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ÍNDICE

Epígrafe

Dedicatoria

Agradecimiento

Introducción

Resumen

Abstract

Contenido

1. Historia de la menstruación

2. ¿Qué es la menstruación?

3. Primera menstruación

4. Fases del ciclo menstrual

4.1. Fase 1: Menstruación

4.2. Fase 2: Preovulación

4.3. Fase 3: Ovulación

4.4. Fase 4: Postovulación

5. Duración del ciclo

6. Período fértil

7. Última menstruación

8. Tipos de menstruación

8.1. Dismenorrea
8.2. Amenorrea

9. Anomalías menstruales

9.1. Clasificación

9.2. Sangramientos prepuberales

9.2.1. Causas
9.2.2. Otras causas
9.2.3. Diagnóstico

9.3. Hemorragia uterina disfuncional en la adolescencia

9.3.1. Hemorragia leve


9.3.2. Hemorragia aguda

10. Síndrome premenstrual

11. Supresión de la ovulación

11.1. Anticoncepción hormonal

11.1.1. Tipos de preparados


11.1.1.1 Anticoncepción hormonal combinada
(AHC): estrógeno y progestágeno
11.1.1.2 Anticoncepción de solo progestágeno
(MSG)
11.1.2. Principales indicaciones

11.2. Amenorrea lactacional

12. La menstruación y el embarazo

13. Efectos en otros sistemas

13.1. Migrañas

13.2. Efecto sobre la glándula tiroides


13.3. Epilepsia catamenial

CONCLUSIONES

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ANEXOS
1. HISTORIA DE LA
MENSTRUACIÓN
La menstruación ha sido considerada a lo largo de la historia, por la
comunidad en general y por las mujeres en particular, como un suceso
negativo. Esa connotación queda de manifiesto, entre otros, en dos
aspectos básicos.

Por una parte, queda de manifiesto en un proceso de negación de su


existencia. La menstruación es
algo que sucede pero que se
intenta hacer invisible y se
menciona mediante eufemismos
o formas alternativas que la
disfrazan y/o encubren. Dentro
de la Psicología, esta negación
podría encontrar continuidad en
las palabras de Freud (1932-1974)
quien considera el pudor como
una cualidad femenina por
excelencia, cuya intención
primaria sería encubrir la
defectuosidad de sus genitales.
Por otra parte, esa connotación negativa se refleja en una amplia
gama de restricciones conductuales ligadas a la menstruación. Dichas
restricciones van desde la prohibición a la
mujer menstruante de participar en las ceremonias religiosas, hasta su
exclusión de la vida cotidiana en algunas comunidades, la prohibición
de tocar ciertos objetos o ciertos alimentos,
etc. y han quedado recogidas incluso en textos científicos. Como nos
recuerdan Iglesias, Camarasa y Centelles (1987). En nuestro entorno
cultural podemos observar la persistencia de
algunas de estas restricciones (como no lavarse la cabeza o caminar
descalza, no regar las plantas o arreglar las flores, no preparar ciertos
alimentos, no participar en la matanza del cerdo...). Dichas restricciones
podrían relacionarse con dos cuestiones básicas.

En primer lugar, a lo largo de la historia, ha sido frecuente la


presentación de la menstruación como un suceso especialmente
debilitador e incapacitante para la mujer, considerando
que se trata de una enorme tensión a la que se ve sometido un
organismo, el femenino, ya débil de por sí. En algunos escritos del siglo
XIX encontramos claras referencias a la debilidad derivada de la
menstruación y a la necesidad consecuente de restringir la actividad.
Relacionado con esto, los tratados médicos de la época sugerían que
se debía impedir a las chicas que
realizasen cualquier actividad física y, especialmente, cualquier tipo de
esfuerzo intelectual durante el período (Anderson y Zinsser, 1992).

Otra razón para estas restricciones podemos encontrarla en la


consideración de la menstruación como recordatorio de la impureza de
la mujer. En la tradición judeo-cristiana, en la
islámica, en las religiones orientales, y también en muchas tribus
primitivas se considera que la sangre menstrual es impura y/o tiene
poderes malignos y por ello la mujer que está menstruando debe
mantenerse alejada de los demás para no contagiarles la impureza o
causarles algún mal.

