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Faith Is Our Victory

58-1004

La Fe Es Nuestra Victoria
Jeffersonville, Indiana, EE. UU.
04 de Octubre de 1958

William Marrion Branham

“...en los días de la voz...” Apoc.10:7

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 Introducción

El notable ministerio de William Marrion Branhamfue la respuesta del

Espíritu Santo hacia las profecías de lasEscrituras en Malaquías 4:5,6; Lucas
17:30 y Apocalipsis10:7. Este ministerio en todo el mundo ha sido
laculminación de la obra del Espíritu Santo en estos últimosdías. Este
ministerio fue declarado en las Escrituras parapreparar el pueblo para la
segunda venida de Jesucristo.

Rogamos que la palabra impresa sea escrita en su corazón mientras que

ora, y lee este mensaje.
Aunque se ha hecho todo lo posible para proporcionar una
transcripción y/o traducción íntegra precisa , los archivos de audio en inglés
son la mejor representación de los sermones hablados por William Branham.

Versiones de audio y transcritos de más de 1,100 sermones que fueron

predicados por William Branhamestán disponibles para ser descargados e
imprimidos en muchos idiomas

Esta labor puede ser copiada y distribuida siempre y cuando sea copiada
completamente y que sea distribuida gratuitamente sin costo alguno.

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 La Fe Es Nuestra Victoria

1 Es un privilegio estar aquí esta noche, en el servicio del Señor, pero en

verdad es una cosa lamentable que la gente no tenga un lugar en donde
sentarse, después que los invitamos a venir, y luego que no haya un lugar
para sentarse. Mientras venía, ahorita, pues, vi gente alrededor de las
ventanas y arriba y abajo de la calle y demás, y no es... ni siquiera hay un
lugar disponible para que ellos... de entrar al edificio, puesto que es
solamente un iglesia pequeñita. Y nosotros nunca lo anunciamos, ni siquiera
en el periódico de aquí, simplemente... Oh, algunos de nuestros amigos
llamaron por teléfono y mencionaron de venir a que se orara por ellos, y les
dijimos que simplemente vinieran. Así que la noticia gradualmente se fue
extendiendo, alguien que viene de Louisville le dice a alguien más y a alguien
más. Ustedes saben que de esa manera se propaga la noticia.

Quería obtener la escuela secundaria de aquí, pero ellos... pero no pude

por razón que están teniendo clases, y por... y tampoco lo anunciamos.
Queremos que la gente... que sepa la gente local que no estábamos
tratando de hacerlos a un lado, pero sencillamente sabíamos que el cuarto
no estaba en condiciones. Así que... si hubiéramos obtenido la secundaria, lo
hubiéramos hecho, pero no pudimos.
2 Así que ahora, noche... esta noche será la última en que estarán los
libros en la parte de atrás, que el Sr. Mercier y ellos tienen aquí, y las cintas,
y demás. Y luego, mañana por la mañana es Escuela Dominical, e
inmediatamente después que termine la escuela dominical, el Señor
mediante, quiero predicar un sermón evangelístico y... mañana por la
mañana. Empezará a las nueve y media, creo, ¿no es así Hno. Neville? A las
nueve y media, da inicio la escuela dominical, e inmediatamente después de
las clases de escuela dominical, queremos predicar el tema de... un mensaje
evangelístico, un llamado al pecador.

Estas noches, desde la noche del domingo pasado, se han cedido

principalmente a los enfermos, a los necesitados y afligidos. Y después
mañana por la noche, vamos a tratar, de la manera que nos sea posible, de
llamar todas las tarjetas de oración que se han repartido, cada uno que ha
venido y que tiene tarjetas de oración, nosotros... después que termine el
mensaje, si tenemos que evitar unas y luego llamar las otras, para que
podamos dar inicio a la línea de oración, estaremos contentos de hacerlo. Y
las tarjetas de oración para mañana en la noche se estarán repartiendo
después de la escuela dominical en la mañana. Después de la escuela
dominical, serán como las... tal vez once y media, que... que las tarjetas de
oración se repartirán, mañana. Así que Uds. que tienen a sus seres queridos,
y demás, que vendrán por oración, pues, tráiganlos por lo menos como a las
once y media, si es que no pueden estar en el mensaje de la mañana.
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Eso es, si Uds. tienen un lugar de adoración que han estado atendiendo,
pues, nosotros... nosotros no queremos sacarlos de allí en lo absoluto.
Nosotros solamente queremos que se sientan tan libres en lo que vayan a
hacer.
3 He estado muy ocupado, el día de hoy, y hace apenas un momento,
vinieron ellos y dijeron: “Bueno, si se va para allá, puede empezar a predicar
ahora mismo, el tabernáculo ya se encuentra lleno”. Así que pensé en unos
cuantos versículos, para predicarles esta noche. Y quiero darle las gracias al
Señor, primeramente, por todo lo que Él ha hecho por nosotros. Esos
reportes que nos han llegado de todos por los que se ha orado, y que han
estado en las reuniones, grandes cosas sucediendo, solo en este pequeño
lugarcito. Y no solamente en los que... en los que suben y se ora
personalmente, sino al parecer la gente allá en la audiencia lo está captando
mejor que los que están aquí arriba en la plataforma. Así que estamos
contentos por eso. Está muy bien ver que lo estén recibiendo de esa forma.
4 Ahora, para esta noche, he seleccionado como texto: “La Fe Es Nuestra
Victoria”. Y deseo leer una porción de la Escritura que se encuentra en 1
Juan, el capítulo 5 y el versículo 4:

Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la

victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.

Mire, que palabras tan maravillosas: “Nuestra Fe Es La Victoria”. Y ahora,

hablando de victoria, ha habido muchas victorias que se han ganado en el
transcurso de todos estos años en que la humanidad ha estado en la Tierra.
Estaba leyendo un libro sobre la rendición de París, en donde, en esta
pasada, segunda guerra mundial, cuando Hitler fue traído a París al Arco del
Triunfo, dijeron que había sido tan grande victoria al punto que le tomó horas
a esos soldados alemanes marchar el paso nazi a través del Arco del Triunfo,
mientras Hitler permanecía en posición de firmes y todo el cielo arriba de él
estaba oscurecido. Los cielos fueron saturados de aviones que iban llegando.
Un tiempo tan tremendo de victoria, que después de haber ganado la guerra
sobre Francia, y Francia tuvo que rendirse ante Alemania...
5 Y después en Londres, Inglaterra, tuve el privilegio en una ocasión de
ver en la sala de conferencias, una película en donde los... había sido
tomada por los rusos, que cuando Berlín se rindió ante Rusia, cómo fue que
esa gran masa gigantesca de equipo militar, esos grandes cañones que
tenían en... montados sobre esos grandes tanques que podían girar todo
alrededor, acababan de llegar a Berlín, uno casi ni podía imaginarse como
cualquier vida pudiera sobrevivir a eso. Por millas y millas, y todos disparando
tan precisos en el blanco, al punto que ellos venían como un gran enjambre
de langostas. Y ellos simplemente golpearon Berlín hasta dejarla en la tierra.
Y después cuando sacaron sus tanques y la... la infantería entró y los
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Me hace amar a todos, neutralizó, ellos fueron y trajeron al Sr. Stalin. Y cuando lo trajeron en un
vuelo por avión y aterrizaron, todos esos soldados rusos marcharon por las
Y es suficiente para mí. calles con ese paso y giro que hacen, como victoriosos, la señal de victoria
Oh, es esta religión antigua, rusa. Y como fue que Stalin permaneció en posición de firmes mientras miles
y diez miles de soldados marchaban por las calles de Berlín, cuando quedo
Es esta religión antigua, reducida a cenizas.

Es esta religión antigua Y cuando las mujeres alemanas fueron violadas en las calles, y los
pequeñitos matados y algunos de ellos quemados y demás, pero esa fue una
Y es suficiente para mí. gran victoria para Rusia.
6 Y después se me fue dicho, que Napoleón, el gran vencedor del pasado,
hace unos años, como cinco, tuve el privilegio de parar cerca de Waterloo. Y
yo... recogí un librito allá, y estaba leyendo sobre la vida de Napoleón. Él
odiaba a los franceses. Él vino a Francia, nacido en una isla, y vino a Francia
para desquitarse de ellos, pero se convirtió en un gran conquistador. Al
empezar él fue un caballero, pero el éxito se le subió a la cabeza. Y se
decía: “Las mujeres, cuando van a acostar a sus pequeñitos a la cama, y
que tienen miedo (él mataba a todo aquel que estuviera en desacuerdo con
él), que las mujeres en lugar de decir: 'El coco va a venir por ti', ellas
decían: ”Napoleón va a venir por ti“. Y los niños de ojitos vívidos metían
rápidamente sus cabezas debajo de la cobija, pensando en ese gran monstro
de Napoleón.

Pero como pueden ver, la victoria que él gano, no duró. Él fue un

prohibicionista para empezar, y murió a la edad de treinta y tres años siendo
un alcohólico. Ese tipo de victoria no dura, porque no tiene una buena
causa. Uno nunca puede obtener algo bueno de lo malo. Ud. tiene que seguir
la regla del juego, de manera justa.
7 Y cualquier de Uds. sabe que en las olimpiadas o en cualquier otro
ejercicio atlético, no importa si Ud. llegó primero a la meta, si no ha jugado
de acuerdo a las reglas del juego, Ud. queda descalificado. Ud. tiene que
jugar bien la regla.
Y de esa manera es con la vida humana. Ud. no puede jugar las reglas
de la vida equivocadamente, y esperar ganar. Ud. tiene que jugar de acuerdo
a la Palabra de Dios, y por el propósito por el cual fue traído aquí.

