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CapituLo 3 1. Volver visible lo invisible Comenzar con un registro de una clase de Lengua en ja escuela es una manera de teorizar, es una manera de em- pezar a discutir algunos aspectos que se juegan en las si- tuaciones de ensefianza en el Ambito de la escuela. En prin- cipio y como marco general, reflexionar en torno a la productividad del andlisis de relatos del cotidiano escolar. {Qué hipétesis puede ofrecernos una clase particular en un aula particular? ,Qué saberes sobre la lengua se presentan? De qué teorfas provienen? {Qué concepciones de lengua y lenguaje sustentan? ;Quién es ese docente? {Quiénes son esos alumnos? {Cudles son sus comentarios? , Qué tarea se les pide? Esta perspectiva que parte de las practicas concretas —las clases— para poder interpretar o responder a estas pre- guntas, y a otras que puedan surgir de acuerdo a la situa- cidén que se esté analizando, se denomina “etnograffa’”’. Se trata de un modo de trabajo que availa el desafio que impli- ca construir un conocimiento nuevo a partir de la practica. Decimos que es nuevo, puesto que Ja inmediatez y la coti- dianeidad de la tarea de ensefiar ocultan muchas veces ma- neras de trabajar, mas o menos acertadas, que pueden re- 60 PAOLA ITURRIOZ sultar un aporte para repensarse y repensar aquello que re- sult6 satisfactorio y aquello que no lo fue tanto. Es nuestro punto de partida y nuestro punto de Negada. De partida, puesto que al atender lo singular y particu- lar de esa escena, nos posicionamos contra cualquier teori~ zaci6n que, en pos de su novedad o rigurosidad, suponga su eficacia, imaginando —en el mejor de los casos— unos alumnos y unos docentes que casi siempre son o ideales o deficientes, pero nunca “reales”. Unas teorizaciones, en fin, que también supongan que hay sélo unos conocimien- tos legitimos, y en una lengua legitima para nombrarlos, que prescribirfan cémo deben ser “las buenas clases”, “las buenas lecturas’”, “el buen hablar’, “Jos buenos alumnos”, “los buenos docentes”. Teorizaciones que ademas supon- gan, en base a estos preconceptos, que las teorias pueden “aplicarse” sin mas para la transmisién de los conocimien- tos. Son teorias legitimadas en dmbitos de investigacién, por ejemplo, que se simplifican para un otro a quien no se conoce y se supone. En definitiva, teorfas que pretenderian acaparar desde sus formulaciones los complejos procesos que se escenifican en el hablar, el leer y el escribir. Leer el relato de una practica no es “‘meter el mundo en una taza de té”, como metaforiza Clifford Geertz, a quien se considera padre de la etnografia; por el contrario, los pe- quefios indicios que se leen en la experiencia de un joven hablando de sus lecturas pueden ser, por ejemplo, los que permitan entender qué se juega en esa experiencia que no por ser tinica resulta sin valor. En este sentido, es nuestro punto de Hegada, pues reconoce docentes ‘‘transformati- vos”, teflexivos de sus propios haceres, capaces de rein- ventar una y Otra vez distintas maneras de configurar su trabajo, de seleccionar marcos teéricos, inventar consignas LENGUAS PROPIAS - LENGUAS AJENAS 61 y conocer las singularidades de los alumnos y los escena- trios. Volver visible lo invisible, volver extraordinario lo co- tidiano, es la tarea que emprendemos a continuacién con el andlisis de un registro de observacién de una clase de pri- mer ajio de polimodal en una escuela publica de la ciudad de La Plata,!8 Leamos el registro: La clase comienza partiendo de la lectura previa de un texto sobre la historia del periddico que los alumnos debt- an hacer en sus casas. La profesora les dice que lo que van a hacer en clase es “escribir un texto en el que tienen que contar a algtin conocido cémo nacié el diario, basdndose en lo que leyeron”. Pera, antes de comenzar, recuerdan al- gunos elementos necesarios para escribir un texto. Profesora: —A ver, (se acuerdan qué era el “registro” ? Un alumno (levanta la mano y responde): Sf, es el uso del lenguaje segiin la situacién comunicativa. Profesora: —j;Muy bien! ZY cémo te purece que puede ser esto, Emiliano? Emiliano: -Y, por ejemplo, si le hablo a un amigo, no le voy a hablar de la misma manera que a la directora. Profesora: —Bien, es decir que podemos tener un registro formal @ un registro informal. Emiliano: ~Si. Profesora; —Bueno, a ver ¢qué otra cosa tendré que tener en cuenta antes de escribir un texto? Otro alumno (levanta la mano y responde): Y..., a quién esté dirigido, , '8 En el marco de la clase de trabajos practicas en 1a cdtedra de Diddctica de la Lengua y la Literatura II y Practicas de Ja Ensefianza en Letras de ta Uni versidad Nacional de La Plata, trabajdbamos con los alumnos en el anal. de registros de clases que ellos debian realizar en diferentes escuelas puibli- cas. Este registro fue tomado por Mariana ea una escuela céntrica de la ciu- dad de La Plata. . 62 Paoa IruRRIOZ Varios (en tono de cargada): —jAy, qué clara la tenés! El mismo alumno: —Cémo no la voy a tener clara si estoy leyendo de la carpeta, bolu... Profesora: —Bien, gcémo se llamaba esa persona? ¢

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