 En los pueblos primitivos era considerada “sucia” y se la apartaba


del resto. Tenía connotaciones “mágicas”
 En la Biblia está escrito que durante la regla es considerada
impura.
 En el medioevo era pecaminoso que entrara a la Iglesia
menstruando.
 Entre los egipcios antiguos y hebreos era obligatorio el baño ritual
para limpiarse al final de la menstruación.
 En China la sangre menstrual no debía tocar el suelo para no
ofender al espíritu de la tierra.
 Entre los antiguos griegos JUNO era la Diosa responsable de la
menstruación.

Plinio (Siglo I d. C.)escribe “la sangre menstrual es un veneno fatal que


corrompe y descompone la orina, hace perder las semillas de la
fertilidad, marchita las flores e hierbas del jardín”...“si coincide con un
eclipse de luna o de sol los demonios resultantes son irremediables”...”El
contacto con la sangre menstrual hace que el brillo del acero y el marfil
desaparezcan”...” Su contacto sirve de linimento para la gota, los
tumores de parótida, abscesos superficiales y las secreciones del ojo”...

Mitos: Incluso en nuestros días


 No se debe bañar o lavar la cabeza, corta la menstruación.
 La sangre se va a la cabeza.
 No debe hacerse ejercicio en esos días.
 No exponerse al sol.
 No comer frutas cítricas (limón)
 No comer ciertas verduras (Tomate)
2. ¿QUÉ ES LA
MENSTRUACIÓN?
El periodo, regla o menstruación es el sangrado que las mujeres tienen
cuando el óvulo que fue expulsado del ovario para ser fecundado no es
fertilizado.

Es en esta última fase


del ciclo
menstrual llamada fase
postovulatoria , y es
cuando el endometrio,
que se había estado
haciendo grueso como
preparación para recibir,
implantar y nutrir al óvulo
fecundado, se
desprende.

El flujo de una menstruación en total es de alrededor de 40 a 50 ml., o


aproximadamente cuatro cucharadas. Está compuesto de sangre,
tejido endometrial y otros fluidos vaginales. Este flujo sale por la vagina y
su duración promedio es de tres a cinco días.

Es muy importante que cualquier irregularidad sea diagnosticada y


tratada a tiempo, pues muchas de las causas de las irregularidades
menstruales (amenorrea, menorragia, endometriosis) pueden
causar infertilidad.
3. FASES DEL CICLO
MENSTRUAL

3.1. Fase 1: Menstruación


Días 1 al 7: La superficie del endometrio se rompe y se convierte en un
fluido de sangre. Fluye desde el interior del útero a través del cuello
cervical y sale del cuerpo a través de la vagina. Una regla normal dura
de 3 a 7 días.

3.2. Fase 2: Preovulación, el óvulo se prepara para salir del


ovario
Días 6 al 12 (o más): La glándula pituitaria señala a los ovarios que
desprendan estrógeno y progesterona, las hormonas responsables del
ciclo menstrual. La hormona estrógeno hace que el endometrio se
engruese y se prepare para alimentar y proteger al embrión. La
hormona progesterona mantiene estas paredes del útero intactas hasta
que la mujer queda embarazada y durante el embarazo o hasta que
comience la menstruación.
3.3. Fase 3: Ovulación
Días 13 al 15 (antes de la próxima regla): La glándula pituitaria envía una
señal que hace que el cuerpo libere la hormona folículo estimulante
(FSH) y la hormona luteinizante (LH). La hormona folículo estimulante
permite que los óvulos se desarrollen en el ovario. La hormona
luteinizante produce la liberación de uno (o más) óvulos maduros, los
que luego entran a la trompa de Falopio.

3.4. Fase 4: Postovulación, el revestimiento uterino se


engruesa
Después de la ovulación: El huevo viaja por la trompa de Falopio hacia
el útero. Si el óvulo no es fecundado por un espermatozoide o no se
implanta, la superficie del endometrio ya no se necesita y se prepara
para ser eliminada. El ciclo se ha completado y la menstruación
comenzará nuevamente.
4. TIPOS DE
MENSTRUACIÓN
4.1. Dismenorrea

La dismenorrea es una condición menstrual caracterizada por


calambres menstruales severos y frecuentes, y dolor asociado con la
menstruación. La dismenorrea puede clasificarse como primaria o
secundaria.