8 Ahora, hay mucha gente que parece que no tiene ningún tipo de
propósito en la vida, especialmente en este día que estamos viviendo. La
gente piensa que lo único que tiene que hacer es compararse con alguien
más, con las modas del mundo, y con las atracciones que el mundo les ha
dado. Por ejemplo: si va a la escuela y algunas de las jovencitas están
usando cierta ropita o vestidito, o como quieran llamarle, todo el deseo del
resto de la escuela será copiar a la jovencita.
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Algunas mujeres ven en la televisión una cierta dama que sale vestida En aquella santa Sión,
con una cierta moda, pues, su ambición será vestir y actuar como eso. Y
eso pareciera ser casi hasta donde llega el límite de la ambición de los Más allá, más allá,
americanos, conseguir un nuevo trabajo, o conseguir un aumento salarial, y En aquella santa Sión.
comprar una televisión, o un carro nuevo.
Después de la batalla, nos coronará.
9 Permítame decir esto, esas cosas pudieran estar bien, pero hay una
ambición mayor en la vida humana que esas cosas. Y los Cristianos deben de En aquella santa Sión,
poner sus afectos en ambiciones más altas.
Más allá, más allá,
Yo creo que nos conviene a todos sentarnos y preguntarnos por qué
estamos aquí en primer lugar. Y Quién sea que nos haya puesto aquí tan En aquella santa Sión.
amablemente, debemos de tomarlo en cuenta, y preguntarle a Él qué quiere Después de la batalla, nos coronará.
que nosotros hagamos, el propósito que hemos venido a cumplir, que es lo
que Él se ha propuesto en nosotros. Pero parece que nosotros solamente En aquella santa Sión.
queremos mantenernos con el mundo.
79 Esto es, en mi opinión, igual como descendió el Espíritu Santo en el día
Ahora, la Biblia dice, que podemos vencer al mundo. ¿Y cómo lo de Pentecostés, que cortó las ataduras. Me acabo de fijar, parado aquí, que
hacemos? No manteniéndonos con las modas del mundo, pero la Biblia dice en la reunión está un hermano Menonita. En Indianápolis, él había venido y
que la fe es la victoria que vence al mundo. había sufrido de epilepsia por muchos, muchos años. Y el Espíritu Santo lo
llamó en la reunión, creo que fue, y no ha vuelto a tener un ataque. El Señor
10 Me acordé que en una ocasión... No me gusta decir esta palabra, pero Dios lo sanó y lo restableció completamente, un predicador Menonita. Oh,
era sólo un vago que vino a la puerta. Y él dijo: “¿Me pudiera dar un ¿no es Él maravilloso? Nadie sabe excepto aquellos que han probado Su
emparedado?”. bondad, saben lo bueno que es Él.
Le dije: “Claro que sí, pase por favor”. Y en vez de darle un emparedado, 80 Ahora, amigos, en mi opinión, está es la religión antigua, cuando el Señor
pensé en prepararle algo de comer. Y le preparé lo que pude encontrar en el viene a nuestros medios y nos bendice. Estamos muy felices de que estén
lugar, y lo senté para que comiera. Y mientras él estaba comiendo, pensé en aquí. Yo creo que cada persona está en la Presencia Divina ahora mismo, si
platicar un poco con él, viendo que era un... un viajero, y le dije: “¿De su fe ha hundido todas las dudas, ahora son libres. Solamente no reclamen
dónde viene?”. ninguna enfermedad de hoy en adelante. Vayan. Uds. han sometido su caso
Él sólo se encogió un poquito de hombros y dijo: “De ningún lado”. a un doctor, sométanlo a Jesús ahora. Él los ha operado y ha quitado toda
duda, para que podamos tenerlo. El Señor les bendiga.
Le pregunté: “¿Entonces hacia dónde va?”.
Es esta religión antigua,
Y él dejó de comer y me miró, dijo: “A ningún lado”. Él miró alrededor y
se hecho un buen bocado, y dijo: “Señor, allí en donde mi sombrero Y es suficiente para mí.
descanse, es en donde yo descanso”. Es esta religión antigua,
Le dije: “Ya veo”. Le pregunté: “¿Cuánto tiempo lleva haciendo esto?”. Es esta religión antigua,
Él dijo: “Oh, como veinte años o más”. Sin ninguna ambición de... de Es esta religión antigua,
mejorarse...
Y es suficiente para mí.
11 Mire, esa es precisamente la actitud de la gente. Es a lo que yo llamo:
“Errantes, flotantes”. Y la gente que se une a la iglesia es de la misma Me hace amar a todos,
manera. Seguido me hace recordar de la madera flotante. La madera
flotante, termina en cualquier tipo de basurero. Y de esa manera lo hacen Me hace amar a todos,
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77 ¿Qué tipo de mancha? La mancha de la duda. “Ahora estoy sanado; por
Sus llagas estoy sanado. Yo le pertenezco al Señor; mi enfermedad se ha
ido. Yo le adoraré. Yo le adoraré. Yo le daré la gloria a Él. Yo gritaré la
victoria. Yo le diré, que lo amo. Yo creo en Él. Soy libre”. ¡Aleluya!
... gente.
Porque Su sangre ha quitado cada mancha.
Yo le adoraré, yo le adoraré,
Gloria al Cordero por el pecador inmolado;
Denle gloria, toda la gente,
Porque Su sangre ha lavado (Eso es; atraviésenlo) cada mancha.
Yo le adoraré, yo (¡Aleluya, Aleluya!)
Gloria al Cordero por el pecador inmolado;
Denle gloria, toda la gente,
Porque Su sangre (Eso es) ha lavado cada mancha.
Yo le adoraré, (Continuamente. Lavado en la Sangre.)... yo le adoraré,
Gloria al Cordero por el pecador inmolado;
Denle gloria, toda la gente,
Porque Su sangre ha lavado cada mancha.
78 ¡Gloria! ¡Gloria a Dios! ¿Le aman? ¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios! Gloria al
Cordero... vivo, siempre presente, el Dios Jehová del Antigua Testamento
está presente este día. Que maravillosas y sorprendentes son Sus obras.
Sus señales y maravillas son grandes e incomprensibles, y maravillosas sin
número. ¡Qué hermoso! ¡Cómo le amamos!
¿Cuántos de Uds. siente la Presencia de Dios, ahora mismo? Seguro.
Ahora dejen que cada duda se vaya de Uds. Uds. están sanados. Por Sus
llagas, han sido sanados. Todo concluyó. Alábenle y denle a Él la gloria. El
Espíritu Santo está cayendo por todo el edificio. El gran halo de Luz está
circulando por el lugar. ¡Qué maravilloso! ¡Cómo le amamos!
Después de la batalla, nos coronará.
Sí, nos coronará. Sí, nos coronará.
Después de la batalla, nos coronará.
La Fe Es Nuestra Victoria 5
los flotantes en la iglesia o en cualquier lugar.
Ahora, tome Ud. una corriente, como la corriente de la vida, y hay
mucha madera flotante en cada cúmulo de basura, y sin embargo, pasa el
barco que también está hecho de madera. Pero si Ud. nota la madera está
hecha y formada por un maestro, que ha construido el barco. No solamente
le ha dado forma, pero es guiada por el maestro, y es empujada por un
poder. Y todos estamos hechos de la misma cosa. Pero depende como están
siendo dirigidas sus ambiciones.
12 ¿Se encuentra Ud. dispuesto a dejar que el Maestro Artesano haga de
Ud. aquello que Él pueda usar, y que pueda controlar, y aquello en que Él
pueda tener el poder? Si esta pequeña embarcación, que ha sido formada
diferente y que ha sido construida por la mano del Maestro, alguna vez se
queda varada en la maleza de aguas poco profundas, hay un poder detrás
de ella, un barquito que el Maestro puede encender y empujarlo otra vez
hacia aguas profundas.
Dios quiere moldearnos y convertirnos en lo que Él desea que seamos.
Pero cómo podemos hacer eso, o cómo puede Dios hacer eso, cuando
nosotros ni siquiera nos quedamos quietos para que Él lo haga. Nosotros
queremos ser nuestros propios maestros. Queremos pensar a nuestra propia
manera de pensar. Y mucha gente viene a la iglesia, se une a la iglesia, y
pone su nombre en el libro, y no considera lo que esa iglesia cree, o verifica
con la iglesia, de qué manera están predicando la Palabra de Dios, o si se
están parando por el Evangelio Completo o no, o si están solamente tomando
una porción y agregándole un credo; flotando, errando, y nunca logran llegar
a nada.
13 Pero déjenme decirles algo esta noche, a los que están dentro y fuera
del edificio: “Uno de estos días van a terminar en un destino que será en el
valle de las sombras de muerte. Yo les aconsejo en esta hora, que se
preparen para encontrarse con Dios que tendrá que encontrarse con Uds. en
esa hora. Ya sea que se encuentren con Él como una obra maestra en la que
Él ha trabajado, o como un pedazo de madera flotante yéndose a su destino
final. Así que no usen esta vida solamente para vagar alrededor y andar
flotando, y... y conseguir un mejor trabajo, y vestirse mejor, y obtener una
nueva televisión, o... o un mejor carro. La vida significa mucho más que eso.
No traten de usarla solamente para decir: ”Bueno, yo... si el resto de ellos
se une a la iglesia, yo también lo haré“.
14 Cuando Ud. se une a la iglesia, debe de preguntar primero, y averiguar la
postura de esa iglesia. ¿Es solamente un lugar en donde la gente se junta
para tener compañerismo? ¿O es un lugar que se predica la Palabra del Dios
viviente, y se para por cada principio por el cual Jesús murió? Ud. debe de
hacer eso. No se quede flotando y siguiendo la corriente, porque: “Estrecha
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es la puerta y angosta la senda que lleva a la Vida, y pocos son los que la
hayan. Porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la
perdición, y muchos son los que entran por ella”. Nosotros tenemos que
tener un propósito de algo.
Ahora, no fue así en los días pasados o en este día, que cuando un
hombre venía a Dios, llegaba con propósito. ¿Es su propósito solamente
dejarse llevar en esa congregación o es para mirar hacia Dios?
15 Daniel, cuando él fue llevado a Babilonia, a pesar que estaba siendo
llevado lejos de su casa para convertirse en esclavo para otra nación. Pero
Daniel se propuso en su corazón, sin importar lo que le hicieran, que no iba a
contaminarse con los pecados de Babilonia.
¡Oh, si tuviéramos más hombres valientes como ese, que se propusieran
en su corazón: “Si soy un Cristiano, voy a averiguar sobre cada bendición
Divina que me pertenece y la reclamaré! Si la Biblia enseña que puedo recibir
