Sunteți pe pagina 1din 4

El pensamiento de Thomas Malthus y Stuart Mill.

 John Stuart Mill


John Stuart Mill continúa la orientación general de Adam Smith, y en uno de sus aportes hace
referencia a las funciones ordinarias del Gobierno, entre estas la provisión del sistema legal.
El autor considera aquellas situaciones en las cuales, a pesar del interés público por
determinados servicios, los individuos no encuentran interés en adelantarlos. Mill anticipa
así la discusión de las fallas del mercado debido a la inaplicabilidad de la exclusión, pues, la
exclusión sería ineficiente, igualmente si fuera aplicada, e ilustra la situación con el caso de
los faros y la dificultad para cobrar peajes.
Hacia 1830, con poco más de 20 años, J. S. Mill redactó los cinco ensayos que componen su
obra titulada “Ensayos sobre algunas cuestiones disputadas en Economía Política”, publicada
en 1844. El primero de estos ensayos, “De las leyes del intercambio entre naciones y la
distribución de las ganancias del comercio entre países del mundo comercial” es el más
famoso, y presenta la teoría de la demanda reciproca en el comercio internacional que supuso
un avance de gran importancia respecto al pensamiento de Adam Smith y David Ricardo, al
establecer las condiciones para la determinación de los términos del intercambio. J.S.Mill
demostró que el reparto de los beneficios del comercio exterior, esto es, la relación real de
intercambio, depende de la demanda de cada país de los productos del otro, la llamada
demanda recíproca. Mill rechaza lo aranceles proteccionistas, sólo acepta los fiscales o
recaudatorios, sin embargo, admite que no se bajen los aranceles si no los bajan también los
demás países.
El segundo ensayo, “De la influencia del comercio sobre la producción” de importancia
comparable al primero, refuta la ley de Say que sostiene que “la oferta crea su propia
demanda y la sobreproducción general es imposible”. J.S.Mill advirtió que en una economía
monetaria en la que existe el dinero que puede ser demandado como activo en sí mismo puede
no cumplirse la ley de Say y puede existir sobreproducción. Mill Demuestra el papel del
dinero en el ajuste de los mercados.
En el tercer ensayo “Sobre las palabras productivo e improductivo” se ocupó de establecer la
distinción entre actividades productivas y no productivas, preocupación presente en la ciencia
económica desde la escuela de los fisiócratas. J.S.Mill extiende la distinción no sólo al trabajo
sino también al capital y al gasto. En su opinión, el trabajo, el gasto o la producción cuyo ob
jeto inmediato es la satisfacción inmediata son improductivos. La idea es que la producción
de capital en sentido amplio o de «fuente de disfrute» es el criterio de productividad.
El cuarto ensayo «Sobre los beneficios y el interés» vuelve sobre el esquema ricardiano de
distribución de la renta y la idea del “coste de producción” de los salarios. Mill expone la
idea de que los beneficios pueden ser incrementados, bien rebajando los salarios o bien
reduciendo su coste de producción, es decir, el valor de la fuerza de trabajo o el valor de los
bienes que consumen los trabajadores. Esta idea llamativa es parecida a la discusión sobre el
plusvalor absoluto y relativo de Marx.
En los “Principios de Economía Política”, John Stuart Mill, titula el “Libro Quinto”, “Sobre
la Influencia del Gobierno”, y lo divide en once capítulos. En el capítulo once hace referencia
a los límites de las atribuciones del gobierno, “la cuestión de a que materias puede o debe
extenderse la intervención gubernamental en los asuntos de la sociedad, además de aquellas
que forzosamente le incumben” (Mill 1848, p. 804). Y aquí mismo nos dice que “la
intervención puede extenderse hasta el control de la libertad de acción de los individuos” (p.
805).
J. S. Mill ponía límites a la actuación del gobierno en la parcela íntima del individuo, en su
libertad política y en la división del trabajo, no obstante, establecía claramente excepciones
al laissez-faire en temas como la defensa de la infancia, la educación, la indigencia, la oferta
de servicios para la comunidad, la disminución de las horas de trabajo etc.
El primero de los deberes es la protección de la persona y la sociedad, lo cual se relaciona de
manera directa con las buenas cualidades o defectos de un sistema legal (administración de
justicia). La intervención puede ser facultativa o discrecional. Según Mill, la intervención
gubernamental se requiere en casos como “la educación oficial (espiritual o secular), la
regulación de las horas de trabajo, el cuidado público de los pobres, etc.” (1848, p. 805).
Las diversas objeciones que presenta Mill a la intervención del gobierno apuntan
precisamente a las excepciones a la “máxima práctica de que los asuntos de la sociedad
pueden realizarse mejor por la acción privada y voluntaria” (p. 835), en el entendido, “que
los individuos son los mejores jueces de sus propios intereses cuando un individuo intenta
decidir ahora de manera irrevocable qué será más conveniente para sus intereses en algún
futuro más o menos remoto” (p. 820).