 La dismenorrea primaria - Se presenta desde el comienzo y


usualmente de por vida; los calambres menstruales severos y
frecuentes son causados por las contracciones uterinas severas y
anormales.
 La dismenorrea secundaria - A consecuencia de una causa física
y que usualmente comienza después; los periodos menstruales
dolorosos son causados por otra condición que está presente en
el cuerpo (por ejemplo, la enfermedad pélvica inflamatoria, la
endometriosis).

¿Qué causa la dismenorrea?

 La enfermedad pélvica inflamatoria (su sigla en inglés es PID)


 Fibroides uterinos
 Embarazos anormales (por ejemplo, abortos espontáneos,
ectópicos)
 Infecciones, tumores o pólipos en la cavidad pélvica
4.2. Amenorrea

La amenorrea es la ausencia de flujo


menstrual puede ser primaria (los
ciclos menstruales no comenzaron
antes de los 16 años de edad) o
secundaria (los ciclos menstruales
comienzan a una edad apropiada,
pero luego cesan durante 6 meses o
más, sin que se hayan presentado
causas normales como el embarazo,
la lactancia o la menopausia).

Muchas mujeres perfectamente


normales comienzan a menstruar en una época posterior a la mayoría
(la edad promedio está en los 12 años de edad).

Embarazo es usualmente la primera palabra en la que se piensa


cuando el período menstrual no se presenta, pero existen muchas
razones para que la menstruación se retrase.

Los síntomas asociados con la amenorrea dependen de la causa y


pueden abarcar los siguientes:

 Dolor de cabeza
 Galactorrea (producción de leche materna en las mujeres que no
están embarazadas ni lactando)
 Pérdida visual (en casos raros de tumor pituitario)
 Aumento de peso o pérdida de peso excesiva
 Resequedad vaginal
 Aumento en el crecimiento del vello siguiendo un patrón
"masculino" (hirsutismo)
 Cambios en la voz
 Cambios en el tamaño de las mamas

Causas comunes

Amenorrea primaria:

 Retardo normal en la iniciación del ciclo (hasta los 16 años de


edad)
 Ausencia de una abertura en la membrana que se encuentra a la
entrada de la vagina (himen)
 Drástica reducción de peso
 Anomalías congénitas del sistema genital
 Hipoglicemia
 Obesidad extrema
Amenorrea secundaria:

 Embarazo
 Ansiedad producida por el deseo de embarazarse, la cual puede
ocasionar ausencia de la menstruación y de esta manera,
aumentar aún más la ansiedad
 Reducción drástica de peso
 Actividad atlética vigorosa
 Obesidad
 Angustia emocional
 Menopausia (normal en mujeres mayores de 45 años)
 Trastornos en el sistema endocrino tales como enfermedad de
tiroides y enfermedad/tumor de la pituitaria
 Drogas como busulfan, chlorambucil, ciclofosfamida,
anticonceptivos orales, fenotiazinas y anticonceptivos no orales
(como NORPLANT y Depo-Provera)
 Dilatación y curetaje ( D y C)
5. ANOMALÍAS
MENSTRUALES
Los trastornos menstruales asociados con el dolor y la leucorrea, con su
cortejo sintomático son los motivos que con más frecuencia hacen
concurrir a las mujeres a la consulta, tanto es así que algunos autores
plantean que aproximadamente 70 % de las pacientes que vienen a
nuestra consulta lo hacen por esta causa. Aunque ya fue tratado
previamente, debemos delimitar qué entendemos como menstruación
normal: es la pérdida mensual de sangre aproximada entre 30 y 80 ml,
con una duración de 3 a 8 días y que aparece con una regularidad de
21 a 35 días. Se define como menstruación una hemorragia periódica
del endometrio, o sea, que sus variaciones estarán fundamentalmente
definidas en 4 tiempos: el ritmo, la duración de la menstruación, la
cantidad y la alteración que ésta determina en el área. Así podremos
clasificar las alteraciones de la menstruación como sigue.

