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mo dempoconducirlaa'poneren duda la forma en qYe.,en general,er
r.pr.r-td" como si las 1d-tT,l,1t1iT-*
l4 <historii dS las.jdea,s>,
;A;*r. comgsi
p";-;,;;1", tor rito"ofostratanel psicoanáliiis
*dr ñ¿. al"t üu-io. t'o¡retodo la preocupacfundehacerlg toqtt
;;-¿;;..p.iOn á; ü hdt*ia de las ideas,déspuésde 1ocual result¡
irreconociblépara los analistas.
L;riúiór .ir l.'cual Freud y Fliessestuvieroninmersosdurantet¡e-
ce años tuvo pafa-*Úor un'¡¡ir*o efecto: modificó profundamente
;i;rü; il;ril;*E;[*, sometiendoesesaberalos efectosdel
d.*. itconrci.nr.. p*" i.t.t .f..tos' comose sabe,no deian de t9ryr
suspelisros.Fliesssalió de aquellasituacióncon algo que bien podna'
rnoJttrñtr un delirio del saber,en el sentidoen gue la palabra<deli;
rio>>seempleaen El ltombrede las ratas,mienttas99e Freud elcgnt¡o
án al. á1iaber del delitio, e inmediatamente baio Ia forma de la ln-
;il;;t.id d. los sueRot. P.to cuando se contemplan- las cosasmás
áá'..t á, o simplementecuandonos atrevemosa decir h qug los pia'
i;;;;ú;dr;;il* t*toj¿"¿ose, advertimosq'e Freud no solo
no criticó nunca las teorlas i<delirantes>> de su amigo, sino que las
adoptó,las hizo suyas,y conservósu creenciaen ellasmuchotiempo
ilil6 iá l, *píurá áefinitiva. Sin embargo,setla_absolutamelte
ir]rá d..it d; F;¿rá.o*pur!ió_4 delirio de Fliess.Todo lo conmario;
rlfrtu norolro, ui;¡Jtió, áe F[ess estralsp?rente,vlti f¿ttli: tl'
tefDretar.es porque Freud nos comunicóel saberdel delirio. Una si'
;;'.id d. étit nátunlezamerecenuesmaatención:I primeravista no
feconocemos en ella los modosde ransmisión del saberni los criterios
de sr¡ verdad tal como se los imagina.
Fii.*,'.t;;# de ,u fa-ot a téo'!a de la periodicida.{,debióIT:t
á fr.ú¿ alguna imprudente predicciónque, .tt k situaciónüansteren'
.irf. ."¡t¿? ...ni'o á;; óAulo d.l d.ttino. Tanto es así.queFreud
;A Glr ?..ñr ¿. su muerreestabatii^*,pam L907. Alude a ello
en una nora, ,n'll-iitifato,logía de lá uidi cotidiana. Despé: i.
iiO7, tf no habfá'ou.ito, suprimió€sanota de las reedicio'
;a i. ;*iu ".r'qo. q;; út *t"- figuía .n lu StandardEdition. No obs-
tante. cuatro tnét t"át'tarde,.á tgtl, cuandoAbrah-amse dispole
;;;;;á-fli.s, .ott q,rien'Freudse ha enemistadodiez añosaffás,
;;;G;tGt uTendrá ustedla ocasiónde conocerde cerca-el grano
á. qu. rin árár ¿.¡. .n..tt4 la teorla de la periodicidad>.El
saber".taá¿
qoe té adquiereen el campode la transferencia, que es el campo
dil deseo,obeddce,comovemos,a reglasparticulares.Los comentado-
;;; JlF[.,,á Ñ. iienden ^ ,rrh^rur iomó ,poco-interesantes las lucu.-
L;;.i""* d. fii.t" (imitando a los poet-as{ge, -alhablarnos de los 6a'
b;ñá;-H¿ioi.t, no sientenla neiesidadde.decirnosnada acercade
i* pt"¡támas de Áugias,o de las Aryqzoyas)estánseguros de no en-
freniarsecon una cuéstiónoscufay diflcil, pero evidentementefunda'
;;;;it ¿por dóndepasae,nlonces, gactamente,esa_llqea sutil y casi
i;;t *;r,tt. q* r.pri. el delirio dé Fliessdel saber.de.Freud? El.pro-
pio Freud,tan minuciosoen otros momentospara-disttngursus-ldeas
de las de Janet, J,tog, etc., no intentó ttazar esallnqa enffe I'liess y
át. Ái .onír.rio, í.ndili máébien a tomar pof suyaslas ideasde Fliess,
al ounto de que la desavenencia enue los dos amigosterminó en que-
;dí" ¿. ptioiid"d. Freud no suele hablar de 1o que aconteció en el
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transcursodel análisisoriginal, perc en 1910 nc da un ¡cs¡c¡ &
ello en una carta a Ferencz-i.Ferenczile habla esctito lsmco¡fodc &
la f,altade reciprocidaden sus relaciones.Se sabepor gué ví¡s a
p.e.chgsg hq\rjlde empujarmástarde a Fercncziesedesó de rcipro
cidad.En 1910 sufría-porel hechode que se confiabaíntesrancorc
a Freud sin q_ue{reud seconfiasea é1.Fréud (el 6 de ocrubró le coo-
¡ testó:.lQstgd habtá observadoque ahora ya_noexperimentoninguna
I necesidad. de develar totalmente mi personalidad( . . . ) Despu*" ¿.1
' asuntoFliessesanecesidadha desapárecido. Una pane de la catexia
homosexualqha retraldo y ha sido utilizadaprr. el engrandecimieo-
to de',m1ro. He uiunfado en el mismopunto en que frácasael para-
noico>. Es evidenteürenteen los Tres ensalos, cuj,areediciónFieud
preparaía fusfamenfeen f9f1, donde encoÁtrámoífas contruccíones
teóricas.que permiten comprendercóqo una pulsión homosexualpue-.
