Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
A fecha fija
A un plazo contado desde la fecha
A la vista
A un plazo contado desde la vista
A fecha fija
El vencimiento puede ser expresado a fecha fija, o sea se determina día, mes y año precisos
(se determina un día exacto de su vencimiento). En este caso la letra deberá ser presentada
al pago el día de su vencimiento o en uno de los dos días hábiles siguientes. En caso de letras
domiciliadas en cuenta bancaria la presentación a través del circuito bancario equivale a su
presentación al pago.
Como norma los días inhábiles no se excluyen en el cómputo pero si la letra vence en un día
inhábil, la ley señala que se pasa el vencimiento al primer día hábil siguiente.
A la vista
El vencimiento puede ser a la vista o sea pagadera a su presentación. Hay que hacer notar
que la LCCH (abreviatura de la Ley Cambiaria y del Cheque) no deja libertad absoluta para
que el tenedor la presente cuando quiera, ya que tiene la obligación de hacerlo dentro del
año siguiente a la fecha de libramiento. Sin embargo este plazo puede ser acortado por el
librador, que también puede disponer que no se presente al pago antes de una fecha
determinada.
PLANTEAMIENTO
¿Cuáles serían las diferencias más relevantes respecto a la prescripción extintiva
y a la caducidad?
RESPUESTA
1) Los plazos de caducidad no son susceptibles de interrupción (siendo ésta la regla
general susceptible de determinadas excepciones), a diferencia de la prescripción. Por
tanto, cabe decir que el plazo de la caducidad será fijo, fatal e inmutable al contrario del
plazo de la prescripción.
2) Los efectos de la caducidad no pueden ser renunciados por aquél a quien favorecen
(debido a que en ésta existen intereses supraindividuales, públicos), mientras que en
la prescripción es posible esa renuncia (para la prescripción ganada, no para las
prescripciones futuras).
3) La caducidad no requiere que el sujeto pasivo la alegue, sino que actúa por sí misma,
y por tanto, va a obligar a los Tribunales a declararla de oficio, a diferencia de la
prescripción que sólo puede tenerse en cuenta si el demandado la alega expresamente
en un procedimiento judicial. En caso de que el sujeto pasivo no alegue la existencia
de dicha prescripción, el derecho ejercitado tendrá sus efectos frente al sujeto pasivo,
que tendrá que cumplir la obligación independientemente de que exista la prescripción
del derecho.
4) Los plazos de caducidad suelen ser muy breves, al contrario de lo que sucede con
los casos de la prescripción.
5) La prescripción se da respecto a los considerados como derechos patrimoniales (con
determinadas excepciones), quedando fuera de la posibilidad de prescripción los
extrapatrimoniales. Sin embargo, cabe la posibilidad de la existencia de caducidad
respecto además de determinados derechos patrimoniales, de otros extrapatrimoniales,
como sería el caso de derechos de la personalidad (derecho de honor, intimidad e
imagen entre otros) o por ejemplo como serían determinados derechos, facultades y
acciones que van a afectar al estado civil de las personas (pongamos como ejemplo las
acciones de filiación).