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A 10 AÑOS VISTA
Risueño, A., Motta, I., Mas, K., Raphael, S., Fontenla, A. Mas Colombo, E.
Resumen
en los últimos años, la población adolescente sigue siendo foco de atención debido a la
Gran Buenos Aires acerca de sus conductas, consideramos necesario relevar la situación
actual, con el fin de generar estrategias de promoción y prevención, que disminuyan los
voluntaria, compuesta por 47 ítems, de los que hemos seleccionado aquellos referidos al
Although the number of persons who lives with the HIV and AIDS has
stabilized in the last years, the teenager's population still been the focus due to its
vulnerability and frequency of behavior's risk in sexual health and reproductive which
presents. The behavior's risk at teen-age represents the mainly reasons of morbidity and
mortality of this stage. The acquire and consolidated habits could also contributes to the
Ten years after the first researches in Buenos Aires City and Gran Buenos Aires,
we believe its a must to relieve the current situation, having the purpose to generates
promotion and prevention's strategies which decrease the HIV/AIDS transitions' risks,
alcohol addiction and others substances focused on the characteristics of the population.
We have established the relation between information and knowledge and its influence
at the risk's behaviors and HIV transition and how can perceive the relation between
them selfs. A descriptive and traversal research has been made throughout a self-
Introducción
las investigaciones científicas han aportado importantes avances que condujeron a que
no sólo haya aumentado el tiempo de vida de los enfermos sino que también se haya
retrasado la aparición del período sintomático y mejorado la calidad de vida para todos
ellos. Podemos aseverar que en estos últimos quince años con la implementación de los
de ser una patología subaguda y mortal a corto plazo, pasó a ser una enfermedad crónica
y controlable. No son estos los únicos cambios que sufrió el desarrollo de la enfermedad
de género” (2010, p 10). Según los datos de ONUSIDA, cada día ser registran más de
7.000 personas que contraen el VIH y casi 40 millones de personas viven con el virus en
fallecidos del 36% en la última década, asciende a 1,8 millones las personas que viven
con el VIH. Las dos terceras partes de los infectados viven en los cuatro países más
de Salud, viven 110.000 personas con el VIH pero solo el 70% conoce su serología, se
notifican 6.000 nuevos casos por año y la relación es de 2,1 varones por cada mujer
diagnosticada. Por otro lado, la edad media de diagnóstico es de 33 años en los varones
y de 32 años en las mujeres. Del cien por cien diagnosticados, un 34% corresponde a la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires y un 29% al Gran Buenos Aires, que sumadas a
otras zonas urbanas del país constituyen un 79,90%. Los datos, a su vez, refieren que
las personas que se han realizado la prueba se encuentran entre los 20 y 49 años y
reportan que su primera relación sexual ha sido alrededor de los 15 años. Ya habíamos
informado en comunicaciones anteriores y con datos proporcionados por ONUSIDA
(2008) que una enorme cantidad de jóvenes desconoce cómo se transmite el VIH/SIDA.
