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PRIMERA EDICIÓN
NOVIEMBRE 2014
4,130 ejemplares
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN
TOTAL O PARCIAL
DERECHOS RESERVADOS
D.LEG. Nº 822
DIAGRAMACIÓN DE CARÁTULA
Martha Hidalgo Rivero
DIAGRAMACIÓN DE INTERIORES
Rosa Alarcón Romero
5
EL DESPIDO LABORAL
6
PARTE I
ENSAYOS
El despido fraudulento
y su impugnación
INTRODUCCIÓN
(*) Egresado de la Maestría de Derecho Constitucional por la Universidad Nacional de San Agustín
y de la Maestría de Derecho de Trabajo y Seguridad Social de la Universidad Católica de Santa
María. Abogado encargado de los procesos laborales de la Procuraduría Pública del Poder Judicial
en la ciudad de Arequipa. Catedrático de la Universidad Alas Peruanas - Filial Arequipa.
(1) MONTOYA MELGAR, Alfredo. Derecho del Trabajo. 22ª edición, Tecnos, Madrid, 2001,
pp. 463-464.
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MARLON HUMBERTO DE LA CRUZ CARPIO
• Será legal, siempre que dicha decisión haya sido emitida den-
tro de un procedimiento de despido en el que el trabajador haya
tenido conocimiento de los cargos imputados, haya gozado de un
plazo razonable para presentar sus descargos y se le haya comu-
nicado la decisión final en la que se encuentre debidamente moti-
vadas las razones de la extinción laboral, las que deberán guar-
dar correspondencia con los cargos imputados. Esta valoración se
realiza en el plano formal de los documentos.
10
EL DESPIDO FRAUDULENTO Y SU IMPUGNACIÓN
Por tal sentido, el presente tema tiene por objeto el identificar y desa-
rrollar cada una de las características y supuestos materiales advertidos
por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional para el despido frau-
dulento(4), de tal manera que permitan al lector identificar cuándo nos
encontramos ante un despido de dichas características a fin de poder
impugnarlo en la forma que corresponda.
(4) Se invoca la jurisprudencia del Tribunal Constitucional porque precisamente esos criterios son los
que han dado origen y dotado de contenido al despido fraudulento.
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MARLON HUMBERTO DE LA CRUZ CARPIO
I. DEFINICIÓN
II. CARACTERÍSTICAS
• El engaño al trabajador.
(5) STC Exp. Nº 00976-2001-AA/TC. Eusebio Llanos Huasco. Emitido en fecha 13 de marzo de
2003.
12
EL DESPIDO FRAUDULENTO Y SU IMPUGNACIÓN
(6) HURTADO POZO, José. Manual de Derecho Penal. Parte General I. 3ª edición, Grijley, Lima,
2005, pp. 451-457.
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MARLON HUMBERTO DE LA CRUZ CARPIO
3. El engaño al trabajador
Por cuanto el sujeto pasivo de la decisión caprichosa del empleador
es precisamente el trabajador. Este trabajador materialmente no ha reali-
zado conducta alguna que justifique su despido; empero, se le conmina a
descargar sobre la imputación antojadiza del empleador.
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EL DESPIDO FRAUDULENTO Y SU IMPUGNACIÓN
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(9) STC Exp. Nº 00621-2012-AA/TC-La Libertad. Alex Antonio Canto Díaz. Emitido en fecha 30 de
setiembre de 2013.
(10) STC Exp. Nº 02657-2010-AA/TC-Pasco. Dina Luz Zamalloa Chamorro. Emitido en fecha 7 de
julio de 2011.
(11) STC Exp. Nº 01177-2008-AA/TC-Lima. César Samuel López Catasus. Emitido en fecha 2 de
junio de 2010.
16
EL DESPIDO FRAUDULENTO Y SU IMPUGNACIÓN
Debe tenerse presente que este supuesto material exige como requi-
sito ineludible que la inexistencia, falsedad o imaginación de los hechos
imputados al trabajador sean manifiestamente notorios, lo que signifi-
ca que se evidencie de sobremanera que el trabajador de modo alguno
pueda ser autor de los hechos que se le pretenden responsabilizar. Esta
evidencia notoria hace de este supuesto el que de sobremanera caracteri-
za al despido fraudulento.
(12) STC Exp. Nº 01420-2008-AA/TC-Lima. Moisés Molina Flores. Emitido en fecha 26 de agosto de
2008.
(13) HURTADO POZO, José. Ob. cit., pp. 405-406.
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MARLON HUMBERTO DE LA CRUZ CARPIO
(14) Según el literal a) del inciso 24 del artículo 2 de la Constitución Política del Perú: “Nadie está
obligado a hacer lo que la ley no manda, ni impedido de hacer lo que ella no prohíbe”.
(15) STC Exp. Nº 02339-2004-AA/TC-Lima. Betty Catalina Monge Martínez. Emitida en fecha 30 de
setiembre de 2004.
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EL DESPIDO FRAUDULENTO Y SU IMPUGNACIÓN
(16) STC Exp. Nº 02893-2009-AA/TC-Lima. Zoila Abarca Cordova. Emitida en fecha 7 de abril de
2010.
(17) STC Exp. Nº 05185-2009-AA/TC-Lima. Aida del Carmen Escudero Vigil. Emitida en fecha 21 de
mayo de 2010.
(18) STC Exp. Nº 02095-2011-AA/TC-Huánuco. Marco Antonio Kaqui Quiñónez. Emitida en fecha
26 de enero de 2012.
(19) TORRES VÁSQUEZ, Aníbal. Acto Jurídico. 2ª edición, Editorial Idemsa, Lima, 2001, p. 103.
19
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(20) “El principio protector se refiere al criterio fundamental que orienta el Derecho del trabajo, ya
que este, en lugar de inspirarse en un propósito de igualdad, responde al objetivo de establecer un
amparo preferente a una de las partes: el trabajador. (PLÁ RODRÍGUEZ, Américo. Los principios
del Derecho del Trabajo. 3ª edición, Depalma, Buenos Aires, 1998, p. 61).
(21) TORRES VÁSQUEZ, Aníbal. Ob. cit., p. 607.
(22) STC Exp. Nº 00628-2001AA/TC-Huánuco. Elba Graciela Rojas Huaman. Emitida en fecha 10 de
julio de 2002.
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(23) STC Exp. Nº 02844-2013-PA/TC-Lima. Martha Soledad de la Cruz Caya Palo. Emitida en fecha
10 de abril de 2014.
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(24) STC Exp. Nº 01059-2009-AA/TC-Lima. Amalie Marie Francoise Chabaneix Cunza. Emitida en
fecha 30 de noviembre de 2011.
(25) STC Exp. Nº 03169-2006-PA/TC-Lima. Pablo Cayo Mendoza. Emitida en fecha 10 de octubre de
2008.
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EL DESPIDO FRAUDULENTO Y SU IMPUGNACIÓN
(26) STC Exp. Nº 00206-2005-PA/TC-Huaura. Cesar Baylón Flores. Emitido en fecha 28 de noviem-
bre de 2005.
23
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(27) Adicionalmente dicha sentencia proponía una tercera posibilidad para recurrir al proceso de
amparo (cuando existiese una necesidad de protección urgente analizada caso por caso), sin
embargo, para el desarrollo del presente artículo no resulta trascendente.
24
EL DESPIDO FRAUDULENTO Y SU IMPUGNACIÓN
(…)
25
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CONCLUSIONES
26
EL DESPIDO FRAUDULENTO Y SU IMPUGNACIÓN
27
El despido fraudulento
INTRODUCCIÓN
(*) Abogada por la Universidad de San Martín de Porres, cursando estudios de maestría en Derecho
del Trabajo en la misma casa de estudios.
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MARIANA MILAGROS ZAMORA CHÁVEZ
I. SOBRE EL DESPIDO
(1) ARCE ORTIZ, Elmer Guillermo. La nulidad del despido lesivo de derechos constitucionales.
Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 1999.
30
EL DESPIDO FRAUDULENTO
(2) TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Instituciones del Derecho Laboral. Gaceta Jurídica, Lima,
2005, pp. 501-504.
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EL DESPIDO FRAUDULENTO
CALIFICACIÓN Y
CONSECUENCIAS
TIPO DE CONSECUENCIAS
DESCRIPCIÓN ATRIBUIDAS POR
DESPIDO LEGALMENTE
EL TC
PREVISTAS
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Aquel despido en el
que se imputa razona-
blemente la comisión
Despido con
de falta grave, se respe- • Despido
imputación
tan las normas procesa- arbitrario
razonable de Indemnización
les, pero una vez sujeto
comisión de • Indemnización
al control judicial en
falta grave
vía ordinaria, se deter-
mina la inexistencia de
falta grave
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MARIANA MILAGROS ZAMORA CHÁVEZ
causa justa de despido, sino más bien una forma de evadir lo dis-
puesto por mandato legal. Es sabido que en las relaciones labo-
rales existe una desequiparidad que la legislación laboral busca
resarcir brindando al trabajador adecuada protección frente a
los poderes que el empleador tiene, precisamente por la natu-
raleza de la relación instaurada. Es importante recalcar que, en
el caso de autos, la materia de controversia no es la correspon-
dencia o no de la reincorporación del demandante en virtud de la
Ley N° 27803, sino más bien las circunstancias producidas luego
de efectuada la reincorporación en virtud a un mandato legal, es
decir el despido operado por la entidad demandada, alegando el
periodo de prueba”.
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(5) CASTILLO LEÓN, Víctor. En: Vox Iudex - Revista de la Corte Superior de Justicia de la Liber-
tad. Año 1, Trujillo, febrero de 2008.
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(…).
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EL DESPIDO FRAUDULENTO
(7) Pleno Jurisdiccional de 1999: Acuerdo Nº 01-99: CADUCIDAD, en el que se señaló que: “Para
efectos de la suspensión del cómputo del plazo de caducidad a que se refiere el artículo 36 del
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MARIANA MILAGROS ZAMORA CHÁVEZ
Texto Único Ordenado (TUO) del Decreto Legislativo Nº 728 - Ley de Productividad y Compe-
titividad Laboral– aprobado por el Decreto Supremo Nº 03-97-TR, se aplican íntegramente las
disposiciones contenidas en el artículo 58 del Decreto Supremo Nº 01-96-TR, en la medida que
desarrolla el concepto de falta de funcionamiento del Poder Judicial previsto en el artículo 36 del
TUO”.
Debiéndose tener presente además que según lo previsto por el artículo 28 del Decreto Legislativo
Nº 910 - Ley General de Inspección del Trabajo y Defensa del Trabajador, precepto legal vigente
hasta la actualidad, “El plazo de caducidad en materia laboral, se suspende a partir de la fecha en
que cualquiera de las partes precisadas en el artículo anterior presenta la solicitud de Audiencia de
Conciliación y hasta la fecha en que concluya el procedimiento”.
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EL DESPIDO FRAUDULENTO
(...)
Para el caso de la Ley Nº 29497, Nueva Ley Procesal del Trabajo, las
pretensiones de reposición en los supuestos de despido incausados y
fraudulentos solo podrán plantearse como pretensión principal única
y serán tramitadas en la vía del proceso abreviado laboral; mientras
que, si son acumuladas a otras pretensiones expresas distintas a aque-
lla, serán de conocimiento del juez laboral en la vía del proceso ordi-
nario laboral. Así, el artículo 2 inciso 2 de la NLPT, prevé:
(...)
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CONCLUSIÓN
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La jubilación obligatoria
automática a los 70 años de edad
como un eventual despido lesivo
de derechos fundamentales
INTRODUCCIÓN
De las tres etapas por las que transcurre una relación laboral –constitu-
ción, ejecución y extinción–, esta última suele ser la que conlleva un mayor
nivel de riesgo en lo que a vulneración de los derechos fundamentales del
trabajador se refiere. Ciertamente, en un mercado como es el de trabajo,
donde la asimetría de información entre los actores y el desfase entre oferta
y demanda de mano de obra son palpables, la pérdida del empleo constitu-
ye uno de los mayores “temores” que el trabajador debe afrontar.
(*) Asociada del Área Laboral de Miranda & Amado Abogados. Adjunta de docencia en el curso de
Derecho Laboral General en la Pontificia Universidad Católica del Perú.
(**) Consejero del Área Laboral de Miranda & Amado Abogados. Magíster en Trabajo y Política
Social por la Universidad Autónoma de Barcelona. Abogado por la Pontificia Universidad Católi-
ca del Perú (PUCP). Profesor de Derecho del Trabajo en la PUCP.
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MARÍA JOSÉ PAREDES VEREAU / SERGIO QUIÑONES INFANTE
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LA JUBILACIÓN OBLIGATORIA AUTOMÁTICA A LOS 70 AÑOS DE EDAD.....
(2) PÉREZ LUÑO, Antonio. Dimensiones de la igualdad. Dykinson, Madrid, 2005, p. 97.
(3) Ibídem, p. 85.
(4) EGUIGUREN, Francisco. Ob. cit., p. 65.
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Nótese que aun cuando se trata de una evolución que podríamos cali-
ficar de cualitativa, en la medida en que la dimensión jurídica de la igual-
dad se expande y vincula ya no solo al Estado sino también a la autono-
mía privada, debe resaltarse que tanto la “igualdad ante la ley” como la
“igualdad de trato” mantienen un enfoque formal que “no pretende modi-
ficar la realidad sino incidir sobre la regulación de los comportamientos
que se producen en aquella”(5).
(5) NEVES, Javier. Introducción al Derecho del Trabajo. Fondo Editorial de la PUCP, Lima, 1999, p. 109.
(6) Loc. cit.
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LA JUBILACIÓN OBLIGATORIA AUTOMÁTICA A LOS 70 AÑOS DE EDAD.....
Igualdad de
Sustancial Acciones positivas
oportunidades
(7) Nótese que en uno u otro enfoque, los actos que vulneren el principio de igualdad son siempre
contrarios a la Constitución.
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(8) Entendemos por “otra índole” motivos no recogidos en la relación pero que resultan equivalentes
a ellos por compartir una carga social e histórica significativa.
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LA JUBILACIÓN OBLIGATORIA AUTOMÁTICA A LOS 70 AÑOS DE EDAD.....
Por su parte, la Ley N° 28867, que modifica el artículo 323 del Códi-
go Penal, tipifica el delito de discriminación como: “el que, por sí o
mediante terceros, discrimina a una o más personas o grupo de personas,
o incita o promueve en forma pública actos discriminatorios, por moti-
vo racial, religioso, sexual, de factor genético, filiación, edad, discapa-
cidad, idioma, identidad étnica y cultural, indumentaria, opinión política
o de cualquier índole, o condición económica, con el objeto de anular o
menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos de la per-
sona (…)” (el resaltado es nuestro).
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1. Jubilación voluntaria
Los trabajadores que cumplen 65 años, y cuentan con 20 años de
aportaciones como mínimo en el caso del Sistema Nacional de Pensiones,
tienen la opción de cesar voluntariamente de su relación laboral y gozar
de una pensión de jubilación.
(9) BLANCAS, Carlos. El despido en el Derecho Laboral peruano. Jurista Editores, Lima, 2013, p. 42.
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(13) NEVES, Javier. “La edad como causal de extinción o de restricción de la relación laboral en nues-
tro ordenamiento”. En: Ius et Veritas. Nº 37, Lima, 2008, p. 110.
(14) BLANCAS, Carlos. Ob. cit., p. 63.
(15) ARCE, Elmer. Ob. cit., p. 574.
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LA JUBILACIÓN OBLIGATORIA AUTOMÁTICA A LOS 70 AÑOS DE EDAD.....
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Por lo tanto, más que ante una jubilación, nos encontramos propia-
mente ante un supuesto de despido basado en la edad del trabajador, lo
cual claramente es un motivo prohibido, de acuerdo con lo mencionado
en el primer apartado.
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LA JUBILACIÓN OBLIGATORIA AUTOMÁTICA A LOS 70 AÑOS DE EDAD.....
CONCLUSIONES
3. Por otro lado, también se ha considerado que una vez que el tra-
bajador alcanza los 70 años el empleador tiene la facultad de
invocar la causal de jubilación en cualquier momento e incluso
diferirla en el tiempo hasta que crea adecuado efectuar el cese del
trabajador.
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Las causales de despido nulo
y su impugnación
INTRODUCCIÓN
I. ESTABILIDAD LABORAL
(*) Abogada por la Universidad de San Martín de Porres, asesora laboral en Gaceta Jurídica S.A.
colaboradora de la revista Soluciones Laborales, Contadores & Empresas y Actualidad Jurídi-
ca. La autora agradece la colaboración de Fiorella Tovalino Castro y Luis Ricardo Valderrama
Valderrama.
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NOELIA BELMIRA ALVA LÓPEZ
(1) ERMIDA URIARTE, Óscar. La estabilidad del trabajador en la empresa ¿protección real o ficti-
cia? Acace, Montevideo, 1983, p. 31.
(2) FERRO DELGADO, Víctor. “La protección frente al despido en la evolución de la jurisprudencia
del Tribunal Constitucional”. En: Revista de la Facultad de Derecho. N° 68, 2012, pp. 471-494.
(3) TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Guía laboral. Gaceta Jurídica, Lima, 2013, p. 506.
(4) A nivel judicial, esta es la causal que más limitaciones ha tenido en su aplicación. Así, se ha
señalado que un proceso administrativo ante el Ministerio de Trabajo no ingresa en este supues-
to. “Considerando que no es lo mismo presentar una solicitud que plantea una queja, pues entre
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LAS CAUSALES DE DESPIDO NULO Y SU IMPUGNACIÓN
ambas existe una relación de género y especie, ya que mientras la primera grafica un simple pedi-
do, la segunda además, supone la manifestación de la disconformidad con algo y/o alguien, y/o el
reclamo por el incumplimiento de una obligación patronal, se debe considerar nulo el despido de
un trabajador que solicita una visita inspectiva a través de la cual buscaba la comprobación del
incumplimiento de las normas laborales por parte de su empleador” (Cas. N° 1363-2005-Lima).
Adicionalmente, un pedido de recálculo tampoco está dentro de este supuesto: si el trabajador
presenta una solicitud a su empleador para regularizar el cálculo de un beneficio laboral, esta no
puede ser tomada como una queja contra el empleador por tratarse de una petición. La queja supo-
ne la manifestación de disconformidad con algo y/o reclamo del incumplimiento de una obliga-
ción del empleador (Cas. N° 1655-2003-Tacna). Finalmente, un proceso ante EsSalud tampoco
ingresa dentro de este supuesto: “La simple tramitación efectuada por el accionante ante EsSalud
no configura el supuesto legal que prevé el inciso c) del artículo 29 del Decreto Supremo número
cero cero tres - noventisiete - TR, para que el despido sea nulo, pues cuando dicha norma se refie-
re a presentar una queja o participar en un proceso contra el empleador ante las autoridades com-
petentes, debe entenderse que la queja, el reclamo o proceso seguido contra el empleador debe ser
de naturaleza laboral, es decir, referirse al incumplimiento o conductas del empleador que afec-
ten los derechos del trabajador derivados de la relación de trabajo, o sus derechos fundamentales
planteados ante autoridad judicial o administrativa competente, tal como lo dispone el artículo
cuarentisiete del Decreto Supremo número cero cero uno - noventaiséis- TR” (Cas. N° 137-2005-
Del Santa).
71
NOELIA BELMIRA ALVA LÓPEZ
1. La discriminación antisindical
Se considera nulo el despido que tenga por motivo la afiliación a un
sindicato o la participación en actividades sindicales, también lo será si el
despedido es candidato a representante de los trabajadores o actúa en esa
calidad, según la LPCL artículo 29, incisos a) y b).
(5) BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido en el Derecho Laboral peruano. Jurista Editores,
Lima, 2013. p. 374.
(6) Numeral 4) del artículo 23 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, artículo
8 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966, artículo 8 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966.
(7) Incisos c) y g) del artículo 45 de la Carta de Organización de los Estados Americanos (OEA) de
1948, artículo XXII de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre aproba-
da en la IX Conferencia Internacional Americana de 1948, artículos 7, 26 y 27 de la Carta Interna-
cional Americana de Garantías Sociales, aprobada en la IX Conferencia Internacional Americana
de 1948, artículo 16 de la Convención Americana de Derechos Humanos, “Pacto de San José de
Costa Rica” aprobado en la Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos,
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LAS CAUSALES DE DESPIDO NULO Y SU IMPUGNACIÓN
San José, Costa Rica, 22 de noviembre de 1969, artículo 8 del Protocolo Adicional a la Conven-
ción Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Cultu-
rales, “Protocolo de San Salvador”, aprobado por la Asamblea General de la OEA, San Salvador,
17 de noviembre de 1988.
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NOELIA BELMIRA ALVA LÓPEZ
(8) BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido en el Derecho Laboral peruano. Jurista Editores,
Lima, 2013, p. 386.
(9) BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido nulo. Ara 2002, pp. 309-314.
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LAS CAUSALES DE DESPIDO NULO Y SU IMPUGNACIÓN
(10) “La Constitución en la Jurisprudencia del Tribunal Constitucional”. En: Diálogo con la jurispru-
dencia. Gaceta Jurídica, Lima, agosto de 2006.
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NOELIA BELMIRA ALVA LÓPEZ
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LAS CAUSALES DE DESPIDO NULO Y SU IMPUGNACIÓN
Hay que considerar que la lista de motivos del Convenio 158 OIT no
tiene carácter exhaustivo o cerrado, pues con la expresión inicial “entre
los motivos (…) figuran los siguientes”, se deduce que pueden preverse
otros que no constituyen causa justificada.
Dejando atrás las fuentes, se puede concluir que se entiende por dis-
criminación cualquier distinción, exclusión o preferencia basada en moti-
vos de sexo, raza, religión, o ideas políticas que tenga por efecto anular
o alterar la igualdad de oportunidades o de trato en el empleo o la ocu-
pación. Esta causal tiene como sustento el mandato constitucional de no
discriminación.
(11) RUBIO CORREA, Marcial. Estudio de la Constitución Política de 1993. Tomo I, Fondo Editorial
de la PUCP, Lima, 1999, p. 151.
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NOELIA BELMIRA ALVA LÓPEZ
CAUSAL DE DISCRIMINACIÓN
4. El embarazo
La STC Exp. Nº 05652-2007-PA/TC desarrolla ampliamente la
prohibición de discriminación por razón de sexo, en los siguientes térmi-
nos: la igualdad de derechos de hombres y mujeres es un principio de las
Naciones Unidas. Así, en el Preámbulo de la Carta de las Naciones Uni-
das se establece, entre los objetivos básicos, el de “reafirmar la fe en los
derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la perso-
na humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres”. Además,
en el artículo 1 de la Carta se proclama que uno de los propósitos de las
Naciones Unidas es realizar la cooperación internacional en el desarrollo
y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades funda-
mentales de todas las personas “sin hacer distinción por motivos de raza,
sexo, idioma o religión”.
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LAS CAUSALES DE DESPIDO NULO Y SU IMPUGNACIÓN
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LAS CAUSALES DE DESPIDO NULO Y SU IMPUGNACIÓN
(12) Pese a ello, existe una sentencia de la Corte Superior de Huaura (Exp. N° 752-97-L) que conce-
dió la indemnización por despido arbitrario en un caso donde el trabajador no acreditó la causal
de nulidad de despido invocada en su demanda. La citada ejecutoria es comentada por NEVES,
Javier. “Jurisprudencia en materia laboral”. CCJ y PUCP, Lima, pp. 64-67.
(13) Ibídem, p. 508.
81
NOELIA BELMIRA ALVA LÓPEZ
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LAS CAUSALES DE DESPIDO NULO Y SU IMPUGNACIÓN
a) De la mujer embarazada.
(15) ARCE ORTIZ, Elmer. La nulidad del despido lesivo de derechos constitucionales. Pontificia Uni-
versidad Católica del Perú, Fondo Editorial, 1999, Lima, p. 559.
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NOELIA BELMIRA ALVA LÓPEZ
Recuérdese que la reposición es solo uno de los varios efectos que tiene
la declaración de nulidad. Al declarar la nulidad del despido y, por ende,
al declararlo inexistente, le corresponden al trabajador el pago de las
remuneraciones y los beneficios dejados de percibir durante la tramita-
ción del proceso judicial de impugnación del despido, cuestión que no
cobraría si su despido es declarado solo arbitrario”.
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LAS CAUSALES DE DESPIDO NULO Y SU IMPUGNACIÓN
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LAS CAUSALES DE DESPIDO NULO Y SU IMPUGNACIÓN
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(18) TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. “La prueba del despido nulo en la Nueva Ley Procesal del Tra-
bajo”. En: Revista ItaIus Esto. Diciembre de 2012, p. 64.
88
LAS CAUSALES DE DESPIDO NULO Y SU IMPUGNACIÓN
Los indicios pueden ser, entre otros, las circunstancias en las que
sucedieron los hechos materia de la controversia y los anteceden-
tes de la conducta de ambas partes”.
89
Individualización de los fundamentos
que configuran el despido arbitrario
INTRODUCCIÓN
(*) Asesor laboral de Soluciones Laborales. Egresado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
91
BRUCY PAREDES ESPINOZA
(1) NEVES MUJICA, Javier. Introducción al derecho del trabajo. Fondo Editorial de la Pontificia
Universidad Católica del Perú, Lima, p. 15.
(2) “La libertad de trabajo consiste en el derecho de toda persona a decidir si trabaja o no, en qué
actividad y para quién”, ibídem, p. 24.
92
INDIVIDUALIZACIÓN DE LOS FUNDAMENTOS QUE CONFIGURAN EL DESPIDO...
(3) CAMPOS RIVERA, Domingo, citado por CASTILLO LOZANO, Andrés y VILA TORRES, Car-
los. “Hacia una nueva interpretación del despido sin justa causa”. En: <http://javeriana.edu.co/
biblos/tesis/derecho/dere4/Tesis-29.pdf>, p. 6.
(4) Ibídem, p. 7.
93
BRUCY PAREDES ESPINOZA
(5) Ibídem, p. 8.
(6) PLÁ RODRÍGUEZ, Américo. Los principios del derecho del trabajo. Editorial de Palma, Buenos
Aires, 1988, p. 240.
94
INDIVIDUALIZACIÓN DE LOS FUNDAMENTOS QUE CONFIGURAN EL DESPIDO...
Hay que tener en cuenta, vía análisis económico del derecho, que la
recepción del modelo de protección absoluta del empleo, traería conse-
cuencias negativas en la creación del empleo, debido a que los emplea-
dores estarían reticentes a generar puestos de trabajo, si midiesen las
(7) Ídem.
95
BRUCY PAREDES ESPINOZA
(8) CAMPOS RIVERA, Domingo, citado por CASTILLO LOZANO, Andrés y VILA TORRES, en:
<http://javeriana.edu.co/biblos/tesis/derecho/dere4/Tesis-29.pdf>, p. 17.
(9) Ibídem, p. 10.
(10) PLÁ RODRÍGUEZ, Américo. Loc. cit., p. 172.
96
INDIVIDUALIZACIÓN DE LOS FUNDAMENTOS QUE CONFIGURAN EL DESPIDO...
(11) En:<ht t p://w w w.ilo.org /dy n /nor m lex /es/f ?p =NOR M LEX PU B:1210 0:0::NO::P1210
0_ILO_CODE:R166>.
97
BRUCY PAREDES ESPINOZA
98
INDIVIDUALIZACIÓN DE LOS FUNDAMENTOS QUE CONFIGURAN EL DESPIDO...
99
BRUCY PAREDES ESPINOZA
(15) Respecto al contenido del derecho al debido proceso se ha señalado que una persona sometida
a una investigación, sea esta de orden jurisdiccional o administrativa, y donde se encuentren en
discusión derechos e intereses suyos, tenga la oportunidad de contradecir y argumentar en defensa
de tales derechos e intereses, para cuyo efecto se le debe comunicar, previamente y por escrito,
los cargos imputados, acompañando el correspondiente sustento probatorio, y otorgarle un plazo
prudencial a efectos de que –mediante la expresión de los descargos correspondientes– pueda
ejercer cabalmente su legítimo derecho de defensa presumiendo su inocencia. Se conculca, por
tanto, dicho derecho cuando los titulares de derechos e intereses legítimos se ven imposibilitados
de ejercer los medios legales suficientes para su defensa (Exp. N° 5514-2005-PA/TC, f. j. 4).
100
INDIVIDUALIZACIÓN DE LOS FUNDAMENTOS QUE CONFIGURAN EL DESPIDO...
Por ello, tanto su “(…) respeto como su protección no solo deben ser
observados en el ámbito estrictamente judicial, sino deben ser observados
en todos los procesos o procedimientos en los que se diluciden los dere-
chos e intereses de las personas, sean estas personas jurídicas de dere-
cho privado, órganos y tribunales administrativos, Tribunal Constitucio-
nal, Jurado Nacional de Elecciones, Consejo Nacional de la Magistratura,
Congreso de la República (en materia de juicio político y antejuicio cons-
titucional), tribunales arbitrales, etc.”(16).
101
BRUCY PAREDES ESPINOZA
102
INDIVIDUALIZACIÓN DE LOS FUNDAMENTOS QUE CONFIGURAN EL DESPIDO...
(21) PLÁ RODRÍGUEZ, Américo. Los principios del Derecho del Trabajo. 2ª edición, Buenos Aires,
1990, p. 284.
(22) PILOTTO CARREÑO, Luigino. “El principio de razonabilidad y la facultad disciplinaria del
empleador”. En: Los principios del Derecho del trabajo en el Derecho peruano. Libro Homenaje
al profesor Américo Plá Rodríguez. Grijley, Lima, 2009, p. 618.
103
BRUCY PAREDES ESPINOZA
justificable a partir del hecho ocasionante del acto estatal (…) en con-
secuencia la proporcionalidad aparece cuando la razón del efecto sea
deducible de la casusa o que sea previsible a partir de ella(23)”.
104
INDIVIDUALIZACIÓN DE LOS FUNDAMENTOS QUE CONFIGURAN EL DESPIDO...
105
BRUCY PAREDES ESPINOZA
(25) Ídem.
106
INDIVIDUALIZACIÓN DE LOS FUNDAMENTOS QUE CONFIGURAN EL DESPIDO...
Esto nos da pie para señalar que el principio de tipicidad está relacio-
nado con el aspecto de la lex certa de la ley, y supone la imposibilidad de
sancionar conductas que no estén recogidas, identificadas, descritas en la
norma, siempre con rango de ley, esto significa la individualización de la
sanción con la infracción, evitando la aplicación analógica de una con-
ducta atípica.
107
BRUCY PAREDES ESPINOZA
(26) TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Los contratos de trabajo y otras instituciones del Derecho
Laboral. Gaceta Jurídica, Lima, 2008, p. 467.
108
INDIVIDUALIZACIÓN DE LOS FUNDAMENTOS QUE CONFIGURAN EL DESPIDO...
(27) RODRÍGUEZ ORTEGA, Julio Armando. “El contrato de trabajo”. En: <http://javeriana.edu.co/
biblos/tesis/derecho/dere4/Tesis-29.pdf>.
(28) Ibídem, p. 55.
(29) Véase: <http://www.tesis.uchile.cl/tesis/uchile/2010/de-tapia_l/pdfAmont/de-tapia_l.pdf>.
109
BRUCY PAREDES ESPINOZA
(30) Acá se suelen incluir las épocas de paralización del Poder Judicial por huelga y los fines de sema-
na y feriados que no hay despacho judicial.
110
INDIVIDUALIZACIÓN DE LOS FUNDAMENTOS QUE CONFIGURAN EL DESPIDO...
111
BRUCY PAREDES ESPINOZA
“Lo que sí puede suceder, es que se configure un daño por una con-
ducta del empleador, y de este daño se genere otro de carácter extrapa-
trimonial, que por las razones ya explicadas no está cubierto (…), que
puede afectar la sensibilidad del trabajador y tener implicaciones patri-
moniales en la medida que:
(34) Ídem.
(35) Ibídem p. 68.
(36) Ídem.
112
INDIVIDUALIZACIÓN DE LOS FUNDAMENTOS QUE CONFIGURAN EL DESPIDO...
Así cuando se presente una situación que exija la reparación del daño
moral, es allí donde se puede desarrollar el contenido de la Cas. N° 5008-
2010-Lima(37) de la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Jus-
ticia de la República que recordando lo expresado –en nuestra opinión
de manera brillante y que parece haber pasado inadvertida– y que en su
momento señalo:
Esto trae como colofón el hecho de que la nueva Ley Procesal del
Trabajo otorga competencia expresa a los juzgados de trabajo para cono-
cer acerca de la responsabilidad por daño patrimonial o extrapatrimonial,
incurrida por cualquiera de las partes involucradas en la prestación per-
sonal de servicios, o terceros en cuyo favor se presta o prestó el servicio.
113
BRUCY PAREDES ESPINOZA
CONCLUSIÓN
114
El abuso del poder corporativo en
la fábrica: despido incausado
Análisis de la construcción sustantiva de
contenidos legal y jurisprudencial con miras a la
armonización de los contenidos esenciales de la
libertad de empresa con el derecho al trabajo
(*) Abogado por la Universidad Nacional “Pedro Ruiz Gallo” de Lambayeque. Discente de la Maes-
tría en Derecho Constitucional y Procesal Constitucional por la misma Casa Superior de Estudios.
Especialista en Derecho Administrativo, Derecho Laboral y Proceso Contencioso Administrativo.
Con estudios de Especialización en Administración de Recursos Humanos en el Instituto Peruano
de Administración de Empresas (IPAE). Asesor Legal Externo del Servicio Nacional de Adies-
tramiento en Trabajo Industrial (SENATI). Docente de la Facultad de Derecho de la Universidad
Particular de Chiclayo (UDCH). Docente de la Universidad Santo Toribio de Mogrovejo (USAT).
Ex Jefe de Asesoría Legal de la Municipalidad Distrital de Pomalca.
115
LUIS ALBERTO HUAMÁN ORDÓÑEZ
116
EL ABUSO DEL PODER CORPORATIVO EN LA FÁBRICA: DESPIDO INCAUSADO
(…)
(1) OJEDA AVILÉS, Antonio & IGARTUA MIRÓ, María Teresa. “La dignidad del trabajador en la
doctrina del Tribunal Constitucional. Algunos apuntes”. En: Revista del Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales. Derecho del Trabajo (Director: Esteban Rodríguez Vera), N° 73, Ministerio de
Trabajo y Asuntos Sociales, Madrid, 2008, pp. 147-149.
(2) “(…) caemos en la cuenta de que el edificio, los vehículos, las máquinas y los medios son de
alguien, deben pertenecer a una o a varias personas físicas o jurídicas, son ‘bienes patrimoniales’.
Por último, observamos que todos los individuos que se mueven dentro de la empresa cumplien-
do funciones precisas (de conductor, de cargador, de anotador, de secretario, etc.), no deambulan al
azar, sino que mantienen ‘relaciones de hecho’ orientadas por una finalidad. (…) El trabajo humano
–tanto operativo como dispositivo– no puede ser colocado, dentro de la empresa, como un instru-
mento, en el mismo nivel que los medios de producción”: CRUZ CRUZ, Juan. “Valores éticos de la
empresa”. En: Cuadernos Empresa y Humanismo. N° 50, Universidad de Navarra, 1995, pp. 4 y 8.
117
LUIS ALBERTO HUAMÁN ORDÓÑEZ
El Derecho ama el progreso, pues tanto uno como otro son prefigu-
raciones intelectivas del género humano siendo, más allá de esta ufanosa
pretensión inicial, extensiones de nuestra propia humanidad.
(3) HUAMÁN ORDÓÑEZ, L. Alberto & PALOMINO GUERRA, Carlos Andrés. “Despido, autono-
mía privada y futbolistas profesionales: algunos apuntes de derecho laboral en torno al deporte rey”.
118
EL ABUSO DEL PODER CORPORATIVO EN LA FÁBRICA: DESPIDO INCAUSADO
En: VV.AA. Derecho deportivo. Comentario y reflexiones. Directores: Julio Santiago Solís Gózar &
Lucía Camacho Gutiérrez, Editorial Philos Iuris, 1ª edición, Lima, noviembre de 2013.
(4) “Puede generar cierta resistencia aceptar la desvinculación como una regla o condición más del
mercado laboral actual (…) La decisión de desvinculación, como cualquier otra decisión que se
toma a nivel gerencial, requiere de una adecuada planificación. El beneficio de tener un proceso
y programa definido es que otorga garantías en las formas y procedimientos tanto para quien es
desempleado, como también para aquellos que continúan en la empresa. Hoy en día, son cada
vez más las organizaciones que incorporan el servicio de outplacement dentro de sus políticas
de gestión humana y la entienden como una acción más de la Responsabilidad Social Empresa-
rial (RSE)”: FRONTINI, Florencia. “Desvinculación laboral: realidad actual y herramientas para
afrontarla”. En: IEEM. Revista de Negocios. Año 15, N° 3, Universidad de Montevideo, junio
2012, pp. 4 y 8.
(5) STC Exp. N° 0976-2001-AA/TC, V, f.j. 18 (Llanos Huasco vs. Telefónica del Perú S.A.): “Ante
la proclividad del ejercicio abusivo de la facultad de despedir, el derecho ha impuesto a esta ins-
titución la exigencia de la causalidad. Así, cuando la extinción unilateral del vínculo laboral no
se funda en una causa justa previamente establecida en la ley, los órganos jurisdiccionales tienen
competencia para calificar el despido como justificado o injustificado”.
(6) STC Exp. N° 05650-2009-PA/TC, f.j. 14 (Scharff Ahuanari vs. Jefe de la Superintendencia de
Administración Tributaria, SUNAT & Jefe de la Oficina Zonal de Ucayali): “Tanto la Constitu-
ción como la doctrina, así como las normas nacionales o convenios y tratados internacionales,
coinciden en que la violación al derecho a la estabilidad o la protección contra el despido arbitra-
rio, tiene como reparación la indemnización o la reposición en el trabajo, así lo establece expresa-
mente el artículo 34 de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral”.
119
LUIS ALBERTO HUAMÁN ORDÓÑEZ
120
EL ABUSO DEL PODER CORPORATIVO EN LA FÁBRICA: DESPIDO INCAUSADO
(7) STC Exp. N° 3765-2004-AA/TC, f.j.3 (Suárez Cardoza vs. Acumuladores Latinoamericanos
S.A.C.).
121
LUIS ALBERTO HUAMÁN ORDÓÑEZ
(…)
[S]iendo esto así, la actora solo podía ser cesada por cau-
sal de falta grave contemplada en el artículo 25 del Decreto
Supremo Nº 003-97-TR; no habiendo ocurrido así en el caso
de autos, por cuanto, la causa alegada por la demandada para
extinguir la relación laboral de la demandante, no se encuen-
tra dentro de los supuestos establecidos en el artículo 16 del
Decreto Supremo Nº 003-97-TR, ni de las excepciones pre-
vistas en el artículo 46 de la acotada norma; siendo así, el
despido resulta incausado”(8).
(8) STC Exp. N° 03052-2009-PA/TC, §9, ff.jj. 40 y 42 (Lara Garay vs. Gobierno Regional del
Callao).
(9) “(…) el poder de dirección y organización del empresario encuentra su fundamento único en el
reconocimiento constitucional de la garantía institucional de la economía de mercado y del dere-
cho de libertad de empresa (art. 38 del CE). Pero cuando estamos hablando de flexibilidad externa
o de salida, o de ‘reestructuración de la plantilla’, la facultad de gestión empresarial ha de encon-
trar un punto de equilibrio entre esa libertad de empresa y el derecho al trabajo de los trabajadores
despedidos (art. 35 del CE)”: RODRÍGUEZ COPÉ, María Luisa. “El control judicial en los despi-
dos colectivos y la libertad de empresa como fundamento del poder de dirección del empresario”.
