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Introducción

Cuando la situación de crisis económica se hacia ya insoportable en el país


(hiperinflación, devaluación) a principios de los ochentas; no le quedaba otra
alternativa al Estado Boliviano que adoptar como suyas las características
que gobernaban las economías en gran parte de los países y que estaban siendo
vigentes en el mundo entero; Estamos hablando del Modelo Económico de Libre
Mercado, que desde 1985 represento el modelo de desarrollo para nuestro país,
Bolivia.

Como parte de esta nueva estructuración económica, venían juntos una serie de
cambios que se hacían necesarios para que el modelo económico responda a su
razón de ser; cambios que se traducían en algunas reformas que abarcaban lo
social y político administrativo principalmente.

Esta etapa de las Reformas Estructurales en Bolivia se dieron a mediados de los


noventa, normando la realidad socioeconómica mediante dictámenes con rango
de Ley; principalmente en 1994 la Ley de Participación Popular y la Ley de
Descentralización Administrativa y 1996 la Ley INRA.

El Estado boliviano tardo mucho tiempo y aun tarda en establecer y consolidar


por completo este nuevo marco normativo, por ejemplo la ley INRA que era una
Ley Transitoria para sanear las tierras en el país, tenia una duración de 10 años,
pero hasta el momento su objetivo no esta cumplido ni en el 50%; por otra parte
algunas de estas reformas adoptadas no responden a la realidad social y cultural
del país, presentándose una serie de obstáculos de aplicación y necesidades de
replanteamiento que dificultan su adecuación y por lo tanto rezagan mas aun el
desarrollo del país.
Este tema tiene mucha relación con todo lo que es la realidad nacional, y gravita
sobre toda un malla de normativas que hacen a esta realidad; a la vez ramifica
contenidos que abarcan aspectos hasta históricos.

En este documento analizaremos justamente una de estas reformas que son parte
de la estructura principal del Nuevo Modelo Económico de 1985; estamos
refiriéndonos a la Ley de Participación Popular que establece de forma
primordial a la sociedad en si, ante este nuevo estado neoliberal.

1. La características de la Ley Nº 1551 (ver anexo)

La Ley de Participación Popular Nº 1551 promulgada el 20 de abril de 1994,


durante la administración del Presidente Gonzalo Sánchez de Lozada que decidió
encarar los problemas de exclusión de los ciudadanos de las decisiones publicas,
la falta de capacidad administrativa del ejecutivo, y la concentración de recursos
en tres centros urbanos (La Paz, Santa Cruz y Cochabamba); mediante la
introducción de esta medida directamente orientada a combatir estas fallas en el
país.

Esta Ley establece al municipio en la instancia más importante de la gestión


pública local y abrió la gestión municipal a la participación social –a través de
esta Ley, la descentralización se inició por la vía municipal–, aun considerando
que la controversia en el país respecto al tema en años iniciales a la etapa de
reformas (ochentas) estaba centrado únicamente en lo departamental, dejando de
lado la posibilidad de iniciarla en el nivel municipal.

Un estado acostumbrado al paternalismo, y desestructurado de sus procesos


cotidianos, en principio cuestionaba fuertemente dicha ley mediante los Comités
Cívicos Departamentales1¯ La LPP (Ley de participación Popular) también
generó rechazo de parte de las organizaciones campesinas, que además eran la
mayores beneficiarias con esta ley, y consolidaba sus relaciones (42% de la
población boliviana antes de la promulgación de la LPP estaba excluida de los
municipios).

Entre las características de mayor importantes contenidas en la LPP y en los


Decretos Supremos que la reglamentan, encontramos algunas líneas generales
como ser:

1. Establece a la Sección de Provincia (que antes era cantón) como la


jurisdicción del Municipio, diferenciando entre municipios urbanos y
municipios rurales. De este modo la LPP permite la incorporación del
mundo rural en el ámbito municipal.

2. Constituye al Municipio en la “unidad territorial básica del Sistema


Nacional de Planificación”, para la ejecución de políticas especificas y
para la gestión pública; estableciéndolo como el principal espacio de
participación y concertación social local.

3. Reconoce las estructuras sociales y territoriales establecidas antes de la


promulgación de la LPP (comunidades campesinas, pueblos indígenas y
juntas vecinales) mediante personería jurídica, haciéndolas personas
jurídicas de pleno derecho.

