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AUTOCONTROL

El Autocontrol se perfila como aquella aptitud y habilidad esencial de la inteligencia emocional, que
puede ser aprendida y que engloba cualquier conducta controlada exclusivamente por variables
autogeneradas (físicas, sociales o cognitivas), que traten de alterar la probabilidad de ocurrencia
de otra conducta, cuyas consecuencias, podrían resultar aversivas para el individuo.
Entre otras cosas, implica identificar cómo influyen en nuestras reacciones factores como nuestros
pensamientos y valoraciones; los cambios fisiológicos que experimentamos ante determinadas
situaciones; y los comportamientos y acciones a las que tendemos.
El control de las emociones significa comprenderlas y, luego, utilizar esta comprensión para
transformar las situaciones en nuestro beneficio. Esto depende de componentes internos, ya que
cada persona podría reaccionar de formas distintas ante una misma situación.

ENFOQUES ACERCA DEL AUTOCONTROL

El autocontrol ha sido definido por primera vez en 1973 por la American Psychological Association
como “la habilidad para reprimir o la práctica de represión de reacciones impulsivas de un
comportamiento, deseos o emociones”. Pese a eso, pueden ser identificados tres abordajes
intelectuales: El Psicoanalítico, La teoría del aprendizaje y el de La neuropsicología soviética.
Freud ha defendido la idea de que el autocontrol estaba asociado al desarrollo de la fuerza del ego.
Ahora bien, el superego sería el que controlaría la propia conducta y el comportamiento moral y,
por lo tanto, sería una característica estable de la personalidad. El comportamiento moral, a su vez,
seria influenciado por acontecimientos durante el desarrollo que tendría una fuerte influencia sobre
el grado de autocontrol desarrollado por el sujeto.
Para Skinner sin embargo, el autocontrol no sería un rasgo o disposición y sí un proceso por el
cual el individuo cambiaría su probabilidad de respuesta, alterando las variables en las cuales la
respuesta es una función, teniendo una gran influencia del entorno social. Así, visto como
resultante del aprendizaje social, el autocontrol ha sido estudiado por varios autores de
importancia.
En el caso de la neuropsicología soviética Luria y Vygotsky han tenido una visión diferente,
diciendo que problemas con la inhabilidad del niño para el uso adecuado de auto instrucción verbal
estaría relacionado con la falta de autocontrol de los impulsos. Específicamente Luria ha destacado
que el comportamiento es controlado por el habla, siendo ella una reguladora del comportamiento
infantil.
Otros autores también se han preocupado en estudiar el autocontrol. Entre ellos se puede hacer
referencia a Meichenbaum, quien ha enfatizado que el autocontrol no representa un proceso
unitario y sí multidimensional, involucrando componentes situacionales, perceptuales, cognitivos,
actitudes y motivaciones. Todavía, el autor ha afirmado que cada uno de esos componentes puede
ser considerado dentro de la perspectiva de desarrollo.
Para Harter es importante destacar tres aspectos relevantes para el estudio del autocontrol, siendo
ellos, los procesos cognitivos básicos, los procesos de internalización y los procesos afectivos y
motivacionales. Principalmente en lo que se refiere al papel de los procesos afectivos y
motivacionales en el establecimiento de patrones más aceptables de autocontrol, el autor ha
afirmado que apenas la recompensa no sería responsable por internalizar funciones, sino que
también el desarrollo tendría participación, por ejemplo, en el caso de la función motivacional.

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ADOLESCENCIA

DEFINICIÒN

La adolescencia, como periodo del desarrollo del ser humano abarca por lo general el periodo
comprendido de los 11 a 20 años, en el cual él sujeto alcanza la madurez biológica y sexual; y se
busca alcanzar la madurez emocional y social; a su vez la persona asume responsabilidades en la
sociedad y conductas propias del grupo que le rodea. Por ello está referida a un proceso de
adaptación más complejo que el simple nivel biológico, e incluye niveles de tipo cognitivo,
conductual, social y cultural. Este periodo, es reconocido en casi todas las culturas a nivel mundial
y según Coon (1998) está determinado por 4 factores:
 La dinámica familiar
 La experiencia escolar
 El marco cultural que ha estructurado el ambiente social para la puesta en
práctica de normas y límites
 Las condiciones económicas y políticas del momento.