En: Temas Laborales. Revista Andaluza de Trabajo y Bienestar Social, N° 118, 2013, p. 179.
122
EL ABUSO DEL PODER CORPORATIVO EN LA FÁBRICA: DESPIDO INCAUSADO
(10) FERNÁNDEZ-LOMANA GARCÍA, Manuel. “La aplicación del Derecho por los órganos juris-
diccionales laborales”. En: Revista del Ministerio de Trabajo e Inmigración. Derecho del Traba-
jo (Director: José Antonio Panizo Robles), N° 88, Ministerio de Trabajo e Inmigración, 2010, p.
179: “Al legislador y al juez les corresponde conjuntamente la función de configuración normati-
va del diseño constitucional en un proceso dialéctico y de control mutuo”.
123
LUIS ALBERTO HUAMÁN ORDÓÑEZ
(11) STC Exp. N° 2541-2003-AA/TC, f.j. 3 (Mamani Sánchez vs. Municipalidad Provincial de San
Román, Juliaca).
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EL ABUSO DEL PODER CORPORATIVO EN LA FÁBRICA: DESPIDO INCAUSADO
125
LUIS ALBERTO HUAMÁN ORDÓÑEZ
(12) STC Exp. N° 00263-2012-AA/TC, f.j. 3.3.4. (Peralta Arapa vs. Tienda Libre Abordo Perú
S.A.C.).
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EL ABUSO DEL PODER CORPORATIVO EN LA FÁBRICA: DESPIDO INCAUSADO
(13) STC Exp. N° 0976-2001-AA/TC, V, f.j. 18 (Llanos Huasco vs. Telefónica del Perú S.A.).
(14) STC Exp. N° 0976-2001-AA/TC, V, f.j. 19 (Llanos Huasco vs. Telefónica del Perú S.A.): “(...)
un despido será justificado (…) [o] legal (…), en tanto la voluntad extintiva de la relación laboral
manifestada por el empleador se lleve a cabo con expresión (…) de causa; con el cumplimiento
(…) de las formalidades procedimentales; con probanza (…) de la causa –en caso de haber sido
esta invocada– en el marco de un proceso. (...)”.
(15) “(…) el empresario puede basar sus decisiones de selección y contratación de trabajadores en
razones ‘racionales’ (contratación del solicitante más cualificado), ‘cuestionables’ (contratación
del hijo de un buen cliente postergando a un trabajador más cualificado que carece de influen-
cia), razones ‘excéntricas que no son necesariamente ilegales’ (selección de los trabajadores en
función de su signo del zodiaco) y razones ‘social y moralmente inaceptables’ (despido de un
whisteblower cuya conducta ha salvado vidas humanas)”: CÁMARA BOTÍA, Alberto. “Poder del
empresario y prohibición de discriminación en el empleo”. En: Revista del Ministerio de Trabajo
e Inmigración. Derecho del Trabajo (Director: José Antonio Panizo Robles), N° 33, Ministerio de
Trabajo e Inmigración, 2001, pp. 77-78.
(16) STC Exp. N° 00263-2012-AA/TC, f.j. 3.3.4. (Peralta Arapa vs. Tienda Libre Abordo Perú
S.A.C.): “(...) un despido será justificado (…) en tanto la voluntad extintiva de la relación laboral
127
LUIS ALBERTO HUAMÁN ORDÓÑEZ
manifestada por el empleador se lleve a cabo con expresión de causa (…), es decir, cuando se
indican (…) los hechos que motivan y justifican la extinción de la relación laboral”.
(17) “Por consiguiente, el hecho que la demandada haya efectuado un despido incausado, y sin seguir
el procedimiento previsto por ley, configura una agresión constitucional de los derechos al trabajo
y al debido proceso”: STC Exp. N° 3765-2004-AA/TC, f.j. 5 (Suárez Cardoza vs. Acumuladores
Latinoamericanos S.A.C.).
(18) STC Exp. N° 05500-2009-PA/TC, f.j. 4 del voto del magistrado Calle Hayen (Acevedo Rivera
vs. Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima): “Que en efecto el despido es
arbitrario por no haberse expresado causa o no poderse demostrar está en juicio; en este caso el
trabajador tiene derecho al pago de la indemnización establecida en el artículo 38, como única
reparación por el daño sufrido”; con otros argumentos: STC Exp. N° 03752-2009-PA/TC, f.j. 3
(León García vs. Minera Yanacocha S.R.L.) y STC Exp. N° 05650-2009-PA/TC, f.j. 14 (Scharff
Ahuanari vs. Jefe de la Superintendencia de Administración Tributaria, SUNAT & Jefe de la Ofi-
cina Zonal de Ucayali).
128
EL ABUSO DEL PODER CORPORATIVO EN LA FÁBRICA: DESPIDO INCAUSADO
(19) STC Exp. N° 05500-2009-PA/TC, f.j. 4 del voto del magistrado Calle Hayen (Acevedo Rivera
vs. Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima): “Que en efecto el despido es
arbitrario por no haberse expresado causa o no poderse demostrar está en juicio; en este caso el
trabajador tiene derecho al pago de la indemnización establecida en el artículo 38, como única
reparación por el daño sufrido”.
(20) Auto del Juzgado de lo Social N° 1/2013, del 14 de enero de 2013, fundamento jurídico octavo
(Nicolás vs. Lonasa Pinto S.A.), Sección N° 34 del Juzgado de lo Social, con base en el recurso
N° 407/2012; sobre extinción de contrato por causas objetivas, magistrado ponente: Antonio
Seoane García: “Es relevante que el Convenio 158 de la OIT de 22 de junio de 1982, ratificado
por instrumento de 18 de Febrero de 1985 establece que las indemnizaciones por despido injusti-
ficado deben ser ‘adecuadas’ (art. 10) concepto que no se satisface cuando el criterio de referencia
es la avaricia empresarial o el criterio subjetivo de un Gobierno ya que la adecuación ha de refe-
renciarse objetivamente respecto de los daños y perjuicios que un injusto e injustificado incumpli-
miento determina en el acreedor apreciados judicialmente”.
129
LUIS ALBERTO HUAMÁN ORDÓÑEZ
en torno al contenido esencial del derecho al trabajo por lo que, por así
decirlo, la progenitura de dicho derecho iusfundamental se canjea por un
plato de lentejas económicas, aun a riesgo de burlar la Carta Constitucio-
nal(21), lo que no impide, como aspecto derivado de su contenido no esen-
cial, conforme al artículo 34, la adición de otras reclamaciones laborales
dinerarias (“(…) Podrá demandar simultáneamente el pago de cualquier
otro (…) beneficio social pendiente”) o no (“(…)Podrá demandar simul-
táneamente el pago de cualquier otro derecho (…) social pendiente”) que,
de ningún modo, desdibujan el evento principal: el despido.
(21) STC Exp. N° 0963-2002-AA/TC, f.j. 5 (Cuarez Auccapure vs. Servicios Postales del Perú S.A.,
SERPOST S.A.); STC Exp. N° 1831-2003-AA/TC, f.j. 5 (Quiroz Giraldo vs. Corporación de
Desarrollo Lima - Callao & Consejo Transitorio de Administración Regional del Callao, CTAR
Callao): “Detectado el despido arbitrario, después de haberse comprobado la inexistencia de una
explicación de la causa determinada que lo produzca, y tras haberse ofrecido indemnización,
resulta evidente que si la demandante acudió a la vía del amparo constitucional, no fue con el
propósito de que se procediera a su indemnización, sino con la finalidad concreta, por lo demás
claramente expresada en el petitorio de la demanda, de que se le restituya en su puesto de trabajo.
Argumentar que la única alternativa a la que podría acogerse el recurrente es la indemnización
a la que se refiere el artículo 34 del Decreto Legislativo N° 728, significaría caer en el absurdo
de interpretar la Constitución de conformidad con la ley, cuando la actividad de este Colegiado,
como la de cualquier otro juzgador constitucional, obliga exactamente a lo contrario, es decir, a
interpretar la ley de conformidad con la Constitución”.
(22) “Conforme al artículo 22 del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo N° 728, aprobado
por el Decreto Supremo N° 003-97-TR, para el despido de un trabajador sujeto a régimen de la
actividad privada, es indispensable la existencia de causa justa contemplada en la ley y debi-
damente comprobada, y que la misma deba estar relacionada con la capacidad o la conducta del
130
EL ABUSO DEL PODER CORPORATIVO EN LA FÁBRICA: DESPIDO INCAUSADO
trabajador. La demostración de la causa corresponde al empleador dentro del proceso judicial que
el trabajador pudiera interponer para impugnar su despido”: STC Exp. N° 01564-2005-PA/TC,
f.j. 5 (Ccarita vs. Armadores Pesqueros S.A., ARPES S.A.).
(23) STSJ del 14 de junio de 2002, f.j. 2 (Carmen A. S vs. Instituto Municipal para el Empleo y la For-
mación Empresarial, IMEFE), de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Madrid,
sobre reclamación de despido, con base en el recurso de suplicación N° 1918/2002, magistrado
ponente: Enrique Juanes Fraga: “La regla sobre carga de la prueba en el despido disciplinario no
ha sido infringida, ya que tal carga ha recaído sobre la empresa demandada, que ha probado los
hechos alegados en la carta de despido”.
(24) STC Exp. N° 8207-2006-PA/TC, f.j. 4 (Núñez Carrillo vs. Municipalidad Distrital de Pucalá):
“En esa misma línea, el artículo 37 del D.S. Nº 003-97-TR (Texto Único Ordenado de la Ley de
Productividad y Competitividad Laboral) ha establecido con relación a la prueba del despido que
‘Ni el despido ni el motivo alegado se deducen o presumen; quien los acusa debe probarlos’; en
este caso el recurrente afirma haber sido víctima de un despido inconstitucional por carecer de
causa y formalidad; sin embargo la demandada afirma que la culminación del vínculo laboral se
debió al abandono del centro de trabajo, y no a causa del despido que el recurrente alega”.
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LUIS ALBERTO HUAMÁN ORDÓÑEZ
(25) STC Exp. N° 2541-2003-AA/TC, f.j. 3 (Mamani Sánchez vs. Municipalidad Provincial de San
Román, Juliaca): “Consecuentemente, y en virtud de la precitada norma, no podía ser destituido
en forma unilateral por la emplazada, sino por las causas previstas en los artículos 16, 22 y ss.
del Decreto Supremo N° 003-97-TR, TUO del Decreto Legislativo Nº 728, Ley de Productivi-
dad y Competitividad Laboral, y con sujeción al procedimiento establecido en él, por lo que al
haber sido despedido sin observarse tales disposiciones, se han vulnerado sus derechos al traba-
jo y al debido proceso”.
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EL ABUSO DEL PODER CORPORATIVO EN LA FÁBRICA: DESPIDO INCAUSADO
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EL ABUSO DEL PODER CORPORATIVO EN LA FÁBRICA: DESPIDO INCAUSADO
Esta reflexión permite verificar que hay una distinción salvable entre
los derechos fundamentales y los derechos constitucionales pues depen-
diendo de dicha concepción aseguraremos la tutela de la persona humana.
No se constituye en vano, entonces, que la Constitución recoja la cláusula
apertus para proteger derechos fundamentales pues no todos los derechos
constitucionales recogen derechos fundamentales.
(27) STC Exp. N° 8207-2006-PA/TC, §1, ff.jj. 2 al 4 (Anicama Hernández vs. Oficina de Normaliza-
ción Previsional, ONP).
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LUIS ALBERTO HUAMÁN ORDÓÑEZ
(28) STC Exp. N° 0976-2001-AA/TC, IV, a.2., f.j. 15 a) (Llanos Huasco vs. Telefónica del Perú S.A.).
(29) STC Exp. N° 0976-2001-AA/TC, IV, f.j. 15 a) (Llanos Huasco vs. Telefónica del Perú S.A.):
“Aparece esta modalidad de conformidad con lo establecido en el artículo 29 del Decreto Legis-
lativo N° 728 y como consecuencia de la necesidad de proteger, entre otros, derechos tales como
los previstos en el inciso 2) del artículo 2; inciso 1) del artículo 26 e inciso 1) del artículo 28 de la
Constitución”.
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EL ABUSO DEL PODER CORPORATIVO EN LA FÁBRICA: DESPIDO INCAUSADO
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(32) STC Exp. N° 2541-2003-AA/TC, f.j. 3 (Mamani Sánchez vs. Municipalidad Provincial de San
Román, Juliaca).
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EL ABUSO DEL PODER CORPORATIVO EN LA FÁBRICA: DESPIDO INCAUSADO
(33) STC Exp. N° 0976-2001-AA/TC, IV, f.j. 15 b) (Llanos Huasco vs. Telefónica del Perú S.A.):
“Aparece esta modalidad de conformidad con lo establecido en la sentencia del Tribunal Consti-
tucional de fecha 11 de julio de 2002 (Caso Telefónica, Expediente N° 1124-2002-AA/TC). Ello a
efectos de cautelar la vigencia plena del artículo 22 de la Constitución y demás conexos.
Se produce el denominado despido incausado, cuando:
▪ Se despide al trabajador, ya sea de manera verbal (...), sin expresarle causa alguna derivada de la
conducta o la labor que la justifique”.
(34) STC Exp. N° 04894-2006-PA/TC, f.j. 6 al 7 (Aguilar Pérez vs. Municipalidad Provincial de San-
tiago de Chuco). Los textos resaltados nos corresponden.
141
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EL ABUSO DEL PODER CORPORATIVO EN LA FÁBRICA: DESPIDO INCAUSADO
Dicho actuar por más libre y espontáneo que pudiera parecer, deri-
vado del mal entendimiento del derecho a despedir, se encuentra atado
al Derecho –atendiendo al traspaso de la libertad natural por la libertad
jurídica, esto, a partir del contractualismo social– de manera tal que el
desprecio del trámite jurídico exigible en el ámbito o espacio privado, a
seguirse por mandato legal, hace las veces de criterio objetivo que sirve,
a manera de brújula, para entender el proceder empresarial dando al juz-
gador los datos de la realidad para la evaluación de tal proceder:
(36) STC Exp. N° 02568-2006-PA/TC, ff.jj. 3 y 4 (Cenzano Zapatero vs. Banco de Materiales S.A.C.,
BANMAT). Los textos resaltados nos corresponden.
(37) STC Exp. N° 7652-2006–PA/TC, f.j. 4 (Gutiérrez Huamán vs. Universidad Nacional Mayor de
San Marcos, UNMSM). Los textos resaltados nos corresponden.
(38) Ley de Productividad y Competitividad Laboral
Artículo 25.- Falta grave: “Falta grave es la infracción por el trabajador de los deberes esenciales que
emanan del contrato, de tal índole, que haga irrazonable la subsistencia de la relación. Son faltas graves:
a) El incumplimiento de las obligaciones de trabajo que supone el quebrantamiento de la buena fe
laboral, la reiterada resistencia a las órdenes relacionadas con las labores, la reiterada paralización
intempestiva de labores y la inobservancia del Reglamento Interno de Trabajo o del Reglamento
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EL ABUSO DEL PODER CORPORATIVO EN LA FÁBRICA: DESPIDO INCAUSADO
(39) “2. El recurrente autorizó a la demandada para que descuente de su indemnización por despi-
do arbitrario la suma de 29,063.00 nuevos soles a favor de la Cooperativa de Ahorro y Crédito
Toquepala Nº 005, fojas 453 de autos, por concepto de obligaciones pendientes de pago. El cobro
de dicha suma fue efectuada por la Cooperativa a través del Expediente de consignación Nº 2003-
039, tramitado ante el Juez Mixto de Jorge Basadre.
3. Conforme al criterio establecido en el Exp. N° 532-2001-AA/TC, habiéndose efectuado el
cobro de la indemnización por despido arbitrario, el recurrente confirmó su voluntad de dar por
extinguido el vínculo laboral, motivo por el cual la demanda debe desestimarse”: STC Exp. N°
5242-2005-PA/TC, ff.jj. 2 y 3 (Anco Pérez vs. Southern Perú Copper Corporation).
(40) STC Exp. N° 02568-2006-PA/TC, f.j. 6 (Cenzano Zapatero vs. Banco de Materiales S.A.C.,
BANMAT): “Debe tenerse presente que no está probado en autos que el recurrente hizo efectivo
el cobro de su compensación por tiempo de servicios (…)”.
145
LUIS ALBERTO HUAMÁN ORDÓÑEZ
146
EL ABUSO DEL PODER CORPORATIVO EN LA FÁBRICA: DESPIDO INCAUSADO
(…)
(41) STC Exp. N° 05650-2009-PA/TC, ff.jj. 29 al 31 (Scharff Ahuanari vs. Jefe de la Superintendencia
de Administración Tributaria, SUNAT & Jefe de la Oficina Zonal de Ucayali).
147
LUIS ALBERTO HUAMÁN ORDÓÑEZ
(…)
30. En este contexto, bien puede afirmarse, sin margen a dudas, que
el cobro de la indemnización por despido arbitrario, regulado en
los artículos 34 y 38 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, ori-
gina la aceptación de una forma de protección contra el despi-
do, que es la forma resolutoria. Así, lo ha sustentado este Cole-
giado en reiterada jurisprudencia, señalando que ‘el actor desde
el momento que procedió a cobrar el pago de la indemnización
por despido arbitrario, optó por la eficacia resolutoria frente al
despido al cual estaba siendo objeto y no por la eficacia susti-
tutoria, esto es por la protección procesal previsto a través del
proceso de amparo constitucional; quedando de esta forma extin-
guida la relación laboral, desde el momento que el actor obtuvo
148
EL ABUSO DEL PODER CORPORATIVO EN LA FÁBRICA: DESPIDO INCAUSADO
(…)
149
LUIS ALBERTO HUAMÁN ORDÓÑEZ
(42) STC Exp. N° 03052-2009-PA/TC, §5, f.j. 22, §6, ff.jj. 27 y 28, 30 al 32, §8, a. al c. (Lara Garay &
otros vs. Gobierno Regional del Callao).
(43) STC Exp. N° 0976-2001-AA/TC (Llanos Huasco vs. Telefónica del Perú S.A.).
(44) STC Exp. N° 00263-2012-AA/TC (Peralta Arapa vs. Tienda Libre Abordo Perú S.A.C.).
150
EL ABUSO DEL PODER CORPORATIVO EN LA FÁBRICA: DESPIDO INCAUSADO
(45) STC Exp. N° 04279-2012-PA/TC (Mauricio Cabello & otros vs. Empresa Minera El Brocal
S.A.A.).
(46) STC Exp. N° 02128-2012-PA/TC (Gil Hoyos vs. Municipalidad Distrital de Lajas).
151
LUIS ALBERTO HUAMÁN ORDÓÑEZ
(47) STC Exp. N° 00606-2010-PA/TC, f.j. 4 (Moreno Vega vs. Kraft Foods Perú S.A.).
152
Tratamiento jurisprudencial
del despido incausado
INTRODUCCIÓN
(*) Abogada por la Universidad de San Martín de Porres. Asesora legal en la revista de Soluciones
Laborales.
153
JULISSA MAGALY VITTERI GUEVARA
154
TRATAMIENTO JURISPRUDENCIAL DEL DESPIDO INCAUSADO
CLASES DE CONSECUENCIA
DEFINICIÓN
DESPIDO LEGAL
1. Naturaleza jurídica
A través del fallo del Tribunal Constitucional de fecha 11 de julio de
2002 (caso Telefónica, Expediente N° 1124-2002-AA/TC), empieza la
tratativa de esta modalidad de despido, ello a efectos de cautelar la vigen-
cia plena del artículo 22 de la Constitución y demás conexos. Se produce
el denominado despido incausado, cuando:
155
JULISSA MAGALY VITTERI GUEVARA
156
TRATAMIENTO JURISPRUDENCIAL DEL DESPIDO INCAUSADO
(3) ARCE ORTIZ, Elmer. “Los supuestos de reposición en el despido individual”. En: Asesoría labo-
ral. <http://sistemas.amag.edu.pe/publicaciones/contenido_web_amag/contenido48/149-163.pdf>.
(4) Ídem.
157
JULISSA MAGALY VITTERI GUEVARA
(5) MIRANDA PÉREZ, Sandra. “El despido a través de las sentencias del Tribunal Constitucional”.
En: <http://derechopedia.pe/mas/derecho-laboral/154-el-despido-a-trav%C3%A9s-de-las-senten-
cias-del-tribunal-constitucional>.
158
TRATAMIENTO JURISPRUDENCIAL DEL DESPIDO INCAUSADO
Existen una serie de fallos que nos pueden ilustrar sobre este
supuesto, pero que definitivamente el principio de la primacía de
la realidad constituye un instrumento eficaz en donde los hechos
se sobreponen a lo que ocurre en los documentos”.
(6) Artículo 77 del TUO del Decreto Legislativo N° 728, Ley de Productividad y Competividad Laboral.
159
JULISSA MAGALY VITTERI GUEVARA
(7) ALONSO GARCÍA, Manuel. Curso del Derecho del Trabajo. 7ª edición, Ariel, Madrid, 1981, p. 559.
(8) Véase: Artículo 76 del TUO del Decreto Legislativo N° 728, Ley de Productividad y Competivi-
dad Laboral.
(9) No proceden los procesos constitucionales cuando:
(…)
2 Existan vías procedimentales específicas, igualmente satisfactorias, para la protección del dere-
cho constitucional amenazado o vulnerado, salvo se trate de hábeas corpus.
160
TRATAMIENTO JURISPRUDENCIAL DEL DESPIDO INCAUSADO
(10) Artículo II del Título Preliminar de la Ley N° 29497, Nueva Ley Procesal del Trabajo.
161
JULISSA MAGALY VITTERI GUEVARA
Demanda Caducidad
laboral Pretensión
30 días (art. 36
El trabaja- (proceso del D.S. reposición
dor despe- abreviado) N° 003-97-TR)
Despido dido debe
inconstitucional decidir entre
dos alterna- Demanda Prescripción
tivas: Constitucional
60 días hábiles Pretensión
(proceso de
(art. 44 del reposición
Acción de
Amparo) CPC)
a) Alcances generales
El artículo 2 de la Nueva Ley Procesal Laboral Ley Nº 29497 seña-
la de manera expresa que serán conocidas las pretensiones en proceso
abreviado la reposición cuando esta se plantea como pretensión principal
única; asimismo, el juez competente es el Juez Especializado de Trabajo.
162
TRATAMIENTO JURISPRUDENCIAL DEL DESPIDO INCAUSADO
20 a Audiencia
Demanda Admitida 10 días Constestación Sentencia
30 días Única
- Audiencia de Conciliación
- Confrontación de posiciones
- Actuación de Medios Probatorios
163
JULISSA MAGALY VITTERI GUEVARA
a) Alcances generales
El Código Procesal Constitucional en el artículo 5 ha indica-
do que no procede los procesos constitucionales cuando existan vías
(12) Decisión adoptada por el Pleno Jurisdiccional Nacional Laboral 2012, efectuado entre el 28 y 29
de setiembre de 2012. Blog Actualidad Socio Laboral <http://actualidadsociolaboral.blogspot.
com/2012/12/otro-pleno-mas-conclusiones-del-pleno.html>, en cuanto se establece lo siguiente:
“No existe plazo prescriptorio, solo plazo de caducidad de 30 días naturales de producido el des-
pido” (Vista el 6 de mayo de 2013).
164
TRATAMIENTO JURISPRUDENCIAL DEL DESPIDO INCAUSADO
165
JULISSA MAGALY VITTERI GUEVARA
de la vista de la causa. Las partes tienen tres días más, luego de notificada
la resolución, para solicitar su intervención en esta.
Demanda Solicitud
de Acción de Informe Sentencia
de Amparo Oral
Admitida Sentencia
Contestación Apelación
de Vista
166
TRATAMIENTO JURISPRUDENCIAL DEL DESPIDO INCAUSADO
167
JULISSA MAGALY VITTERI GUEVARA
168
TRATAMIENTO JURISPRUDENCIAL DEL DESPIDO INCAUSADO
169
JULISSA MAGALY VITTERI GUEVARA
170
TRATAMIENTO JURISPRUDENCIAL DEL DESPIDO INCAUSADO
CONCLUSIONES
171
JULISSA MAGALY VITTERI GUEVARA
6. Cabe precisar que las demandas por reposición que contenga pre-
tensión accesorias deberán ser declaradas procedentes en el pro-
ceso abreviado, puesto que la norma no lo prohíbe, y si no lo
prohíbe, lo permite.
172
El despido indirecto en la legislación
peruana y su repercusión en las
relaciones laborales privadas
INTRODUCCIÓN
(*) Abogado. Asesor de Soluciones Laborales. Titulado en Derecho por la Facultad de Derecho de la
Universidad de San Martín de Porres, Especialista en Derecho Corporativo.
173
RONNI DAVID SÁNCHEZ ZAPATA
(1) DE BUEN, Néstor. Derecho del trabajo. Tomo I, 4ª edición, Porrua, México, p. 80.
174
EL DESPIDO INDIRECTO EN LA LEGISLACIÓN PERUANA Y SU REPERCUSIÓN ...
175
RONNI DAVID SÁNCHEZ ZAPATA
(2) BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El Despido en el Derecho Laboral peruano. Jurista Editores
EIRL, Lima, 2013, p. 155.
(3) Vide. ERMIDA URIARTE, Óscar. “La flexibilidad del Derecho Laboral en algunas experiencias
comparadas”. En: Ius et Veritas. Año III, Nº 4, Lima, mayo de 1994, pp. 12-19.
(4) Así se ha dicho que: “La Constitución de 1993 (…) recoge todo un proceso de desregulación
laboral que es tributario de una vertiente claramente contraria a la que sustentó el proceso de for-
mulación del artículo 48 de la Constitución [de 1979] y posteriormente lo defendió, trae un enun-
ciado distinto, sienta un principio distinto y ‘abre’ las posibilidades de una nueva regulación del
derecho de estabilidad”. (VINATEA RECOBA. “El Derecho de Estabilidad laboral en la nueva
Constitución”. En: Asesoría Laboral, 1994, p. 19).
176
EL DESPIDO INDIRECTO EN LA LEGISLACIÓN PERUANA Y SU REPERCUSIÓN ...
177
RONNI DAVID SÁNCHEZ ZAPATA
(9) DE LOS HEROS PÉREZ ALBELA, Alfonso. “Los contratos de trabajo de duración determinada:
¿Regla o excepción?”. En: Los principios del derecho del trabajo en el derecho peruano. 2ª edi-
ción, Grijley, Lima, 2009, p. 283.
178
EL DESPIDO INDIRECTO EN LA LEGISLACIÓN PERUANA Y SU REPERCUSIÓN ...
(10) PLÁ RODRÍGUEZ, Américo. Los principios del Derecho del Trabajo. 2ª edición, Depalma, Bue-
nos Aires, 1978, p. 156.
179
RONNI DAVID SÁNCHEZ ZAPATA
(11) BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido en el Derecho Laboral peruano. Edición, Jurista
Editores EIRL, Lima, marzo de 2013, p. 116.
(12) PLÁ RODRÍGUEZ, Américo. Los principios del Derecho del Trabajo. 2ª edición, Ediciones
Depalma, Buenos Aires, 1978, p. 154.
180
EL DESPIDO INDIRECTO EN LA LEGISLACIÓN PERUANA Y SU REPERCUSIÓN ...
Por último, hay que recalcar lo que sobre este punto manifiesta el
profesor Blancas(13) quien refiere que:
181
RONNI DAVID SÁNCHEZ ZAPATA
(14) VÁSQUEZ VIALARD, Antonio. Derecho del Trabajo y la Seguridad Social. 4ª edición actuali-
zada, Editorial Astrea, Buenos Aires, 1989.
182
EL DESPIDO INDIRECTO EN LA LEGISLACIÓN PERUANA Y SU REPERCUSIÓN ...
183
RONNI DAVID SÁNCHEZ ZAPATA
(15) Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social. Principios del Derecho del Tra-
bajo en el Derecho peruano. 2ª edición, Grijley, Lima, 2009, pp. 317-318.
(16) BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. Ob. cit., p. 65.
(17) TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Derecho Individual de Trabajo. 1ª edición, Gaceta Jurídica,
Lima, diciembre de 2011, p. 438.
184
EL DESPIDO INDIRECTO EN LA LEGISLACIÓN PERUANA Y SU REPERCUSIÓN ...
185
RONNI DAVID SÁNCHEZ ZAPATA
186
EL DESPIDO INDIRECTO EN LA LEGISLACIÓN PERUANA Y SU REPERCUSIÓN ...
(18) BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido en el Derecho Laboral peruano. Jurista Editores,
Lima, marzo de 2013, p. 633.
187
RONNI DAVID SÁNCHEZ ZAPATA
188
EL DESPIDO INDIRECTO EN LA LEGISLACIÓN PERUANA Y SU REPERCUSIÓN ...
(19) Resolución del Tribunal de Trabajo del 20/01/1988. En: Manual Laboral. Tomo 1, p. 86.
189
RONNI DAVID SÁNCHEZ ZAPATA
(20) Ídem.
190
EL DESPIDO INDIRECTO EN LA LEGISLACIÓN PERUANA Y SU REPERCUSIÓN ...
(21) Ídem.
191
RONNI DAVID SÁNCHEZ ZAPATA
Es por esta razón que el legislador tuvo a bien incluir esta clase
de reducción de categoría como un supuesto de hostilidad en
contra del trabajador. Esto no funcionaría o se configuraría de
igual modo, tratándose de reducciones o cambios respecto de las
funciones, que estando delimitadas en el contrato de trabajo, pue-
den aumentar o disminuir, y que tengan estrecha relación con la
categoría que ostenta el trabajador, salvo que dichas nuevas fun-
ciones nada tengan que ver con la categoría que ostenta el traba-
jador, configurándose de este modo, nuevamente este supuesto de
hostilidad laboral.
192
EL DESPIDO INDIRECTO EN LA LEGISLACIÓN PERUANA Y SU REPERCUSIÓN ...
(22) Ídem
193
RONNI DAVID SÁNCHEZ ZAPATA
194
EL DESPIDO INDIRECTO EN LA LEGISLACIÓN PERUANA Y SU REPERCUSIÓN ...
(23) ALONSO GARCÍA, Manuel. Curso de Derecho del derecho. 7ª edición, Ariel, Madrid, 1981, p. 451.
195
RONNI DAVID SÁNCHEZ ZAPATA
196
EL DESPIDO INDIRECTO EN LA LEGISLACIÓN PERUANA Y SU REPERCUSIÓN ...
197
RONNI DAVID SÁNCHEZ ZAPATA
(24) La dignidad de la persona humana es el valor supremo de nuestro ordenamiento jurídico por así
desprenderse de lo establecido en el artículo 1 de la Constitución Política del Perú.
198
EL DESPIDO INDIRECTO EN LA LEGISLACIÓN PERUANA Y SU REPERCUSIÓN ...
199
RONNI DAVID SÁNCHEZ ZAPATA
200
EL DESPIDO INDIRECTO EN LA LEGISLACIÓN PERUANA Y SU REPERCUSIÓN ...
201
La nulidad radical del despido
de la trabajadora embarazada
INTRODUCCIÓN
(*) Abogado por la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo - USAT con estudios de espe-
cialidad en Justicia Constitucional por el Centro de Estudios Constitucionales (CEC) del Tribunal
Constitucional. Becario del Centro de Estudios en Economía Social de Mercado y Humanismo Cris-
tiano por la Fundación Konrad Adenauer-Stiftung (KAS) para cursar el X Diplomado Internacional
en “Teoría Política y Gestión Pública”, organizado por la Universidad Miguel de Cervantes - UMC
en Santiago de Chile, enero 2013. Miembro de la Clínica Jurídica Especializada en Derecho Penal
y Procesal Penal USAT. Asociado Pleno Adherido a la Asociación Jurídica “Erga Omnes” - Lima.
Asistente Académico del Centro para la Investigación y Mejora de la Calidad en el Servicio de la
Administración de Justicia (CIDAJ), adscrito a la Facultad de Derecho de la USAT.
(1) Entiéndase como “la imposibilidad del operador de integrar la norma, no se refiere a suplir la
voluntad, sino a adjudicarle el sentido más favorable al trabajador”. De acuerdo al criterio expues-
to por el Tribunal Constitucional en Pleno a través del Exp. N° 008-2005-PI/TC, de fecha 12 de
agosto de 2005, caso Demanda de inconstitucionalidad interpuesta por don Juan José Gorriti y
más de cinco mil ciudadanos contra la Ley N° 28175, f.j. 21.
203
JOSÉ HUMBERTO RUIZ RIQUERO
Por tal razón, se puede definir el Derecho del Trabajo como el con-
junto de principios y normas constitucionales y legales que regulan las
relaciones entre empleador, trabajador, asociaciones sindicales y el Esta-
do. Dicha disciplina se encarga de normar la actividad humana, lícita,
prestada por un trabajador en relación de dependencia con un empleador
a cambio de una contraprestación dineraria, respetándose así su función
de regular la utilización del trabajo ajeno por un empresario y la obten-
ción de ganancias de él, controlándola y encauzando los conflictos indivi-
duales y colectivos que se originan en esa relación jurídico-laboral.
204
LA NULIDAD RADICAL DEL DESPIDO DE LA TRABAJADORA EMBARAZADA
(2) MONTOYA MELGAR, Alfredo. Derecho del Trabajo. 24ª edición, Editorial Tecnos, Madrid,
2003, p. 213 y ss.
205
JOSÉ HUMBERTO RUIZ RIQUERO
Ahora bien, para poder tener una percepción más clara de lo que
vamos a tratar en este apartado, es conveniente delimitar el concepto de
despido, para poder así enmarcarnos en el plano dogmático de su conte-
nido y así, poder enlazarlo con la posición legal que opta nuestro sistema
jurídico con relación a este tema.
(3) RODRÍGUEZ GARCÍA, Fernando; QUISPE CHÁVEZ, Gustavo. La extinción del contrato de
trabajo. Causales, requisitos y consecuencias. Gaceta Jurídica, Lima, 2009, p. 63.
206
LA NULIDAD RADICAL DEL DESPIDO DE LA TRABAJADORA EMBARAZADA
Por otro lado, existe una posición restringida y limitativa del despido,
la cual hace hincapié en que el despido es una: “resolución del contrato
unilateral del empleador debido a la falta grave imputable al trabajado”(4);
en este supuesto el despido como vemos se circunscribe a la extinción de
la relación laboral por incumplimiento del trabajador, excluyendo en toda
medida que cualquier extinción laboral tenga como origen la voluntad del
empleador. Nuestra legislación asume esta última postura y excluye el
cese del despido teniendo como supuesto una causa objetiva, ajustándose
de esta manera al cese individual y por causa justa bajo la nomenclatura
de la capacidad o conducta del trabajador.
Como bien señalan los autores antes citados, con quienes estoy de
acuerdo, el despido se produce únicamente por la voluntad del emplea-
dor; sin embargo, no siempre es así. Pues hay que tener en cuenta que se
puede producir un despido injustificado por el cual el empleador (hacien-
do uso del poder que tiene) decide voluntariamente despedir al traba-
jador; no obstante, se puede dar en algunos casos el despido porque el
(4) Ídem.
(5) Citado por BUSTAMANTE BLANCAS, Carlos. El despido en el Derecho Laboral peruano.
ARA Editores, Lima, 2006, p. 46.
207
JOSÉ HUMBERTO RUIZ RIQUERO
trabajador cometió una falta grave con lo que empleador estaría justifi-
cando el despido(6) (7).
(6) Nota del editor: En este caso la inconducta del trabajador haría insostenible la subsistencia de la
relación laboral, conllevando dicha situación la extinción de la relación laboral por el empleador.
(7) El profesor Blancas Bustamante, teniendo en cuenta al profesor Plá Rodríguez, considera que hay
tres clases de motivos en que pueden encuadrarse las causas justificadas del despido: “a) las rela-
ciones con la conducta del trabajador, b) las relaciones con la persona de este y c) las relaciones
con la empresa. Por otro lado, en el artículo 4 del Convenio N° 158 de la Organización Interna-
cional del Trabajo, se mencionan las causas justificadas relacionadas: la conducta del trabajador
(incumplimientos, faltas de deberes laborales), con la capacidad del trabajador, las basadas en
las necesidades de funcionamiento de la empresa, establecimiento o servicio. El artículo 22 de
la LPCL, no se queda atrás y precisa este supuesto, señalando que la “causa justa puede estar
relacionada con la capacidad o con la conducta del trabajador”. Vide. BLANCAS BUSTAMEN-
TE, Carlos. Los principios del derecho del trabajo en el derecho peruano: homenaje al profesor
Américo Plá Rodríguez. Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Perú,
2004, p. 467.
(8) MONTOYA MELGAR, Alfredo. Derecho del Trabajo. 28ª edición, Editorial Tecnos, Madrid,
2007, p. 464. Asimismo, se ha mención que: “(…) al poder de despido, laten dos principios socio-
económicos en conflicto: el principio de libertad contractual, anejo al de libertad de empresa, y
el principio de protección de la estabilidad del empleo del trabajo. El primero de estos principios
aboga por la concesión al empresario de una amplia facultad de despido, fundada en su condición
de titular y responsable de la empresa; el segundo principio, por el contrario, argumenta a favor a
la limitación de la facultad de despido, entendiéndola no como una función de significado pura-
mente contractual, sino dotada de trascendencia social”.
208
LA NULIDAD RADICAL DEL DESPIDO DE LA TRABAJADORA EMBARAZADA
Por otra parte, el artículo 9 establece que los países que ratifiquen
este Convenio deberán adoptar las medidas precisas para brindar una
adecuada protección. La normativa de diversos países contempla la esta-
bilidad laboral de la mujer durante el embarazo y, en algunos casos, con
posterioridad al parto. La figura más común es la del despido nulo, que
trae como consecuencia la reincorporación al trabajo. Este se utiliza en
Bolivia, Brasil, Costa Rica, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay. Sin embar-
go, la protección no es siempre efectiva. Por ejemplo, en Colombia y
Argentina se ofrece a la trabajadora embarazada una estabilidad relativa,
ya que se le reconoce el derecho a cobrar una indemnización por despido
y no exige al empleador la manutención del puesto de trabajo para ella.
(9) GARRIGUES JIMÉNEZ, citado por PÉREZ AMORÓZ, Francisco. La extinción del contrato de
trabajo. Editorial Bomarza, España, 2006, p. 202.
209
JOSÉ HUMBERTO RUIZ RIQUERO
extiende hasta siete meses y medio después del parto, en Chile hasta un
año después de expirado el descanso maternal y en Bolivia hasta un año
después del nacimiento del niño.
Por otro lado, debemos tener en cuenta que quien debe probar el des-
pido, según lo establece el artículo 75 de la LPCL, es quien invoca a una
causa vinculada con la capacidad o con la conducta del trabajador, por lo
que debemos entender que será el empleador. Sin embargo, debe dejarse
establecido que el empleador tendrá la carga de la prueba solo cuando se
trate de despido de una mujer embarazada (inciso “e” del artículo 29 de
la LPCL). En los demás supuestos del mencionado artículo será el traba-
jador(11) quien deberá probar el motivo del despido.
