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El Lean Canvas surgió tras la fusión de dos modelos de emprendimiento: el Canvas

Business Model y la estrategia Lean. Su autor, el teórico japonés Ahs Maurya, lo dio a
conocer por primera vez en el año 2010 y a partir de entonces se ha convertido en una
valiosa herramienta para la definición del plan de negocios.

Recordemos que, básicamente, el Lean Canvas plantea la estructuración de un


negocio en nueve esferas: segmentos de clientes, problemas, proposición de valor,
soluciones, canales, flujos de ingreso, estructura de costes, métricas y ventajas
diferenciales de la marca en relación con sus competidores.

Dispuestos sobre un diagrama, la idea es que el emprendedor detalle lo mejor posible


cada uno de estos aspectos con el fin de obtener información básica para el
desempeño de su negocio. Es una especie de mapa o de hoja de ruta.

De ahí que también se le conozca como «lienzo de los emprendedores» y que, a


efectos prácticos, funcione como un gran puzzle que es necesario encajar antes de la
puesta en marcha de cualquier proyecto de empresa.

Pero no es un modelo exclusivo de las llamadas «statups» o empresas novatas. Tanto


si se aplica a proyectos que están a punto de ponerse en marcha como si ayuda a
reforzar la estructura de empresas consolidadas, el Lean Canvas reporta numerosos
beneficios, algunos de los cuales mencionamos a continuación:

1. Identifica debilidades y fortalezas de las organizaciones:

Lo más común es que una vez realizado el diagrama y establecidas las relaciones
entre las distintas categorías planteadas por el método Lean Canvas, queden en
evidencia algunas zonas oscuras sobre las que es necesario centrar la mirada. Son las
principales debilidades del proyecto de negocio. Sin embargo, del mismo modo suelen
aflorar las fortalezas. De la relación entre unas y otras depende, en gran medida, la
estrategia que adopte el emprendedor antes de poner su negocio en marcha.

2. Refuerza o define la identidad de la marca:

Esto es especialmente visible tras la definición de la propuesta de valor, que se refiere,


en pocas palabras, a aquellos elementos que hacen diferente a una marca. Sin
embargo, es un error creer que la identidad sólo la otorga el producto. Las marcas se
definen, en gran medida, por la estrategia de empresa; el producto, en último término,
no debe ser más que el fiel reflejo de dicha estrategia.

3. Aminora los riesgos derivados de la actividad comercial:

Muchos emprendedores se lanzan a la aventura de administrar un negocio sin conocer


las características del mercado al que aspiran ingresar, lo cual supone un error de gran
envergadura. El Lean Canvas, al identificar el segmento de clientes o los canales para
la distribución/difusión, permite que ese conocimiento se haga efectivo: el emprendedor
reconoce las dificultades con las que puede encontrarse en el camino.

4. Define las principales estrategias de cada compañía:

Es el principal beneficio del método Lean Canvas: definir la estrategia que el negocio
pondrá en marcha. Sin embargo, suele creerse que la estrategia sólo tiene que ver con
la manera en que se comercializa el producto. En realidad, «estrategia» se refiere a
todo: es la manera de estar de la compañía.

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