el cuartito
viejo con la intención de burlarse de Dulce María, pero Angélica eleva la silla donde está sentada su hija, haciendo que las villanitas
huyan despavoridas. Pascual descubre que el rubí que le vendieron es falso. Dulce María le pregunta a Jimmy si le gustaría que sus
abuelos se casaran. En un casino clandestino, Filogonio (disfrazado de negro) recibe con entusiasmo a Pascual con la intención de
estafarlo. La Reverenda llega de noche al colegio y es abordada violentamente por un hombre. Viernes 2 de febrero Adrián le ordena a
la Reverenda entrar en el colegio y le asegura que ha ido para quedarse a vivir por un tiempo. Fortunata, Águeda y Aurora acuden a la
dirección para comprobar si la Reverenda metió a un hombre, pero Adrián se esconde y las monjas se retiran. Adrián le dice a la
Reverenda que, si no quiere que se quede ahí, le dé dinero para irse a un hotel. Ella le asegura que no tiene y le ofrece el puesto de
jardinero. En el casino, Pascual pierde todo su dinero y apuesta su coche. La Reverenda presenta a su hermano Adrián ante las monjas
como el nuevo jardinero y las niñas se dirigen al cobertizo para conocerlo. Adrián les grita de mala forma que no le interesa conocerlas.
Paulina le dice a la Reverenda que tal vez Adrián se está escondiendo de la policía y que puede comprometerla. En el hipódromo,
Filogonio (disfrazado de árabe) le da una tarjeta a Pascual pidiéndole que lo visite en su hotel. En el centro comercial, Dulce María y
Jimmy son encerradas accidentalmente al tratar de rescatar a un gatito. Al no ver a los niños, Cecilia le pide ayuda al gerente. Dulce
María y Jimmy encuentran otra puerta y salen por ella, descubriendo a tres ladrones entre los que se encuentra Adrián. Los niños fingen
ser maniquíes, pero Dulce María le da una patada a Adrián y éste parece reconocerla.

CAPITULO 30 (Episodios 146 a 150)


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Lunes 5 de febrero Adrián está a punto de tocar a Dulce María cuando Tadeo lo jala de una oreja. Ambos comienzan a pelear y los
niños aprovechan para bajar a otro piso y llamar por teléfono, pero todas las líneas están descompuestas. Los malhechores se dirigen a
la gerencia de la tienda. Estefanía y Cecilia les informan desesperadas a Luciano, Noé y Adolfo que los niños se perdieron. Todos acuden
a la casa de Luciano para ver si están ahí. Al no encontrarlos llaman al agente Elizondo. Pascual acude a la suite de Filogonio y se
interesa en comprarle unos pozos petroleros. Jimmy distrae a Adrián y Dulce María entra en la gerencia para comunicarse con Luciano, a
quien pone al tanto de la situación. Mientras sus secuaces llenan las bolsas con dinero, Adrián se dirige hacia donde está el velador, pero
decide huir cuando ve entrar a Elizondo, Luciano, Noé y Adolfo. Elizondo detiene a Tadeo y Baltasar. Dulce María no comenta que el
tercer ladrón era el hermano de la reverenda. Luciano y Cristóbal le piden a Pascual ser prudente en la compra de los pozos. La
Reverenda Lucía le dice a Adrián que Dulce María ganó una recompensa por ayudar a capturar a Tadeo y Baltasar. En complicidad con
Dulce María, Jimmy le entrega a Adolfo una caja de pañuelos a nombre de Paulina y éste se sorprende al leer la tarjeta que el niño
escribió. Martes 6 de febrero Enojado, Adolfo le comenta a Cecilia que Paulina es una coqueta. Paulina llega a recoger a Jimmy y
Adolfo la saluda con seriedad. Luciano le informa a Pascual que nadie conoce a Abdul Hazam y que debe ser un impostor. En el supercito,
un niño le entrega una carta a Dulce María. Lorena es internada nuevamente en la clínica, pues su enfermedad se agudizó por haber
suspendido el tratamiento. En el internado, Casandra les comenta a sus amigas que su mamá engañó a su papá y que eso nunca se lo
perdonará. Jimmy le dice a Paulina que le gustaría que se casara con Adolfo. Adrián escucha decir a la Reverenda que acudirá al banco
para depositar el dinero de las colegiaturas. Dulce María le muestra a Angélica la carta de La Dama Fantasma y ésta la anima para que
acuda a la cita. Facundo convence a Pascual de comprarle un pozo a Hazam. Adrián amenaza a Dulce María diciéndole que le hará algo a
su papá si ella lo delata. Adolfo le dice a Silvina que él piensa que Cecilia y Estefanía inventaron lo del regalo de Paulina para burlarse de
él. La Reverenda y Adrián visitan a Paulina en su casa. Dulce María acude al salón de noche y, alumbrándose con una veladora, le
pregunta a la Dama Fantasma si se encuentra ahí. Estefanía le contesta que sí con voz profunda y misteriosa. Al verla, Dulce María grita
asustada. Miércoles 7 de febrero Dulce María reconoce la voz de Estefanía y le confiesa que Adrián es el ladrón del almacén y que la
amenazó con hacerle daño a Luciano si se lo decía a alguien. Estefanía se presenta ante Adrián y le cuenta la historia de Leonardo con la
esperanza de que recapacite, pero éste se burla de ella. Estefanía le asegura que lo denunciará si le hace daño a Dulce María. Pascual
está a punto de firmar el contrato con Filogonio cuando llega Luciano para impedirlo. Dulce María le ofrece a Adrián el dinero de la
recompensa si cambia su forma de vida y no le hace daño a su papá. Furioso, Adrián la corre. Filogonio y Facundo se asustan y salen
rápidamente ante la presencia de Luciano, quien le hace ver a Pascual que eran unos estafadores. Tras planearlo, Dulce María llama a
Adolfo para que los invite a merendar mientras Jimmy le pide a Paulina que cante con mariachis. Muy serio, Adolfo le pregunta a Paulina
