Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Derecho Laboral
5 ElDL 16187 de 16 de febrero de 1979, señala en su art. 1 que el contrato de trabajo puede celebrarse en
forma oral o escrita por tiempo indefinido, a plazo fijo, por temporada, por realización de obra o servicio,
condicional o eventual. Dispone que a falta de estipulación escrita, se presume que el contrato es por
tiempo indefinido, salvo prueba en contrario.
El art. 2 establece que no está permitido más de dos contratos sucesivos a plazo fijo. Tampoco están
permitidos contratos a plazo en tareas propias y permanentes de la empresa. En caso de evidenciarse la
infracción de estas prohibiciones por el empleador, se dispondrá que el contrato a plazo fijo se convierta
en contrato por tiempo indefinido.
Por su parte, el Decreto Supremo 21431 de 10 de noviembre de 1986, aclara el Decreto anterior indicando
que sus disposiciones son aplicables exclusivamente a los contratos y relaciones de trabajo a plazo fijo y
no alcanzan a las situaciones propias del retiro voluntario.
“No están permitidos más de dos contratos sucesivos a plazo fijo. Tampoco están
permitidos contratos a plazo en tareas propias y permanentes de la Empresa.
En caso de evidenciarse la infracción de estas prohibiciones por el empleador, se
dispondrá que el contrato a plazo fijo se convierta en contrato por tiempo
indefinido”.
De estas disposiciones, se concluye lo siguiente: Yamile Hayes Michel , Ph.D.
Derecho Laboral
7
El contrato de trabajo a plazo fijo necesariamente tiene que revestir la forma
escrita.
Si vencido el término establecido para el contrato, se mantienen las
actividades del trabajador, con aquiescencia del empleador, se opera la tácita
reconducción.
La duración del contrato a plazo fijo no excederá de un año, con la posibilidad
de renovación por una sola vez. Lo que significa que puede suscribirse un contrato
a plazo fijo por un año o menos, y puede renovarse por una única vez.
El empleador está obligado a demostrar la necesidad de renovación del
contrato.
No están legalmente permitidos más de dos contratos sucesivos a plazo fijo.
La infracción a esta norma da lugar a la conversión del contrato en uno por tiempo
indefinido. Entonces, a partir del tercer contrato sucesivo a plazo fijo, la Ley
considera que se trata de un contrato por tiempo indefinido, computándose la
antigüedad del trabajador desde el primer día de la relación laboral.
No se admiten contratos a plazo fijo en tareas propias y permanentes de la
Empresa, la infracción a esta norma da lugar a que el contrato a plazo se convierta
en contrato por tiempo indefinido.
8.- PREAVISO.-
El preaviso configura una obligación de hacer a cargo del sujeto del contrato de
trabajo que quiere terminar la relación, con el objeto de disminuir los eventuales
perjuicios que se siguen del acto resolutorio. La falta de cumplimiento de la
obligación –del preaviso- se resuelve en el pago de una indemnización sustitutiva,
que según los casos, tendrá naturaleza propia de un resarcimiento de daños, o de
una cláusula penal9. Yamile Hayes Michel , Ph.D. Derecho Laboral
10
La institución del preaviso tiene por objeto, como su nombre lo indica, hacer saber
a una de las partes contratantes a la otra, con un tiempo prudencial, su propósito
de disolver el contrato. Normalmente, la comunicación del preaviso de disolución
del vínculo contractual sólo representa una manifestación de voluntad unilateral
que se pone en conocimiento de la otra parte; es decir, la notificación que, pasado
cierto tiempo –el que dispone la Ley- será resuleto el contrato 10.
10 Cabanellas: Tratado…, Tomo II, Volumen III, p. 360
11 Elartículo 12 de la LGT establecía el plazo del preaviso tanto para empleadores como para
trabajadores, norma modificada por el DS 06813 de 3 de julio de 1964, que es la que señalaba que el
preaviso de retiro para obreros será de 90 días después de 3 meses de trabajo ininterrumpido, al igual que
para los empleados. Recordemos que en la LGT se hacía una distinción entre empleado y obrero, pero
modernamente a toda persona que presta servicios en relación de dependencia y subordinación, se
denomina trabajador o trabajadora. Empero, la SCP 009/2017 de 24 de marzo de 2017 ha declarado la
inconstitucionalidad del art. 12 de la LGT.