(10) “El hilo conductor de estos supuestos parece ser, verdaderamente, una actuación empresarial que
vulnera gravemente la disciplina del despido, ya por desconocer las formalidades esenciales del
acto, ya por despedir por una causa real contraria a los derechos constitucionales del trabajador
(o causa anticonstitucional) que exigen, asimismo, una reparación igualmente radical, cual es la
readmisión inmediata del trabajador y consiguiente eliminación de las consecuencias del compor-
tamiento ilícito del empresario” PONS, Marcial citado por GORELLI HERNÁNDEZ, Juan. Los
supuestos de readmisión en el despido. Editorial Tecnos, Madrid, 1996, p. 82.
(11) En ese sentido, si se demuestra que el empleador ha fundado la resolución del vínculo laboral en
alguno de los supuestos tasados en la ley, el despido es privado de efectos jurídicos, de modo tal
que el contrato de trabajo continúa inalterado “como si nada hubiera pasado y la relación laboral
no se hubiera interrumpido en ningún momento”. GORELLI HERNÁNDEZ, Juan. Ob. cit., p. 85.
210
LA NULIDAD RADICAL DEL DESPIDO DE LA TRABAJADORA EMBARAZADA
(12) Se produce esta figura cuando se despide al trabajador por su mera condición de afiliado a un
sindicato, o por su condición de representante o candidato de los trabajadores; por razones de dis-
criminación derivadas de su sexo, raza, religión, opción política, etc., por ser portador de sida, por
sufrir discapacidad y cuando se trata de una trabajadora en estado de gestación o dentro de los 90
días posteriores al parto. Vide. Exp. N° 976-2001-AA/TC, de fecha 13 de marzo de 2003, (Caso
Eusebio Llanos Huasco).
(13) TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Los contratos de trabajo y otras instituciones del Derecho
Laboral. Gaceta Jurídica, Lima, 2008, p. 506.
(14) Vide. Exp. Nº 976-2001-AA/TC, caso Eusebio Llanos Huasco - Telefónica del Perú: “Del mismo
modo, los despidos originados en la discriminación por razón de sexo, raza, religión, opinión,
idioma o de cualquier otra índole, tendrán protección a través del amparo, así como los despidos
producidos con motivo del embarazo, toda vez que, conforme al artículo 23 de la Constitución,
el Estado protege especialmente a la madre. Deber que se traduce en las obligaciones estatales de
adoptar todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en la esfera
del empleo, prohibiendo, en especial, bajo pena de sanciones, el despido por motivo de embara-
zo o licencia de maternidad, así como la discriminación sobre la base del estado civil y prestar
211
JOSÉ HUMBERTO RUIZ RIQUERO
los actos nacidos del poder de dirección del empleador se encuentran den-
tro del marco constitucional permitido, sin vulnerar algún principio rec-
tor a su potestad.
212
LA NULIDAD RADICAL DEL DESPIDO DE LA TRABAJADORA EMBARAZADA
Por otro lado, debe precisarse que el despido nulo tiene naturaleza
reparadora y no resarcitoria. Así, en la STC Exp. N° 0206-2005-AA-TC,
caso Baylón Flores: “será posible acudir a la vía extraordinaria del ampa-
ro, correspondiendo al demandante la carga de la prueba para demos-
trar que el proceso de amparo es la vía idónea y eficaz para restablecer el
ejercicio de su derecho constitucional vulnerado, y no el proceso judicial
ordinario de que se trate”. Es decir, que la acción de amparo vuelve las
cosas a su estado anterior. Con lo que el trabajador será repuesto al centro
de trabajo, además del pago de sus devengados.
(16) ARCE ORTIZ, Elmer. La nulidad del despido lesivo de derechos constitucionales. 2ª edición,
ARA Editores, Lima, 2006, p. 524.
213
JOSÉ HUMBERTO RUIZ RIQUERO
214
LA NULIDAD RADICAL DEL DESPIDO DE LA TRABAJADORA EMBARAZADA
(17) Inciso modificado por el artículo 1 de la Ley N° 27185 que modifica el artículo 29 del Texto
Único Ordenado del Decreto Legislativo N° 728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral.
215
JOSÉ HUMBERTO RUIZ RIQUERO
Nuestra Carta Magna regula el Derecho del Trabajo, por lo que nin-
guna relación laboral puede limitar el ejercicio de los derechos reconoci-
dos constitucionalmente ni disminuir o desconocer la dignidad del traba-
jador tal y conforme se señala, no solamente en el artículo acotado; sino
también, en los artículos 22 y 27 respectivamente en los que hace alusión
al trabajo como base del bienestar social, y medio de la realización de la
persona que es un derecho humano y como tal le corresponde al Estado
garantizar su plena vigencia, adicionalmente a ello, formula un mandato
concreto al legislador, a fin de que, a través de la ley, provea al trabajador
de una protección adecuada contra el despido arbitrario.
(18) Precisa el Goce del Derecho de Descanso Pre y Posnatal de la Trabajadora Gestante, a través de
Ley N° 26644 en Lima, a los 25 días de junio de 1996 y mediante el Decreto Supremo N° 005-
2011-TR, publicado en el diario oficial El Peruano el día 17/05/2011, se aprobó el Reglamento
de la Ley N° 26644, el que consta de diez (10) artículos, una Única Disposición Complementaria
Final y una Única Disposición Complementaria Derogatoria.
216
LA NULIDAD RADICAL DEL DESPIDO DE LA TRABAJADORA EMBARAZADA
Respecto a este punto cabe una reflexión: ¿por qué ocultan las muje-
res trabajadoras su embarazo? En nuestro país, como es sabido, es un
tanto difícil conseguir trabajo y aún más para una madre gestante, pues la
represión de la maternidad en algunas empresas genera entre las mujeres
el ocultamiento del embarazo. Esto crea en ellas una sensación de miedo
e inseguridad, la pena por no poder conseguir recursos cuando más lo
necesita, la “culpa” por ser madre, por “ser mujer”. Esta situación lleva
muchas veces a las trabajadoras a asumir su embarazo a cuenta y riesgo
suyo, poniendo en peligro sus vidas y las de sus bebés.
217
JOSÉ HUMBERTO RUIZ RIQUERO
evidente (7 meses). Por lo tanto, era conocido por todos, en ese senti-
do, era innecesario cursar aviso del embarazo al empleador. Por lo tanto,
conocido este la protección de que habla el inciso “e” quedaba activada
ya que cumplía con lo aquí establecido. Esta es precisamente la medida
adoptada por la Sala de Derecho Constitucional y Social Transitoria de la
Corte Suprema de Justicia.
CONCLUSIÓN
Sin embargo, queda claro que lo hecho por los miembros de la Corte
Suprema es interpretar el artículo 29 inciso “e” tratando de brindar pro-
tección jurídica a la madre trabajadora (principio prooperario), alejándose
–como ya se dijo– de la interpretación literal de esta. En esas circunstan-
cias, se justifica que la ley y los jueces acudan a los principios protectores
(haciendo uso de la prerrogativa judicial del Control Difuso), a través de
una desigualdad jurídica que les permita, de alguna manera, equilibrar las
desigualdades existentes en la realidad: una parte fuerte –el empleador–
pletórica de poderes, y otra parte débil –el trabajador (madre gestante)–
cargado de deberes y derechos.
218
El verdadero procedimiento
del despido en razón
del principio de inmediatez
INTRODUCCIÓN
En orden a ciertas cuestiones generales que van a servir para los fines
del tema analizado en el presente artículo, es necesario empezar preci-
sando que el artículo 16 del TUO del Decreto Legislativo N° 728, Ley de
Productividad y Competitividad Laboral (Decreto Supremo N° 003-97-
TR), establece las formas mediante las cuales el contrato de trabajo –el
cual mediante abundante doctrina y jurisprudencia ha quedado estable-
cido que puede ser suscrito de manera verbal o escrita– puede ser válida-
mente extinguido. Según una atenta doctrina(1), estas formas de extinción
se clasifican de la siguiente manera:
a) Por la voluntad de las partes, que incluye el despido (en los casos
y forma permitidos por la ley), el cese colectivo, la renuncia, la
terminación de la obra o servicio, el cumplimiento de la condi-
ción resolutoria, el vencimiento del plazo en los contratos legal-
mente celebrados bajo modalidad y el mutuo disenso.
* Director (e) de Inspección del Trabajo de la Dirección de Inspección del Trabajo y Promoción del
Empleo del Gobierno Regional del Callao. Profesor universitario. Asesor Laboralista.
(1) PALOMEQUE LÓPEZ, Manuel Carlos y ÁLVAREZ DE LA ROSA, Manuel. Derecho del Trabajo.
4a edición, Editorial Centro de Estudios Ramón Areces. Madrid, 1996, p. 985.
219
RAÚL DUEÑAS RAMOS
(2) ARCE ORTIZ, Elmer. Derecho individual del Trabajo en el Perú. Desafíos y deficiencia. Palestra
Editores. Lima, 2008, p. 520.
(3) Sobre esta postura se puede revisar: BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido en el Dere-
cho Laboral peruano. 2a edición. Ara Editores. Lima, 2006, p. 49 y ss; CORTÉS CARCELÉN,
Juan Carlos. “¿El cese colectivo por causas objetivas puede ser considerado como despido?”. En:
Ius Et Veritas. Año VII, N° 12, Lima, 1996, p. 83 y ss.
220
EL VERDADERO PROCEDIMIENTO DEL DESPIDO EN RAZÓN DEL PRINCIPIO...
Por los argumentos antes expuestos, cabe concluir que la figura del
despido responde de manera subjetiva al ejercicio del poder de dirección
del empleador; sin embargo, esta no debe recaer en una figura de arbi-
trariedad. Por ello, como ya se señaló en un artículo anterior, es la juris-
prudencia la que señala que la extinción unilateral de la relación laboral,
fundada única y exclusivamente en la voluntad del empleador, aparte de
devenir en nulo por la violación de los derechos fundamentales –en caso
de no incurrir en falta grave debidamente probada el trabajador–, debe el
empleador seguir todo un procedimiento interno que se encuentra regula-
do por la Ley de Productividad y Competitividad Laboral, el cual prima
facie debe efectuarse con sujeción al principio de inmediatez.
I. EL PROCEDIMIENTO DE DESPIDO
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RAÚL DUEÑAS RAMOS
(4) La flagrancia de la falta grave laboral se produce cuando el empleador o sus representantes sor-
prenden al trabajador cometiendo una falta prevista en la ley o en el momento inmediato a su pre-
sentación. Es la constatación de la falta al momento mismo de su realización, ante lo cual no cabe
la concesión del derecho de defensa, dada la evidencia de la infracción. Casación N° 915-99-Aya-
cucho y Exp. N° 4748-99-B.E. (S)
(5) Debe tenerse presente que la comisión de una falta grave flagrante es la única excepción a la obli-
gación de cursar directamente la carta de despido. No es así en la condena penal por delito doloso
222
EL VERDADERO PROCEDIMIENTO DEL DESPIDO EN RAZÓN DEL PRINCIPIO...
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RAÚL DUEÑAS RAMOS
(9) Un punto importante que resaltar, y el cual comparto con el profesor Blancas Bustamante, es que el
modelo de ejercicio del derecho de defensa, previo al despido, adoptado por la Ley de Productividad
y Competitividad Laboral, se sitúa en los márgenes mínimos que se deducen del Convenio N° 158
de la OIT, sin desarrollar a plenitud las posibilidades que este plantea, como hubiera sido exigencia
de realizar una reunión para examinar los hechos después de la contestación del trabajador, y para
permitir la conciliación entre las partes, lo cual debería ser tomado en cuenta por el legislador en la
redacción del Ley General de Trabajo. BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. Ob. cit., p. 223.
(10) BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. Ob. cit., p. 239.
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EL VERDADERO PROCEDIMIENTO DEL DESPIDO EN RAZÓN DEL PRINCIPIO...
(11) Criterio planteado por el Tribunal Constitucional en el fundamento 3 de la STC Exp. N° 1799-
2002-AA/TC; y por la Corte Suprema en el fundamento 11 de la Casación N° 677-2066-La Liber-
tad. Asimismo, véase: DOLORIER TORRES, Javier. “El principio de inmediatez en la jurispru-
dencia del Tribunal Constitucional”. En: Diálogo con la jurisprudencia. N° 85, Gaceta Jurídica,
Lima, 2005, p. 231.
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EL VERDADERO PROCEDIMIENTO DEL DESPIDO EN RAZÓN DEL PRINCIPIO...
(13) Artículo 9.- Por la subordinación, el trabajador presta sus servicios bajo dirección de su emplea-
dor, el cual tiene facultades para normar reglamentariamente las labores, dictar las órdenes nece-
sarias para la ejecución de las mismas, y sancionar disciplinariamente, dentro de los límites de la
razonabilidad, cualquier infracción o incumplimiento de las obligaciones a cargo del trabajador.
El empleador está facultado para introducir cambios o modificar turnos, días u horas de trabajo,
así como la forma y modalidad de la prestación de las labores, dentro de criterios de razonabilidad
y teniendo en cuenta las necesidades del centro de trabajo.
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(14) Todas las referencias son tomadas de la STC Exp. N° 00543-2007-PA/TC, f.j. 7.
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(15) Véase: BELTRÁN QUIROGA, Jaime. “El principio de inmediatez y su carácter temporal.
Comentario a la Casación N° 1917-2003-Lima”. En: ÁVALOS JARA, Oxal Víctor. Precedentes
de observancia en materia laboral de la Corte Suprema. Grijley, Lima, 2008.
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(16) He visto con mucha extrañeza que la idea del doctor Beltrán Quiroga, citada por el propio Tri-
bunal Constitucional en la STC Expediente N° 00543-2007-PA/TC, le es atribuida a este órgano
jurisdiccional como si fuese el autor de ella. Es el caso de las resoluciones emitidas por el Tribu-
nal del Servicio Civil.
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V. LA SUSPENSIÓN DE LA INMEDIATEZ
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CONCLUSIONES
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PARTE II
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6. Así, de la aplicación del refe- 10. A saber dicho artículo prevé que:
rido artículo tenemos que el des- “El plazo para accionar judicial-
pido incausado con cargo, solo, mente en los casos de nulidad de
al pago de una indemnización por despido, despido arbitrario y hos-
despido arbitrario era lesivo al tilidad caduca a los 30 días natu-
derecho constitucional al trabajo, rales de producido el hecho”. Asi-
amparado por el artículo 22 de la mismo, dispone que este plazo no
Constitución. se encuentra sujeto a interrupción
o pacto que lo enerve; pues una vez
7. En otras palabras, el contenido transcurrido impiden el ejercicio
esencial del derecho a la protec- del derecho y el trabajador pierde
ción contra el despido arbitrario el derecho a entablar una demanda
se encuentra en el artículo 22 de contra del despido.
la Constitución. Por ello, a efectos
de cautelar su vigencia y demás ar- 11. Sin embargo, igualmente señala
tículos conexos ha quedado estable- que: “La única excepción está cons-
cido que el despido incausado ame- tituida por la imposibilidad mate-
ritaría los efectos restitutorios, es rial de accionar ante un Tribunal
decir, la readmisión en el empleo. Peruano por encontrarse el traba-
jador fuera del territorio nacional
Plazo para accionar la demanda de e impedido de ingresar a él, o por
despido incausado falta de funcionamiento del Poder
8. Con respecto a la segunda pre- Judicial. El plazo se suspende mien-
gunta, cabe señalar lo acordado por tras dure el impedimento”.
los jueces supremos en el II Pleno
Jurisdiccional Supremo en Mate- 12. En relación, la falta de funciona-
ria Laboral (04/07/2014) sobre el miento del Poder Judicial se debe
cómputo y plazo de caducidad para tener en cuenta lo previsto por el
presentar una demanda de reposi- artículo 58 del Decreto Supremo
ción por despido incausado. Nº 001-96-TR. Según este artículo,
se debe entender por falta de funcio-
9. El Pleno estableció que el plazo namiento del Poder Judicial los días
de caducidad para interponer una de suspensión del Despacho Judi-
demanda de reposición a conse- cial conforme al artículo 247 del
cuencia de este tipo de despido es TUO de la Ley Orgánica del Poder
de 30 días hábiles de producido el Judicial aprobado por Decreto
despido calificado como inconsti- Supremo Nº 017-93-JUS y aque-
tucional, de conformidad con el llas otras situaciones que por caso
artículo 36 del Decreto Supremo fortuito o fuerza mayor, impidan su
Nº 003-97-TR. funcionamiento.
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13. En consecuencia, a efectos del cóm- a las órdenes relacionadas con sus
puto del plazo de caducidad de la labores, para lo cual se cursarán dos
acción restitutoria, no se contabili- cartas, la primera de imputación de
zan los días de suspensión del des- cargos (conocida como preaviso)
pacho judicial (mesas de parte del En la cual se le otorga seis días para
Poder Judicial). Esto es, los días que el trabajador realice los descar-
sábados, domingos, feriados no gos pertinentes y así no vulnerar su
laborables, los días de duelo nacio- derecho de defensa. Luego de exa-
nal y judicial, el día del juez y el día minar el descargo, el empleador
de apertura del año judicial, siendo podrá cursar la segunda y última
que el cómputo del plazo de caduci- carta, de despido.
dad debe realizarse solo contabili-
zando los días hábiles. Procedimiento regular de despido
2. El artículo 31 de la Ley de Produc-
tividad y Competitividad Laboral
Debido procedimiento para (LPCL) establece que: “El emplea-
04 considerar justificado un des- dor no podrá despedir por causa
pido relacionada con la conducta o con
la capacidad del trabajador sin antes
Consulta: otorgarle por escrito un plazo razo-
Pedro Castillo es un administrador nable no menor de seis días natura-
les para que pueda defenderse por
que recientemente se ha incorpo-
escrito de los cargos que se le for-
rado al área de recursos humanos,
mulare, salvo aquellos casos de falta
siendo su primera tarea, encargarse
grave flagrante en que no resulte
del despido de un trabajador por la
razonable tal posibilidad o de treinta
reiterada resistencia a cumplir con
días para que demuestre su capaci-
las órdenes de su superior. Ante esta
dad o corrija su deficiencia.
situación se nos consulta: ¿Cuál
sería el procedimiento para despe- 3. Mientras dure el trámite previo
dir adecuadamente a un trabajador vinculado al despido por causa re-
y así evitar el pago de una indemni- lacionada con la conducta del tra-
zación por despido arbitrario? bajador, el empleador puede exone-
rarlo de su obligación de asistir al
Nuestra respuesta centro de trabajo, siempre que ello
no perjudique su derecho de de-
1. El procedimiento regulado en nues- fensa y se le abone la remuneración
tra legislación indica que es indis- y demás derechos y beneficios que
pensable contar con una causa justa, pudiera corresponderle. La exonera-
en este caso la reiterada resistencia ción debe constar por escrito.
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(5) Celso Mendo Rubio, citado por BRIONES QUISPE, Milko. “Algunas particularidades en relación a los
trabajadores de confianza”. En: Derechos Laborales, Derechos Pensionarios y Justicia Constitucional,
SPDTSS. Lima, 2006, p. 591.
(6) BARAJAS MONTES DE OCA, Santiago. Los contratos especiales de trabajo, [en línea]. Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1992, Serie G. Es-
tudios Doctrinales, Núm. 136, p. 142. Formato html, disponible en Internet: <http://www.bibliojuridica.
org/libros/libro.htm?l=953>, ISBN 968-36-2433-2.
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10. Sin embargo, según el referido dic- 12. Finalmente, en la medida en que el
tamen jurisprudencial del TC, las acuerdo de transacción no sea legí-
concesiones recíprocas que acuer- timo no podría ser oponible judi-
den las partes en la transacción ten- cialmente mediante su homologa-
drán que atender criterios de pro- ción como una forma de solución
porcionalidad y razonabilidad; de de controversia (defensa previa), ya
lo contrario, también estaríamos que el mismo documento carece-
ante una transacción ilegítima.
ría de validez al no superar el test
11. Cabe precisar que el aludido pro- de disponibilidad por disponer de
nunciamiento del Tribunal no es de derechos irrenunciables y funda-
carácter vinculante, no obstante, mentales e, inclusive, por suponer
representa una referencia valiosa concesiones recíprocas despropor-
para determinar los alcances de cionadas e irrazonables que perju-
las transacciones que se celebren a dican gravemente los intereses del
propósito de deudas laborales. trabajador o extrabajador.
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PARTE III
JURISPRUDENCIA
Jurisprudencia del Tribunal Constitucional
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JURISPRUDENCIA
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entonces, en caso de que en la vía judicial ordinaria no sea posible obtener la reposición
o la restitución del derecho vulnerado, el amparo será la vía idónea para obtener la pro-
tección adecuada de los trabajadores del régimen laboral privado, incluida la reposición
cuando el despido se funde en los supuestos mencionados.
8. Respecto al despido sin imputación de causa, la jurisprudencia es abundante y
debe hacerse remisión a ella para delimitar los supuestos en los que el amparo se confi-
gura como vía idónea para reponer el derecho vulnerado. En cuanto al despido fraudulen-
to, esto es, cuando se imputa al trabajador hechos notoriamente inexistentes, falsos o ima-
ginarios, o se le atribuye una falta no prevista legalmente, solo será procedente la vía del
amparo cuando el demandante acredite fehaciente e indubitablemente que existió fraude,
pues en caso contrario, es decir, cuando haya controversia o duda sobre los hechos, corres-
ponderá a la vía ordinaria laboral determinar la veracidad o falsedad de ellos.
9. Con relación al despido nulo, si bien la legislación laboral privada regula la
reposición y la indemnización para los casos de despido nulo conforme a los artículos
29 y 34 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, TUO del Decreto Legislativo Nº 728, Ley
de Productividad y Competitividad Laboral, el Tribunal Constitucional ratifica los crite-
rios vertidos en el caso Eusebio Llanos Huasco, en el punto referido a su competencia
para conocer los casos de urgencia relacionados con la violación de los derechos consti-
tucionales que originan un despido nulo, dadas las particularidades que reviste la protec-
ción de los derechos involucrados.
10. En efecto, la libertad sindical y el derecho de sindicación reconocidos por el ar-
tículo 28, inciso 1 de la Constitución (Exp. Nº 0008-2005-PI/TC, fundamentos 26, 27 y
28), e interpretados conforme a la Cuarta Disposición Final y Transitoria de la Consti-
tución y al artículo V del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, impo-
nen la obligación estatal de adoptar las medidas necesarias y apropiadas para garantizar
a los trabajadores y empleadores el libre ejercicio del derecho de sindicación e impedir
todo acto de discriminación tendiente a menoscabar la libertad sindical, tales como con-
dicionar el empleo de un trabajador a que no se afilie o a que deje de ser miembro de un
sindicato; o despedir a un trabajador o perjudicarlo en cualquier forma a causa de su afi-
liación sindical o a su participación en actividades sindicales fuera de las horas de traba-
jo o, con el consentimiento del empleador, durante las horas de trabajo (artículo 11 del
Convenio Nº 87 de la OIT, sobre libertad sindical y protección del derecho de sindica-
ción, artículo 1 del Convenio Nº 98 de la OIT, relativo a la aplicación de los principios
del derecho de sindicación y de negociación colectiva).
11. En la misma línea argumentativa, en el citado Exp. Nº 0008-2005-PI/TC, se
dejó establecido que la libertad sindical no solo tiene una dimensión individual, relati-
va a la constitución de un sindicato y a su afiliación, sino también una dimensión plural
o colectiva que se manifiesta en la autonomía sindical y en su personería jurídica (fun-
damento 26). Esta dimensión de la libertad sindical se justifica por cuanto el artículo
3.1. del Convenio Nº 87 de la OIT, anteriormente citado, precisa que las organizacio-
nes de trabajadores tienen el derecho de elegir libremente a sus representantes, de orga-
nizar su administración y sus actividades y formular su programa de acción, en tanto
que el artículo 1.2. del Convenio Nº 98 de la OIT, como ya se dijo, establece la protec-
ción a los trabajadores sindicalizados contra todo acto que tenga por objeto despedirlo o
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JURISPRUDENCIA
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JURISPRUDENCIA
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JURISPRUDENCIA
28. Si bien es cierto que los hechos se produjeron durante el periodo 2002-2003,
en que el demandante ocupó el cargo de Jefe del Equipo de Facturación, no lo es menos
que las responsabilidades por las irregularidades solo se pudieron conocer una vez que
culminó el informe llevado a cabo por el órgano de control de la empresa, y que fue
comunicado a la alta dirección en enero de 2004, previa investigación en la que el recu-
rrente también ejerció su derecho de defensa. Consiguientemente, el Tribunal Constitu-
cional estima que el procedimiento de despido, recomendado por el asesor legal externo,
no vulneró el principio de inmediatez, toda vez que se inició dentro de un plazo razona-
ble (Exp. Nº 0585-2003-AA). Por tal razón, este extremo de la demanda también debe
desestimarse.
29. Asimismo, el recurrente cuestiona los hechos que se invocan como causas jus-
tas de despido. Entre otros, que la demandada, apoyándose en el informe del órgano de
control interno de la empresa, concluye que el demandante concedió, de manera irregu-
lar, rebajas al usuario Línea Interprovincial de Transportistas S.A.-LITSA; que se emi-
tieron facturas a la empresa EMSAL cuando tales servicios ya habían sido cancelados,
con su consiguiente ingreso en el registro de ventas de la empresa; que se hizo una reba-
ja en el cobro del servicio al señor Estanislao Loyola Hurtado; y que se cometieron irre-
gularidades en la facturación del cliente Molitalia S.A. por la instalación de un medidor
y la conexión de agua.
30. El recurrente niega tales imputaciones y afirma que se deben a los defectos
del sistema informático; asimismo, refiere que a nivel de la fiscalía se decidió archivar
la denuncia penal por los mismos hechos, puesto que no se comprobó responsabilidad
penal alguna. Independientemente de las responsabilidades civiles o penales, el Tribunal
Constitucional estima que, en el presente caso, de los actuados se advierte la existencia
de hechos controvertidos, relativos a la declaración de responsabilidad del demandante
en la causa justa de despido, cuya dilucidación no es posible en el proceso de amparo
por su anotado carácter sumario. Por lo tanto, este extremo de la demanda debe decla-
rarse improcedente.
31. Con relación a los pedidos de pago de remuneraciones dejadas de percibir y
de indemnización por daños y perjuicios, deben ser declarados improcedentes, pues
el amparo no es la vía idónea para resolver tales reclamos. Lo mismo debe declararse
sobre la solicitud de que se denuncie penalmente al gerente general de la demandada.
Precedente vinculante
32. Hasta la fecha de dilucidación del presente caso los criterios de la jurisdicción
constitucional habían sido sumamente flexibles y amplios en la evaluación de una gran
variedad de controversias laborales de carácter individual, sea en el ámbito laboral pri-
vado o en el público, sobre la base del carácter alternativo del proceso constitucional
del amparo. Sin embargo, y dentro del marco de la función de ordenación del Tribunal
Constitucional, se hace indispensable, para los casos de materia laboral individual, pri-
vada o pública, tramitados en la vía del proceso de amparo, la aplicación de los criterios
establecidos en el presente caso, con relación al carácter residual del proceso de amparo
y de los criterios jurisprudenciales sustantivos relativos a los derechos laborales desarro-
llados a través de la jurisprudencia de este Tribunal Constitucional, a fin de no desnatu-
ralizar el carácter extraordinario, breve y expeditivo del proceso de amparo.
279
EL DESPIDO LABORAL
33. Por ello, de conformidad con lo dispuesto en el artículo VII del Título Prelimi-
nar del Código Procesal Constitucional, los criterios contenidos en los fundamentos 7 a
25 supra, constituyen precedente vinculante, puesto que son indispensables para deter-
minar la procedencia de la vía del proceso constitucional de amparo.
34. Con ello el Tribunal Constitucional busca perfeccionar el proceso de amparo a
fin de que sea realmente eficaz y expeditivo. Por lo tanto, el precedente establecido será
de vinculación inmediata a partir del día siguiente de su publicación en el diario oficial
El Peruano, de modo que toda demanda que sea presentada y que no reúna las condicio-
nes del precedente, o las que se encuentren en trámite e igualmente no reúnan tales con-
diciones, deberán ser declaradas improcedentes.
Vía procedimental específica y reglas procesales aplicables a los procesos de
amparo en materia laboral en trámite
35. A partir de la expedición de la sentencia del caso Manuel Anicama Hernández
(Exp. N° 1417-2005-AA/TC), el Tribunal Constitucional estableció los casos de materia
pensionaria que conocería, encausándose a la vía contenciosa-administrativa las deman-
das que, por tal razón, se declarasen improcedentes.
36. Consecuentemente, y por la aplicación de similares criterios respecto a la
reconducción de procesos, las demandas de amparo que sobre las materias laborales de
carácter individual, sean del régimen laboral público o privado descritos en la presen-
te sentencia, deberán ser encausadas a través de las vías igualmente satisfactorias para
resolver las controversias individuales de carácter laboral, privadas o públicas, y que
son:
a) El proceso laboral ordinario, para las controversias de carácter laboral indivi-
dual privado.
b) El procedimiento especial contencioso-administrativo (artículos 4 inciso 6 y
25 de la Ley N° 27584), para las materias de carácter laboral individual de
carácter público).
37. Por lo tanto, haciendo uso de las funciones de ordenación y pacificación inhe-
rentes a este Tribunal Constitucional, se dispone que las demandas de amparo sobre
materia laboral, que en aplicación de los criterios previstos en los fundamentos 21 a 25
supra, de la presente sentencia, sean declaradas improcedentes, deberán seguir las reglas
procesales establecidas en los fundamentos 53 a 58 y 60 a 61 del caso Manuel Anicama
Hernández (Exp. N° 1417-2005-AA/TC), con las adaptaciones necesarias a la materia
laboral pública.
38. Para los casos de procesos de amparo en materia laboral individual privada,
fundamentos 7 a 20 supra, los jueces laborales deberán adaptar tales demandas confor-
me al proceso laboral que corresponda según la Ley Nº 26636, observando los princi-
pios laborales que se hubiesen establecido en su jurisprudencia laboral y los criterios
sustantivos en materia de derechos constitucionales que este Colegiado ha consagrado
en su jurisprudencia para casos laborales.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Perú
280
JURISPRUDENCIA
HA RESUELTO
1. Declarar INFUNDADA la demanda en el extremo que denuncia la vulneración
del principio de inmediatez.
2. Declararla IMPROCEDENTE en los demás extremos, por cuanto el amparo
no es la vía idónea para esclarecer hechos controvertidos sometidos a probanza no para
determinar montos por daños y perjuicios.
3. Declarar que los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo en mate-
ria laboral, previstos en los fundamentos 7 a 25, supra, constituyen precedente vincu-
lante inmediato de conformidad con el artículo VII del Título Preliminar del CPConst.;
motivo por el cual, a partir del día siguiente de la publicación de la presente senten-
cia en el diario oficial El Peruano, toda demanda de amparo que sea presentada o que
se encuentre en trámite y que no cumpla con tales condiciones, debe ser declarada
improcedente.
4. Declarar que las reglas procesales de aplicación a las demandas de amparo en
materia laboral pública que a la fecha de publicación de esta sentencia se encuentren
en trámite, serán las previstas en los fundamentos 53 a 58 y 60 a 61 del caso Manuel
Anicama Hernández (Exp. Nº 1417-2005-AA/TC), de modo que serán vinculantes tanto
para los jueces que conocen los procesos de amparo, como para los jueces que resulten
competentes para conocer las demandas contencioso-administrativas a que se refiere la
Ley Nº 27584.
5. Declarar que las demandas de amparo de materia laboral individual privada, pre-
cisadas en los fundamentos 7 a 20 supra, deberán ser adaptadas al proceso laboral que
corresponda según la Ley Nº 26636 por los jueces laborales conforme a los principios
laborales que han establecido en su jurisprudencia laboral y a los criterios sustantivos en
materia de derechos constitucionales que este Colegiado ha establecido en su jurispru-
dencia para casos laborales.
Publíquese y notifíquese.
SS. ALVA ORLANDINI, BARDELLI LARTIRIGOYEN, GONZALES OJEDA,
GARCÍA TOMA, VERGARA GOTELLI, LANDA ARROYO
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EXP. Nº 05650-2009-PA/TC-UCAYALI
ROBERTO SCHARFF AHUANARI
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JURISPRUDENCIA
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JURISPRUDENCIA
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EL DESPIDO LABORAL
establecer la forma de reparar el daño ocasionado por un despido efectuado sin causa justa,
es decir en contravención de la norma constitucional. Y fueron dichas disposiciones y no la
Constitución las que determinaron que a elección del trabajador, tal reparación podía consis-
tir en su reposición coercitiva o el pago de una indemnización.
14. La Constitución vigente de 1993 si bien no hace mención a la “estabilidad labo-
ral”, sin embargo precisa en su artículo 27 que: “La ley otorga al trabajador adecuada
protección contra el despido arbitrario”; al respecto nos preguntamos ¿qué entendemos
por protección? De acuerdo al Diccionario de la Lengua Española protección significa
“acción y efecto de proteger”, infiriéndose entonces que la intención del legislador estuvo
dirigido a que se resguarde a una persona de un eventual despido sin causa justa.
Tanto la Constitución como la doctrina, así como las normas nacionales o conve-
nios y tratados internacionales, coinciden en que la violación al derecho a la estabilidad
o la protección contra el despido arbitrario, tiene como reparación la indemnización o la
reposición en el trabajo, así lo establece expresamente el artículo 34 de la Ley de Pro-
ductividad y Competitividad Laboral.
Artículo 34. El despido del trabajador fundado en causas relacionadas con su con-
ducta o su capacidad no da lugar a indemnización.
Si el despido es arbitrario por no haberse expresado causa o no poderse demostrar
esta en juicio, el trabajador tiene derecho al pago de la indemnización establecida en el
artículo 38, como única reparación por el daño sufrido. Podrá demandar simultáneamen-
te el pago de cualquier otro derecho o beneficio social pendiente.
En los casos de despido nulo, si se declara fundada la demanda el trabajador será
repuesto en su empleo, salvo que en ejecución de sentencia, opte por la indemnización
establecida en el artículo 38.
15. Sin embargo el Tribunal Constitucional mediante sentencia STC Exp. Nº 253-
2003-AA del 24 de marzo de 2003, ha creado doctrina constitucional sobre los alcances
del artículo 27 de la Constitución, respecto a la adecuada protección contra el despido
arbitrario; en esta oportunidad el Tribunal señaló que el desarrollo legislativo de la “pro-
tección contra el despido arbitrario” debe satisfacer un criterio mínimo de proporciona-
lidad, es decir que se trate de medidas “adecuadas”, respetándose el derecho de defensa,
o un tipo de protección “reparadora” que se traduce en una compensación económica.
16. Este colegiado ha señalado también en la sentencia recaída en el Expediente
Nº 976-2001-AA/TC, dos perspectivas en que se puede abordar el contenido del dere-
cho en referencia: por un lado, a través de un régimen de carácter “sustantivo” y, por
el otro, desde un régimen de carácter “procesal”. Precisando además que el régimen de
carácter procesal consiste en el establecimiento mediante ley, de un régimen de pro-
tección jurisdiccional contra el despido arbitrario que en algunas oportunidades, puede
encontrarse estrechamente relacionado con el régimen sustantivo, pero que, en otros,
también puede tener un alcance totalmente independiente.
17. En nuestra legislación, el despido de un trabajador de manera arbitraria encuen-
tra protección procesal en el Decreto Legislativo Nº 728; sin embargo de acuerdo a lo
normado, el juez no podrá tutelar el derecho más allá de lo que en dicha legislación se
prevé, otorgando al trabajador afectado, solo el pago de la indemnización. Es en estas
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derecho adquirido, su cobro no demuestra voluntad alguna de dar por terminada la rela-
ción laboral, sino solo el ejercicio legal de un derecho; contrario sensu, si el trabajador
al producirse el despido hubiera convenido con su empleador por el pago de la indem-
nización por despido, demostrando con ello haber optado por la protección resarcitoria,
igualmente reparadora, no podrá recurrir a la vía constitucional.
31. El Tribunal ha venido desestimando las pretensiones en casos en las cuales el
trabajador procedió a cobrar la compensación por tiempo de servicios, criterio que ha
venido aplicando en reiterada jurisprudencia STC Exps. Nºs 532-2001 AA7TC, 3304-
2007 AA/TC, 6198-2007 AA/TC y 5381-2006 AA/TC, entre otros, sobre la base de que
el cobro de los beneficios sociales importa la extinción definitiva del vínculo laboral, “la
demanda no puede ser acogida, toda vez que, (…) el demandante ha efectuado el
cobro de sus beneficios sociales y, por lo mismo ha quedado extinguido el vínculo
laboral que mantenía con el [la] demandada”, criterio que no compartimos, toda vez
que no solo se está permitiendo que se vulnere el derecho fundamental al trabajo median-
te el despido sin causa, sino que además se está atentando contra el derecho constitucio-
nal a la libertad de la persona al condicionar al trabajador de recurrir a la vía de amparo
siempre que no haya hecho cobro de su compensación por tiempo de servicios, olvidán-
dose que desde la dación del Decreto Legislativo Nº 650 Texto Único dela Ley de Com-
pensación por Tiempo de Servicios, se definió que este derecho tiene la calidad de benefi-
cio social de previsión de las contingencias que origina el cese en el trabajo.
Procedencia de la demanda
32. En atención a los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo rela-
tivas a materia laboral individual privada, establecidos en los fundamentos 7 a 20 de
la STC Exp. Nº 206-2005-PA/TC, que constituyen precedente vinculante, este Tribunal
considera que en el presente caso corresponde evaluar si el demandante ha sido objeto
de un despido incausado.
33. Que es facultad del Tribunal Constitucional solo evaluar si el despido lesio-
na, o no, algún derecho fundamental, no teniendo dentro de sus facultades el de realizar
la calificación del despido laboral en los términos del artículo 34 del Decreto Supremo
Nº 003-97-TR, a efectos de determinar si procede la reincorporación de la recurrente;
por lo que, solo de constatarse la vulneración de un derecho constitucional deberá pro-
nunciarse conforme al efecto restitutorio propio de las acciones de garantía.
34. El artículo 22 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, ha establecido que para
despedir a un trabajador sujeto al régimen de la actividad privada, que labore cuatro o
más horas diarias para un mismo empleador, es indispensable la existencia de una causa
justa contemplada en la ley y debidamente comprobada. Por su parte, los artículos 23 a
25 enumera taxativamente las causas justas de despido relacionadas, respectivamente,
con la capacidad y la conducta del trabajador.
35. De acuerdo con lo previsto en el artículo 31 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR,
el empleador no podrá despedir a un trabajador por causa relacionada con su conducta
laboral, sin antes otorgarle por escrito un plazo razonable no menor de seis días naturales
para que pueda defenderse por escrito de los cargos que se le formule.
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JURISPRUDENCIA
36. Por otra parte, teniendo en cuenta que en toda prestación personal de servicios
remunerados y subordinados, se presume la existencia de un contrato de trabajo a plazo
indeterminado, consecuentemente para que se produzca la extinción de un contrato de
trabajo se requiere que se encuentre inmerso en una causa prevista en el artículo 16 de la
Ley de Productividad y Competitividad Laboral:
a) El fallecimiento del trabajador o del empleador si es persona natural; b) La
renuncia o retiro voluntario del trabajador; c) La terminación de la obra o servicio, el
cumplimiento de la condición resolutoria y el vencimiento del plazo en los contratos
legalmente celebrados bajo modalidad; d) El mutuo disenso entre trabajador y emplea-
dor; e) La invalidez absoluta permanente; f) La jubilación; g) El despido, en los casos y
forma permitidos por la Ley; h) La terminación de la relación laboral por causa objetiva,
en los casos y forma permitidos por la presente Ley.