el Espíritu Santo, yo me voy a quedar de rodillas hasta que Dios me dé el
Espíritu Santo, y no sólo yéndome con la corriente.
16 Estaba leyendo hace un tiempo, sobre la vida del viejo tío Buddy
Robinson. Y él fue un hombre tan grande, y... y un hombre amoroso, un
hombre de fe. Y él empezó a hambrear por el Espíritu Santo, porque la Biblia
así lo enseña. Y cuentan que un día cuando él estaba arando el maíz, detuvo
a su vieja mula: Ellie, y se bajó al surco del maíz y dijo: “Dios, si no me das
el bautismo del Espíritu Santo, cuando regreses a la Tierra, encontrarás mis
huesos aquí mismo”.
Eso es proponiéndoselo en el corazón. Eso es poniéndose serios en el
asunto. Cuando Ud. obtenga ese tipo de propósito en su corazón, Dios va a
abrir las ventanas de los cielos. Algo tiene que suceder. Ud. tiene que
ponerse serio con Dios, y tener un propósito, y algún tipo de agradecimiento
a Él por haberlo salvado.
17 Y cuando Daniel se lo había propuesto en su corazón, y el diablo hizo
que lo demostrara, pero encontramos que se paró firme frente a un león
hambriento. Y cualquier hombre que alguna vez viene a Dios, y
verdaderamente en lo profundo de su corazón encuentra una fe anclada, se
mantendrá firme ante la boca de la muerte o ante la boca de la enfermedad,
ante la boca de la aflicción; se mantendrá firme, porque fe es nuestra
victoria. Ud. ha vencido por medio de la fe.
Abraham, solamente un hombre sin ningún cierto propósito en la vida,
únicamente con su padre y sus amigos, viniendo de Babilonia, y se asentaron
en Sinar. Y allí tenían una... habían construido una torre y demás. Y ellos...
Un día, mientras Abraham estaba orando, sin duda, él oró profundamente,
hasta que tocó la mano de Dios. ¿Cómo lo hizo? Por fe.
La Fe Es Nuestra Victoria 27
mamá. Su abuela fue sanada una noche, cuando fui a verla hace
veintitantos años, tenía tuberculosis. Eso es correcto. Sra. Falkerson. Dios
reprenda a ese diablo, que les está impidiendo, lindas jovencitas; que el
poder que resucitó a Jesús de la tumba, saque fuera esa cosa y que nunca
más las vuelva a molestar. Digo eso en la autoridad de la Palabra de Dios.
Uno se tiene que enojar con el diablo. Dios nos da la victoria; nosotros la
tenemos ahora mismo. “Esta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe”.
75 Todos Uds. que creen que han sido sanados por Su poder, pónganse de
pie y denle a Él la gloria, por todas partes en el edificio. Levanten ahora sus
manos, y adorémosle. Gracias, Señor Jesús, por Tu poder sanador. Esta es la
fe que vence. Esta es la victoria, nuestra fe. Ahora los pronunciamos sanos
en el Nombre del Señor Jesucristo. Concédelo, Señor.
“Yo le adoraré”. Gertie: “Yo le adoraré”. ¿Han pasado la barrera de la
línea?
Gloria al Cordero por el pecador inmolado;
Denle gloria, toda la gente,
Porque Su sangre ha quitado cada mancha. (Muy bien. Vengan con eso,
ahora)
Yo le adoraré, yo le adoraré,
Gloria al Cordero por el pecador inmolado;
Denle gloria, toda la gente,
Porque Su sangre ha lavado cada mancha.
76 Escuchen. Todavía creo, amigos, que Uds. pueden trepar hasta ese
lugar. Yo no voy a dejar que el diablo derrote este tipo de reuniones. No hay
razón para eso. El Evangelio ha sido predicado, y Cristo está aquí para
confirmarlo. El diablo es un mentiroso. Cada uno de Uds. esta sano por
Jesucristo... con esa fe allá; allí está; es suya. No sigan flotando; quédense
estables en el Calvario y denle la gloria y la alabanza a Él. Díganle que lo
aman; díganle que lo aprecian, y pasen esa línea de separación, y Dios los
sanará y se recuperarán. Díganlo con sinceridad, no simplemente lo repitan,
pero díganlo desde su corazón y denle a Él alabanza.
Yo le adoraré, (desde su corazón ahora, allá arriba) yo le adoraré,
Gloria al Cordero por el pecador inmolado;
Denle gloria, toda la gente, (Denle gloria)
Porque Su sangre ha lavado cada mancha.
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atrás. Quizás si le dijera, que su nombre es la Sra. Welch, ¿me creerá
entonces como su...? Eso es correcto. ¿No es así? Muy bien. Nunca la he
visto en mi vida; Ud. sabe eso. Ud. tiene fe en Dios.
72 Hay una marca de muerte sobre esa pequeña mujer sentada allá,
también con cáncer. ¿Cree Ud. dama, que Dios la sanará? ¿Sí cree? Sufriendo
con cáncer, es una sombra negra colgada sobre Ud. déjeme decirle ahora; se
ha ido. Si puede creer. Yo no conozco a la mujer; nunca la he visto en mi
vida. No conozco a ninguna de estas personas, que yo sepa. ¿Lo creerá?
Estoy viendo un hombre, no creo haberlo visto antes en mi vida. Él está
sufriendo de una hernia. ¿Cree que el Señor lo sanará, señor, de esa hernia,
que se recuperará? Su esposa tiene nervios y una debilidad. Reverendo
Reed, ese es su nombre. No lo conozco. Ud. no es de esta región de todas
maneras. Ud. es de Ohio. Eso es correcto. Si eso es correcto, levántese.
Todo ha terminado, para usted y para su esposa, para ambos. Crea con todo
su corazón. ¿Pueden creer ahora?
73 Muy atrás de esta línea, por esté otro lado... ¿Puede ver esa Luz
suspendida en ese lugar? Es una mujer que está sufriendo con un virus
infeccioso, por la hilera de aquí. Ud. no es de esta ciudad. Ud. es de un lugar
llamado Columbus, Indiana. Su nombre es Elizabeth. Ud. vive en una calle
que se llama Calle Ohio. Su número es 1932 Calle Ohio. Vaya, crea, ahora la
ha dejado. Tenga fe.
Y ahora ese Espíritu se mueve; va a este otro lado con un hombre. Hay
una conexión. No. Es... él es de Columbus, y él sufre de una condición en el
ojo, y una... una úlcera. ¿Cree que el Señor Jesús lo sanará, señor, y se
recuperará? Y su pequeño sobrino sentado enfrente de Ud., el hijo de su
hermana. Tuvo un tipo de enfermedad en el hueso, y ahora no quiere comer,
eso le causó como un complejo. Si puede creer con todo su corazón, Ud.
podrá ser sanado. Tenga fe en Dios. ¿Cuántos de Uds. creen ahora?
74 Veo otra sombra de cáncer de aquel lado; si puede creer de todo
corazón, hermana, será hecho. Puede... ¿Pasó ya la fe de Uds. esa línea de
duda? ¿Cuántos creen que su fe ha pasado esa línea de duda? Levanten sus
manos. ¿Qué otra cosa queda más que correr libremente? Todo ha
terminado.
Estas pequeñas muchachitas, sentadas aquí en la silla, yo las conozco.
Anoche no las conocía, pero ahora sí las conozco. Supe de Uds. el día de
hoy, mi esposa me contó. El nombre de su madre era Falkerson antes que se
casara. Y esa es una enfermedad que nadie sabe lo que es. Los dedos de
Uds. simplemente se infectan, y agarran infección en la sangre, como en sus
manos o algo parecido, y de repente sus dedos se desprenden y demás, de
las dos jovencitas. Uds. son dos hermosas jovencitas; yo conozco a su
La Fe Es Nuestra Victoria 7
Quizás, él pensó algo como esto: “Si hay un Dios, que hizo el arca y
permitió que Noé flotará en él, Él todavía vive hoy”. En algún lugar por tierra
de paganos por donde él andaba peregrinando, tocó la mano de Dios. Y allí,
Dios le dio una revelación que había una ciudad, cuyo Artífice y Constructor
es Dios.
18 Y leemos que en toda la vida de Abraham, él fue un peregrino y
extranjero en el mundo, porque su única ambición era encontrar la ciudad,
cuyo Artífice y Constructor es Dios. Él dio con algo. Él captó a Dios, y una fe
en ese Dios, que lo hizo ver de antemano la Nueva Jerusalén. Y se colocó la
mochila en su espalda, y se convirtió en un caminante, no solamente errante
sin propósito, él tenía la fe que había una ciudad, cuyo Artífice y Constructor
es Dios, una ciudad eterna. Él tenía un propósito en la vida, encontrar ese
lugar.
Y puedo agregar aquí, que un día cuando la batalla se terminó, él se
encontró con el Rey de esa ciudad. Y Él le sirvió la comunión, pan y vino,
Melquisedec.
Oh, Ud. no puede tener en su corazón un propósito en cualquier promesa
de Dios, sin haber encontrado la realidad al respecto. Si su alma ha sido
atormentada por pecados, por dudas, con altas y bajas, y preocupaciones, y
algo en lo profundo de Ud. le está diciendo que hay algo con lo cual puede
vencerlos, ¿por qué entonces anda flotando de iglesia en iglesia y de lugar
en lugar? Solamente arrodíllese hasta que se tope con el cielo, y como dije
anoche: “Vaya más allá de la barrera del sonido”. Entonces tendrá un
propósito en la vida. Tendrá un propósito de pertenecer a la iglesia. Tendrá
un propósito de ser bautizado. Tendrá el propósito que anda buscando.
19 Porque sabemos que Dios es honesto, y Dios es verdadero, y Dios no
puede mentir. Y si Dios puso eso en el corazón de Abraham por medio de Su
Voz, de Su Palabra, entonces Dios nos la ha puesto ante nosotros en Su
Biblia, y por el testimonio del Espíritu Santo, al haber regresado el Espíritu
Santo con señales y maravillas, de que Jesús todavía vive y es el Mismo
ayer, y hoy, y por los siglos. ¿Entonces porque seguimos buscando esas
cosas que deseamos?
Si tiene una necesidad, la necesidad que sea, que Dios prometió en Su
Biblia, Él está aquí para satisfacer esa necesidad, no hay porqué seguir
buscando. Su Presencia está aquí. Su Espíritu está aquí, y Él está dispuesto,
y listo, y está deseoso de darles aquello que Uds. están buscando. ¿Por qué
esperar más tiempo?
20 Cuando venga a Él, no venga como un flotador: “Yo iré allá y probaré y
veré si funciona”. Ud. no llegará a ningún lugar, pero cuando viene con la
clase de determinación, que ya ha se ha despojado de todo... Cuando está
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cansado del mundo, del pecado, de la incredulidad, y de las preocupaciones
y dudas, y viene al Dios viviente con un ancla bien puesta en la Roca de las
Edades, el Espíritu Santo está aquí para llevarlo ante la Presencia del Dios
viviente, que le dará una fe que vencerá cualquier cosa que esté en el
mundo: enfermedad, afección, y aún la muerte misma.
Ud. dirá: “Ud. dice la muerte, Hermano Branham”. Y eso quise decir. La
muerte.