Dando una noción, se establece que el preaviso es la advertencia que hace una de
las partes de la relación jurídico laboral, a la otra, respecto de su decisión de
rescindir el contrato de trabajo. Es el aviso o notificación que realiza el empleador
al trabajador para que busque otro empleo. Asimismo, es la advertencia que hace
el trabajador al empleador para que busque otro empleado.
Existe un plazo para que cada parte de la relación de trabajo, comunique a la otra
su voluntad de extinguir el contrato laboral. Respecto de dicho plazo, se han
generado dos sistemas: Ino de ellos considera a los sujetos de la relación laboral,
en igualdad de condiciones, y por tanto, propone plazos iguales tanto para el
trabajador como para el empleador. El segundo sistema reconoce las
desigualdades reales y evidentes entre las partes de la relación laboral, y
determina que deben existir, consecuentemente, plazos diferenciados.
Bolivia adoptó el segundo sistema puesto que el empleador tenía que dar el
preaviso con una anticipación de 90 días al trabajador y éste, comunicar al
empleador su deseo de rescindir el contrato, con una anticipación de 30 días,
según lo disponía el art. 12 de la Ley General del Trabajo (LGT) 11. Sin embargo, la
Sentencia Constitucional Plurinacional (SCP) No. 009/2017 de 24 de marzo de
2017, ha declarado la inconstitucionalidad del art. 12 de la LGT, y el art. único
del DS 6813 de 3 de julio de 1964 -que también se refería al preaviso-, bajo el
fundamento jurídico siguiente:
“…en el estado Plurinacional de Bolivia no está permitido el despido arbitrario,
forma de protección que en la doctrina se la denomina estabilidad propia, que
tiene como finalidad evitar que la trabajadora o el trabajador sea despedido
arbitrariamente, sin que medie una causa justificada prevista en la ley, como ser
fuerza mayor, quiebra de la empresa, incapacidad física o mental del trabajador,
edad de jubilación, causas de indisciplina entre otras. Por consiguiente el preaviso
establecido en la norma ahora impugnada Yamile Hayes Michel , Ph.D. Derecho
Laboral
11
resulta contraria a la garantía de la estabilidad laboral consagrada en los arts.
46.I.2 y 49.III de la CPE, por cuanto al estar vigente en nuestro ordenamiento
jurídico laboral este instituto, es susceptible de ser utilizado para justificar un
despido arbitrario sin que medie causa legal alguna, librada a la sola decisión
unilateral de la parte empleadora, tal como hubiere ocurrido en la Entidad
Financiera “ICAS” S.A. de acuerdo a los antecedentes adjuntos por el accionante
cursante de fs. 91 a 102; razonamiento que ya fue expresado por este Despacho,
en la SCP 1262/2013 de 1 de agosto, al desarrollar un precedente constitucional,
dentro de una acción de amparo constitucional, en el que se tutelo el derecho a la
estabilidad laboral, precisamente en un caso en el cual se hizo uso del preaviso
para extinguir la relación laboral, precisando la necesidad de regular la
aplicabilidad de este instituto, a partir de una interpretación desde y conforme a la
constitución; sentencia que fue glosada en su integridad en el Fundamento
Jurídico III.4 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, que en la parte
pertinente concluyo en lo siguiente: “En este escenario y considerando los
alcances de protección que tiene la garantía constitucional de estabilidad laboral;
la institución del preaviso establecida en el art. 12 de la LGT, en relación a la
comunicación que hace la parte empleadora de rescindir el contrato de trabajo con
noventa días de anticipación, resulta contraria al elemento sustancial del derecho
fundamental a la estabilidad laboral, como es la de evitar la desvinculación laboral
por la sola voluntad del empleador sin que medie una causa legal justificada,
relacionada estrictamente a las obligaciones inherentes al contrato de trabajo,
cuando esta se configura habitualmente, en una manifestación de voluntad
unilateral del empleador de poner en conocimiento que dentro el plazo
determinado en la ley, será resuelto el contrato de trabajo, conforme se expresó en
el Fundamento Jurídico III.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional;
en cambio el derecho fundamental a la estabilidad laboral para su materialización
excluye toda decisión unilateral del empleador de extinguir la relación laboral sin
que exista una causa legal justificada; es decir, que la extinción laboral en ejercicio
de este precepto priva al trabajador de su fuente laboral injustificadamente
atentando contra su estabilidad laboral; en este sentido sobre el tema, Guillermo
Cabanellas de Torres con acierto afirma: “La situación entre patronos y
trabajadores es distinta en este problema. En el caso de que un trabajador, sin
alegación de causa justificada, deje su empleo, no perjudica muy gravemente al
patrono, porque éste encuentra con facilidad, quizás inmediatamente, un
reemplazante; en cambio, el trabajador despedido, principalmente en época de
crisis de trabajo, debe agotar sus ya escasas reservas económicas antes de lograr
otro empleo para su actividad”.
