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LAS REGLAS DE LA INTERPRETACIÓN BÍBLICA

LAS REGLAS DE LA INTERPRETACIÓN BÍBLICA

Pasos a seguir para estudiar un texto o pasaje

Observarlo

Interpretarlo

Aplicarlo

Observar un texto es preguntarse ¿qué dice?, Interpretar un texto es preguntarse ¿qué enseña?, Aplicar
un texto es preguntarse ¿qué cambio exige? Pecado para abandonar, promesa para creer, ejemplo para
seguir, mandamiento que obedecer, oración para repetir, error para evitar, pensamiento para adorar.

OBSERVANDO EL TEXTO O PASAJE

Para observar un texto debemos tomar en cuenta las siguientes reglas:

Regla de la definición

Esta nos enseña que todo estudio debe comenzar con el estudio de las palabras. Debemos empezar
definiendo los términos. La Biblia se lee igual que los otros libros, aunque es diferente que todos los
otros libros. En la Biblia un verbo es un verbo y un sustantivo común es un sustantivo común, igual que
en cualquier otro libro.

La regla de la definición implica el conocimiento de gramática. Debemos conocer nuestro idioma si es


que queremos extraer el correcto mensaje. Necesitamos una buena gramática, un buen diccionario y un
conocimiento de las figuras retóricas del lenguaje.
Es triste observar que abundan los maestros bíblicos que tienen un gran desconocimiento de la
gramática y por ello están diciendo que la Biblia dice lo que ella no dice. Pero ellos leen que eso es lo que
dice.

Juan 14,1-3

¿Cómo estudiar una palabra de la Biblia?

El trasfondo

1. Responde a la pregunta: ¿En qué contexto se encuentra la palabra?

La lectura

Mira en una concordancia completa:

El número de veces que la Biblia emplea esta palabra en el Antiguo Testamento y en el Nuevo
Testamento.

El número de veces que este escritor emplea esta palabra y en qué sentido la usa cada vez.

¿Dónde se usa más frecuentemente?

¿Por qué te parece que es así?

Mira los sinónimos de la palabra.

(Aquí una buena ayuda sería un léxico-concordancia, y observar como los traductores traducen una
palabra griega de diferente manera en diferentes pasajes).

Mirar en la concordancia si hay verbo, sustantivo, adjetivo o adverbio, derivado de la misma raíz que esta
palabra.

Mira como traducen esa palabra en otras versiones de la Biblia.

Consulta un diccionario bíblico o un diccionario expositivo de palabras ( W. E. Vine - 4 tomos de CLIE).

Define la palabra con lo que has aprendido de la misma, y vuelve a escribir el versículo en que se
encuentra, sustituyendo tu definición de la palabra por la misma.

Consulta un comentario sobre el versículo en que encuentras la palabra, y compara tus observaciones
con lo que dice allí.
Escribe una aplicación para tu vida, haciendo uso de la lista de 7 preguntas de aplicación

¿Qué hacer para observar correctamente un texto?

Lee solamente y apunta tus primeras impresiones.

Haz una lista de las repeticiones y palabras claves con sus significados.

Haz una lista, de las distintas oraciones gramaticales, frases y distintos pensamientos que contiene el
texto o pasaje.

Haz una lista de las conjunciones, preposiciones claves y adverbios, y pon una explicación de su sentido
al lado de cada uno.

Haz una lista de los verbos, su significado, su tiempo, modo, número, persona; el sentido de cada una de
estas variantes; y los sujetos y complementos de cada uno de ellos. (explícitos o implícitos)

Considera que tipo de texto es:

Un dato histórico.

Un mandamiento.

Una doctrina (enseñanza)

Una declaración.

Una exhortación.

Una promesa.

Una parábola.

Una profecía.

Lee varias versiones bíblicas.

Haz una paráfrasis del texto, usando tus propias palabras.

Escribe una aplicación para tu vida, haciendo uso de la lista de 7 preguntas de aplicación

¿Como estudiar un capítulo de un libro de la Biblia?