21 Acaso no fue Lázaro, que yacía muerto en la tierra, y la corrupción ya
había comenzado, cuando Jesús le dijo a Marta: “¿En dónde lo enterraron? Y
si no dudares verás la gloria de Dios”.
“¿Qué acaso no te dije que no dudaras?”. Él le dijo a Jairo aquella
noche... o aquel día. “Si tan sólo puedes creer, verás la gloria de Dios”.
Entonces la fe vence la muerte. Fe es la victoria sobre la muerte. Fe es
la victoria sobre el pecado. Fe es la victoria sobre la enfermedad. Fe es la
victoria sobre la preocupación. Fe es la victoria sobre la desesperación. Fe
es la victoria sobre el mundo.
22 Ud. dirá que Juan, cuando escribió eso, que él no tenía problemas. Él no
tuvo que lidiar con la gente como lo tengo que hacer yo. Él no tuvo que
pasar por las cosas que yo tengo que pasar. Eso es correcto. Quizás él no
tuvo que lidiar con el mismo tipo de gente. Quizás él no tuvo que vencer la
misma cosa, pero él nunca las excluyó. Porque él dijo: “Esta... la fe es la
victoria que vence al mundo, toda la cosa”.
¿Cómo es? Es teniendo fe en ello. Cabalgue por arriba de ello. Cuando
tenemos la Palabra escrita de Dios frente a nosotros, y el Espíritu Santo
obrando y mostrando la resurrección del Señor Jesús, con las promesas
Divinas escritas aquí, que: “Todo lo que pidiereis orando, creed que lo
recibiréis, y os vendrá”, ¿entonces qué es lo que tiene que hacer? Tener fe,
no una fe flotante, no nada más una fe manufacturada, pero una fe
verdadera.
23 Ahora, la fe es conquistadora; la fe es vencedora. No es solamente una
pacificadora, es vencedora. Fe es la victoria que vence al mundo. ¿Qué
hace? ¿Qué es fe? ¿Qué es conquistador? Conquistar y victoria es lo mismo.
El conquistar significa derrotar, invalidar, esposar, echar en prisión. Significa
que el pecado, que una vez lo gobernó, ahora usted gobierna sobre él.
Significa que ha vencido, usted está... usted lo ha erradicado. Ud. es mayor
que eso. Oh, me siento religioso, ahora mismo.
¿Cuál fue primero, un pecador o un Salvador? Un Salvador, porque un
Salvador es más poderoso que un pecado. ¿Cuál fue primero, el Sanador o la
enfermedad? No pudiera ser un Sanador, al menos que estuviera sobre la
La Fe Es Nuestra Victoria 25
mal, tiene una enfermedad en la piel. Eso es correcto. Levante su mano, si
es eso verdad. Está en una parte de su cuerpo que no se muestra. Pero la
tiene. Eso es correcto. ¿Ven? Solamente un contacto, mientras... Él dijo:
“Míranos”. Y mientras él los miraba detenidamente... Pablo dijo: “Percibo que
tienes fe para ser sanado”.
69 ¿Qué de la mujer sentada a un lado suyo? Eso como que la hizo a ella
atravesar una barrera, porque ella también estaba orando. Yo no la conozco;
somos desconocidos uno del otro. ¿Es eso correcto? Si el Espíritu Santo me
revelaré cuál es su problema, o el para qué está Ud. aquí, o algo en su vida,
que Ud. sabe que yo no sé nada al respecto, ¿creerá que el... el... que ese
Poder, esa Fuerza invisible viene de Cristo? Quiero preguntarle algo, ahora
mismo, Ud. ha estado sintiendo algo en Ud. muy dulce, manso, una
sensación humilde. Si eso es correcto, ¿levantaría su mano? ¿Ve? Eso es
correcto. Arriba de Ud. Esta suspendida esa Luz. Y Ud. está sufriendo de sus
pies y piernas, ¿no es eso correcto? Mueva ese pañuelo a la audiencia, si
eso es correcto, para que puedan ver. Yo no creo que alguna vez vaya a ser
molestada más con eso.
Eso... ¿Qué lo está haciendo? ¿Qué es...? Hay personas que nunca he
visto en mi vida. ¿Qué lo está haciendo? Van dos.
70 Hay un hombre joven sentado al lado de la mujer, justo allí ahora. Y él
empezó a llorar tan pronto como eso impactó; es una u otra cosa sobre esa
mujer. No, es el hombre joven, el mismo. Está preocupado de su garganta y
cabeza. Eso es correcto. ¿Es Ud. un desconocido para mí, joven? Yo nunca
lo he visto. Eso es correcto. Eso es correcto. Si eso es correcto, levante su
mano.
Hay tres personas sentadas seguidas en la hilera; nunca los he visto,
que no he tenido contacto en mi vida, con esas personas. ¿Lo creerán Uds.?
Alguien hacia está dirección, ahora, que está aquí. ¿Cuántos enfermos y
necesitados hay por esa dirección? Levanten su mano, todos los de esa
dirección, que están necesitados. Oh, sencillamente por todos lados. Muy
bien. Ahora, solo manténganse creyendo.
71 El hombre que me está mirando, Ud. debe de encontrar a Cristo o morir.
El cáncer lo matará. Dios es el Sanador.
La dama anciana, sentada aquí, en esa silla de aquí. Ella sufre con
problema en el estómago y artritis. Eso es correcto. ¿Cree Ud. que ha sido
hecho?
Ud. que la está mirando, ¿lo cree? ¿Tiene necesidad de Cristo? ¿Cree
que soy Su siervo? Ese crecimiento que quiere quitarse, ¿cree Ud. que Dios
lo hará? Yo no puedo ver el crecimiento, pero está allí. Está en su cuello,
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Ahora, Uds. gente enferma, solamente empiecen a mover todas las
dudas. Muchos de Uds. no han visto esto antes, diga: “Yo lo creo de todas
maneras”.
Jesús, precioso Jesús.
[El Hno. Branham tararea. Trad.]
66 Espero no ser fanático, pero ahora me parece como que, igual como
cuando entro a mi cuarto, cierro la puerta, entro a mi cuarto secreto y
cierro las puertas. Yo acabo de cerrar toda la audiencia de alrededor. ¿Ven?
“Ora a Tu Padre, Quién ve en lo secreto, y Él que ve en lo secreto te
recompensará en público. Pide y recibirás; busca, y encontrarás; toca y se
te abrirá. Porque todo aquel que busca encuentra”. Imagínenselo a Él aquí
ahora mismo, el que Uds. ven en la foto allá, la Luz, el Halo. No está muy
lejos. Es el que discierne los pensamientos. Es Cristo. “Un poquito... Yo salí
de Dios, y vuelvo a Dios”. Él lo hizo, regresó a lo que Él era. Cuando Él venga
otra vez, Él estará en un cuerpo corporal, igual como fue el Señor Jesús.
67 Ud. pudiera decir: “Hermano Branham, ¿qué está haciendo?” Solamente
rindiéndome a mí mismo. Ahora, eso es... Yo... Yo solamente estoy parado
aquí. Ahora, esto no es un espectáculo. No, señor. No piensen eso; estarían
en un terreno equivocado. Está tratando... tratando de presionar en algún
lugar. La Palabra de Dios está en juego. Yo he dicho: “Que Él es”. ¿Qué si no
lo fuera? Él siempre guardará Su Palabra. Yo no temo eso. Alguien, en algún
lugar tocará el borde de Su manto.
La biblia dice: “Él es ahora, (ahora mismo) un Sumo Sacerdote, que
puede compadecerse de nuestras debilidades”.
68 Ud. me está viendo de manera tan sincera, dama, sentada allí con un
vestido azul puesto. Yo no la conozco, no creo. Parece que no logro hacer
contacto, en cualquier parte, con la fe de alguien. Tal vez ayudará... ¿Tiene
necesidad de Dios? Si soy un desconocido, levante su mano. Yo no la
conozco, pero Ud. me conoce a mí. Muy bien. No tengo idea del porqué está
aquí, nunca la he visto en mi vida, que yo sepa. Ud. probablemente ha
estado en mis reuniones en algún lugar. Si el Señor Jesús me dice cual es su
problema, ¿lo creerá? Ud. tendrá que creerlo, si es la verdad. Y quizás eso
les dé fe a otros para que empiece a obrar. ¿Ven? Yo no sé. Yo solamente la
vi allí sentada mirándome. Ud. casi no ha despegado su vista de mí. Ud. esta
cerca.
La mujer sentada aquí enfrente, yo la conozco. Esa gente aquí, la
conozco. Creo que a Ud. no lo conozco. Yo no, pero Él sí. Y si Ud. tiene una
necesidad, de la misma manera que ha estado parado aquí en la
plataforma... Sí. Ahora, si alguien puede ver; espero que puedan. Paréceme
que la mujer se está tornando muy tenue, pero ella está... una u otra cosa
La Fe Es Nuestra Victoria 9
enfermedad. Es un Sanador; puede conquistar la enfermedad. Y fe es la
victoria que vence cada maldición del diablo. Fe es la victoria.
24 ¿Fe en qué? No fe en su iglesia, no fe en su credo, no fe en algún
hombre, pero fe en Jesucristo Quién hizo la promesa. Esa es la victoria. ¿Qué
es? Es la victoria. Ud. dice: “Mi brazo todavía está lisiado”. Pero fe es la
victoria. “Yo todavía me siento enfermo”, pero fe es la victoria. Oh, vence al
mundo. Cuando Ud. puede subir a Dios por medio de la oración, hasta ver la
cosa conquistada y bajo sus pies. Entonces no hay nada que le pueda
lastimar a Ud. Ud. ha vencido. Ud. tiene cincuenta millas (80 Km. Trad.) de
espacio suficiente. Entonces Ud. navega libremente.
Usted, que ha sido borracho y un esclavo del whisky, será entonces
señor sobre eso. Ese viejo diablo del alcohol que le hace beber, ahora es su
señor, pero cuando Ud. tiene fe, no me refiero a una manufactura, una fe
real, entonces él será su siervo.
Ustedes que no pueden dejar el tabaco, Uds. hombres y mujeres,
cuando la situación se torna en que pueden llegar a ese punto, en donde
tienen la fe para vencerlo, entonces lo dominarán.
25 Una mujercita, que está aquí presente, ella ha estado en este altar una
vez y otra y otra. Una buena mujer, pero ella empezó a fumar hace mucho
tiempo, y ella simplemente no podía vencerlo. Y ella venía y yo oraba por
ella, y parecía como que no podía vencerlo. Y la... y de repente, le dije a ella
aquí; le dije: “Habrá peligro más adelante en el camino”.
Ella dijo: “Bueno, Hermano Branham, yo he llorado, he suplicado”.
Como pueden ver, sólo emocionada, dándole golpes al aire. Eso no
servirá de nada. Y yo me bajé y oré con ella y puse mis manos sobre ella, y
se iba y en unos cuantos días la volvía a ver, lo tumbaba a uno con el olor al
cigarrillo, las manos todavía cafés.
Y una noche, en otro lugar, ella fue con el doctor, empezó a sentirse
enferma y a debilitarse, solamente una cosita larga y delgada, y el doctor la
revisó y dijo: “Cáncer, por fumar cigarrillos...” Y estaba allí acostada ya para
morir. Entonces ella se puso seria en el asunto.
26 Vean, un hombre ahogándose alargará su mano a una pajilla (pitillo o
popote. Trad.) Mientras que Ud. pueda salir de esta iglesia en esta noche y
conocer que puede unirse a la Metodista o Bautista, mientras pueda
sentarse aquí y decir: “Ahora, solamente voy a... soy una buena persona. No
