Tarea 6 1

Alumna: Elizabeth Tapia

Profesor: Roberto Ávila

Curso: Coaching ontológico

Fecha:

Tarea

a) Recuerde una situación en su vida personal donde encuentre un dialogo interno diferente al
dialogo externo… Ahora responda:

- Que le ha llevado a no tener coherencia entre el dialogo público y el privado

- Que emoción le transitaba en ese momento

- Como lo sentía en su cuerpo, en que parte de su cuerpo

- Ahora. diseñe una nueva conversación para la misma situación donde tenga
coherencia entre ambos diálogos

- Identifique que emoción surge ante esta nueva situación

- Responda, existe alguna dificultad que impida establecer esa nueva conversación

- Que considera que debe hacer para cambiar el observador que es ante esta nueva
situación

b) Diseñe una conversación para coordinar acciones teniendo en cuenta todos los elementos
y los tres dominios (cuerpo-emoción-lenguaje)

a) Me sucede con el tema de la religión en mi familia, mas particularmente con mi madre.

Ella es una creyente extrema de la religión evangélica cristiana. No asiste demasiado a la
iglesia, pero todo el día se la pasa hablando de Dios, de Cristo y de los escritos de la
biblia. Desde mi adolescencia tomé una postura en desacuerdo frente a la iglesia por las
incoherencias que veía en ella. La biblia me parecía un cuento, lleno de fantasía y de más
incoherencias. Pero jamás pude ponerme frente a mi madre o a mis hermanos a hablar
acerca de esas incoherencias o de contrariar las escrituras con mis comentarios.
Estimo que la diferencia entre ambos diálogos, radica en el tipo de formación recibida
desde niña. Siempre fiel a los valores bíblicos y el mandato de no hacer nada contrario
porque sería un pecado. En honor al concepto de pecado viví gran parte de mi vida
agobiada por la culpa y la necesidad de absolución.
La angustia fue siempre la emoción que me acompañó en esos momentos y siempre la
sentí en el pecho.
Una nueva conversación sería la de exponer mi punto de vista y mis dudas. Porque al ser
un tema tan urticante nunca me tomé la molestia de indagar el porqué de mi postura. Tal
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vez otro punto a tratar en la conversación sería ese justamente: la falta de una postura
fundamentada y dotada de coherencia.
Creo que la nueva emoción sería sentirme aliviada, como quitarse un gran peso de
encima. Tranquilidad para poder seguir adelante y entonces sí ponerme en el camino de
indagar y asumir una postura que me satisfaga.
Existe una dificultad para encarar esa conversación, mi formación moral y ética. Siento
que para mi madre lo vería como una negación a Dios y yo misma creo sentir lo mismo,
aunque paradójicamente no esté de acuerdo. Cómo si tuviera dos diálogos internos.
Para cambiar el observador debería asumir una postura sólida, fundada, con argumentos
que puedan sostenerse por sí mismos. Entrar en claridad conmigo misma y lograr esa
coherencia internamente para luego sí poder exteriorizarla.

b) Conversación para coordinar acciones

Conversación con el papá de mi hija Julieta para coordinar nuevas acciones a seguir.
Julieta está en la edad de la adolescencia y tiene ciertos comportamientos que nos
preocupan. Antecedente: la adolescencia de nuestra hija mayor Lucila. Lucila fue una
adolescente de las que socialmente se denomina muy rebelde. Estuvo involucrada en
drogas y robo, fue tratada por una psiquiatra con medicación e intentó suicidarse en dos
oportunidades. Julieta es muy diferente a ella, pero igual consideramos tomar los
recaudos necesarios. Hemos acordado que pasé más tiempo conmigo, ella vive con su
papá, la pareja de su papá y dos hermanos. Debemos coordinar días y horarios, por un
lado, un discurso compartido por ambos y responsabilidades de cada uno de nosotros. Eso
en cuanto a nosotros. En cuanto a ella, acordar sus actividades, conversaciones necesarias
y sus responsabilidades.
Espero poder gestionar adecuadamente mis emociones y utilizarlas de manera positiva.
La comunicación por ahora es solamente telefónica.