El trasfondo
1. Oriéntate en cuanto al contexto del capítulo, respondiendo a las preguntas ¿Qué viene antes y qué
viene después del capítulo?

2. Anota quién es el escritor y cuál es el propósito del libro.

La lectura

Lee solamente, y después de la tercera vez, apunta tus primeras impresiones.

Mientras lees, anota las repeticiones, palabras claves, personajes claves, los eventos más importantes y
los versículos difíciles de entender. (Apunta porqué no los entiendes).

Mientras lees, apunta los párrafos, y un título descriptivo para cada uno.

Lee más detenidamente cada párrafo, haciéndote una lista de las conjunciones, preposiciones,
adverbios, otras palabras claves, y una explicación de cada una.

Mientras lees, haz una lista de citas/referencias de otros versículos en la Biblia que tengan algo que ver
con éstos. Puedes usar una concordancia si quieres.

Después de leer, toma un poco de tiempo para pensar y reflexionar bien en lo que has "cosechado"
hasta ahora. Apunta tus impresiones ahora del capítulo y cualquier lección que veas en él.

Después de leer, haz un bosquejo del capítulo, y apunta el tema del capítulo, su propósito y un versículo
clave.

Después de esta lectura, mira un comentario para tratar cualquier duda que tengas, para ver cómo otra
persona trata el capítulo y para aprender de sus observaciones.

Escribe una aplicación para tu vida, haciendo uso de la lista de 7 preguntas de aplicación

¿Como estudiar un libro de la Biblia?

El trasfondo

1. Determina qué tipo de libro es (poesía, historia, profecía, etc.).

La lectura

1. Lee solamente, y después de leerlo entero, apunta tus comentarios generales del libro.

2. Mientras lees, anota los personajes principales, los eventos mayores, lo notable de la geografía
del libro y los pasajes difíciles de entender. (Apunta porqué no los entiendes, es muy importante aquí ser
honesto y exhaustivo).

3. Lee más despacio aún, y apunta:

Las repeticiones de palabras y de frases.


Las palabras claves.

Los versículos más importantes.

Justifica estos dos últimos pasos.

4. Apunta un título para cada "capítulo" (tú haces tu propia división en capítulos).

5. Después de leer, apunta el tema del libro, y haz un bosquejo SENCILLO del libro (con pocos
detalles).

6. Después de leer, contesta las preguntas:

· ¿Por qué nos ha dado Dios este libro?

· ¿Qué quiere que sepamos?

· ¿Cuál es la aplicación del libro para mi vida?

Figuras Retóricas del Lenguaje.

En el lenguaje natural las ideas se expresan con palabras que le son propias, lo mismo que en el lenguaje
literario, aunque este deba ser más intelectual, lógico y reflexivo. Pero otras veces las ideas se expresan
con palabras que no le son propias, sino en virtud de una semejanza o analogía que el espíritu encuentra
entre lo que las palabras expresan y la idea que se trata de exponer. De aquí resulta que las formas de
expresión figuradas son infinitas: tantas como semejanzas puede encontrarse entre dos objetos. A esto
se llama lenguaje figurado.

Figuras son ciertos modos de expresión que se apartan del lenguaje corriente y llano.

Los antiguos retóricos distinguían tres clases de figuras: de dicción, de pensamiento y tropos.

Las figuras de dicción o elegancias del lenguaje son ciertos giros dados a la estructura de las frases para
producir en ellas alguna gracia, viveza y energía.

Las figuras de pensamiento son ciertos matices y aspectos que éste adopta según predomine la
imaginación, el razonamiento o la pasión.
Tropo es la traslación del significado primitivo de una palabra a otro diferente, por alguna relación que
hay entre los objetos que representan. Si decimos: el tigre es un animal feroz, tomamos la palabra tigre
en sentido recto; pero si dijéramos: este hombre es un tigre, para indicar que es cruel, la emplearíamos
en sentido figurado. El fundamento de los tropos es la asociación de ideas.