Encuestas efectuadas en 64 países indican que el 60% de los varones y el 62% de las
el VIH y cómo evitar su transmisión. Tales datos fueron confirmados por nosotros en el
de la gravedad de los datos epidemiológicos aportados por los organismos oficiales, nos
resulta llamativo que la Ley de Educación Sexual Integral (Nº 2110) en la Ciudad de
Buenos Aires que data de octubre del 2006, llegó 15 años después de la promulgación
prevención del SIDA como tema en los programas de enseñanza de los niveles primario,
transmisión del virus por relaciones sexuales y, como analizaremos luego, se convierte
2006 contamos con una ley de educación sexual integral, que se ha puesto en marcha
Colombo et al, junio 2007, pp5-7) que no están recibiendo la formación y actualización
que requieren para cumplir de manera adecuada con todas las responsabilidades que le
(GCBA, 2005; Guastini, Grieco, 2003; Maneiro, Rodal, Bargalló, 2003; Rogalski,
García Tuñon, Bicco Innamorato, Sigal, 2003) marcan un sesgo biomédico que deja de
lado al adolescente desde una visión integrativa en la que se lo considere como unidad
Risueño, Motta, 2008; Risueño, Motta, Mas Colombo, 2008). Desde nuestro punto de
vista estos errores estratégicos son los que no permiten que las buenas intenciones en
estos años su ser pensante, desvalorizando otros aspectos de sí mismo que son
con la razón y la técnica se puede controlar todo. Informar y conocer sobre el SIDA no
basta, aunque estos son postulados básicos de cualquier acción preventiva, sobre todo si
eterno. No alcanza con percibir o pensar, debemos mirar, mirarnos y mirar al otro. La
se mire (Risueño, Mas Colombo, 2001; Mas Colombo et al., 2002, 2003, 2004). Dada la
de riesgo y los conocimientos que tienen sobre VIH/SIDA. Además, dado que la
aún está imposibilitado de llevar a cabo un equilibrio dinámico entre el “quiero, puedo,
proyecto vital (Mas Colombo et al., junio 2007). Este es el aspecto que merece ser
vio en los antecedentes, presentan serios vicios. Quizás uno de los más importantes es
que la misma OMS (2005, 2014) aún planteaba la necesidad de fortalecer los sistemas
en práctica medidas concretas que ataquen el problema desde sus orígenes. El lograr
en riesgo la integridad de la vida. Los datos muestran el incremento, a todas las edades,
que la prevención se limita a brindar información sobre sexualidad a partir del modelo
que deben explicitarse los afectos y los vínculos en la dimensión que adquieren en el
planteado que no es suficiente con que en las currículas se contemplen estas temáticas
pensarse que les permita acciones tendientes al cuidado de sí y de los otros. Hace más
Aberastury, Mauricio Knobel (1976) y Edgardo Rolla (1976) ya hacían referencia a las
características de los adolescentes y a las dificultades de los adultos para hacerse cargo
de ello. Por lo tanto, si los adolescentes siguen siendo el grupo etario más vulnerable,
nos preguntamos en esta investigación qué es lo que saben sobre VIH/SIDA y cuáles
son las conductas de riesgo más frecuentes en ellos. Estos son datos fundamentales para
prevención en el marco educativo que corresponde a este período. Las acciones de salud
pública llevadas a cabo intentan aumentar gradualmente la información sobre este tema,
pero las mismas no son suficientes para lograr cambios reales de conducta. Estamos de
riesgo. No por nada muchos autores, desde el siglo pasado han dado en llamar al SIDA
dijo: “El comportamiento humano es más complejo que cualquier virus”; casi tres
décadas después estas palabras siguen estando vigentes y sin una respuesta adecuada y
las características propias del adolescente, sus conductas y en especial sus conductas de
Objetivos
información pertinente al VIH/SIDA que tienen los adolescentes que cursan sus
dicha población. A los efectos de: 1. Conocer si existe relación entre información,
población
Material y Métodos
de respuesta por parte de los estudiantes, y teniendo en cuenta que las temáticas
planteadas pueden rozar cuestiones privadísimas de los adolescentes, no se consideró
encuestas que se obtuvo responde a la cualidad de “voluntaria” que se subrayó para las
581. A los efectos del análisis cuanti-cualitativo de los datos se elaboraron cuatro
constructos, a saber:
3.- Conductas de Riesgo: toda aquella conducta o situación específica que real o
humano, teniendo en cuenta las conductas de riesgo general y sexual (Mas Colombo et
al., 2004).