qué se propone y ella responde que fue idea de los niños, pero éste no le cree. Facundo presenta a Chuchette ante Pascual y éste queda
impresionado por su belleza. Cuando está a punto de convencerlo para que le dé dinero, entran policías y lo desenmascaran. Adrián se
roba el dinero de las colegiaturas e intenta escapar del colegio en la carcacha, pero la Reverenda se interpone en su camino. Jueves 8
de febrero Elizondo llega al colegio. Adrián le pide a la Reverenda que lo esconda y ésta lo lleva al túnel secreto. Elizondo se va y Adrián
le suplica con hipocresía a la Reverenda que le dé una segunda oportunidad. Lorena se comunica con Noé y le dice que Casandra es su
hija. Pascual le comenta a la Reverenda que donó todo su dinero a instituciones de beneficencia y que guardó cien mil pesos para que el
Padre Gabriel pueda hacer obras de caridad. Adrián lo escucha todo desde el túnel. Fortunata convence a Dulce María de bajar al pozo
para comprobar si Adrián se esconde ahí, pero se atora al intentar entrar. Adolfo le reprocha a Paulina que intente burlarse de él. Antes
de morir, Lorena le confiesa a Casandra que Noé es su padre. Dulce María les dice a Cecilia y Luciano que Adrián vive en el túnel del
colegio porque es un ladrón. La familia sale a comer en un restaurante y Dulce María confiesa con tristeza que su plan para unir a Paulina
con su abuelo falló. Adolfo queda preocupado por su comportamiento con Paulina. Pablito, un vendedor de flores, se acerca a la mesa de
los Larios y Dulce María le invita un pedazo de su sándwich, pero el capitán de meseros lo maltrata y lo corre. Adolfo, Luciano y Dulce
María se enfrentan al capitán, asegurándole que el niño se sentará con ellos. Viernes 9 de febrero Todos llevan a Pablito a una
farmacia para comprar medicina y lo conducen a su casa. Adolfo se presenta ante Paulina con un ramo de flores y le pide disculpas,
contándole que todo fue un plan de los niños para unirlos. Dulce María vende su ropa a la hora del recreo. Estefanía busca a Dulce María
y sólo encuentra una carta dirigida a Cecilia y Luciano. "Centavito" presenta a Dulce María con un mecánico apodado "Gasolina" para que
la lleve a casa de Pablito. La Reverenda les pide a los Larios que acudan al colegio con 240 pesos. Todos se sorprenden al ver la ropa de
Dulce María sobre el escritorio de la Reverenda, quien les informa que la niña vendió las prendas a sus compañeras y que deben devolver
el dinero. Dulce María llega a la casa de Pablito y le da el dinero a cambio de flores. Jacinta queda emocionada por la bondad de la niña.
Aquiles y Chabelita visitan a la familia y Dulce María le pide a Luciano que Chabelita los acompañe en su viaje a Miami. Adrián roba el
dinero que Pascual pretendía darle al padre Gabriel. Casandra llama a Noé y le pide que vaya a Cancún, pues Lorena murió y ella lo
necesita. Luciano, Cecilia, Dulce María y Chabelita viajan en la avioneta. Adrián sale de su escondite, sujeta por el cuello a Dulce María y
les ordena a Luciano y Cecilia dirigirse hacia donde él les ordene.

CAPITULO 31 (Episodios 151 a 155)


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Lunes 12 de febrero Sujetando a Dulce María por el cuello, Adrián no le permite a Luciano informar a la Torre de Control su nuevo
destino. Al darse cuenta de la ausencia de Adrián, la Reverenda Lucía le confiesa al padre Gabriel que su hermano es un delincuente y
que sólo él pudo tomar el dinero de Pascual. Dulce María y Chabelita muerden a Adrián, quien deja escapar un tiro. Luciano pierde el
control de la avioneta y se estrellan en una isla. Noé llega a Cancún y Casandra le pide que la lleve a vivir con él. Dulce María vuelve en
sí y todos poco a poco recobran el conocimiento. Luciano tiene un brazo fracturado, pero entre él y Cecilia sacan a las niñas de la
avioneta. Tras pensar que Adrián está muerto, Luciano regresa y les comunica que la radio está averiada y no hay manera de pedir
ayuda. La Reverenda le informa a Paulina el robo de Adrián. Después de comer fruta de los árboles de la isla, Cecilia, Luciano y las niñas
encuentran un lugar para hacer una fogata y dormir alrededor de ella. Noé le confiesa a Esperanza que Casandra es su hija y luego se
presenta ante Estefanía, diciéndole que tiene algo muy importante que decirle. En ese momento suena el teléfono y les informan que la
avioneta nunca llegó a Miami. Luciano regresa a la avioneta y se da cuenta que el cuerpo de Adrián ha desaparecido. Martes 13 de
febrero Luciano regresa al lugar donde se encuentran las niñas y Cecilia, comunicándole a ésta que Adrián sigue vivo. La Reverenda
Lucía le confiesa al agente Elizondo que ella mantuvo oculto a Adrián en el colegio. Casandra le dice a Esperanza que ella sólo quiere
recuperar a su padre. Adrián se encuentra oculto en una cueva pensando en la forma de vengarse de los Larios. Estefanía se dirige a su
apartamento y descubre a Casandra, quien la saluda. Jugando con Dulce María, Chabelita cae en un pozo de arenas movedizas. Cecilia y
Luciano logran sacarla con la ayuda de una vara y les prohíben a las niñas acercarse a ese lugar. A Estefanía le da mucho gusto conocer
a Casandra cuando ésta le dice que es hija de Lorena. Al enterarse que su mamá murió, Estefanía la consuela y regresa al departamento
de Luciano. Noé le confiesa a Estefanía que Casandra es su hija. Dolida, Estefanía le pide que se vaya a vivir con su hija a otro lugar.