Las figuras del lenguaje pasan de doscientas. Nos limitaremos a definir algunas de las que aparecen en el
lenguaje bíblico, señalando algunos lugares en que aparecen.

La prosopopeya consiste en atribuir a las cosas inanimadas acciones propias del hombre y de los seres
animados. Tenemos ejemplos de prosopopeya en 1ra. Corintios 15.51, 1ra. Pedro 4.8, Isaías 55.12 .

El símil o comparación consiste en explicar una cosa por medio de otra con la que guarda semejanza.
Tenemos ejemplos de símil en el Salmo 103.11-16, Isaías 55.8-11, Jeremías 23.29, Isaías 1.18

La ironía consiste en decir en tono de burla todo lo contrario de lo que expresa la letra. Tenemos
ejemplos de ironía en 2da. Corintios 11.5, 12.11, 1ra. Reyes 18.27, Job 12.2

La hipérbole consiste en aumentar o disminuir excesivamente la realidad de las cosas que se tratan. Es
un efecto natural de la viveza de la imaginación, del entusiasmo y de las pasiones. Tenemos ejemplos de
hipérbole en: Números 13.34, Deuteronomio 1.28, Juan 21.25.

La sinécdoque consiste en dar a una cosa el nombre de otra con la que guarda relación. Hay sinécdoque
en los siguientes casos: a) cuando se nombra la parte por el todo y viceversa: mil almas, mil cabezas, por
mil personas, mil reses; b) lo particular por lo general: el Israel antiguo por toda la tierra; c) lo abstracto
por lo concreto: la juventud, por los jóvenes, la nobleza por los nobles; d) el género por la especie:
cuando decimos animal para referirnos a un toro, caballo; cuando decimos mortales por hombres.
Tenemos ejemplos de sinécdoque en: Salmo 16.9, 1ra. Corintios 11.26, Hechos 24.5, Lucas 2.1.

La metonimia consiste en dar a una cosa el nombre de otra con la que guarda relación de sucesión o
continuidad. Las principales relaciones son: a) de la causa por el efecto, b) del efecto por la causa, c) del
continente por el contenido, d) del lugar por la cosa que de él procede, e) del signo por la cosa
significada. Tenemos ejemplos de metonimia en: Lucas 16.29, Juan 13.8, y 1.7.

La metáfora tiene su base en la comparación y ocurre cuando entre el sentido propio y figurado existe
una relación de semejanza. La metáfora es una comparación en la que han desaparecido los términos
comparativos: yo soy el camino, es decir, yo soy como el camino. Versículos en que aparece esta figura:
Juan 15.1, 1ra. Corintios 3.9, Génesis 49.9, Salmo 71.3 y 84.11.

El tipo es una clase de metáfora que consiste en hechos, personas u objetos que designan semejantes
hechos, personas u objetos en el porvenir (la Biblia se refiere a los tipos como sombras de los bienes
venideros). Tenemos ejemplos de tipo en: Juan 3.14, Mateo 12.40, Romano 5.14, 1ra. Corintios 5.7,
Hebreos 9.11-28.

La alegoría es una comparación tácita por la que una cosa abstracta se simboliza en un ser u objeto
concreto. Puede considerarse como una metáfora continuada. En toda alegoría hay un sentido aparente
o literal y otro más profundo que es el alegórico. Ejemplos: Juan 6.51-65, Salmo 80.8-13, Isaías 5.1-7.

La fábula es una alegoría en la cual un hecho o alguna circunstancia se expone en forma de narración
mediante la personificación de cosas o de animales. Ejemplo: 2da. Reyes 14.9.