37. Que los contratos para obra determinada o servicio específico son aquellos
celebrados entre un empleador y un trabajador, con objeto previamente establecido y de
duración determinada, permitiéndose las renovaciones que resulten necesarias para la
conclusión o terminación de la obra o servicio objeto de contratación, conforme lo dis-
puesto en el artículo 63 del Texto Único acotado.
38. De los contratos de trabajo para servicio específico que corren de fojas 7 a 18,
corroborado con el Memorando Nº 040-2007-2Q1002/SUNAT de fecha 30 de enero de
2007, (f.49) Carta Nº 080151076250-01-SUNAT de fecha 7 de julio de 2008, (f. 57),
así como de la segunda cláusula del contrato primigenio, se detallan las labores para las
cuales fue contratado el actor como “Agente Fiscalizador de la Oficina Zonal - Ucayali
de la Sunat”, infiriéndose que son labores de carácter principal de la Institución; sien-
do esto así, al no reunir las labores desarrolladas las características de un contrato modal
para servicio específico; demostrada la existencia de simulación o fraude a las normas
establecidas en el ordenamiento laboral se ha producido la desnaturalización del con-
trato celebrado, consecuentemente el cese del actor solo podía efectuarse por causal de
falta grave contemplada en el artículo 25 del Texto Único Ordenado del Decreto Legis-
lativo Nº 728.
39. Por las consideraciones expuestas, este colegiado estima que la ruptura del vínculo
laboral por vencimiento de contrato constituye un acto arbitrario y lesivo de los derechos
fundamentales del demandante; por lo que dada la finalidad restitutoria del proceso de
amparo, procede su reincorporación en el puesto de trabajo que venía desempeñando a la
fecha en que se produjo la violación de su derecho constitucional al trabajo.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda.
2. ORDENAR la reposición del recurrente en el cargo que venía desempeñando a
la fecha de cese, con costos.
Publíquese y notifíquese.
SS. CALLE HAYEN, ÁLVAREZ MIRANDA, URVIOLA HANI
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EL DESPIDO LABORAL
EXP. N° 976-2001-AA/TC-HUÁNUCO
EUSEBIO LLANOS HUASCO
292
JURISPRUDENCIA
ha cursado la antes citada Carta Notarial, mediante la que le comunica que ha decidido
dar por concluido su contrato de trabajo, por haber incurrido en supuestas faltas graves
contempladas en los literales a), c) y d) del artículo 25 del TUO del Decreto Legislativo
N° 728, aprobado por D.S. N° 003-97-TR, tales como: a) haber brindado información
falsa presentando documentos sobre valuados; b) quebrantar la buena fe laboral al hacer
mal uso de la confianza depositada generando un documento en complicidad con el pro-
pietario del Hostal Latino de Tingo María; c) presentar documentos sobrevaluados para
conseguir beneficios personales con la intención de causar daño a la empresa, y d) per-
judicar económicamente a la empresa; imputaciones todas estas que se le han hecho con
base en un supuesto informe u oficio remitido por el propietario del citado Hostal Lati-
no donde se indica que a solicitud del demandante, se habría sobre valuado la Factura
Nº 009641 por el importe de S/. 300.00. Sostiene que dichos cargos enervados median-
te las comunicaciones que cursó con fechas 21/12/2000 y 05/02/2001, en las que desvir-
túa las afirmaciones hechas por la demandada; incluso el mismo accionante, con fecha
15/02/2001, ha cursado carta notarial al propietario del Hostal Latino, a fin de que dicha
persona rectificara el informe falso y malicioso que se cursó al Jefe Zonal de Huancayo
con fecha 17/01/2001 (sic), no obstante lo cual hasta la fecha no se ha dado respuesta a
su comunicación. Agrega que se le ha perjudicado como represalia por haber interpues-
to a la misma demandada, una acción judicial sobre reconocimiento de años de servicios
y pago de remuneraciones insolutas, la misma que actualmente se encuentra en trámite
y donde a nivel de primera instancia ha obtenido resolución favorable a su pretensión.
Telefónica del Perú S.A. solicita se declare inadmisible o infundada la pretensión.
Especifica que la acción debe rechazarse de plano porque la violación alegada se ha
convertido en irreparable al haberse despedido al demandante de acuerdo a ley; en todo
caso, la reposición no procede sino en los supuestos de despidos nulos, lo que no suce-
de en el presente caso. Agrega, además, que la presente vía, por su carencia de etapa
probatoria, no resulta la idónea, sino la vía laboral, motivo por lo que deduce la excep-
ción de incompetencia. Por último, y en cuanto al fondo, precisa que no se ha vulnerado
los derechos constitucionales reclamados, habida cuenta que su despido se ha producido
tras haberse comprobado la existencia de una falta grave, frente a la cual el de deman-
dante ha hecho uso de su derecho de defensa.
El Segundo Juzgado Mixto de Huánuco, con fecha 13/06/2001, a fojas 151 a 159,
declara infundadas las defensas previas y la excepción de incompetencia, e infundada la
demanda, por considerar que resulta imposible reponer las cosas al estado anterior a la
violación del derecho invocado, por cuanto el demandante fue despedido en aplicación
de la ley y conforme a la misma se le dio el derecho a efectuar sus descargos. Por otra
parte, las faltas imputables al actor están previstas en la ley, por lo que el empleador ha
procedido a aplicar la misma; en todo caso, para discutir dicha controversia se requiere
de estación probatoria de la cual carece el amparo. Finalmente el artículo 27 de la Cons-
titución, no supone la posibilidad de que se reponga al trabajador.
La recurrida confirmó la apelada, fundamentalmente por considerar que el deman-
dante ha sido debidamente informado de los cargos formulados en su contra, los que
además se encuentran tipificados en la ley, por lo que no se ha vulnerado sus derechos
constitucionales.
293
EL DESPIDO LABORAL
FUNDAMENTOS
I. PETITORIO
1. Conforme aparece en el petitorio de la demanda, el objeto del presente proce-
so constitucional se dirige a que se deje sin efecto legal la Carta Notarial de fecha 16
de febrero de 2001, por considerar que se ha vulnerado su derecho constitucional al tra-
bajo. En consecuencia, solicita que se ordene su inmediata reposición en el puesto que
venía desempeñando hasta antes del 21 de febrero de 2001.
2. La demandada ha sostenido, en su escrito de contestación de la demanda, que el
amparo no sería la vía adecuada para resolver la controversia, pues la reposición solo
procede en el caso de los despidos nulos, lo que no es el caso, pues se despidió al actor
por la comisión de falta grave. Señala, asimismo, que la vía del amparo no es la idónea,
pues la controversia es de naturaleza laboral y el amparo no tiene estación probatoria.
II. EL CARÁCTER ALTERNATIVO DEL AMPARO
3. Independientemente que este Tribunal Constitucional vaya a pronunciarse más
adelante sobre el primer aspecto que se ha cuestionado, es importante señalar que el
Colegiado no comparte el criterio según el cual el proceso de amparo no sería la vía idó-
nea para resolver la presente controversia, sino, únicamente, el proceso laboral.
Sobre el particular, el Tribunal debe recordar que, en nuestro ordenamiento jurí-
dico, el afectado en sus derechos constitucionales laborales no está obligado a acudir
previamente a las instancias judiciales ordinarias, y solo si en ellas no se hubiera obte-
nido una tutela judicial adecuada, acudir al amparo. En nuestro país, en efecto, el ampa-
ro constitucional no es una vía excepcional, residual o extraordinaria, a la cual el justi-
ciable debe recurrir cuando ha agotado todas las vías judiciales idóneas para tutelar los
derechos constitucionales.
Al contrario, nuestra legislación (inciso 3 del artículo 6 de la Ley Nº 23506) con-
dena con la desestimación de la demanda si es que antes de acudir a la acción de ampa-
ro, el justiciable optó por la vía ordinaria. Lo que significa que, contrariamente a lo que
sucede en otros ordenamientos, como el argentino o el español, en nuestro país el ampa-
ro es un proceso, por llamarlo así, “alternativo”, es decir, al que se puede acudir no bien
se culmina con agotar la vía previa, y siempre que con él se persiga la protección de
derechos reconocidos en la Constitución.
Tal carácter alternativo del amparo nada tiene que ver con el hecho de que dicho
instituto carezca de estación probatoria (lo que no implica impedimento alguno para
actuar medios de prueba), ya que mediante este proceso no se dilucida la titularidad
de un derecho, como sucede en otros, sino solo se restablece su ejercicio. Ello supone,
como es obvio, que quien solicita tutela en esta vía mínimamente tenga que acreditar la
titularidad del derecho constitucional cuyo restablecimiento invoca, en tanto que este
requisito constituye un presupuesto procesal, a lo que se suma la exigencia de tener que
demostrar la existencia del acto cuestionado.
De ahí que este remedio procesal, en buena cuenta, constituya un proceso al acto,
en el que el juez no tiene tanto que actuar pruebas, sino juzgar en esencia sobre su legi-
timidad o ilegitimidad constitucional. Como dice Juventino Castro [El sistema del dere-
cho de amparo, Editorial Porrúa, México 1992, p. 169] “en el (...) amparo hay dos
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JURISPRUDENCIA
295
EL DESPIDO LABORAL
Hoy, desde luego, los derechos fundamentales no son solo derechos públicos sub-
jetivos, esto es, libertades que garantizan solo un status negativus, la preservación de
un ámbito de autonomía personal oponible al Estado. A juicio del Tribunal Constitucio-
nal, al lado de la idea de los derechos fundamentales como derechos subjetivos, tam-
bién hay que reconocer en ellos el establecimiento de verdaderos valores supremos, es
decir, el componente estructural básico del orden constitucional, “en razón de que son
la expresión jurídica de un sistema de valores, que, por decisión del constituyente, ha
de informar el conjunto de la organización jurídica y política; (...) el fundamento del
orden jurídico y de la paz social” [STC de España 53/1985, Fund. Jur. N° 4].
Y es que, como lo ha sostenido el Tribunal Constitucional Federal de Alemania, la
Constitución, que no quiere ser un ordenamiento neutral, ha introducido con los dere-
chos fundamentales un ordenamiento valorativo objetivo, en el cual se encuentra la
más importante consolidación de la fuerza de validez de aquellos. Este sistema de valo-
res, que encuentra su punto central en el libre desarrollo de la personalidad y en la dig-
nidad del ser humano, vale como una decisión constitucional fundamental para todos
los ámbitos del Derecho: legislación, administración y jurisdicción reciben de ella sus
líneas orientativas y su impulso [BverfGE 7, 204 y ss].
Ello significa que los derechos fundamentales no solo demandan abstenciones o
que se respete el ámbito de autonomía individual garantizado en su condición de dere-
chos subjetivos, sino también verdaderos mandatos de actuación y deberes de protec-
ción especial de los poderes públicos, al mismo tiempo que informan y se irradian
las relaciones entre particulares, actuando como verdaderos límites a la autonomía
privada.
Este especial deber de protección que se deriva de esta concepción objetiva de los
derechos fundamentales, impone como una tarea especial del Estado su intervención
en todos aquellos casos en los que estos resulten vulnerados, independientemente de
dónde o de quiénes pueda proceder la lesión. Con lo cual entre los sujetos pasivos de
los derechos ya no solo se encuentra el Estado, sino también a los propios particulares.
Como se ha dicho, esta eficacia horizontal de los derechos fundamentales en las
relaciones entre privados se deriva del concepto de Constitución como Ley Funda-
mental de la Sociedad, que en nuestro ordenamiento se encuentra plasmado a través
del artículo 1 de la Constitución de 1993, que pone énfasis en señalar que: “La defen-
sa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y
del Estado”.
Se trata, además, de una consecuencia que se deriva, en todos sus alcances, del
propio artículo 38 de la Constitución, según el cual: “Todos los peruanos tienen el
deber (...) de respetar, cumplir (...) la Constitución (...)”. Con dicho precepto constitu-
cional se establece que la vinculatoriedad de la Constitución se proyecta erga omnes,
no solo al ámbito de las relaciones entre los particulares con el Estado, sino también a
aquellas establecidas entre particulares. De manera que la fuerza normativa de la Cons-
titución, su fuerza activa y pasiva, así como su fuerza reguladora de las relaciones jurí-
dicas, se proyecta también a las establecidas entre particulares, por lo que cualquier
acto proveniente de una persona natural o persona jurídica de Derecho Privado, que
pretenda conculcarlos o desconocerlos, deviene inexorablemente en inconstitucional.
296
JURISPRUDENCIA
En suma, pues, los derechos constitucionales informan y se irradian por todos los
sectores del ordenamiento jurídico, –incluidos los referidos a la materia laboral– pues
ellos forman parte esencial del orden público constitucional.
B) La eficacia directa e indirecta de los derechos fundamentales
6. Los derechos fundamentales tienen eficacia directa en las relaciones inter priva-
tos cuando esos derechos subjetivos vinculan y, por tanto, deben ser respetados, en cua-
lesquiera de las relaciones que entre dos particulares se pueda presentar, por lo que ante
la posibilidad de que estos resulten vulnerados, el afectado puede promover su reclama-
ción a través de cualquiera de los procesos constitucionales de la libertad.
Como expresó la Corte Suprema de Justicia de Argentina, en 1957, en el Leanding
Case Angel Siri: “Nada hay, ni en la letra ni en el espíritu de la Constitución, que per-
mita afirmar que la protección de los llamados derechos humanos (...) esté circunscrita
a los ataques que provengan solo de la autoridad. Nada hay, tampoco, que autorice la
afirmación de que el ataque ilegítimo, grave y manifiesto contra cualquiera de los dere-
chos que integran la libertad, latu sensu, carezca de la protección constitucional adecua-
da (...) por la sola circunstancia de que ese ataque emane de otros particulares o de gru-
pos organizados de individuos (...).
Aún menos admisible es el distingo a que antes se ha hecho referencia, consideran-
do las condiciones en que se desenvuelve la vida social de estos últimos cincuenta años.
Además de los individuos humanos y del Estado, hay una tercera categoría de sujetos,
con o sin personalidad jurídica, que solo raramente conocieron los siglos anteriores: los
consorcios, los sindicatos, las asociaciones profesionales, las grandes empresas, que
acumulan casi siempre un enorme poderío material o económico. (...).
Lo que primordialmente tienen en vista el hábeas corpus y el recurso de amparo,
no es el origen de la restricción, sino estos derechos en sí mismos, a fin de que sean
salvaguardados”.
7. En cambio, se dice que los derechos fundamentales solo tienen eficacia indirec-
ta cuando no tienen la capacidad de regular directamente las relaciones inter privatos,
sino que tal eficacia se materializa mediatamente a través de su recepción por la ley y la
protección de los jueces de la jurisdicción ordinaria, quienes están llamados a aplicar las
leyes y reglamentos de conformidad con la Constitución y, en especial, con el conteni-
do constitucionalmente protegido de los derechos fundamentales. Tal teoría de la efica-
cia de los derechos fundamentales matiza la incidencia de estos en el ámbito del Dere-
cho Privado, filtrándolos a través de las normas propias de cada sector del ordenamiento
(civil, laboral, etc.).
Desde esta perspectiva, un problema entre privados en materia de derechos fun-
damentales no es resoluble, en principio, mediante los procesos de la justicia consti-
tucional de la libertad, sino a través de los que existen en el ámbito de la jurisdicción
ordinaria.
Lo anterior no quiere decir que tales problemas no puedan ser resueltos en algún
momento a través del amparo, sino que, para que ello suceda, es precisa la mediación
del juez ordinario, a quien por ficción, en caso de no dispensar una tutela adecuada, se le
termina imputando la lesión de los derechos constitucionales. Como puede observarse,
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restitutoria. Es lo que sucede con el régimen de protección procesal previsto a través del
proceso de amparo constitucional.
Por la propia finalidad del amparo, el tipo de protección procesal contra el despi-
do arbitrario no puede concluir, como en las acciones deducibles en la jurisdicción ordi-
naria, en ordenar el pago de una indemnización frente a la constatación de un despido
arbitrario; sino en, como expresamente indica el artículo 1 de la Ley N° 23506, “repo-
ner las cosas al estado anterior a la violación o amenaza de violación de un derecho
constitucional”.
En el ámbito del amparo, en efecto, ese estado anterior al cual debe reponerse las
cosas no es el pago de una indemnización. Es la restitución del trabajador a su centro de
trabajo, del cual fue precisamente despedido arbitrariamente.
Y es que, en rigor, en la vía del amparo no se cuestiona, ni podría cuestionarse, la
existencia de una causa justa de despido; sino la presencia, en el despido, como elemen-
to determinante del mismo, de un motivo ilícito, que suponga la utilización del despi-
do como vehículo para la violación de un derecho constitucional; por lo que, en verdad,
el bien jurídico protegido a través del amparo constitucional no es la estabilidad laboral
del trabajador, sino el goce y ejercicio de sus derechos constitucionales. Así ocurre, por
ejemplo, con el despido discriminatorio, en el cual el despido es tan solo el medio utili-
zado para practicar un acto discriminatorio en perjuicio de un trabajador a causa de su
raza, color, sexo, idioma, religión, actividad sindical, opinión política o cualquier otra
condición.
14. Por todo lo expuesto, este Tribunal Constitucional considera que el régimen
de protección adecuada enunciado en el artículo 27 de la Constitución y que se confió
diseñarlo al legislador ordinario, no puede entenderse, para el caso de los trabajadores
sometidos al régimen privado, únicamente circunscrito al Decreto Legislativo N° 728,
sino de cara a todo el ordenamiento jurídico, pues este (el ordenamiento) no es una agre-
gación caótica de disposiciones legales, sino uno basado en las características de cohe-
rencia y completud.
Además, como antes se ha dicho, en el caso de la acción de amparo, la protección
que se dispensa al trabajador no está referida a la arbitrariedad del despido, que depen-
derá de la prueba de la existencia de la causa justa imputada, sino al carácter lesivo de
los derechos constitucionales presente en dicho despido.
Por ello, el Tribunal Constitucional no puede compartir la tesis de la demandada,
según la cual en el amparo no cabe ordenarse la restitución del trabajador despedido
arbitrariamente, sino únicamente ordenarse el pago de una indemnización. Tal postu-
ra, en torno a las implicancias del artículo 27 de la Constitución, desde luego, soslaya el
régimen procesal que también cabe comprender dentro de dicha cláusula constitucional
y que constituye un derecho del trabajador despedido arbitrariamente.
15. De ahí que el Tribunal Constitucional, a lo largo de su abundante jurispruden-
cia, haya establecido que tales efectos restitutorios (readmisión en el empleo) derivados
de despidos arbitrarios o con infracción de determinados derechos fundamentales reco-
nocidos en la Constitución o los tratados relativos a derechos humanos, se generan en
los tres casos siguientes:
303
EL DESPIDO LABORAL
a) Despido nulo
Aparece esta modalidad de conformidad con lo establecido en el artículo 29 del
Decreto Legislativo Nº 728 y como consecuencia de la necesidad de proteger, entre
otros, derechos tales como los previstos en el inciso 2) del artículo 2; inciso 1) del ar-
tículo 26 e inciso 1) del artículo 28 de la Constitución.
Se produce el denominado despido nulo, cuando:
• Se despide al trabajador por su mera condición de afiliado a un sindicato o por
su participación en actividades sindicales.
• Se despide al trabajador por su mera condición de representante o candidato de
los trabajadores (o por haber actuado en esa condición).
• Se despide al trabajador por razones de discriminación derivados de su sexo,
raza, religión, opción política, etc.
• Se despide a la trabajadora por su estado de embarazo (siempre que se produz-
ca en cualquier momento del periodo de gestación o dentro de los 90 días pos-
teriores al parto).
• Se despide al trabajador por razones de ser portador de Sida (Cfr. Ley
Nº 26626 ).
• Se despide al trabajador por razones de discapacidad (Cfr. Ley Nº 27050).
b) Despido incausado
Aparece esta modalidad de conformidad con lo establecido en la sentencia del
Tribunal Constitucional de fecha 11 de julio de 2002 (Caso Telefónica, Expediente
Nº 1124-2002-AA/TC). Ello a efectos de cautelar la vigencia plena del artículo 22 de la
Constitución y demás conexos.
Se produce el denominado despido incausado, cuando:
• Se despide al trabajador, ya sea de manera verbal o mediante comunicación
escrita, sin expresarle causa alguna derivada de la conducta o la labor que la
justifique.
c) Despido fraudulento
Aparece esta modalidad de conformidad con lo establecido implícitamente en
la sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el Exp. Nº 0628-2001-AA/TC, de
fecha 10 de julio de 2002. En aquel caso se pretendió presentar un supuesto de renun-
cia voluntaria cuando en realidad no lo era. En tal caso, este Tribunal consideró que: “El
derecho del trabajo no ha dejado de ser tuitivo conforme aparecen de las prescripciones
contenidas en el artículo 22 y siguientes de la Carta Magna, debido a la falta de equili-
brio de las partes, que caracteriza a los contratos que regula el Derecho Civil. Por lo que
sus lineamientos constitucionales, que forman parte de la gama de los derechos constitu-
cionales, no pueden ser meramente literales o estáticos, sino efectivos y oportunos ante
circunstancias en que se vislumbra con claridad el abuso del derecho en la subordina-
ción funcional y económica (...)” (Fun. Jur. N° 6).
304
JURISPRUDENCIA
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EL DESPIDO LABORAL
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JURISPRUDENCIA
–y por consiguiente el despido carecerá de efecto legal– cuando se produce con viola-
ción de los derechos fundamentales de la persona, reconocidos por la Constitución o los
tratados relativos a la promoción, defensa y protección de los derechos humanos.
Como señala Carlos Blancas Bustamante El despido en el Derecho Laboral Perua-
no. Ara Editores, Lima, 2002, p. 282, en criterio que este Tribunal comparte, la afir-
mación de tales derechos en el ámbito laboral supone el “superar la noción tradicional
según la cual el contrato de trabajo acotaba a favor del empleador una ‘zona franca y
segregada de la sociedad civil’ en la que los derechos civiles y libertades del trabajador
quedaban en la ‘puerta de la fábrica’ careciendo, por consiguiente, de relevancia en la
vida de la relación de trabajo”.
La pérdida de toda eficacia legal de cierto tipo de despidos, deriva de la conexión
directa e inmediata entre el acto de extinción de la relación laboral y la contravención de
la Constitución o los tratados en materia de derechos humanos. Así, se encontrará afecta-
da de plena nulidad toda aquella voluntad de empleador que restrinja, limite, disminuya,
impida o conculque el goce de los referidos derechos a uno o más de sus dependientes.
En este singular caso, la naturaleza misma del acto inconstitucional es la que deter-
mina la ineficacia legal del despido, en razón de que el principio de primacía constitu-
cional, contenido en el artículo 51 de nuestra Norma Fundamental, no admite que pue-
dan reputarse como legítimas y eficaces aquellas conductas y actuaciones que importan
la vulneración de los derechos que dicho conjunto normativo consagra.
En efecto, la lesión de los derechos fundamentales de la persona constituye, per se,
un acto inconstitucional, cuya validez no es en modo alguno permitida por nuestro supra
ordenamiento. En ese contexto, y, al amparo de la Constitución, el Tribunal Constitucio-
nal tiene la obligación de disponer a favor del agraviado la tutela más amplia, efectiva
y rápida posible, restituyéndole en el goce integral y en el ejercicio pleno de su derecho
amenazado o vulnerado; lo que se conseguirá mediante la cesación del acto lesivo y la
privación de efecto legal alguno que por arbitrariedad el empleador quisiese consumar.
Ese es el sentido de la línea jurisprudencial establecida por el Tribunal Constitu-
cional desde la sentencia del 2 de octubre de 1995 (Caso Pucalá, Expediente Nº 2004-
94-AA/TC, Lambayeque), en resguardo de los derechos fundamentales de la persona
frente a actos de despido constitucionalmente arbitrarios. Allí se ordenó la reposición de
un trabajador separado de la Cooperativa Agraria Pucalá, en atención a la necesidad de
defender los contenidos establecidos en el artículo 22 y conexos de la Constitución. De
los mismos alcances es la sentencia del 21 de enero de 1999 (Caso Cossío, Expediente
Nº 1112-98-AA/TC), en donde expresamente se señaló que “este Tribunal no realiza en
el presente caso una calificación de despido arbitrario en los términos establecidos en el
artículo 67 del Texto Único de la Ley de Fomento del Empleo, D.S. Nº 05-95-TR, para
que pueda discutirse si procede su reposición o la indemnización, sino la evaluación de
un acto, el despido, que, eventualmente, resulte lesivo de los derechos fundamentales.
Por tanto, de verificarse este extremo, ineludiblemente deberá pronunciar su sentencia
conforme al efecto restitutorio propio de las acciones de garantía, tal cual lo prescribe el
artículo 1 de la Ley Nº 23506”. [Debe advertirse que similar criterio fue expuesto en la
sentencia de fecha 22 de julio de 1999 (Caso Ordoñez Huatuco, Expediente Nº 482-99-
AA/TC )].
307
EL DESPIDO LABORAL
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JURISPRUDENCIA
EXP. Nº 03683-2012-PA/TC-PIURA
LORENA DEL PILAR CÓRDOVA GUERRERO
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EL DESPIDO LABORAL
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JURISPRUDENCIA
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EL DESPIDO LABORAL
celebrarse en forma verbal o escrita y el segundo en los casos y con los requisitos que la
presente Ley establece”.
Del artículo transcrito puede señalarse que en el régimen laboral peruano el princi-
pio de continuidad opera como un límite a la contratación laboral por tiempo determina-
do. Por ello este Tribunal, en la STC Exp. Nº 01874-2002-AA/TC, precisó que hay una
preferencia por la contratación laboral por tiempo indefinido respecto de la de duración
determinada, la que tiene carácter excepcional y procede únicamente cuando las labores
que se van a prestar (objeto del contrato) son de naturaleza temporal o accidental.
Como resultado de dicho carácter excepcional, la ley establece formalidades, requi-
sitos, condiciones y plazos especiales para este tipo de contratos, e incluso sanciones
cuando, a través de estos, utilizando la simulación o el fraude, se pretende evadir la con-
tratación laboral por tiempo indeterminado.
En este sentido, el artículo 4 de la referida norma legal opera como un límite a la
contratación temporal, ya que solo los empleadores podrán contratar trabajadores con
contratos de trabajo sujetos a modalidad “en los casos y con los requisitos que la pre-
sente Ley establece”. Es decir, que los contratos de trabajo señalados en el Título II del
Decreto Supremo Nº 003-97-TR constituyen un listado cerrado y taxativo de supues-
tos de contratación temporal y, por ende, son los únicos tipos contractuales que el
empleador puede utilizar para contratar un trabajador por plazo determinado, pues en
caso contrario el contrato de trabajo celebrado será considerado como uno de duración
indeterminada.
3.3.4. La cuestión controvertida se circunscribe a determinar si los contratos de tra-
bajo de la recurrente han sido desnaturalizados por la causal prevista en el inciso d) del
artículo 77 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, que establece que los contratos a moda-
lidad se desnaturalizan y convierten en indeterminados cuando el trabajador demuestra
que hubo simulación o fraude a las normas legales establecidas en el mencionado decre-
to supremo.
3.3.5. Del contrato de trabajo en la modalidad de servicio específico que obra a
fojas 13, vigente del 1 de enero al 30 de abril de 2010, se aprecia que no se ha cumpli-
do con la exigencia legal de precisar en qué consiste, justamente, el servicio para el cual
fue contratado la demandante. En efecto, en la cláusula primera de los citados contratos
se consigna: “EL EMPLEADOR, debido a la implementación del Nuevo Código Pro-
cesal Penal, tiene vacante para concurso la plaza de ESPECIALISTA JUDICIAL DE
JUZGADO y con el objeto de brindar un eficiente servicio de administración de justi-
cia en beneficio de los justiciables para garantizar el normal desarrollo de la actividad
jurisdiccional, requiere cubrir dicha plaza vacante, contratando temporalmente a una
persona que reúna los requisitos para el puesto requerido hasta que sea cubierta median-
te concurso público respectivo”. Asimismo, en la cláusula segunda se señala: “Para el
logro del objeto, materia de la cláusula anterior, EL PODER JUDICIAL contrata a el
(la) TRABAJADOR(A) para que realice labores de ESPECIALISTA JUDICIAL DE
JUZGADO, el mismo que debe someterse al cumplimiento estricto de las funciones”.
De las cláusulas transcritas puede concluirse que en los contratos mencionados se ha
omitido consignar la causa objetiva específica que autorizó la contratación temporal de
la demandante, pues se señala de manera genérica que su labor era la de “especialista
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JURISPRUDENCIA
judicial”, sin precisar cuáles eran específicamente las labores a realizar en dicho cargo.
Por otro lado, sin perjuicio que por mandato legal se tiene que señalar la causa objeti-
va de la contratación, se debe tener en consideración que un especialista judicial realiza
labores propias y ordinarias del Poder Judicial, por lo que no se justifica la contratación
temporal para prestar un servicio específico de la demandante.
3.3.6. Por lo tanto, al no haberse especificado con detalle la causa objetiva de con-
tratación, el referido contrato de trabajo ha sido desnaturalizado, por haberse producido
el supuesto previsto en el inciso d) del artículo 77 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR,
debiendo ser considerado, entonces, como un contrato de trabajo a plazo indeterminado.
Siendo así, los contratos de trabajo suscritos por las partes con posterioridad carecen de
eficacia jurídica, pues mediante ellos se pretendió encubrir la existencia de una relación
laboral a plazo indeterminado.
3.3.7. Siendo que la relación laboral era de duración indeterminada, la demandante
solamente podía ser despedida por una causa justa relacionada con su conducta o capa-
cidad laboral, lo que no ha sucedido en el presente caso, razón por la cual ha sido objeto
de un despido arbitrario.
3.3.8. Por lo expuesto, este Tribunal declara que en el presente caso se ha configu-
rado un despido incausado, violatorio de los derechos constitucionales al trabajo y a la
protección contra el despido arbitrario de la demandante, reconocidos en los artículos 22
y 27 de la Constitución.
4. SOBRE LA AFECTACIÓN DE LOS DERECHOS DE DEFENSA
Y AL DEBIDO PROCESO
4.1. Argumentos de la parte demandante
La recurrente también afirma que su despido sin expresión de causa resulta violato-
rio de su derecho constitucional al debido proceso, pues no ha podido ejercer su derecho
de defensa.
4.2. Argumentos de la parte demandada
Al respecto, el Procurador Público Adjunto del Poder Judicial sostiene que la acto-
ra no fue despedida, pues su contrato de trabajo estaba sujeto a la modalidad de servicio
específico, y concluyó al vencer el plazo de vigencia pactado por las partes.
4.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
4.3.1 Como este Tribunal tiene fijado, el derecho fundamental al debido proceso,
consagrado en el artículo 139, numeral 3), de la Constitución, comprende una serie de
garantías, formales y materiales, de muy distinta naturaleza, cuyo cumplimiento efecti-
vo garantiza que el procedimiento o proceso en el cual se encuentre inmersa una perso-
na, pueda considerarse justo (STC Exp. Nº 10490-2006-AA, fundamento 2). De ahí que
este Tribunal haya destacado que el ámbito de irradiación de este derecho continente no
abarca exclusivamente al ámbito judicial, sino que se proyecta también al ámbito de los
procesos administrativos (STC Exp. Nº 07569-2006-AA/TC, fundamento 6).
También este Tribunal ha establecido en reiterada jurisprudencia (STC Exp.
Nº 03359-2006-PA/TC, por todas) “que el debido proceso –y los derechos que lo con-
forman, p. e. el derecho de defensa– resultan aplicables al interior de la actividad
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EL DESPIDO LABORAL
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JURISPRUDENCIA
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EXP. Nº 02961-2012-PA/TC-HUAURA
WILBERT NEMESIO FLORES GUERRA
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JURISPRUDENCIA
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EL DESPIDO LABORAL
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JURISPRUDENCIA
(ff.jj. 108 a 138), se corrobora que el demandante ejerció el cargo de Jefe de Logística
de la Sub gerencia Regional de Administración del Gobierno Regional de Lima. Por lo
tanto, la presente controversia gira en torno a determinar cuál es la naturaleza del cargo
desempeñado por el actor, pues a partir de ello se podrá llegar a la conclusión de la exis-
tencia o no de un despido arbitrario.
3.3.5. En el presente caso, de acuerdo con lo contemplado en la parte pertinente del
Manual de Organización y Funciones del Gobierno Regional de Lima (f.j. 95), el cargo
de Jefe de Logística tiene, entre sus principales funciones: “Conducir el desarrollo de
los procesos técnicos de abastecimiento (…), a) Dirigir la formulación de los planes y
programas del sistema de abastecimiento y servicios generales de la institución. B) Diri-
gir la formulación del proyecto del Plan Anual de Adquisiciones y Contrataciones, su
evaluación y actualización. Asimismo en el referido documento se señala que: “(…) El
Jefe de la Oficina de Logística ejerce autoridad sobre el personal de dicha unidad orgá-
nica (…). La Oficina de Logística coordina (…) externamente con otras instituciones
relacionadas con el desarrollo de las funciones comprendidas en el ámbito de su com-
petencia 4. CANALES DE COORDINACIÓN. Interna: Gerentes y Jefes de Oficina y
personal de las demás unidades orgánicas (…)”. Mientras que en la Resolución Ejecuti-
va Regional Nº 404-2007-PRES, de fecha 5 de junio de 2007 (ff.jj. 364 y 366), y en las
resoluciones de los años 2008 (ff.jj. 367 a 369), y 2009 (ff.jj. 370 a 373), que aprobaron
el Cuadro de Asignación de Personal, se consigna que el Jefe de Logística tiene como
clasificación funcional la de “Ejecutivo”. Se desprende entonces que el accionante ocu-
paba un puesto en el cual las funciones asignadas, las responsabilidades y la representa-
tividad que de aquellas se derivan son propias de un trabajador de confianza, conforme a
lo señalado en la STC Exp. Nº 03501-2006-PA/TC.
3.3.6. De otro lado, según lo dispuesto por el artículo 59 del Reglamento del
Decreto Legislativo Nº 728, aprobado por el Decreto Supremo Nº 001-96-TR, para la
calificación de los puestos de confianza el empleador deberá, entre otros requisitos,
comunicar por escrito tal calificación, consignar en el libro de planillas y en las boletas
de pago la calificación correspondiente. Asimismo, el artículo 60 del mencionado regla-
mento prescribe que la calificación de los puestos de confianza “es una formalidad que
debe observar el empleador”; sin embargo, “su inobservancia no enerva dicha condición
si de la prueba actuada esta se acredita”, debido a que la categoría de trabajador de con-
fianza depende de la naturaleza de las funciones desempeñadas y no de la denominación
que se le dé al puesto.
Siendo así, el hecho de que el gobierno demandado no haya calificado expresamen-
te el cargo de jefe de logística como uno de confianza no comporta que dicho cargo no
pueda ser considerado como tal, pues ello dependerá de la naturaleza de las funciones
que son propias de dicho cargo. Además y sin perjuicio de lo antes expuesto, se infiere
que el demandante desde el inicio de su relación laboral tenía conocimiento de que ocu-
paba un cargo calificado como de confianza, por cuanto la Resolución Ejecutiva Regio-
nal Nº 617-2007-PRES, que dispuso su designación como Jefe de Logística desde el año
2007, precisa en uno de sus considerandos que la designación la efectúa el Presidente
Regional por contar con facultades para “nombrar y cesar a los funcionarios de confian-
za” (f.j. 97).
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JURISPRUDENCIA
EXP. Nº 01112-2012-PA/TC-LIMA
PABLO MANUEL YACTACO CHUMPITAZ
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JURISPRUDENCIA
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(1) De Buen L., Néstor, Derecho del Trabajo, t. I, 4a ed., Editorial Porrúa, México, 1981, t. I., p. 550.
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JURISPRUDENCIA
(2) BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos, El despido en el derecho laboral peruano, 2ª ed., Ara Editores,
Perú, 2006, p. 232.
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JURISPRUDENCIA
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estaba caminando hacia ellos, y vi que este muchacho le estaría reclamando algo por sus
gestos y ademanes, a lo que el agente Nº 198, lo empujó (…)”.
3.3.7. De lo expuesto anteriormente, se desprende claramente que quedó corrobo-
rado que el actor incurrió en la comisión de la falta grave imputada a su persona, con lo
cual ocasionó el resquebrajamiento de la buena fe laboral que es fundamental en toda
relación laboral, vulnerando lo dispuesto en el artículo 25 inciso a) del Decreto Supremo
Nº 003-97-TR; por lo tanto, debe desestimarse la presente demanda.
4. Sobre la afectación de los derechos al debido proceso y de defensa
4.1. Argumentos del demandante
El actor sostiene que se han vulnerado sus derechos al debido proceso y de defen-
sa por cuanto se ha llevado a cabo un procedimiento que no le ha permitido ejercer su
derecho de defensa.
4.2. Argumentos de la municipalidad demandada
La municipalidad demandada no argumenta al respecto.
4.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
4.3.1. El artículo 139 inciso 3) de la Constitución Política del Perú estable-
ce que: “Son principios y derechos de la función jurisdiccional: “(…) 3. La observan-
cia del debido proceso y la tutela jurisdiccional”. Al respecto este Tribunal, en más de
una oportunidad, ha establecido que el derecho al debido proceso es aplicable no solo a
nivel judicial sino también en sede administrativa e incluso entre particulares, y supone
el cumplimiento de todas las garantías, requisitos y normas de orden público que deben
observarse en las instancias procesales de todos los procedimientos, incluidos los
administrativos y conflictos entre privados, a fin de que las personas estén en condicio-
nes de defender adecuadamente sus derechos ante cualquier acto que pueda afectarlos.
Mientras que el inciso 14 del referido artículo de la carta magna establece: “El
principio de no ser privado del derecho de defensa en ningún estado del proceso”.
4.3.2. A su vez, debe resaltarse que el artículo 22 del Decreto Supremo Nº 003-97-
TR dispone que: “Para el despido de un trabajador sujeto a régimen de la actividad pri-
vada, que labore cuatro o más horas diarias para un mismo empleador, es indispensa-
ble la existencia de causa justa contemplada en la ley y debidamente comprobada”. Y el
artículo 31 de la referida norma legal establece que: “El empleador no podrá despedir
por causa relacionada con la conducta o con la capacidad del trabajador sin antes otor-
garle por escrito un plazo razonable no menor de seis (6) días naturales para que pueda
defenderse por escrito de los cargos que se le formulare, salvo aquellos casos de falta
grave flagrante en que no resulte razonable tal posibilidad o de treinta (30) días natura-
les para que demuestre su capacidad o corrija su deficiencia”.
4.3.3. En autos de fojas 124 a 156 obra la denuncia presentada en contra del
demandante por el agravio que sufrió el menor AJCB, las investigaciones y manifesta-
ciones que realizó la Municipalidad demandada sobre la falta grave imputada al deman-
dante, así como las manifestaciones que se tomaron a las personas que presenciaron los
hechos ocurridos el 12 de setiembre de 2010; asimismo, corre la carta de preaviso de
despido en la que se detalla en forma clara y precisa el hecho que se imputa como falta
330
JURISPRUDENCIA
grave, concediéndosele al demandante el plazo de seis (6) días para que efectúe sus des-
cargos, los que fueron presentados por el demandante; y finalmente aparece la carta de
despido conforme al procedimiento establecido en el artículo 31 del Decreto Supremo
Nº 003-97-TR, lo que evidencia que en este caso no se ha vulnerado los derechos al
debido proceso y de defensa del demandante.
