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Filosofía Atica.
Sofistas.
Del griego sophi, 'experto', 'maestro artífice', 'hombre de sabiduría', en su origen, nombre
aplicado por los antiguos griegos a los hombres eruditos, tales como los Siete Sabios de Grecia;
en el siglo V a.C., nombre que se daba a los maestros itinerantes que proporcionaban
instrucción en diversas ramas del conocimiento a cambio de unos honorarios convenidos con
antelación.
Personas que compartían puntos de vista filosóficos mucho más amplios que los de una
escuela, los sofistas popularizaron las ideas de varios filósofos anteriores; pero, basándose en
su interpretación de ese pensamiento filosófico anterior, casi todos ellos concluyeron
afirmando que la verdad y la moraleran en esencia materias opinables. Así, en sus propias
enseñanzas tendían a enfatizar formas de expresión persuasivas, como el arte de la retórica,
que facilitaba a los discípulos técnicas útiles para alcanzar el éxito en la vida, en especial en la
vida pública.
Los sofistas gozaron de popularidad durante un tiempo, sobre todo en Atenas; sin embargo, su
escepticismo de la verdad absoluta y la moral suscitó a la postre fuertes críticas. Sócrates,
Platón y Aristóteles pusieron en tela de juicio los fundamentos filosóficos de las enseñanzas de
los sofistas. Platón y Aristóteles les censuraron por aceptar dinero. Más tarde, fueron acusados
por el Estado de carecer de moral. Como consecuencia, la palabra sofista adquirió un
significado despectivo, al igual que el moderno término sofisma, que puede ser definido como
astuto y engañoso o como argumentación o razonamiento falsos.
La Famosa máxima de Protágoras, uno de los sofistas más importantes, "el hombre es la
medida de todas las cosas, es representativa de la actitudfilosófica de esta escuela. Su
componentes mantenían que los individuos tienen el derecho de juzgar por sí mismos todos los
asuntos; negaban la existencia de un conocimiento objetivo en el que se supone que todo el
mundo debe creer, mantuvieron que la ciencia natural y la teología tienen poco o ningún valor,
porque carecen de relevancia en la vida diaria, y declararon que las reglas éticas sólo tenían que
asumirse cuando convienen al propio interés.
Sócrates (c. 470-c. 399 a.C.)
Tal vez la mayor personalidad filosófica haya sido Sócrates. Práctico un dialogo continuo hasta
que fue sentenciado a muerte, condena que cumplió bebiendo cicuta. A diferencia de los
sofistas Sócrates se negó a aceptar dinero por sus enseñanzas, afirmando que no tenia ninguna
certidumbre que ofrecer excepto la conciencia de la necesidad de más conocimiento. Sócrates
no dejó ningún escrito, pero sus enseñanzas fueron preservadas para generaciones posteriores
en los diálogos de su famoso discípulo Platón y también aparecen en los escritos de Jenofonte.
Sócrates enseño que cada persona tiene conocimiento de la verdad última dentro de su alma y
que sólo necesita llevarlo a la reflexión consciente para darse cuenta. Por ejemplo, en
Menón[2]Sócrates plantea a través de una ficción la forma en que un esclavo ignorante puede
llegar a la formulación del teorema de Pitágoras, demostrando así que el conocimiento esta
innato en el alma, en vez de ser implícito o inseparable de la experiencia, Sócrates creía que el
deber del filósofo era provocar que la gente pensará por sí misma, en vez de enseñarle algo que
no supiera. Por eso se decía partero de ideas. Su contribución a la historia de la filosofía no fue
una doctrina sistemática, sino un método de reflexión, la mayéutica[3]y un tipo de existencia.
Hizo hincapié en la necesidad de un examen analítico de las creencias de cada uno, de
definiciones claras de los conceptos básicos y de un planteamiento racional y crítico de los
problemas éticos.
Platón (c. 428-c. 347 a.C.).