Luciano y Cecilia sacan la radio de la avioneta con la intención de repararla. Noé vuelve a hablar con Estefanía diciéndole que ella y Estefi
son lo más importante que tiene en la vida y que Casandra regresará a Cancún. Adrián finalmente se presenta ante los Larios y le
asegura a Luciano que acabará con ellos poco a poco, mientras una tarántula trepa por el pie de Cecilia. Miércoles 14 de febrero La
tarántula muerde a Cecilia y ésta comienza a sentirse mal. Luego de recapacitar, Estefanía se presenta ante Casandra y le pide que se
quede en su casa. Aconsejada por Angélica, Dulce María recoge una planta en el río y, después de machacarla, se la da a beber a Cecilia,
quien comienza a recuperarse. Adolfo les comunica a la Reverenda Lucía y a Paulina que la búsqueda de la avioneta se ha suspendido,
pues consideran muertos a los Larios. Casandra le dice a Estefanía que piense mejor su propuesta, ya que no será una huésped fácil, y le
solicita ser internada en el colegio de Dulce María. Luciano logra reparar la radio y transmite una señal de auxilio, informando que un
delincuente peligroso está con ellos. Adrián amenaza a Luciano con la pistola y le ordena cortar la comunicación. Ambos se enfrascan en
una pelea. Dulce María arroja tierra a los ojos de Adrián y éste suelta la pistola. Luciano la recoge y lo obliga a salir del refugio. Casandra
jura por la memoria de su madre que destruirá el matrimonio de Noé. Adolfo les informa a todos que un piloto recibió el mensaje de
Luciano. Una patrulla de rescate llega a la isla con Adolfo y la Reverenda Lucía. Al verlos, Adrián sorprende a Dulce María y se la lleva
cargando, pero cae en el pozo de arenas movedizas y, vengativo, asegura que la niña morirá con él. Jueves 15 de febrero La
Reverenda Lucía logra conmover a Adrián, quien finalmente permite que rescaten a Dulce María y él muere. Por la noche, todos celebran
en la casa de los Larios y Noé les informa acerca de la llegada de Casandra. La Reverenda y Paulina rezan en la capilla por el alma de su
hermano. Casandra le dice a Noé que fue idea de Estefanía internarla en el colegio, pues desea separarla de él. Noé le reclama a
Estefanía, quien dolida calla la verdad; al día siguiente le reprocha a Casandra por haberle dicho esa mentira a Noé. Sonia se presenta
ante Pascual, inventando que Altagracia le dijo que acudiera a él en caso de que tuviera problemas. Angélica le comenta a Dulce María
que el colegio pasará por una temporada nada agradable. Estefanía le pide a Casandra tener un poco de buena voluntad para que puedan
llevarse bien. Pascual le pide a la Reverenda que acepte a Sonia como interna en el colegio. Cleofas y Domitila planean la forma de timar
a Pascual a través de Sonia. Paulina se despide de Cecilia, Estefanía y Dulce María, informándoles que la muerte de Adrián fue demasiado
para ella y que se irá a Los Ángeles con Jimmy para reunirse con Morelba. Dulce María se comunica con Adolfo y le cuenta las intenciones
de Paulina, asegurándole que tiene un plan para impedir que se vaya. Viernes 16 de febrero Luciano se extraña al saber de la
presencia de Sonia en la vida de Pascual. Paulina le dice a la Reverenda Lucía que al parecer Adolfo nunca tuvo interés en ella como
mujer. Casandra chantajea a Noé diciéndole que no desea ir a un colegio de monjas. Luciano le aconseja a Pascual ser prudente con
respecto a Sonia, pero éste le asegura que la muchacha se parece a su hija y que es buena. Tras llamar a Fidelio, Luciano se presenta
ante la Reverenda y le informa que es mentira todo lo que Sonia le contó a Pascual. Cecilia y Luciano van a cenar con Estefanía.
Siguiendo el plan de Dulce María, Silvestre conduce a Adolfo hasta el invernadero. Al llegar Paulina, Silvestre le informa que Adolfo le
preparó una cena de despedida en el invernadero. Adolfo queda impactado al verla tan guapa, mientras Dulce María y Jimmy cruzan los
dedos. Durante la cena, Luciano le sugiere a Noé legalizar la situación de Casandra. Adolfo le confiesa a Paulina estar enamorado de ella
y ambos se abrazan. Estefanía sugiere que un psiquiatra vea a Casandra, quien llega en ese momento y asegura no estar loca. Tras ser
informados por Silvestre de quién organizó la cena, Paulina y Adolfo les agradecen a Dulce María y Jimmy el haberlos unido. Edgar le
comenta a Dulce María que su papá quiere vender su cachorro de león y le pide que lo esconda.

CAPITULO 32 (Episodios 156 a 160)


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Lunes 19 de febrero Dulce María decide esconder a Bombo en el cuartito viejo del colegio. Génova, Matilda y Ernestina acosan a Sonia.