4. Para esto crea un CV (Comité de Vigilancia) en cada municipio,


constituido por representantes de las comunidades campesinas, pueblos
indígenas y juntas de vecinos con personería jurídica. Este CV tiene la
función de ejercer control social sobre la gestión del GM.

5. La asignación de recursos de coparticipación tributaria a todos los


municipios del país; de acuerdo a su población o numero de habitantes (la
asignación se aplica mediante la distribución per cápita), donde cada GM
(Gobierno Municipal) recibe recursos económicos generados por la
redistribución de los ingresos fiscales estatales.

6. Transfiere a los GM varias responsabilidades y atribuciones propias de la


gestión pública, que ahora son parte de la administración y gestión
municipal. Entre esas responsabilidades figuran el financiamiento y
administración de los servicios públicos de salud y educación, y de la
infraestructura productiva municipal.

7. Con la asignación de estos recursos y con la transferencia de las nuevas


responsabilidades; los municipios tienen capacidad de decisión acerca del
destino de los recursos de inversión pública dentro de su jurisdicción,
implicando la priorización de inversiones, formulación de proyectos,
acceso a otros recursos municipales de cofinanciamiento y la misma
ejecución de los proyectos.

Estas características y aspectos de la LPP, han dado origen a un nuevo escenario


social que se torna más favorable para el desarrollo rural y el entorno general
ante la realidad mundial.

1. La Ley de Participación Popular en Bolivia

 Antecedentes

Remitiéndonos al modelo económico anterior a la nueva estructuración


neoliberal como consecuencia de las entonces realidad social y económica; e
incluso antes de la LPP; en Bolivia existían formalmente más de 300 municipios
(secciones), de los cuales sólo existían “realmente” alrededor de 25, y en estos se
tenían excluidos cerca del 42% de la población, careciendo de representatividad.
De estos, sólo 23 municipios tenían ingresos anuales superiores a 1.000 $US; 3
departamentos absorbían el 91% de los recursos de coparticipación; las capitales
de departamento eran las que recibían los recursos de coparticipación tributaria.
Esto muestra una radical redistribución de los recursos fiscales en desmedro de
las regiones marginadas y de las áreas rurales de Bolivia2¯.

 Las dimensiones en las que ha repercutido la LPP

La LPP ha sido un instrumento normativo que ha repercutido e ingresado en


todas las dimensiones de la realidad; si bien su esencia es netamente social, las
implicancias que tiene la sociedad sobre el entorno han hecho que esta incluso
afecte en carácter de impactos sobre el medio físico.

Tales circunstancias hacen que dicha ley se analice y comprenda desde cada uno
de estos enfoques dimensiónales; para esto, los principales enfoques analizados
son los que siguen.

 La Ley de Participación Popular en lo socio económico

La Ley transfirió a los gobiernos municipales el derecho propietario sobre los


bienes muebles e inmuebles afectados a los servicios de salud, educativos,
deportivos, caminos vecinales, infraestructura de micro riego, casas de cultura,
bibliotecas y museos, y todo lo que se encuentre en su territorio y constituya su
patrimonio; Para esto a permitido crear una serie de instrumentos que facilitan y
regulan la participación en las decisiones de planificación municipal con la
elaboración de sus PDM`s, POA`s, y últimamente los Planes de Ordenamiento
Territorial (PLOT) a través del Viceministro de Participación Popular y el
SISPLAN.
Esto implicó la reestructuración y posterior eliminación de los CORDES
(Corporaciones de Desarrollo) que consideraban la escala departamental,
haciendo posible entrar en un marco de concertación y coordinación que hacen
mas efectivas y eficientes las inversiones; como algunos denominan
“competencias concurrentes”.

La LPP divide el territorio de la república en 314 jurisdicciones municipales y


proporciona los instrumentos para que la función pública se democratice en
gobiernos municipales; también clasifica los ingresos del estado y establece que
de la recaudación efectiva de las rentas nacionales, una parte será destinada a los
gobiernos municipales (20%) bajo la modalidad de coparticipación tributaria, que
realiza el estado a favor del municipio para el ejercicio de las competencias
definidas por la Ley; para hacerlo efectivo establece un procedimiento
automático y cotidiano a favor de cada uno de ellos, en la cuenta abierta en el
banco de su elección.