Platón fue un pensador más sistemático que Sócrates, pero sus escritos, en especial los
primeros diálogos, pueden ser considerados como una continuación y elaboración de las ideas
socrátistas. Al igual que Socrátes, Platón consideró la ética como la rama más elevada del saber,
y subrayo la base intelectual de la virtud al identificar virtud con sabiduría. Esta idea llevo a la
llamada "paradoja socrática" por la que ningún hombre hace el mal por propia voluntad, como
dice Socrátes en Protágoras. Más tarde, Aristóteles advirtió que una conclusión así no da lugar
a la responsabilidad moral. Platón exploró los problemas fundamentales de la ciencia natural,
la teoría política, la metafísica, la teología y la epistemología, y enriquecío conceptos que luego
han sido fundamentados permanentes en el pensamiento occidental.
La base de la filosofía de Platón es su teoría de las ideas, o doctrina de las formas. La teoría de
las ideas (que queda expresada en muchos de sus diálogos, sobre todo en La República y
Parménides) divide la existencia en dos esferas o mundos, una "esfera inteligible" de ideas o
formas perfectas, eternas e indivisibles, el Topos Uranos, y una "esfera sensible", de objetos
concretos y conocidos. Los árboles, las piedras, los cuerpos humanos y en general los objetos
que pueden ser conocidos a través de los sentidos son para Platón irreales, sombríos y copias
imperfectas de las ideas. Llegó a está, en apariencia, extraña conclusión por las elevadas reglas
que adjudicó al conocimiento, por ejemplo, que todos los objetos auténticos de conocimiento
fueran descritos sin contradicciones. Como todos los objetos percibidos por los sentidos
experimentan cambios, una afirmación hecha respecto a esos objetos en un instante no será
válida en un momento posterior. Según Platón, esos objetos no son del todo reales. Las
creencias e inconstantes, mientras que los principios de las matemáticas y la filosofía –
elaborados a partir de la meditación interior sobre las ideas– constituyen el único saber digno
de ese nombre. En La República, Platón muestra la humanidad prisionera en una caverna que
confunde las sombras proyectadas en una roca con la realidad; considera al filósofo como la
persona que penetra en el universo fuera de la caverna de la ignorancia y alcanza una visión de
la verdadera realidad, el mundo de las ideas. El concepto de Platón del bien absoluto –que es la
idea más elevada y englobada a todas las demás– ha sido una fuente principal de las doctrinas
religiosas panteísta y mística en la cultura occidental.
La teoría de las ideas de Platón y su visión racionalista del conocimiento son la base de su
idealismo ético y social. El muendo de las ideas eternas facilita las normas o ideales según los
cuales todos los objetos y acciones han de someterse al juicio del hombre. La persona filosófica,
que se abstiene de los placeres sensuales y busca en su lugar el principio de los conocimientos
abstractos, encuentra en esos ideales los modos para regir la conducta personaly fiscalizar
las instituciones sociales. La virtud personal consiste en una armónica relación entre las
facultades del alma. La justicia social consiste entonces en la armonía entre las distintas clases
de la sociedad. El estado ideal de una mente sana en un cuerpo sano, requiere que el intelecto
controle los deseos y las pasiones y las pasiones, así como el estado ideal de la sociedad
requiere que los individuos más sabios controlen a las masas buscadoras de placer. Según
Platón, la verdad, la belleza y la justicia coinciden en la idea del bien. Por lo tanto, el arte que
expresa los valores morales es el mejor. En su programa social, Platón apoyó la censura en el
arte, por estimarla como instrumento para la educación moral de la juventud.
Aristóteles (384-322 a.C.).
Aristóteles que empezó a estudiar en la academia de Platón con 17 años, es considerado el más
ilustre discípulo de Platón y se sitúa junto con su maestro entre los más profundos e influyentes
pensadores del mundo. Después de asistir durante varios años a la academia de Platón,
Aristóteles se convirtió en el preceptor de Alejandro Magno. Más tarde regreso a Atenas para
fundar el Liceo, una escuela que, al igual que la academia de Platón fue durante siglos una de
los grandes núcleos de enseñanza en Grecia. En sus conferencias, Aristóteles definió los
conceptos y principios básicos de muchas de las ciencias teóricas, como la lógica, la biología, la
física y la sicología. Al establecer los rudimentos de la lógica como ciencia, desarrolló la teoría
de la inferencia deductiva, representada por el silogismo (proposición deductiva que utiliza dos
premisas y una conclusión), y un conjunto de reglas para fundamentar lo que habría de ser
el método científico.