de servir-parael <<engrandecimiento del yo>. Era tambiénel añó en
qrrc estudiab el casoSchreber.Se puedepensarpor lo ranro que en
otra épocaFreud no se hubiera expresadóe*actimente de la irisma
manera.Perolo hay duda de que el primer análisisterapéutico,que
fue tambiénel primeq análisisd1dácticb,haya sido semejantea lá fur-
meracqrapreventivade-unaparunoia.Y estono cafecedé importaiaa,
ya que hay una ciertarelacióñentre el conocimientoparanoiiov el sa-
ber fundado en el deseoinconsci'ente. Ya he dicho ál rerpectolo ru-
ficiente pala -quenadie puedaseguir imaginandoque Freüd aprendió
el psicoanálisiscon Brer¡er,no reitándolelu.go sinb aereearleel com-
plementode Io que seha dadoen llamar su au"to-análisii. fas dos apor-
tacionesson de natutalezaabsolutamentediferente. Pero quizá haya
dcho demasiado,si e¡ gug tre podi-doengendraresperanzasexagera-
das acercade l.o qle habrá de ieg.uir.Por"que,volvilndo ahora a ese
análisisoriginal tal c-omose produjo, nos súmérgimosuna vez más en
esa oscuridadque de algún modo está esencia-lmente lisada a todo
cuanto ha merecidosiempreel nombre de original.
qo
-
I Ante BrcuerJE."d estáentoncesen una posiciónde demandanteper,
fectamenreclaif,-:que Breuer seasu
señanzaasumela forma de una colaboración,ianto mejol. Empero, al
mismo tlempo acontecealgo muy diferente, pues de maneramuóho
menos clata, Freud también esperasu sabei de Fliess, aun cuan.
do sepa-qgeeste,a diferenciade Brerrer,y en lo qo. rtráe a h utili-
zaciónde la hipnosiso de la psicoterapia-delas néurosis,no sabeen
un principio absolutamentelada. Lo que Fliess terminará por creer
que sabe'cuandoen L892 publique su éstudio sobre la terapia de las
<<neurosis nasalesreflejas>lserá-puray simplementeun efecto de la
forma oscuraen que Freud soliciia de ZI el iaber que no tiene.
L" gyg ocure entre ambos,¿puedeconsiderarse un intercambio?¿Es
un diálogo?-¿Seránmonólogos?O, más bien, lcómo puedeerta6le-
cerseuna relacióg_analltica sin_quenadiesospeché aún que puedaexis-
tir tal relación?vemos, en'todócaso,que rón, el uno iuri el otro, el
suietodel que se suponeque sabe(Lalan), puesen ,rn análisistám-
bién el analizado,necesariamente, figura comó sujeto del que se supo-
ne que sabe.El analistalo esperato-dode é1,del'mismomodo qoó él
esperatodo del analista.Freud,al comienzo'desusEstudiosso'brela
his-teria,Jssl,araba que abordabaun problemacuyo enunciadonunca
habla sido planteado.Al menoslo sábfa.Con Fliess,cree sabercon
qué enunciadottabaja, pero sus descubrimientosse harán en el mo-
pento preciso,no hay exageración alguna
- en decirlo, en que fracase
Ia investigación que él creeperseguir.
Claro estáqrle los <<descubrimientos)> se rcalizanmás rápidamenteaún
a expensasde Fliess.Pero no son ni siquiera<<errores cientlficos>:
s9nlgs efectos,en el saber,de un complejbde casmación mal liquida-
do. Esta aportaciónse puederedr:cira tres temassimples,vincujados
.qtr9 sl por el complejode casuación:la bisexualidad;lu pgrj+dicid4d
biológicá,concebidácbmo análogaa h!éri6di&iid menstrual; la co-
rrespondencia de las esuucturasde la naúzy de los órganosgenitales.
