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Teoría Bifactorial
Si bien las personas poseemos diferentes fortalezas y debilidades cognitivas, todos nosotros
diferimos en el factor G, y las pruebas de cociente intelectual válidas nos pueden dar una buena
medida de esas diferencias individuales.
Contenido [mostrar]
Charles Spearman describió por primera vez la existencia de inteligencia general en 1904. Según
Spearman, el factor G es el responsable del rendimiento general en las pruebas de capacidad
mental. Señaló que si bien las personas ciertamente pueden sobresalir y, con frecuencia,
sobresalen en ciertas áreas cognitivas, las que obtienen buenas puntuaciones en un área
también tienden a hacerlo en otras áreas. Por ejemplo, una persona que tiene un buen resultado
en una prueba verbal, probablemente también puntuará alto en otras pruebas.
Que representa las habilidades o aptitudes específicas de un sujeto frente a determinada tarea,
que varía dependiendo de la educación previa de la persona y no son generalizables a otros
ámbitos.
Charles Spearman también ayudó a desarrollar una técnica estadística conocida como análisis
factorial. El análisis factorial permite a los investigadores medir las habilidades generales a
través de una serie de diferentes elementos de prueba.
Así, el concepto de inteligencia general lo podríamos comparar con el deporte. Una persona
puede ser una gran nadadora, pero esto no significa necesariamente que también sea una
excelente saltadora de obstáculos. Sin embargo, debido a que esta persona es atlética y está en
forma, es probable que se desempeñen mucho mejor en otras tareas físicas que una persona
menos coordinada y más sedentaria.
La memoria de trabajo implica el uso de memoria a corto plazo, así como la repetición
listas de varios elementos.
La teoría de las 7 aptitudes mentales primarias de Thurstone
Louis Leon Thurstone (29 de mayo de 1887, Chicago – 30 de septiembre de 1955, Chapel Hill)
fue un ingeniero mecánico y psicólogo estadounidense, pionero en los campos de
la psicometría y psicofísica. Creador de la ley del juicio comparativo, que consiste en
un sistema de ecuaciones que permiten estimar el valor de un conjunto de estímulos. Además
es reconocido por sus aportes al análisis factorial y por la creación de la escala Thurstone para
la medición de actitudes.
Aplicando el análisis factorial sobre las puntuaciones obtenidas en las pruebas de inteligencia
de un gran número de niños, Thurstone (1938) identificó siete factores relativamente
diferentes, a los que llamó habilidades primarias:
la aptitud espacial (habilidad para reconocer una figura cuya posición en el espacio
había cambiado);
la aptitud numérica, y
la memoria.
Louis Leon Thurstone (1887-1955) es considerado uno de los autores más influyentes en el
campo de la psicometría. Su aportación principal es su teoría de las 7 aptitudes mentales
primarias, que se opuso a los modelos unitarios y jerárquicos de la inteligencia propuestos por
otros pioneros como Charles Spearman o P. E. Vernon.
De modo muy particular, Thurstone negaba la existencia de un factor general de inteligencia (el
célebre “factor g”) al que se subordinarían el resto de capacidades cognitivas. Para este autor la
inteligencia debía ser entendida como un conjunto de aptitudes mentales primarias no
reductibles a una única dimensión de nivel superior.
Junto con autores como Charles Spearman y Raymond B. Cattell, Thurstone es considerado uno
de los principales responsables del establecimiento de los métodos de análisis factorial en la
psicología. Estas pruebas matemáticas tienen el objetivo de identificar el número y la estructura
de los distintos factores que pesan en algún tipo de medida psicológica.
El objetivo de Thurstone era hallar una configuración de la inteligencia que fuera fiel a los datos
empíricos pero manteniéndose lo más sencilla posible; es decir, procuró explicar las diferentes
aptitudes que forman la inteligencia con unos pocos factores de orden superior. Cada uno de
ellos mantenía una fuerte correlación con un tipo concreto de pruebas intelectuales.
Numerosos estudios posteriores han validado repetidamente 7 de estos factores, de modo que
podemos decir que el modelo de Thurstone tiene una capacidad de medición sólida.
