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Samaja comienza definiendo los alcances del término “método”, referido a la

investigación científica, señalando que “inmediatamente evoca alguno de estos


dos significados… Procedimientos para obtener un conocimiento que aún no se
tiene”, (contexto de descubrimiento) o “procedimientos para validar o justificar
un conocimiento que ya se tiene” (contexto de justificación). A primera vista –
dice –, sólo este último, el contexto de justificación, “pareciera que admite una
consideración metodológica, puesto que, propiamente hablando, no hay
procedimientos regulares o normas para el descubrimiento”.

Lo que Samaja declara que pretende sostener es “que no sólo no está completo
el cuadro de las alternativas metodológicas de la ciencia sino que en esta
formulación quedan omitidas las decisivas cuestiones acerca de la razón misma
de ser del método de la ciencia, sin las cuales el sentido mismo de la pregunta
por la ciencia y su método se esfuma”.

Para ello se centra en los “métodos para fijar creencias” enunciados por Peirce:

1. Método de la Tenacidad.
2. Método de la Autoridad.
3. Método A Priori, también llamado Método de la Metafísica.
4. Método de la Ciencia, o Pragmático, o de la Eficacia.

El Método de la Tenacidad, que corresponde al individuo como entidad biológica,


“pertenece al trasfondo biótico que existe en el cuerpo orgánico de todo ser
humano y que compartimos con los restantes vivientes por el solo hecho de
integrar y actuar en el seno de la biósfera”. De allí derivan creencias (“de neto
carácter instrumental”) que cada uno de los vivientes recibe con su dotación
genética.

El Método de la Autoridad, que corresponde a las comunidades humanas,


involucra creencias recibidas por una autoridad comúnmente tenida por tal y en
consecuencia respetada, que “integran el vasto mundo de los lenguajes, las
tradiciones, las religiones y las mitologías”.

El Método Metafísico, que corresponde a los “existentes humanos en cuanto


ciudadanos de sociedades políticas” (Estados), involucra “al amplio mundo de la
cultura filosófica”, de donde derivan las reglas sociales y “el vasto mundo de la
cultura escrita y escolarizada”, más “lo que hoy llamaríamos ‘conocimiento
especulativo y hermenéutico’.

El Método Científico, que predomina en las sociedades moderno-burguesas,


“donde prevalecen los mecanismos de mercado en el proceso de dirección de la
vida social”, se encuentra vinculado “a los marcos de la experiencia posible,
concebida como la relación con ‘algo externo’ valorado como ‘lo real’”.

Señala Samaja que no ha de verse en estos métodos un desarrollo histórico o


secuencial, es decir, que uno no precede al otro, que ninguno niega a otro
cualquiera (según un “modelo atomístico”, que “contrapone cada uno de estos
métodos a los restantes, de modo que cada método se afirma como negación de
los otros tres”); ni puede pensarse para ellos tampoco un “modelo dialéctico”,
que presuponga “una negación [de uno de los otros o de todos] que comporta
esencialmente una superación con conservación”; y por supuesto, que ninguno
deriva de ningún otro. Antes bien, Samaja prefiere hablar de una “estratificación”
de estos métodos, que permitirían encarar una cierta “geología del espíritu”.

“Según el esquema estratigráfico…, los métodos para fijar creencias


corresponderían a grandes momentos de la historia formativa de la cognición
humana”.

De acuerdo con Samaja, tras las últimas indagaciones, “parece que el método
de la ciencia sólo abarca la capa más superficial y reciente del universo cognitivo
humano”, de modo que “resulta impensable sin la vigencia de los otros métodos,
todos los cuales estarían siempre operantes en cualquier acto de investigación
imaginable”. En otras palabras, el proceso investigativo incluiría siempre
momentos que corresponderían a cada uno de los métodos enunciados por
Peirce:

1. “Un momento de tenacidad, en el cual tanto el problema como la solución


parecieran emerger desde el fondo de nuestra propia biografía personal
(corporeidad orgánica e inorgánica de por medio);
2. “Un momento de autoridad, en el cual nos obligamos a conocer las
soluciones aportadas por las fuentes reconocidas como autoridad por la
comunidad de científicos de la disciplina;
3. “Un momento metafísico, durante el cual reasumimos nuestra intuición
inicial… al mismo tiempo que explicitamos nuestros supuestos filosóficos
como fuente originaria del sentido que justifica nuestra hipótesis de
trabajo, y
4. “Finalmente, un momento científico, mediante el cual asumimos el
compromiso de extraer de nuestro marco teórico ciertas deducciones
empíricamente contrastables y explicitamos las operaciones
observacionales o experimentales que llevaremos a cabo para averiguar
si ellas se confirman o no...”

“Según todo lo anterior, el contexto de descubrimiento, es decir, los procesos por


los cuales el sujeto que indaga presiente que la solución es tal o cual y se deja
llevar por la fascinación de una cierta idea (una cierta protohipótesis) son también
asuntos de la metodología de la investigación”.

“De todo lo dicho, se debe concluir que el cuarto estrato (el escenario del método
de la ciencia, como conocimiento operatorio, propio de la cultura moderno-
burguesa) sería completamente impotente si se lo separara de su realidad total
y del proceso histórico que le dio origen. La llamada ‘investigación científica’
hunde sus raíces en los otros tres métodos (y en sus respectivos contextos de
descubrimiento-justificación) y de allí extrae su más secreta fuerza”.

Watch NYO2 perform the Danza final (Malambo) from Alberto Ginastera’s Estancia led by
conductor Carlos Miguel Prieto in a performance at the New World Center in Miami Beach,
FL in July 2018.

DSM's 12 Cellists at Elbphilharmonie Hamburg. Tune & Focus Films, 2017.


https://www.facebook.com/tuneandfocus/ www.tuneandfocus.com So klingt die Zukunft! 55
Jahre Deutsche Stiftung Musikleben Die 12 Cellisten der Deutschen Stiftung Musikleben
Andrei Ioniță, Christoph Heesch, Katarina Schmidt, Tony Rymer, Simone Drescher, Olena
Guliei, Jakob Stepp, Stanislas Kim, Svenja Schmidt-Rüdt, Lionnel Martin, Wassily
Gerassimez, Benedict Kloeckner Regie Jakob Mäsel Bildgestaltung David Schittek Copyright
Tune & Focus Films / Deutsche Stiftung Musikleben, 2017.

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