La parábola es una narración relatando hechos naturales o acontecimientos posibles siempre con el
objeto de declarar o ilustrar una o varias verdades importantes. Tenemos ejemplos de parábolas en:
Lucas 18.1-7, Mateo 13.3-8, Lucas 15, y 18.10-14

En cuanto a la recta comprensión de las parábolas, es preciso observar lo siguiente: a) se debe buscar la
verdad o enseñanza central o focal de la parábola. La parábola existe para establecer una idea y objetivo
central. b) se debe tener en cuenta solo los rasgos principales de las parábolas, dejando de lado lo que le
sirve de adorno o para completar la narración. La parábola enseña un solo concepto central siendo todos
los otros elementos de la parábola de carácter secundario y subordinados a dicho concepto. c) las
parábolas sirven para ilustrar las doctrinas y no para producirlas.

El proverbio se trata de un dicho común o adagio que encierra una sabiduría o da un consejo sabio.
Tenemos ejemplos de proverbios en: Lucas 4.23, Marcos 6.4, Mateo 13.57, 2da. Pedro 2.22.
Diferencia entre narraciones históricas y enseñanzas

A fin de llegar a una correcta interpretación debemos poner atención a la literatura que ensena o explica,
a aquellas que están mas interesadas en interpretar el significado de los eventos en términos de
doctrina, exhortación y aplicación, que a aquellas que ponen su énfasis en la crónica de los eventos. En
asunto de doctrinas las cartas doctrinales deben ser preferidas a los Evangelios y Hechos.

Debemos evitar el derivar demasiadas inferencias de los relatos acerca de lo que la gente hace. El asunto
no es ver que Jesús hizo en esta situación, sino mejor saber que quiere Jesús que yo haga en esta
situación.

Además la Biblia registra no solamente las virtudes de los santos sino también sus vicios y no debemos
imitar sus vicios.

R. C. Sproul nos dice ¨ que el construir doctrina de narraciones solamente es un asunto peligroso. Me
entristece decir que parece existir una fuerte tendencia hacia ello en la teología popular evangélica de
nuestro día. Todos debemos ser cuidadosos y resistir esta tendencia.¨[1]

Diferencia entre lo implícito y lo explícito

En materia de lenguaje distinguimos entre lo implícito y lo explícito. Esto es entre lo que realmente se
dice y lo que queda sin decirse, aunque implícito. Es en este punto de confusión en que descansan la
mayoría de las diferencias doctrinales que dividen las comunidades cristianas. Cuando extraemos
demasiadas implicaciones de un texto nos enfrentamos al problema de cuadrar las implicaciones con lo
que explícitamente se enseña. Cuando se deriva una implicación que se contradice con lo que está
explícitamente afirmado, tal implicación deberá ser rechazada.

Debemos interpretar lo oscuro a la luz de lo claro

Si interpretamos lo claro a la luz de lo oscuro, nos desviamos a un tipo de interpretación sectaria. La


lectura cuidadosa de lo que realmente está diciendo el texto nos salvará de mucha confusión y
distorsión.
Regla del uso

Al definir los términos debemos sujetarnos al significado corriente de las palabras con el entendimiento
de que los escritores bíblicos tuvieron que usar las palabras que estaban en uso en su contexto
inmediato y no inventaron palabras nuevas. Dado que los escritores bíblicos usaron las palabras
necesarias para ser entendidos por el pueblo judío quienes fueron sus primeros receptores, sus palabras
y expresiones idiomáticas deben interpretarse según el uso hebreo.

Cuando se trata de conocer lo que dice un texto, lo que debemos buscar es el sentido en que el mismo
era tomado por quienes oían y miraban en el momento en que fue expresada, según las costumbres y
dialectos del país.

Hebraísmos

Por hebraísmos entendemos ciertas expresiones y giros peculiares del idioma hebreo que ocurren en
nuestras traducciones de la Biblia, que originalmente fue escrita en hebreo y en griego.

Era costumbre entre los hebreos llamar a una persona hijo de la cosa que de un modo especial le
caracterizaba, de modo que al pacífico y bien dispuesto se le llamaba hijo de paz.

Las comparaciones se expresaban a veces mediante negaciones.