El factor comprensión verbal se asocia con los conocimientos relativos al lenguaje en todas sus
manifestaciones; incluiría, por tanto, el vocabulario, la semántica, la sintaxis o la pragmática. Las
pruebas que ponderan en el factor v incluyen pruebas de comprensión lectora, de ordenación
de segmentos de texto, de ortografía, de analogías verbales, etc.
Esta aptitud se puede definir como la capacidad de una persona para emitir secuencias verbales
coherentes y estructuradas de forma rápida y natural. Para medirla se emplean diversos tipos
de test que implican la producción veloz del discurso; así, por ejemplo, se podría usar la clásica
prueba de dar nombres de animales que empiecen por una letra determinada.
Algunas de las investigaciones que se han realizado en torno al modelo de Thurstone distinguen
en parte el factor r del factor i. Mientras que el segundo se corresponde con la capacidad para
el pensamiento inductivo (encontrar reglas generales con valor predictivo a partir de series de
elementos), “razonamiento general” tiene un peso matemático más marcado.
Como psicólogo, Cattell fue seguidor y defensor del método científico aplicado a la psicología,
siendo de los primeros en proponer el método de análisis de factores, en oposición a lo que
llamaba «verbal theorizing» (teorización verbal). Una de las aplicaciones más importantes del
análisis factorial de Cattell en la psicología fue la definición de 16 factores o rasgos
fundamentales que subyacían a la personalidad humana. A estos factores los llamó factores
fuente, pues pensaba que a partir de ellos se creaba la personalidad individual. Esta teoría de
los 16 factores y los instrumentos estandarizados usados para su medida, se conocen
colectivamente como 16PF o 16 factores de la personalidad (16 Personality Factors)
Los seres humanos hemos estado interesados en la inteligencia desde el principio de nuestra
historia escrita. Los primeros filósofos griegos fueron quienes empezaron a discutir la naturaleza
de la lógica y el conocimiento, el pensamiento y la memoria.
Raymond Cattell hizo un estudio junto con Galton y Wissler en el cual no les permitió encontrar
relaciones estadísticamente significativas entre las pruebas mentales que administraron, lo que
parecía sugerir que no estaban midiendo una sola capacidad subyacente, sino una amplia gama
de habilidades.
Por otro lado, Spearman encontró correlaciones positivas entre todas las variables medidas por
las pruebas mentales y también encontró que esas puntuaciones se correlacionaban con otras
medidas de habilidad mental.
Este hecho lo llevó a ser capaz de demostrar que una fuente común de varianza explicaba las
correlaciones entre todas las pruebas mentales, y llamó a esto el factor general de inteligencia,
o g.
G era un factor común compartido entre la mayoría de las medidas mentales, y cada medida
también tenía un factor o factores específicos únicos para esa medida. Es decir, existía un factor
general de inteligencia. Durante las décadas siguientes, Spearman y muchos otros
investigadores realizaron investigaciones que apoyaron en gran medida la existencia e
importancia de g.
Por ejemplo la de Raymond Cattell quién fue el primero en hablar de la distinción entre
"inteligencia fluida" (Gf) e "inteligencia cristalizada" (Gc). Según él, Gf y Gc eran dos factores
independientes el uno del otro, aunque muchos autores han notado una aparente
interdependencia de los dos. Los factores de Charles Spearman se consideran una precuela de
esta idea (Spearman, 1927), junto con la teoría de Thurstone de las Habilidades Mentales
Primarias (Thurstone, 1947). En 1991, John L. Horn, un estudiante de Cattell, amplió el modelo
Gf-Gc para incluir 8 o 9 habilidades amplias (horn1994). Peró las principales teorías dónde
aparecen estas dos inteligencias son la teoría de John Bissell Carroll three-stratum y la teoría de
Catell-Horn-Carroll.
El modelo de CHC ha resultado de dos modelos teóricos prominentes formado por el modelo de
inteligencia de Cattell y Horn (Gf-Gc) (Cattell, 1943, Horn, 1985, 1988, 1991, 1994), que
posteriormente se incorporó a los tres de Carroll Teoría del estrato. Este modelo contempla
diferentes capacidades, en las cuales se encuentran la inteligencia fluida y la cristalizada.
Desde sus publicaciones, los conceptos de estas inteligencias se han establecido al campo de la
inteligencia, con lo que ya no han sido rutinariamente atribuidos a Cattell o a Horn. El gráfico de
sedimentación de Cattell se ajustó en la práctica del análisis del concepto del subconsciente
de Freud, encajado este en psicología y en las percepciones de la gente sobre la mente.