La Reverenda Lucía acepta inscribir a Casandra en el colegio. Cecilia y Estefanía le hacen varias preguntas a Sonia, quien responde
nerviosa. Luciano contrata a un detective para que la investigue. Dulce María le dice a sus amigas que les tiene una sorpresa; como se
niega a compartirla con Bárbara y Frida, éstas alteran los resultados de sus operaciones como venganza. Dulce María lleva a sus amigas
al cuartito viejo y les muestra a Bombo. Severa, la Reverenda Lucía le pide a Dulce María que le expliqué por qué sacó cero en sus
operaciones y le ordena a Aurora que le deje el doble de tarea. Cecilia y Estefanía sorprenden a Casandra besándose con Saturno. Dulce
María mete a Bombo en su mochila y lo lleva a su casa, donde lo instala en un cuarto. Edgar visita a la niña quien, ante el hambre del
cachorro, engaña a Silvestre para robarle el pollo que se iba a preparar para la merienda. Delia comenta al Dr. Altamirano que Edgar fue
a visitar a Dulce María, despertando sus sospechas. Al conocerse, Casandra y Marcos quedan impactados. El Dr. Altamirano llega a casa
de Luciano y le dice a Cecilia que en su casa se encuentra escondido un león. Dulce María lo escucha al bajar las escaleras. Martes 20
de febrero Dulce María niega esconder a Bombo. Génova y sus amigas humillan a Sonia ante la desaprobación de Matilda. Pascual
externa a la Reverenda Lucía su deseo de poner a nombre de Sonia un pagaré para asegurar su futuro. El cachorro destroza una camisa
de Luciano y la niña esconde los jirones en una maceta, pero son descubiertos por Silvestre y Cecilia. Al enterarse, Luciano se muestra
furioso y sospecha de Dulce María. Atemorizada, la niña le confiesa a Silvestre que tiene escondido al león en la casa. Estefanía le
aconseja fingirse afónica ante su papá para ver si logra salvarse del castigo que le espera. Luciano amenaza con dejar de hablarle a
Dulce María si no le cuenta la verdad. Estefanía recibe una llamada de Soraya, esposa de un antiguo novio suyo, y quedan de verse. La
Reverenda Lucía descubre el juego sucio que le hicieron Bárbara y Frida a Dulce María y las villanitas planean vengarse haciéndole otra
broma. Soraya le confiesa a Estefanía que Ernesto la necesita. Confabulada con Bárbara y Frida, Katia le pide a Dulce María que le lleve
una palangana con agua a la Reverenda. Las villanitas tienden una cuerda a la entrada de la dirección y Dulce María se tropieza al mismo
tiempo que sale la Reverenda con la inspectora Leoncia Malacara, empapando a ésta última. Miércoles 21 de febrero Dulce María es
enviada al cuarto de archivo del colegio, mientras Malacara decide suspender la inspección. Fortunata aboga por la niña ante la
Reverenda, quien decide no castigarla. Estefanía se presenta ante Ernesto, quien le suplica que sea su aval para pedir un préstamo. Ella
se niega. Ernesto le dice a Soraya que tiene la forma para obligarla. Estefanía le cuenta lo sucedido a Esperanza, sin saber que Casandra
la escucha. Edgar le confiesa al Dr. Altamirano tener escondido a Bombo y éste, a su vez, se lo cuenta a Luciano, quien finalmente
comprende que fue el cachorro el que destrozó su camisa. Altamirano le dice a Dulce María que llevará a Bombo a vivir en el zoológico
con una leona que perdió a su cachorro, no sin antes agradecerle el haber sido solidaria con su hijo. Génova quiere que Sonia robe la
llave de la despensa del colegio pero, ante la intervención de Matilda, decide mandarla a ella. Todas se meten en la cocina y sacan una
botella de rompope, pero son descubiertas por la Reverenda quien les prohíbe salir el fin de semana como castigo. Casandra bebe de
más en la discoteca y se desmaya. Saturno llama a Estefanía y ésta se presenta acompañada por Luciano. Casandra vuelve en sí y le
pide a Estefanía no decirle nada a Noé para no desilusionarlo. Estefanía le contesta que todo depende de ella. Jueves 22 de febrero
Estefanía le pide a Casandra portarse bien y no ver más a Saturno como condición para no decirle nada a Noé. Sin embargo, Casandra se
va a escondidas con Saturno a Cuernavaca. Domitila y Cleofás piensan que Sonia los ha traicionado, pues no se presenta durante el fin
de semana. Cleofás llama el lunes al colegio y la Reverenda lo pone al tanto del castigo, pero queda intrigada debido a que Sonia le dijo
que su único familiar era una tía enferma. Génova acusa a Sonia de haber planeado el incidente de la cocina y ambas terminan
peleándose a golpes. Estefanía es amenazada por Ernesto para que lo vaya a visitar. Casandra ingresa el lunes al colegio y les comenta a
sus compañeras que planea deshacerse de su madrastra, mientras Dulce María escucha todo. Bárbara y Frida se burlan de ella diciéndole
que su tía es una gallina. En casa, Dulce María pide ayuda a todos para vengarse de las villanitas. Aunque Luciano no está de acuerdo,
Adolfo decide ayudar a su nieta. Cleofás se presenta en el colegio para pedirle dinero a Sonia. Fortunata le informa de ello a Luciano y
escucha la conversación de Sonia y Cleofás a través de la puerta, enterándose que pretenden estafar a Pascual. Saturno ve a Estefanía
entrando con actitud misteriosa al edificio de Ernesto y decide vigilarla. Viernes 23 de febrero Ernesto no le puede informar a
Casandra su descubrimiento debido a que se la pila de su teléfono celular está descargada. Estefanía le advierte a Ernesto que no lo
ayudará, pero Soraya le dice que la depresión de su esposo lo a llevado a intentar suicidarse. Conmovida, Estefanía decide darle algo de
dinero. Tras investigar a Domitila y Cleofás, Luciano decide advertirle a Pascual acerca de ellos, pero lo ve tan ilusionado con Sonia que
prefiere callar. Casandra pretende divertirse un rato con Marcos y después cederlo a Génova, pues prefiere a Saturno. Chiripa y Solovino
están a punto de casarse cuando llega Valentino para impedirlo. Chiripa se sorprende tanto que se desmaya, pero cuando recobra el
conocimiento corre a Valentino del lugar, recordándole que la abandonó cuando estaba embarazada. La boda se celebra y Chiripa y
Solovino se van a festejar. Dulce María le informa a Luciano que ahora Solovino también vivirá en la casa debido a que ahora es el
esposo de Chiripa. Estefanía sorprende a Casandra robando dinero de su bolso, pero termina regalándoselo sin saber que lo quiere para
contratar a un detective que la siga. Sonia les entrega a Domitila y Cleofás el dinero que le dio Pascual, pero estos piensan que es muy
poco y quieren quitarle el reloj que el jardinero le regaló.