Freud admhabaestasideas,que crelanuevai.sin oensa-r ni pór un ins-
ta nre, siemprehabíadado pruábutde un
exuemadorigor cientlfico en sus trabafosde laboratoríoy en sus in-
vestigacionesneurológicas,y siempre conservó en su quehácerlas mis-
mas exigenciasde objetividad cientlfica. Que olvide-tales exieencias
de Fliess,y que-1-olvidat$7?eptár
---- -¡r.
í
incorporara las_suyaslas con-epffi3
:ep-ióne3de Fliess,haya,en última-ins-
última ins-
tancia.,procedidode una manerámucho más fecundápatael porvenit
porvenir
que si las hubieserechazado,he aqul una patadojaq,re merécetoda
nuestraatención.No cabeduda de que Fliess presentaba
oresentabasus ideas
comoválidasen el plano de la cienciapositiva.En esteplano,deblan
ser sometidasa verificaciones,y finalmente fueron rcchazadar.A los
oios de la cienciapositiva,el iigor, desdeGalileo y Descartes,con-
sisteen la eliminqgión-radical,.nodel emor, sino de-todaproposición
no comprobada.- Freud no sabe que al aceprarlas ideai dé Fliess
enna en el mundode los fantasmas; no Io sabiásinomuchomástarde.
Paradecir la verdad (aunguenos cueste),Freud aceptabalapalabra
de Fliesstal'cual e-stese Ia daba,comouna verdado6jetiva,
-la pbsitiva,
ciFntífica.\o puedgsaberaún que, inaceptablespara cieniia, esas
ideasestánhechasde una estofaánalltica,q.te tepiesentanIo qué pue-
9l
de llegar a ser el sabercuandosehalla sometidoa los efectosdel deseo
inconJciente,como lo estánlos sueñoso las defensassecundariasdel
obsesivo. No todavía no ha conquistadola dis-
.-
tanga necesana.
acffieadefinirse,seráFliessquiensesientadesaloiadode
su pretensiónde objetividad cientlfica f quien, en virtud de un na'
turil efectode répliéa,acusaráa Freud de mezclarindebidamentesus
propios fantasmaicon sus interpretaciones.En todo 9310,Freud.no
irdf" en un principio cofrer el riesgode delirar como Fliess.Se salvó
l--to él niismo-lo dice, aunqueln forma un poco demasiadobre-
ve- triunfando alll donde fracasael paranoico.
C-onocemos perfectamenteel destinoulterior de los ud.t*bri-i.ntos,o
J.bi.*. ParalasPñneráffiEó-ra-
-la
cionesteó úaliáad; fue que sugirió la
no.ió''depulsiónparcial,in@fundameniodelasteo-
ríasde los ?zesEnsayos.Ñi tiqüiera_mástarde, cuan{o (con.el Edipo,
la casúración y la idátificación) la bisexualidadresulte muchomenos
útil, Fieud Égará a repudiatlu.Et u.tdud q". .t .l qgtt{o del aná'
lisis no causa"molestiaalguna. . . z
q*¿rf? ió-. Á"aa"¡c ñn tipo¿@l-J7n7ñis
ifflcil de integtar,conser'
ricurriráa menudo.GlEi6-ffiiaad)más
varásusconexionesco@nlostemofessupefSticiosos'y
¡¡eoerarála introducciónde una noción en exmemoimportante.Pero
lu.hdo Freud asegurabaa Abraha{n-quela -teorlade lá periodicidad
debla de contener-ungrano de verdad, no sablaarin qup ésegrano de
verdad se llamarla la iepetición,y que de esemodo volvla a sus anti'
suaspreocupacionetso6reIa muerte, cambiandoradicalmentela sig-
ñifi.r.i¿n dé aquellas.No obstante,ii tantasideasobtuvo de Fliess,
no fue consider?ndolas el delirio de un <<enfermo>, sino la verdad de
un <médico>.Antes que admitir que el psicoanálisis hayapodido te-
ner semeiantes orlgenés.algunoscomentaiistas han inventadoun mito,
sepninel iual Freu? sehablía liberadode suscomplejospor medio de
,tri auto-.nálisis;con ello habrla descubiertola naturalezade su rela-
ción con Fliessy, al no necesitarmásdefl, lo habrla enviadode paseo.
Sin embargo,t'oáo cuanto Freud nos dice -esque triunfó allf donde
fracasael faranoico. Por lo demás,segúnla cátta a Ferenczi-(en ia
que le dicé,en 191C,que tdavla i<recientemente> babla estadoocu'
óado
^po en liquidar ese próblema), ese mabaio le llevó muchomástiem'
qu. lo i¡ue duró lá relacióncon-Fliess
botlrt" t.ndt oscurano podemosllegar muy lejos. Llegamosapenas
a señalarla i ue se oculta en esta
cuánto menos simple ei el descubrtmiento de Fregd de Io que qos
imaeinamos cuando, fascinados pof las reglas institUcionales que ofga'
Ia filiación didáctica de los analistls, nos limitemos a ver en
aizñ- ra
nyzgn
Gr¡abl
:-ñ mediai¡teun autoanálisisimposiblepara cualquier
otro I Se <gnal^tst0causa sut>
n sino sus crlaturas. . .