La inteligencia fluida (gf) se refiere a las operaciones mentales que un individuo puede usar para
resolver problemas novedosos sin ningún conocimiento previo (no se pueden realizar
automáticamente). Es la capacidad de analizar nuevas tareas, razonamiento lógico, identificar,
relacionar, resolver y extrapolar conceptos. La gf está influida por el proceso madurativo, se
deteriora con la edad,a partir de los 20 años, ya que está determinada genéticamente. Esto es
imprescindible en los ámbitos científico, matemático y de resolución de problemas técnicos. En
el razonamiento fluido están incluidos los razonamiento inductivo y deductivo.
Las dos inteligencias (Gf y Gc) están bastante relacionadas entre ellas. Existe una elevada
correlación de 0.61 obtenido a partir del analisi del WAIS, dónde se aplicaron distintas pruebas
para medir las dos inteligencias. *(Las pruebas de vocabulario y la subescala verbal se consideran
buenas medidas de Gc)
Estos resultados han llevado a argumentar que Gf y Gc son simplemente distintos aspectos de
un factor de inteligencia (CI). Las pruebas para hallar este cociente intelectual (CI) tratan de
medir ambas variables. Existen distintas formas y escalas para evaluar estas inteligencias. Por
ejemplo, la Escala de Wechlsler de Inteligencia para Adultos mide la inteligencia fluida en la
escala de la actuación y la inteligencia cristalizada en la escala verbal. El resultado del cociente
intelectual se basa en una combinación de esas dos escalas.
Al decir que las dos inteligencias están relacionadas nos lleva a afirmar que no son
independientes entre ellas. Las diferencias individuales en Gc dependen del nivel de Gf.
Jerárquicamente Gf es superior a Gc. No es sorprendente que las personas con una alta
capacidad de Gf tienden a adquirir más conocimientos de Gc ya que presentan tasas más
rápidas. El proceso de adquisición de conocimiento factual se denomina a veces "inversión
cognitiva".
Las dos inteligencias aumentan con la edad pero a partir de la juventud sus procesos de
desarrollo se diferencian. La inteligencia fluida disminuye con los años mientras que la
inteligencia cristalizada aumenta. Eso puede explicar el hecho de que el rendimiento es inferior
en la gente mayor que en jóvenes.
Por otro lado encontramos las diferencias a nivel de variabilidad: la inteligencia fluida se
mantiene estable a lo largo de la vida y la cristalizada aumenta.
La inteligencia fluida es la que se ve más afectada por lesión cerebral. Es evidente ya que esa es
la que incluye habilidades tales como reconocimiento de patrones, razonamiento abstracto
y resolución de problemas.
Planteamientos jerárquicos[editar]
A partir de los planteamientos monolíticos (basados en un solo factor) y de los factorialistas
(basados en más de un factor) surgieron los denominados modelos jerárquicos, con una
pretensión integradora.
Sin embargo encontramos soluciones diferentes para crear las jerarquias. Autores como Burt
(1940) y Vernon (1965) tienden a incluir el factor “g” de Charles Spearman en el nivel superior
de la jerarquización de factores, mientras Raymond Cattell (1963) se centra en los factores
secundarios, sobre todo en los de la inteligencia fluida (innata, no influida por los aprendizajes
anteriores) y el correspondiente a la inteligencia cristalizada (determinada por los aprendizajes
anteriores). Ahora bien, uno y otro dependen del factor “g”.
Los modelos jerárquicos resultan más comprehensivos que los modelos factoriales, ya que la
organización de factores de distintos niveles produce una estructura mucho más rica y compleja
y también más cercana a los modelos explicativos actuales.
Sin embargo, desde los modelos factorialistas la capacidad intelectual se desglosa en múltiples
aptitudes, con lo que el perfil de cada sujeto, corresponde a diferentes tipos de inteligencia, en
función de las combinaciones de aptitudes, por lo que la perspectiva sería fundamentalmente
cualitativa, ya que concibe el intelecto como un conjunto de factores diferenciados que guardan
entre sí diversas formas de dependencia y organización según la teoría concreta en la que nos
situamos. Esta es también la razón por la que la teoría factorialista, a diferencia de los enfoques
monolíticos, es capaz de explicar el fenómeno del talento.