Hasta antes a la LPP, la distribución de las recaudaciones fiscales correspondían


a: 75% en manos del Gobierno Central, 10% a las Alcaldías, 5% Universidades y
10% a las CORDES; para que estas instancias dispongas su utilización de
acuerdo a los criterios presentes para entonces.

Viendo el sistema tributario del país que antes estaba centralizado en la


recaudación de acuerdo a los domicilios legales de las empresas que se
encontraban en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz; esto hacía que estos recursos
queden únicamente para el desarrollo de estas ciudades como centros urbanos y
no así a los alrededores rurales.
Otro punto de vista social se presenta en un análisis de la discriminación en la
relación urbano – rural; se produjeron movilizaciones sociales que discursaban la
vida política y social de la república.

Los crecimientos poblacionales según datos del Censo de 2001, señalan un


crecimiento de población en las áreas rurales, producido, además del que
corresponde al crecimiento vegetativo, al superarse la denuncia de destino
distinto al de su origen (migración).

Con la implementación de la LPP, la estructura de coparticipación vario en gran


medida para la redistribución municipal de recursos, donde eliminando las
CORDES, las Alcaldías recibían el 20%, y en la actualidad supera este
porcentaje.

En las áreas rurales en las que existe presencia indígena, la debilidad


institucional aun esta presente y el carácter primariamente reivindicatorio de sus
demandas, les ha disminuido las posibilidades de ejercicio pleno de ciudadanía.
Por otro lado; las mujeres sufren de discriminación social, política y cultural, a
pesar de los avances legislativos existentes con esta ley.

 La Ley de Participación Popular en lo político institucional

La Participación Popular adquirió la calidad o el rango de ley por la necesidad de


dotarla de una condición de irreversibilidad que otra medida administrativa, no le
garantizaría; al reconocerse las organizaciones excluidas, con sus usos,
costumbres, autoridades y mecanismos estatutarios, unido a la transferencia
efectiva de recursos y competencias; permitiría que la población tuviese a su
favor la posibilidad de hacer respetar su nuevo derecho y su calidad de
ciudadano, más allá de los cambios circunstanciales de autoridades políticas.
La LPP en Bolivia reconoció a las organizaciones de la sociedad excluidas
mediante la Personería Jurídica, simplificándoles para esto el tramite y
eliminando costos; bajo en nombre de Organización Territorial e Base (OTB`s),
esta OTB al contar con un Comité de Vigilancia (CV), permite que puedan
participar y hacer efectiva la contraloría social; es parte también de esta ley la
constitución de distritos mediante la distritación (FAO – Food and Agriculture
Organization of the United Nations: 2001).

Los municipios participan de sus medidas de desarrollo propias a través de una


línea general emanada por el Estado (PGDES), en torno a la cual hacen su Plan
de Desarrollo Municipal (PDM), concertan con el CV la elaboración del
Programa Operativo Anual (POA); haciendo que los habitantes requieran menos
a la jerarquía presidencial y ministerial, e incluso a las prefactúrales.

Antes de la puesta en vigencia de la LPP, el municipio estaba encerrado y


remitido solamente al área urbana “…categoría que exigía poseer una población
igual o mayor a 2.000 habitantes y que se extendía exclusivamente a la
población urbana; esta absurda previsión marginaba al 42 % de la población
que vivía en comunidades menores de esa cantidad poblacional, y por ello tenían
la calidad de “población rural” careciendo de un gobierno municipal…” (FAO:
2000).

El Programa de Ajuste Estructural que tuvo sus manifestaciones en las políticas


macroeconómicas y en la reforma del Estado aplicados desde 1985 con el
Decreto 21060, ha sido fuertemente criticado por la Iglesia y los sectores sociales
debido al costo humano que produjo en desempleo y aumento de los índices de
pobreza; pero esto puede explicarse desde una concepción económica, es parte de
otra discusión.
 La Ley de Participación Popular en lo biofísico

Después de promulgada la LPP, una vez apropiada por la sociedad, los gobiernos
locales han aumentado su participación en asuntos relacionados con el manejo
del medio ambiente y de las áreas protegidas.