CAPITULO 33 (Episodios 161 a 165)


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Lunes 26 de febrero Casandra y Saturno están seguros que el detective encontrará algo turbio en la vida de Estefanía. Ernesto acude a
casa de Estefanía para exigirle dinero; Noé llega y Estefanía le dice que Ernesto es un nuevo vecino. Casandra siente odio hacia Dulce
María al enterarse de que ella fue la causante de que su padre y Estefanía se casaran. La niña le informa que está enterada de los planes
que tiene para separar a su tía de Noé y que no está dispuesta a permitirlo. Marcos se encuentra ilusionado con Casandra, pensando que
es una buena chica. Al saber que los Larios están enterados del robo que cometió a Estefanía, Casandra decide cambiar de estrategia,
pues sabe que no le conviene tener en contra a Luciano. Sonia y Génova quedan impresionadas al conocer a Marcos. El detective sigue a
Estefanía hasta una cafetería donde se ha citado con Ernesto, a quien le hace prometer que no la buscará más y le entrega el dinero. El
detective toma una foto en el instante que Ernesto toma la mano de Estefanía. Dulce María y sus amigas planean una travesura para
Bárbara y Frida, pero la Reverenda Lucía encuentra el sobre con dinero que dejaron sobre su escritorio e interroga a todas las alumnas
para averiguar de quién es. Génova y sus amigas rompen el reloj que Pascual le obsequió a Sonia. Martes 27 de febrero Con la
intención de jugarle una broma a Bárbara y Frida, Dulce María moja con agua y tinta china a Fortunata y a dos inspectores. Luciano se
muestra bastante molesto cuando es informado de este incidente, pero finalmente Adolfo confiesa su culpabilidad en el asunto. Saturno
le dice a Casandra que Estefanía se vio con un hombre y que el detective pronto les entregará un informe detallado de las actividades de
su madrastra. Dulce María hace saber a Sonia que ya todos están enterados de sus verdaderas intenciones con Pascual para sacarle
dinero. Sintiéndose enferma, Sonia cae desmayada. La Reverenda decide expulsar a Dulce María del colegio por su travesura, pero
cambia de parecer cuando el agente Elizondo le dice que los supuestos inspectores en realidad eran ladrones. Saturno se enfurece al
descubrir a Marcos con Casandra, pero la muchacha le asegura que es el hermano de una compañera. Tras ser descubierta besándose
con Saturno, Casandra es castigada por la Reverenda. Al ser informada de ello, Estefanía piensa que el muchacho con el que Casandra se
estaba besando era Marcos. Luciano va a buscar a Sonia a casa de sus tíos, pero una vecina le dice que estos salieron de viaje. Dulce
María encuentra a Sonia sin sentido en el cuartito viejo y piensa que está muerta. Miércoles 28 de febrero Sonia es llevada de
emergencia al hospital, pues padece peritonitis. Luego de ser atendida, llama a Pascual "papá" y le pide a Dulce María que busque a un
sacerdote. Estefanía le reclama a Marcos el haber besado a Casandra, pero éste le asegura que fue otro muchacho quien la besó y que ya
no la volverá a ver. Estefanía le reprocha su engaño a Casandra, quien se justifica diciendo que Saturno la besó a la fuerza y le pide que
le diga a Marcos que él es el único hombre que le importa. Sonia le confiesa a Gabriel que trató de estafar a Pascual, pero le dice que
está arrepentida. Dulce María propone que Sonia se recupere en su casa para alejarla de Domitila y Cleofás. Al enterarse de que Pascual
desea avisarle a su tía acerca de su enfermedad, Sonia se niega argumentando que no la quiere, pues desde que era niña la puso a
trabajar. Clarisa y Cristóbal les informan a los Larios que nunca podrán tener hijos. Dulce María encuentra a una pequeña huérfana que
se ha escapado del orfanato para comprar un papá y la lleva a su casa, donde los Larios la ven como una opción para que Clarisa y
Cristóbal la adopten. Casandra quema la planta favorita de Estefanía y la descubre hablando por teléfono con Ernesto, quien trata de
inventar un accidente ocurrido a Soraya para sacarle más dinero. Jueves 1 de marzo Casandra trata de intimidar a Estefanía al darse