5.1. Clasificación

 Alteraciones por exceso en cantidad:

a) Metrorragia: sangramiento irregular en el ciclo.


b) Hipermenorrea: aumento de la cantidad de sangre.
c) Polimenorrea: aumento de la cantidad de días menstruales.

 Alteraciones por defecto en cantidad:

a) Amenorrea: falta por 3 o más meses.


b) Oligomenorrea: menstruación de menos de 3 días.
c) Hipomenorrea: disminución de la cantidad de sangre.
d) Criptomenorrea: menstruación escondida por obstáculo.

 Alteraciones del ritmo o periodicidad:

a) Proiomenorrea: ciclos de 21 días o menos.


b) Opsomenorrea: ciclos de 35 días o más.

 Alteraciones de la sensibilidad:

a) Algomenorrea: menstruación dolorosa.


b) Dismenorrea: síndrome menstrual con predominio doloroso.
5.2. Sangramientos prepuberales

Estos sangramientos pueden ir desde el sangramiento ligero en los


primeros días de la vida, ocasionado por la supresión al nacer de las
elevadas concentraciones de estrógeno producidas por la placenta,
hasta lesiones malignas; por lo que el sangramiento vaginal en ausencia
de caracteres sexuales secundarios debe ser valorado con mucha
pericia, ya que pueden ocasionarlos lesiones malignas. Las causas
fundamentales se analizan a continuación

9.2.1 Causas:

 Las lesiones vulvares como irritaciones pueden originar prurito,


escoriaciones o fisuras vulvares que pueden sangrar, pero
también lo provoca el prolapso uretral, los condilomas o moluscos
contagiosos, aunque su diagnóstico diferencial se hace
relativamente fácil dados sus caracteres clínicos.

 Los cuerpos extraños en la vagina son frecuente causa de


trasudado abundante, a veces hematopurulento y pueden ser
indicadores de abuso sexual. Su diagnóstico se establece
generalmente por el examen rectal e inspección vaginal.

 La pubertad precoz es aquella que se inicia antes de los 8 años


de edad y se caracteriza de diversas formas cuando es isosexual
con los cambios incipientes; son comunes al sexo fenotípico del
individuo, y se designa como verdadera cuando es de origen
central, con activación de la unidad del hipotálamo hipófisis y
como periférica en la seudopubertad precoz, cuando la
secreción de las hormonas en la periferia (a menudo hiperplasia)
estimula el desarrollo pubertal.

 Los traumatismos como causas del sangramiento genital son en


estos momentos muy frecuentes, sobre todo por las caídas a
horcajadas en las bicicletas; en este caso producen hematomas
en los labios, lo que los diferencia del abuso físico y el abuso
sexual, en los que se observan lesiones penetrantes de la horquilla
y del anillo himeneal.

9.2.2. Otras causas:

 El tumor más frecuente en esta edad es el rabdomiosarcoma


(sarcoma botrioide), que se manifiesta con hemorragia y una
formación tumoral que semeja un racimo de uvas.
 Los tumores de ovario hormonalmente activos pueden determinar
proliferación endometrial y hemorragias provenientes del
endometrio, al igual que el uso y abuso de estrógenos en el
tratamiento de vulvovaginitis o de ingestión accidental de éstos.

9.2.3 Diagnóstico:

Para establecer el diagnóstico se debe realizar ante todo una


anamnesis y exploración cuidadosas; si no se identifica una causa
externa, es posible que se requiera la exploración endoscópica bajo
anestesia para visualizar completamente la vagina y el cuello. Otros
estudios, como la exploración ultrasonográfica son muy útiles para
observar los caracteres, teniendo siempre en cuenta que el útero tiene
iguales proporciones entre el cuello y el cuerpo y un tamaño
aproximado de 2 a 3,5 cm de longitud y de 0,5 a 1 cm de ancho; el
tamaño del cuerpo se incrementa bajo el estímulo de los estrógenos.
Otras técnicas imagenológicas más especializadas como la resonancia
magnética nuclear o tomografía axial computadorizada no son de uso
habitual. La terapéutica debe ir dirigida a la corrección de la causa que
determina el sangramiento, sobre todo cuando el origen del proceso es
tumoral, en cuyo caso debe ser interconsultado con el oncoginecólogo.