5. Sobre la afectación del principio de inmediatez
5.1. Argumentos del demandante
El actor sostiene que se ha vulnerado el principio de inmediatez como contenido
del derecho al debido proceso, sosteniendo que desde que se presentó la denuncia ante
la Subgerencia de Seguridad Ciudadana, esto es desde el 12 de setiembre de 2010 hasta
el 11 de enero de 2011, fecha esta última en la que se le notifica la carta de preaviso de
despido, han transcurrido cuatro (4) meses.
5.2. Argumentos de la municipalidad demandada
La municipalidad demandada no argumenta al respecto.
5.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
5.3.1. En relación al principio de inmediatez, reconocido como contenido del dere-
cho al debido proceso en el artículo 139, inciso 3) de la Constitución Política del Perú,
constituye un límite a la facultad sancionadora o poder disciplinario del empleador y se
sustenta en el principio de seguridad jurídica. En la STC Exp. Nº 00543-2007-PA/TC se
ha precisado que: “(…) En virtud de este principio debe haber siempre un plazo inme-
diato y razonable entre el momento en que el empleador conoce o comprueba la existen-
cia de la falta cometida por algún trabajador y el momento en que se inicia el procedi-
miento y se le impone la sanción de despido.
En caso de que no medie un plazo inmediato y razonable entre el momento del
conocimiento de la comisión de la falta grave y el inicio del procedimiento de despi-
do y la imposición de la sanción, es decir, cuando exista un periodo prolongado e irra-
zonable, en virtud del principio de inmediatez (según la sentencia recaída en el Exp.
Nº 01799-2002-AA/TC), se entenderá que el empleador: a) ha condonado u olvidado la
falta grave; y, b) ha tomado la decisión tácita de mantener vigente la relación laboral”.
5.3.2. Este Tribunal debe señalar que en el presente caso no se ha vulnera-
do el principio de inmediatez, pues la municipalidad emplazada, al tomar conocimien-
to de la denuncia presentada por la madre del menor de edad agraviado, doña Patricia
Elizabeth Borrero Solís, el 13 de setiembre de 2010 (f.j. 131), inició las investigaciones
del caso con la toma de manifestaciones de las personas que se encontraban en el lugar
de los hechos (ff.jj. 133 a 139); y posteriormente con fecha 17 de noviembre de 2010
se emitió el Informe Nº 041-2010-GSC y DC/SGSC/DCR (ff.jj. 126 a 130), expedi-
do por el encargado de investigaciones de la Municipalidad demandada al Subgerente
de Seguridad Ciudadana, el mismo que fue elevado al Gerente de Seguridad Ciudada-
na y Defensa Civil el 18 de noviembre de 2010 (f.j. 125), informe, que a su vez, con fecha
22 de noviembre de 2010, fue derivado, mediante Oficio Nº 1224-2010-MPT/GSC y DC
(f.j. 124), al Gerente de Personal, a efectos de que se tome las acciones que correspondan.
5.3.3. Por lo tanto, desde el 13 de setiembre de 2010 hasta el 11 de enero de 2011,
fecha que consigna la carta de preaviso, no ha transcurrido un plazo irrazonable ni
331
EL DESPIDO LABORAL
excesivo para que pueda concluirse que el principio de inmediatez ha sido vulnerado.
Igual situación se presenta con la carta de despido que le fue entregada al demandante
el 23 de febrero de 2011.
5.3.4. Teniendo presentes las situaciones fácticas descritas, este Tribunal considera
que el procedimiento de despido y el acto de despido del demandante no han sido efec-
tuados en contravención del principio de inmediatez; por el contrario, ha existido un
periodo de tiempo razonable desde que el empleador tuvo conocimiento de la falta y la
sancionó, lo que se encuentra justificado por la gravedad de la falta imputada y el proce-
dimiento interno de investigación que se llevó a cabo para determinar con certeza que el
demandante había cometido dicha falta.
6. Sobre la afectación del principio de razonabilidad y proporcionalidad
6.1. Argumentos del demandante
El actor sostiene que se ha vulnerado el principio de razonabilidad y proporciona-
lidad, por cuanto la ausencia de gravedad y la inexistencia de comprobación de la falta
grave impiden la existencia de una relación de causalidad entre la falta y el despido, lo
que conlleva a que el despido no sea razonable ni proporcional.
6.2. Argumentos de la municipalidad demandada
La municipalidad demandada no argumenta al respecto.
6.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
6.3.1. Este Colegiado en la STC Exp. Nº 03169-2006-AA/TC, detalló que: “Los
principios de razonabilidad y proporcionalidad al momento de imponer la sanción de
despido se aplicarán teniendo presente la gravedad de la falta cometida, la categoría, la
antigüedad y los antecedentes disciplinarios del trabajador”, entre otros aspectos.
6.3.2. Se debe precisar que la falta imputada al demandante es grave, pues su
comportamiento quebrantó el principio de la buena fe laboral, además debe precisar-
se que no era la primera vez que el actor cometía falta por actos de violencia, tal como
se desprende del segundo párrafo (comisión de falta grave) de la Carta de despido
Nº 03-2011-MPT y en la parte final del Informe Nº 062-2010-GSCyDC/SGSC/DCR, de
fecha 21 de diciembre de 2010 (ff.jj. 3 a 5), y de la Resolución de Gerencia Municipal
Nº 112-2011-MPT/GM, de fecha 24 de enero de 2011(f.j. 22), por cuanto el demandante
ya había sido objeto de llamadas de atención por mala conducta, argumento que además
no ha sido cuestionado por el demandante.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda de amparo, porque no se ha acreditado la vul-
neración de los derechos al trabajo, al debido proceso y de defensa, así como de los
principios de inmediatez, razonabilidad y proporcionalidad.
Publíquese y notifíquese.
SS. URVIOLA HANI, CALLE HAYEN, ÁLVAREZ MIRANDA
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JURISPRUDENCIA
EXP. Nº 01177-2008-PA/TC-LIMA
CÉSAR SAMUEL LÓPEZ CATASUS
333
EL DESPIDO LABORAL
febrero de 2006 se encuentra con descanso médico continuado por enfermedad. Tam-
bién que el día 14 de diciembre de 2006, su empleadora le envió una carta notarial de
preaviso de despido mediante la cual le imputó las faltas graves de incumplimiento de
sus obligaciones laborales y abandono de trabajo por más de 3 días continuados ya que
conforme el artículo 29 del Reglamento Interno de Trabajo “a partir del vigésimo pri-
mer día de incapacidad temporal para el trabajo requiere certificación del centro asisten-
cial de EsSalud” y que el descanso médico prescrito por la Clínica “Padre Luis Tezza”
no cumple este requisito, con lo que su inasistencia no estaría justificada. Que el deman-
dante con fecha 20 de diciembre de 2006, mediante carta notarial hace el descargo res-
pectivo, aduciendo que el certificado suscrito por médico particular si es suficiente para
justificar su inasistencia y que el descanso médico certificado con EsSalud es necesario
solo para el subsidio, por lo que la falta grave imputada no se habría configurado, ade-
más junto a su descargo adjunta los Certificados de Incapacidad Temporal suscritos por
EsSalud correspondientes. No obstante haber presentado sus descargos, el actor es des-
pedido mediante Carta Notarial de fecha 29 de diciembre de 2006.
El Cuadragésimo Cuarto Juzgado Civil de Lima, con fecha 23 de febrero de 2007,
declaró improcedente la demanda por considerar que las pretensiones expuestas por la
demandante tienen naturaleza laboral y que el proceso de amparo no es la vía específica
idónea para dilucidar la controversia planteada.
La emplazada se apersona al proceso, mediante escrito de fojas 208 y mediante
escrito de fojas 225, expone sus argumentos alegando que el demandante tenía varias
medidas disciplinarias de suspensión antes del hecho causal del despido, y que los certi-
ficados médicos con los que el demandante justifica su inasistencia al trabajo no cumple
la formalidad requerida por el Reglamento Interno de Trabajo que exige certificación del
Centro Asistencial de EsSalud. Además alega que la vía laboral es igualmente satisfac-
toria para dilucidar la controversia.
La recurrida, confirma la apelada por considerar que en este caso se requiere deter-
minar la comisión de la falta grave imputada al trabajador para despedirlo, lo cual a su
vez requiere una verificación exhaustiva mediante una actuación probatoria amplia, lo
cual no puede realizarse en el proceso de amparo.
FUNDAMENTOS
1. De acuerdo con los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo relati-
vos a la materia laboral individual privada, establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la
STC Exp. Nº 0206-2005-PA/TC, que constituyen precedente vinculante de conformidad
con lo dispuesto en el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Constitu-
cional, corresponde evaluar si el demandante ha sido objeto de un despido fraudulento.
2. En el presente caso, este Tribunal considera que la urgencia se encuentra demos-
trada por el derecho fundamental que supuestamente habría sido afectado con el despi-
do, como es el derecho al trabajo, más aún cuando el trabajador se encontraba enfermo
al momento del despido, lo cual no fue tomado en cuenta por la empleadora, con lo que
empeora la situación del demandante.
3. Considerando que las instancias inferiores han dispuesto el rechazo liminar de la
demanda, correspondería a este Tribunal la facultad de anular lo actuado y ordenar que se
334
JURISPRUDENCIA
admita a trámite la demanda, pero no obstante lo anterior, este Tribunal considera perti-
nente no hacer uso de dicha facultad y entrar directamente a resolver el fondo de la contro-
versia, toda vez que en autos aparecen elementos de prueba suficientes que posibilitan un
pronunciamiento de fondo; en atención a los principios de celeridad y economía procesal,
y que además Ositran se ha apersonado y expuesto sus fundamentos sobre la pretensión
demandada, lo que implica que su derecho de defensa está absolutamente garantizado.
§ Delimitación del petitorio y de la controversia
4. El demandante pretende que se ordene su reposición en el puesto de trabajo que
venía desempeñando, con el pago de las remuneraciones dejadas de percibir a partir del
despido, el depósito de su compensación por tiempo de servicios desde la fecha de des-
pido y que el Registrador de la Presidencia del Consejo de Ministros se abstenga de
registrar la sanción de despido impuesta al demandante, más las costas y costos del pro-
ceso. Alega que ha sido objeto de un despido fraudulento porque las faltas graves que
se le imputaron son inexistentes, pues él habría cumplido con justificar su inasistencia
con el certificado de incapacidad temporal para el trabajo, descanso médico, suscrito por
su médico particular, en un momento pertinente a su empleador, de modo que no se le
puede imputar el incumplimiento de sus obligaciones laborales y abandono de trabajo ni
como causa justa de despido.
5. Por su parte, la emplazada argumenta que no puede sostenerse que el demandante
ha sido objeto de un despido fraudulento, pues este fue despedido por haber incurrido en
la comisión de faltas graves, debido a que no cumplió con acreditar su incapacidad tempo-
ral para el trabajo mediante Certificado suscrito por EsSalud, tal como lo exige el Regla-
mento Interno de Trabajo.
6. Sobre la base de estos alegatos el objeto de análisis debe centrarse en determi-
nar si el demandante ha sido objeto de un despido fraudulento o si ha sido despedido
por haber incurrido efectivamente en la comisión de una causa justa de despido previs-
ta en el Decreto Supremo Nº 003-97-TR. En concreto, se trata de determinar si la causa
de despido alegada es inexistente y, en consecuencia, se debe reponer al demandante en
el cargo de Jefe del Órgano de Control Institucional de la entidad demandada. Asimis-
mo, si cabe el reintegro de las remuneraciones devengadas incluyendo los aumentos o
beneficios remunerativos otorgados así como las gratificaciones y los intereses legales,
el deposito de la CTS, que el registrador de la Presidencia del Consejo de Ministros se
abstenga de registrar la sanción laboral de despido, el pago de costas y costos, así como
que se identifique al agresor de la violación de los derechos involucrados a fin de que se
abra la instrucción correspondiente.
7. Centrada así la cuestión, ha de analizar, en primer lugar, cuáles son los hechos
que se le imputan al demandante en la carta de preaviso de despido, toda vez que
mediante esta se hace la imputación de cargos para el posterior despido. En segundo
lugar, corresponde determinar si los hechos imputados al demandante como faltas gra-
ves le podían ser realmente atribuidos, es decir, si el demandante era el responsable del
cumplimiento de las obligaciones laborales que se le imputan como omitidas.
§ Análisis de la controversia
8. Este Tribunal ha considerado en reiterada jurisprudencia que: “(...) Se produce el
denominado despido fraudulento cuando: –Se despide al trabajador con ánimo perverso
335
EL DESPIDO LABORAL
336
JURISPRUDENCIA
la fecha cuenta con más de 150 días de descansos médicos consecutivos que se encuen-
tra tramitando el canje de certificado de Incapacidad Temporal para el Trabajo (...) a fin
de que se emita el dictamen médico correspondiente para su posterior elevación. Carta
que sirve para justificar la demora del demandante en entregar los certificados de des-
canso médico a su empleadora, ya que certifica que el demandante se encontraba aún
tramitándolos en EsSalud.
12. Además debe resaltarse la actitud de la empleadora, que evidencia en la carta
de despido de fecha 29 de diciembre de 2006, que alega la causal de despido consisten-
te en “brindar información falsa”, la que no había sido imputada en la carta de preaviso
de despido, pero es agregada a las causales por las que despide al demandante alegando
que “no requiere ser imputada por su flagrancia; lo cual vulnera el derecho al debido
proceso del demandante, en tanto no se le dio la oportunidad de contradecir dicha falta
grave imputada.
13. Este colegiado entiende que el abandono de trabajo se entiende como la inasis-
tencia injustificada por más de tres días consecutivos a realizar labores, hecho que para
configurar la falta grave prevista en el inciso h) del artículo 25 del TUO del Decreto
Legislativo Nº 728 requiere que el trabajador por propia voluntad se determine a inasis-
tir a su centro de labores. En tanto exista un motivo objetivo que fuerce la voluntad del
trabajador de asistir a su centro de labores dicha falta grave no se configura. Así lo ha
entendido este Tribunal en la STC Exp. Nº 9423-2005-AA, la cual establece que:
“Sobre el particular debemos indicar que la falta grave de abandono de trabajo,
prevista en el inciso h) del artículo 25 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, se configu-
ra cuando el trabajador, sin justificación alguna deja de asistir a su centro de trabajo por
más de tres días consecutivos, o por más de cinco días no consecutivos en un periodo de
treinta días calendarios o más de quince días en un periodo de ciento ochenta días calen-
dario; lo que denota que el trabajador tiene una conducta tendiente a incumplir el con-
trato de trabajo por sí mismo” (f.j. 6) (resaltado agregado).
En este orden de ideas, la inasistencia a laborar basada en motivos de fuerza mayor,
que no provenga de la voluntad del trabajador no es suficiente para configurar abandono
de trabajo.
14. En el caso de autos, el demandante demuestra que su inasistencia a laborar
estuvo justificada mediante certificado de descanso médico de la Clínica “Padre Luis-
Tezza”. Obrante en copia a fojas 54, si bien suscrita por un médico particular, es sufi-
ciente para justificar la inasistencia del demandante a su centro de labores, en tanto
acredita que el trabajador estaba indispuesto para laborar durante dicho periodo. Ello
también involucra una aplicación del principio de primacía de la realidad: si el traba-
jador logra demostrar la existencia de un motivo real que justifique su ausencia esta no
debería considerarse como base para imputarle una falta grave.
15. Si bien el artículo 29 del Reglamento Interno de Trabajo de Ositran exige que a
partir del vigésimo primer día de incapacidad temporal para el trabajo requiere certifi-
cación del centro asistencial de EsSalud, ello no obsta que pueda entenderse justificada
la inasistencia de un trabajador con un Certificado de Incapacidad Temporal para el Tra-
bajo suscrito por un médico particular; más aún cuando el inciso h) del artículo 25 del
TUO del Decreto Legislativo Nº 728, no exige tal formalidad.
337
EL DESPIDO LABORAL
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JURISPRUDENCIA
EXP. Nº 03966-2012-AA/TC-LAMBAYEQUE
MARÍA ISABEL FARRO ACOSTA
339
EL DESPIDO LABORAL
340
JURISPRUDENCIA
341
EL DESPIDO LABORAL
3.2.6. Por lo expuesto, este Tribunal declara que en el presente caso no se han vul-
nerado los derechos al trabajo y a la protección adecuada contra el despido arbitrario,
previstos en los artículos 22 y 27 de la Constitución Política del Perú, por lo que no pro-
cede estimar la presente demanda.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda de amparo, porque no se ha acreditado la
vulneración de los derechos al trabajo y a la protección adecuada contra el despido
arbitrario.
Publíquese y notifíquese.
S.S. BEAUMONT CALLIRGOS, MESÍA RAMÍREZ, ETO CRUZ
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JURISPRUDENCIA
EXP. Nº 00047-2012-PA/TC-AREQUIPA
JUSTO YAURI MAGAÑO
343
EL DESPIDO LABORAL
344
JURISPRUDENCIA
del Reglamento Interno de Trabajo prevista en el literal a) del artículo 25 del Decreto
Supremo Nº 003-97-TR, por haber incumplido el procedimiento de tránsito de camione-
tas en el área de mina (PMM-MM-001-P-056) y el artículo 36 del Reglamento de Segu-
ridad, Salud y de Seguridad e Higiene Minera.
En el referido documento se señala que el 9 de julio de 2008, cuando el deman-
dante trasladaba en una camioneta al señor Patrocinio Sernaqué para su relevo en el
cargador frontal CAT 994 (50-21), ubicó la camioneta a 13.5 metros de distancia del ve-
hículo pesado, pese a que sabía que debía hacerlo a 50 metros por medida de seguridad
y por estar así dispuesto en las normas internas de la Sociedad emplazada. Se detalla
también en la carta de preaviso que el demandante, sin autorización de su jefe superior
decidió adelantar la hora de relevo y que a pesar de haberse estacionado a corta dis-
tancia del cargador frontal no optó por retirarse lo más pronto posible sino que prefirió
contestar su teléfono celular. Y según la Sociedad emplazada con estos hechos y actitu-
des el actor puso en riesgo su propia salud y la de sus compañeros de trabajo.
5. Asimismo, en la carta de despido de fojas 7, la Sociedad emplazada afirma que
el demandante no desvirtuó la imputación de la falta grave que se le atribuía, tanto es
así que en la carta de descargos el actor no negó que: i) al hacer el relevo estacionó la
camioneta a 13.5 metros de distancia; ii) haya efectuado el relevo en un horario distinto
al que correspondía; iii) contestó su celular en vez de retirar la camioneta una vez reali-
zado el relevo. Se sostiene que el recurrente asumió su responsabilidad en la comisión
de los hechos que fueron calificados luego de falta grave y que si este hubiera respetado
las normas de seguridad no se habría producido un incidente como el ocurrido el 9 de
julio de 2008.
6. Por su parte, en la demanda el actor sostiene que al ser sancionado con la medida
disciplinaria de despido, la Sociedad emplazada ha vulnerado el principio de tipicidad
porque debió aplicársele únicamente una sanción de amonestación escrita en virtud de
los hechos que se le atribuyen y de la falta cometida puesto que así está contemplado en
el Reglamento Interno de Trabajo.
Siendo así se concluye que el recurrente no ha sido objeto de un despido fraudu-
lento porque los hechos imputados como falta grave no son inexistentes ni falsos, por
lo que procederá a analizarse si efectivamente se vulneró o no el principio de tipicidad.
7. En ese sentido, cabe destacar que conforme a lo dispuesto en la STC Exp.
Nº 0535-2009-PA/TC: “el principio de taxatividad o de tipicidad representa una de las
manifestaciones o concreciones del principio de legalidad respecto de los límites que
se imponen al legislador penal o administrativo, a efectos de que las prohibiciones que
definen sanciones, sean estas penales o administrativas, estén redactadas con un nivel de
precisión suficiente que permita a cualquier ciudadano de formación básica comprender
sin dificultad lo que se está proscribiendo bajo amenaza de sanción en una determinada
disposición legal”.
8. Así, el inciso a) del artículo 25 del Decreto Supremo establece que constituye
falta grave que amerita el despido de un trabajador: “a) El incumplimiento de las obli-
gaciones de trabajo que supone el quebrantamiento de la buena fe laboral, la reiterada
resistencia a las órdenes relacionadas con las labores, la reiterada paralización intempes-
tiva de labores y la inobservancia del Reglamento Interno de Trabajo o del Reglamento
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EL DESPIDO LABORAL
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JURISPRUDENCIA
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EL DESPIDO LABORAL
EXP. Nº 01571-2013-PA/TC-MOQUEGUA
LUIS ABRAHAM ASQUI GÓMEZ
348
JURISPRUDENCIA
de prueba, y que los contratos suscritos bajo la modalidad por servicio específico están
debidamente registrados en la Dirección Regional de Trabajo y Promoción del Empleo
de Moquegua.
El Primer Juzgado de Moquegua, con fecha 16 de marzo de 2012, declaró infun-
dada la nulidad contra el auto admisorio e infundada las excepciones deducidas por el
emplazado, y con fecha 8 de noviembre de 2012 declaró infundada la demanda, por
considerar que el accionante no acredita con medio probatorio alguno haber realizado
labores de mantenimiento rutinario durante los meses de abril y mayo de 2010, es decir,
que las labores desempeñadas por este no eran de carácter permanente, por lo que no
podría ser sumado a los meses de enero a marzo de 2010, en los que no habría superado
el periodo de prueba.
La Sala Superior revisora confirmó la apelada por similares fundamentos.
FUNDAMENTOS
1) Delimitación del petitorio
La presente demanda tiene por objeto que se disponga su reposición laboral como
obrero municipal (mantenimiento de vías locales) o en otro de similar nivel o jerarquía,
más el abono de los costos procesales. Manifiesta haber laborado desde el 4 de enero
hasta el 1 de junio de 2010 desempeñando labores de naturaleza permanente y continua.
Alega la vulneración de sus derechos constitucionales al trabajo, de defensa y al debido
proceso.
2) Consideraciones previas
En atención a los criterios de procedibilidad de las demandas de amparo relativas
a materia laboral individual privada, establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC
0206-2005-PA/TC, que constituyen precedente vinculante, en el presente caso corres-
ponde evaluar si la recurrente ha sido objeto de un despido incausado.
3) Sobre la afectación de los derechos al trabajo y a la protección adecuada
contra el despido arbitrario
3.1. Argumentos de la parte demandante
El demandante afirma que ha sido víctima de un despido sin expresión de causa,
violatorio de sus derechos constitucionales al trabajo y a la protección contra el despido
arbitrario. Refiere que inició labores mediante contrato verbal, para luego suscribir con-
tratos de trabajo sujeto a modalidad por servicio específico, desnaturalizándose su rela-
ción laboral a plazo indeterminado.
3.2. Argumentos de la parte demandada
La entidad demandada argumenta que el recurrente, al suscribir contratos bajo la
modalidad por servicio específico, los cuales están debidamente registrados en la Direc-
ción Regional de Trabajo y Promoción del Empleo de Moquegua, realizó labores de
carácter temporal.
3.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
3.3.1. El derecho al trabajo se encuentra reconocido por el artículo 22 de la Consti-
tución. Al respecto, este Tribunal estima que el contenido esencial del referido derecho
349
EL DESPIDO LABORAL
constitucional implica dos aspectos. El de acceder a un puesto de trabajo, por una parte
y, por otra, el derecho a no ser despedido sino por causa justa. Aunque no resulta rele-
vante para resolver la causa, cabe precisar que, en el primer caso, el derecho al traba-
jo supone la adopción por parte del Estado de una política orientada a que la población
acceda a un puesto de trabajo; hay que precisar que la satisfacción de este aspecto impli-
ca un desarrollo progresivo y según las posibilidades del Estado. El segundo aspecto del
derecho es el que resulta relevante para resolver la causa. Se trata del derecho al trabajo
entendido como proscripción de ser despedido salvo por causa justa.
Respecto al derecho constitucional a la protección adecuada contra el despido arbi-
trario reconocido en el artículo 27º de la Constitución, se debe señalar que este Tribunal,
en la STC 0976-2001-AA/TC, delimitó su contenido e interpretó qué debe entenderse
por protección adecuada contra el despido arbitrario. Asimismo, el Tribunal ha recono-
cido en reiterada jurisprudencia (por todas, la STC Nº 05650-2009-PA/TC), dos tipos de
protección en casos de despido arbitrario, de carácter excluyente y a elección del traba-
jador: a) protección de eficacia resarcitoria, cuando el trabajador opta por recurrir a la
vía ordinaria solicitando el pago de la indemnización por despido arbitrario; y b) protec-
ción de eficacia restitutoria, cuando el trabajador opta por recurrir a la vía constitucional
a través del proceso de amparo constitucional, siempre y cuando el despido se haya pro-
ducido, entre otros supuestos, de manera incausada, es decir, ejecutado de manera ver-
bal o mediante comunicación escrita, sin expresión de causa alguna relacionada con la
conducta o el desempeño laboral del trabajador que la justifique.
3.3.2. Según el artículo 4 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, “en toda prestación
personal de servicios remunerados y subordinados, se presume la existencia de un con-
trato de trabajo a plazo indeterminado. El contrato individual de trabajo puede celebrar-
se libremente por tiempo indeterminado o sujeto a modalidad. El primero podrá cele-
brarse en forma verbal o escrita y el segundo en los casos y con los requisitos que la
presente Ley establece”.
3.3.3. Del caso concreto, tenemos que de fojas 89 a 92 obran cuatro (4) boletas de
pago emitidas por la entidad demandada, correspondientes a los meses de enero, febre-
ro, marzo y abril de 2010, indicándose en el primero de ellos como fecha de ingreso el 4
de enero de 2010. Por otro lado, del Acta de verificación de despido arbitrario de fecha
14 de julio de 2010 (f. 100 al 103) corrobora lo antes señalado y también que el actor
laboró hasta el 31 de mayo de 2010. De igual manera, cabe mencionar que la Munici-
palidad emplazada en su propio escrito de contestación (ff.jj. 164 y 166), señaló respec-
to a los meses de enero, febrero y marzo de 2010 que “(…) no cumplido el periodo de
prueba de tres meses, porque únicamente laboró 75 días y no los tres meses como exige
el artículo 10 del Decreto Supremo 003-97-TR (…), de las boletas de pago presentadas
por el demandante con su demanda demuestran que al actor se le ha cancelado al termi-
no de cada contrato sus beneficios sociales, como es su liquidación (…)”. Asimismo, a
fojas 93 al 96, se aprecian los contratos de trabajo sujeto a modalidad a servicio especí-
fico correspondientes a los meses de abril y mayo de 2010 en la que se contrata al actor
para seguir trabajando como obrero al igual que lo hizo de enero a marzo de 2010.
3.3.4. De lo expuesto, tenemos que los citados medios probatorios señalados en el
fundamento 3.3.3 supra, así como del propio dicho de la entidad demandada, evidencian
350
JURISPRUDENCIA
que el accionante ha tenido una relación laboral a plazo indeterminado con la emplaza-
da, toda vez que laboró desde el 4 de enero hasta el 31 de mayo de 2010. Es necesario
precisar que los contratos de trabajo bajo modalidad suscritos por ambas partes con pos-
terioridad carecen de eficacia porque pretendieron encubrir la situación laboral recono-
cida al recurrente desde enero de 2010, en aplicación de lo dispuesto en el artículo 4 del
DS Nº 003-97-TR.
3.3.5. Siendo ello así, este Colegiado considera que habiéndose demostrado que
hubo un vínculo laboral a plazo indeterminado entre el demandante y la Municipalidad
Provincial de Mariscal Nieto, el recurrente solo podía ser despedido por causa justa de
despido relacionado con su conducta o su desempeño laborales, lo que no ha sucedido
en el presente caso.
3.3.6. En tal sentido, este Tribunal declara que en el presente caso se ha configura-
do un despido incausado, violatorio del derecho constitucional al trabajo y a la protec-
ción contra el despido arbitrario de la recurrente, reconocidos en los artículos 22 y 27 de
la Constitución.
3.3.7. Teniendo presente que existen reiterados casos en los que se estima la
demanda de amparo por haberse comprobado un despido arbitrario, el Tribunal estima
pertinente señalar que cuando se interponga y admita una demanda de amparo contra
una entidad del Estado que tenga por finalidad la reposición del demandante, ello debe
registrarse como una posible contingencia económica que ha de preverse en el presu-
puesto, con la finalidad de que la plaza que ocupaba se mantenga presupuestada para, de
ser el caso, poder actuar o ejecutar en forma inmediata la sentencia estimativa.
En estos casos, la Administración Pública, para justificar el mantenimiento de la
plaza presupuestada, tendrá presente que el artículo 7º del Código Procesal Constitu-
cional dispone que “El Procurador Público, antes de que el proceso sea resuelto en pri-
mer grado, está facultado para poner en conocimiento del titular de la entidad su opi-
nión profesional motivada cuando considere que se afecta el derecho constitucional
invocado”.
4) Sobre la afectación del derecho al debido proceso
4.1. Argumentos de la parte demandante
El demandante también afirma que su despido arbitrario fue sin expresarse causa
alguna, pues se realizó de forma verbal, resultando violatorio su derecho constitucional
al debido proceso, pues no se ha seguido el procedimiento de despido establecido por el
artículo 31 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR.
4.2. Argumentos de la parte demandada
El Procurador Público de la Municipalidad emplazada sostiene que el vínculo con-
tractual realizado con el actor culminó dentro del plazo establecido en su último contra-
to, el cual tuvo vigencia hasta el 31 de mayo de 2010.
4.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
4.3.1. Como este Tribunal tiene señalado, el derecho fundamental al debido proce-
so, consagrado en el artículo 139, numeral 3), de la Constitución, comprende una serie de
garantías, formales y materiales, de muy distinta naturaleza, cuyo cumplimiento efectivo
351
EL DESPIDO LABORAL
352
JURISPRUDENCIA
4.3.5 Por lo expuesto, este Tribunal declara que en el presente caso la municipali-
dad demandada también ha vulnerado el derecho al debido proceso del actor, específica-
mente, su derecho de defensa.
5) Efectos de la sentencia
5.1 En la medida en que en este caso se ha acreditado que la emplazada ha vulne-
rado los derechos constitucionales al trabajo, a la protección adecuada contra el despido
arbitrario y al debido proceso, corresponde ordenar la reposición del demandante como
trabajador a plazo indeterminado en el cargo que venía desempeñando o en otro de simi-
lar categoría o nivel, en el plazo de dos días, bajo apercibimiento de que el juez de eje-
cución imponga las medidas coercitivas previstas en los artículos 22 y 59 del Código
Procesal Constitucional.
5.2 Asimismo, de conformidad con el artículo 56 del Código Procesal Constitu-
cional, la entidad emplazada debe asumir los costos del proceso, los cuales deberán ser
liquidados en la etapa de ejecución de la presente sentencia.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Perú,
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda de amparo al haberse acreditado la vulnera-
ción de los derechos al trabajo, al debido proceso y a la adecuada protección contra el
despido arbitrario; en consecuencia, NULO el despido arbitrario del recurrente.
2. ORDENAR que la Municipalidad Provincial de Mariscal Nieto cumpla con
reponer a don Luis Abraham Asqui Gómez como trabajador a plazo indeterminado en
el cargo que venía desempeñando, o en otro de similar nivel o jerarquía, en el plazo de
dos días, bajo apercibimiento de que el juez de ejecución imponga las medidas coerciti-
vas previstas en los artículos 22 y 59 del Código Procesal Constitucional; con el abono
de los costos del proceso.
Publíquese y notifíquese.
SS. URVIOLA HANI, MESÍA RAMÍREZ, ETO CRUZ
353
EL DESPIDO LABORAL
EXP. Nº 03052-2009-PA/TC-CALLAO
YOLANDA LARA GARAY
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JURISPRUDENCIA
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EL DESPIDO LABORAL
356
JURISPRUDENCIA
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EL DESPIDO LABORAL
cuando se precisa que el desarrollo legislativo debe ser “adecuado”, se está resaltan-
do –aunque innecesariamente- que dicho desarrollo no puede ser cualquiera, sino uno
que justamente brinde la protección que requiere el derecho a no ser despedido sino por
causa justa. Y ello es así, pues todo desarrollo legislativo que se lleve a cabo sobre el
ámbito constitucional de un derecho fundamental no solo no debe afectar el núcleo o
contenido esencial de dicho derecho, sino que debe tender a su adecuada protección y
vigencia, con proscripción del desarrollo que sea insuficiente o pueda dejar en estado de
indefensión al referido derecho, es decir, existe el deber por parte del legislador de efec-
tuar una concreción legislativa que no se desnaturalice el derecho objeto de desarrollo.
14. Por este motivo, cuando el artículo 27 de la Constitución establece que la ley
otorgará “adecuada protección frente al despido arbitrario”, debe considerarse que este
mandato constitucional al legislador no puede interpretarse en absoluto como un encar-
go abierto ni que habilite al legislador una regulación legal que llegue al extremo de
vaciar de contenido el núcleo del citado derecho constitucional. Si bien es cierto que el
legislador tiene en sus manos la potestad de libre configuración de los mandatos consti-
tucionales, también lo es que dicha potestad se debe ejercer en armonía con el contenido
constitucional del derecho fundamental. Una opción interpretativa diferente solo condu-
ciría a vaciar de sentido el mencionado derecho fundamental, haciendo perder el carác-
ter normativo que ostenta el Texto Constitucional.
15. En este orden de ideas, el Tribunal Constitucional ha fijado doctrina jurispru-
dencial respecto a los alcances del artículo 27 de la Constitución, pronunciándose res-
pecto a la adecuada protección contra el despido arbitrario; señalando que el desarro-
llo legislativo de la “protección contra el despido arbitrario” debe satisfacer un criterio
mínimo de proporcionalidad, es decir que se trate de medidas adecuadas. Este Cole-
giado ha señalado también a través de la que el contenido de este derecho fundamen-
tal puede ser abordado desde dos perspectivas: por un lado, a través de un régimen de
carácter “sustantivo” y, por el otro, desde un régimen de carácter “procesal”; precisan-
do además que el régimen de carácter procesal consiste en el establecimiento mediante
ley, de un régimen de protección jurisdiccional contra el despido arbitrario (STC Exp.
Nº 0976-2001-AA/TC, STC Exp. Nº 0253-2003-AA/TC).
16. Este Tribunal considera necesario reiterar lo que en su doctrina jurispruden-
cial ha sostenido, respecto al mandato derivado del artículo 27 de la Constitución, según
el cual “la ley otorga adecuada protección contra el despido arbitrario”. Así este Tribu-
nal ha sostenido que dicho mandato: a) se trata de un “mandato al legislador”; b) consa-
gra un principio de reserva de ley en garantía de la regulación de dicha protección; c) no
determina la forma de protección frente al despido arbitrario, sino que la remite a la ley.
17. Para el Tribunal Constitucional no se trata pues de encarar el problema desde la
perspectiva de la dualidad conceptual de estabilidad absoluta y estabilidad relativa y, a
partir de ello, inferir que al no haber consagrado la Constitución vigente –como lo hizo
su predecesora de 1979– la denominada estabilidad absoluta, toda protección restituto-
ria ante un despido arbitrario sería absolutamente inadmisible. Por el contrario, plantea-
do en términos de derecho constitucional lo que interesa en el análisis es determinar si
el contenido esencial de un derecho constitucional como el derecho al trabajo es o no
respetado en su correspondiente desarrollo legislativo. Más precisamente, si la fórmula
358
JURISPRUDENCIA
359
EL DESPIDO LABORAL
familia; lo que ha pretendido el legislador, es que este beneficio funcione como una
especie de ahorro forzoso que permite cubrir algunas eventualidades frente a la pérdida
de trabajo. En este sentido, la Corte Constitucional de Colombia, refiriéndose al auxilio
de cesantía, considera que este es “un ahorro forzoso del trabajador, que el empleador
está obligado a cancelar a la terminación del vínculo laboral y que al empleado le sirve
para subvencionar sus necesidades mientras permanece cesante” (Cfr. Corte Constitu-
cional colombiana. Sala Plena. Sentencia C-310/07 del 3 de mayo de 2007. M.P. Nilson
Pinilla Pinilla).
Teniendo en cuenta lo establecido en la norma respecto al carácter de previsión del
derecho invocado, es preciso entender el significado del mismo del término previsión;
así tenemos que según el Diccionario de la Lengua Española 2005 Espasa-Colpe, define
la previsión como “Preparación de los medios necesarios para prevenir posibles males o
daños”.
23. Mario de la Cueva en su obra Derecho Mexicano del Trabajo – México 1949,
sostiene que la previsión social es el contenido de una actividad social contemporánea
pero no ha surgido de la nada; su historia es la historia de la beneficencia, de la caridad
y de la asistencia pública, pero la distingue de ellas, en razón de que estas se fundan en
la solidaridad humana, en tanto que aquella “(…) es un derecho de los trabajadores; es
una contraprestación que les pertenece por la energía de trabajo que desarrollan y tienen
a ella el mismo derecho que la percepción salarial” y la define así: “(…) la previsión es
la acción de los hombres, de sus asociaciones o comunidades y de los pueblos o nacio-
nes, que dispone lo concerniente para proveer a la satisfacción de contingencias o nece-
sidades, por lo tanto futuras, en el momento en que se presenten; esto es la previsión, el
trasplante del presente al futuro, la proyección de las necesidades presentes en el futuro,
a fin de prever su satisfacción, el aseguramiento para el futuro de las condiciones en que
se desarrolla en el presente: la seguridad de la existencia futura, todo lo cual producirá
la supresión del temor al mañana”.
24. La doctrina reconoce que el derecho a la compensación por tiempo de servicios
tiene como su fundamento la “justicia social”, basado en el derecho que tiene el traba-
jador para que sus energías gastadas por el esfuerzo diario a favor del empleador, ten-
gan una retribución específica proporcionada al tiempo que ha trabajado para otro; como
puede observarse la CTS cumple su finalidad previsional en el momento que el traba-
jador se queda sin trabajo; siendo esto así, teniendo en cuenta su carácter previsor, su
cobro no podría ser un impedimento para recurrir al amparo constitucional, toda vez que
como su propio nombre lo dice, tiene calidad de beneficio social de previsión para poder
sobrellevar una futura contingencia (entre otros motivos, ser objeto de despido arbitra-
rio). De aquí que el no pago por parte del empleador; o el no cobro por parte del traba-
jador, lo que en la realidad fáctica vendría a ser lo mismo, pone en grave peligro la sub-
sistencia o por lo menos la vida digna que se le reconoce al trabajador y a su familia,
tanto en la Declaración Universal de Derechos Humanos, como en otros pactos interna-
cionales y la propia Constitución; toda vez que al haber dejado de percibir su remunera-
ción habitual base del sustento económico de él y de su familia por efectos del despido;
el hacer uso del beneficio social de previsión en estas circunstancias, solo se estaría ejer-
ciendo un derecho legítimo; de no ser así se estaría avalando un acto vulneratorio de los
derechos fundamentales, al que se pretende encubrir bajo el argumento de una supuesta
360
JURISPRUDENCIA
voluntad del trabajador de dar por extinguida la relación laboral. Así lo ha anotado tam-
bién de manera brillante el procesalista mexicano Ignacio Burgoa: “ se entiende con-
sentido [el acto lesivo] expresamente cuando se ha manifestado por parte del agravia-
do una adhesión a él verbal, por escrito o traducida en signos inequívocos. Desde luego,
la prueba de la existencia de ese consentimiento de un acto de autoridad es difícil y casi
imposible de recabarse, puesto que, de no existir una declaración escrita que conten-
ga la mencionada adhesión por parte del quejoso, y que en la mayoría de casos no tiene
lugar, el consentimiento expreso verbal o por signos inequívocos no puede demostrarse
sin dificultad en juicio. Por todas estas razones, estimamos que el consentimiento expre-
so de un acto reclamado (…) en la práctica, es un factor de difícil comprobación para
fundar en él la improcedencia del juicio de amparo” (BURGOA, Ignacio. El juicio de
amparo, 34ª Edición. Porrúa, México, 1998, pp. 468-469). Entonces, el consentimien-
to del despido debe surgir de un comportamiento del trabajador que no genere dudas al
respecto, y que sea manifestación evidente de que el trabajador renunció a buscar la pro-
tección reparadora que brinda el proceso de amparo.