La forma por la cual los gobiernos municipales se involucran en la gestión de los


parques es a través de sus comités de gestión; esta instancia creada al interior de
los municipios logra la participación local en la gestión de algunas áreas
protegidas de forma activa, aunque en algunos casos, la consolidación o
variación de los limites de las áreas protegidas por la restricción de actividades
antrópicas, a generado efectos desfavorables para el medio natural y favorables
para sus economías.

Siempre generando efectos que benefician a una de las partes (sea lo natural o lo
económico) y desmedran la otra; por ejemplo, la expansión de los Parques
Nacionales Amboró y Noel Kempff Mercado en el departamento de Santa Cruz
crearon serios conflictos con comunidades campesinas localizadas dentro de los
nuevos límites de las áreas. Aquí se denota un beneficio en lo natural y un
prejuicio en lo social.

Otro caso es el de la Reserva de Biósfera y Territorio Indígena Pilón Lajas y el


Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS); donde el gobierno
boliviano las ha declarado simultáneamente como áreas indígenas y áreas
protegidas, generando así conflictos entre el Gobierno nacional y la población
indígena local en relación a cómo pueden ser usados esos territorios, afectando
también a la empresa privada (concesiones forestales).
La LPP entra acá en vigencia, cuando ese tipo de situaciones se presenta, los
gobiernos municipales locales suelen proteger los intereses de los grupos cuyas
actividades han sido restringidas, ya sea porque los funcionarios locales
representan directamente a esos grupos, o porque responden a sus presiones; Esto
no quiere decir necesariamente que los gobiernos municipales siempre tengan
actitudes negativas hacia las áreas protegidas, si las AP`s generan un incentivo
para los gobiernos municipales para ofrecer oportunidades para atraer fondos y
cooperación técnica extranjera.

Aunque existen entes que plantean la consideración del medio ambiente por
encima de la potestad municipal; Así se planteó que es necesario superar la
visión ambientalista para insertar transversalmente el desarrollo sostenible en las
diferentes dimensiones del desarrollo económico y social (OCDE/CAD-
BOHISPANIA: 2000).

Aprovechar la LPP, así como los antecedentes, situación actual y procesos que
faltan por desarrollar; para el balance de los planes regionales y locales que
involucren el medio ambiente como aspecto de participación.

Esta clara la necesidad de incorporar en el pensamiento colectivo local que hace


uso de la participación popular, la acción del desarrollo sostenible en el marco
del modelo de territorialidad, al que han contribuido los pueblos indígenas de
Bolivia que son una gran mayoría. Estas acciones implican un marco de control
social y vecinal al respecto.

“Es necesario incorporar la dimensión medio ambiental en los planes


municipales de desarrollo, así como potenciar el aprovechamiento de la
biodiversidad en la generación de ingresos de los sectores más pobres y los
municipios…” (Alejandra Sánchez de Lozada: 2000).
A todo esto, Bolivia avanzó significativamente en el proceso del desarrollo
sostenible en el marco normativo y las bases de la institucionalidad, solo requiere
que el modelo sea incorporado transversalmente en las dimensiones económica,
social y política del desarrollo y el dialogo nacional.

 La Ley de Participación Popular en la esfera nacional

1. Una etapa inicial

Esta medida constituye la vía municipal principal para conseguir esa dinámica de
desarrollo económico y social que tiene como política el gobierno central; los
avances conseguidos en el nivel municipal, especialmente en el tema de
participación social y representatividad, han hecho que se avance en el nivel
local, quedando el nivel mezo o prefectural como instancia a fortalecer en lo
referente a la diversidad regional, étnico-cultural y el alto grado de dispersión
poblacional presente en el país.

Entender también que el proceso de descentralización se inicio con la Ley de


Participación Popular, por que amplió las jurisdicciones y competencias
municipales, junto al reconocimiento de formas de participación ciudadana a
través de organizaciones comunitarias, indígenas y campesinas, y; finalmente,
juntas vecinales.