En su teoría metafísica Aristóteles discutió la separación que hizo Platón de idea y materia, y
afirmó que las ideas o esencias están contenidas dentro de los objetos mismos que las
ejemplifican. Para Aristóteles, cada cosa real es una mezcla de potencia y acto; en otras
palabras, cada cosa es una combinación de aquello que puede ser (pero que todavía no es) y de
aquello que ya es (también distinguido como materia y forma), porque todas las cosas cambian
y se convierten en otra cosa diferente de lo que son, excepto los intelectos activos humanos y
divinos, que son formas puras.
Para Aristóteles la naturaleza es un sistema orgánico de cosas cuyas manifestaciones comunes
hacen posibles ordenarlas en clases de especies y géneros; cada especie tiene una forma,
propósito y modo de desarrollo en cuyos términos se puede expresar. El fin de la ciencia teórica
es definir las actitudes, propósitos y modos esenciales de desarrollo de todas las especies y
disponerlos en su orden natural de acuerdo con sus complejidades según su forma, siendo los
principales niveles el inanimado, el vegetativo, el animal y el racional. El alma, para Aristóteles,
es la forma o realidad del cuerpo, y los humanos, cuyo espíritu racional constituye una forma
más elevada que las de las demás especies terrenales, la más elevada dentro de las perecederas.
Los cuerpos celestes compuestos de una sustancia imperecedera o éter, y movidos por un
perfecto movimiento circular por Dios, son todavía más altos en el orden de la naturaleza. Esta
clasificación jerárquica de la naturaleza se adoptó por muchos teólogos
cristianos, judíos y musulmanes en la edad media como una visión de la naturaleza.
La filosofía política y ética de Aristóteles surgió también de un examen crítico de los
enunciados platónicos. Las normas de conducta personal y social, según Aristóteles, pertenecen
al estudio científico de las tendencias naturales de los individuos y las sociedades en vez de
contemplarse en la esfera celeste de las ideas puras. Menos insistentes que Platón en una
conformidad rigurosa respecto a los principios absolutos, Aristóteles consideró las reglas éticas
como guías prácticas para alcanzar una vida feliz y plena. El énfasis que puso en la felicidad,
como el cumplimiento de las capacidades naturales, expresó la actitud hacia la vida que
mantuvieron los griegos cultos de su tiempo. En teoría política adopto una posición más
realista que Platón. Se mostró conforme con el modelo de una monarquía gobernada por un rey
sabio que llegara a representar la estructura política ideal, pero reconocía asimismo que las
sociedades difieren en sus necesidades y tradiciones, y creía que una democracia limitada
conforma y ordena el mejor compromiso concebible. En su teoría del conocimiento, Aristóteles
rechazó la doctrina platónica por la que el saber es innato e insistió en que solo puede
adquirirse mediante la generalización desde la experiencia. Interpretó el arte como una vía
al servicio del placer y de la ilustración intelectual en lugar de ser un instrumento
de educación moral. Su análisis de la tragedia griega ha servido como modelo funcional de
la crítica literaria.
Filosofía Helenística y Romana.
Desde el siglo IV a.C. hasta el desarrollo de la filosofía cristiana en el siglo IV, el epicureísmo, el
estoicismo, el escepticismo y el neoplatonismo fueron las principales escuelas filosóficas en el
mundo occidental. El interés por la ciencia natural declino en ese periodo y estas escuelas se
preocuparon sobre todo por la ética y la religión.
Epicureísmo.
Sistema de filosofía basado sobre todo en las enseñanzas del filósofo griego Epicuro. La
doctrina más conocida, pero asimismo más discutida por los modernos tratadistas del
epicureísmo es que el placer constituye el bien supremo y la meta más importante de la vida. Se
prefieren los placeres intelectuales a los sensuales, que tienden a perturbar la paz del espíritu.
La verdadera felicidad, según enseñó Epicuro, consiste en la serenidad que resulta
del dominio del miedo, es decir, de los dioses, de la muerte y de la vida futura. El fin último de
toda la especulación epicúrea sobre la naturaleza es eliminar esos temores.