25. Que, este carácter previsor se ha venido materializando, desde el momen-
to que el Estado ha venido disponiendo mediante diversos dispositivos legales, Decre-
tos Supremos o Decretos de Urgencia, la libre disponibilidad de la compensación por
tiempo de servicios, permitiendo que los trabajadores puedan disponer del íntegro o una
parte de la CTS en momento de crisis económica, lo que no conllevó en ningún momen-
to a la ruptura del vínculo laboral. Este carácter previsor de la CTS se ha reiterado en la
Ley Nº 29352 (publicado el 01/05/2009) en cuyo artículo 1 precisa: que “el objeto de la
presente ley es devolver a la Compensación por Tiempo de Servicios (CTS) su natura-
leza de seguro desempleo, que permita a los trabajadores tener una contingencia asegu-
rada para la eventualidad de la pérdida del empleo; máxime si el artículo 37 del Decreto
Supremo 001-97-TR, ha precisado que este derecho solo procede al cese de trabajador
cualquiera sea la cause que lo motive” (resaltado nuestro).
26. El Tribunal Constitucional de Bolivia también ha considerado en su jurispru-
dencia que “toda persona tiene la absoluta libertad de ejercer sus derechos de la forma
que más convenga a sus intereses, con la sola condición de no lesionar el interés colec-
tivo o los derechos de las demás personas; por lo mismo, frente a una eventual lesión
o restricción de su derecho fundamental o garantía constitucional la persona tiene la
libertad de definir la acción a seguir frente a dicha situación, ya sea reclamando fren-
te al hecho ilegal, planteando las acciones pertinentes o, en su caso, de consentir el
hecho o llegar a un acuerdo con la persona o autoridad que afecta su derecho, por con-
siderar que esa afección no es grave y no justifica la iniciación de las acciones lega-
les correspondientes”(Cfr. Tribunal Constitucional de Bolivia. Sentencia Constitucio-
nal 0700/2003-R del 22 de mayo de 2003. Magistrado Relator: Dr. José Antonio Rivera
Santibáñez)”;
27. Estando a las consideraciones expuestas, se puede llegar a determinar que en
un proceso de tutela de los derechos constitucionales, no se puede pretender conva-
lidar un acto viciado de nulidad (el despido) con un acto posterior como es el cobro
de la compensación por tiempo de servicios, que como ya se ha dicho, es un benefi-
cio que le corresponde al trabajador, sea cual fuere la causa que haya motivado su
cese laboral. Entonces queda claro que frente a una contingencia como en el caso del
361
EL DESPIDO LABORAL
despido arbitrario, el trabajador tiene derecho a hacer uso de su beneficio social de pre-
visión; máxime cuando nuestra Constitución ha estipulado en su artículo 2 inciso 24.a),
“nadie esta obligado a hacer lo que la ley no manda, ni impedido de hacer lo que ella
no prohíbe. (resaltado nuestro); siendo esto así el Tribunal Constitucional como órgano
contralor de la Constitución no puede dejar de pronunciarse frente a una evidente vulne-
ración constitucional.
28. Tampoco se podría considerar como una voluntad de ruptura del vínculo labo-
ral el hecho de que el actor cobre los demás beneficios sociales (vacaciones, gratifica-
ciones, utilidades, etc.) toda vez que al tener estos beneficios la naturaleza de derecho
adquirido, su cobro no demuestra voluntad alguna de dar por terminada la relación labo-
ral, sino solo el ejercicio legal de un derecho; contrario sensu, si el trabajador al produ-
cirse el despido hubiera convenido con su empleador por el pago de la indemnización
por despido, demostrando con ello haber optado por la protección resarcitoria, igual-
mente reparadora, no podrá recurrir a la vía constitucional.
29. El Tribunal ha venido desestimando las pretensiones en casos en las cuales el
trabajador procedió a cobrar la compensación por tiempo de servicios, criterio que ha
venido aplicando en reiterada jurisprudencia (SSTC Nºs 532-2001 AA/TC, 3304-2007-
AA/TC, 6198-2007-AA/TC y 5381-2006-AA/TC, entre otros), sobre la base de que el
cobro de los beneficios sociales importa la extinción definitiva del vínculo laboral, “la
demanda no puede ser acogida, toda vez que, (…) el demandante ha efectuado el cobro
de sus beneficios sociales y, por lo mismo ha quedado extinguido el vínculo laboral que
mantenía con [la] demandada”; criterio que si bien en un principio fue uniforme, a la
fecha es motivo de discordia por lo que hace necesario unificar la jurisprudencia tenien-
do en cuenta que a la luz de la Constitución Política del Estado así como las normas
vigentes, no solo se estaba permitiendo que se vulnere el derecho fundamental al trabajo
mediante el despido sin causa, sino que se está atentando contra el derecho constitucio-
nal a la libertad de la persona al condicionar al trabajador de recurrir a la vía de amparo
siempre que no haya hecho cobro de su compensación por tiempo de servicios; creemos
que este condicionamiento no resulta viable en un Estado Social de Derecho, que otorga
las garantías suficientes para el ejercicio de los derechos de los trabajadores, ni se condi-
ce tampoco con el carácter de beneficio social de previsión que ostenta la CTS. En dicho
sentido, se ha pronunciado también la Corte Constitucional de colombia, cuando ha afir-
mado que el no pago de la CTS implica dejar en estado de desprotección al trabajador,
“ pues si se reconoce en las cesantías un eficaz instrumento para atender a aciertas nece-
sidades de los trabajadores, lo menos que se puede esperar de esta ayuda es que llegue
en el momento oportuno” (Cfr. Corte Constitucional colombiana. Sala Plena. Sentencia
T-661/97 del 3 de diciembre de 1997. M.P. Carlos Gaviria Díaz).
§6. Cobro de la indemnización por despido arbitrario y cobro de los beneficios
sociales
30. En este contexto, bien puede afirmarse, sin margen a dudas, que el cobro de la
indemnización por despido arbitrario, regulado en el artículo 34 y 38 del Decreto Supre-
mo Nº 003-97-TR, origina la aceptación de una forma de protección contra el despido,
que es la forma resolutoria. Así, lo ha sustentado este Colegiado en reiterada jurispru-
dencia, señalando que “el actor desde el momento que procedió a cobrar el pago de
362
JURISPRUDENCIA
la indemnización por despido arbitrario, optó por la eficacia resolutoria frente al des-
pido del cual estaba siendo objeto y no por la eficacia sustitutoria, esto es por la pro-
tección procesal previsto a través del proceso de amparo constitucional; quedando de
esta forma extinguida la relación laboral, desde el momento que el actor obtuvo pro-
tección adecuada; por ello a juicio del Tribunal Constitucional, el artículo 34 del Texto
Único Ordenado de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral aprobado por
Decreto Supremo Nº 003-97-TR, en concordancia con lo establecido en el inciso d) del
artículo 7 del Protocolo de San Salvador, vigente en el Perú desde el 27 de mayo de
1995, ha previsto la indemnización como uno de los modos mediante los cuales el tra-
bajador despedido arbitrariamente puede ser protegido adecuadamente (…)” (STC
Nº 03965-2007-PA/TC). En este sentido, si un trabajador cobra su indemnización por
despido arbitrario, de manera voluntaria, como protección adecuada contra el despido
arbitrario, la interposición de un proceso de amparo devendrá improcedente.
31. Este criterio resulta adecuado, pues si el trabajador acepta la indemnización por
despido, acepta la protección que le brinda el artículo 34 de la Ley de Productividad y
Competitividad Laboral, sin que pueda luego pretender la vía de la reposición por ser
una pretensión contradictoria. En consecuencia, cuando el empleador pone a disposición
del trabajador la indemnización por el despido, acepta la penalidad de su accionar, la
que puede ser aceptada o rechazada por el propio trabajador.
32. Sin embargo, el cobro de los beneficios sociales como vacaciones truncas, gra-
tificaciones truncas, remuneraciones devengadas, utilidades y otros que se adeuden
al trabajador, no deben considerarse como una aceptación del accionar irregular del
empleador; sino como el cobro directo de los beneficios pendientes de pago o adeudos
laborales, que pertenecen al trabajador y que tienen naturaleza alimentaria. No son estos
pues, en estricto, cobros que se realizan como una forma de protección contra el despi-
do arbitrario, sino conceptos que le corresponden al trabajador, y que simplemente no se
habían cobrado en su debida oportunidad. De esta manera, los conceptos recibidos por
el trabajador al finalizar su relación laboral tienen carácter remunerativo y no indemni-
zatorio, pues no constituyen dádivas del empleador o retribuciones por la conclusión de
la relación de trabajo, sino beneficios al que el trabajador tuvo derecho desde antes de la
culminación de la relación laboral.
§7. Irrenunciabilidad al goce efectivo de los beneficios sociales
33. Por último, no podemos dejar de anotar que, el inciso 2) del artículo 26 de
nuestra Carta Magna, consagra el principio de irrenunciablidad de los derechos labora-
les reconocidos por la Constitución y la ley, el cual prohíbe que, mediante actos de dis-
posición, el trabajador, se despoje de sus derechos, previstos en las normas taxativas (no
dispositivas), las que son de orden público y tienen vocación tuitiva a la parte más débil
de la relación laboral (STC Exp. Nº 0008-2005-AI/TC, f.j. 24).
34. Dicho principio se fundamenta en el carácter protector del Derecho Laboral,
debido a la desigualdad existente entre las partes, por lo que devendría en nulo todo acto
del trabajador que abdique un derecho reconocido en una norma imperativa. Si bien, en
sentido estricto, abstenerse de cobrar la CTS y los demás beneficios sociales no impli-
ca una renuncia de estos derechos; pues estos conceptos se mantienen íntegros e intangi-
bles a favor del trabajador; en la práctica supeditar el cobro de estos a la procedencia del
363
EL DESPIDO LABORAL
364
JURISPRUDENCIA
365
EL DESPIDO LABORAL
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JURISPRUDENCIA
mismo fin; el empleador deberá realizar dichos pagos en cuentas separadas o a través de
consignaciones en procesos judiciales independientes.
Los efectos de estas reglas se aplican a los procesos que a la fecha de publicación
en la página web de esta sentencia se encuentran en trámite, tanto en el Poder Judicial,
como en el Tribunal Constitucional y a aquellos que se interpongan en adelante.
NOTIFICAR la presente sentencia al Ministerio de Trabajo y Promoción del
Empleo, a efectos de difundir la presente sentencia e informar a los trabajadores de las
condiciones para impugnar un despido lesivo de derechos fundamentales.
Publíquese y notifíquese.
SS. MESÍA RAMÍREZ, VERGARA GOTELLI, CALLE HAYEN, ETO CRUZ,
ÁLVAREZ MIRANDA, URVIOLA HANI
367
EL DESPIDO LABORAL
EXP. Nº 00140-2011-PA/TC-LIMA
BEATRIZ ROSAURA MONROY RÍOS
368
JURISPRUDENCIA
laboral que mantenía con la demandante se terminó porque fue objeto de un despido
arbitrario que fue resarcido con una indemnización conforme lo dispone el artículo 34
del Decreto Supremo 003-97-TR, resultando falso que su afiliación al sindicato de tra-
bajadores o la comisión de un hecho falso haya sido la razón de su despido. Asimismo
refiere haber puesto a disposición de la demandante el pago de sus beneficios sociales e
indemnización por despido arbitrario, el cual no ha hecho efectivo.
El Sétimo Juzgado Constitucional de Lima, con fecha 30 de octubre de 2009,
declaró fundada la demanda en el extremo referido a la reposición, por estimar que la
relación laboral que mantuvo la recurrente con la emplazada era de naturaleza indeter-
minada y que su despido resultaba incausado, declara asimismo infundada en el extremo
relacionado a la afectación de su derecho a la libertad sindical e improcedente en cuanto
al pago de las remuneraciones dejadas de percibir, más los intereses.
La Sala Superior competente revocó la apelada en el extremo relacionado a la
reposición de la demandante a su puesto de trabajo y lo declaró improcedente, por tra-
tarse de una controversia de carácter individual privado.
FUNDAMENTOS
Procedencia y delimitación del petitorio
1. En primer término cabe señalar que la sentencia de primer grado fue materia de
apelación por parte de la Sociedad emplazada, sin que la demandante haya propuesto
medio impugnatorio alguno, razón por la cual este Colegiado únicamente emitirá pro-
nunciamiento sobre la pretensión de reposición por cuanto se alega que la demandante
ha sido objeto de un despido arbitrario, mas no sobre la pretensión referida al pago de
las remuneraciones dejadas de percibir, ya que esta fue desestimada en primer grado y
no fue apelada por la demandante.
2. Asimismo si bien resulta cierto que expresamente la demandante ha formula-
do su demanda alegando que la conclusión de su vínculo laboral con la emplazada se
produjo como consecuencia de un despido fraudulento, también resulta cierto que del
contenido de la demanda se aprecian alegatos que califican como despido incausado la
culminación unilateral de su relación laboral, por lo que, en atención a los criterios de
procedibilidad de las demandas de amparo relativas a materia laboral individual privada,
establecidos en los fundamentos 7 a 20 de la STC Nº 0206-2005-PA/TC, en el presen-
te caso corresponde evaluar si la demandante ha sido objeto de un despido fraudulento o
de un despido arbitrario.
Análisis de la controversia
3. En cuanto a la existencia de un despido fraudulento cabe señalar que la Sociedad
emplazada expresamente a fojas 64 reconoce que el despido de la recurrente se efectuó
al amparo del artículo 34 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, razón por la cual carece
de objeto analizar la supuesta existencia de un despido fraudulento.
4. Por otra parte corresponde también analizar si la conclusión del vínculo laboral
de la recurrente resulta arbitrario y por lo tanto inconstitucional desde la perspectiva de
la jurisprudencia constitucional. Así cabe mencionar que en la STC 0976-2001-PA/TC,
entre las modalidades de despido arbitrario se destaca el despido incausado, el cual se
369
EL DESPIDO LABORAL
produce cuando “se despide al trabajador, ya sea de manera verbal o mediante comuni-
cación escrita, sin expresarle causa alguna derivada de la conducta o la labor que la jus-
tifique” (fundamento 15, b). En tal sentido un despido será justificado o injustificado en
tanto la voluntad extintiva de la relación laboral manifestada por el empleador se lleve a
cabo con expresión de causa o sin ella, es decir, cuando se indican (o no) los hechos que
motivan y justifican la extinción de la relación laboral. Entonces, el despido será legíti-
mo solo cuando la decisión del empleador se fundamente en la existencia de una causa
justa contemplada en la ley y debidamente comprobada en el procedimiento de despido,
en el cual se deben respetar las garantías mínimas que brinda el derecho fundamental al
debido proceso (Cfr. STC Exp. Nº 04229-2005-PA/TC).
5. En el presente caso la recurrente sostiene que su relación laboral se inició y man-
tuvo mediante un contrato de trabajo verbal, ya que nunca habría firmado ningún con-
trato escrito. Sobre este hecho, pese a que la Sociedad emplazada ha participado activa-
mente durante la tramitación del proceso, no ha contradicho ni presentado documento
alguno que acredite los términos de la relación laboral que mantuvo con la demandante
ya que únicamente a fojas 64 ha deslizado el argumento de que la demandante pretende
“cuestionar la constitucionalidad de ciertos regímenes de contratación (los de expor-
tación no tradicional)”; sin embargo, con la presentación del certificado de trabajo de
fojas 45 y la liquidación de beneficios sociales, de fojas 89, queda comprobada la exis-
tencia de una relación laboral a plazo indeterminado desde el 12 de mayo de 1998 hasta
el 31 de enero de 2008, esto es, por 9 años, 8 meses y 20 días.
6. De acuerdo con el material probatorio citado y lo alegado por el propio emplea-
dor a fojas 64, no cabe duda que la relación laboral existente entre las partes era a plazo
indeterminado, por lo que la demandante solo podía ser despedida por una causa justa
relacionada con su conducta o capacidad laboral, lo que no ha sucedido en el presente
caso, razón por la cual la demanda debe ser estimada, pues la demandante ha sido objeto
de un despido arbitrario y no ha elegido reparar la vulneración de su derecho al trabajo a
través de una indemnización por despido arbitrario.
7. Sin perjuicio de lo expuesto cabe precisar que el hecho de que el empleador haya
efectuado el depósito de la liquidación de beneficios sociales de la demandante, inclu-
yendo el pago de la indemnización por despido arbitrario, ello no significa señal alguna
de aceptación del pago de esta última, dado que, conforme lo ha establecido este Cole-
giado a través de la STC Exp. Nº 03052-2009-PA/TC, el cobro de los beneficios socia-
les que por derecho le corresponde percibir al trabajador (compensación por tiempo de
servicios, vacaciones truncas u otros conceptos remunerativos) no supone el consenti-
miento del despido arbitrario, salvo que el afectado acepte el pago de la indemnización
otorgada por el empleador, en cuyo caso, operará la garantía indemnizatoria contenida
en el artículo 34 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, por lo que el trabajador no podrá
luego pretender su reposición a través del proceso de amparo; situación que en el caso
de autos, no se ha presentado, por lo que dicho alegato carece de sustento para sostener
que ha operado la sustracción de materia controvertida en el presente caso.
8. En la medida en que en el presente caso se ha acreditado que TOPY TOP S.A. ha
vulnerado el derecho al trabajo de la recurrente, corresponde de conformidad con el ar-
tículo 56 del Código Procesal Constitucional, condenar a la Sociedad emplazada al pago
370
JURISPRUDENCIA
de las costas y costos procesales, que deben ser liquidados en la etapa de ejecución de la
presente sentencia.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Perú
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADO el recurso de agravio constitucional por haberse acredita-
do la vulneración del derecho al trabajo de la demandante; en consecuencia, NULO el
despido de doña Beatriz Rosaura Monroy Ríos.
2. ORDENAR a TOPY TOP S.A. que cumpla con reponer a doña Beatriz Rosaura
Monroy Ríos como trabajadora a plazo indeterminado en el cargo que venía desempe-
ñando o en otro de similar nivel o categoría en el plazo de 2 días, bajo apercibimiento de
que el juez de ejecución aplique las medidas coercitivas prescritas en los artículos 22 y
59 del Código Procesal Constitucional, con el abono de las costas y costos del proceso.
Publíquese y notifíquese.
SS. ETO CRUZ, VERGARA GOTELLI, URVIOLA HANI
371
Jurisprudencia del Poder Judicial
372
JURISPRUDENCIA
nulo, despido arbitrario y cese de hostilidad, pero no para los supuestos de despido
incausado, ya que este no tiene de manera expresa e inequívoca un plazo de caducidad,
por lo que de aplicársele dicho plazo se estaría restringiendo el derecho de la demandan-
te y atentando en contra del artículo 139 inciso 9 de la Constitución Política del Estado
y artículo IV del Título Preliminar del Código Civil, que establece que por interpreta-
ción no puede generarse normas restrictivas de derechos. Añade que el despido arbi-
trario es distinto al despido incausado; razón por la que conforme al inciso 3 del ar-
tículo 23 de la Constitución Política del Estado, al haber omisión de normas específica
de caducidad para el despido incausado, se debe aplicar el plazo prescriptorio general de
10 años correspondiente a la acción personal que establece el inciso 1 del artículo 2001
del Código Civil.
III. CONSIDERANDO:
Primero.- La protección contra el despido ha sido siempre un tema de análisis
constante a lo largo de los años. A nivel internacional, los instrumentos internaciona-
les reconocen el derecho al trabajo como la protección contra el despido. Así tenemos,
la Declaración Universal de Derechos Humanos(1) que proclama no solo el derecho al
trabajo sino la necesidad de contar con un régimen de protección; y, en el artículo 23
establece que “Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo,
a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desem-
pleo”. Por su parte, el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Cul-
turales(2), dispone en el artículo 6: “Los Estados Parte del presente Pacto reconocen el
derecho a trabajar, que comprende el derecho de toda persona a tener la oportunidad de
ganarse la vida mediante un trabajo libremente escogido o aceptado, y tomarán medidas
adecuadas para garantizar este derecho”. De otro lado, en el Sistema Interamericano de
Protección de los Derechos Humanos, la Convención Americana de Derechos Huma-
nos (Pacto de San José de Costa Rica) y su Protocolo Adicional en materia de Derechos
Económicos Sociales y Culturales (Protocolo de San Salvador(3)) ambos ratificados por
el Perú, sí se proclamaron parámetros específicos para la protección del derecho al tra-
bajo al mismo tiempo que se le reconoce como un Derecho económico social y cultu-
ral. En efecto, en lo relativo al derecho al trabajo y a la protección contra el despido, el
Perú quedó obligado a acatar lo dispuesto en el artículo 7 (Condiciones justas, equitati-
vas y satisfactorias de trabajo) del Protocolo de San Salvador, que prescribía: “Los esta-
dos partes en el presente Protocolo reconocen que el derecho al trabajo [...] supone que
toda persona goce del mismo en condiciones justas, equitativas y satisfactorias de tra-
bajo, para lo cual dichos estados garantizarán en sus legislaciones nacionales de mane-
ra particular: [...] d) La estabilidad de los trabajadores en sus empleos, de acuerdo con
las características de las industrias y profesiones y con las causas de justa separación.
En casos de despido injustificado, el trabajador tendrá derecho a una indemnización o a
(1) De fecha 10 de diciembre de 1948, aprobada por el Perú mediante Resolución Legislativa Nº 13282 de
fecha 15 de diciembre de 1984.
(2) Aprobado por el Perú mediante el Decreto Ley Nº 22129.
(3) Desde el 16 de noviembre de 1999, en que el Protocolo de San Salvador alcanza el número de ratifica-
ciones necesario para entrar en vigor, forma parte del ordenamiento legal peruano, conforme a lo expre-
samente señalado por el artículo 55 de la Constitución vigente.
373
EL DESPIDO LABORAL
374
JURISPRUDENCIA
(4) TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge Luis; AGUI REYNOSO, Héctor David y ARELLANO MORI,
Luis Eduardo. “Impacto de las sentencias laborales del Tribunal Constitucional sobre el Mercado de
Trabajo 2002–2004”. (2004) <www.congreso.gob.pe/biblio/pdf/Apoyo/2003/Tribunal_Constitucional.
pdf>; noviembre, p. 25.
(5) SANGUINETI RAYMOND, Wilfredo. “La protección de los Derechos laborales en la Constitu-
ción Peruana de 1993”. En: Derechos Laborales, Derechos Pensionario y Justicia Constitucional. II
Congreso Nacional de la Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, 2006,
pp. 88-89.
375
EL DESPIDO LABORAL
(6) DOLORIER TORRES, Javier Ricardo. “Evolución de la Protección Constitucional al Derecho al Trabajo
en la jurisprudencia del TC a partir de la vigencia del Código Procesal Constitucional. Del caso Fetratel
al caso Baylón Flores”. En: Derechos Laborales, Derechos Pensionario y Justicia Constitucional. Ob.
cit., pp. 639-656.
376
JURISPRUDENCIA
(7) Dentro del marco de interpretación constitucional, se reconoce la necesidad imperante de que en la solu-
ción de conflictos judicializados en sede constitucional (extendida a sede judicial), se recurran a los prin-
cipios de: 1) Concordancia Práctica (STC Nº 5854-2005-PA/TC (f. j. 12. b)); 2) Principio de corrección
funcional (STC Nº 5854-2005-PA/TC (f. j. 12. c)); 3) Principio de fuerza normativa de la Constitución
(STC Nº 5854-2005-PA/TC (f. j. 12. e)); 4) Principio de función integradora (STC Nº 5854-2005-PA/
TC (f. j. 12.d)); y, 5) Principio de unidad de la Constitución (STC Nº 04747-2007-HC/TC (f. j. 5) y STC
Nº 5854-2005-PA/TC (f. j. 12. a)).
(8) COUTURE, Eduardo citado por RAMÍREZ JIMÉNEZ, Nelson. “La administración de justicia en
el Perú, luces y sombras”. Artículo publicado en el portal web de la Academia de la Magistratura del
Perú. Véase: <http://www.amag.edu.pe/web/html/servicios/archivos_artículos/2001/Ramirez_La_
administraci%C3%B3n_de_justicia.htm>.
(9) SANGUINETI RAYMOND, Wilfredo. Derecho Constitucional del Trabajo. Relaciones de Trabajo en la
Jurisprudencia del Tribunal Constitucional. Gaceta Jurídica, Lima, 2007, pp. 16-17.
377
EL DESPIDO LABORAL
Noveno.- En este orden de ideas, este Supremo Tribunal estima que no es válido
afirmar que la eficacia restitutoria –entiéndase la reposición– de la impugnación de un
despido, sea este arbitrario, incausado o fraudulento, se restrinja únicamente a la juris-
dicción constitucional; en principio porque como se dejó establecido precedentemente,
los jueces en general, son los primeros guardianes de la Constitución, norma fundamen-
tal en la que se haya contenido el estatuto de protección laboral, estructurado y conteni-
do en lo que se conoce como Constitución Laboral, y como tal, el deber de protección
que le impone el propio ordenamiento jurídico implica que estos resuelvan el conflicto
puesto a su conocimiento de manera integral, buscando que la respuesta jurisdiccional
sea acorde con lo normado en nuestra Carta Magna; en segundo término, porque orde-
nar la reposición en caso de un despido incausado o fraudulento en sede jurisdiccional
ordinaria, no implica una reducción de las garantías procesales de las que gozan los
justiciables en un proceso constitucional, como sería el amparo, sino que por el contra-
rio, al ser un proceso lato o más largo, genera la posibilidad de que ambas partes estruc-
turen un andamiaje probatoria y argumentativo que posibilite la mejor comprensión del
conflicto en sí, dicho de otro modo, de las específicas circunstancias en que el despido,
alegado como incausado o fraudulento, se produjo a efecto de que el órgano jurisdiccio-
nal resuelva la Litis “en justicia”; precisamente esta idea de “garantismo procesal” es
el que ha motivado que, el propio Tribunal Constitucional, haya permitido que el juez
ordinario laboral conozca estas pretensiones de impugnación de despido, cuando las
mismas necesiten de estación probatoria; lo que deriva, sin duda alguna, de su naturale-
za como jueces constitucionales laborales(10). Adicionalmente, cabe añadir que, abona al
razonamiento precedente el hecho de que el propio Tribunal Constitucional, con la Sen-
tencia Nº 1124-2001-AA/TC, en su fundamento doce, interpretando el segundo párrafo
del artículo 34 de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral, indicó que restrin-
gir la consecuencia jurídica en la extinción –sin invocación de causa– de los contra-
tos de trabajo únicamente a la indemnización prevista en ley, resultaba inexorablemente
constitucional, ello se entiende, en el propio marco constitucional en el que está estruc-
turada la protección del despido en nuestro sistema jurídico, relacionado con lo previs-
to en los artículos 22 y 27 de la Constitución sobre el derecho al trabajo y a la adecuada
protección frente al despido arbitrario; en efecto, si bien no se ha declarado formalmen-
te la inconstitucionalidad del citado artículo, en tanto en aquel proceso no se ventilaba
una pretensión de esa naturaleza, sin embargo, la interpretación efectuada sirve de base
en el presente caso, para dar firmeza a la idea de que en sede judicial, y no solo en la
(10) Esta posición de aceptar la posibilidad de brindar tutela restitutoria a un trabajador que solicite la misma,
vía del proceso laboral, aduciendo la existencia de un despido incausado y fraudulento, ha sido ya objeto
de pronunciamiento previo en la Casación Nº 580-2011; así como parte de las conclusiones en el Tema
Nº 1, apartado a), al señalarse que “los jueces de trabajo en los procesos laborales ordinarios regulados
por la Ley Procesal del Trabajo, Ley Nº 26636, están facultados para conocer los procesos de impugna-
ción o nulidad de despido incausado o despido fraudulento, que de ser fundado tengan como consecuen-
cia la reposición del trabajador al centro de trabajo”; y, apartado b), cuando concluye que “los jueces
de trabajo están facultados para conocer de la pretensión de reposición en casos de despido incausado
o despido fraudulento, en el proceso abreviado laboral, siempre que la reposición sea planteada como
pretensión principal única”.
378
JURISPRUDENCIA
(11) Estos surgen de un acto o hecho. En el primero de los casos, nos referimos a la ley; y, en el segundo a
la costumbre. En: NEVES MUJICA, Javier. Introducción al Derecho del Trabajo. Fondo Editorial de la
PUCP, Lima, 2012, p. 103.
(12) Estos al igual que los productos normativos, pueden surgir de un acto (que puede ser unilateral o bilate-
ral) o de un hecho. En el primero de los casos, cuando se origina de un acto unilateral, estamos ante una
concesión del empleador; y, en el segundo, ante un acuerdo entre este y el trabajador; y, si nace de un
hecho tenemos lo que la doctrina llama la consolidación por el transcurso del tiempo: un beneficio que
se convierte en obligatorio por su otorgamiento reiterado a un trabajador o algunos, que sean concretos y
determinados. En: NEVES MUJICA, Javier. Ob. cit., p. 176.
(13) BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. La Cláusula de Estado Social en la Constitución. Análisis de los
Derechos Fundamentales Laborales. Fondo Editorial de la PUCP, Lima, 2011, p. 353.
379
EL DESPIDO LABORAL
(14) GUASTINI, Ricardo. Estudios sobre la Interpretación Jurídica. Editorial Porrúa, México DF, pp. 25-34.
(15) Ibídem, pp. 35-42.
380
JURISPRUDENCIA
(16) BEJARANO HERNÁNDEZ, Andrés. La caducidad en el Derecho Laboral. Aranzadi Social, Pamplona,
1995, p. 68.
381
EL DESPIDO LABORAL
(17) ESQUIAGA GANUZAS, Francisco Javier. Argumentación e Interpretación. La motivación de las deci-
siones judiciales. Grijley, Lima, pp. 18-19.
(18) NEVES MUJICA, Javier. Ob. cit., p. 160.
(19) MANGARELLI, Cristina. “El Derecho del Trabajo y su relación con el Derecho Civil”. En: Revista Lati-
noamericana de Derecho Social. Nº 7, julio-diciembre de 2008, p. 109.
382
JURISPRUDENCIA
(o al derecho común o otras disciplinas) cuando el derecho del trabajo prevé una solu-
ción particular, rige aún cuando pueda considerarse que en el caso concreto resulta más
beneficios para el trabajador la aplicación de la norma civil”(20). El mismo razonamien-
to se aplica cuando se pretende aplicar supletoriamente el plazo de prescripción de 4
años previsto en la Ley Nº 27321; pues en ambos supuestos (tanto el de la prescrip-
ción de la norma civil como el de la norma de prescripción laboral), no es procedente la
supletoriedad en la medida en que la regulación laboral (ley especial), sí existe un plazo
de caducidad señalado en el artículo 36 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, para los
supuestos de despido incausado, y que se deriva de la interpretación que se desprende
de la acepción de despido arbitrario a que contrae en segundo párrafo, parte inicial, del
artículo 34 del mismo cuerpo normativo. Así las cosas, la denuncia de infracción norma-
tiva del artículo 36 del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728, Decreto
Supremo Nº 003-97-TR, deviene en infundada.
Décimo sexto.- En ese sentido, considerando que la misma demandante recono-
ce que fue despedida con fecha veintinueve de setiembre de dos mil ocho, el plazo
de caducidad al que hace referencia el artículo 36 del Texto Único Ordenado del Decre-
to Legislativo Nº 728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral (aprobado por
Decreto Supremo Nº 003-97-TR), debe ser computado desde tal fecha, hasta la presen-
tación de la demanda acaecido el veinticinco de febrero de dos mil trece; por ello,
al haberse verificado que dicho plazo ha transcurrido en exceso (cuatro años y cinco
meses), la pretensión de reposición por despido incausado deviene en improcedente, tal
como así lo han determinado las instancias de mérito.
IV. DECISIÓN:
Por estas consideraciones, declararon: INFUNDADO el recurso de casación inter-
puesto por la demandante Jenny Paola Ramos Rivera de fecha siete de junio de dos mil
trece, obrante a fojas ciento cincuenta y cuatro; en consecuencia NO CASARON la
sentencia de vista de fecha veintiuno de mayo de dos mil trece, obrante a fojas cien-
to cuarenta y ocho; en los seguidos por doña Jenny Paola Ramos Rivera contra la Zona
Registral Nº VIII - Sede Huancayo, sobre Reposición; MANDARON publicar la pre-
sente resolución en el diario oficial El Peruano conforme al artículo 41 de la Nueva Ley
Procesal del Trabajo Nº 29497; y, los devolvieron.- Vocal Ponente: Vinatea Medina.
(20) Ídem.
383
EL DESPIDO LABORAL
384
JURISPRUDENCIA
(21) Casación Laboral Nº 4781-2011-Moquegua, del primero de junio de dos mil doce, considerando primero.
Expedida por la Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente de la Corte Suprema de Justicia de
la República; en los seguidos contra Corporación Pesquera Inca S.A.C., sobre Incumplimiento de Nor-
mas Laborales.
385
EL DESPIDO LABORAL
386
JURISPRUDENCIA
(22) STC Nº 1397-2001-AA/TC, del nueve de octubre de dos mil dos. En esta oportunidad el Tribunal Cons-
titucional revocó la recurrida que, revocando la apelada, declaró improcedente la acción de amparo; y
reformándola, la declara fundada; en consecuencia, ordenó que la demandada reponga a los demandantes
en sus puestos de trabajo, o en otros similares, sin el pago de las remuneraciones dejadas de percibir
durante el periodo no laborado; en los seguidos por don Ángel de la Cruz Pomasoncco, doña Judith Mary
Guillén Velásquez, don Edgar Andrés Mendieta Callirgos, doña Bertta Luz Vargas Pérez, don Néstor
Vásquez Ayala y doña Zarita Chancos Mendoza, contra la Entidad Prestadora de Servicios de Sanea-
miento de Ayacucho S.A. (EPSASA), sobre acción de amparo.
(23) STC Nº 1112-98-AA/TC, del veintiuno de enero de mil novecientos noventa y nueve. El Tribunal Cons-
titucional confirmó la resolución expedida por la Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho
Público de la Corte Superior de Justicia de Lima, su fecha veintisiete de octubre de mil novecientos
noventa y ocho, en el extremo que declaró improcedentes las excepciones deducidas y la revocó en el
extremo que declaró improcedente la acción de amparo y reformándola la declaró fundada y ordenó que
la demandada, proceda a reincorporar a los demandantes en los cargos que venían desempeñando a la
fecha en que se dispuso su despido; en los seguidos por don César Antonio Cossío Tapia y otros, contra
387
EL DESPIDO LABORAL
Telefónica del Perú S.A., sobre Acción de Amparo. En el proceso bajo referencia, los demandantes fue-
ron invitados individualmente a acogerse a un Programa Voluntario de Retiro, por el que decidieron no
optar. Dicha invitación se produjo casi inmediatamente antes de que se les notificara las cartas por las
que se les imputaba la comisión de falta grave, en la mayoría de casos, entre el ocho y el quince de mayo
de mil novecientos noventa y seis.
388
JURISPRUDENCIA
(24) Artículo 29.- Es nulo el despido que tenga por motivo: c) Presentar una queja o participar en un proceso
contra el empleador ante las autoridades competentes, salvo que configure la falta grave contemplada en
el inciso f) del artículo 25;
389
EL DESPIDO LABORAL
resolución número uno del veintitrés de mayo del dos mil doce, de fojas ciento ochenta
y nueve declaró la inadmisibilidad de la demanda en un exceso de rigurosidad procedi-
mental; no obstante que como se ha referido, las pretensiones de la demanda eran
claras y concisas, el desarrollo fáctico y fundamentación jurídica de la demanda se
sustenta en la denuncia de un despido nulo, argumentando que el actor había utiliza-
do figuras distintas de despido, desconociendo la doctrina jurisprudencial del Tribu-
nal Constitucional sobre los parámetros constitucionales frente a un supuesto de
denominación errada en la utilización de dos figuras de despido, sin tener en consi-
deración que conforme al Principio pro actione, el Juez laboral debe garantizar la real
eficacia de la tutela jurisdiccional al interior de un debido proceso, calificando la deman-
da en su conjunto, observando la buena fe de la actuación procesal del demandante en la
etapa postulatoria, etapa fundamental para el desarrollo del proceso.
Undécimo.- Subsanando la declaración de inadmisibilidad de la demanda, por
escrito del treinta de mayo del dos mil doce, el actor reafirma como pretensiones prin-
cipales la reposición y la declaración de nulidad del despido por la causal contenida en
el artículo 29 literal c) del Decreto Supremo Nº 003-97-TR; y, como pretensión subor-
dinada la reposición, además que se declare el despido como fraudulento. Por resolu-
ción número dos del cuatro de junio del dos mil doce, de fojas ciento noventa y cua-
tro se admite a trámite la demanda, en la vía del proceso ordinario laboral; se cita a
las partes a la Audiencia de Conciliación; y, se corre traslado de la demanda a las par-
tes emplazadas, teniéndose por ofrecidos los medios de prueba. Al contestar la deman-
da el recurrente, a fojas doscientos cuarenta y nueve, entiende conforme a lo expuesto
en la demanda primigenia que se pretende la nulidad del despido por haberse con-
figurado el supuesto contenido en el literal c) del artículo 29 del Decreto Supre-
mo Nº 003-97-TR, y refutando los argumentos del actor señala expresamente: “Además
resulta falso que la Entidad a la cual represento haya procedido a despedirlo en razón de
un reclamo o presentar una queja contra su empleador, hecho que se demuestra de los
documentos presentados por esta parte y los presentados por el demandante que el des-
pido fue a causa de la conducta del trabajador las mismas que conforme al Reglamento
Interno de Trabajo constituyen faltas graves”.