Estas nuevas estructuras han hecho que broten a todas las instancias de decisión,
incluso al parlamento; autoridades elegidas de origen campesino y/o indígena, así
esta población excluida hasta entonces, ahora son: tanto electores como elegidos,
consolidando con estas acciones un afianzamiento de la ciudadanía política
(democracia transparente).
La legitimidad otorgada a las organizaciones (OTB’s), hace que dentro de los
municipios sus roles se remitan a la satisfacción de demandas municipales que
pueden ser muy variadas, mediante el recojo y priorización de las mencionadas
demandas, identificadas dentro de talleres que constituyen el insumo básico para
orientar la planificación municipal .rescatando estas funciones como
planificación participativa.

1. Durante el Proceso de consolidación

El municipio también ha generado un proceso de distritación para organizar la


representatividad y organización interna del municipio; esto originó los comités
de vigilancia como órganos de la sociedad civil, que en conjunto trabajan con el
gobierno municipal.

Se puede afirmar que los logros están en lo referente a la legitimidad,


especialmente en las áreas provinciales -que es casi homologable a lo rural- y lo
que queda por hacer esta vinculado a impactos económicos que dinamicen la
producción y fortalezcan la débil institucionalidad, empero ya existente.

“Podemos afirmar ya, que la LPP ha creado condiciones favorables (en


términos de recursos e institucionalidad) para enfrentar los desafíos de la
persistencia de la pobreza. A la vez, esto esta condicionado por la historia previa
y la configuración de poder existente, que no es desdeñable en un país de las
características de asimetría como Bolivia, pero que también ha transitado por
formas de democratización, vía movilización social …” (Gonzalo Rojas: 2000).

La LPP ha generado cambios cuantitativos y cualitativos en el panorama social,


económico, político e institucional de Bolivia; extractando algunos que menciona
la FAO están:
 La conformación de 314 municipios formales establecidos.

 El reconocimiento de cerca de 14.500 OTB`s, que fortaleció la ciudadanía,


la sociedad civil, los gremios, sectores sociales y productivos.

 El 20% de los recursos nacionales se vuelven coparticipables, realizándose


una transferencia automática a las cuentas municipales, sin intervención
del nivel central de

 Los gobiernos municipales tienen la capacidad de crear obras, demandar


bienes y servicios y movilizar a los sectores involucrados.

 Que los municipios ejecuten el 75% de la Inversión Pública Nacional,


quedando en manos del Gobierno Nacional el 25% restante.

 La definición que el municipio es la base del Sistema de Ordenamiento


Territorial.

 Aprobación de la Norma de la Planificación Participativa Municipal que


convierte en obligatoria la consulta y la intervención de la sociedad civil
en la definición de la inversión municipal, su ejecución y control.

 Se descubrió la potencialidad de la mancomunidad municipal.

La ley determina que los gastos corrientes del gobierno municipal, no deberán
ser mayor al 15% de los recursos transferidos, debiendo contar el presupuesto
con un dictamen afirmativo del Comité de Vigilancia para certificar aquello y
comprobar la inversión del otro 85% en el Plan Operativo Anual (POA).

Tomando en cuenta que las áreas rurales bolivianas tienen una capacidad
productiva ligada fundamentalmente a la tierra –actividad agrícola–, y la
estructura social del sindicato agrario, esta es una forma organizativa primaria.
La relación del sindicato agrario con el municipio no había existía a inicios de su
organización, los gobiernos municipales prácticamente no existían; a principio
esta relación estaba cargada de susceptibilidades y sospechas.

La Confederación Indígena del Oriente Boliviano ha demandado (1995/96), en


especial, en parte de acuerdo con la Subsecretaría de Asuntos Étnicos, que se
hagan amplias modificaciones a la ley (LPP); Aún cuando se hicieron algunas
correcciones, estas no consideraron los puntos centrales de la crítica (Juliana
Ströbele-Gregor: 1997).

1. Proyectándose mas allá

Existen algunas investigaciones que tratan de demostrar que la LPP, al canalizar


la organización campesina hacia los Comités de Vigilancia, estaría llevando a las
organizaciones sociales a un debilitamiento forzado y peligroso. En la práctica, la
situación es un enfrentamiento aún no resuelto entre la organización campesina y
el órgano público (gobierno municipal), que se expresa como la disciplina
sindical contra la modernidad institucional (FAO: 2001)

Existen conductas normales en los ámbitos sindicales, que dejan en manos de los
dirigentes la representación y la interlocución comunitaria; en dichos niveles,
todavía existe el sometimiento de género y la falta de respuesta de los
interlocutores campesinos que no cuentan con la autorización expresa del
Sindicato para ello, manifiestan la tensión existente entre las dos lógicas.