hay nada de malo en mí”. Seguro, no se puede hacer nada con Ud. Eso es
correcto. Pero cuando pueda ver sus pecados como Dios los ve a la luz de
Su Biblia, cuando los vea, se arrepentirá o perecerá, algo tendrá que tomar
lugar. Se pondrá serio en el asunto.
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Salga de aquí y con una sofocación alrededor de su corazón, el doctor
sentado allá quizá se levante, venga hasta acá y lo revisé, dirá: 'Es un
ataque al corazón“. Ud. se pondrá serio en el asunto. Entonces fue cuando
ella se tuvo que poner seria en el problema. Y la mujer está sentada ahora
mismo mirándome.
27 Y el Hermano Roberson en la parte de atrás, y el Sr. Woods aquí
presente, el Hermano Woods sentado aquí en alguna parte, y yo estábamos
de cacería, creo, en alguna parte con la camioneta. Y el Espíritu Santo
pareció movernos hacia el rumbo de los Knobs donde estaba ella. Y cuando
llegué allí, ella había tenido un sueño, y cuando el Espíritu Santo entró al
cuarto, y que ella se había puesto seria en el asunto, ella no volvió a fumar
un cigarrillo desde ese entonces, y ha subido varios kilos de peso, y ellos no
pueden encontrar ni un resto de cáncer. ¿Qué es? Es la fe que vence. ¿Por
qué no se venció cuando estuve orando por ella? Ella solamente andaba
revoloteando. Pero cuando el doctor dijo: “Tienes cáncer y vas a morir”. Ella
se puso seria en el asunto. De esa forma tiene que ponerse.
Cuando Ud. se pone serio en el asunto, ¿por qué esperar más tiempo?
¿Por qué no ponerse ya serios en el asunto? Ponga su fe en Dios. ¿Qué si la
mujer hubiera tenido su fe puesta en mí? Hubiera fallado, porque yo soy un
hombre. Pero cuando ella cambió su fe, no al Tabernáculo Branham, o a
William Branham, o a alguien más, pero colocó su fe en Jesucristo, entonces
obtuvo fe. Ella subió más arriba de todo temor y dudas, y Dios la sanó. Y oh,
ella venció. La fe es la victoria que vence.
28 Muy seguido me he preguntado porque los Cristianos quieren estarse
agitando con esas cosas, de todas maneras. Hombres y mujeres vienen a mí
muchas veces y dicen, en sus confesiones y demás, cuando tengo las
entrevistas privadas, y ellos... y hacemos que hagan un movimiento, que
confiesen la vida inmoral y todo tipo de cosas, porque ellos no pueden
negarlo. El Espíritu Santo estando presente. Si ellos tratan de encubrirlo, se
los sacará. Así que es mejor que lo digan. Si tratan de salirse, el Espíritu
Santo los detiene, les dice: “Espera sólo un minuto, aquí hay una
cierta....cierta cosa”.
Así que cuando vienen, ellos me empiezan a decir de pequeñas cosas del
mundo, y lo he notado entre... en creyentes. Está llegando a algo. ¿Para
qué andar a la deriva? Obtenga alguna ambición propia. Fije su meta en
Cristo y renuncie coincidir con el mundo.
29 Si levanta una revista, dirá: “Ahora, los sanadores Divinos de éste día,
no hay tal cosa como sanadores Divinos”. Eso le pondrá dudas en su mente.
Alguien empieza a decir en la radio, o a predicar un bonito sermón, pero
dicen: “Los días de los milagros ya pasaron”. Usted lo apoyará. Vea, eso lo
debilita a usted. Los deja fuera. Alinéense con Dios. Una de dos: o sea lo
La Fe Es Nuestra Victoria 23
uno de los síndicos, pero anteriormente fue un Testigo de Jehová. Esto en
verdad fue una gran cosa para él. Cuando él llegó a Louisville, y vio al Señor
hacer algo, él tenía un hijo lisiado, un tipo de parálisis infantil le había
encogido la pierna. Él seguía las reuniones, yo no sabía... nunca había oído
de él. Pero cuando él vino para acá... Iba regresando de algún lugar, de
Suiza, sentado muy en la parte de atrás del edificio esa noche, el Señor
Jesús llamó al niño, David, y lo sanó. Y ahora, el niño casi ni puede distinguir
en que pierna fue, que fue sanada. ¿Ven? Oh, cientos de cosas, si tan solo
pueden creer.
64 Ahora, un suceso que puedo recordar, y yo en verdad que lo pedí, me
acuerdo de... fue que... Vi a una gente Amish, creo que son, o pudieran ser
Menonitas, una, en el edificio, con las pequeñas mujercitas usando sus
gorritas. Eso fue lo que provocó que me acordara de esto. Fue en Ft.
Wayne, Indiana, y había allí una pequeña muchachita Menonita, que había
recibido el Espíritu Santo, o pudiera haber sido Amish; era uno de los dos...
uno u otro de esa gente, ya sea que fuera Menonita o Amish. Y ella era
una... una linda jovencita, y estaba tocando “El Gran Médico Ahora Está
Cerca, El Compasivo Jesús”. Y había un... un pequeño bebé, que me pusieron
en los brazos, que estaba lisiado. Y cuando oré, el pequeño bebé sanó, y
brincó de mis brazos, y corrió por la plataforma, y la madre se desmayó. Y la
jovencita Amish o Menonita, conocía a la dama, y ella... el Espíritu Santo la
impactó, y empezó a gritar. Y ella levantó sus manos y corrió del piano, y el
piano nunca falló ni una sola nota, tocando “El Gran Médico Ahora Está
Cerca, El Compasivo Jesús”. Venían de esos pasillos de todas partes, la
gente se amontonaba una sobre otra, y esas teclas de marfil moviéndose de
arriba y abajo: “El Gran Médico Ahora Está Cerca, El Compasivo Jesús”. Y
ellos acostados en el suelo, y los pasillos llenos de... de terror, de... o de la
Presencia del Espíritu Santo... Él aún vive. Él todavía es Jesús.
65 Ahora, muy quietamente vamos a tararear eso por un minuto, y luego
nosotros... y luego veremos lo que el Señor tiene. Ahora cada uno
acomódese a sí mismo a la fe, y empiecen a mirar para este lado, y crean
con todo su corazón.
El gran Médico ahora está cerca...
Señor Jesús, yo oro que Tu concedas estas... [El Hno. Branham ora
quietamente. Trad.]
... corazones a consolar,
Oh, escucha la Voz de Jesús.
La nota más dulce en canción de Serafín
La más dulce...
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60 Ahora, si todas las personas enfermas que están aquí... Quiero que
todos sean tan reverentes como les sea posible. Ahora, yo creo... Yo soy
uno que cree mucho en las emociones. Yo creo, que cualquier cosa que no
tiene emoción está muerta. Si su religión no tiene una poquita de emoción en
ella, debería de enterrarla, porque... Pero hay tiempo para todas las cosas.
Si Ud. viene a mí, y yo pudiera dárselo, y me dijera: “Hermano Branham,
necesito cien dólares”. Si viene a mí respetuosamente, y dice: “Hermano
Branham, necesito desesperadamente cien dólares”. Y... y Ud. sabe que yo
tengo cien dólares en mi bolsillo, y Ud. cree que en base a... siendo amable
conmigo, que yo le daré esos cien dólares. Pues mire, Ud. se pararía ahí
reverentemente esperando recibirlos. Y después cuando le dé los cien
dólares, Ud. sencillamente podrá gritar tan fuerte como quiera hacerlo. Ud.
tiene los cien dólares en su mano. ¿Ve? Ahora, pero al venir, venga con
respeto, no venga gritándome y pidiéndome los cien dólares porque tal vez
no le entienda. ¿Ve? Pero venga y pídamelos, después cuando le dé los cien
dólares, entonces empiece a gritar. Así que cuando...
61 Vayamos a Dios y pidámosle a Él que mueva Su Espíritu Santo en las...
por los lados de las paredes, por afuera de las paredes, en donde sea, no me
interesa en donde esté parado. Donde quiera que fuere, no me interesa. Si
es al otro lado del país y está orando por alguien. Él se moverá.
Y solamente esperemos verlo. Dios dijo: “Probadme”. Esa es una buena
manera de probar si Dios es Dios o no. “Probadme”, dijo el Señor. Ahora, si Él
es Dios, luego... y nosotros sabemos que lo es, pidámosle a Él que haga esta
noche las cosas que Él hizo, y luego Ud. no tendrá que venir hasta acá. Si
sucede, por lo menos en tres diferentes personas, a través del edificio, si
sucede que... si cae en personas que conozco, yo... yo no aceptaré esa.
¿Ven? Yo quiero que... en alguien que yo no conozca.
62 Ahora, en lo que concierne a las dolencias, solamente hay una persona
aquí, que conozco, con una dolencia, y no es una dolencia, es mi buena y
dulce amiguita Edith Wright, sentada allá atrás. A ella la conozco, ella había
sufrido por años. Nosotros oramos por ella, y ella nunca... desde entonces
se le fue el dolor, por varios años ya, pero el Señor nunca ha liberado a la
muchacha de su aflicción. Yo sé que está mal con Edith. Pero aparte de eso,
no conozco a nadie aquí, qué enfermedad tengan. Pero si Uds. me conocen,
entonces preferiría que Uds. vieran que no soy yo, que es el Señor. Oren
ahora Uds.; yo oraré, y solamente creamos en el Señor.
Y ahora, Hermana Gertie, tan despacio como pueda hacerlo, quiero que
toque: “El gran Médico Ahora Está Cerca, Jesús El Compasivo.
63 Estoy mirando a través de aquí al Hermano Banks Wood, un amigo mío.
Cualquiera sabe... sabe que el Hermano Wood es de aquí del Tabernáculo, es
La Fe Es Nuestra Victoria 11
que Ud. es o no sea nada en lo absoluto. Si la Biblia de Dios no lo enseña,
entonces apártese de ello. Si en verdad lo enseña, entonces quédese con
ello.
30 Me recuerda de esto, por ejemplo, ¿qué si fuésemos a tomar un pequeño
viaje dentro de treinta días a partir de ahora, hacia otra tierra? Y en esta
tierra, el clima fuera tan hermoso, al grado de no regresar nunca más. Y en
aquel lugar nunca nos fuésemos a morir o a envejecer, pero podríamos
simplemente vivir para siempre. ¿Pudiera yo imaginar el verlo a Ud. yendo a
la tienda de diez centavos a comprar un montón de cosas para llevar? Ud.
estaría tratando de deshacerse de toda la chatarra que tiene. Y cuando Ud.
se agita así mismo yéndose a unir a una iglesia y luego a otra, solamente
acumula más chatarra. Pero si pensara hacia donde está yendo, Ud. se
despojaría de todo ese montón de dudas y tonterías. Ud. tendría una fe
verdadera.
31 Yo le digo a la gente... Dicen: “¿Es Ud. el Hermano Branham, que ora por
los enfermos?”.
“Si”.
“Bueno, eso va en contra de mi fe”. Entonces no tiene nada de fe. La
Biblia lo enseña.
Y ahora, mucha gente viene a la línea de oración y dice: “Bueno, yo
tengo toda la fe”.
¿Entonces, que está haciendo aquí? Oh, no es así. La fe real no conoce