La citada Sentencia Constitucional, al declarar la inconstitucionalidad del art. 12 de
la LGT, también eliminó la primera parte de dicho articulo que: “El Yamile Hayes
Michel , Ph.D. Derecho Laboral
12
contrato podrá pactarse por tiempo indefinido, cierto tiempo o realiza obra o
servicio.” Y, juntamente con el debate sobre si en Bolivia ya no estarían regulados
los tipos de contratos de trabajo, surgió el referido a que ya no existiría la
obligación de pagar el desahucio. Ahora bien, respecto de los tipos de contrato, el
Decreto Ley (DL) No. 16187 de 16 de febrero de 1979, establece que el Contrato
de Trabajo puede celebrarse en forma oral o escrita, por tiempo indefinido, a plazo
fijo, por temporada, por realización de obra o servicio, condicional o eventual.
Puntualiza que, a falta de estipulación escrita, se presume que el contrato es por
tiempo indefinido, salvo prueba en contrario; y, prohíbe más de dos contratos
sucesivos a plazo fijo.
Frente al segundo tema de debate, sobre el pago del desahucio, se debe partir de
la Constitución Política del Estado, cuyo art. 49 en su parágrafo III dispone: “El
Estado protegerá la estabilidad laboral. Se prohíbe el despido injustificado y toda
forma de acoso laboral. La ley determinará las sanciones correspondientes.”
Asimismo, el art. 13 de la LGT continúa estableciendo la obligatoriedad del pago
del desahucio cuando dice:
“Art. 13.- Cuando fuere retirado el empleado u obrero por causal ajena a su
voluntad el patrono estará obligado, independientemente del desahucio, a
indemnización por tiempo de servicios…”
Igualmente, el Decreto Supremo Nº 22138, de 21 de febrero de 1989, contempla el
pago del desahucio:
“Artículo 1.- Los únicos beneficios sociales vigentes que la ley impone, en casos
de despidos de trabajadores, vocablo que comprende tanto empleados como
obreros, son los señalados por los artículos 12,13 y 19 de la Ley General del
Trabajo, vale decir un desahucio equivalente al promedio de los sueldos o salarios
de los últimos tres meses trabajados y una indeminización por tiempo de servicios
de un sueldo o salario mensual por cada año de trabajo.”
Por consiguiente, la obligación del pago del desahucio continúa vigente frente al
despido injustificado, de modo que, de conformidad a lo dispuesto por el DS 28699
de 1 de mayo de 2006, en caso de despido injustificado en el que el trabajador
opte por el pago de sus beneficios sociales, a más de la indemnización por
antigüedad, el empleador debe también pagar el desahucio que equivale a 3
sueldos promedio.