De la misma manera se encuentra el reconocimiento de las materias que tiene la


LPP, convertida en un instrumento para comprender la profundidad de las
medidas adoptadas por el Estado. Se debe reconocer la dificultad existentes en
algunas áreas campesinas de la República, sobre todo en aquellas en las que el
sindicato intermedió y gestionó la solución de las demandas sociales
directamente con los niveles centrales de gobierno, para concederle al Comité de
Vigilancia y a los nuevos actores públicos y sociales, el mismo lugar que tienen
en los demás municipios de la república.

Los municipios tienen dificultad de recaudar recursos propios en razón de


la conformación social de la población; los pequeños productores campesinos,
mayoría de la población, están eximidos por ley del pago de impuestos directos;
la opción de contar con ingresos por este concepto se encuentra en las actividades
gravables en áreas urbanas, y aquí la posibilidad está unida a la puesta en marcha
de sistemas catastrales multi finalidad que no están funcionando.

La categoría de municipio o Ciudad intermedia, que podría proporcionar un


instrumento para desarrollar potencialidades de servicios, no ha sido asumida ni
forma parte de la lógica de desarrollo gubernamental y es una de las asignaturas
pendientes del Estado. (FAO: 2001).

Las recomendaciones que se proponen en el debate nacional expresan de manera


reiterada la necesidad de profundizar la Participación Popular. Los pedidos para
lograr capacitación y fortalecimiento por parte de las instituciones sociales, se
entienden con relación a un escenario en el que tuvieron dificultad para aceptarlo,
pero que ya no pueden desconocer, y por el contrario, pueden aprovechar sus
ventajas. Esa realidad es tan evidente como que en la eficacia para resolver
necesidades, donde antes no existía gobierno municipal, hoy compiten el
municipio y las organizaciones sociales de segundo grado.

Ese escenario plantea una potencialidad pues la necesidad de capacitación ha


dejado de ser exclusivamente una oferta gubernamental para convertirse en una
demanda comunitaria.
Se dan situaciones de conflictos entre sindicatos y grupos sociales determinados,
donde el municipio queda subordinado en áreas territoriales de conflicto, a la
dirigencia sindical.

Por otra parte plantear la profundización de la ley para la utilización y


consolidación del instrumento de la mancomunidad, que se incorpora como una
opción de desarrollo; Propuestas concertadas en la provisión de servicios,
mantenimiento de caminos, administración de maquinaria, planificación, salud,
educación, recolección de residuos sólidos, agua y energía, que corresponden a
las materias naturales para lograr servicios públicos mancomunados, en áreas
rurales y urbanas (FAO: 2001).

1. Volviendo a la idea inicial

Con la LPP se buscaba articular e integrar procesos de planificación municipal y


acciones de desarrollo, desde las bases, los Municipios Seccionales, la
Prefecturas departamentales y gobierno central en una relación recíproca y
participativa que permita acciones de apoyo de los Ministerios y Secretarías
Nacionales; canalizando la Asistencia Técnica, la Capacitación, los recursos de
cooperación internacional y créditos favorables en apoyo al desarrollo local,
seccional, departamental y nacional.” (Plan Estratégico de la Secretaría Nacional
de Participación Popular, SNPP, marzo 1997).

En abril del 2004, el Presidente de entonces, Carlos Mesa expresaba algunas


ideas generales diciendo:”…la ley de participación Popular, una ley que ha
cambiado nuestra historia, una ley que ha cortado a cuchillo el pasado y el
presente, una ley que ha proyectado el sentido esencial del municipalismo en
Bolivia (…) La Participación Popular en Bolivia permitió que el destino de un 3
por ciento del Presupuesto General de la Nación para los municipios pasara a
multiplicarse hasta más de un tercio del total de este presupuesto en una
distribución equitativa, en el concepto de que cada ciudadano equivalía a un
boliviano la moneda nacional de nuestro país, este concepto de democracia es
distribución mas equitativa” (Mesa: 2004).