BÚSQUEDA DE IDENTIDAD
El proceso de establecer la identidad, para el adolescente, conlleva integrar experiencias del
pasado, adaptarse al presente, y tener una visión sobre el futuro, proceso que resulta complicado
para el individuo ya que lo anterior se presenta en conjunto con los cambios físicos. Presentando
constantes fluctuaciones en el estado de ánimo, debido en parte, a la personalidad desarrollada
por medio del ambiente familiar y cultural del adolescente.
Para el adolescente es necesario lograr una serie de objetivos imprescindibles en el logro de su
identidad, para quedar inserto en la sociedad adulta con una sensación de bienestar, eficacia
personal y madurez en todos los procesos de su vida, sin embargo, no existe un acuerdo general
en cuanto al orden de adquisición de dichos objetivos, lo anterior debido a las diferencia entre
individuos; el lograr estos objetivos prepara el terreno para que el individuo adquiera las
habilidades de afrontamiento necesarias para funcionar en el entorno social que le rodea

ETAPAS

 Adolescencia temprana

Inicia en la pubertad, entre los 10 y 12 años se presentan los primeros cambios físicos, e
inicia el proceso de maduración psicológica, pasando del pensamiento concreto al
pensamiento abstracto, el adolescente trata de crear sus propios criterios, socialmente
quiere dejar de relacionarse y de ser relacionado con los niños, pero aún no es aceptado por
los adolescentes, desarrollando en él una desadaptación social, incluso dentro de la familia,
lo cual constituye un factor importante, ya que puede causar alteraciones emocionales como
depresión y ansiedad, que influyen en la conducta, contribuyendo al aislamiento. Estos
cambios se denominan “crisis de entrada en la adolescencia”; agregado a lo anterior se
presentan cambios en su medio: escuela, maestros, compañeros, sistema educativo,
responsabilidades. La familia (la presencia del padre, madre o tutor) se convierte en un
factor importante en como el adolescente vive esta etapa ya que el apoyo y la autoridad le
ayudarán a estructurar su personalidad y a superar la ansiedad que le provoca enfrentarse al
cambio.

 Adolescencia intermedia

Inicia entre los 14 y 15 años. En este periodo se consigue un cierto grado de adaptación y
aceptación de sí mismo, se tiene un parcial conocimiento y percepción en cuanto a su
potencial, la integración de su grupo le da cierta seguridad y satisfacciones al establecer
amistades, empieza a adaptarse a otros adolescentes, integra grupos, lo que resuelve

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parcialmente el posible rechazo de los padres, por lo que deja de lado la admiración al rol
paterno.

 Adolescencia tardía

Inicia entre los 17 y 18 años. En esta etapa se disminuye la velocidad de crecimiento y


empieza a recuperar la armonía en la proporción de los diferentes segmentos corporales;
estos cambios van dando seguridad y ayudan a superar su crisis de identidad, se empieza a
tener más control de las emociones, tiene más independencia y autonomía. Existe también
un cierto grado de ansiedad, al empezar a percibir las presiones de las responsabilidades,
presentes y/o futuras, por iniciativa propia o por el sistema social familiar, para contribuir a la
economía, aun cuando no alcanzan la plena madurez, ni tienen los elementos de
experiencia para desempeñarlas.

CAMBIOS

 Desarrollo físico

El desarrollo físico del adolescente no se da por igual en todos los individuos, por lo cual en
muchos casos este desarrollo se inicia tempranamente o tardíamente. Los adolescentes que
maduran prematuramente muestran mayor seguridad, son menos dependientes y
manifiestan mejores relaciones interpersonales; por el contrario, quienes maduran
tardíamente, tienden a poseer un auto-concepto negativo de sí mismos, sentimientos de
rechazo, dependencia y rebeldía. De ahí la importancia de sus cambios y aceptación de
tales transformaciones para un adecuado ajuste emocional y psicológico (Craig, 1997;
Delval, 2000; Papalia et. al., 2001).

 Desarrollo psicológico

Los cambios físicos en el adolescente siempre serán acompañados por cambios


psicológicos, tanto a nivel cognitivo como a nivel comportamental, la aparición del
pensamiento abstracto influye directamente en la forma en como el adolescente se ve a sí
mismo, se vuelve introspectivo, analítico, autocrítico; adquiere la capacidad de construir
sistemas y teorías, además de estar interesado por los problemas inactuales, es decir, que
no tienen relación con las realidades vívidas día a día. La inteligencia formal da paso a la
libre actividad de la reflexión espontánea en el adolescente, y es así como éste toma una
postura egocéntrica intelectualmente. El equilibrio se alcanza cuando la reflexión comprende
que la función que le corresponde no es la contradecir sino la de anticiparse e interpretar la
experiencia. Estos cambios operan de forma gradual más allá de operaciones formales de
pensamiento; se alcanza la independencia respecto a la familia, y hay una mejor adaptación
a la madurez sexual, además de establecerse relaciones viables y de cooperación con sus
pares. Su vida toma rumbo y se adquiere el sentido de identidad, de tal forma que al final,
logra adquirir las características psicológicas sobresalientes en un adulto: la independencia y
la autonomía.