derrota. No puede ser derrotada. Aún la muerte misma, no puede derrotarla.
No conoce derrota. Las tribulaciones conocen la derrota, pero la fe no
conoce derrota. No puede ser derrotada, y es de la única manera en la que
Ud. puede agradar a Dios. “Porque sin fe es imposible agradar a Dios”, así
dice en Hebreos 11.
32 Y en este lugar, ¿cómo pudiera imaginarlo a Ud. yendo alrededor, y unos
de Uds. Cristianos usando una jerga común, usando palabras indecentes y
sucias, sin embargo perteneciendo a la iglesia? ¿Pudiera imaginarlo yendo a
otra tierra, y luego yendo por toda América aprendiendo toda la jerga
americana que saben... escuchándola? Ciertamente que no lo haría. La cosa
que estaría procurando hacer, sería el estar aprendiendo unas cuantas
palabras del lenguaje que usan allá. Eso es correcto. Por lo menos decir:
“Cómo le va”, en cualquier caso. Y yo creo que sería... nos conviene como
Cristianos, y más en este día, si estuvieran tratando de aprender un lenguaje
celestial, las alabanzas a Dios, que vamos a cantar allá y disfrutar. Y la
gente que no cree en gritar, ¿qué harán cuando llegue allá? Estará tan fuera
de lugar. Mejor sería que consiguieran fe y vencieran ahora, porque fe es la
victoria, que vence. No, Ud. no estaría siguiendo cositas como esas, usted
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estaría teniendo victoria.
Ud. dice: “¿Cómo lo hago, Hermano Branham?”.
Pues, es muy sencillo, solo es... Ahora, en las reuniones aquí, Ud. se
pregunta cómo someterse, aquí está cómo... La gente en el edificio, a
muchos no los conozco. Y en mis reuniones algunas veces, no conozco a
nadie, aún en diferentes lenguajes. Pero, ¿cómo puedo yo... cómo lo sabré?
Es sometiéndose Ud. mismo. Solamente entréguese al Espíritu Santo.
Entonces ya no será Ud.; usted no sabe lo que va a decir. Ud. solamente lo
dejará a Él hablar. Es tan simple como eso.
33 Muchos de Uds. tienen fe en sus doctores. Y deberían de tenerla, si
tienen un doctor. Y ahora, cuando algo se torna mal en Uds. acuden a ese
viejo doctor en el que creen. Eso es lo que deberían de hacer. Eso es bueno.
Y después, ustedes le exponen su caso. Si él les dice que deben ir al
hospital, Uds. no hacen otra cosa más que irse a sus casas y empacar la
ropa e irse al hospital. Seguro. Uds. le tienen fe al doctor. Y si él decide que
Uds. no quieren ir al hospital, o mejor dicho, que tienen que ir al hospital, él
les escribirá una receta y les dará una bolsa llena de pastillas. Y Uds. las
ingieren, y no saben lo que contienen esas pastillas, pero Uds. tienen fe en
su doctor.
34 ¿Y qué de Dios? Y Uds. tienen miedo de ingerir algunas de las “Pastillas-
evangelio”, que Él les da: “Por Sus llagas han sido sanados. Fe es la victoria
que vence al mundo”. Ingiéranlas y vean lo que sucede. Es una confianza;
Uds. mostraron la confianza que le tenían a su doctor al tomarse su
medicina, que ni siquiera saben lo que tiene. Uds. mostraron confianza en el
doctor al momento que se sometieron a una operación. Eso prueba su
confianza en el doctor. Pero cuando se refiere a Cristo, ustedes tienen miedo
de tomarlo a Él por Su Palabra. ¿Cómo puede ser? Fe es la victoria.
Ud. puede someter su caso a Jesucristo, en esta noche, de la misma
manera que sometieron su caso al doctor. Dame lo que quieras, Señor; Tú
eres el doctor a cargo del caso. Entonces tendrán la victoria. Entonces
tendrán la fe que vence. Ud. ya no buscará otra línea de oración; ya no
buscará nada más; lo tendrá allí mismo; todo estará arreglado. Ud. nunca
brincará de iglesia en iglesia para ver si éste lo tiene, o aquel lo tiene, ellos
no lo tienen. Ud. lo tendrá entonces. Cuando Ud. tenga esa fe, tendrá la
victoria.
35 Les diré lo que necesitamos esta noche en América, y lo que nosotros
necesitamos esta noche, aquí en este tabernáculo, es dejar que el Doctor
Jesús entre y realice una operación en nuestra fe. El doctor les dice que
tienen una pequeña apéndice: “Esta envenenada, tiene que extraerse. Usted
tiene esto, aquello y lo otro que está mal: tiene que extraerse”. Bueno, él la
La Fe Es Nuestra Victoria 21
no me verá más, empero vosotros me veréis. Las obras que Yo hago,
vosotros también las haréis, y aún mayores que estas, porque Yo voy a Mí
Padre. Y Uds. harán mayores que estás”.
Aquí está, nosotros estamos viviendo en este último día. Jesús está
aquí. Oremos, y creámoslo, y Ud. créalo mientras yo oro.
57 Señor, aquí está un grupo de gente, y Tú eres el gran Dios. Vemos en la
Biblia, en donde Tú sanaste multitudes, en donde a través del viaje de
Israel, Moisés, cuando ellos salieron del desierto, no hubo ni una sola
persona débil entre ellos. Tú eres el gran Doctor; Tú eres el gran Cirujano.
Y ahora, Señor, permite que esta gente, que está enferma en esta
noche en sus cuerpos o en sus almas, que ellos puedan ahora mismo
someter su caso en Tus manos, el gran Médico. Y realízales una operación,
Padre, al grado, que toda su duda sea quitada.
Ahora, Tu Palabra dice que Tú eres el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
Oramos, que Tú uses eso como un bisturí, y bajes ese bisturí y te declares
Tu mismo siendo el mismo. “Yo estaré con vosotros, aún en vosotros”. Y
después, Señor, cuando estas personas vea que Tú estás aquí, que su fe se
eleve sobre cada dolencia que hay en el edificio de pecado o enfermedad y
sean sanados. Porque lo pedimos en el Nombre de Jesús. Amén.
58 ¿Pueden darse cuenta o apreciar la posición en la que eso me sitúa?
Ahora, fíjense, hay por lo menos doscientas cincuenta personas paradas
aquí, más que eso, me imagino. Sí, yo creo que más que eso. Yo... yo no sé,
pero hay una gran hueste de ustedes que no conozco. ¿Cuántos hay aquí,
que no me conocen... que saben que yo no los conozco... que no sé lo que
está mal con Uds.? Levanten su mano. Sí, señor. Pues, por todos lados.
Seguro, no los conozco. Pero Él sí.
Ahora, si Él fuera a... Si Uds. solamente se someten a Él, y dejan que Él
les hable a través de la misma fe que aquella mujer tuvo, ¿Le creerán a Él?
Si... si... si es... si cualquier cosa es probada como un hecho cierto, es un
hecho cierto.
59 Si alguien viniera aquí y dijera: “Tengo la cura para el cáncer”. Él tomó
un cáncer en este lugar que se estaba volviendo maligno, y llevo a los
doctores allá, y les probó que el cáncer es curable. Todo el mundo correría
por eso, por la cura. Pues, hermano, yo he visto a Jesucristo curar muchos
cánceres, y en todo Él solamente pide una cosa; que pueda creer. Eso
parece ser la cosa más difícil. Yo lo he visto a Él abrir los ojos del ciego, que
el cojo ande, lo he visto a Él levantar al muerto después que han sido
muertos... pronunciados por el doctor. Muchas cosas, probablemente
tomaría... podría escribir muchos volúmenes de libros diciendo todo lo que yo
le he visto a Él hacer. Y sin embargo, es tan difícil creer.
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diez años, pero ASÍ DICE EL SEÑOR, ella acaba de ser sanada”. Y a la
siguiente mañana, cuando ellos entraron por la puerta, la enfermera la
encontró parada en la puerta, suplicando salir, normal en sus cabales. Ella le
mandó decir a su hermana, a Chicago, ella gritó, dijo: “Dios misericordioso,
eso es lo que fue dicho anoche en la plataforma”.
Ella dijo: “Querida, yo sé que no tienes dinero, pero te voy a enviar un
boleto de avión, rápidamente, vente para acá, mañana por la noche será la
clausura de la reunión”.
Y la mujer, que había estado en la institución de enfermedades mentales
por diez años, la siguiente noche se paró en la plataforma y le dio la gloria al
Dios todopoderoso.
¿Qué fue eso? Su hermana atravesó ese lugar de las cosas del mundo.
Las cosas del mundo no nada más significan el fumar, y el tomar, y correr a
espectáculos, significa incredulidad. Ella rompió todo eso hasta que encontró
esa fe que es vencedora. Ella dijo: “Si Dios puede hacer eso por aquella
mujer blanca, Dios lo puede hacer por mí, una mujer de color”. Dios lo hizo, y
Dios lo hará cada vez que nuestra fe pueda vencer la duda. No importa que
tan malo sea. Oh, Él vive.
55 ¿Hay personas aquí, que de casualidad estuvieron en Chicago, esa
noche, que escucharon el testimonio de la mujer? Levanten sus manos.
Bueno, sí, miren por todo alrededor. Claro que las hubo. Una mujer que había
estado en una institución, todos esos años... ¿Qué es? Fe es la victoria.
Ahora, si ese mismo Jesús está aquí esta noche, entonces si puedo
liberar mi fe hacia Su promesa, que Él vendrá de nuevo y hará la misma
cosa, si pueden Uds. dejar que su fe se libere hacia la promesa. Si Él lo hace
con cualquiera de Uds. sentados aquí en la audiencia, ¿creerán que Él
todavía vive? ¿Es esa la forma que Él lo hizo cuando estuvo aquí en la
Tierra? ¿Es esa la forma en que lo hicieron los apóstoles? Pablo puso su
mirada en el hombre y demás, y mientras que Jesús le decía a la mujer junto
al pozo, mientras la mujer tocaba Su manto, eso salió y reposó. Él se volteó
y dijo: “¿Quién me ha tocado?”. No sabía quién lo había tocado. Así que Él
dijo: “¿Quién me ha tocado?”. Todos lo negaron. Él dijo: “Pero yo me he
debilitado; virtud salió de Mí”. Y Él miró alrededor hasta que encontró a la
mujer que lo hizo, ella tenía flujo de sangre, y le dijo: “Tu fe tiene victoria”.
56 ¿Qué es? Él nunca dijo: “Yo te he sanado”. Él dijo: “Tu fe te ha salvado”.
¿Qué hiciste? Ud. tiene la fe que es vencedora, que somete, que pisotea
cada duda, porque decía en su corazón: “Si tan sólo tocaré su manto, seré
salva”. Jesús tenía... Ella tuvo que tomarse de algo que había pensando en
su propia mente. Aquí está Su misma Palabra reclamando que Él estaría aquí
en este día, y que haría lo mismo que hizo entonces. “Un poquito y el mundo
La Fe Es Nuestra Victoria 13
quita, para que el resto de Uds. pueda funcionar bien. ¿Y qué anda mal esta
noche con nuestra fe? Tenemos temor de dejar que Dios tome Su Palabra de