9.- SUSPENSIÓN DEL CONTRATO DE TRABAJO .- Yamile Hayes Michel ,
Ph.D. Derecho Laboral
13
El contrato de trabajo se caracteriza por su extrema vitalidad, corporizada ella y,
entre otros, en el principio de continuidad o conservación del negocio. La
posibilidad que el contrato soporte alteraciones temporales, sin extinguirse por ello,
esto es, extensos periodos de interrupción de su ejecución, al cabo de los cuales
recobre vitalidad plena, constituye precisamente, una de sus manifestaciones. Se
entiende así por suspensión laboral, la cesación temporal de algunos efectos del
contrato de trabajo, los que vuelven a tener plena eficacia una vez desaparecidas
las circunstancias que la motivaran. Durante la suspensión, el contrato de trabajo
no se extingue, sino que meramente congela sus efectos por un tiempo y, a su vez,
no todos los efectos contractuales son suspendidos, sino sólo algunos. Así, se
puede suspender la prestación del trabajo, pero sin que ello implique
necesariamente pérdida de la retribución, o se suspenden ambos deberes típicos,
manteniéndose los demás12.
12 Jorge Rodríguez Mancini y otros: Ob. cit., p. 364
Cuando se habla de suspensión del contrato de trabajo se quiere indicar que se ha
producido la paralización de una de las dos obligaciones principales que hacen a
dicho contrato, de forma que se puede interrumpir, en general, tanto la prestación
de servicio por parte del trabajador como el pago del salario por el empleador.
Como se tiene dicho, puede darse la interrupción de la prestación de servicio
manteniendo el pago de salario, como también paralizarse la prestación laboral por
parte del empresario simultáneamente con el pago de salarios al trabajador. Lo
que no es dable, es el mantenimiento de la prestación de servicios y la suspensión
del pago de salarios, ya que en ese caso habría por parte del empleador un
enriquecimiento sin causa. Podría afirmarse lo mismo cuando se interrumpe la
prestación de servicio y se mantiene, sin embargo, el pago de la retribución. Pero
es que en este caso entran a regir institutos de Derecho del Trabajo por los cuales
la obligación patronal deriva de la existencia de un vícnulo laboral que subsiste y
que por diversas causas, que el legislador tiene en cuenta –o sea, que están
previstas en la ley- mantiene una de las obligaciones: La de retribuir al trabajador,
sin que éste, a su vez, esté obligado a prestar servicios. Se da, de tal forma, la
posibilidad que la prestación laboral, obligación a cargo del trabajador, esté
paralizada y subsista, en cambio, la del empleador de abonar su salario al
trabajador. Por tal causa no cabe establecer un solo instituto de la suspensión del
contrato de trabajo, sino que es necesario examinar las diversas causas por las
cuales determinadas obligaciones de las partes se paralizan en sus efectos, en
tanto que el contrato de trabajo subsiste.
La suspensión de algunos efectos del contrato de trabajo, o de algunas de las
obligaciones principales de éste, evita, siempre que sea posible, la disolución del
contrato de trabajo. Se estima que la suspensión de determinadas obligaciones es
un remedio más benigno para el trabajador que la ruptura del vínculo laboral. Los
contratos de trabajo por tiempo indefinido o por tiempo Yamile Hayes Michel ,
Ph.D. Derecho Laboral
14
determinado, en el curso de su cumplimiento, pueden ser objeto de suspensión o
extinción.
La suspensión propiamente dicha es aquella que se produce cuando el contrato de
trabajo, que es de tracto sucesivo, carece de ejecución durante un lapso
determinado.
Entonces, se llama suspensión del contrato de trabajo a la interrupción de la
principal actividad del trabajador o del empleador, por un determinado tiempo,
manteniéndose vigente el contrato, o sea la relación de trabajo continúa, lo que se
produce es una interrupción momentánea de los efectos del contrato.
Desaparecidas las causas que provocaron la suspensión vuelve a tener plena
vigencia. Una de las características de la suspensión del contrato laboral consiste
en su termporalidad, ya que deja paralizados los efectos del vínculo convencional
durante cierto tiempo y no con carácter permanente. Así, por el instituto de la
suspensión, se permite que, pasadas las causas impeditivas de ejecución, recobre
el vínculo contractual su plena eficacia, con la habitual prestación de servicios por
el trabajador y con el periódico abono salarial por parte del empleador. El contrato
suspendido recobra vigencia; sus efectos, que se encontraban paralizados,
vuelven a regir con pleno vigor13.