 Desarrollo emocional

Durante el proceso del desarrollo psicológico y búsqueda de identidad, el adolescente


experimentará dificultades emocionales. Conforme el desarrollo cognitivo avanza hacia las
operaciones formales, los adolescentes se vuelven capaces de ver las incoherencias y los
conflictos entre los roles que ellos realizan y los demás, incluyendo a los padres. La solución
de estos conflictos ayuda al adolescente a elaborar su nueva identidad con la que
permanecerá el resto de su vida. El desarrollo emocional, además, está influido por diversos
factores que incluyen expectativas sociales, la imagen personal y el afrontamiento al estrés.

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 Desarrollo social

En la adquisición de actitudes, normas y comportamientos, la sociedad es de gran influencia,


este proceso se denomina socialización, el cual pasa por una etapa conflictiva durante la
adolescencia. El desarrollo social y las relaciones de los adolescentes abarcan al menos
seis necesidades importantes (Rice, 2000):

 Necesidad de formar relaciones afectivas significativas, satisfactorias.


 Necesidad de ampliar las amistades de la niñez conociendo a personas de
diferente condición social, experiencias e ideas.
 Necesidad de encontrar aceptación, reconocimiento y estatus social en los
grupos.
 Necesidad de pasar del interés homosocial y de los compañeros de juegos
de la niñez mediana a los intereses y las amistades heterosociales.
 Necesidad de aprender, adoptar y practicar patrones y habilidades en las
citas, de forma que contribuyan al desarrollo personal y social, a la
selección inteligente de pareja y un matrimonio con éxito.
 Necesidad de encontrar un rol sexual masculino o femenino y aprender la
conducta apropiada al sexo.

Los nuevos sentimientos y necesidades emocionales, la búsqueda de la independencia, la


emancipación de los padres, ocasiona que el apoyo que antes era proporcionado por la
familia se busque en otros adolescentes comúnmente de su misma edad. Lo anterior está
muy ligado a la dinámica familiar que él adolescente presente, ya que si el menor cuenta con
un buena dinámica familiar y buena comunicación con sus padres, tendrá menor necesidad
de acceder a las demandas de otros adolescentes, de igual forma aceptará las opiniones de
los padres por encima de sus compañeros, por lo menos en algunas áreas. En relación de
pertenecer a un grupo social, se convierte en un asunto de importancia en esta etapa,
debido a que de esta manera los adolescentes buscan formar relaciones y compartir
intereses comunes. Esta búsqueda de pertenencia refuerza la imagen propia, por lo cual al
ser rechazado por los demás se convierte en un grave problema. De tal forma, la meta es
ser aceptado por los miembros de una pandilla o de un grupo al que admiran. Como
consecuencia, este grupo les ayudara a establecer límites personales y en ocasiones
aprender habilidades sociales necesarias para obtener un auto-concepto de la sociedad que
le ayudará a formar parte del mundo adulto más adelante.

ADOLESCENCIA NORMAL

Etiquetar a un adolescente como “normal” es una tarea complicada debido a la subjetividad de la


misma, y a que se necesita un proceso de razonamiento que, en numerosas ocasiones, no queda
libre de la influencia del ambiente que rodea al adolescente. De esta manera, lo que se busca
establecer como normales son los procesos psicológicos y patrones de conducta del adolescente,
los cuales señalan su carácter adaptativo. Esto implica que los adolescentes etiquetados como
“normales” en cualquier cultura o sociedad son aquellos que piensan, hacen cosas, sienten y
proceden como sus pares en el afán de realizar las tareas que les ayudarán a adaptarse bio-
psicosocialmente en las diferentes etapas de su desarrollo.
Para llegar a esta conclusión, se debe entender y aceptar que el adolescente se encuentra en una
etapa de búsqueda, la que produce ansiedad, inseguridad, soledad e inestabilidad. Dicha
inestabilidad, genera diferentes conductas que pueden ser vistas o calificadas como normales.
Esas conductas, a su vez, no necesariamente dañan al adolescente, sino que lo motivan a seguir
buscando opciones, formas de ser y soluciones, ayudándole a encontrar nuevos esquemas de
funcionamiento personal y social.
Se puede ubicar a un adolescente dentro de los parámetros normales, siempre y cuando, su
conducta adaptativa domine su acción, de tal forma que cuando el menor se encuentre estable y
pase subsecuentemente a un periodo de inestabilidad, éste se recupere sin necesidad de ninguna
intervención, provista ya sea por algún adulto o terapeuta.