Duodécimo.- Ahora bien, advertimos del audio de la Audiencia de Juzgamiento
obrante a fojas doscientos setenta y cinco, en el minuto 6:44 que el abogado del deman-
dante precisa con claridad que la pretensión principal de la demanda es la reposición del
trabajador y la invalidez del despido, acto seguido hace referencia a los hechos seña-
lando que el despido es consecuencia de la queja interpuesta por el trabajador ante la
Autoridad Administrativa de Trabajo para la verificación de la desnaturalización de los
contratos y la determinación de una relación laboral a plazo indeterminado, aprecian-
do este Colegiado Supremo que la conclusión de la defensa del actor en el minuto 8:38
desemboca en que se habría producido la nulidad del despido al haberse acredita-
do que se han violentado las pruebas falsas por despido fraudulento. En cuanto a
los fundamentos de la sentencia de primera instancia, de fecha treinta y uno de julio de
dos mil doce, obrante a fojas doscientos setenta y siete, se aprecia que el a quo decla-
ró fundada la demanda al haberse configurado el despido nulo; e interpuesto recurso de
apelación, la Sala Superior mediante sentencia de vista, de fecha dieciséis de octubre de
dos mil doce, obrante a fojas trescientos diecisiete ha confirmado en parte la sentencia
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JURISPRUDENCIA
(25) Sentencia expedida por esta Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente de la Corte Suprema de
Justicia de la República, el primero de junio de dos mil doce; en los seguidos por don Fernando Figueroa
Sarmiento, contra la Corporación Pesquera Inca Sociedad Anónima Cerrada, sobre Incumplimiento de
Normas Laborales. En esta oportunidad, este Supremo Tribunal precisó “(...) esta Sala Suprema consi-
dera necesario señalar en cuanto al rechazo declarado, que el actor en su escrito de demanda denunció
un despido fraudulento consumado por la demandada el día treinta de junio de dos mil once, por haber
sido coaccionado a la firma de un convenio de terminación de contrato de trabajo por mutuo disenso, que
no expresa realmente su voluntad, sin embargo, los Jueces han reparado en la denominación errada en la
utilización de dos figuras de despido (despido fraudulento y despido arbitrario), y consideran que al no
haberse subsanado ello, debe rechazarse la demanda, pese a que dicho tema de rechazo (denominación
errada en la utilización de las figuras de despido) como se ha señalado en esta ejecutoria ha quedado
zanjado en la reiterada jurisprudencia del Tribunal Constitucional a la cual se encuentran obligados los
Jueces en estricta aplicación del último párrafo del artículo VI del Título Preliminar del Código Procesal
Constitucional”.
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EL DESPIDO LABORAL
(26) STC Nº 01807-2011-PA/TC, del veintisiete de junio de dos mil once, fundamento 10.
392
JURISPRUDENCIA
IV. DECISIÓN:
Por estas consideraciones Declararon: INFUNDADO el recurso de casación inter-
puesto por el Proyecto Especial Regional “Plan de Mejoramiento de Riego en Sierra y
Selva” Plan Meriss Inka - Gobierno Regional Cusco, a fojas trescientos sesenta y seis;
en consecuencia, NO CASARON la sentencia de vista de fecha dieciséis de octubre
del dos mil doce, obrante a fojas trescientos diecisiete; en los seguidos por don Yusep
Yurandir Vara Licona contra el Proyecto Especial Regional “Plan de Mejoramiento de
Riego en Sierra y Selva” Plan Meriss Inka - Gobierno Regional Cusco, sobre Repo-
sición y otros; y DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el dia-
rio oficial El Peruano conforme al artículo 41 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo
Nº 29497; y, los devolvieron.- Vocal Ponente: Vinatea Medina.
393
EL DESPIDO LABORAL
394
JURISPRUDENCIA
III. CONSIDERANDO:
Primero.- En relación con la denuncia que antecede, anótese que el derecho al
debido proceso no solo es un principio de quienes ejercen la función jurisdiccional y
que está contemplado como tal en el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política
del Estado, sino que también es concebido como aquel derecho fundamental que posee
toda persona –peruana o extranjera, natural o jurídica– y que, en tal medida, es exigible
por estas (dimensión subjetiva); debiendo ser respetado por todos, ya que lleva implícito
los fines sociales y colectivos de justicia (dimensión objetiva)(27). De otro lado, el debi-
do proceso comprende un conjunto de garantías constitucionales que se pueden identi-
ficar tanto en el inicio del proceso, en la defensa, prueba y sentencia, entre los que se
señalan: i) el de obtener una resolución fundada en derecho de los jueces y tribunales, y
exige que las sentencias expliquen en forma suficiente las razones de sus fallos, esto es,
en concordancia con el artículo 139 inciso 5 de la Carta Magna, que se encuentren sufi-
cientemente motivadas con la mención expresa de los elementos fácticos y jurídicos que
sustentan las decisiones, lo que viene preceptuado además en los artículos 122 inciso 3
del Código Procesal Civil y 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial; ii) el derecho de los litigantes de participar en un proceso público, que garan-
tice la defensa de estos mediante herramientas procesales eficientes y eficaces; iii) el
derecho de ofrecer las pruebas pertinentes que acrediten sus afirmaciones, la misma que
deberá –según sea el caso–, ser admitida, actuada y valorada; iv) la institución procesal
de la cosa juzgada; v) derecho al juez ordinario; vi) derecho a la asistencia de letrado,
entre otros.
Segundo.- A nivel jurisprudencial constitucional, es aceptado que el debido proce-
so tiene dos dimensiones: la formal y la material. En su dimensión adjetiva o formal, el
debido proceso está comprendido por determinados elementos procesales mínimos que
son necesarios e imprescindibles para el establecimiento de un proceso justo, tales como
el derecho de defensa, el derecho a probar, el derecho a impugnar, ser escuchado, entre
otros. A su vez, estos elementos impiden que la libertad y los derechos de los indivi-
duos se afecten ante la ausencia o insuficiencia de un proceso. El debido proceso sus-
tantivo exige, por su parte, que los actos tanto del legislador, del juez y de la adminis-
tración sean razonables y respetuosos de los derechos fundamentales, a tal punto que su
inobservancia debe ser sancionada con la inaplicación de aquel acto o con su invalidez;
en tal sentido, se afirma que el debido proceso sustancial tiene por fin asegurar la razo-
nabilidad de lo decidido en un proceso. Es importante resaltar lo dispuesto por el Tri-
bunal Constitucional en cuanto a esta doble dimensión del debido proceso, al respecto
ha establecido: “El debido proceso está concebido como aquel en el que se respetan sus
dos expresiones, tanto formal como sustantiva; en la de carácter formal, los principios y
reglas que lo integran tienen que ver con las formalidades estatuidas, tales como las que
establecen el juez natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa y la
(27) Información extraída del documento de la Comisión Andina de Juristas elaborado por Luis Huerta con
la colaboración de Enrique Aguilar, “El debido proceso en las decisiones de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos (análisis del artículo 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos), en
<www.cajpe.org.pe>.
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EL DESPIDO LABORAL
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JURISPRUDENCIA
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EL DESPIDO LABORAL
(30) Criterio que ha sido reiterado en posteriores pronunciamientos, como es el caso de la Casación Laboral
Nºs 1911-2012-Santa de fecha 27 de agosto de 2012; 7102-2012-Junín, de fecha 27 de mayo de 2013; y,
7964-2013-Callao de fecha 8 de noviembre de 2013.
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JURISPRUDENCIA
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EL DESPIDO LABORAL
imponen la necesidad que el proceso laboral cuente con plazos cortos y perentorios a
fin de que este sea resuelto a la mayor brevedad posible, sin que eso implique limi-
tar o desconocer el derecho de defensa y debido proceso que corresponde a la parte
demandada. Así, el principio de celeridad es el principio en virtud del cual el proceso
laboral debe gozar de la mayor agilidad de plazos y sencillez en su tramitación(33); sin
embargo, también es el principio en virtud al cual se persigue que el proceso, esencial-
mente oral y menos formalista, evite privilegiar recursos, maniobras y decisiones dila-
torias sobre incidentes intrascendentes que entorpezcan el proceso. Todo lo cual de la
mano con el principio de economía procesal exige que tanto la estructura del proceso
como los deberes, facultades y actuaciones de las partes y el juez deben realizarse bajo
una lógica de eficiencia que permita reducir costos directos e indirectos, o lo que doctri-
nalmente se ha llamado “economía del gasto”, refiriéndose a los costos patrimonialmen-
te cuantificables de forma directa que sufragan en un proceso; “economía del esfuer-
zo”, para referirse al número de actos procesales por llevarse a cabo; y “economía del
tiempo”, en alusión a la duración del proceso(34). En el presente caso, partiendo de estos
principios la decisión de tramitar una demanda como la de autos vía del proceso abre-
viado laboral se justifica en la medida de urgencia de dispensar una tutela jurisdiccional
efectiva a quien lo reclama, en este caso, bajo la alegación de vulneración de un dere-
cho fundamental cual es el derecho al trabajo, independientemente que, de los funda-
mentos de la misma, se aprecie la existencia de un pedido de reconocimiento de relación
laboral (sea por fraude en la utilización de la contratación civil o contratación modal, o
por inexistencia de contrato firmado, entre otros), pues el pronunciamiento del órga-
no jurisdiccional se ceñirá a lo expresamente solicitado, esto es, la reposición en el
puesto de trabajo antes del acto inconstitucional del despido. Además porque mer-
ced a lo establecido en el artículo 19 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, “(...) La
contestación contiene todas las defensas procesales y de fondo que el demandado esti-
me convenientes. Si el demandado no niega expresamente los hechos expuestos en
la demanda, estos son considerados admitidos” (resaltado nuestro), corresponde a la
parte emplazada no solo emitir pronunciamiento sobre la pretensión postulada (reposi-
ción), sino también sobre los hechos que la sustentan (causa petendi), no evidencián-
dose por tanto vulneración al derecho de defensa de esta, ya que la norma procesal le
brinda la oportunidad –y el deber a la vez– de postular una defensa completa e integral
que abarca la totalidad de elementos fácticos y jurídicos que hayan sido incluidos en la
demanda.
Décimo tercero.- Anótese además que como fundamento del nuevo proceso labo-
ral oral recogido en el artículo IV de la Ley Nº 29497, el principio de “favor pro-
cessum” o pro accione, cuyo antecedente directo lo encontramos en el artículo III
del Código Procesal Constitucional y el artículo 2 inciso 3 de la Ley del Procedimien-
to Contencioso Administrativo y que comprende también el principio de vinculación y
elasticidad, entiende que aunque las normas procesales son de imperativo cumplimiento,
(33) MONTOYA MELGAR, Alfredo. Derecho del Trabajo. 30ª edición, Tecnos, Madrid, 2009, p. 762.
(34) MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción al Derecho Procesal Civil. Temis, Santa Fe de Bogotá, 1996,
p. 79.
400
JURISPRUDENCIA
sin embargo el juez laboral está facultado a adecuar la exigencia de las formalidades
impuestas por estas a los fines del proceso, esto es, la efectiva resolución de la mate-
ria controvertida(35), en el presente caso, a la protección y restitución de un derecho fun-
damental que se ha visto vulnerado por el actuar arbitrario y unilateral del empleador
de resolver el contrato de trabajo sin mayor justificación. Apelando a tal fundamento
del proceso laboral, ya esta Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente, en
la Casación Nº 4800-2011-Moquegua, indicó que “el Juez Laboral cuando en cualquier
etapa del proceso dude respecto del cumplimiento de algún requisito de admisibilidad
o procedencia, lo que implique la inadmisión de la demanda, o la continuación del pro-
ceso, deberá interpretar las normas en forma sistemática que permita la continuidad del
mismo. De esta manera, los Jueces laborales garantizan una real eficacia de la tutela
jurisdiccional, al interior de un debido proceso, por su parte, los justiciables han de cola-
borar con los Magistrados, demostrando buena fe en su actuación procesal”. Del mismo
modo, el Tribunal Constitucional ha señalado basándose en este principio que “(...) se
exige al Juez o magistrado judicial que las condiciones y limitaciones del derecho de
acceder a la justicia sean comprendidas de manera tal que, frente a un caso de duda, ya
sea por la existencia de dos disposiciones o, una disposición, por la existencia de dos
formas posibles de ser comprendidas, se opte por aquella disposición o norma que de
mejor forma optimice el ejercicio del derecho laboral”(36). En tal contexto, corresponde
entonces al juez de trabajo luego de verificar que solo se postula la pretensión de repo-
sición, empero sustentada en los fundamentos de su demanda en hechos como la exis-
tencia –real– de un contrato de trabajo a tiempo indeterminado (sea por desnaturaliza-
ción del contrato de trabajo modal o fraude en la contratación civil, entre otros), tramitar
dicho pedido vía del proceso abreviado laboral cuando ella haya sido la vía procesal ele-
gida por el accionante, a fin de brindar una tutela jurisdiccional urgente para proteger el
derecho al trabajo vulnerado.
Décimo cuarto.- Otro de los aspectos que refuerza la postura asumida por
esta Suprema Sala viene dada por la Décima Disposición Complementaria de la Ley
Nº 29497 que prescribe: “Conforme a lo establecido en la cuarta disposición final y
transitoria de la Constitución Política del Perú, los derechos laborales, individuales o
colectivos se interpretan de conformidad con la Declaración Universal de Derechos
Humanos y con los tratados y acuerdos internacionales sobre la materia ratificados por
el Perú, sin perjuicio de consultar los pronunciamientos de los órganos de control de
la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y los criterios o decisiones adopta-
dos por los tribunales internacionales constituidos según tratados de los que el Perú es
parte”. Es evidente que como se señala en el libro “Derecho Internacional del trabajo y
derecho interno. Manual de formación para jueces, juristas y docentes en Derecho”(37):
“Los ordenamientos jurídicos nacionales se abren más al derecho internacional de
los derechos humanos. Así varias constituciones recientes reconocen a los tratados
401
EL DESPIDO LABORAL
402
JURISPRUDENCIA
judicial efectiva, es decir, acceso a un tribunal), en virtud del cual se debe acudir a la
norma más amplia o a la interpretación más extensiva, cuando se trata de reconocer
derechos protegidos o, inversamente, a la norma o a la interpretación más restringida
cuando se trata de establecer restricciones permanentes al ejercicio de los derechos o
a su suspensión extraordinaria. Así, en los artículos 25 y 29 de la Convención Ameri-
cana de Derechos Humanos, se consagran los principios de Pro Actione en virtud del
cual “toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier recurso
efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen
sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Con-
vención, aún cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio
de sus funciones oficiales (...)”; y, en el Principio Pro Homine, en el sentido que ningu-
na norma de la Convención así como otros actos internacionales de la misma naturaleza
pueden ser interpretados por los Estados partes como facultados para limitar o excluir el
goce y ejercicio de los derechos y libertades reconocidos por los preceptos internaciona-
les de derechos humanos así como otros derechos y garantías del libre y pleno ejercicio
inherentes al ser humano.
Décimo sexto.- En consecuencia, no habiéndose verificado en el presente proceso
una vulneración al debido proceso y a la tutela jurisdiccional efectiva, al haberse trami-
tado el pedido de reposición formulado por el demandante conforme a las reglas proce-
sales que corresponden (proceso abreviado laboral), corresponde desestimar la causal
de infracción normativa del artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Estado,
concordante con el artículo 2 inciso 2 de la Ley Nº 29497, Nueva Ley Procesal del Tra-
bajo. En efecto, se verifica que el petitorio expreso formulado solicita la reposición en
el empleo y que como sustento del mismo expone la existencia de una relación a tiempo
indeterminado, no siendo por tanto esta una pretensión principal única o aislada a la del
pedido de reposición formulado, sino que como se mencionó, forma parte de la causa
petendi que lo sustenta. Asimismo, anótese que el recurso deviene en infundado, además
de lo expuesto, en la medida en que la parte demandada no solamente ha tenido la opor-
tunidad de ejercer su derecho de defensa oportunamente y en las etapas correspondien-
tes, sino que también no ha cuestionado la vía procesal en la que se tramitó el proceso.
IV. DECISIÓN:
Por estas consideraciones, declararon: INFUNDADO el recurso de casación inter-
puesto por la Municipalidad Provincial del Cusco, de fecha once de junio de dos mil
trece, obrante a fojas noventa y cinco; en consecuencia: NO CASARON la sentencia de
vista de fecha diecisiete de mayo de dos mil trece, obrante a fojas setenta y uno; en los
seguidos por don Leonardo Angulo Conza contra la Municipalidad Provincial del Cusco
sobre reposición; ORDENARON la publicación del texto de la presente resolución en
el diario oficial El Peruano, conforme al artículo 41 de la Ley Nº 29497, Nueva Ley
Procesal del Trabajo; y los devolvieron. Vocal Ponente: Acevedo Mena.
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EL DESPIDO LABORAL
CAS. Nº 8798-2013-MOQUEGUA
Lima, dos de diciembre de dos mil trece
404
JURISPRUDENCIA
3. CONSIDERANDO:
Primero.- En dicho sentido, atendiendo que la parte recurrente, denuncia la infrac-
ción normativa del derecho a un debido proceso, este Tribunal Supremo procederá
prima facie con el análisis de la precitada infracción, a efectos de determinar si la sen-
tencia emitida por el Colegiado Superior cumple con los estándares mínimos exigibles
de respecto a los elementos del derecho al debido proceso, o si por el contrario la misma
presenta defectos insubsanables que motiven la nulidad del fallo emitido, correspon-
diendo ordenar la renovación del citado acto procesal, o de ser el caso, la nulidad de
todo lo actuado hasta la etapa en que se cometió la infracción; ello conforme a lo previs-
to en el segundo párrafo del artículo 39 de la Ley N° 29497.
Segundo.- Refiere la parte recurrente que se ha vulnerado los derechos fundamen-
tales a un debido proceso y a la tutela jurisdiccional efectiva, puesto que los jueces de
mérito han rechazado la demanda, por supuestamente no haber precisado el tipo de des-
pido con arreglo a lo establecido por el Tribunal Constitucional, a pesar que en la propia
demanda indicó expresamente que se ha configurado un despido fraudulento, al habér-
sele atribuido inexistentes faltas graves al actor, así como un despido nulo por las causa-
les previstas en los incisos a) y d) del artículo 29 de la Ley de Productividad y Competi-
tividad Laboral, ya que el despido del accionante obedeció a su afiliación al sindicato y
trato discriminatorio por tal condición, modalidades de despido que son de competencia
del Juez Laboral conforme a las sentencias del Tribunal Constitucional N° 976-2001-
AA/TC y N° 0206-2005-PA/TC; agrega que no se ha tenido en cuenta el principio pro
homine, por medio del cual se opta claramente por la interpretación que mejor garantiza
los derechos humanos en su conjunto.
Tercero.- Al respecto, resulta adecuado precisar que, el artículo 139.3 de la Cons-
titución Política del Estado ha establecido como un derecho relacionado con el ejercicio
de la función jurisdiccional “La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccio-
nal”. Sobre esta el Tribunal Constitucional ha señalado que supone tanto el derecho de
acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido en la sentencia, mien-
tras que sobre aquel ha expresado que significa la observancia de los principios y reglas
esenciales exigibles dentro del proceso como instrumento de tutela de los derechos sub-
jetivos; resultando oportuno citar al respecto, la Sentencia N° 09727-2005-PHC/TC, del
seis de octubre del dos mil seis, fundamento 7 “(…) mientras que la tutela judicial efec-
tiva supone tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo
decidido en la sentencia, es decir, una concepción garantista y tutelar que encierra todo
lo concerniente al derecho de acción frente al poder-deber de la jurisdicción, el derecho
al debido proceso, en cambio, significa la observancia de los derechos fundamentales
esenciales (…) principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso como instru-
mento de tutela de los derechos subjetivos. El debido proceso tiene, a su vez, dos expre-
siones: una formal y otra sustantiva; en la de carácter formal, los principios y reglas que
lo integran tienen que ver con las formalidades estatuidas, tales como las que establecen
el juez natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la motivación;
en su faz sustantiva, se relaciona con los estándares de justicia como son la razonabili-
dad y proporcionalidad que toda decisión judicial debe suponer”.
405
EL DESPIDO LABORAL
406
JURISPRUDENCIA
Mina; y iii) se ordene el pago de una indemnización por daño patrimonial, equivalente a
los beneficios económicos dejados de percibir durante el periodo de despido.
Sétimo.- Como fundamentos fácticos de la demanda, el Sindicato demandante pre-
cisó que, la demandada desde un tiempo atrás viene vulnerando los derechos de los tra-
bajadores afiliados, creando un ambiente de trabajo intimidable, hostil u ofensivo, con-
figurando despidos viciados de inconstitucionalidad, citando a un grupo de trabajadores
que han sido despedidos precisamente por tal condición, dentro de los cuales se encuen-
tra don Eduardo Torres Cabrera. Agrega que, el afiliado en mención el veintitrés de
setiembre de dos mil doce, fue programado para operar el Volquete Komatzu 68 de 240
TM en turno nocturno de doce horas diarias obligatorias, y luego de dirigirse a la zona
de parqueo cercana a la Pala y cumplir con el ritual de costumbre, subió a la cabina y
puso en marca dicho volquete para luego trasladarse a la Pala 4, como indicaba la pan-
talla del Dispacht y la orden dada por el Supervisor, y al bajar por la rampa observó que
el Volquete avanzó rápidamente y no pudo controlarlo con el freno dinámico, optando
por inclinarse a la Berma Izquierda para detener el vehículo, pero es el caso que al cho-
car con dicha berma la arrasó y el volquete dio una vuelta de campana, cayendo consi-
go gran cantidad de mineral. Refiere que como consecuencia de ello, se le apertura un
procedimiento disciplinario que culminó con el despido del afiliado, mediante carta del
treinta y uno de octubre de dos mil doce, justificando dicho cese por causa relacionada
con su conducta; no obstante ello, alega la parte demandante, que dicho despido resul-
ta fraudulento, por ser evidente el ánimo perverso contra el agremiado, y nulo porque
tiene como motivo la condición de afiliado a su sindicato; asimismo, señala que se ha
vulnerado el debido procedimiento, puesto que en él han intervenido funcionarios que
no resultan competente para su iniciación y trámite, como el Jefe General de Operacio-
nes Mina, y la Jefa de Personal, cuando de conformidad con los artículos 60 y 153 del
Decreto Supremo Nº 055-2010-EM, dicha atribución es de competencia del Comité de
Seguridad; no existe ningún informe del Supervisor y Comité de Seguridad que susten-
te la prosecución del procedimiento de despido, y porque además la sanción adoptada
resultó irrazonable y desproporcionada.
Octavo.- Por resolución número uno, de fecha dieciocho de diciembre de dos mil
doce, de fojas treinta y seis a treinta y siete, el a quo declara inadmisible la demanda,
efectuando como observaciones, entre otras, que la parte demandante debe establecer la
clase de nulidad de despido conforme lo establece el precedente vinculante Baylón Flo-
res (STC Exp. Nº 206-2005-AA/TC), y además recomendaron al abogado de la parte
demandante identificar los anexos de la presente demanda conforme al inciso 6) del ar-
tículo 130 del Código Procesal Civil, bajo apercibimiento de declararse la conclusión
del proceso y su archivo; siendo que por resolución número dos, de fecha diez de enero
de dos mil trece, obrante de fojas sesenta y cinco, hace efectivo el apercibimiento con-
tenido en la resolución de inadmisibilidad de la demanda, y se rechaza la misma argu-
mentándose que: “revisado los actuados el demandante en su escrito de subsanación no
ha establecido la clase de nulidad de despido conforme al precedente vinculante Baylón
Flores proceso número 206-2005-AA, ya que el petitorio de la demanda no es claro e
impreciso, el mismo que es necesario para una mejor evaluación al momento de emitir
sentencia, asimismo se advierte que la demandante no existe constancia alguna donde se
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EL DESPIDO LABORAL
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JURISPRUDENCIA
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EL DESPIDO LABORAL
(39) Como es el caso de la Cas. N° 4800-2011-Moquegua, de fecha uno de julio (fundamento vigésimo), y la
Cas. N° 4596-2012-Lambayeque, de fecha ocho de abril de dos mil trece (fundamento décimo sétimo).
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JURISPRUDENCIA
Una aplicación literal de ese artículo (art. 29 del D. Leg. N° 728), sin
tomar en consideración los criterios jurisprudenciales desarrollados
por el Tribunal Constitucional, llevaría al absurdo de que las instancias
de mérito renuncien a su potestad de Jueces Constitucionales y se cen-
tren en la interpretación legalista de un dispositivo cuya única opción
indemnizatoria no es suficientemente protectora del derecho al trabajo.
411
EL DESPIDO LABORAL
sus fundamentos de la sentencia que anulan la misma, pues adecuar la demanda no sig-
nifica que se reproduzca la demanda en sus mismos términos y que en vez de la vía
constitucional se siga la vía laboral, sino que significa que se adecúe la pretensión a las
disposiciones de la Ley Procesal Laboral; de lo contrario, no tendría objeto que se vuel-
va a pedir reposición laboral si en la vía constitucional no la ampararon; b) Inaplica-
ción del artículo 29 del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo número 728.
Indica que dicha disposición debió aplicarse a fin de declarar improcedente la deman-
da, ya que la actora no ha acreditado ningún supuesto del artículo 29 para pretender su
reposición; por el contrario si alega despido arbitrario solo procede la indemnización
pecuniaria; c) Contradicción con otra resolución de la Corte Suprema en un caso
similar. Indica que no se ha aplicado la Sentencia del Tribunal Constitucional emitido
en el expediente número 2817-2008-AA/TC, por cuanto dicha sentencia establece que la
reconducción de las demandas de amparo, proceden únicamente en aquellos casos que
se encontraba en trámite al veintidós de diciembre del dos mil cinco, fecha en que fue
publicada la sentencia recaída en el Expediente número 0206-2005-AA/TC, que estable-
ce los criterios de procedibilidad de las demanda de amparo, interpuesta contra un acto
de despido por presunta falta grave, sin reconducir el caso a la vía judicial ordinaria; por
consiguiente todo nuevo proceso de amparo sobre impugnación de despido que se haya
iniciado después de la fecha indicada y que luego haya sido declarada improcedente, no
será remitido al Juzgado Laboral, sino que deberá disponerse su archivo definitivo.
3. CONSIDERANDO:
Primero.- Antes del análisis de los requisitos de fondo es necesario precisar que
el recurso de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
solo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no en cuestiones fácti-
cas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fines esenciales –a decir
del artículo 54 de la Ley Procesal del Trabajo, Ley número 26636, modificado por la
Ley número 27021– la correcta aplicación e interpretación de las normas materiales del
Derecho Laboral, Previsional y de Seguridad Social y, la unificación de la jurispruden-
cia laboral nacional por la Corte Suprema de Justicia de la República; en ese sentido
su fundamentación por parte del recurrente debe ser clara, precisa y concreta indican-
do ordenadamente cuales son las causales denunciadas, las mismas que no pueden estar
orientadas a una revaloración de los elementos fácticos ni de los medios probatorios
dado que aquello desnaturalizaría el presente recurso.
Segundo.- Que, con respecto a la denuncia formulada en el literal a) del nume-
ral 2 de la presente resolución, aquel cumple con los requisitos establecidos en el inciso
c), del artículo 58, de la Ley número 26636, resultando procedente para un análisis de
fondo.
Tercero.- En cuanto a la denuncia formulada en el literal b) del referido nume-
ral, corresponde señalar que para la procedencia del recurso de casación por inaplica-
ción de una norma, aquellas deben ser pertinentes para la solución del caso en concre-
to. Es decir, que la impugnante demuestre que el supuesto hipotético de esas normas
son aplicables a la cuestión fáctica establecida en autos, y como su aplicación modi-
ficaría el resultado del proceso; presupuesto que no se verifica en el presente caso por
cuanto, como lo han establecido las instancias de mérito y como también lo sostiene el
412
JURISPRUDENCIA
propio recurrente, nos encontramos ante un supuesto de despido arbitrario lo que difiere
sustancialmente del establecido en la norma materia de denuncia, (el cual prescribe los
supuestos de despido nulo) no siendo esta, por tanto, pertinente para la solución del pre-
sente caso, razones que llevan a desestimar el recurso en este extremo.
Cuarto.- Con relación a la denuncia formulada en el literal c) del mencionado
numeral 2, cuando se denuncia la contradicción con otras resoluciones expedidas por la
Corte Suprema de Justicia o las Cortes Superiores, pronunciadas en caso objetivamen-
te similares, aquella debe estar sustentada en las causales establecidas en el mismo ar-
tículo 56 referido, lo que no sucede en el caso de autos, todo lo cual lleva a desestimar
el presente agravio, tanto más si el recurrente se limita solo a citar sentencias del Tribu-
nal Constitucional sin realizar un mayor desarrollo respecto de aquellas, careciendo su
recurso de claridad y precisión.
Quinto.- Que, con respecto a la causal declarada procedente, corresponde señalar
que dicha causal de inaplicación de una norma de derecho material se configura cuando
concurren los siguientes supuestos: i) el juez, por medio de una valoración conjunta y
razonada de las pruebas, establece como probado ciertos hechos alegados por las partes
y relevantes del litigio; ii) que estos hechos guardan relación de identidad con determi-
nados supuestos fácticos de una norma jurídica material; iii) que no obstante esta rela-
ción de identidad (pertinencia de la norma) el juez no aplica esta norma (específicamen-
te, la consecuencia jurídica) sino otra distinta, resolviendo el conflicto de intereses de
manera contraria a los valores y fines del derecho y, particularmente, lesionando el valor
de justicia.
Sexto.- El artículo 34 del Decreto Supremo número 003-97-TR disposición materia
de denuncia preceptúa que: “El despido del trabajador fundado en causas relacionadas
con su conducta o su capacidad no da lugar a indemnización. Si el despido es arbitra-
rio por no haberse expresado causa o no poderse demostrar esta en juicio, el trabaja-
dor tiene derecho al pago de la indemnización establecida en el artículo 38, como única
reparación por el daño sufrido. Podrá demandar simultáneamente el pago de cualquier
otro derecho o beneficio social pendiente. En los casos de despido nulo, si se declara
fundada la demanda el trabajador será repuesto en su empleo, salvo que en ejecución de
sentencia, opte por la indemnización establecida en el artículo 38”.
Sétimo.- Dicha disposición, ha sido objeto de interpretación por parte del Tribunal
Constitucional, señalando en un primer momento que: “el segundo párrafo del artículo
34 del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo número 728, Ley de Producti-
vidad y Competitividad Laboral, Decreto Supremo número 003-97-TR, establece que
frente a un despido arbitrario corresponde una indemnización “como única reparación”.
No prevé la posibilidad de reincorporación. El denominado despido ad nutum impone
solo una tutela indemnizatoria. Dicha disposición es incompatible con la Constitución
Política del Estado, a juicio de este Tribunal, por las siguientes razones: a) El artículo
34, segundo párrafo, es incompatible con el derecho al trabajo porque vacía de conteni-
do este derecho constitucional. En efecto, si, como quedó dicho, uno de los aspectos del
contenido esencial del derecho al trabajo es la proscripción del despido salvo por causa
413
EL DESPIDO LABORAL
(40) Fundamento jurídico 12, de la Sentencia expedida en el Expediente Nº 1124-2001-AA/TC, caso Sindi-
cato Unitario de Trabajadores de Telefónica del Perú S.A, de fecha once de setiembre de dos mil dos.
(41) Fundamento Jurídico 7, de la sentencia emitida en el Expediente Nº 0206-2005-AA/TC, caso Baylón
Flores, publicado el catorce de diciembre de dos mil cinco.
(42) Ibídem, fundamento jurídico 5.
414
JURISPRUDENCIA
tales demandas conforme al proceso laboral que corresponda según la Ley núme-
ro 26636, observando los principios laborales que se hubiesen establecido en la
jurisprudencia laboral y los criterios sustantivos en materia de derechos constitu-
cionales que este Colegiado ha consagrado en su jurisprudencia para casos labo-
rales individuales del régimen privado (cfr. fundamentos 36 y 38 de la STC Exp.
Nº 0206-2005-PA/TC)” (negritas son nuestras). Dicha sentencia es la que motivó el
presente proceso, y en la cual se sustentaron las instancias de mérito para estimar la
demanda de reposición propuesto por la parte actora.
Décimo Segundo.- En atención a todo ello, esta Sala Suprema considera necesario
recalcar, que, en el presente caso, se ha cumplido con el criterio del Tribunal Constitu-
cional establecido en el Expediente número 0976-2001-AA/TC citado; en consecuencia,
resulta infundada la causal de inaplicación de una norma de derecho material propues-
ta; por cuanto, no obstante observarse dicha relación de identidad con la norma mate-
ria de denuncia, y la relación de identidad con los supuestos fácticos establecidos con
el mismo, una aplicación literal de ese artículo, sin tomar en consideración los crite-
rios jurisprudenciales desarrollados por el Tribunal Constitucional, llevaría al absurdo
de que las instancias de mérito renuncien a su potestad de Jueces Constitucionales y se
centren en la interpretación legalista de un dispositivo cuya única opción indemnizatoria
no es suficientemente protectora del derecho al trabajo.
4. DECISIÓN
Por tales consideraciones, en aplicación del artículo 59 de la Ley número 26636
modificado por la Ley número 27021, declararon INFUNDADO el recurso de casación
interpuesto a fojas trescientos once por el Seguro Social de Salud - EsSalud median-
te escrito de fojas trescientos once, contra la resolución de fecha dieciocho de setiembre
de dos mil nueve, corriente a fojas doscientos noventa y uno, expedida por la Sala Espe-
cializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Ancash; MANDARON publicar
la presente resolución en el diario oficial El Peruano; en los seguidos contra doña Rosa-
rio Del Carmen Pajuelo Villarreal sobre Pago de Remuneraciones y otra; y los devolvie-
ron.- Vocal Ponente: Távara Córdova.
415
EL DESPIDO LABORAL
416
JURISPRUDENCIA
III. CONSIDERANDO:
Primero.- La protección contra el despido ha sido siempre un tema de análisis
constante a lo largo de los años. A nivel internacional, los instrumentos internacionales
reconocen el derecho al trabajo como la protección contra el despido. Así tenemos, la
Declaración Universal de Derechos Humanos(43) que proclama no solo el derecho al tra-
bajo sino la necesidad de contar con un régimen de protección; y, el artículo 23 estable-
ce que “Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condi-
ciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo”. Por
su parte, el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales(44),
dispone en el artículo 6 “Los Estados Parte del presente Pacto reconocen el derecho a
trabajar, que comprende el derecho de toda persona a tener la oportunidad de ganarse la
vida mediante un trabajo libremente escogido o aceptado, y tomarán medidas adecuadas
para garantizar este derecho”. De otro lado, en el Sistema Interamericano de Protección
de los Derechos Humanos, la Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto de
San José de Costa Rica) y su Protocolo Adicional en materia de Derechos Económicos
Sociales y Culturales (Protocolo de San Salvador(45)) ambos ratificados por el Perú, sí se
proclamaron parámetros específicos para la protección del derecho al trabajo al mismo
tiempo que se le reconoce como un Derecho económico social y cultural. En efecto, en
lo relativo al derecho al trabajo y a la protección contra el despido, el Perú quedó obli-
gado a acatar lo dispuesto en el artículo 7 (Condiciones justas, equitativas y satisfacto-
rias de trabajo) del Protocolo de San Salvador, que prescribía: “Los estados partes en
el presente Protocolo reconocen que el derecho al trabajo (...) supone que toda perso-
na goce del mismo en condiciones justas, equitativas y satisfactorias de trabajo, para
lo cual dichos estados garantizarán en sus legislaciones nacionales de manera particu-
lar: (...) d) La estabilidad de los trabajadores en sus empleos, de acuerdo con las carac-
terísticas de las industrias y profesiones y con las causas de justa separación. En casos
de despido injustificado, el trabajador tendrá derecho a una indemnización o a la read-
misión en el empleo o cualquier otra prestación prevista por la legislación nacional”.
En el ámbito regional europeo, el Protocolo Adicional a la Carta Social Europea esta-
blece en el artículo 1: “Con el fin de garantizar el ejercicio efectivo del derecho a la
igualdad de oportunidades y de trato en materia de empleo y de profesión, sin discri-
minación por razones de sexo, las Partes se comprometen a reconocer ese derecho y a
tomar las medidas adecuadas para garantizar o promover su aplicación en los siguientes
campos: acceso al empleo, protección contra el despido y reinserción profesional (...)”.
Como se advierte, estos instrumentos internacionales no establecen un esquema espe-
cial “obligatorio” de tutela contra el despido, como es el caso de la opción resarcito-
ria (estabilidad relativa) o restitutoria (estabilidad absoluta); sino que por el contrario,
se resalta que la elección de cualesquiera de las consecuencias jurídicas antes anotadas
(43) 1 De fecha 10 de diciembre de 1948, aprobada por el Perú mediante Resolución Legislativa Nº 13282 de
fecha 15 de diciembre de 1984.
(44) Aprobado por el Perú mediante el Decreto Ley Nº 22129.
(45) Desde el 16 de noviembre de 1999, en que el Protocolo de San Salvador alcanza el número de ratifica-
ciones necesarias para entrar en vigor, forma parte del ordenamiento legal peruano, conforme a lo expre-
samente señalado por el artículo 55 de la Constitución vigente.
417
EL DESPIDO LABORAL
418
JURISPRUDENCIA
Cuarto.- De ese modo, resulta indicativo señalar, que dentro del estudio de la juris-
prudencia constitucional esbozada en las últimas tres décadas, se evidencia que antes
de la expedición de la primera resolución mencionada, el Tribunal Constitucional en el
Expediente Nº 1112-98-AA/TC del enero de mil novecientos noventa y nueve, delimi-
ta un concepto utilizado en otras sentencias: la vulneración del derecho fundamental del
debido procedimiento en el despido arbitrario como causal de reposición en el puesto
de trabajo(46). Así, la línea jurisprudencial que esboza el Tribunal Constitucional, cuenta
con algunos antecedentes en los años noventa, es el caso de los pronunciamientos recaí-
dos en los Expedientes Nº 582-97-AA/TC-ICA; Nº 791-1996-AA/ TC-Lima y Nº 773-
99-AA/TC-Lima, en donde el Tribunal Constitucional expresa una tutela al derecho a
la defensa y al debido proceso dentro de la relación de trabajo así como una postura
de protección al trabajador desde el ámbito constitucional, lo dicho sin embargo no es
óbice para asegurar con cierto grado de certeza que “su andadura se inicia con la senten-
cia del once de Julio de dos mil dos, consolidándose a través de la sentencia del trece de
marzo de dos mil tres, cuya doctrina es mantenida hasta la fecha por el Tribunal Consti-
tucional con ligeros ajustes en su aplicación, introducidos por la sentencia del –veintio-
cho de noviembre de dos mil cinco– Expediente número 0260-2005-PA/TC. Caso César
Antonio Baylón contra la Empresa Prestadora de Servicios Emapa Huacho - con el fin
de ajustarla a la nueva configuración de la acción de amparo derivada de la entrada en
vigor del Código Procesal Constitucional aprobado en mayo del dos mil cuatro”(47).
Quinto.- En el caso Fetratel, el Tribunal Constitucional interpretó el artículo 34 del
Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728, aprobado por Decreto Supre-
mo Nº 003-97-TR, en relación a lo prescrito por los artículos 22 y 27 de la Constitu-
ción Política del Estado, y determinó que dicha norma no resultaba compatible con la
Constitución Política del Estado, pues reconocer a la indemnización como única opción
reparadora frente a un despido arbitrario, negaba la posibilidad de la eficacia restitutoria
que obtendría un trabajador mediante la reposición en su puesto de trabajo, consecuen-
cia evidente de la protección que obtendría en sede constitucional un trabajador vícti-
ma de un despido lesivo de derechos constitucionales. Este criterio expuesto por el Tri-
bunal Constitucional, que determinó a decir de muchos, la restitución de un esquema
de estabilidad laboral absoluta, fue posteriormente modificado mediante la resolución
de aclaración del citado proceso, expedida el dieciséis de setiembre del mismo año. En
dicha resolución, tal como lo señala Javier Ricardo Dolorier Torres(48), se dejó de lado
(46) TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge Luis; AGUI REYNOSO, Héctor David y ARELLANO MORI, Luis
Eduardo. “Impacto de las sentencias laborales del Tribunal Constitucional sobre el Mercado de Trabajo
2002-2004”. (2004) <www.congreso.gob.pe/biblio/ pdf/Apoyo/2003/Tribunal_Constitucional.pdf>;
noviembre, p. 25.