prospectivas que posibilitan una imagen de sí mismo. (Mas Colombo et al., 2004)
Resultados y Discusión
Con respecto al constructo de información, los adolescentes dan cuenta que tanto
la familia como la escuela son los espacios pertinentes y válidos para recibir
información. En función del análisis comparativo entre el 2005 y el 2015 dejamos para
otra presentación el análisis de este constructo. Pero no sin antes señalar que aún
persiste esta temática como tabú y hay temas sobre los que resulta complejo conversar,
no sólo con los jóvenes sino entre los mismos docentes. Quedó planteada la necesidad
de más espacios de intercambio para reflexionar acerca de las incertidumbres que aún se
plantean y de allí partir hacia un trabajo en prevención. Podemos inferir que si subsisten
preservativo, etc. entre los adultos, cuánto más pueden existir entre los jóvenes. Si bien
el 76,41% de los jóvenes encuestados responde que la causa del SIDA es un virus, sólo
significado de la sigla VIH, lo que los lleva a desconocer, a su vez, que existen
diferencias entre ambas etapas del proceso VIH/SIDA (64%) y a confundir el virus con
la enfermedad. Aún persiste la creencia de que las personas portadoras de VIH pueden
ser reconocidas por su apariencia. En el 2005 los que respondían de forma incorrecta
eran el 26,4% (Mas Colombo et al., 2008), en tanto en la actualidad aumenta al 47,85%;
al mismo tiempo, el 66% de la muestra actual asegura no conocer a nadie que viva con
el virus. Las respuestas incorrectas a este ítem, nos muestran un elevado número de
encontrar a un portador con claros signos que evidencien la presencia del virus. Es en
relación con este riesgo que el 47,63% responde de forma incorrecta o no sabe que una
persona VIH+ que no tiene síntomas, puede transmitir el virus; ascendiendo el 4,73% el
transmite por relaciones sexuales sin preservativo, por lo tanto, según estas respuestas
una relación sexual. De esta manera, si estiman que no se puede prevenir efectivamente,
reparto masivo de preservativos. Por otro lado, los datos indican que solo el 49,74%
responden correctamente acerca del conocimiento del uso adecuado del preservativo,
por vía vertical [TV]. Existen evidencias de que la transmisión de madre a hijo puede
el riesgo de que un bebé se le transmita el virus durante estos períodos de alrededor del
recibió los cuidados adecuados. Los avances en diagnóstico y tratamiento han hecho
Perinatología, 1997). Las estrategias con las que cuenta la ciencia médica para evitar el
casos de transmisión vertical. Diversas son las causas a las que se atribuye este
fenómeno. Falta de ofrecimiento sistemático de realización de serología, deficitarios
el VIH. Por lo tanto, un 27% de la muestra no tiene información adecuada sobre este
(Mas Colombo et al., 2004) creemos que existe en el imaginario colectivo una suerte de
mujer en la que se consolidan los afectos, se proyecta el futuro y se asientan las bases
para la formación de una familia, muchas veces este ciclo vital es producto del
la prevención de futuras infecciones, las madres que viven con VIH deben reemplazar el
pecho por el biberón, lo que no las hace abandonar el amamantamiento como forma de
acercamiento y afianzamiento del vínculo con su hijo. Lo que sí nos preocupa es que
esto no sea dicho con claridad y que aún permanezca en el marco de la educación media
desconocimiento al respecto.
del humano” (Mas Colombo et al., 2002, p15). Actualmente, el enfoque de la atención a
la salud juvenil procura desde una perspectiva más integral y articulada reducir los
adultos como reguladores de la conducta. De otro modo, los adolescentes pueden tener
las veces pueden conllevar algún tipo de riesgo (Mas Colombo et al., junio 2007). Si
deliberadamente los adultos abandonan esta responsabilidad, el joven queda sin malla
social que lo proteja de sus propios impulsos, los cuales se vuelven contra sí mismo,
drogas (entre otras conductas de riesgo) al franco intento de suicidio. Sin embargo,
que las mismas se dan en una sociedad de riesgo tal como ya lo señalaba Beck (1998).