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Los adolescentes normales presentan conductas que manifiestan una abierta confianza en sí
mismos, establecen buenas relaciones con sus pares, son leales en las relaciones afectivas, pero
también exhiben la habilidad para “prenderse” y “desprenderse” de los padres, compañeros y
amigos con asombrosa rapidez y sin sentir angustia. La “normalidad” en este proceder consiste en
la capacidad de adaptación al grupo y el vivir en armonía con la mayoría de los pares, en lugar de
crear conflictos. De manera que el adolescente adquiera y desarrolle una autoestima que le
proporcione confianza para desplegar conductas seguras y participativas, tanto con la familia como
la sociedad.

EL AUTOCONTROL EN LA ADOLESCENCIA:

Ya se ha definido al autocontrol como la capacidad emocional que posee una persona para
manejar los sentimientos de manera adecuada; aunque el regular las emociones positivas, no
implica control cuidadoso, caso contrario si se tratara de situaciones emocionales negativas, tales
como: el temor, las fobias, la preocupación y ansiedad, la ira o el odio, en efecto, en la etapa de la
adolescencia estos estados emocionales se presentan de diversas formas.
En la adolescencia la preocupación se produce por el efecto de las relaciones sociales, para
algunos adolescentes, el hecho de ser ignorados por un grupo o pasar al frente de la clase puede
construir una experiencia aterradora.
Algunos de los temores en esta etapa son asociados con miedo a fracasar en la escuela, a
inadecuación en las situaciones vocacionales, a las enfermedades, a ser lastimado, a la muerte, a
la congruencia personal, a las pulsiones inmorales, a la maldad o a las tentaciones, miedo a los
padres, a conocer gente, a la soledad, a la apariencia personal, a las multitudes, al sexo opuesto, a
grupos o situaciones adultas, a las citas, a las fiestas, a cierto tipo de gente, a hablar frente a un
grupo o a otras situaciones que surgen en relación con los grupos sociales.
En ocasiones, los adolescentes se enfurecen por su propia incapacidad para realizar una tarea o
para hacer algo que desean. Se enojan por sus propios errores, se frustran cuando no pueden
pintar el cuadro que imaginan o cuando no pueden obtener la calificación que desean, al recibir
una baja calificación en un examen o porque no pueden pegarle a la bola de beisbol de la manera
como quisieran. Por otro lado, la manera como los padres administran la rabia u odio y el conflicto
puede influenciar el desarrollo de las estrategias de regular emociones de los adolescentes a
través de la observación directa.
Algunos adolescentes afortunados prácticamente están libres de situaciones estresantes o que
generen ansiedad, no sólo por los factores constitucionales y hereditarios, sino también porque en
el ambiente donde crecieron tuvieron pocas cosas de las cuales preocuparse. Todas sus
necesidades físicas fueron cubiertas, fueron amados, aceptados, respetados y admirados por sus
padres; tuvieron oportunidades normales de compañía, contactos sociales y nuevas experiencias;
recibieron la guía y disciplina necesarias para ayudarlos en su socialización; tuvieron éxito en sus
experiencias escolares, aprendieron normas aceptables de conducta y se ajustaron bien a la
sociedad, en síntesis, no tienen motivo para sentirse ansiosos.
Sin embargo, otros adolescentes son criados en condiciones totalmente opuestas a las descritas.
Aprendieron desde muy pequeños que no podían confiar en que sus padres para cumplir sus
necesidades básicas de comida, seguridad o contacto físico, no fueron realmente amados,
aceptados, alabados o animados, sino se les rechazó, criticó, empequeñeció o ignoró. Esas
experiencias estimularon la duda constante acerca de su valor y de sus capacidades y talentos. La
escuela resultó un desastre y carecían de amigos. La tensión, la confusión y los conflictos eran
casi continuos y extremadamente perturbadores.
En tales circunstancias, las y los adolescentes crecen en un estado casi constante de tensión y
ansiedad, dificultando su capacidad de autocontrol.
La preocupación se convierte en un estilo de vida, por lo que muchos reaccionan de manera
excesiva a las frustraciones y sucesos cotidianos y se muestran ansiosos por lo que va a suceder.
Por su parte Frydenberg y Lewis (1991) citado por Rice plantean que algunos adolescentes dudan
de sí mismos, de las otras personas y de los resultados de la mayor parte de las situaciones.
Independientemente de que la gente o las circunstancias lo justifiquen, llevan consigo la ansiedad
a todas las relaciones o acontecimientos que encuentran.