operación, Su bisturí, más cortante que una espada de doble filo y que nos
realice una operación, y que nos diga que todo nuestras pequeñas tonterías,
y patrañas alrededor están erradas, y que tenemos que dejar toda sombra, y
navegar hacia la promesa eterna de Dios. Oh, si hacemos eso, Jesús
realizará una operación en nuestra fe, quitando toda duda, todos los
temores, y toda preocupación, todo el pecado, todo lo que haya. Y después,
cuando nuestra fe haya sido completamente operada, saldremos una nueva
criatura. Seremos entonces diferentes. Necesitamos una operación.
36 ¿Pueden confiar en Jesucristo para la operación? ¿Pueden creer en Él?
Pueden decir: “Señor Dios, mas en Tu Palabra, mas en Tu Palabra, igual como
dijeron los discípulos en S. Marcos 5, cuando dijeron: ”Toda la noche hemos
estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en Tu Palabra, Señor,
echaré las redes“, dijo Pedro. ”Señor, soy un pescador; conozco las señales
cuando la luna está exacta. Yo conozco cuando los peces están mordiendo y
cuando no lo están. Yo conozco cuando están los bancos de peces y
cuando no lo están. No sólo eso, pero he trabajado toda la noche, y aquí
está un concilio de doctores conmigo, los Doctores Pescadores. Y
conocemos nuestro oficio, y nosotros hemos buscado esta corriente toda la
noche y no hemos atrapado nada. Mas en Tu Palabra, echaré la red, porque
el... el Jefe Cirujano lo ha dicho. El Jefe Doctor lo ha dicho“. Y ellos
encerraron una gran cantidad de peces de modo que sus redes se rompían.
¿Por qué? Fe es la victoria. Podría haber sido que no hubiese ni un sólo pez
en el agua. Pero cuando Dios ha hecho una promesa, Él creará peces y los
pondrá allí.
37 Tal vez no exista una posibilidad de que Ud. viva; pudiera estarse
muriendo de cáncer; pudiera estar atado a una silla de ruedas; pudiera estar
totalmente ciego. Yo no sé cuál es su problema, pero si Ud. toma la receta
del Doctor Jefe: “Y todo lo que pidiereis en oración, creed que lo recibiréis, y
os vendrá”. Y creed que esa fe vencerá cualquier dificultad que haya... Tal
vez Ud. se encuentra tan cargado con pecado al grado que su alma esta tan
manchada a más no poder. Tal vez ha tratado de deshacerse de ese mal
genio, de esa lengua calumniadora, esos chismes telefónicos. Tal vez ha
intentado todos los remedios que conoce, pero si tan sólo deja que
Jesucristo entre en Ud. esta noche, le hará una operación a su fe y le dará
una fe que sube más arriba que cualquier cosa que el mundo puede producir.
¿Por qué? Fe es la victoria, que vence al mundo.
38 ¿Cómo puede dudar, cuando Jesucristo el Hijo del Dios viviente esta aquí
presente, Su gran Espíritu Santo en este edificio? La Palabra prometió que:
“He aquí Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. Fue
prometido por el Señor. Dios tiene que cumplir Su Palabra. ¿Creen eso?
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Cuando Él prometió que haría estas cosas, Dios está obligado solemnemente
a hacerlo. Ahora, quiero que piensen en estas cosas. Si tienen pecado, si
hay cualquier cosa mal en su vida. Quiero que mediten en ello mientras
inclinamos nuestros rostros, para orar un momento.
39 Antes de orar, quiero hacerles esta pregunta. Quiero preguntarles si hay
un hombre, o una mujer, niño o niña en el edificio, que pudieran decir
levantando su mano: “Señor, pareciera que simplemente no puedo vencer.
Todo indica que yo sé que no debo hacer estas cosas; yo... yo sé que no
debiera hacer esto y lo otro, pero yo deseo que Ud. realice ahora mismo una
operación a mi fe, después de este mensaje. Deseo que me pueda dar una
revisión completa y opere en cada pequeña enfermedad de mi fe que me
está evitando el vencer estas cosas”.
Mantenga su mano arriba a Él, ¿lo hará? El Señor les bendiga. Levante
completamente sus manos. Un poquito... Despojémonos de todo peso, y del
pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos
por delante, puestos los ojos en el Autor y Consumador de nuestra fe, el
Señor Jesucristo.
¿Cuántos hay aquí que están enfermos y necesitados, levantarían sus
manos para decir: “Señor, opera en mi fe? Tengo una necesidad esta noche,
Señor”. Dios le bendiga. Fe es la victoria. ¿Cómo obtenemos fe? “Fe viene
por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios”. Ahora, a Uds. que están
necesitados, con pecado, no puedo hacer un llamado al altar e invitarlos
hacia acá al altar, por la manera que está diseñado el Tabernáculo, porque
no hay espacio. Hay personas que están paradas por toda la pared. Hay
personas que están... que están por todo el altar aquí, y es un espacio
donde sencillamente no lo podemos hacer. Pero yo voy a orar por Uds.
ahora, y Uds. sométanse a sí mismos a Cristo, sólo en esta hora, mientras
oramos.
40 Querido Dios, pedimos de Tu Divina misericordia sobre estas almas
penitentes que esperan, quienes creen que Tú eres y que eres galardonador
de aquellos que diligentemente te buscan. Y pido que Tú seas misericordioso
con ellos, Señor, y lo que hubiere, el cáncer de duda, el cáncer del
temperamento, lo maligno de la incredulidad, quítala ahora, Señor, y dales el
Espíritu Santo. Llena sus almas con Tu bondad. Bautízalos en Tu Reino justo
ahora, y ellos han levantado sus manos como confesión de su fe. Y
pidiéndote a Ti, Oh, Dios misericordioso, que les concedas esto. Porque ellos
han cambiado sus pensamientos de... de divagar por el mar. Ellos quieren
venir al muelle, y ser tallados por el Maestro Constructor, y ser hechos una
nueva criatura en Cristo Jesús. Y apoderados con Su Espíritu, gobernados
por Su voluntad; por lo tanto, concédeselos ahora mismo, Padre, mientras lo
pedimos humildemente en el Nombre de Jesús, Tu Hijo.
La Fe Es Nuestra Victoria 19
DICE EL SEÑOR, no se preocupe; él estará en casa sanado. Y a la siguiente
mañana, cuando estaba siendo llevado a un examen para operarlo de nuevo,
cuando esos grandes nódulos de la enfermedad de Hodkin se estaban
desparramando por su cuerpo, los doctores... Él dijo: ”Yo ni siquiera puedo
sentir un nódulo“. Y los doctores lo examinaron, y no pudieron encontrar un
nódulo. Lo pusieron a través de Rayos-X y le tomaron todos los exámenes, y
él estaba perfectamente bien, y se fue a casa al siguiente día y sano. ¿Por
qué? Fe es la victoria. Sin tarjeta de oración, sin haberle impuesto las
manos, nada, pero la fe es la victoria que vence todo. Esa es la manera.
52 En mi última reunión en Chicago, había una dama de color parada en la
plataforma. Dispénsenme, creo que era una mujer blanca, que estaba parada
en la plataforma. Y la noche anterior, una mujercita finlandesa estaba allá, y
Billy la había visto poner tanto dinero en la ofrenda para el Hermano Osborn,
para el llamado de sus campañas del African Black Gold. [Oro Negro Africano.
Trad.] Y Billy me dijo: “¿Cómo podía ser que esa mujercita, usando ese
vestidito moteado, cómo podría ella tener tanto dinero para echar en la
ofrenda?”.
Y cuando Billy empezó, ella le dijo: “Dame una tarjeta de oración,
querido”.
Dijo: “Ya no me queda ninguna”. Él se fue con Gene o Leo, que las
estaba repartiendo, y le preguntó, pero ya no tenían. Así que él le dijo:
“Hermana, la veo mañana por la noche y le daré una”.
Dijo: “Muy bien, querido”. Y fue a sentarse arriba a uno de los balcones,
por algún lado. Yo no me enteré.
53 Y después cuando yo llegué a la plataforma esa noche, y una mujer
estaba en la plataforma; ella estaba sentada allá, y rompió esa barrera hasta
un lugar en donde Dios podía operar en su fe. Y cuando ella llegó a ese
punto, fue dicho: “Esa mujercita sentada a lo lejos en aquel segundo balcón,
la segunda persona allí, con ese pequeño vestido moteado puesto, su
nombre es la Sra. Tal y tal, y ella está orando por su esposo, quién es un
despachador en el ferrocarril, sordo de un oído”. Ella casi se desmayaba; ella
era Luterana. Y sucedió que... cuando llegó a casa, y el Señor dijo: “ASÍ
DICE EL SEÑOR, él ha sido sanado”. Cuando ella llegó a casa, esa noche, él
estaba parado a la puerta regocijándose. Y en ese preciso minuto, su oído
se abrió cuando él estaba sentado en la silla de la oficina del despacho.
54 Y una mujer de color sentada allá vio eso y lo creyó. Y ella estaba
creyendo por su hermana, que había estado diez años en una institución
para enfermedades mentales en Little Rock, un asilo para dementes. Y el
Espíritu Santo vino a ella, y le dijo quien era ella y quién era su hermana, y
dijo: “Ella ha sido una maniática furiosa, golpeándose contra las paredes por
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49 ¿Qué fue? Algo se agitó. Esa gente no era flotante; ellos simplemente no
lo habían escuchado antes. Y cuando lo escucharon, con la simplicidad de un
niño, ellos sencillamente lo agarraron. Eso fue todo, ellos únicamente... no
tuvieron que someterse a una operación. Ellos simplemente lo vieron y lo
siguieron. Era de ellos. No hubo nadie que les pudiera decir lo contrario; ya lo
habían visto suceder.
Ahora, si el Señor Jesús todavía vive, y está aquí en Jeffersonville,
Indiana, en los Estados Unidos de América, si Él es el mismo Dios que estuvo
aquí, esta noche, para darle a ese predicador ciego su vista... Él es el mismo
Dios que le dio a esa niña... que se estaba muriendo de leucemia, cuando los
doctores, a la mañana siguiente, la pronunciaron sana.
50 Recientemente, tengo el artículo por aquí, yo creo, en uno de estos
libros, no estoy seguro. Lo estaba leyendo el otro día, y creo que lo puse de
nuevo entre las cosas que están aquí. A lo mejor no está, no estoy seguro.
Pero estaba leyendo un artículo en uno de los period... Aquí está, justo aquí.
Uno de los periódicos, de allá de Mich... o de allá de arriba en donde estaba
llevando a cabo una reunión, con un artículo en el periódico, donde hablaba
de una mujer. Yo... yo estaba en Burlington, Vermont. Y ella estaba toda