Castelló (1997) considera que a partir de cualquier teoría factorialista concreta es posible
realizar cierta estimación de los recursos mentales individuales siempre con limitaciones
instrumentales y metodológicas-, pero asumiendo en todo caso una estructura intelectual
compuesta por múltiples recursos diferenciados. De esta forma “el análisis intelectual se realiza
a partir de un perfil de recursos (aptitudes) y no sobre un valor único, tal como se pretende
desde el enfoque monolítico” .
Teoría de los tres estratos de la inteligencia de Carroll John B. Carroll es autor de una teoría
donde también habla sobre la inteligencia fluida y cristalizada. A comienzos de los años noventa
Carroll (1993) propuso un modelo en que utilizaba también técnicas de análisis factorial para
realizar estudios de relaciones entre habilidades mentales (Berk, 1998). Después de realizar
varios estudios, Carroll formuló la teoría de los tres estratos de la inteligencia, con lo que
extendía los modelos propuestos por Spearman, Louis Leon Thurstone y Cattell. Carroll
representa la estructura de la inteligencia como una pirámide en cuyo vértice superior se sitúa
el factor general de la inteligencia “g”,mientras que las habilidades se encuentran en un segundo
estrado, colocadas de izquierda a derecha en función de la relación con “g”. En un estrado
inferior aparecen las manifestaciones específicas de los factores del segundo estrado, que
resultan de la experiencia de tareas particulares. La Gf y la Gc se encuentran en el segundo
estrado con otras inteligencias
Semejanzas conceptuales entre Cattell y Horn
La heredabilidad de GFy GC: Cattel consideraba que la " inteligencia fluida histórica " estaba
determinada genéticamente y la Inteligencia Cristalizada no; en cambio Horn afirma que
ambas están influidas genéticamente , y son heredables, pero con influencias diferentes.
Jerarquías integradoras más recientes: modelo de Carroll. Estas intentan integrar todos los
modelos estructurales existentes en uno sólo.
La teoría de la Inteligencia de Guilford
La inteligencia es un constructo complejo que a lo largo de la historia ha sido conceptualizado
de muy diferentes formas por diversos autores.
Desde una visión clásica que tratan la inteligencia como una capacidad única y unitaria a otras
que consideran que se trataba de un conjunto de capacidades independientes entre sí y
pasando por otras en las que se estipulaba la existencia de conjuntos de habilidades
organizadas jerárquicamente, han surgido una gran cantidad de teorías y modelos que
intentan explicar qué es la inteligencia, cómo se estructura y cómo actúa.
Tal y como se acaba de mencionar, existe un gran variedad de perspectivas respecto a qué
significa el término inteligencia, y las investigaciones llevadas a cabo han variado en gran
medida el enfoque de su estudio y análisis.
Sin embargo, de un modo general podemos considerar que se trata de la capacidad o conjunto
de capacidades mentales que permiten nuestra adaptación, permitiéndonos gestionar
nuestros recursos cognitivos de la manera más eficiente a la hora de hacer frente a diferentes
situaciones.
1. Los contenidos
Por contenidos se entienden toda aquel conjunto de informaciones y datos recabadas, sean
del medio externo o provenientes del propio sujeto. Se trata principalmente de los datos, sin
que se haya realizado ningún tipo de trabajo sobre ellos. En definitiva, estamos hablando del
elemento básico desde el cual el organismo trabaja para elaborar contenidos a partir de
operaciones.
Simbólica: se trata de la información también visual, pero en este caso son elementos
empleados como signos de un lenguaje para representar un concepto o idea y que no
tienen sentido por sí mismos..
3. Los productos
Los productos pueden entenderse como el resultado de las transformaciones
realizadasmediante las operaciones a los contenidos. Así, hace referencia a la expresión o
respuesta generada por éstos, sea bien conductual o mental.
En los años 50, Paul Guilford, en su modelo de estructura del intelecto incluye más de ciento
veinte factores (en una revisión posterior incluye ciento cincuenta) de la mente. De acuerdo
con Guilford, la inteligencia puede comprenderse en términos de un cubo que representa la
intersección de tres dimensiones: operaciones (procesos mentales), contenidos (semánticos,
simbólicos, visuales y conductuales) y productos (tipos de respuestas requeridas o forma de
tomar la información procesada).
