Ficha de lectura del capitulo “El hombre cordial”, del libro Raíces del Brasil, de

Sergio Buarque de Holanda.

Como introducción se nos explico en la primera clase que este autor es de los pioneros de
este tipo de escritura en Brasil, es un revisionismo histórico que pretende cuestionar el
porque de las formas de ser y actuar de la sociedad, mirar hacia el pasado en búsqueda
de reflexiones que puedan reflejar diferencias y similitudes con el presente y así quizás
hallar una respuesta a nuestras propias actitudes tanto individuales o colectivas.

El capitulo comienza haciendo una oposición de la persona en tanto pertenece a una

familia pero también es un ciudadano del estado, por lo que no es coherente pensar el
estado como una evolución natural de la familia conforme la sociedad humana se vuelve
más compleja.

Haciendo referencia a los personajes de Antígona y Creonte, se refiere a las diferencias

que se dan entre sociedad y familia, por ejemplo como algunos individuos podrían
cometer o no delitos por un sentimiento causado por los vínculos familiares y como alguno
se posicionarían del lado del estado como forma mas elevada en la jerarquía de la
organización social.

Como se fue consolidando la revolución industrial y el mundo moderno surge una

separación cada vez mayor del individuo de la familia al mismo tiempo que teóricamente
la educación tiende a instruirlo en su rol de ciudadano acercándolo más al estado.
Lo ejemplifica con lo sucedido en la organización del trabajo que antes se llevaba a cabo
en haciendas y se establecían más vínculos familiares que no se dan en los complejos
industriales que se erigieron luego.

La urbanización tuvo causas en el hecho de las migraciones asociadas a la

industrialización y los cambios que se dieron socialmente por esto. La educación superior
hacia trasladar a los jóvenes de las familias pudientes a la ciudad. Hace referencia a la
cortesía comparando la actitud japonesa que reverencia estos tipos de actos y la brasilera
que solo parece ser un remanente de tiempos donde primo el orden familiar como pilar
social y que esta lejos de ser cortesía real si no más bien la fachada para ocultar los
sentimientos o emociones.

Entonces dice que Brasil nunca tuvo una organización del tipo burocrático donde primen
objetivos sociales superiores a los los intereses particulares de grupos familiares; y esto
simplemente porque para cualquier tipo de sociedad que se haya formado, son los
vínculos consanguíneos, la familia, la que establece relaciones primarias entre los
individuos.

Apela al uso de diminutivos por parte de los brasileros para hacer ver las cosas de modo
más amena, y que la característica del pueblo que se manifiesta claramente en la religión
es justamente lo poco solemne del acto sino que se vive como un evento cercano o
familiar, y lo compara con la transición histórica del catolicismo en el medioevo que en un
momento paso de efectuarse el culto mayoritariamente en la iglesia para hacerlo dentro
del hogar o en el mejor de los casos en la capilla de la propiedad.