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Érase una vez Un hombre llamado Santiago Nasar, Santiago conoció a una mujer llamada Ángela
Vicario Y en unos de sus encuentros Santiago le arrebato la virginidad de Ángela.
Pero hubo un momento donde Bayardo se dio cuenta de que ella no era virgen
Y le dijo:
-QUIEN ES EL CULPABLE
A manotazos le reclamaba
Tiempo después una persona anónima puso una carta debajo de la puerta de la casa de Ángela
vicario, diciendo: “Van a matar a Santiago Nasar”.
Y sus hermanos Pedro y Pablo vicario fueron Obligados, por el honor para asesinar a Santiago
Nasar
A esa hora y en ese momento se encontraba abierta la lechería de Clotilde, afuera de esta estaban
los hermanos Pedro y Pablo Vicario.
Tiempo después de que el obispo se hubiese ido, Los hermanos pablo y pedro consiguieron unos
cuchillos para asesinar a Santiago Nasar.
Mientras tanto los detectives se enteraron del plan de los hermanos, los interrogaron Y les
quitaron sus cuchillos y como era de esperarse los hermanos fueron a conseguir otros cuchillos
más afilados y grandes.
Después de esto Cristo bedoya y Santiago Nasar iban caminando juntos hasta que se separaron y
Cristo bedoya se encontró con los hermanos pedro y pablo y Los hermanos Vicario le advirtieron a
Santiago había ido a la casa de su novia, ella se enojó con él, sin que el supiera la razón y ella le
decía:
-Cómo pudiste
En lugar de quedarse ahí decidió irse para su casa, pero ahí fue cuando se dio cuenta que los
hermanos vicario lo perseguían y comenzó a correr.
Llego a su casa pero no le abrían porque divina flor le había dicho a la madre de Santiago que su
hijo Santiago Nasar estaba adentro, ya era muy tarde los hermanos vicario habían llegado a
acuchillarlo y Santiago solo podía gritar de dolor:
-NOOOO
-ahhhh
-AKkh
Santiago pudo arrastrarse con sus tripas en las manos, su madre no podía creerlo.
Los hermanos vicario se confesaron y fueron a la cárcel por 3 años, pero ellos no se sentían
culpable ya que era una cuestión de honor.
Bayardo San Román Desapareció durante 25 años, después volvió con una maleta llena de cartas
sin abrir que ella le había mandado toda la semana.