 Thomas Malthus
Malthus logró un lugar en la historia del pensamiento económico por su Ensayo sobre el
principio de la población (1798), trabajo en el que asumió una visión fatalista sobre la
economía y la población. La teoría de Malthus contrastaba con la idea de Smith respecto a
que el incremento de la población impulsaba el progreso económico. Malthus también
contradice las tesis de su padre Daniel Malthus quien aseguraba que la pobreza y la miseria
por la que estaba atravesando Inglaterra eran causadas por la inoperancia del gobierno. De
hecho, Daniel Malthus era seguidor de las ideas de Godwin a quien se le conocía como el
padre del anarquismo filosófico. La concepción fundamental de Godwin y Condorcet –que
Daniel Malthus aceptaba- era que el carácter de un individuo no es hereditario, sino que más
bien se forma por el ambiente en el que este se desenvuelve. En particular, Godwin estaba
perturbado por las penurias, la miseria, infelicidad y el vicio que percibía en el mundo que lo
circundaba. Concluyó que el principal factor responsable era el gobierno, y por esta razón
Godwin a veces es llamado el padre del anarquismo filosófico.
La tesis de Malthus se resume en los siguientes puntos: primero, la población crece más
rápido que la producción de alimentos; segundo, cuando se aumenta la producción de
alimentos por encima del crecimiento de la población se estimula esta tasa de crecimiento;
tercero, si la población aumenta muy por encima de la producción de alimentos el crecimiento
se frena debido al hambre, las enfermedades y las guerras. A partir de estas tesis Malthus
propuso formas de asumir el control de la natalidad y sus soluciones fueron extrañas y
controvertidas: la primera era el aumento de la tasa de mortalidad mediante las guerras, las
hambrunas y las enfermedades; la segunda era reducir la tasa de natalidad mediante una
política para que los matrimonios se realizaran más tarde de lo que se estaban haciendo. En
ediciones siguientes Malthus agregó el ingrediente de la moral en el control de la natalidad,
por lo cual no se tendría que llegar a relaciones prematrimoniales, aunque el tema del deseo
humano seguía para él implícito.
Como se ha señalado antes, el objeto del discurso de la primera parte de la obra se centra en
el crecimiento de la población, por ello hace el siguiente planteamiento: “…la capacidad de
crecimiento de la población es infinitamente mayor que la capacidad de la tierra para producir
alimentos para el hombre. La población, si no encuentra obstáculos, aumenta en progresión
geométrica. Los alimentos tan sólo aumentan en progresión aritmética…” (Malthus, 1983:
33).
La conclusión inmediata de un planteamiento como el anterior, es que para alimentar a la
población es necesario que los alimentos crezcan a la misma tasa que ésta. Sin embargo, el
problema de fondo es que la población se duplica, según Malthus, cada 25 años, mientras
que la producción de alimentos no lo hace a la misma tasa. En todo caso, merced al cambio
tecnológico y al mejor uso de los factores de la producción, la producción agrícola se puede
incrementar cada 25 años, pero en proporción aritmética (Malthus, 1983: 38-39).
Las tesis de Malthus sobre la población fueron importantes para los estudios clásicos de la
época, en cuanto a las teorías del valor y los salarios. La tesis de Malthus tiene gran
aplicabilidad en las doctrinas de la teoría clásica. Un ejemplo es la doctrina de fondos
salariales desarrollada por Adam Smith y aplicada por Ricardo posteriormente. Esta teoría
decía que un aumento de salario real del trabajador podría ocasionar un aumento en la
población, lo cual en el largo plazo provocaría que los salarios regresasen a su nivel anterior,
es decir a un nivel más bajo. Se decía entonces que cualquier intento de mejorar el bienestar
económico de los grupos con menores ingresos en la población empeoraría el problema y
que no era conveniente mejorar su situación social pues generaría una deficiencia económica
aun peor en el largo plazo.
Es decir, que una de las principales preocupaciones de este pensador era la pobreza. Sabía
que la única forma de reducirla era a través de mayor productividad. Así, incrementar el
salario de los trabajadores sin producir más, lo único que provocaría sería un incremento en
precios pues “La competencia entre los compradores en el mercado provocaría la rápida
subida del precio de la carne, que de los seis a siete peniques que cuesta hoy pasaría a costar
dos o tres chelines la libra, y no se distribuiría la carne en un mayor número de partes que en
la actualidad.” (Malthus, 1983: 71). En suma, dada la misma producción de carne, mayor
dinero sólo provocará un encarecimiento de ésta, pero no necesariamente que se consuma
más. Para incrementar el consumo de carne, sería necesario producir más, sin embargo, ello
implicaría dejar de destinar recursos productivos a otros bienes como el trigo, por lo tanto,
mayor producción de carne implicaría un menor consumo de trigo. Este principio básico en
ocasiones parece olvidarse.
Malthus también pone el dedo en la llaga al señalar que la forma en que se debe medir el
crecimiento económico es en términos per cápita, esto es en la mayor o menor disponibilidad
de bienes o servicios disponibles por persona en cualquier economía. Así “Todo aumento de
la población sin incremento proporcional del alimento producirá el mismo efecto, reduciendo
el valor del título de cada individuo. El alimento tendrá que ser distribuido en raciones más
pequeñas y, por consiguiente, una jornada de trabajo permitirá la adquisición de una cantidad
menor de provisiones.” (Malthus, 1983: 74). Más adelante señala que “El único criterio
seguro para apreciar un aumento real y permanente de la población de un país, es el
incremento de los medios de subsistencia” (Malthus, 1983: 102).

Bibliografía
Ibarra, D. (2012). Robert Malthus y su Primer ensayo sobre la población (1789). Rvista Debate
Económico.

Malthus, T. (1983). Primer ensayo sobre la población. España: Sarpe, colección Los grandes
pensadores.

Márquez , Y., & Silva, J. (2008). Pensamiento económico con énfasis en Pensamiento Económico
Público. Bogotá: Programa de Administración Pública Territorial.

Pelet, C. (2001). John Stuart Mill: la etapa de madurez de la escuela clásica. Zaragoza: Universidad
de Zaragoza.

S-ar putea să vă placă și