1. El Dialogo Nacional Bolivia Productiva

Esta iniciativa Ley, es un claro ejemplo de la aplicación de la LPP, donde se


contribuye a la reflexión y al debate democrático sobre la realidad y
destino productivo del país a partir de los municipios, estableciendo estrategias
productivas nacionales consensuadas.

En el Dialogo Nacional Bolivia Productiva, los municipios establecieron líneas


generales de desarrollo en común, estas son:

 Agroindustria (Agricultura – Ganadería – Fruticultura).

 Turismo – Artesanía.

 Manufacturas e Industria de Transformación y Reconversión.

(Confecciones – Textiles – Cueros – Madera – Metal Mecánica – Joyería).

 El Gas como Factor de Industrialización General – Industrias


Hidrocarburíferas.

 Desarrollo de una nueva Minería.

 Aprovechamiento de la Biodiversidad.

 Desarrollo Forestal (Maderable y no Maderable), Silvicultura.

 Desarrollo de Servicios y Comercio en Zonas Francas y Fronteras (Puerto


Seco – Corredor Bioceánico): Oruro – El Alto – Cobija.
1. Conclusiones generales

La LPP mejora las condiciones para construir democracia e impulsar el


desarrollo rural: crece la participación campesina en las decisiones locales; se
redefinen los roles de los viejos actores (institucionales, políticos y sociales) y
desde la base social surgen otros nuevos; se posibilita la toma de decisiones
locales; se fortalece la capacidad de interlocución de lo local-rural; son posibles
nuevos términos en las relaciones rurales-urbanas. En general se crean
condiciones para fortalecer la capacidad de gestión local con participación
campesina en la planificación, la asignación de inversiones y la gestión del
desarrollo municipal.

Aquellos municipios que anteriormente a la promulgación de la LPP ya contaban


con sistemas organizados, tuvieron mayor éxito con la ley en comparación con
otros que tenían estas estructuras sociales, dado que estas características
permitieron asumir acciones de una forma mas eficiente.

También considerar que la reducida población de la mayoría de los municipios


rurales más alejados, donde las características fisiográficas son difíciles, afecta
las capacidades administrativas y financieras, y sus grandes necesidades forman
una ecuación perversa:

Cuanto más pequeño – menos recursos – más necesidades – más pobreza.

Las 340 alcaldías municipales se han transformado en el instrumento público


privilegiado para la ejecución de acciones de desarrollo, por que hacia estas se
dirigen todas las demandas ciudadanas; y es esta instancia a la que se dirigen
todos los entes de cooperación y de oferta de servicios (ONG`s, consultoras,…),
donde gran parte de sus responsabilidades es cedida a estos entes en calidad de
convenios y contratos.

Hablando de los Comités de Vigilancia presentan algunas anomalías causadas


por los regímenes de simpatías partidarios que generan dicotomías donde, los
comités de vigilancia son por un lado oficialista y por otro lado opositor,
inhabilitado la razón de existencia.

La Planificación Participativa Municipal ha avanzado mucho sistematizando


experiencias y metodologías. El apoyo del gobierno central a través de la
creación de instrumentos técnicos y normativos (manuales principalmente) que
dinamicen y hagan más fácil los procesos participativos; es un gran aporte hacia
la consolidación de esta normativa. Aunque parece o denota cierta centralidad al
hablar de instituciones estatales (Secretarías Departamentales de Participación
Popular), estas en la actualidad quedan aparentemente sólo como mecanismos de
coordinación.

Es necesario desarrollar el concepto de las alianzas estratégicas para incorporar a


sujetos económicos y productivos que hasta ahora no han comprendido ni
utilizado el valor del proceso municipal. Las instancias de concertación y
resolución de conflictos en esta materia, se facilitan más rápidamente que en
otras, y permitirán ganar experiencia para incorporarla como una práctica que
priorice a los sujetos productivos, privados y sociales.

1. Otras opiniones en calidad de conclusión

De acuerdo a algunos otros aportes resumen decir que: Pese al avance que
implican estas definiciones básicas de la LPP, también están presentes en ella
algunas limitaciones y sesgos.
Extrayendo algunas ideas redactadas para Bolivia decir que “…las
organizaciones territoriales (juntas de vecinos, comunidades campesinas y
pueblos indígenas) como los sujetos de la participación popular, en los hechos
limitan las posibilidades de participación y fortalecimiento de otros actores
locales que no son estrictamente territoriales (…) la LPP tiene un notable sesgo
rural (…)pese al respeto que otorga la LPP a algunas instituciones , olvida que
sus actividades no están exclusivamente orientadas a lograr los objetivos de la
LPP, y que tienen objetivos e intereses propios y legítimos que también son
importantes para promover el desarrollo local” (Iván Cosio: Roma, 1997).