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Las investigaciones realizadas por Salovey & Sluyter (1997), sugieren que padres deprimidos
poseen un número de deficiencias en la crianza que pueden influenciar directamente el desarrollo
de las habilidades reguladoras de estos adolescentes, ellos pueden aprender estrategias
adaptativas ineficaces para regular la emoción al observar a sus padres deprimidos, rabiosos, o
experimentando conflictos maritales. Aunque las investigaciones se han enfocado en la adquisición
de estrategias adaptativas no efectivas, los adolescentes también aprenden maneras adaptativas
de regular emociones al observar a los padres, maestros y otros adultos que interactúan entre ellos
de manera productiva.
Para Royo (1998), los esfuerzos de una educación emocional en la adolescencia debe buscar
entre sus propósitos enseñar a disfrutar la emoción por las situaciones o retos ante la vida, de
forma que puedan controlar las mismas para alcanzar estados de ánimo positivos, la competencia
del autocontrol emocional accede a construir, agrupar y solidarizar ante sociedades e implica la
propia definición de la identidad personal y viabiliza la convivencia entre los pares.
Para culminar este apartado, la competencia emocional del autocontrol incluye un rango integral en
el sentido de que la regulación emocional incide en el control de los pensamientos, acciones e
impulsos fisiológicos, en efecto Bisquerra (2000), expone maneras específicas de interacción:
reconstrucción cognitiva, relajación, bienestar físico, placeres sexuales, diversiones sanas y
responsables, áreas en las cuales los adolescentes están comenzando a aprender a funcionar
como futuros adultos efectivos para la sana convivencia.

CARACTERISTICAS DEL COMPORTAMIENTO ADOLESCENTE:

Los cambios son lo suficientemente importantes como para que los reconozcamos sin problemas:

Crisis de oposición: en cuanto a la necesidad que tienen de autoafirmarse, de formar un yo


diferente al de sus padres a los que han estado estrechamente unidos hasta ahora, con necesidad
de autonomía, de independencia intelectual y emocional. Por eso nuestro niño, deja de ser nuestro,
para ser de los demás, especialmente de los amigos.

Desarreglo emotivo: a veces con la sensibilidad a flor de piel y otras en las que parece carecer de
sentimientos. Es por eso que un día nuestra hija nos sorprende con un abrazo y otro día rechaza
cualquier muestra de cariño. Un día sin motivo aparente se despierta dando gruñidos, simplemente
porque sus hormonas posiblemente le estén jugando una mala pasada.

Imaginación desbordada: Sueñan, y esto no es más que un mecanismo de defensa ante un


mundo para el que no están preparados. Es un medio de transformar la realidad, pueden imaginar
un porvenir, como modelos, o futbolistas de elite, o campeones de surf, actores, etc. Ellos pueden
cambiar el mundo, hacerlo mejor.

Narcisismo: Se reconoce al adolescente cuando comienza a serlo, simplemente por las horas que
le dedica al espejo. Le concede una importancia extrema a su físico: puede lamentarse por un
grano en la nariz, obsesionarse por la ropa, por estar gordos o delgados. Quieren estar
constantemente perfectos aunque su visión de la estética no tenga nada que ver con la nuestra.

Crisis de originalidad: que presenta dos aspectos:

a) Individual: como afirmación del yo, con gusto por la soledad, el secreto, las excentricidades en
el vestir, o en su forma de hablar o de pensar. Necesita reformar, transformar el mundo, ser distinto
y especial.
b) Social: aquí está la rebelión juvenil: Rebelión en cuanto a los sistemas de valores de los adultos
y las ideas recibidas. Achacan al adulto sobretodo su falta de comprensión y el hecho de que
atenta contra su independencia. Hay una necesidad clara de participación, la uniformidad en
lenguaje y en vestimenta de los adolescentes, no es más que la necesidad de afecto, de ser
considerado, aprobado por el propio grupo, y que a veces lo viven de una forma obsesiva.
Veamos ahora que sentimientos reales acompañan a estas manifestaciones, y que son
consecuencia directa de las crisis que está atravesando:

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Sentimiento de inseguridad: sufre a causa de sus propios cambios físicos que no siempre van
parejos con su crecimiento emocional, puesto que la pubertad, es decir la madurez física, siempre
precede a la psíquica, con lo que a veces se encuentran con un cuerpo de adulto, que no
corresponde a su mente, y por lo tanto no se reconocen, y desarrollan una fuerte falta de confianza
en sí mismos.