La física epicúrea es atomista, en la tradición de los filósofos griegos Leucipo y Demócrito.
Epicuro consideró que el universo era infinito y eterno y que consistía sólo en cuerpos y
espacio. De los cuerpos, algunos son compuestos y otros son átomos, o indivisibles, elementos
estables de los que están formados los compuestos. El mundo, tal y como es visto por el ojo
humano, se nutre de las rotaciones, colisiones y agregaciones de esos átomos, que desde una
perspectiva individual sólo poseen forma, tamaño y peso.
En biología, Epicuro anticipó la doctrina moderna de la selección natural. Afirmó que las
fuerzas naturales dan origen a organismos de diferentes clases y que sólo las clases capaces de
superarse a sí mismas y reproducirse han sobrevivido.
La psicología epicúrea es materialista en alto grado. Mantiene que las sensaciones son
provocadas por un continuo flujo de imágenes o 'ídolos' abandonadas por los cuerpos e
impresionadas en los sentidos. Considera que todas las sensaciones son fiables de una forma
absoluta, el error surge cuando la sensación está interpretada de modo impropio. Cree que el
alma está compuesta de pequeñas partículas distribuidas por todo el cuerpo. Epicuro enseñó
que la disolución del cuerpo en la muerte conduce a la disolución del alma, que no puede existir
fuera del cuerpo; y por ello no hay vida futura posible. Dado que la muerte significa la extinción
total, no tiene sentido ni para los vivos ni para los muertos, porque "cuando somos, la muerte
no es, y cuando estamos muertos, no somos".
Las virtudes cardinales del sistema de ética epicúreo son la justicia, la honestidad y la
prudencia, o el equilibrio entre el placer y el sufrimiento. Epicuro prefería la amistad al amor,
por ser aquella menos intranquilizadora que éste. Su hedonismo personal mostró que sólo a
través del dominio de sí mismo, la moderación y el desapego puede uno alcanzar el tipo de
tranquilidad que constituye la felicidad verdadera. A pesar de su materialismo, Epicuro creía en
la libertad de la voluntad. Sugirió que incluso los átomos son libres y se mueven de cuando en
cuando con total espontaneidad; su idea se asemeja al principio de incertidumbre de
la mecánica cuántica.
Epicuro no negó la existencia de dioses, pero mantuvo con fuerza que como "seres felices e
imperecederos" podían no tener nada que ver con los asuntos humanos, aunque gozaran
contemplando la vida de los buenos mortales. La verdadera religión descansa en una
contemplación similar por parte de los humanos de las vidas ideales de los dioses elevados e
invisibles.
Las enseñanzas de Epicuro fueron establecidas con tanta firmeza y veneradas de tal modo por
sus seguidores, que sus doctrinas, a diferencia de las del estoicismo, su principal rival filosófico,
permanecieron intactas como una tradición viva. Sin embargo, el epicureísmo cayó en
descrédito en gran parte debido a la confusión, que aún persiste, entre sus principios y los del
hedonismo sensual proclamado con anterioridad por los cirenaicos. A pesar de todo, la filosofía
epicúrea tuvo muchos discípulos distinguidos: entre los griegos el gramático Apolodoro y entre
los romanos el poeta Horacio, el estadista Plinio el Joven y sobre todo el poeta Lucrecio. El
poema De rerum natura (De la naturaleza de las cosas) de Lucrecio es la principal fuente de
conocimiento del epicureísmo. Desapareció como escuela a principios del siglo IV d.C. Fue
reactivada en el siglo XVII por el filósofo francés Pierre Gassendi. Desde entonces, el
epicureísmo ha atraído a numerosos seguidores y se considera una de las escuelas de filosofía y
ética más influyentes de todos los tiempos.
Estoicismo.
Escuela de filosofía occidental, fundada en la antigua Grecia, opuesta al epicureísmo en su
modo de considerar la vida y el deber. La filosofía estoica se desarrolló a partir de la de los
cínicos, cuyo fundador griego, Antístenes, fue discípulo de Sócrates.