cuenta de que hablaba con un hombre, pero ésta lo niega todo. Estefanía acude a la casa de Ernesto para decirle que no permitirá que la
sigan chantajeando, amenazándolo con decirle todo a Noé y a la policía. Los Larios acuden al orfanato para que le permitan a Irma pasar
unos días en su casa, ya que planean conseguirle una familia. Casandra se enfada al darse cuenta que Saturno y Génova coquetean
entre sí. En la calle, Dulce María trata de conseguir un padre para Irma sin éxito. Sonia llega a la casa de los Larios sin saber que
Domitila la ha estado buscando en el colegio. Irma conoce a Cristóbal y ambos parecen caerse bien. Sin embargo, la niña no ofrece
comprarlo como padre... a pesar de que se entera que la única forma en la que él y Clarisa pueden tener hijos es adoptando a uno. Irma
escapa hacia el orfanato sin llevarse la muñeca que Cristóbal le regaló. Casandra le dice a Marcos que Estefanía y su padre
probablemente se divorciarán muy pronto, pues tienen serios problemas. Carola le envía a la Reverenda Lucía un mensaje anónimo en el
que le informa que Casandra quemó la planta de Estefanía. Al enterarse, Estefanía le dice a Casandra que le contará a Noé todo lo malo
que ha hecho desde un principio para desenmascararla ante él. Viernes 2 de marzo Génova acusa a Carola de enviar el anónimo ante
Casandra, quien la amenaza con hacerle la vida imposible si su padre la regaña. Saturno le informa a Casandra que ya le mandó a Noé
un sobre con las pruebas que incriminan a su madrastra. Estefanía llega al despacho de Noé con la intención de contarle todo acerca de
Casandra, pero se arrepiente al ver la preocupación de su esposo. Todos se entristecen al saber que Irma regresó al orfanato, pensando
que no le gustó Cristóbal como padre. Irma le pide dinero prestado a la directora del orfanato, pues piensa que el papá que encontró en
la casa de los Larios vale mucho más que los 18 pesos que tiene ahorrados. Frida está triste pues piensa que sus papás ya no la quieren
desde que nació su hermanito. Para llamar la atención de los papás de Frida, Dulce María les habla por teléfono y les dice que su hija fue
mordida por un ratón rabioso. Cleofás visita a Sonia en el colegio y la amenaza diciéndole que no puede retractarse,pues tienen un
negocio pendiente. Casandra le confiesa a Estefanía que la ha hecho seguir por un detective y que está dispuesta a demostrarle a Noé
que lo engaña, pero le propone callar si ella también lo hace. Estefanía se niega. Noé abre el sobre con las fotos y el reporte del detective
y, celoso, le reclama a Estefanía.

CAPITULO 34 (Episodios 166 a 170)


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Lunes 5 de marzo Noé no cree en las explicaciones de Estefanía y Casandra lo convence de que su madrastra es un monstruo que la
separó de Saturno, razón por la que el muchacho se vengó contratando al detective. El enredo de los Iturbe se resuelve cuando
descubren que fue una estrategia de Dulce María para que ellos volvieran a querer a Frida. Dulce María se lastima un pie y se da cuenta
de que falta el cuadro que le regalaron a Sonia. Pascual se intriga por la presencia del hombre que visita a Sonia, quien le dice que es un
amigo de su tía. Noé se niega a ver la realidad y no admite explicaciones de Estefanía, ya que piensa que está calumniando a Casandra.
Estefanía decide marcharse de la casa ya que no puede aceptar que Noé desconfíe de ella. Al enterarse de ello, Casandra se ofrece
hipócritamente para hablar con su madrastra y tratar de arreglar las cosas. Noé se niega y le dice que todo está perdido. Dulce María
llora amargamente cuando se entera del divorcio de sus tíos. La Sra. Zamora informa que los trámites para la adopción de Irma están
listos. Todos deciden seguirle el juego a Irma para no romper su ilusión de comprar un papá, pues ha juntado su dinero con mucha fe.
Sin embargo, la envidiosa Dorotea planea hacer algo para evitar que Irma sea feliz. Martes 6 de marzo Estefanía sale de la casa de
Noé llevándose a Estefi con ella ante la desolación de Dulce María. Casandra le informa a Marcos que Estefanía y Noé se separaron.
