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PREFERENCIAS Y AFICIONES
Puede decirse que los intereses afectivos del niño se trasladan desde lo puramente
pulsional, que exigía una satisfacción inmediata, a lo intelectual y a lo simbólico, que
los permite aproximación progresiva a las leyes de sociedad.
Esta renuncia a las satisfacciones inmediatas puede ser notable en muchos casos. El
niño deja de mostrarse infantil y caprichoso, aprende a tener paciencia cuando la
situación lo requiera e incluso puede llegar a preferir la dificultad a la velocidad. Por
ejemplo, en los juegos, en las actividades manuales o artísticas o en la lectura
(manteniendo su atención en obras más largas, varios días).
LA AGRESIVIDAD EN EL NIÑO
El niño, ya en los últimos años de su desarrollo como también más tarde, y cuando
adulto, debe ir aprendiendo a someter sus impulsos primarios a las posibilidades que
permite al ambiente de hacerlos realidad. Su inicial búsqueda de placer y satisfacción ha
de ir adaptándose a las normas, las cuales obligan a distinguir lo permitido de lo
prohibido.
El proceso educativo que se desarrolla con la intervención del medio familiar, escolar
social en general va contribuyendo por otra parte a reformar también en él expresiones
de agresividad directa, a lo que es igual más indirectas y socializadas.
Sin embargo, cuando las normas sociales le son impuestas con una arbitraria o
prematuro, sin ser razonada ni oportuna, éste tiende a reaccionar con irritación
impedimento cuyas razones no alcanzan comprender. Y acto seguido, al constatar su
impotencia para combatirlo, se eleva su grado de frustración y se genera en él un nivel
aún mayor de agresividad .
Loa adultos, padres y maestros, han de saber reconducir este componente agresivo y
aprovecharlo en un sentido positivo para la maduración personal y social del niño.
Utilizar sus impulsos de autosatisfacción, dotados de una mayor o menor carga agresiva,
como motivación para desarrollar sus respuestas inteligentes puede ser en efecto, un
camino útil para rentabilizarlos.
Una situación aparte está constituida por la violencias infantil que surge en un tiempo
concreto y como fruto de una situación frustrante muy especifica ya que ha de
relacionarse entonces con un conflicto que subyace a un nivel inconsciente, esto es, que
no ha sido elaborado ni verbal izado externamente. La conducta agresiva equivale en
tales casos a una señal de alarma de la intención interior que afecta profundamente al
niño.
Casos como este y similares requieren una atención especial, que debe empezar en el
momento mismo en el que aparecen las primeras reacciones desconocidas.
Generalmente, ayudar al niño elaborar su conflicto a aceptarlo a de ser suficiente para
acabar con las acciones violentas. Si existe, por el contrario, una intolerancia en el
ambiente y no se ayuda a afrontar el obstáculo, que para él es insalvable, es muy posible
que el comportamiento agresivo quede afianzado en su personalidad y a las conductas
inadaptadas den cada vez con más frecuencia.
LA MEMORIA Y EL APRENDIZAJE
Las razones por las cuales un niño va aumentando su capacidad para recordar, a medida
que va aumentando de edad, no están suficientemente claras, los psicólogos han
estudiado distintos aspectos de la memoria, pero no han conseguido todavía hallar
explicación a todos ellos, si bien en algunos puntos concretos las coincidencias son
prácticamente absolutas. No sin fundamento, se presume, por ejemplo, que los niños de
mayor edad ha descubierto la utilidad de distintas técnicas o estrategias mnemotécnicas
para almacenar la información afianzar el recuerdo.
La capacidad para organizar el material que debe ser recordada la habilidad para
clasificarlo o agruparlo en torno a determinadas palabras claves, la posibilidad de crear
imágenes mentales o de asociar, en base a una característica determinada, las cosas que
deben ser recordadas, contribuyen a que la memoria puede retener mayor cantidad de
información.
Fundamentalmente, estos casos tienen lugar debido a que otros factores de tipo
coyuntural, además de la inteligencia, pueden influir en un momento en el rendimiento
de la memoria en particular la motivación, es decir el interés que puede llegar a tener
para el sujeto lo que se trata de recordar, a ala atención que se haya prestado en el
momento de recibir la información.
TIPOS DE MEMORIA
Existe unanimidad entre los psicólogos en cuanto a reconocer tres tipos de memoria: la
memoria sensorial, la memoria a corto plazo y la memoria a largo plazo. Toda la
información que retenemos pasaría por estos tres estadios y en el mismo orden
indicado.Veamos muy brevemente las características principales de estos de estos
sistemas.
Para los aprendizajes escolares del niño, la memeoria a largo plazo es el sistema de
mayor interés, y la trasferencia y fijación de los daros procedentes de la memeoria a
largo plazo puede ser estimulada por los adultos, padres, profesores y especialistas
poniendo en práctica distintos recursos mnemotécnicas.
¿cómo ayudarles a aprovechar mejor la memoria? Si ninguna de las causas que pueden
impedirla o interferirla están presentes en tal intensidad como para hacer presumible el
fracaso, podemos enseñarles a utilizar unas reglas mnetécnicas que deberán poner en
práctica al recibir la información que deban de retener.
El repaso consiste en repetir varias veces la palabra, en vos alta o mentalmente. Aunque
se puede considerar en método más conocido y generalizado para memorizar, al parecer
no todas las personas lo utilizan sistemáticamente o de la forma adecuada. En niños con
dificultades graves para adquirir o retener los aprendizajes se ha podido averiguar que
es una práctica que casi nunca aparece. En otros niños con retrasos de menor
importancia, o que progresan muy lentamente en su formación escolar, se puede
constatar con la misma frecuencia que emplean malas técnicas de repaso y tienen
dificultades para fijar los contenidos en la memeoria a largo plazo.
La codificación es un proceso posterior. Consiste en asignar un símbolo o un etiqueta
significativa a un dato que debe ser recordado. Generalmente, se utilizan símbolos
verbales, también se recurre a formulas esquemáticas, analógicas, visuales, etc.
Cuando se trata de recordar una lista de conceptos o palabras, podemos enseñar al niño
distintos recursos:
4.- Construir una historia que enlace todas las palabras que hay que memorizar; etc.
Memorizar sin comprender es una tarea difícil y casi siempre inútil. Esta es la primera
idea que hay que inculcar en el niño. Sucesivamente, el proceso de memorización
consiste en saber utilizar la estrategia que más conviene a cada aprendizaje y mejor se
adapta a las capacidades o características mnemotécnicas del individuo.