5.3. Hemorragia uterina disfuncional en la adolescencia

La conducta en este caso se orientará a establecer un correcto


diagnóstico causal, que determine la repercusión del sangramiento
tanto hematológica, psicosocial como de forma general. La
terapéutica deberá basarse en la cantidad y la duración del
sangramiento.

 Anovulación (hemorragia leve): Las adolescentes que tienen


hemorragia ligeramente anormal, a juzgar por las
concentraciones suficientes de hemoglobina, se tratarán mejor
con tranquilización frecuente, vigilancia estrecha y administración
de hierro complementario. La paciente levemente anémica se
beneficiará con el tratamiento hormonal. Si no está sangrando
con intensidad en el momento de la valoración, se podrá
prescribir un anticonceptivo oral combinado con dosis bajas de
igual forma que la tomaría para la anticoncepción (21 días de
tabletas anticonceptivas y 7 días de sales de hierro o placebo).
Las pacientes que están sangrando agudamente, pero que se
encuentran estables y no requieren ingreso en el hospital,
necesitarán dosis de hormonas mucho más elevadas que las
contenidas en los anticonceptivos orales. Una terapéutica eficaz
es el empleo de anticonceptivos monofásicos orales combinados
(cada 6 horas durante 4 a 7 días). Luego, la dosis debe ir
disminuyendo o bien cesar, para permitir que ocurra un
sangramiento por supresión o bien iniciar la disminución progresiva
de la dosis al tercer día de cesado el sangramiento.

 Hemorragia aguda (tratamiento de urgencia): La conducta de


hospitalizar a la paciente dependerá de la intensidad de la
hemorragia actual y de la gravedad de la anemia existente. La
pérdida real de sangre puede no reflejarse en el primer
hemograma, pero sí en las determinaciones seriadas de la
hemoglobina. La causa de la hemorragia aguda puede ser un
trastorno de la coagulación, de modo que debe realizarse
coagulograma para detectar otras enfermedades como la
enfermedad de Von Willebrand, trastornos plaquetarios y lesiones
malignas hematológicas. A su ingreso debe determinarse el factor
Rh y grupo sanguíneo. Si se decide transfundir, debido a que la
paciente experimente inestabilidad hemodinámica esto será
consultado con la adolescente y sus padres. En las pacientes con
hemorragia uterina disfuncional, el tratamiento hormonal suele
evitar la intervención quirúrgica (dilatación y curetaje,
histeroscopia operatoria o laparoscopia).

Las crisis ocasionales de manchado y las hemorragias leves


intermenstruales que no ocasionan disminución de la hemoglobina
pueden no requerir tratamiento, sólo observación. Pero cuando esta
situación la altera, debe valorarse con respecto a la enfermedad
subyacente. Por ejemplo, en una paciente con disfunción plaquetaria
subyacente, la hemorragia intermenstrual puede reflejar una
disminución del conteo de plaquetas, o en una paciente hepatópata,
puede reflejar empeoramiento de la función hepática. Los estrógenos
complementarios pueden ser de gran utilidad para tratar la hemorragia
intermenstrual excesiva que no tiene una causa específica distinta al
tratamiento hormonal.
6. SUPRESIÓN DE LA
OVULACIÓN
6.1. Anticoncepción hormonal
La anticoncepción con base científica se ha desarrollado en los últimos
dos siglos y la hormonal, en la segunda mitad del siglo XX. La AHC,
surgida en el año 1960, ha supuesto una revolución para la vida de las
mujeres. Actualmente, la AHC es una opción cada vez más utilizada por
su seguridad, eficacia, tolerancia y beneficios no anticonceptivos
añadidos.