Sentimientos angustia: puesto que existe una frustración continua. Por una parte le pedimos que
actúe como un adulto (en sociedad, responsabilidad) y por otra se le trata como un niño, se le
prohíbe vestir de una u otra forma, o se reglamentan sus salidas nocturnas, etc…
Esta angustia es la manifestación de la tensión que el chico soporta y que se manifiesta por:

a) Agresividad: como respuesta a dicha frustración, la agresividad es un mecanismo habitual. La


cólera del adolescente ante nuestra negativa a sus exigencias, la irritabilidad, la propensión a la
violencia, que de momento les supone una bajada de tensión pero que por supuesto es sólo
momentánea, las malas contestaciones, los portazos, las reacciones desmedidas en las peleas
con los hermanos, etc.. Son claros ejemplos.

b) Miedo al ridículo: que como sabemos se encuentra exageradamente presente. Es un


sentimiento social de vergüenza, atravesar un sitio con mucha gente, ir con ropa poco apropiada
para el grupo, etc.… y que puede tener manifestaciones físicas: taquicardia, trastornos
gastrointestinales, etc.

c) Angustia expresada de modo indirecto: el miedo al examen, (quedarse en blanco), timidez


extrema, miedo a desagradar, reacción de rechazo cuando se le dan muestras de cariño, tanto en
público como en privado.

d) Sentimientos de depresión: por la necesidad de estar solo, de melancolía y tristeza que


pueden alternar con estados de verdadera euforia.
Bien, estas características entran dentro de la normalidad de un chico o una chica adolescente,
pero por supuesto, dentro de unos límites. La angustia, la depresión, la irritabilidad, el ir contra las
normas, puede volverse patológico cuando es exagerado, cuando vemos que el adolescente está
sufriendo mucho y o hace sufrir a los demás, cuando vemos que se altera toda su vida y que esos
sentimientos le condicionan absolutamente, que de alguna forma le alejan en exceso de la
realidad. ESO LO PONEMOS ALE???? : S decides tú, sino lo sacamos

Perfil del Varón Adolescente

La pubertad en los hombres se inicia con la primera eyaculación, la cual ocurre aproximadamente
entre los 12 y 16 años de edad. En esta época aumenta fuertemente la testosterona, una hormona
que produce el cambio de voz, la barba, el vello púbico, y el cuerpo "masculino" del varón.
La testosterona, además, influye en el estado de humor del adolescente. Existen dos ciclos de
testosterona: uno de 24-48 horas y otro de aproximadamente 5 semanas. Estos ciclos determinan
el humor del varón y su interés sexual. Diariamente hay un pico de testosterona en la madrugada
(que causa los "sueños húmedos" y los sueños eróticos) y un pico a mitad del ciclo de cinco
semanas el cual no se puede determinar físicamente (a no ser que se hagan exámenes
hormonales) pero se infiere indirectamente por un mayor nivel de actividad, entusiasmo, energía,
sociabilidad, y sensualidad.
Es curioso que, en contraste con las mujeres, quienes en su mayoría están informadas antes de
que ocurra su primera menstruación, la mayor parte de los jóvenes no tienen idea de lo que es ni
significa su primera eyaculación. Así resulta que, los varones experimentan durante la pubertad
mayores sentimientos de culpa, tienen menor información sexual, y menor comunicación con sus
padres sobre aspectos de la sexualidad que las mujeres.

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Perfil de la Mujer Adolescente

La pubertad de las mujeres se marca con el inicio de la primera menstruación o "menarquia". A lo