decepcionada; ella no recibió tarjeta de oración por parte de los muchachos,
ese día. Y Gene y Leo, y Billy, y algunos están aquí, que estuvieron allá. Y
ella estaba sentada muy atrás, y de repente, empezó a preguntarse el
motivo por el cual no podía estar en la línea de oración, y la primera persona
vino al frente, y se le dijo: “Ud. es la Sra. Fulana de Tal, de cierto lugar, y
algo, algo sucedió”.
En ese momento, ella rompió la barrera, ella dijo: “Yo conozco a esa
mujer, y sé que esa es la verdad”.
Y no pasó mucho desde que ella pensó eso en su corazón, que el gran
Espíritu Santo me hizo voltear, y dijo: “Sra. Fulana de Tal, sentada aquí (muy
atrás, el doble de distancia de este edificio), la pequeña mujercita al final
usando un vestido verde, dijo: ”Ud. es la Sra. Tal... de tal nombre“. Dijo:
”Usted está sufriendo con epilepsia; usted tiene de cuatro a cinco ataques
diarios“. Y dijo: ”Pues...“ Y ella brinco poniéndose de pie; esa era ella. Y ella
estaba tan asombrada, que no sabía qué hacer.
51 Y dijo: “No sólo eso, pero Ud. esta muy afectada, porque su esposo esta
en el Hospital de Veteranos, y ellos... le han removido prácticamente todo su
estómago, y ahora la enfermedad se le ha ido a otra parte del cuerpo, y no
hay oportunidad de vida para él, dijeron los doctores”. Y ella, con lágrimas
corriendo por sus mejillas, según lo explicó el periódico, ella levantó sus
manos en señal de que eso era la verdad.
Precisamente entonces en la visión, lo vi llegando a casa. Y yo dije: “ASÍ
La Fe Es Nuestra Victoria 15
Y ahora, Señor, hubo muchas manos quienes fueron levantadas o que
fueron levantadas. Se han dado cuenta que han ido de lugar en lugar,
muchos de ellos. Han manejado muchas millas a través de... de varios
estados para llegar a Tal y tal persona que ora por los enfermos. Y han
venido, quizás, de muy lejos hasta aquí, y yo en verdad aprecio eso, Señor.
¿Qué si ellos no me creyeran como Tu siervo? Entonces no vendrían. Te doy
gracias por permitirles tener fe en mi oración.
41 Señor Dios, oro sinceramente por cada uno de ellos ahora, que Tú, el
gran Dios del cielo, te puedas mover por Tu Espíritu Santo en sus vidas y que
cortes cada incredulidad. Permíteles conocer que la fe es la victoria., no
alguna persona en la Tierra, no alguna iglesia, o cierta oración de algún
hombre, lo cual todo ayuda, pero la fe es la victoria.
Leemos en donde dice que Tu Hijo, nuestro Salvador, fue a su propia
región, y hubo aquellos que dijeron: “¿Quién es este tipo? ¿No es acaso el
hijo del carpintero, acaso no lo conocemos y a su madre, y su nombre es
María? ¿No está aquí Judas y José y sus hermanas? Y fueron escandalizados
en Él. Y Él se maravilló de su incredulidad y no pudo hacer allí grandes obras.
42 Nos damos cuenta que no importa que tan grande pueda ser la persona
a los ojos de Ud., sin embargo es la fe de Ud. que es la victoria. Oro, Dios,
que Tú les enseñes a los hombres de esto, y Te muestres aquí esta noche,
en donde la fe está centrada en los principios de la resurrección de nuestro
Señor. Él no está muerto, pero Él está vivo para siempre. Y Él hizo una
promesa: “Yo estaré con vosotros siempre, hasta el fin del mundo”. Y
nosotros creemos que Él está aquí. Y oramos, querido Dios, que esta noche
Él se muestre a Sí Mismo visible, presente, y que entonces, el Espíritu Santo
agarre cada corazón, y realice la operación en la fe, para que ellos puedan
vencer sus enfermedades, y sus aflicciones, y sus dolencias, que salgan de
aquí con una fe anclada sin importar nada, si ni una sola cosa sucede, aún
así pueda crear una fe que dice hecho está. Esa es la victoria. Vence al
mundo. Porque lo pedimos en Su Nombre y para Su gloria. Amén.
43 Casi no puedo ver la manera de hacer un llamado a la línea de oración,
porque esa puerta está totalmente llena hasta la calle, y esta de acá está
totalmente llena hasta la calle, y alrededor de las ventanas, y alrededor de
las puertas, y aquí arriba. Pudiera intentarlo, si quieren que lo haga. Yo... yo
pudiera intentar llamar una línea de oración, pero diré esto, después de
predicar esto de la propia convicción...
Yo creo que si Uds. pueden ser tan reverentes como les sea posible, y
toman toda esa fe que tienen, como fe humana, y la ponen en las manos de
Dios, y dicen: “Ahora, Señor, tomo lo poquito que tengo para darte, y
permite que Tu fe venga a mí”. Yo creo que Él los sanará, y me permitirá
hablarles desde esta plataforma sin necesidad que Uds. vengan para acá.
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¿Pudieran creer eso? [La congregación dice: “Amén”. Trad.] Bueno, si
Uds. tienen su tarjeta de oración, consérvenla; de todas maneras las vamos
a usar. Así que creemos...
44 Ahora, quisiera... Eso me acaba de venir a la mente. Pues Billy Paul me
dijo cuando íbamos entrando hace unos minutos, que repartió unas tarjetas
de oración, también esta noche. Porque anoche llamamos muchas de ellas, y
él dijo: “Había unos ahí, papi, que querían tarjetas de oración, y les repartí a
ellos tarjetas de oración”.
Le dije: “Eso está bien”.
Él dijo: “¿Pero cómo va a hacer para llamar la línea de oración?
Para entonces la multitud llegaba allá atrás, ahora están alrededor de
todos los lados. Así que no queda casi lugar para hacerlo, para llamar la línea
de oración. Nosotros no... ¿Qué diferencia hace que estén parados aquí o
sentados en donde están? Pero se va a requerir algo de fe para hacerlo. Se
va a requerir la fe de Uds. más la fe mía, con la fe de Dios; júntenlas, y la fe
de Uds. y la fe mía desaparecerán, y la fe de Dios será predominante, y las
obras se harán.
45 Solamente quiero preguntarles algo, en base a esto: “¿Creen que esto
es la Palabra de Dios?” Entonces no puede mentir, si es la Palabra de Dios.
Tiene que ser verdad. Entonces si es la Palabra de Dios, y es verdad,
entonces Él está obligado a cada Palabra que Él habló aquí. Él está obligado
a cumplir esa Palabra.
Ahora, si Uds. estuvieran enfermos y muriendo de leucemia, o cáncer,
o... o lo que sea que tengan, tuberculosis, y vienen para acá, y son traídos
el... todos los ministros, que sabemos que están en el edificio, y los traemos
para acá y oramos por ellos, por cada uno de Uds. aún así, al menos que
Ud., usted mismo, tenga la fe, no funcionará. ¿Ven? Pero si alguien fuere
sanado, y tal vez Ud. se dé cuenta, que Dios lo sanó, o reclama que fue
sanado, eso ayudará a su fe, porque Uds. vieron que fue sanado.
46 En Durban, Sudáfrica, recientemente, estaba orando, y trajeron una
persona a la plataforma. Y Uds. conocen la historia; se las he contado a
muchos de Uds. Como fue que esa mujer fue sanada allá, siendo una
mahometana, y ellos simplemente trajeron a muchos de cada tribu, de las
cuales había como veinte tribus o más que estaban allí. Y luego cuando le
tocó el turno a un muchacho que había nacido todo encorvado y caminaba
con sus manos. Y cuando el Espíritu Santo comenzó a hablarle, (Él era un
Zulú) y cuando el Espíritu Santo empezó a hablar y le dijo a ese hombre, un
africano hotentote, ni siquiera distinguía entre la mano derecha e izquierda,
y aún le dijo cuál era su nombre. Ellos se levantaron, y el brujo se quedó
atónito. “¿Qué es está cosa nueva?”, dijeron. Y los jefes, que habían estado
La Fe Es Nuestra Victoria 17
siendo ventilados con abanicos, hicieron que dejarán de abanicar.
Pero se les fue dicho: “En la choza donde vives, hay una foto de mi
Señor, colgada en la pared”. Y su padre y madre, muy atrás de la audiencia
de cientos de miles de personas, se levantaron a testificar que era la
verdad.
Y dijo: “Ahora que... tienes un hermano, que estaba montando un chivo
amarillo o un perro, y se lastimó la pierna, y camina con muleta, y está
presente en la reunión. Pero su fe, justo ahora, ha vencido, y él está sano.
¿Pero por qué? El impacto que le causo un hombre blanco, que no podía
hablar su lenguaje, que le pudiera decir quién era, y lo que le había pasado.
¿Qué tipo de poder era ese?
47 Y el muchacho lo escuchó a través del traductor, y aventó al piso sus
muletas y ahí venía, corriendo y saltando de gozo. Y cuando su hermano,
que no sabía distinguir entre la mano derecha e izquierda, pero pensó que yo
estaba tratando de hacer que él bailara, una danza nativa, viendo que su
hermano estaba corriendo y saltando, causó algo en él, y atravesó las
barreras del pecado de incredulidad. Y volteé, y se estaba desarrollando una
visión, que le decía que se pusiera de pie; que él estaba sanado. Y el
muchacho, ni siquiera con suficiente inteligencia, con suficiente mente para
saber lo que yo había dicho, a medida que el intérprete se lo decía. Él traía
una cadena en su cuello, y yo lo tomé por la cadena, y le dije: “Jesucristo te
sana, ponte de pie”.
Ese muchacho, que había nacido afectado, se puso de pie, no sólo eso
pero en su mente cabal, lágrimas corrieron hasta su barriguita negra. Y la
gloria de Dios cayó en ese lugar, al grado que veinticinco mil nativos puros
fueron sanados a la misma vez.
48 ¿Qué hicieron ellos? La siguiente mañana, estaba sentado en la ventana,
después que el alcalde de la ciudad había venido, y dijo: “Mire por aquella
ventana; hay una sorpresa para usted”.
Y a la mañana siguiente, venían siete camiones grandes llenos de
muletas, y sillas de ruedas, y cosas, caminando por la.... viniendo por la
calle, junto con la gente que las habían usado, la noche antes, caminando
por la calle, y Zulús, y Shungai, y Buzutos, Cozethas, todos los diferentes
tipos de tribus que tenían guerras unas con otras, estaban en paz, mano a
mano, cantando: “Todo es posible, solo creed”, en su propia lengua nativa.
Y me levanté de la ventana, y puse mis manos al aire, y les respondí:
“Sublime gracia del Señor, que a un infeliz salvó”.
Fue una vista gloriosa, que estos ojos míos hayan alguna vez visto,
hasta que llegó el tiempo cuando vi la visión del Señor.