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¿Explique según las lecturas qué se entiende por desarrollo y por qué es necesario un

giro conceptual hacia ideas más humanistas?

Se puede llamar desarrollo sostenible, aquél desarrollo que es capaz de satisfacer las
necesidades actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras
generaciones. Instintivamente una actividad sostenible es aquélla que se puede
conservar. Por ejemplo, cortar árboles de un bosque asegurando la repoblación es una
actividad sostenible. Por contra, consumir petróleo no es sostenible con los
conocimientos actuales, ya que no se conoce ningún sistema para crear petróleo a partir
de la biomasa. Hoy estar al corriente que una buena parte de las actividades humanas
no son sostenibles a medio y largo plazo tal y como hoy está planteado.

Características de un desarrollo sostenible.


Las características que debe reunir un desarrollo para que lo podamos considerar
sostenible son:
• Promueve la autosuficiencia regional
• Reconoce la importancia de la naturaleza para el bienestar humano
• Asegura que la actividad económica mejore la calidad de vida de todos, no sólo de
unos pocos selectos.
• Usa los recursos eficientemente.
• Promueve el máximo de reciclaje y reutilización.
• Busca la manera de que la actividad económica mantenga o mejore el sistema
ambiental.
• Pone su confianza en el desarrollo e implantación de tecnologías limpias.
• Restaura los ecosistemas dañados.

- ¿Cuáles son los indicadores económicos para la medición del desarrollo de las naciones?
Explique las posibles limitaciones o deficiencias que tienen éstos para medir el bienestar de
las personas.
Se puede conocer el desarrollo económico de un país a partir del análisis de
algunos indicadores socioeconómicos básicos como: el producto interno bruto
(PIB), el ingreso per cápita (IPC), la población económicamente activa (PEA), el
índice de desarrollo humano (IDH), y los niveles de educación, salud y vivienda.24
feb. 2016

Partiendo de las estadísticas disponibles en el Banco de la República, se


puede afirmar que Colombia en los últimos 10 años mostró un
crecimiento económico que se refleja en el comportamiento de su PIB
que en el periodo 2004 — 2007, el cual creció en promedio 5.8%1. Es
decir, esta es una década en la que el país presentó grandes avances en
materia económica, tanto así, que durante la crisis global de 2008 en la
que se vieron afectadas algunas economías industrializadas, Colombia
creció 1,6% (tabla 1). En promedio, el país presentó un crecimiento anual
del PIB de 3,8% y del PIB per cápita de 2,2%. Si se analiza el
comportamiento de los diferentes sectores de la economía, se puede
inferir que la evolución obedece principalmente al fortalecimiento de la
industria minera, la cual presenta variaciones positivas desde el año
2005, alcanzando mayor crecimiento durante 2008, 2009 y 2010
correspondientes a 9,6%, 11,0%, 12,2%, respectivamente. La
inequidad en la distribución del ingreso se medirá a través del
Coeficiente de GINI (tabla 2). De acuerdo con las cifras tomadas del
Banco Mundial, el Coeficiente de GINI durante la década muestra que la
tendencia de inequidad que existe en Colombia alcanza niveles que van
desde 0,56 en el año 2005 y 2010, hasta 0,61 en el 2002, pese al
crecimiento de la economía. Esto evidencia que Colombia es un país
desigual, tanto así, que la meta según el Departamento Nacional de
Planeación (DNP) para el 2014 es lograr tener un Coeficiente de GINI de
0,54 que, comparado con el promedio actual de América Latina,
correspondiente a 0,53, aún se sitúa por encima, razón por cual
Colombia se constituye como uno de los países más desiguales del
mundo al estar los ingresos concentrados en pocas manos (Rodríguez,
2011).
Al comparar la tasa de crecimiento del PIB en Colombia y el
comportamiento de la tasa de crecimiento del Coeficiente de GINI, se
observa que entre el año 2000 y 2006, se presentó un crecimiento
acelerado del PIB; sin embargo, el Coeficiente de GINI alcanzó el
máximo valor de la década en el año 2002 con 0,61, lo que evidencia la
fuerte inequidad que existe en el país y la poca realidad que refleja el
PIB per cápita. Es importante resaltar que existen periodos en que se
cumple una relación inversa, como el comprendido entre los años 2000
y 2004, pero a partir del 2005 el comportamiento de ambas variables
fue en el mismo sentido. Por otra parte, el gráfico 1 refleja que durante el
periodo de la crisis mundial el PIB creció en una menor proporción,
mostrando recuperación en el año 2010 y a su vez el Coeficiente de
GINI presentó leves diminuciones.

Sin embargo, si se analiza el Índice de Desarrollo Humano ajustado a la Desigualdad (IDH-