largo de la historia occidental, ha habido una disminución de la edad a la que se presenta la
primera menstruación debido a la nutrición y a la cantidad de ejercicio físico. La mayor parte de las
adolescentes tienen su primera menstruación entre los 10 y 14 años de edad, aunque los doce
años suele ser la edad más típica.
La primera menstruación implica que las hormonas femeninas han empezado a funcionar
aproximadamente un año antes y producen un fuerte crecimiento del cuerpo y la iniciación del
brote de los senos, del vello púbico, al mismo tiempo dan una forma femenina a todo el cuerpo.
Aproximadamente un año después de la primera menstruación, se empiezan a generar óvulos
maduros y la mujer es capaz de concebir.
Las hormonas femeninas (estrógenos y progesterona) determinan el ciclo de maduración de los
óvulos y, por ende, el ciclo de la menstruación. Las adolescentes sienten los altos y bajos de
humor que coinciden con los niveles de estrógeno y progesterona. A mediados del ciclo muestran
mayor vitalidad, alegría, sociabilidad, y agrado. Estas conductas son el inicio del interés sexual que
experimentarán en un futuro próximo por el sexo opuesto. En los primeros años de la
adolescencia, las mujeres dedican la mayor parte de su tiempo a las amigas y a sí mismas. La
relación con los padres y adultos es tensa y difícil. Ya no son niñas para interesarse en "jugar" ni lo
suficientemente maduras como para dialogar. Cuando están solas en casa suelen estar
mortalmente "aburridas" o encerradas en sus cuartos oyendo música, mirándose al espejo,
hablando por teléfono con sus amigas, y también en una serie de conductas autosensuales: por
ejemplo, peinándose, pintándose, etc. Todas estas manifestaciones son producto natural de esta
etapa de sus vidas y les sirve para desarrollar una mayor conciencia de sí mismas y lograr
lentamente la independencia de los adultos.
ACÁ VIENE LO QUE TE TOCA RESUMIR ALE, QUITAS LO QUE CREAS CONVENIENTE Y VES
SI AGREGAS MAS DE LO QUE ESTÁ ABAJO, ALLÁ ARRIBA  SUERTE!
Con la adolescencia se despierta fuertemente la sensualidad. La masturbación se hace totalmente
voluntaria y consciente y tiene como objetivo el orgasmo. En la adolescencia aproximadamente 10
a 20% de las mujeres se masturban hasta alcanzar el orgasmo con una frecuencia de una o dos
veces por mes. Con la edad aumenta la cantidad de mujeres que se masturban.
La fuerza sexual que aparece en la adolescencia no siempre es tan selectiva como la sociedad
desea. Aproximadamente 5% de las mujeres tienen experiencias homosexuales durante la
adolescencia (besarse, acariciarse). En general, estas experiencias son producto de una alta
curiosidad y deseo de sentir su sexualidad con alguien con quien se sienten seguras: sus amigas.
Estas conductas no pronostican una homosexualidad en la edad adulta.
La capacidad de desarrollar relaciones con el sexo opuesto mejora con el pasar del tiempo. En un
inicio, la relación de enamorados es inestable y conflictiva. No pueden ser "amigos" y tampoco
saben manejar sus sentimientos físico-sexuales. Conforme maduran, se hacen más y más capaces
de controlar sus impulsos tanto afectivos como físicos y logran relaciones estables. Dentro de estas
relaciones, las caricias físicas se hacen cada vez más intensas hasta llegar en muchos casos a la
relación sexual.
Nuestra labor como psicólogos educativos nos remite al desarrollo de planes de intervención,
tratamiento, investigaciones y demás quehaceres propias de nuestra labor.
Sin embargo, para el éxito de las mismas, necesitamos tener idea de la etapa de desarrollo,
características y lineamientos que rigen cada aspecto de su vida. Es decir, debemos atenernos a la
elaboración de un perfil acorde a cada fase de desarrollo específica.
En el presente caso, nos atendremos a recabar información útil para la elaboración del perfil de la
adolescente, para su conocimiento y mejor comprensión.
Las mujeres ingresan a la etapa de la adolescencia entre los 10 y 12 años, y finaliza hacia los 19 o
20. Está comprendida en el período de la juventud. El primer cambio notorio es la aparición del
botón mamario. De ahí experimentarán el crecimiento de las mamas, ensanchamiento de caderas,
crecimiento del vello pubiano, cambios y crecimiento de los genitales y la aparición de la
menarquía para iniciar la menstruación cada mes. Todos estos procesos se dan por lo que se
conoce como “estampida hormonal”, lo cual también afecta a su comportamiento

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Acorde a las investigaciones realizadas en el Hospital Saint Joan de Deu (2011) por diversos
autores, se asegura que las jóvenes nunca antes habían tenido tan al alcance muchas de las
facilidades que antes no existían además de protecciones sociales. Tienen a su disposición
psicólogos, psicoterapeutas y centro a los cuales acudir. En contraste, sin embargo, nunca se
habían sentido tan solas, recibiendo las migas del tiempo productivo de su familia.
Ellas dicen ser “libres” pero se encuentran atadas a la familia, escuela, el grupo de amigos, las
redes sociales, los medios de comunicación, las modas, entre otros, para satisfacer esa necesidad
de estas siempre ocupadas, con el fin de evitar la soledad, el aburrimiento.
Asimismo, resultan ser mucho más tolerantes que solidarias, y al estar expuestas al bombardeo
publicitario de los medios, cambian radicalmente sus gustos y preferencias durante la búsqueda de
su propia identidad. Cabe aclarar que ello las lleva al consumismo y a adoptar una actitud muchas
veces, superficial. Se encuentran en la búsqueda de íconos con los que identificarse como
cantantes, modelos e ídolos adolescentes famosos.
Finalmente, se aprecia en ellas una falta o disminución de la práctica de valores como esfuerzo,
responsabilidad, compromiso, participación y abnegación.

