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ROSADO
Los componentes-MIP son todas aquellas prácticas que sirven para implementar
un programa-MIP. Estos componentes se utilizan para prevenir, reducir, o evitar
los daños de las plagas. Es probable que, en la misma localidad, donde se va
establecer un programa-MIP, se identifiquen posibles componentes, entre las
prácticas que realizan los agricultores para combatir las plagas. Muchos otros
componentes tendrán que ser introducidos basados en experiencias en otros
lugares, por referencias de casos similares, o por referencias en la literatura
especializada. En cualquier caso, es necesario verificar, mediante ensayos, los
efectos de cada componente en las nuevas condiciones, antes de proceder a su
adopción en campos de agricultores. Nada es más desastroso, para la
implementación de un programa MIP, que la recomendación de un componente
que no funciona. El objetivo de la estrategia general del MIP es bajar la posición
de equilibrio de las plagas y mantenerlas por debajo del umbral de daño
económico por tiempo prolongado (Fig 13:3B). Para lograr este objetivo se
priorizan tres tipos de medidas:
Cuando las variedades que se cultivan son susceptibles, las plagas encuentran
un medio muy favorable para desarrollarse y causar daño. Por eso, es deseable
contar con variedades resistentes o tolerantes para establecer un programa MIP
en condiciones auspiciosas, pues las variedades susceptibles son muy difíciles
de proteger. Desgraciadamente, no todos los cultivos cuentan con variedades
resistentes a las diversas plagas. Más aún, un cultivar puede ser resistente para
una plaga y no para otras. Por último, la existencia de una variedad resistente no
garantiza que el agricultor la prefiera, en consideración a su poca demanda en
el mercado, bajo precio de venta, bajos rendimientos, o alguna otra razón. De
todos modos, es deseable que, entre las variedades disponibles, se eviten las
más susceptibles y se seleccionen aquellas que exhiban algún grado de
resistencia o tolerancia, porque esta es la mejor manera de iniciar un programa
MIP. Según el nivel de resistencia de la variedad, se pueden distinguir dos
modalidades de uso:
a) Como método principal de control, utilizando variedades con muy alto nivel de
resistencia. Estos casos son más frecuentes con plantas resistentes a
enfermedades que plantas resistentes a plagas. Tratándose de cultivos con poco
valor económico por hectárea, que no soportarían incrementos en sus costos de
producción, como el control de plagas, el uso de variedades resistentes podría
ser la única alternativa.
Utilización de Entomopatógenos.
Cuando, a pesar de los esfuerzos realizados para manejar una plaga sin la
opción química, dicha plaga, clave u ocasional, se incrementa desmedidamente
y amenaza la producción, no queda más alternativa que recurrir a una medida
de efecto rápido, que restituya un balance entre la población y los componentes
de manejo. La aplicación de insecticidas suele ser el único recurso. El uso de
insecticidas como componente MIP, sin embargo, es diferente al uso de
insecticidas como método convencional.
III. INTEGRACION DE LOS COMPONENTES CLAVES
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