EFen la relaci6ñ-?lFl6'l gos una asimetrlaque tuvo un Pa-
p.l de importanciacapital I satisfechode la admiración que
inspira es narcislsticamentee[-másdesape es él quien cree-
rfa que les ideasde su amigo son las suyas su parte, ocupa
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de enfermo.Estánlos seudouastornos cardíacosde 1894,
y@engendran y que Freud dirige contra Fliess,de
grien ha hechosu médico.Pero en unaépocaanterior, a fines de 1885,
¡ntes de conocera Fliess, y cuando el objeto de su admiraciónera
Charcot, se habla identificado con los enfermosde Charcoty se con-
siderabaun histérico. El análisisde lo que acontecióes complejo y
no vemosmásque los resultados;digamosque sonlos rasgoshistéri-
cos de Freud, por una parte, los que provocaronesta identificación;
pe¡o que, pot la otta, uátase de una identificacióncon un histérico
-y no pura y simplementede una especiede autodiagnóstico-. Re-
cordemoslo que esla histeúa pamCharcot: la herenciamáslos <<agen-
tes provocadores>. Reléanselas cartasque Freud escribióa Martha en
el momentoen que seva de Parls: pasarevistaa su herenciafamiliar,
gue le pareceen extfemo sombrfa,y echauna mirada fetrospectivaa
lo que sr¡vida pasaday susdificultadespuedenhabersignificadocomo
{agente$provocadores>. Solo que, dice, en el futuro todo marchará
bien,_puesto que con la ayudade Martha sabtáevitar los agentespro-
vocadores.En aquella época,¿qué omo remediohubiera podido ob-
tener de las enseñanzas de Charcot? Cierto es que en lás cartas a
Martha se trata de neurasténicoy no de histéricó, no sabemosmuy
bien por qué, pero podemosrecordarhasta qué púnto las relacionel
entre estasdos nociones( ¡ya no podrlamosdecir entre estasdos en-
fermeclades-!) lo preocuparon
-un luegódurantelargotiempoy en vano. . .
Esa identificacióh con neurótico, y sobre"todo h fórma en que
{r.u4 la asumió,tiene una importanciaque no siemprese ha poeito
de relieve, Y gue es precisoseñalarcuanáose examiiranlos or?genes
del psicoanálisis.También \Tilliam Jamesse habla identificadó con
un enfermo,casi en la misma épocaque Freud, de und manerasúbi
ta.y brutal, ante un epilépticointernádo.No obstante,Jamesencon-
tró Ia manerade convertir esaidentificaciónen una uaiiedadde ex-
perienciareligiosa( es,en efecto,en el libro que lleva estetltulo donde
cuentaestesuceso)y no obtuvo de ella másque una piadosay carita-
tiva exhortacióna compartir meior los sufrimi.ntor ¿.i tor infelices"Ó
grm!!én, a principios de-siglo,A. Brill, quien ttabaiabaa la sazónen
Zurich, se sintióinclinado,durantesus psicoterapiás de esquizofrénr-
cos,? verseél mismo como esquizofrénico.Felizmenteen Zurich, en
aquel momento (hacia L907), Ias ideasde Freud eran muy aprecia-
dgr, y fueron ellas las qr:e permitieron a Brill uanquilizam.'-.^dirnt.
el argumentode que los mlcanismosmórbidosexiiten también en el
inconsciente de los sujetos<(normales>>. No obstante,esaastutamane-
ra de situarsedel lado de la normalidad,aunqueteóricamentecorrecta,
actuabacomo una escapatoriaclfnica, y si bien fue Freud quien Iá
proporcionó,no hay que olvidar gue aún no habla recurrido a ella en
el momentodel análisisoriginal.Las identificaciones del analistacon
el neurótico,durante el andisis, no han sido obieto de estudiossiste-
Fá!i.9r, exceptopor parte de-analistassudamericanos (por eiemplo
L. Grinberg) y con un vocabulariolcleiniano.l
I I¿ identificación con el neurótico entra en la constitución de la posición ana-
lftica. Sin ella, no serlan totalmente comprensibleslos ritos dtf;ñ;áán.-rr"*
pamos a esta-evidencia mediante esta otra idea: siempre se encontrará en el an¡,
lizado (en el <didáctico>) suficiente neutosis para ncurarlos>. . . pero es l¡
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De estemodo, Fliessestabaen la posicióndel médico (Freud lo habla
puesto?lll), y también,pero solo a nuestrosoios de hoy, en la posi-
ción del analista.Como analista,desdeluego, no tenla ninguna óom-
petencia.Se podrla decir ademásque comó médico, al menosen lo
concernientea Freud, fue totalmente incompetente,pero es, desde
luego, la misma cosa,una misma y única incompetenCia. Esa incom-
petenciano fue desgraciada,todo lo contrario, y podemosffatar de
imaginarnosqué hubiera sucedidosi Fliess hubiesétenido Ia compe-
tencia de Charcot o la de Breuer. Es probable que ello nos hubiése
costadoel descubrimientodel análisis.^..