D6 ), la tendencia en Colombia ha mostrado valores bajos para este indicador, y una gran
diferencia con el IDH, lo cual refleja nuevamente la desigualdad del país con respecto al
acceso a los servicios de salud, educación y en niveles de ingresos. Si se proyecta el
indicador de acuerdo con estándares del Programa de las Naciones Unidas, en el que se
establece que la desigualdad causa una pérdida en promedio del 23% de este, significaría
que para Colombia, que hoy se sitúa en el puesto 87, con un IDH de 0,710, podría tener un
IDH de 0,547, pasando de la categoría de IDH Alto a IDH Medio (gráfico 3)
La década está marcada por un crecimiento del PIB per cápita y por la gran desigualdad en
las dimensiones que componen el IDH –D, lo que significa mayor exclusión social, el
privilegio de unos pocos que disfrutan servicios de salud y educación, determinado por las
condiciones en las que muchas personas nacen, crecen, logran un nivel de ingreso u
obtienen la posibilidad de recibir del Estado estos servicios. Sin embargo, a partir del año
2001, y pese a la restructuración del sistema de salud, en el que se otorgaron mayores
beneficios a las personas que pertenecen al régimen contributivo, se ha presentado un
incremento del número de personas afiliadas al régimen subsidiado, mientras que las
vinculaciones al régimen contributivo se mantienen casi constantes de un año a otro7 .
En cuanto a los niveles de educación en Colombia, según reporte del Ministerio de
Educación, el porcentaje más alto de las personas que acceden a servicios educativos se
concentra en la básica y la media, alcanzando en el 2010 una tasa de cobertura bruta en
educación básica y media de 104,0% y una tasa de cobertura neta del 89,7%. Por el
contrario, en los niveles de educación superior sólo se alcanzó a este mismo año una tasa de
cobertura de 37, 2%; así mismo, el porcentaje del gasto del PIB en educación entre el 2000
y 2010 es casi constante, tanto por sector como por nivel de educación. Por otro lado, las
altas tasas de analfabetismo durante la década también se mantienen casi constantes, y son
más elevadas en la población de 15 años y más, alcanzando valores entre 6,6% en el 2008 y
7,6% en el 2002. Lora (2005) afirma: “Las medidas de pobreza más frecuentemente
utilizadas están basadas en niveles de ingreso o de consumo. Una persona se considera
pobre si estos caen por debajo de un nivel mínimo necesario para satisfacer sus necesidades
básicas” (p. 52). Siendo así, el ingreso se constituye en un determinante de la pobreza, la
cual se podrá medir mediante la Línea de Pobreza. En Colombia, durante el 2002 el 49,4%
de la población se ubicaba en la línea de pobreza8 , y el 17,6% en la línea de pobreza
extrema9 ; sin embargo, en el 2010 se redujo el porcentaje de personas que viven en la línea
de pobreza a 37,5%, lo que traduce, en promedio, una disminución anual de 1,45 puntos. El
comportamiento de la línea de indigencia también es decreciente, pues en el 2010 se sitúa
en ella el 12,3% de la población, alcanzando en promedio reducciones anuales de 1,46
puntos. Este indicador muestra que existen leves mejorías en cuanto a la disminución de la
línea de pobreza, sin embargo no refleja disminución en las mismas proporciones en las que
crece la economía.

Se evidencia entonces, que el ingreso es un determinante de la pobreza en Colombia y que


de esta variable macroeconómica, distribuida inequitativamente, depende la posibilidad de
gran parte de la población para acceder a los bienes públicos, que en teoría deberían
cumplir con el principio de la no rivalidad y no a la exclusión, pero que, desde la realidad
colombiana, tienen acceso a servicios de calidad solo aquellos que cuentan con el poder
adquisitivo para pagar por estos. Por ello quedan por fuera un gran número de colombianos
situados en la línea de pobreza, para quienes las oportunidades se reducen cada vez más. He
allí donde muchos se plantean el interrogante ¿Dónde está el estado de bienestar en
Colombia? Según el informe sobre Desarrollo Humano 2005, “la desigualdad extrema entre
los países y entre los habitantes de los países ha sido definida como uno de los principales
obstáculos del desarrollo humano y como una potente causa que impide el avance hacia el
logro de los ODM”. Razón por la cual se constituye no solo en un reto para el gobierno en
turno, sino para el Estado colombiano, disminuir este indicador.
- Según Marrugo (2013), ¿Cómo ha sido el comportamiento del PIB en Colombia?, ¿Cree
usted que ese comportamiento refleja la realidad social del país? Explique su respuesta

- Según las lecturas, ¿Cuáles deben ser las variables que se tengan en cuenta para poder
medir el desarrollo de una sociedad? Explique cada una.

- Elabore una reflexión, teniendo en cuenta lo aprendido en las lecturas y usando su


opinión personal, sobre el desarrollo y su influencia en el funcionamiento de la democracia
CONCLUSIONES A través del estudio del comportamiento del crecimiento económico y el
desarrollo humano en Colombia, durante la década 2000-2010, se puede argumentar que el
desarrollo no puede medirse solo como el aumento del PIB de un periodo de tiempo a otro; este
es necesario relacionarlo con el conjunto de variables macroeconómicas y con la forma como
repercuten estas e influyen en la satisfacción de las necesidades fundamentales, en el nivel de
educación, el acceso al servicio de salud y al mercado laboral que, finalmente, son las que generan
bienestar a la sociedad. Si bien el crecimiento económico puede ser un medio para alcanzar el
desarrollo humano, los resultados de la investigación indican que en Colombia el crecimiento del
PIB no reflejó bienestar humano, lo que evidencia que la desigualdad persiste y que, a pesar de las
reducciones, las cifras se encuentran por encima del promedio de América Latina. Por lo tanto, el
interés debe estar puesto en buscar no solo la forma de aumentar los niveles de ingreso, sino en
implementar políticas que contribuyan al desarrollo humano y permitan una mejor distribución de
los recursos para combatir la pobreza, uno de los problemas sociales y económicos más graves, y
que adquiere relevancia con el transcurrir del tiempo, tanto así que ha tomado dimensiones que
sobrepasan la tenue mirada de ver este flagelo como un simple problema de ingreso, de exclusión
o de faltante de bienes materiales (Narváez, 2002). El objetivo está en lograr bajar los niveles de
pobreza, y el reto, que el gobierno traslade del gasto público un mayor porcentaje al gasto social.
Por lo tanto, se requieren políticas públicas progresivas que conduzcan a la superación de la
pobreza, a través de las cuales se impulsen mayores niveles de educación, se estimule la creación
de oportunidades laborales y se logre una redistribución de los ingresos, con el fin de alcanzar un
desarrollo humano sostenible.

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