A veces los hebreos, a pesar de referirse tan solo a una persona o cosa, mencionaban varias para indicar
su existencia y relación con la persona o cosa a que se referían.

Con frecuencia usaban los hebreos el nombre de los padres para denotar sus descendientes.

La palabra ¨ hijo ¨ úsase a veces, como casi en todos los idiomas, para designar un descendiente más o
menos remoto. Del mismo modo la vos ¨ padre ¨ se usa a veces para designar un ascendiente
cualquiera. A veces ¨ hermano ¨ se usa asimismo cuando solo se trata de un pariente más o menos
cercano.

Además de estos hebraísmos, ocurren otras singularidades en el lenguaje bíblico que se precisa conocer
para la recta comprensión de muchos textos. Nos referimos al uso peculiar de ciertos números, de
algunas palabras que expresan hechos realizados o supuestos y de varios nombres propios.

Ciertos números determinados a veces se usan en hebreo para expresar cantidades indeterminadas.
Diez significa varios, además del número exacto. Cuarenta significa muchos. Siete y setenta se usan
también para expresar un número crecido y completo, aunque indeterminado. En las Escrituras se usan a
veces números redondos para expresar cantidades faltas de exactitud.
A veces se hace un uso peculiar de las palabras que expresan acción, diciéndose de vez en cuando que
una persona hace una cosa cuando solo la declara hecha, cuando causa que se haga, cuando profetiza
que se hará, se supone que hará o se considera hecha. A veces mándase también hacer una cosa cuando
solo se permite que se haga.

También encontramos diferentes personas designadas con un mismo nombre, diferentes lugares con un
mismo nombre, una persona y un lugar con un mismo nombre y una misma persona con nombres
diferentes.

Palabras simbólicas

El lenguaje simbólico es casi el único medio que tenemos para describir aquellas cosas que se
encuentran fuera de nuestra esfera y que solo por imagen nos llegan. Así llamamos a Dios padre, como
nos dice el Diccionario de la Teología Practica[2] ¨tomando una realidad de nuestro mundo y usándola
para transmitir cierta verdad sobre Dios. Cuando decimos que Dios nos oye estamos nuevamente usando
un símbolo, puesto que el oír es un fenómeno que requiere en primer lugar la producción de ondas de
sonido en la atmósfera, y luego un dispositivo físico para la recepción de dichas ondas a efectos de
convertirlas en estímulos sensoriales de nuestro sistema nervioso y finalmente la conexión de estos
estímulos con los fragmentos correspondientes que han sido acumulados en nuestro cerebro como
memoria, en tal forma que los presentes estímulos y las experiencias pasadas quedan correctamente
apareados, recibiendo así el oyente el mensaje que el que hablaba trataba de transmitirle. Obviamente,
cuando decimos que Dios oye no estamos queriendo indicar que él tiene órganos físicos necesarios para
oír, o que él depende de nuestra atmósfera para la transmisión de las habituales ondas. La verdad es que
creemos que podemos orar en silencio y aún así él nos oye... En la Biblia ciertas revelaciones de la
verdad son hechas a través de símbolos que en el futuro han de ser reemplazados por una realidad. Tal
símbolo es aptamente llamado ¨tipo¨... Los extremos a que ciertos intérpretes han llegado para
encontrar tipos en la Escritura han hecho que muchos estudiosos en décadas cercanas rechazaran este
método en su totalidad. Mas recientemente, empero, el concepto ha sido reconocido como válido, y
estudios sobre la tipología pueden ser hallados en varias obras.¨

Los peritos protestantes nos invitan a establecer una diferencia entre el sentido ¨ literal ¨ y el ¨ más
pleno ¨ sobre la base de la clara intención del autor humano. Si el autor divino quiso decir más en la
revelación de lo que el autor humano quiso o pudo comunicar a sus oyentes o lectores, este es el
elemento más pleno del pasaje (los refiero a la lectura del significado más pleno o profundo de las
páginas 67 y 68 del Diccionario de Teología Practica, citado).