Se tiene Ia impresiónde que los trece añosque duró esaamistadpo-
dríandividirse en dospartésmáso menosiguáles.En la primera pait",
Freud trabaiasobretoio con Breuer,cuyaóolaboración'haconseguido
no sin esfuerzo.Publicacon é1,en 1893, Ia Conunicaciónprelirninar,
y, al mismo tiempo, Fliess publica su primer libro sobre Ia Neurosis
rgfleia de origen nasal.La segundaparte se anunciapor la aparición
delos seudo-uastornos las queiasdirigidasa Fliess,slntomas
cardlacos,
de una situacióntransferencialque, evidentemente,no podfa ser re-
conocida.Freud pone en duda los diagnósticosde Fliess (los hace
verificarpor otros),le reprochasuscontradicciones; y susqueiascon-
tta éI van €n aumento,al punto de escribirleen estostérminos: <<Solo
suponiendoque quieres ocultarme la verdad puedo explicarmetus
cdntradicciones>, es decir, que está atacdo por una enfermedadmor-
tal; y asegufaque es capazde soportarque le digan la verdad,1ocual
le permitirá gazarmás plenamentede lo que todavla le queda por
vivir (1894). Se advierteque la'queja(<<de transferencia>)iba muy
leios. Ahora bien, en esta forma se inicia, precisamente,el perlodo
másfecundode su vida, aquel en gu€ tuvo, como más tarde dirá rc-
trospectivamente, la clasede intuicionesque se tienenuna sola vez en
Ia vida. En efecto,en pocotiempo pasatáde la teorla del tauma ala
del fantasma,descubrfuálaimportanciade la sexualidad,interpretará
los sueños,descubriráel Edipo, pasatáde la psicot€rapiade las neuro-
sis (psicoanálisis aplicado) ala psicologlanormal (psicoanálisis cien-
tlfico), etc. Todo ello en los cincoañosque siguenala grancrisisde
Ios trastornoscardlacos.
Una de las primeras cosasque emprende,ni bien termina con los
Estudiossob,rela histeria,es la tateade redactar,en forma extraordi-
nariamentetápida y febril, un Proyec.tode.una psicologíacientfficaf
que envla,
envía,en varios fragmentos, Fliess,al parecer
fragmentos,a Fliess, patecersin guardarcopia
(le mandalos borradores)y sin pedirleque se los devuelva.Digamos
Digamos
oasarque gracias
al pasar sraciasa ello lo conocemos. Dorquequedó entre
conocemos,porque e los pa-
oa-
pells de FlieJs,quien al parecernunca loleyó. Eñ todo caso,Fréud
aceptación de esta identificación la que ha liquidado la defensa clásica -la se-
gregación psiquiámica que hacla recaer la <<locuta>en el enfetmo y encenaba al
médico en su mz6n impotente. Actualmente se desatrolla en Inglatetra una
cordente <<antipsiquiátrica>que trata de sacat pattido de esta identificación, den
t¡o de una peispctiva existencial, Cf. David C,ooper, Psychiatry and Anti-Psy-
cbiatry, Londtes: Tavistock, 1967, (Psi4uiatrl¿ y antipsiqaiatla, Buenos Aires:
Pei&, 1972.)
2 FA Lo ¡aissance de la psychanalyse,Parls: PUF. (los orígenes del psicoanáli-
*, @ Obas completas,Madrid: Biblioteca Nueva, 3 vols., 1968, vol. III.)
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lo abandonatan bruscamentecomo lo habla empezado,y tro vuelve
a ocuparjse -deltema-.Sin duda, era una tentativa bt.r.tuír, no hrÉlá
hechoaún los grandesdescubrimientos.El proyeito es un intento de
cogtptetafy.superar,aunquesiempredenüo de una misma llnea. los
trabajosrealizadoscon charcot y con Breuer. charcot no pudo'ver
coronadospor el éxito sus esfuérzospor hallar un puente entre la
psicologíay Ia neurologla,porque se átenra a la psi'coloela*¿r-.o-
mrente,.yporque tambiénsu neurologíaera demasiadopreóaria.Freud
en cambio sabe.quedi¡po-ngde una-psicologíaabsoluiam.nt" ^r.uu.