Esperanza le pide a Noé que recapacite y piense en Estefi. Los Larios no pueden convencer a Estefanía de luchar por su matrimonio y
ésta decide pasar la noche en un hotel. Aprovechando que Irma está dormida, Dorotea le roba el dinero que tiene ahorrado para
comprarse un padre. Marcos visita a los Larios y Dulce María le dice que Casandra es una "mentirosienta", con la intención de que
considere a Sonia como prospecto. Casandra celebra el hecho de haberse deshecho de su madrastra y asegura que su siguiente objetivo
es Sonia; más tarde se entera que Marcos fue a visitarla. Esperanza trata de hacer que Noé recapacite al recordarle todo el apoyo que le
ha brindado Estefanía cuando más lo necesitaba. Ernesto se presenta ante Noé y le confiesa que por culpa de Soraya hizo cosas
indebidas, pero que Estefanía es una mujer integra. Noé acude al hotel donde se hospeda Estefanía para pedirle que regrese, pero ella se
niega al darse cuenta que él continúa justificando las acciones de Casandra. Irma recobra su dinero y cierra el negocio con sus nuevos
padres pagándoles los 18 pesos. Todos se muestran felices ante este encuentro. Miércoles 7 de marzo Adolfo invita a Estefanía a vivir
en su casa y le dice a Silvina que tratará de propiciar una reconciliación entre ella y Noé. Antes de regresar al colegio, Sonia se presenta
ante Domitila y le dice que no está dispuesta a seguir engañando a Pascual, pero ésta la golpea. Cleofás arma un escándalo en el colegio;
la Reverenda Lucía lo echa del lugar y él promete regresar para contarle toda la verdad a Pascual. Casandra lo escucha todo y le cuenta
de inmediato a Pascual lo que la muchacha pretendía hacerle en complicidad con sus tíos. Saturno le promete a Génova que buscará la
forma para incluirla en el plan que tiene con Casandra para ir a Cuernavaca. Casandra humilla a Sonia frente a Marcos llamándola
resbalosa. Pascual trata duramente a Sonia informándole que Casandra le contó la verdad y que la Reverenda se lo confirmó. Pascual se
compromete a seguir pagando sus estudios, pero le asegura que no quiere verla nunca más. Casandra decide no ir a Cuernavaca para
quedar como una hija ejemplar, por lo que Génova aprovecha para conocer mejor a Saturno. Casandra tiene un conflicto con Esperanza y
la corre de la casa. Noé que se niega, pero Esperanza le dice que se va con Estefanía por su gusto. Dulce María idea un plan para que
Estefanía regrese al lado de Noé. Jueves 8 de marzo Luciano le informa a Noé que Casandra desenmascaró a Sonia ante Pascual de
una forma bastante cruel y le pide que sea objetivo. Noé confirma lo dicho por Luciano con la Reverenda y pretende disculparse con
Pascual, pero la religiosa opina que eso le corresponde a Casandra. Ella se justifica ante su padre diciéndole que se quería vengar de
Sonia porque estuvo coqueteando con Marcos. Sonia se marcha del colegio y pide trabajo en la casa de los Larios. Luciano se ofrece a
seguir pagándole el colegio. Casandra se molesta al enterarse que Saturno se fue a Cuernavaca con Génova. Por la noche Saturno y
Génova van a la misma discoteca en la que está Casandra con Marcos y se besan. Dulce María cita a Noé en el salón de fiestas del
edificio como la "Dama Fantasma". Gracias al plan de Dulce María los Gamboa se reconcilian y Estefanía le aconseja a Noé buscar la
ayuda de un psicólogo para Casandra. En la discoteca, Casandra y Marcos se encuentran con Saturno y Génova; ambos jóvenes dicen ser
novios de Casandra y se pelean a golpes. Casandra le asegura a Saturno que sólo sale con Marcos para darle gusto a su padre. Casandra
intenta hacerle daño a Estefi, pero Esperanza la detiene y la abofetea. Ante Noé y Estefanía, Casandra amenaza con marcharse si su
madrastra regresa a casa. Viernes 9 de marzo Noé hace valer su autoridad y le dice a Casandra que tendrá que cumplir con las reglas
de la casa. Al día siguiente Casandra finge estar arrepentida y le pide perdón a todos, pero luego junto con Saturno planea vengarse.
Luciano lleva a Pascual a la casa de los tíos de Sonia y les exige que le digan la verdad. Ellos tratan de echarle la culpa de todo a Sonia.
Cuando Luciano los amenaza con llamar a la policía, Domitila y Cleofás terminan confesando que ellos idearon todo. Pascual perdona a
Sonia. Paulina y Adolfo contraen matrimonio ante el agrado de todos los invitados. Luciano está pasando por una mala situación
financiera y Bárbara le aconseja a Dulce María que ponga en su saco una estampita de Santa Laborina para que le vaya bien, luego le da
una foto de su sexy tía envuelta y le dice que abra el paquetito, pues es de mala suerte. Saturno le conseja a Casandra que le saque
provecho a su madrastra pidiéndole que interceda ante Noé para que le compre un coche. Estefanía se encuentra feliz, pues ha
descubierto que está embarazada nuevamente. A Casandra no le agrada la idea y les dice a sus amigas que tiene la sospecha de que ese
bebé no nacerá. Dulce María la escucha y la encara preguntándole por qué dice eso.

CAPITULO 35 (Episodios 171 a 175)


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Lunes 12 de marzo Casandra le miente a Dulce María asegurándole que el doctor le dijo a Estefanía que si se volvía a embarazar, corría
el riesgo de perder al bebé. Bárbara le llama a Cecilia fingiendo la voz para decirle que encontrará la foto de una mujer en la chamarra de
Luciano. Luciano le asegura a Cecilia que no conoce a la mujer de la foto y sospecha que Dulce María tiene algo que ver en eso. Angélica
le informa a Dulce María que no existe Santa Laborina. Casandra escribe una carta a nombre de Marcos declarándole su amor a Sonia,
quien se emociona al recibirla. Rutilo le promete a Juanita comprar la tela para hacer su vestido de primera comunión. Filemón ha salido
de la cárcel y promete vengarse de Rutilo con la ayuda de su primo Cándido. Atenea va a recoger a su sobrina Bárbara al colegio: Cecilia
la ve y se da cuenta que es la mujer de la foto. Sonia acude a la supuesta cita con Marcos y descubre que se trata de una broma de
Casandra, quien junto con Ernestina y Génova se burlan de ella. Fortunata le informa a Emmanuel, novio de Atenea, que una foto de ella
apareció en el saco de Luciano y éste va en su búsqueda con ánimos de pelear. Dulce María le dice a Cecilia que ella puso la foto y, tras
explicarle cómo ocurrieron las cosas, hacen un plan para que se reconcilie con Luciano. Martes 13 de marzo En el recibidor del edificio,
Emmanuel le reclama a Luciano el asunto de la fotografía. Ante la incredulidad de todos, Dulce María encuentra un poema escrito por
Angélica y dedicado a ella el día de su nacimiento. Filemón y Cándido intimidan a Rutilo para coopere con ellos y puedan realizar un
"trabajito" en el lugar donde labora. Casandra se cita con Saturno en las afueras del colegio y Carola trata de convencer a Sonia de que
la acuse con la Reverenda Lucía para vengarse de lo que le hizo, pero ella se niega por temor a las represalias de Casandra y para no
causarle disgustos a Pascual; después le confiesa que ha pensado meterse al convento en cuanto termine secundaria. Aconsejada por
Silvestre, Dulce María planea hacerle una broma a Bárbara con la ayuda de Frida, quien se encarga de convencer a la villanita de robarle
a Dulce María la estampita de la santa favorita de la Reverenda. Bárbara cae en la trampa y lo que le entrega a la Reverenda es su
caricatura, quedándose sin el derecho de hacer su primera comunión junto con todo el grupo. Cecilia decide probar la fidelidad de
Luciano y le deja en el parabrisas de su auto un anónimo firmando como su admiradora secreta, y uno más entre su correspondencia en
donde lo cita en un bar. Luciano no comenta nada sobre estos anónimos. Miércoles 14 de marzo Rutilo pierde su trabajo por culpa de
Filemón y acepta participar en el robo del taller de artes gráficas para conseguir el dinero que necesita y comprar el vestido de Juanita.