Ofrece mucha dificultad en el estudio de las Escrituras el lenguaje simbólico. Los hebreos hacían uso de
ciertas palabras para referirse a situaciones y hechos. Aunque no debemos de abusar del simbolismo
creando interpretaciones simbólicas a la ligera, debemos familiarizarnos con su uso para ser suplidas de
acuerdo a las reglas claras de interpretación antes descritas. La obra Hermenéutica de E. Lund y P. C.
Nelson, ofrece una lista de palabras simbólicas usadas por los hebreos.

INTERPRETANDO EL TEXTO O PASAJE

Después de saber lo que dice el texto o pasaje, para interpretarlo debemos tomar en cuenta las
siguientes reglas:

Regla del Contexto

Para entender el significado de un texto o pasaje debemos buscar la ayuda que ofrece el contexto,
porque muchos dichos derivan toda su fuerza y significado de la situación de donde surgen.

Toda palabra que se lea debe ser entendida a la luz de las palabras que la preceden y de las que le
siguen. Las palabras bíblicas cuando se usan fuera del contexto pueden servir para probar cualquier
cosa.

En el contexto podemos hallar expresiones o ejemplos que nos aclaren o precisen el significado del
texto, o la aclaración de una palabra obscura por medio del empleo de otra palabra que tiene casi la
misma significación o por una palabra opuesta. El contexto también nos ayuda a determinar si una
expresión se debe tomar al pie de la letra o en sentido figurado.

Efesios 3,4-5 (ministerio=gentiles)

Gálatas 4,3 (práctica judaica)

Regla del trasfondo histórico


Para entender los relatos bíblicos se requiere algún conocimiento de la vida y la sociedad judaica de la
época bíblica.

Para que el exegeta bíblico pueda interpretar el pensamiento de la escritura, debe tener una imagen
mental de lo que pasaba por la mente del autor o los autores de los libros de la Biblia cuando lo
escribieron. La interpretación teológica y la investigación histórica no han de separarse jamás. El mas
estricto escrutinio histórico constituye una disciplina indispensable para toda teología bíblica.

Regla de la Lógica

La interpretación consiste en razonar lógicamente. La Biblia nos llega en las formas del lenguaje humano,
y apela a nuestra razón, nos invita a la investigación, y ha de ser interpretada como lo hacemos con
cualquier otro libro, mediante la aplicación de las mismas leyes del lenguaje, y el mismo tipo de análisis
gramatical.

Los interpretes que no cuentan con la experiencia iluminadora de la lógica, pueden adolecer de nociones
incorrectas sobre la deducción y la evidencia. Con demasiada frecuencia tales personas utilizan como
base de apelación métodos que constituyen flagrantes violaciones de las leyes de la lógica y la evidencia.

Argumentos Razonables

Un argumento es un conjunto de declaraciones o proposiciones que muestran que otra declaración es


cierta o que aumenta la probabilidad de que la conclusión sea cierta. Los argumentos pueden ser
deductivos o inductivos. Un buen argumento deductivo es un argumento en el que las premisas
ocasionan la conclusión; la conclusión no puede ser falsa si las premisas son ciertas. Un buen argumento
inductivo es uno en que las premisas hacen que la conclusión sea más probablemente cierta.

Para que un argumento sea valorado debe ser valido, razonable, sólido y convincente. Un argumento es
válido cuan la conclusión tiene que ser cierta si las premisas son ciertas. Es razonable si es válido y si
todas las premisas son ciertas. Es sólido cuando es razonable y cierta persona o clase de persona los
defienden como tal; y es convincentemente racional cuando todo el mundo o por lo menos, todas las
personas sanas y racionales que han tenido la oportunidad de considerar el argumento lo aceptan como
racional.