En ello mdica el-interéi del proyectí, en la-elaboraciór ¿Á tna tri
cologlaque tiene en
_cüenra,-de-maner" *y-ai;d";;l; JJ dilirior,
Ias enseñanzas extraldasde la histeria. Mulhas de las ideas del pro-
2eclo serán retomadasmás adelante,sobre todo en el capltuló VII
dg.l, Traundedtung. No obsranre,r.. *Jro.i. .l d. im ideas
elaboradas en esteProyecto,laforma en que aparece ""1..
obliea; ¿;ñ¡;:
rarlo también cg{''o-úna eipecie de deféns"-o J.-*rir?.r.i, .ii'lo
rFlación.En realidad,el Prolecn bloqul" áot.nt .rn
tiempo los ver-
daderosprogresos,9u€_rotti-.pr.r.i".üliit; ;;;;;il;TEi hi.r,
para poder_seguiradelantecon este tipo de "itrabajo.
ll,-:9_tq.:fi_en,
urcho en Ienguajevulgar: Freud seimpusouna inmensátareaa fin ie
evadlrsede.algoque tiene que ver con su relacióncon Fliess.pero no
puede.evadirse,la continuaciónde su - trabajo
- - - - - - - 'pasa
porella... r- necesariamente
De estemodo seencuentra,inmediatamente despuésdel abandonodel
estadoqué cahficade .,.x*-áidinario>>.D. pro'io,
!(y1ir:::lI:,t
er trabalo teónco ha.dejado estar a su alcance:las ideasiluyen,
pero desaparecen *
al instánte.Todo.t fo.rt.;-;;i"-¡; l;iñ. Á";r,
épocapert€necela,-célebre frase: uTenió Ir- r.nrá.ié;d;;;-.n.._
ttr9o, el uÍr cSpullo,quién sabequé ilate de besiia i.tJr¿-¿.-¿1"
(.rZ de junio de 1897).{ partirde esafecha,ningún
bogador teó-
u::qpaña suscarras.su mabajor. t.dir. p*oirt"rr, ü ir ."¡
lT
nadadlsclerne.
un m'esmás tarde,(rlgpmenosde-¡rnmes,-er7 de julio de Lg97),
dggrjbg con gran claridadIa situacióntt.nti.r.n.i;i ¿;-ó. ,. úáúr,
<<'r'odavía no sé qué.me pasa:algo surgidodel más profündo abismo
propia neu¡osissebponea todo ;;úd* Át .n el conocimien-
i"
ro Ti de las neurosts;y- aunqueno sé cómo, tú estásenvueltoen ello.
En efecto,mi incapagidaa iara escribirÁe pur...?.r,i";j;; i,n*¿i,
nuestrasrelacionei.No tehgo pruebade esto, ri* ,"irr*rü'í*ti-
mientosde naturalezaobscuiao.y, tal comolo ná".n];;;;;*;n
análisis,as:esai<<Nocabeduda dá que t .a¿;lor- yr ;ru;;r5- j. ,'r.¡r;o
han influido en todo esto>>.
Nadapermitíapreverque reconocería en eseestadode cosasla tra.ts-
terencia;hasta.ese.momento,Ia idea que se hacla de ella era mLv
olrefente: un desplazamiento, un erfor de desvfo.Tampocola reco-
noceráalll dondei¡tá, 9q el ánáfisisde Dóra,-rinó'tun,óto ,i.t. ;;,
más ta¡de,-al término del análisisdel <homüt. á. i;r ;;;r;;;;;"
vea en.quéfotma funcionala transferenciadel-déseoinconscilnié,t¡
como la formula\a en la teoúa del sueño; ;";;$ ".1
pr..irr..ril '
graJistles quienIe sirve alavez d. rópott. yá.-"¡l.i;.--""-^"-
l)urante este perlodo, ya no gobiernai,r peásamienlo.<,soy
víctima
95
& una suerte de neurosis,EstadosexUañlsimos,que la concienciano
U4a opt"t, ideasnebulosas,veladasy apenasdé vez eq cuandoun
"
oío d.tiru. iat ideassólo sé le ocunén ó¡ardo sedeia llevar por el
.Áieno; el esfuetzointelectual no Io con{uce-a \ada,Io mismo le
*..de;" ¿ iü¡aio con sr¡s pacientes:<Puedo distinguir con toda
clafidad en ml dos-estadosintélectualesmuy distintos. En el primero
pr€sto la más detenida atencióna cuanto me dicen.mis pacient:s, y
aun se me ocuffen nuevasideas duante la labor misma; pe¡o fu9¡:a
de ella no soy capazde pensarni de rcalizat ningún otro trabaio. En
el segt¡ndo,éxtúigo coñclusiones,hago anotaciones(. . . ) pero en
realidadestoy muChomás aleiadode las cosasy n9 me concenmosu'
ficientementéen el uabaio cón mis pacientes>.¡Cuánto desearlamos
saberalso más acefcade Lstos dos eslados!Es evidenteen todo caso
ooe todivla no habla adoptado la feliz técnica de la atención flo-
ánt . Su ptopio análisisnó se diferenciadel de sus enfermos: <Este
oaciente.ésctibe, marcha insolentementebien. Por un desvlo inespe'
iado, ha'logrado'demostfarmea ml mismo la realidadde mi doctrina,
lÍlU.i.."Dropor.ionado la explicación,qr¡e hasta ahora se me habla
iscaoado.d. ñi propia fobia a los menés>.Dicha fobia, descubre,
.ttt6" en relación coi to miedo a la pobreza,miedo que se despertó
en é1 a ¡úz de,su casamientocon una joven potre. uD" lq que me
enorgullezcoD,aptreg Freud. Evidentemente,Fliess no se habfa ca-
r.¿o?o" onr áoihaiha pobre. . . Retrospectivamen-te, en L9L4,Freyd
escribirá a Abraham: <Ántiguamente,mi manerade trabaiat era dis'
tinta; tenla la costumbredJesperar la apariciónde una idea. Ahora,
le salgoal paso,pe¡o no sé si asf la encuentromásptontoD..