Gracias a Dulce María, la Reverenda le levanta el castigo a Bárbara. Carola y Matilde le informan a Casandra que por culpa de sus burlas,
Sonia está pensando en meterse de monja. Cecilia continúa mandándole cartas a Luciano firmadas como su admiradora secreta. Por
consejo de Noé, Luciano acude a la cita para poner las cosas en claro y evitar que su esposa se entere de esto. Cecilia se disfraza y
acude a la cita, en donde comprueba el gran amor que Luciano le tiene. La Reverenda les advierte a las alumnas que deberán dormirse a
las diez de la noche. Casandra les dice a sus amigas que de todas formas saldrá con Saturno. La Reverenda regresa y descubre que
Casandra no está. Sonia le dice que salió del colegio con su novio. La Reverenda les informa a los Gamboa y a los Larios que tendrá que
expulsar a Casandra por su falta. Cuando regresa al colegio, Casandra se revela ante su padre y se niega a dejar de ver a Saturno. Al día
siguiente Casandra se escapa de su casa aprovechando que está sola con Estefanía, quien al tratar de detenerla es empujada por la
joven y cae por las escaleras, quedando inmóvil. Jueves 15 de marzo Cecilia se presenta ante la abuelita de Juanita para entregarle la
tela. Dulce María y Juanita van por un helado, pero son interceptadas por Filemón, quien pretende vengarse. Rutilo las salva y la
intervención de unos policías en bicicleta logra que los malhechores escapen. Esperanza descubre a Casandra cerca de la caja fuerte.
Todos buscan a Estefanía en el edificio; gracias a la ayuda de "Chiripa" y "Solovino" la encuentran inconsciente en las escaleras de
emergencia. En el hospital, Noé se entera que su esposa está embarazada y que puede perder al bebé. Casandra hace creer que está
preocupada por su madrastra, pero se hace pasar por una enfermera con la intención de asfixiarla. Dulce María y una enfermera llegan y
Casandra se lleva a la niña como rehén, causando la angustia de Estefanía y complicando la situación del bebé que espera. Fortunata le
dice a Marcos que Casandra lo engaña con Saturno y en el colegio le informan que secuestró a Dulce María. Casandra escapa con
Saturno, pero son localizados por la policía que les cierra el paso en las afueras del edificio de Petróleos, donde ellos entran. Ya en la
azotea, Saturno amenaza con lanzar al vacío a Dulce María si la policía se acerca. Finalmente un helicóptero los recoge y Luciano queda
desesperado viendo que se llevan a su hija. Viernes 16 de marzo Luciano, Noé y Elizondo siguen a Casandra y Saturno en un
helicóptero de la policía. Saturno forcejea con el piloto y cae al vacío. Los helicópteros aterrizan y Dulce María es rescatada. Más tarde
Casandra es internada en un hospital psiquiátrico. Filemón y Cándido llegan a la casa de Toñita con la intención de quemar el vestido de
Juanita y Rutilo no puede impedirlo. Por consejo de Angélica, Dulce María acude al hospital psiquiátrico con la intención de mostrarle a
Casandra la foto de su madre. Filemón y Cándido queman el vestido; Rutilo y policías en bicicleta los persiguen hasta una feria, donde se
esconden en un juego mecánico. Rutilo lo pone a funcionar a toda velocidad, los malhechores se marean y son arrestados. Los Larios y
los Gamboa se ofrecen para hacerle un nuevo vestido a Juanita. Al ver la fotografía de Lorena, Montemayor la reconoce diciendo que la
enfermedad de Casandra viene desde su infancia. Posteriormente le muestra a la joven un video en donde se ve claramente el inmenso
cariño que su madre sentía por ella y le informa que Dulce María ofreció su primera comunión para que se cure. Casandra se arrepiente y
desea cambiar para recibir todo el cariño que los demás le brindan. Dulce María hace su primera comunión en presencia de sus seres
queridos, incluyendo Angélica. Durante la fiesta llega Casandra con Montemayor; la joven le pide perdón a Noé, a Estefanía y a Dulce
María, quienes la abrazan encantados. Todos dan gracias a Dios por la bondad de la pequeña Dulce María. FIN

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