MARCO CONCEPTUAL

AUTOCONTROL

El autocontrol se define como la capacidad de postergar una recompensa que será mayor en el
futuro, en lugar de obtener un refuerzo inmediato pero pequeño. De esta manera para promover
conductas de autocontrol se han realizado estudios con palomas que han ayudado a entender el
cómo se puede cambiar de una conducta inmediatista a una más controlada.
En estudios con palomas Grosch y Neuringer (1981), observaron que éstas prefieren las
recompensas inmediatas y pequeñas, mas sin embargo en aquel estudio los investigadores
pusieron un plato en la parte trasera de las jaulas, el cual no tenía ninguna relación con la entrega
de reforzadores, mas sin embargo las palomas cambiaron sus conductas para obtener
reforzadores demorados, las palomas picaban el plato, tratando de tolerar el tiempo que debían
esperar para obtener la recompensa.
Otro procedimiento se llevó a cabo en personas con lesiones cerebrales, Dixon, Horner, and
Guercio (2003), donde los sujetos preferían en principio una recompensa inmediata pero pequeña,
pero a través de un procedimiento llamado “actividad simultanea”, los participantes pudieron
aumentar la tolerancia a esperar y un poco más y recibir el reforzador mayor, mientras realizaban
otro tipo de actividades.

ADOLESCENCIA

La adolescencia es un periodo en el
desarrollo biológico, psicológico, sexual y social inmediatamente posterior a la niñez y que
comienza con la pubertad. Su rango de duración varía según las diferentes fuentes y opiniones
médicas, científicas y psicológicas, pero generalmente se enmarca su inicio entre los 10 a 12 años,
y su finalización a los 19 o 20.

Para la Organización Mundial de la Salud, la adolescencia es el período comprendido entre los


10 y 19 años y está comprendida dentro del período de la juventud -entre los 10 y los 24 años-.
La pubertad o adolescencia inicial es la primera fase, comienza normalmente a los 10 años en las
niñas y a los 11 en los niños y llega hasta los 14-15 años. La adolescencia media y tardía se
extiende, hasta los 19 años. A la adolescencia le sigue la juventud plena, desde los 20 hasta los 24
años.

Algunos psicólogos consideran que la adolescencia abarca hasta los 21 años e incluso algunos
autores han extendido en estudios recientes la adolescencia a los 25 años. En la cultura popular,
muchas características de los adolescentes se atribuyen a los cambios físicos los cuales se llaman
furia de hormonas. Hay poca evidencia de que este es el caso, sin embargo. Al estudiar el
desarrollo del adolescente, la adolescencia puede ser definida biológicamente, como la transición

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física marcada por el inicio de la pubertad y la terminación del crecimiento físico, cognitivo, como
los cambios en la capacidad de pensamiento abstracto y multi-dimensional, o socialmente, como
un período de preparación para los roles adultos.

Es "la etapa de la vida durante la cual el individuo busca establecer su identidad adulta,
apoyándose en las primeras relaciones objetales-parentales internalizadas y verificando la realidad
que el medio le ofrece, mediante el uso de los elementos biofísicos en desarrollo a su disposición y
que a su vez tienden a la estabilidad de la personalidad en un plano genital, lo que sólo es posible
si se hace el duelo por la identidad infantil".
El término proviene del latín “adolescer”, y significa ir creciendo, desarrollarse hacia la madurez,
hacerse adulto. Hay diferentes conceptualizaciones sobre el término. Algunos ubican la
adolescencia como un periodo vital entre la infancia y la adultez. Otros la conciben como un
‘segundo nacimiento’, en tanto entienden que en ese periodo se reavivan ciertos conflictos
relacionados con el estado de indefensión del bebé, enfrentado a un mundo que le es caótico y
desconocido
Mauricio Knobel “describió el síndrome de la adolescencia normal con las siguientes
características: búsqueda de sí mismo y de la identidad, tendencia grupal, necesidad de fantaseo e
intelectualización, crisis religiosa, desubicación temporal, evolución de la sexualidad desde el
autoerotismo hacia la hetero sexcualidad, actividad social reivindicatoria, contradicciones sucesivas
en la conducta, separación progresiva de los padres, fluctuaciones del humor

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