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Los avances logrados en la neurociencia nos han permitido comprender como funciona
el cerebro, y gracias a esto entender la implicancia y alcance de este en el proceso de la
adquisición de nuevos conocimientos. Desde el descubrimiento de la sinapsis por
Santiago Ramón y Cajal ha evolucionado el conocimiento profundo de todos los procesos
implicados en el aprendizaje. Es más, ahora sabemos que el cerebro cambia
constantemente y las conexiones neuronales también, y que este proceso se da a cualquier
edad 60, 80 y hasta 90 años, no se acaba. Creamos neuronas todos los días (Plasticidad
cerebral), las terminaciones pueden crecer y la sinapsis se vuelve más fuertes. En
conclusión, la influencia de la neurociencia ha cambiado la noción de la adquisición del
aprendizaje, ya que ahora mediante las nuevas técnicas conocidas podemos simplificar y
efectivizar todos los procesos implicados en la adquisición de la información, que nos
servirá para garantizar el avance y el bienestar de la sociedad.
Hasta hace unos diez años atrás, la educación se basaba en el uso de lápiz y papel, además
de una variedad infinita de numerosos libros, revistas, periódicos repletos de información
estática. Se tenía que ir a la fuente (bibliotecas, universidades, etc) para encontrar esta
información y muchas veces la misma era limitada no todos podían tener la posibilidad
de acceder a ella. Hasta hace unos pocos años, comenzó la revolución tecnológica y
digital, y esta se dio en casi todos los ámbitos de la vida cotidiana, desde la aparición de
la internet, se creo una fuente ilimitada de conocimientos al alcance de todos. Ahora, la
información no se debía buscar como antaño, sino mas bien daba la impresión que esta
nos buscaba. Cualquier individuo podía acceder desde un computador, tableta electrónica
o un teléfono inteligente a casi toda la información que conocíamos hasta la actualidad,
esto hizo que las formas de aprender fueran menos complejas y más dinámicas e
interactivas. Se acortaron las distancias y a través de la multimedia se fue haciendo menos
complejo el proceso de aprendizaje; y lo más importante fue que la información ya no
estaba limitada a un grupo selecto, sino que estaba al alcance de cualquiera. Un ejemplo
de la aplicación de la neurociencia, es que esta recomienda que los infantes durante sus
primeros años de vida esten más en contacto con la naturaleza y no se les fuerce a tener
que estar sentados y quietos durante mucho tiempo, ya que ahora se sabe que a esas edades
es cuando se construye las formas, colores, dimensiones en su cerebro, y que luego gracias
a estos se tejerán los conceptos sobre el mundo. No debemos de olvidar que el ser humano
madura a medida que crea nuevas redes neuronales y para esto se necesita nuevas
experiencias, las mismas que permitirá un mejor aprendizaje.