La vía municipal complementa con lo departamental en los términos de


legitimidad y democratización; ambos criterios que son altamente decisivos para
el país, dado que la actualidad del estado es una realidad parte de la realidad
mundial; sin embargo requiere de constantes ajustes que respondan al dinamismo
de las sociedades, generando un consenso entre en gobierno central y los
gobiernos municipales.

“El proceso es joven y ya ha mostrado su vitalidad, pese a los obstáculos que de


inicio podían desalentar su puesta en practica, ha coadyuvado a que la
movilización social usualmente orientada contra el Estado pueda encontrar vías
de colaboración con este…” (Gonzalo Rojas: 1998).

También cabe reconocer que la mayoría de las materias y competencias


municipales no pueden resolverse en el ámbito expreso de la jurisdicción
municipal y los municipios requieren mancomunarse para lograr mejores
resultados; la conformación de mancomunidades municipales es el resultado de
la necesidad de alianzas entre dos o más municipios voluntariamente asociados,
para superar limitaciones y efectuar inversión concurrente con otras instancias
del Estado y sectores privados, inclusive.

La mancomunidad municipal se convierte en un instrumento del Ordenamiento


Territorial, facilitador de la inversión, instrumento de apoyo a la gestión de los
municipios que la integran y en una propuesta de desarrollo cuando caminamos
hacia el municipio productivo.

Ante esto, una urgente respuesta es la constitución de mancomunidades de


municipios en zonas ecológica y socialmente afines para formar unidades
administrativas más sólidas. La ruptura cultural que trajo consigo El Programa de
Nuevo Ajuste Estructural, en relación a las sociedades, puede reponerse con el
establecimiento de mancomunidades que restablezcan esos lasos sociales.

“La mancomunidad municipal está ayudando a recuperar el concepto de región


territorial que en Bolivia había desaparecido de la nomenclatura administrativa
y técnica, por una torpeza de los gobiernos militares.” (FAO: 2001).

“Los nuevos límites municipales, que han sido creados recientemente, no


coinciden a menudo con los límites territoriales étnicos tradicionales, ellos
dividen comunidades étnicas…”. (Juliana Ströbele-Gregor: 1997).

La actualidad muestra un potencial cambio de actitud, que podría pasar de la


defensa a la construcción; no sería estratégico desconocer este componente, pues
los instrumentos públicos se justifican con la eficacia de acciones que los
procesos sociales demandan; el desarrollo requiere de constataciones empíricas y
éstas son muy difíciles de lograr cuando, además de las dificultades naturales de
procesos complejos, perviven manifestaciones de violencia y de ruptura.
No está ausente la radicalización del escenario de confrontación en temas como
el agua, la tierra, la crisis económica y el problema de la hoja de coca, y que tiene
en otros ámbitos latinoamericanos, evidencias que resultan difíciles de resolver.
El esfuerzo logrado por autoridades municipales y actores sociales productivos,
desaparece cuando los problemas sociales y económicos de naturaleza estructural
requieren de otros instrumentos y políticas mayores a las aprobadas para ámbitos
municipales (FAO: 2001).

Los gobiernos municipales tienen los instrumentos para planificar y actuar en


consecuencia, y ello requiere una propuesta que les permita integrar la
participación ciudadana al desarrollo económico local para que se complemente
con la demanda social vinculada a infraestructura y servicio que ha caracterizado
hasta ahora el proceso.

Tomar en cuanta también que las tendencias segregacionistas, de género y


étnicas, plantean una debilidad que debe ser enfrentada, ya que limitan las
posibilidades de lograr sociedades justas e integradas.

La Participación Popular está integrada a la vida cotidiana de los municipios, con


diferentes grados de profundidad. La constante, es la comprobación que el
proceso se ha convertido en una acción ideológica y política, que supera
ampliamente, los márgenes administrativos a los que se ha intentado mantenerlo.

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