Marco teórico

Definición de recursos naturales

Cuando se habla sobre recursos naturales, hay una amalgama de conceptos que
llevan hacia una misma conclusión y esta gran variedad de pensamientos se debe
al contexto social, económico, religioso y político en el cual se encuentren las
personas, comunidades, países. Sin embargo, para generalizar, se puede definir
este concepto como aquellas partes de la naturaleza que pueden proveer los
bienes y servicios requeridos por los humanos (Mather y Chapman, 1995),
también puede ser definido como cualquier cosa que se obtiene del medio, ya sea
biótico o abiótico (seres con vida y sin vida respectivamente), para satisfacer las
necesidades o deseos humanos (Enkerlin, et al., 1997). Este último concepto se
acerca más a lo que se quiere explicar en este trabajo, ya que la intención es
exponer que se está destruyendo lo que nos da la vida y no se hace lo suficiente
para mitigarlo.

Los recursos naturales, son muy importantes para nuestra existencia, y

supervivencia; es necesario enfatizar que la inexistencia de estos elementos no
permitiría que existiéramos. “Desde la aparición de la especie humana, el hombre
está transformando la naturaleza (…) como cualquier otro viviente, el hombre toma
recursos para asegurarse su supervivencia y devuelve la materia empleada”
(Corte Constitucional, 2012, p. 28).

Los recursos naturales, no solo son importantes para la existencia y supervivencia

del hombre, sino que también está directamente relacionada con la evolución, por
ejemplo, Varios autores, tales como Rengifo (1993), Ost (1996), Martínez (2001) y
Mosquera & Flórez (2009), coinciden en que con la aparición de la agricultura,
hace cien mil años, acontecieron grandes cambios en la humanidad: comenzó la
domesticación de especies de animales silvestres, surgió la cría y la labranza, se
logra implementar una nueva modalidad de supervivencia como dejar de ser
nómadas, y establecerse en comunidad, conseguir los alimentos y hacer una de
las primeras formas de economía.

Los recursos naturales se clasifican en dos elementos, los recursos renovables y

los no renovables, en donde el concepto de recurso, al igual que su clasificación
en renovables y no renovables, proviene de una concepción moderna del vínculo
hombre – naturaleza – sociedad. La idea que la naturaleza es exterior al hombre
es un eje de las representaciones sociales populares y científicas del occidente
ideológico, con arraigo y genealogías posibles que provienen desde la
comprensión teológica cristiana del Universo hasta algunas teorías científicas de
los siglos XV al XX (fisiocracia, marxismo, desarrollismo, entre otras)i. No se
intenta explicar los conceptos sobre que es los recursos naturales, sino que se
quiere esclarecer que el concepto de recurso está muy arraigado con el hombre y
su vivencia.

Sin embargo a pesar de que los recursos hacen parte fundamental de la vida del
hombre desde el comienzo de sus inicios, hay una gran problemática y es que los
estamos destruyendo y que peor aún, no se hace lo suficiente para mitigar este
acontecimiento y ya se sienten los efectos adversos, creando nuestra propia
destrucción. “El agotamiento de muchos recursos vitales para nuestra especie –a
consecuencia de su dilapidación o de su destrucción, fruto de comportamientos
consciente o inconscientemente depredadores orientados por la búsqueda de
beneficios particulares a corto plazo- constituye uno de los más preocupantes
problemas de la actual situación de emergencia planetaria” (Brown, 1998; Folch,
1998).

La idea de recurso lleva asociada a la de una limitación, la de algo que es valioso

para satisfacer necesidades, pero que no está al alcance de todos. Por eso, el
agotamiento de los recursos es uno de los problemas que más preocupa
socialmente, como se evidenció en la primera Cumbre de la Tierra organizada por
Naciones Unidas en Río en 1992.

En esta cumbre se explicó que si el consumo de algunos recursos superaba en un

25% las posibilidades de recuperación de la Tierra, seria difícil. Y cinco años
después, en el llamado Foro de Río + 5, se alertó sobre la aceleración del
proceso, de forma que el consumo a escala planetaria superaba ya en un 33% a
las posibilidades de recuperación. Según manifestaron en ese foro los expertos:
"si fuera posible extender a todos los seres humanos el nivel de consumo de los
países desarrollados, sería necesario contar con tres planetas para atender a la
demanda global”.

Dicho con otras palabras: nos enfrentamos a un grave problema de agotamiento

de recursos esenciales a pesar de que la mayoría de los seres humanos tienen un
reducido acceso a los mismos. Un agotamiento de recursos que ha jugado un
papel determinante, aunque no exclusivo en el colapso de pasadas civilizaciones y
que ahora amenaza con conducir "al colapso de la sociedad mundial en su
conjunto" (Diamond, 2006).

Si no se hace algo con el fin de mitigar, la vida en el planeta tierra será cada vez
más dura y el final de la existencia de los seres vivos estará más cerca.
i
Ambiente & Sociedade, Campinas v. XII, n. 2, p. 341-355, 2009