Io qüe se sirunéü panlahisto¡i-a de la teorla,dgl mismo modo como
se anuncraen un añálisis,es evidentementeel Edipo.,Itace-tigmpo ya
que se ha innoducido baio la forma engañosay velada de la üans'
irriOo. v de allf surse la'teoúa del trauma infañtil. Todo acontecerá
Eo-o ,llotrasedia de Sófoctes:Freud ha adivinado sin duda los enig'
mas de la Esflngerppfo.estos-sonapenasadi-rtinaniz s pata niños pe'
queños,y su clarividencia,en la gue esosenigmasle permiten cfeef,
ócr¡lta su cegueracon fesltecto a los más impoftantes enigmas[terso'
nales.Se ürfa que las trampasse duplican: ln los Estudios sobre la
histeria Freud líabla descubierto que la sryestión resuelve maravillo'
tr."ntu bien todos los problemas menofes, pefo qo lega hasta el
problemacentral de la néurosis;sin embargo,-..uando da un eiemplo
in el oral, más allá de la sugestión,llega al problema-es€ncial,ese
eiemplo résulta sef un caso dé incesto reál, heóIo a medida Para ve'
ríficaf [a teorla del trauma; y ante esetriste descubrimiento,no sabe
qué hacer
fambién comoen Sófocles,€sedescubrimientole es anunciadopor un
sueñoincestuosointerpretado de manetade aPattatla verdad. He aqt¡f
el sueño:
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do declata,eI 14 de noviembrede 1897, un mesdgsqufsdel-d9scubri'
miento dei Edipo, 9E€ el autoanálisises en realidad i.mPosible'pues
á. lo contrarioiró eixistirlala neurosis.Y agrcg^i<Solo puedo anali-
zatmeDof medio de un saberobjetivo como si fuese otro>. El auto'
análisii esposible pofque se analizac9m9 un otfo, y pqf esta fazón no
es un autoán¿ílisis.-Pofoffa pafte, solo duranteun perlodo muy breve
(41 dlas, desdeel 3 de octübrehastael t4 de noviembrede 1897)
implea Éreud la palabraSelbstanolyse. Es Freud mismo, y no Fliess,
quiin se ha analizado<(comosi fuese otro? -y en ello su trabaio
ó. r,rt pacientesparecehabe-rdesempeñadoltn Paq€l.muy impor'
tante-. ?ero es Fliessen cambioquieñ, sin saberlo,lo ha puesto en
la situación mansferencialen la que el saber se modifica en sus rela'
cionescon el inconsciente.
Hru .o esta sitr¡aciónalgo muy bimilaf' puesto que, en la historia, el
paóel de Fliessha sido ilesempeñadomiles de vecespor seresque-se
ilainabanLa Boétie, Beatrice, Lauta, Regina,etc.' y sin duda muchos
más que han lquedadoen el anonimato; pero nunca se habla visto
;""iiir en señeiantesituaciónun psicoieiapeutatan bien ptepqldo
o.tr mo.ir la p'osiciónde enfermó. Fue eie encuentro,estadlstica'
i"."t".itprobabi., el que permitió que el t-?b.t teórico ya adquirido
llegan,no a completatse,ni tampocoa confirmarse,sino a.ser opl.eto
de"una'mutaciónáecisiva.Con Charcot,Freud habla aprendidoa iden'
tificarsecon el paciente.Lo qoe aprendiójunto ¿ Breuer fue qrreeste
no sabla nada más qr:e lo que su pacientepodla enseñarle.Lo que
t á¡i. ¿i aprender ..'deu Fliéss era que el paciente aprende todo lo
esencialde-la transfercnciamisma.No obstante' pasaráalgún tiempo
antesde que este descubrimientopuedaser incorporadoa la teoúa y
ala t&niia. En la épocade Dora, la uansferenciaes todavla el riesgg,
ét ábst¿cutoque el'análisisdebe-evitar.Solo en 1907.,en el año <<de
i. ro.tt"u, él año en que expira y fracaqala-tenible profecla de
Fliess. v ai término del-análisis del <hombre de las ratas>, se en'
*.ntiui. por fin, esasdos formas del sabertan diflciles de conciüar,
ta de las'cbnstnróciones capitalesdel capltulo VII, y la de las expe'
rienciasno menoscapitalei de la mansférenciasobreFliess.En 1907
lé es por fin posiblei Frcud repetir Paraotro.la.situaciónqug.defió
primeiamentevivir para sl mismo; Y €s, desdeluego, por el hecho
i. qo. lograraasf voiverla repe_tible,-gue,de experiehciaúnica, se ha
convertidó en situación oúginal.