En función de los principios activos (hormonas sintéticas) del preparado,


hablaremos de:

11.1.1 Tipos de preparados

11.1.1.1 Anticoncepción hormonal combinada (AHC):


estrógeno y progestágeno

 Estas contienen un estrógeno y un progestágeno, y fue la


forma inicial en que se usó la píldora y la más extendida. Dosis
constantes (monofásicos): Generalmente se administran desde
el primer día del ciclo durante 21 días. Dosis cambiantes:
Contienen dosis variables que difieren básicamente en sus
concentraciones de estrógeno y progestágeno.

11.1.1.2 Anticoncepción de solo progestágeno (MSG)

 Aquí nos referiremos inicialmente a los más usados que son la


Depo-Provera (DAMP) y el Noristerat (ON-NET). Ambos son de
acción prolongada, y están dentro de la clasificación de los
contraceptivos continuos, con una dosis constante de
progestágeno. Suprimen la ovulación, producen cambios en el
endometrio que interfieren una adecuada implantación y
alteran la función tubárica. Contienen, por lo general, un
estrógeno de acción corta y un progestágeno de acción
prolongada.
11.1.2 Principales indicaciones

Los anticonceptivos tienen otras indicaciones, las que trataremos de


resumir:

1. Anticonceptivos.
2. Hemorragia uterina disfuncional.
3. Miomas uterinos sangrantes, previo al tratamiento quirúrgico.
4. Dismenorrea.
5. Tensión premenstrual.
6. Síndrome menopáusico.
7. Endometriosis.
8. Opsomenorrea.
9. Infertilidad (como factor de rebote).
10. Cáncer de endometrio.

6.2. Amenorrea lactacional


La lactancia materna completa puede proporcionar un efecto
anticonceptivo fiable en los primeros 6 a 9 meses,

En las mujeres, la succión aumenta la sensibilidad del hipotálamo para


el efecto de retroalimentación negativa de estradiol sobre la supresión
de la generador de pulsos GnRH / LH, un mecanismo que parece ser
común entre las especies.

En contraste, el papel de la prolactina en el control de GnRH parece ser


dependiente de especie, con la importancia que varía de cero a un
papel importante después o durante la lactancia.
7. EFECTOS EN OTROS
SISTEMAS
7.1. Migrañas
El hallazgo de que el 60% de las mujeres que padecen migrañas
relaciona los ataques con su ciclo menstrual, sustenta este nexo entre los
cambios hormonales femeninos y los dolores de cabeza migrañosos. Los
ataques pueden presentarse varios días antes o bien durante el período
menstrual. Hay mujeres que sufren los dolores de cabeza en la mitad del
ciclo y en el momento de la ovulación. El nivel de estrógenos fluctúa
durante el ciclo menstrual. Los dolores de cabeza típicamente ocurren
simultáneamente con la caída del nivel de estrógeno. Pocas mujeres
(menos del 10%) sufren dolores de cabeza sólo durante la menstruación.
Por lo tanto, en la mayoría de las mujeres, las hormonas son sólo uno de
los diversos factores desencadenantes de la migraña.

7.2. Efecto sobre la glándula tiroides


Los niveles de estrógeno pueden afectar al comportamiento de la
tiroides. Por ejemplo, durante la fase lútea (cuando los niveles de
estrógeno son bajos), la velocidad de la sangre en la tiroides es menor
que durante la fase folicular (durante la que los niveles de estrógeno son
mayores).

13.3 Epilepsia catamenial


Con respecto a los cuadros de epilepsia, se ha podido observar que
dentro de las mujeres destaca un subgrupo con periodos cíclicos de
exacerbación de las crisis, que se producen en estrecha relación con
ciertas fases del ciclo menstrual, forma de epilepsia a la que se
denomina catamenial. La expresión se usó inicialmente para describir la
ocurrencia de crisis exclusivamente durante el período menstrual, sin
embargo actualmente se usa también ante patrones de exacerbación
de crisis durante las reglas.
Bibliografía:

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 Cesar Berta, SALUD REPRODUCTIVA, año 2004 –pág. 3
 Gardner J, Quackenbush M, López B. la menstruación. norma. 1era ed.
1993.
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 KK Harlaps, JD Forrets, Preventing pregnacy protecting health: a new look at
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