La importancia sobre los estudios de J.P. Guilford es que fue el primero en que clasificó a la
creatividad como una característica independiente a la inteligencia (cociente intelectual).
Posteriormente, se introdujo la creatividad como cualidad de la inteligencia.
NUEVO “Acaso el énfasis más extremo puesto en las facultades específicas se nos presenta
en el modelo estructural de inteligencias propuesto por Guilford (1967). Este modelo
distingue tres componentes mayores de la inteligencia: operaciones, contenidos y productos.
Cada uno de estos componentes está representado por varios tipos. Los tipos de operaciones
que postula su modelo son la cognición, las operaciones convergentes, las operaciones
divergentes, las operaciones de la memoria y las operaciones evaluativas. Hay contenidos
conductuales, figurales, semánticos y simbólicos. Los productos son las unidades, las clases,
las relaciones, los sistemas, las transformaciones y las implicaciones. Las 120 combinaciones
posibles de las cinco operaciones, los cuatro contenidos y los seis productos se exponen como
representación de la “estructura de la inteligencia” completa. Y se supone que cualquier
actividad intelectual es reducible a una o más de esas combinaciones” [Nickerson, R.,
Perkins, D. y Smith, E. (1987). Enseñar a pensar. Aspectos de la aptitud intelectual.
Barcelona: Paidós. Pp. 33-34]
REPORT THIS AD
PRODUCTOS: Todas las formas en que se puede expresar el individuo a partir de las
informaciones procesadas por distintas operaciones.
Unidades: Una entidad como puede ser un objeto, una palabra, una idea, un dibujo,
etc.
Clases: Es un producto formado por un conjunto de unidades que son similares, son
conjuntos de ítems que se agrupan, ya que comparten atributos entre ellos.
Relaciones: Una conexión observable entre elementos, por ejemplo, dos nombres que
están ordenados alfabéticamente, la relación familiar entre parientes, etc.
Sistema: Conjuntos de tres o más elementos de información organizados de forma
interactiva.
Transformaciones: Cualquier cambio en un elementos de información ya dado.
Implicaciones: Elementos de información que son sugeridos por otros elementos de
información dados.
Cuatro actitudes creativas, según Guilford
Fluidez: cantidad, flujo de ideas o soluciones ante un problema.
Flexibilidad: capacidad de reestructurar. Diferentes soluciones.
Originalidad: respuestas o soluciones infrecuentes.
Elaboración: no basta con tener una buena idea, hay que saber llevarla a cabo.
Operaciones intelectuales
Que el individuo es capaz de realizar
Contenidos informativos
=
Productos mentales
La capacidad cognitiva del ser humano es uno de los aspectos más investigados por parte de la
psicología. El concepto de inteligencia ha ido variando a lo largo de la historia, si bien en su
mayor parte de ha considerado como la capacidad de resolver problemas y adaptarse de manera
eficiente al medio.
Existen teorías que la consideran una única capacidad general, o bien un conjunto de
capacidades jerarquizadas y supeditadas a una capacidad básica, mientras que otros teóricos
ven que este concepto es un conjunto de capacidades más o menos independientes que nos
permiten adaptarnos exitosamente. Una de las teorías existentes que intentan explicar cómo se
estructura la inteligencia es la teoría triárquica de la inteligencia de Robert J. Sternberg.
Para Sternberg la inteligencia es toda actividad mental que orienta a la adaptación consciente
al entorno y a la selección o transformación de éste con el propósito de predecir resultados y
ser capaz de provocar activamente la adecuación de uno al medio o del medio a uno. Se trata
del conjunto de capacidades de pensamiento que se utilizan en la resolución de problemas más
o menos cotidianos o abstractos.
Sternberg elabora una teoría según la cual considera la existencia de tres tipos de inteligencia
que explican el procesamiento de la información a nivel interno, externo y a nivel de interacción
entre ambos.
Dicho de otro modo, considera la existencia de tres capacidades básicas que determinan la
capacidad intelectual. Concretamente establece la existencia de una inteligencia analítica, una
inteligencia práctica y una inteligencia creativa.
En esta inteligencia podemos encontrar los componentes o procesos elementales que permiten
trabajar sobre las representaciones cognitivas de la realidad, modificarlas y pasarlas por un
procesamiento que permita dar una respuesta.