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lo abandonatan bruscamentecomo lo habla empezado,y tro vuelve
a ocuparjse -deltema-.Sin duda, era una tentativa bt.r.tuír, no hrÉlá
hechoaún los grandesdescubrimientos.El proyeito es un intento de
cogtptetafy.superar,aunquesiempredenüo de una misma llnea. los
trabajosrealizadoscon charcot y con Breuer. charcot no pudo'ver
coronadospor el éxito sus esfuérzospor hallar un puente entre la
psicologíay Ia neurologla,porque se átenra a la psi'coloela*¿r-.o-
mrente,.yporque tambiénsu neurologíaera demasiadopreóaria.Freud
en cambio sabe.quedi¡po-ngde una-psicologíaabsoluiam.nt" ^r.uu.
En ello mdica el-interéi del proyectí, en la-elaboraciór ¿Á tna tri
cologlaque tiene en
_cüenra,-de-maner" *y-ai;d";;l; JJ dilirior,
Ias enseñanzas extraldasde la histeria. Mulhas de las ideas del pro-
2eclo serán retomadasmás adelante,sobre todo en el capltuló VII
dg.l, Traundedtung. No obsranre,r.. *Jro.i. .l d. im ideas
elaboradas en esteProyecto,laforma en que aparece ""1..
obliea; ¿;ñ¡;:
rarlo también cg{''o-úna eipecie de deféns"-o J.-*rir?.r.i, .ii'lo
rFlación.En realidad,el Prolecn bloqul" áot.nt .rn
tiempo los ver-
daderosprogresos,9u€_rotti-.pr.r.i".üliit; ;;;;;il;TEi hi.r,
para poder_seguiradelantecon este tipo de "itrabajo.
ll,-:9_tq.:fi_en,
urcho en Ienguajevulgar: Freud seimpusouna inmensátareaa fin ie
evadlrsede.algoque tiene que ver con su relacióncon Fliess.pero no
puede.evadirse,la continuaciónde su - trabajo
- - - - - - - 'pasa
porella... r- necesariamente
De estemodo seencuentra,inmediatamente despuésdel abandonodel
estadoqué cahficade .,.x*-áidinario>>.D. pro'io,
!(y1ir:::lI:,t
er trabalo teónco ha.dejado estar a su alcance:las ideasiluyen,
pero desaparecen *
al instánte.Todo.t fo.rt.;-;;i"-¡; l;iñ. Á";r,
épocapert€necela,-célebre frase: uTenió Ir- r.nrá.ié;d;;;-.n.._
ttr9o, el uÍr cSpullo,quién sabequé ilate de besiia i.tJr¿-¿.-¿1"
(.rZ de junio de 1897).{ partirde esafecha,ningún
bogador teó-
u::qpaña suscarras.su mabajor. t.dir. p*oirt"rr, ü ir ."¡
lT
nadadlsclerne.
un m'esmás tarde,(rlgpmenosde-¡rnmes,-er7 de julio de Lg97),
dggrjbg con gran claridadIa situacióntt.nti.r.n.i;i ¿;-ó. ,. úáúr,
<<'r'odavía no sé qué.me pasa:algo surgidodel más profündo abismo
propia neu¡osissebponea todo ;;úd* Át .n el conocimien-
i"
ro Ti de las neurosts;y- aunqueno sé cómo, tú estásenvueltoen ello.
En efecto,mi incapagidaa iara escribirÁe pur...?.r,i";j;; i,n*¿i,
nuestrasrelacionei.No tehgo pruebade esto, ri* ,"irr*rü'í*ti-
mientosde naturalezaobscuiao.y, tal comolo ná".n];;;;;*;n
análisis,as:esai<<Nocabeduda dá que t .a¿;lor- yr ;ru;;r5- j. ,'r.¡r;o
han influido en todo esto>>.
Nadapermitíapreverque reconocería en eseestadode cosasla tra.ts-
terencia;hasta.ese.momento,Ia idea que se hacla de ella era mLv
olrefente: un desplazamiento, un erfor de desvfo.Tampocola reco-
noceráalll dondei¡tá, 9q el ánáfisisde Dóra,-rinó'tun,óto ,i.t. ;;,
más ta¡de,-al término del análisisdel <homüt. á. i;r ;;;r;;;;;"
vea en.quéfotma funcionala transferenciadel-déseoinconscilnié,t¡
como la formula\a en la teoúa del sueño; ;";;$ ".1
pr..irr..ril '
graJistles quienIe sirve alavez d. rópott. yá.-"¡l.i;.--""-^"-
l)urante este perlodo, ya no gobiernai,r peásamienlo.<,soy
víctima
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