Regla del Precedente

No debemos violar el uso conocido de una palabra e inventar otro para el que no existe precedente.
Tampoco debemos interpretar un texto oscuro ignorando el sentido claro que del mismo asunto se
concluyó en otro texto anteriormente citado. Debemos proceder a un estudio crítico de casos anteriores
con el objeto de determinar si dichos casos anteriores apoyan realmente la doctrina que se propone. Se
trata de un proceso de búsqueda y comparación para postular los conceptos básicos que constituyen la
enseñanza bíblica. Ninguna interpretación particular puede ser recibida contraviniendo los precedentes
ya fijados.

Regla de la Unidad

Las partes de un documento deben interpretarse con referencia al significado del todo.

La Biblia está compuesta por varios libros que juntos forman parte de un todo único, de modo que han
de leerse juntos como si fuesen uno. Han de interpretarse de tal modo que se preferirá aquella
construcción que las haga coherentes.

Es importante observar que existen pasajes paralelos que hacen referencia el uno al otro o que tienen
alguna relación, o tratan de un modo u otro de un mismo asunto. Este paralelo puede ser de palabras, de
ideas o de enseñanzas.

Regla de la inferencia

Consiste en una deducción razonable de un hecho a partir de otro hecho. Consiste en deducir una
proposición en base la otra proposición. Se trata de un hecho o proposición producto de la deducción,
aunque no haya sido declarado expresamente. Jesús usó esta regla en Mateo 22.31-32.

Silogismo

El razonamiento silogístico estriba en aclarar cuales son las condiciones generales en que, de unos juicios
que afirman si el predicado es inherente o no al sujeto y que se presentan en calidad de premisas de una
conclusión, se sigue, o no, una consecuencia determinada. Todo silogismo cuenta de tres juicios: dos
premisas y una conclusión. Utilizando los recursos y métodos de la lógica matemática, se logra
establecer una estructura sistemática de la silogística como sistema lógico formal. Se le da una forma
rigurosamente axiomática, se demuestra la no contradicción, la completitud y la decidibilidad del
sistema.

Cuestionario para realizar una investigación textual[3]


1. ¿Qué texto o pasaje de la Biblia va a estudiar?

2. ¿Cómo dice literalmente el texto o pasaje en la versión de la Biblia que está utilizando?

3. ¿Cómo ha sido traducido ese texto en otras versiones?

4. Si hay diferencias especifíquelas. ¿Qué implicaciones tienen?

5. ¿Por cuál versión se inclina? ¿Por qué?

6. ¿Quién es el autor del texto y como lo sabe?

7. ¿Quiénes fueron los receptores o destinatarios originales o primarios del texto?

8. ¿En qué época fue escrito el texto?

9. ¿Qué tipo de literatura es el texto?

10. ¿Cuál es el carácter general del libro en que aparece el texto?

11. ¿Cuál es la ubicación del texto en la estructura literaria o bosquejo del libro al que pertenece?

12. ¿Con cuáles pasajes del Antiguo Testamento se relaciona el texto?

13. ¿Con cuáles pasajes del Nuevo Testamento se relaciona el texto?

14. ¿Cuál es su interpretación preliminar de este texto?

15. ¿Cómo ha sido interpretado este texto por su iglesia o denominación?

16. ¿Cómo ha sido interpretado por otras iglesias o denominaciones?

17. ¿Hay diferencias en la interpretación de este texto según los comentaristas? Especifique las
diferencias.

18. ¿Con qué área de la teología sistemática se relaciona el texto?

19. ¿Cuál es su interpretación definitiva y conclusiva de este texto a la luz de los criterios
hermenéuticos y exegéticos establecidos?

20. ¿Qué nueva experiencia a adquirido?

21. ¿Cómo aplica este pasaje al contexto de hoy?

APLICANDO EL TEXTO O PASAJE


¿Como aplicar la Biblia?[4]

Al observar e interpretar correctamente un pasaje, he podido llegar a un entendimiento claro y correcto


del mismo. Pero éste no es el último paso. Lo crucial es saber ¿Qué debo hacer con lo aprendido? ¿Cómo
aplicar las verdades a mi vida actual? Desde luego, la Biblia fue inspirada con ese propósito: ser ÚTIL
para formar al hombre de Dios.