Este tipo de inteligencia hace referencia a la capacidad del ser humano de adaptarse al entorno
en el que habita. En primer lugar el organismo intenta sobrevivir a partir de lo ya existente en el
ambiente, aprovechando las oportunidades que ofrece para adaptarse.
Sin embargo, si esto no es posible la persona deberá establecer otros mecanismos para lograr
adaptarse y sobrevivir. Estos otros procesos son la selección de ambiente y estímulos con el fin
de mejorar su situación y/o el moldeamiento del entorno en los casos en que no es posible
cambiar de ambiente, en este caso haciendo modificaciones en el propio ambiente para ajustar
mejor sus posibilidades.
Por ejemplo, una persona que tiene hambre puede seleccionar el ambiente y moverse a un lugar
donde haya abundancia de comida o aprovechar elementos presentes en el entorno que
anteriormente no formaban parte de su dieta para alimentarse, o bien puede decidir modificar
el entorno poniéndose cultivar en un huerto su propia comida. Se trata de aplicar las habilidades
cognitivas con un propósito adaptativo.
En este sentido Sternberg observa que resulta de importancia el grado de novedad de las
experiencias y tareas. Lo ideal resulta que la tarea pueda resultar nueva en un grado moderado,
de forma que el sujeto pueda crear y reaccionar a estímulos nuevos a la vez que posee alguna
herramienta que le permita hacerle frente.
Hoy en día la mayoría de nosotros sabemos que es un test de inteligencia. Empleados en los
ámbitos de la clínica, la escuela y el mundo laboral, gracias a ellos podemos tener una medida
aproximada de la capacidad intelectual de cada uno, cosa que permite por ejemplo ajustar la
educación y formación a las necesidades específicas individuales de aquellos sujetos con un nivel
muy por encima o por debajo de la media.
Sin embargo, los tests de inteligencia no siempre han estado ahí, siendo de hecho un invento
relativamente reciente. El primero de todos ellos fue creado por Alfred Binet; a continuación
repasaremos brevemente su biografía.
De padre médico y madre pintora, Alfred Binet nació en Niza durante el ocho de julio de 1857.
Sus padres se separarían pronto, trasladándose junto a su madre a París. Allí continuó su
educación en el Liceo Louis-le-Grand, donde terminaría secundaria. Una vez acabados dichos
estudios, y tal haría Piaget tiempo después, Alfred Binet decidiría estudiar la carrera de derecho,
en la Sorbona. Sin embargo, terminaría desarrollando cierto interés por la psicología, en la que
se iniciaría de forma autodidacta.
Binet se casó con 1884 con la hija del embriólogo Edouard-Gérard Balbiani, el cual le incitó al
estudio de las ciencias naturales, y posteriormente sería animado por Ribot a continuar sus
estudios de psicología.
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Atraído por el trabajo psicológico sobre hipnosis y sugestión, temas de gran interés en la
época, acabaría trabajando junto con Charcot en la Salpêtrière en aspectos como la hipnosis, la
transferencia y la polarización perceptiva. Permaneció en ese hospital hasta el año 1891, en que
fue obligado a reconocer públicamente como propios una serie de errores metodológicos
cometidos por Charcot como director de la investigación durante la investigación con sujetos
supuestamente hipnotizados. Tras ello dejaría la Salpetriere y a su hasta entonces mentor, así
como la investigación sobre la hipnosis y la sugestión.
El nacimiento (en 1885 y 1888) y crecimiento de sus hijas le ayudaría a centrarse en otros
aspectos de la psicología, contribuyendo en gran medida a que centrara sus investigaciones en
el desarrollo evolutivo. Realizaría gran cantidad de observaciones respecto a su crecimiento, que
le llevarían a desarrollar un concepto de inteligencia e incluso a empezar a desarrollar unas bases
de cara al surgimiento de la psicología diferencial.
Con el paso del tiempo contribuyó a fundar el primer laboratorio de investigación psicológica
de su país en 1889. Llegaría a ser director de dicho laboratorio, ostentando el cargo hasta su
muerte.
Durante el año 1892 contactaría con él el psiquiatra Théodore Simon, que con el tiempo
colaboraría con el en la creación de las primera escala de inteligencia. Binet tutorizaría su tesis
doctoral respecto a niños con discapacidad intelectual.