correr riesgos y las presiones sociales hacen difícil que digan “no” (Vogelmann,
etc. como algunas de las conductas de riesgo más frecuentes en los adolescentes. A
de alcohol asciende según lo reflejan los datos al 63,85%; porcentaje similares a los del
2005, lo que indica que las acciones preventivas no han logrado el objetivo de disminuir
el consumo. Estudios realizados en nuestro país desde hace más de una década
(Vogelmann, et al., 2004) y que continúa en ascenso señalan que algunos adolescentes
hacen uso del alcohol regularmente para compensar el estado de ansiedad, depresión y
la falta de destrezas sociales positivas. Cronenbold (2007, sept.) resalta que “el alcohol
muchas veces es usado como lubricante social". Claro es que el consumo de alcohol es
una práctica muy difundida en todos los sectores de la población. Tanto es así que
algunos autores lo consideran la droga de mayor uso y abuso del mundo; es muy común
entre los adolescentes y puede tener consecuencias graves. Un 50% de las muertes
debidas a accidentes, homicidios y suicidios de personas entre los 15-24 años, tienen
que ver con el abuso del alcohol. El consumo excesivo de alcohol reduce las
En nuestra muestra, el 26,85% de los que admiten haber dañado físicamente de manera
Surgen así modalidades conductuales que manifiestan "memoria sin afecto y violencia
sin emoción" (Leal Marchena, 2002). Es sabida la mutua influencia entre la madurez
del SNC y las conductas impulsivas y cómo éstas, a su vez, conllevan riesgo implícito
(Mas Colombo et al., 2004, junio 2007). En algunos casos, hablamos de conductas
riesgosas en sí mismas (por ej. mantener relaciones sexuales sin protección); en otros
semana, una vez a la semana, etc. El 50,30% de la muestra del 2015 y el 57,5% de la
muestra del 2005 ve el SIDA como una amenaza para su vida. Esto se relaciona con lo
que señala Weller (2004) en referencia a los distintos tipos de campañas de prevención;
las reacciones encontradas se relacionarían con una campaña del tipo de “prevención
SIDA como una amenaza de muerte, pero aún así no se cuidan. Directamente
hay que cuidarse. Por eso la necesidad de seguir buscando grupos de riesgo y la
responde de manera positiva o que no sabe a este ítem. Del mismo modo, sucede con las
tiene marca física. Así, como ya señalamos, el 47,85% de la muestra cree que se puede
reconocer por la apariencia a un portador del virus. Esto nos remite a las preguntas
claves. Al principio de la encuesta, antes de las preguntas acerca de lo que significan las
siglas VIH y SIDA, se indaga sobre si consideran que tienen suficiente información
ese punto fue posible la apertura de un espacio de reflexión con los jóvenes que
participaron de los grupos a los que se administró la encuesta ya que ellos mismos
comenzaron a solicitar talleres. Esto quiere decir que la acción tiene efectos, que se abre
conocimiento.
Conclusión
comportamientos que adopten ahora y los que mantengan durante toda su vida
gran parte de la información, los nacimientos y los servicios con los que la
generación actual de adultos dote a sus hijos. (Toledo Vila, Navas Pinzón, Navas
alto porcentaje de los adolescentes de la muestra presentan algún tipo de riesgo general
y/o sexual, sin diferencias significativas por género. Consideramos incluido dentro del
porcentaje de riesgo aún a aquellos que manifiestan una sola conducta de riesgo pues,
relevantes, en este caso, una sola conducta de riesgo puede convertirse en el cien por
la sexualidad. Esto nos lleva a reflexionar sobre las posibilidades que tienen los adultos
marco de una sociedad en crisis de valores. Se aúna a esta crisis societaria la crisis
entrar a la adultez con la madurez necesaria para encarar, y de ser posible, operar
adolescencia se requiere una presencia fuerte del adulto que sea capaz de oponerse
figuras parentales deben hacerse cargo de esta responsabilidad, aunque la misma debe
ser compartida por otras instituciones sociales (escuela, club, etc.). Es innegable que los
procesos de aprendizaje, sobre todo los correspondientes a los primeros años de vida y
a las exigencias relacionales entre el yo y el medio. Estas acciones que desde el medio
cambios a nivel cerebral, psíquico e intelectual. Quizás debamos pensar qué nos ha
la incapacidad para tolerar la frustración y el predominio del quiero ya, han generado
generaciones más jóvenes. Si esta sociedad se caracteriza por los trastornos impulsivos,
afectivas para tejer entramados humanos que posibiliten anticipar el mañana, supervisar
extinción. El desarrollo del adolescente se caracteriza por los cambios que se relacionan
del desarrollo de la identidad del yo corporal, del yo psíquico y del yo social (Mas
realización de un proyecto, de un futuro. Sin descartar el goce y el placer, pero sin caer
a esta investigación consideramos que las acciones que se emprendan deben ser los
praxis cotidiana permitirá que cada integrante de la comunidad pueda ser protagonista
de su propia existencia. No debemos olvidar que ya han transcurrido casi dos décadas
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