Sugerencias para hacer más fructífera la aplicación

Así como los procesos de observación e interpretación son objetivos, el proceso de aplicación es
subjetivo. Es la aplicación de la verdad a tu vida personal. Haz aplicaciones concretas meditando el
mensaje del pasaje y, a la vez, acerca de varias situaciones concretas en tu vida.

Las siguientes preguntas te ayudarán en la aplicación de verdades bíblicas a tu vida:

a. Fe

¿Qué me enseña el pasaje en cuanto a mi fe personal?

¿Qué me enseña acerca de Dios, Jesús, el Espíritu Santo, la Iglesia?

¿Qué verdades específicas debiera yo creer?

¿Por qué debo creerlas?

b. Actitudes

¿Qué me enseña sobre las buenas y las malas actitudes?

¿Cuáles son los resultados de unas y otras?

¿Qué actitudes debo tener?

¿Cómo puedo cambiar las negativas?

¿Qué me enseña sobre las emociones?

¿Sugiere el pasaje alguna ayuda para liberarme de las emociones destructivas tales como el temor, la
ansiedad, el afán, el odio, el resentimiento, los celos, etc.?

c. Acciones

¿Cómo debieran ser mis acciones?


¿Hay errores que debo evitar?

¿Hay acciones que debo cambiar?

d. Pecados

¿Qué pecados en mi vida revela el pasaje?

¿Hay algunos que deba confesar a Dios?

¿Hay algunos que debo confesar a mi prójimo?

¿Qué pecados debo abandonar?

e. Ejemplos

¿Que ejemplo debo seguir?

¿Qué ejemplo no debo imitar?

f. Oraciones

¿Cómo debo orar?

¿Por quiénes debo orar?

g. Retos

¿Qué exhortaciones debo hacer mías?

¿Cómo voy a empezar a obedecerlas?

h. Promesas

¿Qué promesas puedo pedir que se cumplan en mí?

¿Hay condiciones que yo deba cumplir a fin de reclamar esas promesas?

¿Hay promesas específicas de oración que debo reclamar?

Observación: Si cada vez que lees un pasaje bíblico te haces estas preguntas, de seguro crecerás
espiritualmente.

Nota: una buena aplicación incluye lo siguiente:

· Personal (yo):

Es decir, que yo soy aquel a quien debe aplicarse, no mi iglesia, mis hermanos o tal o cual persona.

· Práctica:
La aplicación debe ser tal que realmente cumpla su objetivo. No es práctico pretender sentir
misericordia, pero sí puede serlo establecerse la meta de ayudar a los pobres, no tirando dinero por el
suelo para que "alguno" lo recoja, sino dándolo a aquellos que sabemos que están haciendo una buena
labor para ayudarles. Esto es sólo un ejemplo de practicidad.

· Posible:

La aplicación nos debe llevar a hacer aquello que sea POSIBLE para nosotros. Si somos exhortados a
estudiar la Palabra, no podemos marcarnos la meta de estudiar 20 horas al día, a lo mejor ni cinco o tres,
pero podemos, de seguro, encontrar una meta posible.

· Medible:

Esto tiene por objeto el poder comprobar si realmente estamos cumpliendo aquellas metas que nos
hemos trazado en aplicación de la palabra de Dios.

[1] Sproul R. C., ¨ Como estudiar e Interpretar la Biblia ¨, Editorial Unilit para Facultad Latinoamericana
de Estudios Teológicos, impreso en Colombia, 1996

[2] Turnbull Rodolfo G. editor, ¨ Diccionario de la Teología Prática, Hermenéutica ¨, libros Desafío.

[3] Tomado de Benjamín Olea Cordero, Obra antes citada

[4] Tomado de Cada día más útil, servido por Internet por la Iglesia Latina.

Publicado 20th December 2015 por Felipe Rincón Vásquez

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