Además de ello, en el año 1895 Binet creó la primera revista francesa de psicología, l'Année
Psychologique.
Midiendo la inteligencia
Para ello, el gobierno galo organizó una comisión que estudiara de forma científica cómo
identificar a aquellos individuos con dificultades para seguir una educación ordinaria, así como
la manera en que podrían ser educados y las medidas que habría que tomar con ellos. Binet
formaría parte de dicha comisión, la cual terminó dictando que era necesario establecer un
método para identificar a los alumnos con retrasos educativos e/o intelectuales. Se determinaría
también la necesidad de separar a dichos alumnos de las clases ordinarias, surgiendo la
educación especial.
Si bien de cara a clasificar las capacidades de los alumnos era necesario emplear algún tipo de
mecanismo o instrumento, en aquella época las únicas mediciones psíquicas existentes se
basaban en el método biométrico de Galton, el cual obtenía datos a partir de la medición de
atributos físicos y fisiológicos. Sin embargo, la inteligencia es un constructo que no podía ser
medido del mismo modo, de modo que se solicitaría a Binet que desarrollara algún tipo de
instrumento con dicho fin.
Esto cambiaría en 1908, momento en que Binet realizaría una revisión de dicha escala en la que
incluiría el concepto de edad mental, entendida como la edad a la que la mayor parte de las
personas consideradas normativas son capaces de resolver un mismo número de
problemas. Ello permitió establecer si había retrasos más o menos significativos, así como una
mejor clasificación de los individuos.
Alfred Binet era contrario a la idea de que las capacidades intelectuales fuesen inmodificables,
planteando la necesidad de que aquellos niños con capacidades por debajo de la media
realizaran cursos de formación especial con el fin de aumentarlas. Consideraba que el entorno
tenía una importancia fundamental en el desarrollo de las capacidades, no creyendo que las
diferencias de inteligencia se debieran únicamente a causas biológicas.
Posteriormente a su muerte e incluso antes de ésta, otros muchos autores se interesaron por la
escala creada en colaboración con Simon. Un año antes de su fallecimiento Goddard traduciría
al inglés dicha escala e intentaría llevarla a Estados Unidos, si bien la presencia de diferencias
significativas entre la población francesa y estadounidense provocaba que existiesen
dificultades metodológicas.
Poco después, en 1912, Stern trabajaría sobre los resultados obtenidos de la escala y haria
incapié en que la presencia de retrasos concretos en diferentes edades tiene un significado más
relevante y supone mayor o menor alteración a determinada edad, creando el concepto de
Cociente de Inteligencia.
La escala Stanford-Binet sería la principal prueba de inteligencia durante décadas, hasta verse
aventajadas por el nacimiento de las escalas de Weschler.
En conclusión, las aportaciones de Alfred Binet a la psicología han sido de gran importancia,
siendo sus trabajos inspiración para muchos otros autores como Weschler o Piaget. Sin
embargo, su trabajo ha sido empleado en muchas ocasiones para separar, etiquetar y disgregar
a los niños con dificultades intelectuales, siendo su escala aplicada con un propósito opuesto al
pretendido por el autor (reforzar y ayudar a los niños con dificultades).
Otras aportaciones
Si bien Alfred Binet es principalmente conocido por ser el creador del primer test de inteligencia,
su obra no se versó exclusivamente en este aspecto.
Por ejemplo, Binet trabajó en la definición de lo que hoy en día consideramos fetichismo,
entendiéndolo como el producto del recuerdo de una excitación sexual aparecida durante la
infancia, siendo el objeto fetiche el elicitador de dicho recuerdo. Asimismo, también propondría
una diferenciación entre pequeño fetiche y gran fetiche, siendo la conducta parafílica propia del
segundo.
Otros trabajos de interés incluyen varios estudios sobre memoria visual e inteligencia, que
llevaría a cabo en base al juego del ajedrez. Si bien inicialmente se planteaba que el buen jugador
poseía una memoria visual elevada y ello inducía que fuera capaz de jugar correctamente, las
conclusiones del estudio mostraban que también era necesaria la creatividad y la experiencia.
Por último, también resulta conocido su trabajo respecto a la grafología, o como la manera de
escribir de una persona nos puede proporcionar información sobre su manera de ser y percibir.