13 Cabanellas, Ob. cit., p. 511
14 Jorge Rodríguez Mancini y otros: Ob. cit., p. 365
La suspensión normalmente recae sobre el espectro de lo que se ha dado en
llamar los deberes materiales o de cumplimiento de las partes (prestar el trabajo,
pagar la remuneración, antigüedad), quedando incólumes los de conducta o
éticos. La suspensión se diferencia de la extinción del contrato de trabajo, en que,
mientras ésta afecta la existencia o vida del contrato, la suspensión afecta sólo su
ejecución. La suspensión entraña la idea de una estricta temporalidad, esto es,
que se trate de un hecho transitorio, que tenga un límite en el tiempo (conocido,
como en el caso del descanso pre y post natal, o no, en el caso de una
enfermedad, por ejemplo), ya que si la causa que la determina fuese irreversible y
permanente, carecería de justificación y de razón de ser como tal, y daría lugar a la
extinción del contrato14.
Las causas de suspensión, de modo general, pueden ser:
Biológicas (enfermedad, maternidad)
Es importante anotar que los primeros tres días de baja médica, los puede
autorizar el médico del centro laboral –si existe- y a partir del cuarto día, deberá
ser el ente gestor de salud (Caja) quien certifique la necesidad de baja médica, la
cual podrá prorrogarse hasta 26 semanas, prorrogables a su vez por otras 26
semanas, de acuerdo a las previsiones de Seguridad Social.
b) Las vacaciones anuales, de conformidad a las disposiciones legales que para
ella existen, y que se verán en el capítulo respectivo.
c) Los períodos de descanso previo y posterior al alumbramiento, conforme al
art. 61 de la LGT. La mujer trabajadora tiene derecho a un descanso de 45 días
antes y 45 días después del alumbramiento.
d) Los períodos de licencia concedidos por el empleador, tomando en cuenta lo
previsto por el Reglamento Interno.
e) Las interrupciones al trabajo originadas por causas ajenas a la voluntad del
trabajador.
f) Los períodos de servicio militar o de servicio en campaña, incluyendo el
tiempo correspondiente al viaje de regreso desde el lugar de licenciamiento o
desmovilización.
g) El tiempo que dure la suspensión de labores como consecuencia de huelga o
lock out, siempre que éstos hayan sido declarados de acuerdo al procedimiento
previsto por Ley, caso contrario serán huelgas
Yamile Hayes Michel , Ph.D. Derecho Laboral
16
o lock out ilegales, que, desde luego, no pueden computarse como suspensiones
legales.
h) En general, cualquier suspensión del trabajo autorizado por ley, un convenio
colectivo o el contrato individual de trabajo.
15 El DS 1592 de 19 de abril de 1949 en su artículo 6, determina que el tiempo de servicios comprende los
periodos de enfermedad, las vacaciones anuales, el descanso pre y post natal, las licencias, las
interrupciones en el trabajo por causas ajenas a la voluntad del trabajador, el periodo del servicio militar o
periodo en campaña, el tiempo de huelga y lock out legales, y cualquier otra suspensión de trabajo
autorizado.
16 José de Chazal: Ob. cit., p. 162
En caso que el trabajador despedido opte por su reincorporación, podrá recurrir
a este efecto ante el Ministerio de Trabajo, donde una vez probado el despido
injustificado, se dispondrá la inmediata reincorporación al mismo puesto que
ocupaba a momento del despido, más el pago de los salarios devengados y demás
derechos sociales actualizados a la fecha de pago. En caso de negativa del
empleador, el trabajador podrá plantear acción de amparo constitucional, conforme
prevé el DS 495 mencionado, por cuanto debe tomarse en consideración la
inmediatez de la protección.
En caso de despido injustificado, sin haber dado el preaviso de ley, y siempre
que el trabajador haya superado el periodo de prueba, y este último no opte por la
reincorporación, el empleador está obligado a pagar el desahucio, la
indemnización por antigüedad, vacación –de acuerdo a la escala vacacional- y
aguinaldo de Navidad por duodécimas.