(47) SANGUINETI RAYMOND, Wilfredo. “La protección de los Derechos laborales en la Constitu-
ción Peruana de 1993”. En: Derechos Laborales, Derechos Pensionario y Justicia Constitucional.
II Congreso Nacional de la Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, 2006,
pp. 88-89.
(48) DOLORIER TORRES, Javier Ricardo. “Evolución de la Protección Constitucional al Derecho al Trabajo
en la jurisprudencia del TC a partir de la vigencia del Código Procesal Constitucional. Del caso Fetratel
al caso Baylón Flores”. En: Derechos Laborales, Derechos Pensionario y Justicia Constitucional. Ob.
cit., pp. 639-656.
419
EL DESPIDO LABORAL
(49) Dentro del marco de interpretación constitucional, se reconoce la necesidad imperante de que en la
solución de conflictos judicializados en sede constitucional (extendida a sede judicial), se recurran a los
principios de: 1) Concordancia Práctica (STC Exp. Nº 5854-2005-PA/TC (f. j. 12. b)); 2) Principio de
corrección funcional (STC Exp. Nº 5854-2005-PA/TC (f. j. 12. c)); 3) Principio de fuerza normativa de
420
JURISPRUDENCIA
la Constitución (STC Nº 5854-2005-PA/TC (f. j. 12. e)); 4) Principio de función integradora (STC Exp.
Nº 5854-2005-PA/TC (f. j. 12.d)); y, 5) Principio de unidad de la Constitución (STC Exp. Nº 04747-
2007-HC/TC (f. j. 5) y STC Nº 5854-2005-PA/TC (f. j. 12. a)).
(50) COUTURE, Eduardo citado por RAMÍREZ JIMÉNEZ, Nelson. “La administración de justicia en el
Perú, luces y sombras”. Artículo publicado en el portal web de la Academia de la Magistratura del Perú.
Véase: <http://www.amag.edu.pe/web/html/servicios/archivos_artículos/2001/Ramirez_La_ administraci
%C3%B3n_de_justicia.htm>.
(51) SANGUINETI RAYMOND, Wilfredo. Derecho Constitucional del Trabajo. Relaciones de trabajo en la
Jurisprudencia del Tribunal Constitucional. Gaceta Jurídica, Lima, 2007, pp. 16-17.
421
EL DESPIDO LABORAL
de las que gozan los justiciables en un proceso constitucional, como sería el amparo,
sino que por el contrario, al ser un proceso lato o más largo, genera la posibilidad de
que ambas partes estructuren un andamiaje probatorio y argumentativo que posibilite la
mejor comprensión del conflicto en sí, dicho de otro modo, de las específicas circuns-
tancias en que el despido, alegado como incausado o fraudulento, se produjo a efec-
to de que el órgano jurisdiccional resuelva la litis “en justicia”; precisamente esta idea
de “garantismo procesal” es el que ha motivado que, el propio Tribunal Constitucio-
nal, haya permitido que el juez ordinario laboral conozca estas pretensiones de impug-
nación de despido, cuando las mismas necesiten de estación probatoria; lo que deriva,
sin duda alguna, de su naturaleza como jueces constitucionales laborales(52). Adicional-
mente, cabe añadir que, abona al razonamiento precedente el hecho de que el propio Tri-
bunal Constitucional, con la Sentencia Nº 1124-2001-AA/TC, en su fundamento doce,
interpretando el segundo párrafo del artículo 34 de la Ley de Productividad y Competi-
tividad Laboral, indicó que restringir la consecuencia jurídica en la extinción –sin invo-
cación de causa– de los contratos de trabajo únicamente a la indemnización prevista en
ley, resultaba inexorablemente constitucional, ello se entiende, en el propio marco cons-
titucional en el que está estructurada la protección del despido en nuestro sistema jurí-
dico, relacionado con lo previsto en los artículos 22 y 27 de la Constitución Política del
Estado sobre el derecho al trabajo y a la adecuada protección frente al despido arbitra-
rio; en efecto, si bien no se ha declarado formalmente la inconstitucionalidad del citado
artículo, en tanto en aquel proceso no se ventilaba una pretensión de esa naturaleza, sin
embargo, la interpretación efectuada sirve de base en el presente caso, para dar firme-
za a la idea de que en sede judicial, y no solo en la constitucional, es posible ordenar la
reposición de un trabajador quien haya invocado la existencia de un despido incausado
o fraudulento, según sea el caso.
Décimo.- Pero también, aunado a lo que antecede, esta particular vocación de la
judicatura laboral a ser los llamados “primeros guardianes de la Constitución”, habilita a
los mismos a que, en la aplicación de los productos normativos(53) y no normativos(54) en
(52) Esta posición de aceptar la posibilidad de brindar tutela restitutoria a un trabajador que solicite la misma,
vía del proceso laboral, aduciendo la existencia de un despido incausado y fraudulento, ha sido ya objeto
de pronunciamiento previo en la Casación Nº 580-2011; así como parte de las conclusiones en el Tema
Nº 1, apartado a), al señalarse que “Los jueces de trabajo en los procesos laborales ordinarios regulados
por la Ley Procesal del Trabajo, Ley Nº 26636, están facultados para conocer los procesos de impugna-
ción o nulidad de despido incausado o despido fraudulento, que de ser fundado tengan como consecuen-
cia la reposición del trabajador al centro de trabajo”; y, apartado b), cuando concluye que “Los jueces
de trabajo están facultados para conocer de la pretensión de reposición en casos de despido incausado
o despido fraudulento, en el proceso abreviado laboral, siempre que la reposición sea planteada como
pretensión principal única”.
(53) Estos surgen de un acto o hecho. En el primero de los casos, nos referimos a la ley; y, en el segundo a la
costumbre. En: NEVES MUJICA, Javier. “Introducción al Derecho del Trabajo”. Fondo Editorial PUCP,
Lima, 2012, p. 103.
(54) Estos al igual que los productos normativos, pueden surgir de un acto (que puede ser unilateral o bilate-
ral) o de un hecho. En el primero de los casos, cuando se origina de un acto unilateral, estamos ante una
concesión del empleador; y, en el segundo, ante un acuerdo entre este y el trabajador; y, si nace de un
hecho tenemos lo que la doctrina llama la consolidación por el transcurso del tiempo: un beneficio que
se convierte en obligatorio por su otorgamiento reiterado a un trabajador o algunos, que sean concretos y
determinados. En: NEVES MUJICA, Javier. Ob. cit., p. 176.
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JURISPRUDENCIA
(55) BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. La Cláusula de Estado Social en la Constitución. Análisis de los
Derechos Fundamentales Laborales. Fondo Editorial PUCP, Lima, 2011, p. 353.
(56) GUASTINI, Ricardo. Estudios sobre la Interpretación Jurídica. Editorial Porrúa, México DF, pp. 25-34.
(57) Ibídem, pp. 35-42.
423
EL DESPIDO LABORAL
dentro aquel y que, prima facie, no se encontraría regulado. Empero lo que diferencia a
este tipo de argumentación reside en que el intérprete deberá justificar que para el caso
que, aparentemente, no se encontraría regulado por el supuesto de hecho de la norma,
le corresponde con mucha más razón, las consecuencias previstas para aquel que sí se
encuentra regulado en el dispositivo normativo. Para efectos del presente caso, se hará
uso de la interpretación correctora, en su manifestación de interpretación extensiva, a
efectos de verificar si el supuesto de despido incausado se encuentra dentro del supuesto
de hecho del artículo 34 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR y, por tanto, analizar si le
son aplicables las mismas normas a las que se encuentra sujeto dicho dispositivo.
Décimo segundo.- Tenemos que, el artículo 34 del Texto Único Ordenado del
Decreto Legislativo Nº 728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral (aproba-
do por Decreto Supremo Nº 003-97- TR), señala que “El despido del trabajador funda-
do en causas relacionadas con su conducta o su capacidad no da lugar a indemnización.
Si el despido es arbitrario por no haberse expresado causa o no poderse demostrar
esta en juicio, el trabajador tiene derecho al pago de la indemnización establecida en
el artículo 38, como única reparación por el daño sufrido. Podrá demandar simultánea-
mente el pago de cualquier otro derecho o beneficio social pendiente. (...)”. Se constata
entonces que, el artículo antes glosado tiene dos supuestos normativos: el despido “sin
causa” (o incausado) y el despido “con causa pero no demostrada en juicio” (injustifi-
cado). Así las cosas, conviene recordar que, respecto del primero (despido incausado),
según el análisis jurisprudencial constitucional que este Supremo Tribunal ha desarrolla-
do en los considerandos tercero a sétimo de la presente sentencia casatoria, ya existe un
pronunciamiento inequívoco respecto a la imposibilidad de brindarse únicamente tute-
la resarcitoria a dicha categoría de despido, pues como se señaló en aquella oportunidad
en el caso Fetratel, modificado mediante la resolución de aclaración del citado proceso
expedida el dieciséis de setiembre del mismo año, el Tribunal Constitucional interpretó
el artículo 34 del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728, aprobado por
Decreto Supremo Nº 003-97-TR, y determinó que dicha norma no resultaba compatible
con la Constitución Política del Estado, pues no podía reconocerse a la indemnización
como única opción reparadora frente a un despido incausado, al existir directa vulnera-
ción de los artículos 22 y 27 de la Constitución Política del Estado, y motivo por el que
además le correspondía una tutela restitutoria, la misma que, atendiendo a lo expuesto
en los considerandos octavo y noveno, puede ser dispensada en sede judicial. En tal sen-
tido, es válido concluir en que, de cara a los pronunciamientos del Tribunal Constitucio-
nal en la fértil jurisprudencia sobre el despido que se ha venido construyendo en la últi-
ma década y que ha tenido recepción por parte de esta Suprema Sala al dispensar tutela
restitutoria en los casos señalados (despidos nulos, incausados o fraudulentos), nuestro
ordenamiento jurídico ha contemplado que dentro de la categoría de despido nominado
como “arbitrario”, encontremos dos subtipos, los del despido incausado (con tutela res-
titutoria, según lo antes anotado); y, el despido injustificado (con tutela resarcitoria).
Décimo tercero.- En este orden de ideas, el artículo 36 del Texto Único Ordenado
del Decreto Legislativo Nº 728, aprobado por Decreto Supremo Nº 003-97-TR; norma
cuya infracción se denuncia en el presente recurso casatorio bajo el argumento de que
no estaría contemplado el plazo de caducidad para los despidos incausados; no encuen-
tra sustento en los actuados. En primer término porque, de la redacción utilizada en el
424
JURISPRUDENCIA
(58) BEJARANO HERNÁNDEZ, Andrés. La caducidad en el Derecho Laboral. Aranzadi Social, Pamplona,
1995, p. 68.
(59) ESQUIAGA GANUZAS, Francisco Javier. Argumentación e Interpretación. La motivación de las deci-
siones judiciales. Grijley, Lima, pp. 18-19.
425
EL DESPIDO LABORAL
426
JURISPRUDENCIA
misma que a decir del impugnante estaría estableciendo un criterio respecto de la dife-
renciación entre el despido arbitrario y el despido incausado, y que estaría en abierta
“contradicción” con el fallo emitido en la presente sentencia. Al respecto, anótese que
una sentencia judicial como resolución que adquiere la condición de cosa juzgada (y
en la que se entienden expuestos los criterios jurídicos a que se vinculan con posteriori-
dad los jueces que la suscribieron, al resolver casos posteriores), necesita que la misma
resuelva el fondo de la controversia; dicho de otro modo, que en la sentencia respecto
de la cual se predique su condición de cosa juzgada, se declaren o constituyan derechos
a favor de una u otra parte procesal. En el presente caso, se observa que el fallo emitido
en la referida casación no constituye antecedente jurisprudencial válido o vinculante
para esta Suprema Sala, en la medida en que el mismo no resuelve el conflicto sino por
el contrario, emite un pronunciamiento anulatorio respecto de las sentencias de méri-
to emitidas en dicho proceso judicial, disponiendo la nulidad de la sentencia de vista y
sentencia de primera instancia al constatarse una vulneración del deber de motivación
que se exige a nivel constitucional (artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del
Perú) e infraconstitucional (artículos 122 inciso 3 del Código Procesal Civil y 12 del
Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial). En dicho orden de ideas,
no puede entonces sustentar la tesis de la existencia de pronunciamiento judicial que
avale la imposibilidad de considerar al despido incausado como parte de la categoría de
despido arbitrario; por tanto la misma debe desestimarse.
IV. DECISIÓN
Por estas consideraciones, declararon: INFUNDADO el recurso de casación inter-
puesto por don Frank Rene Loayza Soto, de fecha once de junio de dos mil trece, obran-
te a fojas doscientos cuarenta y ocho; en consecuencia, NO CASARON la resolución
de vista de fecha veintidós de mayo de dos mil trece, obrante a fojas doscientos vein-
tiséis; en los seguidos por don Frank Rene Loayza Soto contra la Corporación Aceros
Arequipa Sociedad Anónima sobre reposición; MANDARON publicar la presente reso-
lución en el diario oficial El Peruano conforme al artículo 41 de la Ley Nº 29497; y los
devolvieron. Vocal Ponente Acevedo Mena.
427
EL DESPIDO LABORAL
428
JURISPRUDENCIA
(63) Aprobado por Resolución Legislativa Nº 26448, de veintiocho de abril de mil novecientos noventa y
cinco. Instrumento de Ratificación, depositado el cuatro de junio de mil novecientos noventa y cinco.
Entrada en vigencia el dieciséis de noviembre de mil novecientos noventa y nueve.
(64) No ratificado por el Perú.
(65) Las recomendaciones actúan como directrices no vinculantes. En muchos casos, un convenio establece
los principios básicos que deben aplicar los países que lo ratifican, mientras que una recomendación
complementa al convenio, proporcionando directrices más detalladas sobre su aplicación. Las recomen-
daciones también pueden ser independientes, es decir, no vinculadas a ningún convenio. En: Las Reglas
de Juego. Una breve introducción a las normas internacionales de trabajo. Organización Internacional
de Trabajo (OIT). Edición Revisada, 2009, p. 16.
(66) Expediente Nº 00218-2002-HC/TC, fundamento jurídico 2.
429
EL DESPIDO LABORAL
430
JURISPRUDENCIA
(73) “En cuanto se refiere a la causal del despido, dicha norma no estableció diferencia de trato entre el tra-
bajador de confianza y el trabajador común, pues, en ambos casos, el despido del trabajador, solo era
válido si estaba fundado en una falta grave u otra causa justa, señalada taxativamente por la ley. De esta
manera, desechó, por consiguiente, considerar la ‘pérdida’ o ‘retiro’ de confianza como motivo idóneo
para extinguir el contrato de trabajo del empleado de dirección o confianza. (...) existió, sin embargo,
una diferencia de trato en cuanto a la protección frente al despido injustificado, pues al trabajador de
confianza, solo se le reconoció el derecho a una tutela resarcitoria, mediante una indemnización por el
despido, mientras que el trabajador común podía optar entre esta o una tutela restitutoria que se expre-
saba en la reposición en su puesto de trabajo. En suma, el trabajador de confianza gozaba de estabilidad
laboral relativa y el trabajador común de estabilidad laboral absoluta”. En: BLANCAS BUSTAMENTE,
Carlos. El despido en el Derecho Laboral peruano. 3ª edición, Jurista Editores E.I.R.L., marzo de 2013,
p. 613.
431
EL DESPIDO LABORAL
Sétimo.- Ello es así en tanto “al no relacionarse la pérdida de confianza con una
causa, de carácter objetivo y, por tanto, susceptible de demostración, se configura como
una motivación enteramente subjetiva, y hasta secreta, pues el empleador no estaba obli-
gado a explicar ni, menos aún, a probar la suficiencia de ella para disolver la relación
laboral”(74). Por estos motivos es que, para la doctrina laboral mexicana, se exige “que si
se despide a un trabajador invocando este fundamento será indispensable que el patrón
pruebe la existencia de un motivo razonable de pérdida de confianza (...) por motivo
razonable debe entenderse una circunstancia de cierto valor objetivo, susceptible de
conducir, razonablemente, a la pérdida de la confianza, no obstante que no constituya
una de las causales generales previstas en la Ley”(75). De la misma opinión es Néstor De
Buen, quien refiriéndose a la causal especial de rescisión prevista en el artículo 185 de
la Ley Federal del Trabajo, que posibilita al patrón la potestad de rescindir la relación
laboral si existiese un motivo razonable de pérdida de confianza (norma cuyo contenido
se asemeja a la justificación que da la recurrente para validar el despido del demandan-
te), señala que esta –aludiendo al derecho del empleador de despedir al trabajador invo-
cando “pérdida de confianza”–, “no atribuye a los patrones una facultad discrecional. En
todo caso es necesario que exista un motivo objetivo”(76). Este “motivo objetivo”, será
entonces, un hecho o conducta comprobable y medible, que origine la “pérdida de con-
fianza” del empleador, y como tal su decisión de prescindir de los servicios de este tipo
de trabajadores (dirección y confianza); sin perjuicio, claro está, de la posibilidad de que
a estos se les impute las faltas relacionadas con la capacidad y la conducta previstas en
los artículos 23 y 24 del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728, aproba-
do por el Decreto Supremo Nº 003-97-TR.
Octavo.- Este criterio de dispensar tutela resarcitoria, incluso al personal de direc-
ción y confianza, ha sido desarrollada por el Tribunal Constitucional, al interpretar los
alcances del artículo 27 de la Constitución Política del Estado, en el Expediente Nº 206-
2005-AA/TC, caso César Antonio Baylón Flores, publicada el catorce de diciembre de
dos mil cinco en el diario oficial El Peruano y en el Expediente Nº 976- 2001-AA/TC,
publicada el nueve de mayo de dos mil tres en el mismo diario, donde se ha precisa-
do que: “se reconoce el derecho del trabajador a la ‘protección adecuada’ contra el des-
pido arbitrario”, resoluciones en las cuales no se ha dado ninguna restricción sobre el
pago de la indemnización por despido arbitrario a los trabajadores de confianza. En
el mismo horizonte se ha pronunciado en el Expediente Nº 03501-2006-PA/TC, en el
que indicó que “(...) si un trabajador desde el inicio de sus labores conoce de su cali-
dad de personal de confianza o dirección, o por el hecho de realizar labores que impli-
que tal calificación, estará sujeto a la confianza del empleador para su estabilidad en el
empleo, de lo contrario solo cabría la indemnización o el retiro de la confianza depo-
sitada en él (...)”(77) (resaltado nuestro). En el Expediente Nº 3572-2005-AA/TC, señala
432
JURISPRUDENCIA
433
EL DESPIDO LABORAL
del Trabajo - OIT que “los trabajadores excluidos del campo de aplicación del Conve-
nio han de regirse, en cuanto a sus condiciones de empleo, por un régimen especial que,
en conjunto, les garantice una protección por lo menos equivalente a la que prevé el
Convenio, lo que supone la existencia de disposiciones especiales que alcancen o reba-
sen, en conjunto, el nivel de protección fijado por el instrumento”(84). En el caso perua-
no, nuestra legislación no ha establecido un régimen especial aplicable a los trabajado-
res de confianza o dirección, así como tampoco un conjunto de medidas que dispensen a
estos un nivel de protección adecuada contra el despido. En tal medida, nada obsta para
que les sea aplicable la protección constitucional prevista en el artículo 27 de la Carta
Magna, y se les otorga una tutela adecuada contra el despido arbitrario.
Décimo.- Teniendo en cuenta, entonces, el marco internacional así como nacio-
nal (constitucional y legal), es que este Supremo Tribunal reitera que la indemniza-
ción por despido arbitrario, prevista en el artículo 34 concordante con el artículo 38 del
Texto Único Ordenado de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral aproba-
do mediante el Decreto Supremo Nº 003-97-TR, y que es concebida como una repara-
ción del daño ocasionado al trabajador por la disolución abusiva e ilegal del contrato por
parte de su empleador; interpretada sistemáticamente con las que emanan de las dispo-
siciones contenidas en los artículos 43 y 44 del mismo cuerpo normativo, que concep-
tualizan al personal de dirección y a los trabajadores de confianza; no limita a aquellos,
la protección adecuada contra el despido arbitrario al que se refiere el artículo 27 de la
Constitución Política del Estado; por todo lo cual corresponde declarar infundado el
recurso de casación por la denuncia descrita en el literal c), pues como se indicó pre-
cedentemente, la interpretación sistemática de estas y las normas constitucionales sobre
protección ante el despido arbitrario, además de la jurisprudencia constitucional y casa-
toria existentes al respecto, no establecen limitaciones acerca de la posibilidad de que
los trabajadores de confianza puedan acceder a la indemnización tarifada ante la exis-
tencia de un despido arbitrario que se base únicamente en el retiro de la confianza como
causal de extinción unilateral del contrato de trabajo.
Décimo primero: La conclusión que antecede no se ve enervada en modo algu-
no por la norma a la que alude la parte recurrente como argumento de la causal descri-
ta en el literal b); en tanto aquella refiere a la condición de personal de confianza del
demandante, naturaleza que –como se reitera– no es incompatible con la posibilidad de
dispensar a estos una protección resarcitoria ante la constatación de un despido califi-
cado como arbitrario. En tal sentido, no existe la alegada infracción, motivo por el cual
la denuncia casatoria deviene en infundada. Lo mismo sucede con la causal casatoria
descrita en el literal a), pues en el presente caso no se está impugnando la calificación
de personal de confianza, en tanto el cargo ocupado por el demandante de Jefe de Ofici-
na de Administración de la Red Asistencial de Junín sí califica como un puesto de con-
fianza, conforme finalmente concluye la Sala de mérito; empero esta circunstancia no lo
excluye de la posibilidad de solicitar la indemnización por despido arbitrario, atendien-
do a la extensa fundamentación esbozada precedentemente.
434
JURISPRUDENCIA
IV. DECISIÓN:
Por estas consideraciones, declararon: INFUNDADO el recurso de casación inter-
puesto por el Seguro Social de Salud - EsSalud, de fecha diecinueve de diciembre de
dos mil doce, obrante a fojas trescientos once; en consecuencia: NO CASARON la
sentencia de vista de fecha quince de noviembre de dos mil doce, obrante a fojas tres-
cientos; en los seguidos por don Amado Gonzales Panduro contra el Seguro Social de
Salud - EsSalud sobre indemnización por despido arbitrario; MANDARON publicar la
presente resolución en el diario oficial El Peruano conforme al artículo 41 de la Ley
Nº 29497; y los devolvieron. Vocal Ponente: Acevedo Mena.
435
EL DESPIDO LABORAL
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JURISPRUDENCIA
(85) Casación Laboral Nº 4781-2011-Moquegua, del primero de junio de dos mil doce, considerando primero.
Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República; en
los seguidos contra Corporación Pesquera Inca S.A.C., sobre Incumplimiento de Normas Laborales.
437
EL DESPIDO LABORAL
(86) Casación Nº 405-2010-Lima-Norte, del quince de marzo de dos mil once, considerando octavo.
En esta oportunidad la Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente declaró infundado el
recurso de casación interpuesto por la Asociación de Propietarios de la Urbanización Sol de Lima;
en los seguidos contra la Municipalidad Distrital de San Martín de Porres y otro; sobre proceso
contencioso-administrativo.
438
JURISPRUDENCIA
estatales correspondientes, a través de los mecanismos que la ley le franquea para solici-
tar que se resuelva una situación jurídica o conflicto de derechos en un proceso judicial.
Asimismo, se precisó que este derecho se concretiza a través del ejercicio de otro dere-
cho también de relevancia constitucional como parte integrante del derecho a la tutela
procesal efectiva, refiriéndose al derecho de acción definido como “(...) el poder jurídico
que tiene todo sujeto de derecho, de acudir a los órganos jurisdiccionales para reclamar-
les la satisfacción de una pretensión”(87).
Quinto.- En cuanto al derecho procesal - constitucional a la motivación de las sen-
tencias contenido en el derecho fundamental a un debido proceso, el Tribunal Consti-
tucional(88) ha establecido: “debe tenerse presente que en todo Estado constitucional y
democrático de derecho, la motivación debida de las decisiones de las entidades públi-
cas –sean o no de carácter jurisdiccional– es un derecho fundamental que forma parte
del contenido esencial del derecho a la tutela procesal efectiva. El derecho a la motiva-
ción debida constituye una garantía fundamental en los supuestos en que con la decisión
emitida se afecta de manera negativa la esfera o situación jurídica de las personas. Así,
toda decisión que carezca de una motivación adecuada, suficiente y congruente consti-
tuirá una decisión arbitraria y, en consecuencia, será inconstitucional”. En ese mismo
sentido, dicho Órgano Jurisdiccional(89) señaló: “Así, en el Expediente Nº 3943-2006-
PA/TC y antes en el voto singular de los magistrados Gonzales Ojeda y Alva Orlandi-
ni (Expediente Nº 1744-2005-PA/TC), este Colegiado Constitucional ha precisado que
el contenido constitucionalmente garantizado de este derecho queda delimitado, entre
otros, en los siguientes supuestos: Inexistencia de motivación o motivación aparente.
Está fuera de toda duda que se viola el derecho a una decisión debidamente motivada
cuando la motivación es inexistente o cuando la misma es solo aparente, en el sentido de
que no da cuenta de las razones mínimas que sustentan la decisión o de que no respon-
de a las alegaciones de las partes del proceso, o porque solo intenta dar un cumplimiento
formal al mandato, amparándose en frases sin ningún sustento fáctico o jurídico”.
Sexto.- Mediante el presente proceso el actor Edinson Saldaña Villanueva, a fojas
diez pretende se declare la desnaturalización de la tercerización laboral, en consecuen-
cia se reconozca la condición de trabajador permanente de la empresa usuaria Compañía
Minera Poderosa Sociedad Anónima; su reposición en el cargo de Perforista Minero B
de la Empresa Compañía Minera Poderosa por despido incausado; el pago de las remu-
neraciones devengadas; y, como pretensión subordinada indemnización por despido
arbitrario. Como sustento de la demanda señala el actor que el artículo 37 Ley General
Minera precisa que las empresas especializadas deben contar con una inscripción expe-
dida por Resolución Directoral por la Dirección General de Minería del Ministerio de
(87) COUTURE, Eduardo J. Fundamentos del Derecho Procesal Civil. Depalma, Buenos Aires, 1985, p. 57.
(88) STC Exp. Nº 01807-2011-PA/TC, expedida por el 27 de junio de 2011, fundamento 10. En esta ocasión
el Tribunal Constitucional declaró improcedente la demanda. En los seguidos por don Carlos Alberto
Gonzales Ortiz contra el Consejo Nacional de la Magistratura, sobre proceso de amparo.
(89) STC Exp. Nº 00728-2008-PHC/TC, expedida con fecha 13/10/2008; en los seguidos por doña Giuliana
Flor de María Llamoja Hilares contra los Vocales integrantes de la Tercera Sala Penal con Reos en Cárcel
de la Corte Superior de Justicia de Lima; y contra los Vocales integrantes de la Primera Sala Penal Tran-
sitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República.
439
EL DESPIDO LABORAL
Energía y Minas, sin cuyo requisito los trabajadores serán imputados a la empresa titular
de la concesión minera; la Empresa EXDEMIN no cumple con el requisito de pluralidad
de clientes al haber firmado pacto de exclusividad con la demandada Compañía Mine-
ra Poderosa. Asimismo, en los hechos la empresa tercerizadora no era autónoma en sus
gastos que eran asumidos por la empresa usuaria. En cuanto al despido, refiere el actor
que el dieciocho de setiembre de dos mil once fue despedido sin expresión de causa,
por lo que, solicita su reposición por vulneración al derecho fundamental al trabajo, y el
pago de sus remuneraciones devengadas, subordinadamente solicita pago de una indem-
nización por despido arbitrario.
Sétimo.- Por sentencia de primera instancia de fecha diez de julio de dos mil doce,
de fojas ciento nueve se declaró fundada en parte la demanda y se ordenó el pago soli-
dario de cuatro mil ciento ochenta y nueve nuevos soles con noventa y nueve cénti-
mos (S/. 4,189.99) por concepto de indemnización por despido arbitrario; e infundada
la reposición. El juez de la causa ha señalado que el argumento de la desnaturalización
de la tercerización por cancelación de registro no resulta amparable pues pese a que la
empresa EXDEMIN E.I.R.L debía adecuarse al Decreto Supremo Nº 043-2001 dentro
del plazo de treinta días de su vigencia, no lo hizo, imponiéndosele una multa más no la
cancelación del registro. En ese sentido, precisa el a quo que no se encuentra desnatura-
lizada la tercerización, en tanto la codemandada EXDEMIN E.I.R.L. era quien pagaba
al actor y quien le proporcionaba las herramientas de trabajo; no existe despido incau-
sado pues el cese del demandante es por haberse resuelto el contrato suscrito entre las
codemandadas. Si bien existe causa objetiva para el cese, este debe observar el procedi-
miento previsto en los artículos 47 y 48 TUO D. Leg. Nº 728, procedimiento que no se
siguió, calificando el cese como arbitrario y ordenándose la indemnización solicitada;
la demandada Cía. Minera Poderosa es responsable del pago de los adeudos laborales a
determinarse en el presente proceso, pues a ello se obligó en el contrato suscrito con la
codemandada, y además se encuentra la demanda dentro del plazo de un año de termi-
nada la tercerización.
Octavo.- Por su parte la Sala Superior por sentencia de fecha ocho de noviembre
de dos mil doce de fojas ciento sesenta y ocho ha revocado la sentencia apelada, y refor-
mándola ha ordenado la reposición y el pago de las remuneraciones dejadas de perci-
bir por el período no laborado. La Sala de mérito ha precisado que el objeto del con-
trato celebrado entre las codemandadas era para la “ejecución de obras de trabajos de
minería, desarrollo, preparaciones y explotación en los lugares señalados por la PODE-
ROSA”; no obstante ello, en el presente caso no se ha acreditado que la codemandada
EXDEMIN E.I.R.L. haya realizado una fase específica y/o especializada del ciclo pro-
ductivo, ya que del tenor del propio contrato no se señala tal indicación, sino que alude
a un servicio genérico en trabajos de minería, labores que no se han desarrollado con
base en su propia organización que involucre dirección y control en su ejecución, así
como tampoco se ha acreditado que EXDEMIN E.I.R.L. haya contado con una estructu-
ra productiva y organizativa autónoma ni que los trabajadores destacados hayan estado
bajo su poder de dirección y supervisión. De igual forma, dentro de las obligaciones de
la codemandada Cía. Minera Poderosa se encuentra designar el supervisor, proporcio-
nar al contratista dentro de enero de cada año el programa de avance para la ejecución
de las obras asignadas, con lo que se acredita que el proceso de producción, dirección
440
JURISPRUDENCIA
y control siempre ha estado a cargo de Cía. Minera Poderosa que tiene injerencia en
la codemandada EXDEMIN E. I.R.L. en tanto es aquella quien designó a una empresa
para la gerencia y administración de EXDEMIN, al punto de haber reconocido sus deu-
das y efectuado el pago a sus acreedores y proveedores (AFP); concluye en que la terce-
rización se encuentra desnaturalizada, en tanto la única empleadora del actor es Compa-
ñía Minera Poderosa.
Noveno.- Entrando al análisis de fondo del recurso casatorio, este Supremo Tribunal
advierte de la sentencia de vista impugnada que efectivamente se ha revocado la senten-
cia apelada que declaró improcedente la pretensión principal de reposición, y reformán-
dola la declaró fundada, en consecuencia, se ordena a la demandada cumpla con reponer
al actor en el puesto de trabajo que venía desempeñando al momento del cese o en otro
de similar categoría, más el pago de las remuneraciones dejadas de percibir por el lapso
del despido, con deducción de los lapsos de inactividad procesal no imputable a las par-
tes; sosteniendo la Sala Superior en cuanto al pago de remuneraciones devengadas que se
ha afectado derechos constitucionales con el despido del trabajador, produciéndose una
suspensión imperfecta del contrato de trabajo, siendo la consecuencia lógica el reconoci-
miento del periodo no trabajado efectivamente, como si lo fuera, según lo previsto por el
artículo 40 de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral
Décimo.- Al respecto, este Supremo Tribunal advierte en cuanto al pago de remune-
raciones devengadas y derechos laborales por el periodo laboral no efectuado, pero orde-
nado por la Sala Superior a consecuencia de la declaración de reposición del demandante,
que no se ha cumplido con fundamentar en armonía con el derecho a la motivación de las
resoluciones jurisdiccionales porque procedería el pago de dichos conceptos por el periodo
no laborado, esto es por el periodo que duró el despido; no siendo suficiente, congruen-
te y conforme a ley, lo expresado por la Sala cuando en el décimo sétimo considerando
señala que: “(...) siendo la consecuencia lógica el reconocimiento del periodo no trabaja-
do efectivamente, como si lo fuera, y por tanto el derecho del trabajador a las remunera-
ciones devengadas, y a cuanto derecho laboral le haya correspondido durante el tiempo
que la relación laboral estuvo suspendida, con motivo del despido, efecto que resulta ser
el mismo que tiene el despido nulo en materia laboral, según lo previsto por el artículo 40
de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral”.
Undécimo.- En efecto, el Colegiado de mérito ha amparado el pago de remunera-
ciones devengadas y derechos laborales por periodo laboral no efectuado teniendo en
cuenta el artículo 40 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, norma que es aplicable para
los procesos de nulidad de despido, y no para el caso de autos que trata sobre despido
incausado; si bien es cierto la reposición real en el centro laboral satisface el derecho a
prestar la fuerza de trabajo, y reivindica los derechos fundamentales al trabajo y a no ser
despedido sin causa justa, no crea una ficción retroactiva de labores prestadas durante
el periodo de ausencia, frente al cual pudiera surgir la obligación de pago remunerativo,
acorde al criterio jurisprudencial de este Tribunal Supremo(90). En ese sentido, la Corte
(90) Casación Laboral Nº 7833-2012-Tacna, expedida por este Supremo Tribunal el veintidós de julio de dos
mil trece; en los seguidos por don Ricardo Llanqui Curo, contra el Proyecto Especial de Afianzamiento y
Ampliación de los Recursos Hídricos de Tacna; sobre indemnización por daños y perjuicios.
441
EL DESPIDO LABORAL
Interamericana de Derechos Humanos con fecha treinta y uno de enero del dos mil uno
emitió sentencia en el caso de reposición de magistrados del Tribunal Constitucional
peruano y estableció que el Estado Peruano debía indemnizar a los magistrados repues-
tos en sus labores, tomando como uno de los criterios para el efectivo resarcimiento los
salarios y prestaciones dejados de percibir, sin perjuicio de todos los daños que se acre-
diten debidamente y que tuvieran conexión con el hecho dañoso constituido por la ilegal
declaración de excedencia. En consecuencia, al haber verificado este Tribunal Supre-
mo que en segunda instancia se ha emitido sentencia de fondo en clara contravención al
derecho fundamental a un debido proceso, y al derecho procesal - constitucional a la
motivación de las resoluciones jurisdiccionales, de conformidad con el 139 incisos 3 y 5
de la Carta Fundamental del Estado, deviene en fundado el recurso de casación propues-
to, nula la sentencia de vista, ordenándose a la Sala de mérito expida nueva resolución.
IV. DECISIÓN
Por estas consideraciones Declararon FUNDADO el recurso de casación inter-
puesto por la demandada Compañía Minera Poderosa Sociedad Anónima, de fojas
ciento ochenta y dos; en consecuencia: NULA la sentencia de vista de fecha ocho de
noviembre de dos mil doce, obrante a folios ciento sesenta y ocho; y ORDENARON
a la Sala Superior que EXPIDA NUEVA RESOLUCIÓN; en los seguidos por don
Edinson Saldaña Villanueva contra la Compañía Minera Poderosa Sociedad Anónima
y otra, sobre Desnaturalización de contrato y otros y DISPUSIERON la publicación de
la presente resolución en el diario oficial El Peruano conforme a ley; y, los devolvieron.
Vocal Ponente: Acevedo Mena.
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JURISPRUDENCIA
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EL DESPIDO LABORAL
por los servidores citados con la desarrollada por el actor, b) No existe ni existió nin-
gún motivo determinante de diferencia en el cese del actor, c) Determinación objetiva
de la inexistencia de diferencia y trato en el desarrollo del trabajo del demandante con
los servidores que menciona. b) Contradicción con otros pronunciamiento emitidos
por la Sala Social y Constitucional de la Corte Suprema, respecto a la necesidad
legal de que la acción de nulidad de despido solo puede sustentarse en los supues-
tos establecidos en los númerus clausus según el artículo 29 del Decreto Supremo
Nº 003-97-TR. Para ello señala que la impugnada esta en contradicción con la Casa-
ción Nº 001037- 2006-Tumbes, recaída en la acción de nulidad de despido. c) Contra-
vención de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso. Las senten-
cias de mérito vulneran el debido proceso pues a pesar de haberse fijado con claridad
el tercer punto controvertido (determinar si mediante la demanda de nulidad de despi-
do se encuentra los númerus clausus del artículo 29 del Decreto Supremo Nº 003-97-
TR) emite una motivación y decisión, las cuales resultan incongruentes y contradictorias
entre sí, que incluso origina que la solución del conflicto no sea resuelto con la norma
material pertinente, sino con normas constitucionales, que contienen preceptos genéri-
cos. El a quo motiva en el cuarto considerando de su sentencia que no se encuentra en
ninguna de las causales que ampara la demanda de nulidad de despido, sin embargo y
a pesar de ello declara fundada la demanda, situación contradictoria que evidencia una
motivación deficiente, porque no se puede entender como de manera lógica y razonable
el Juez concluye en que la demanda no se encuentra en ninguna de las causales estable-
cidas en el artículo 29 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, para amparar luego la pre-
sente demanda de nulidad de despido. Asimismo, don Pablo Salguero Mora denuncia
que se ha inaplicado el artículo 40 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, que señala que
“al declararse fundada la demanda de nulidad de despido el juez ordenará el pago de
las remuneraciones dejadas de percibir desde la fecha en que se produjo, con deducción
de los periodos de inactividad procesal no imputables a las partes; asimismo ordena-
rá los depósitos correspondientes a la Compensación por Tiempo de Servicios, y de ser
el caso, con sus respectivos intereses”; el impugnante manifiesta que dicha norma debió
ser aplicada porque la demanda fue declarada fundada.
3. CONSIDERANDO
Primero.- Que, los recursos de casación interpuestos por los recurrentes reúnen los
requisitos de forma exigidos por el artículo 57 de la Ley Nº 26636, modificada por la
Ley Nº 27021, en tal sentido, corresponde analizar si cumplen con las exigencias de
fondo contenidas en el artículo 58 del precitado texto legal.
Segundo.- Que, en reiterada jurisprudencia esta Sala Suprema viene señalando que
para ejercitar debidamente la misión y postulado que le asigna el artículo 54 de la Ley
número 26636, modificada por Ley número 27021, esto es la correcta aplicación e inter-
pretación de las normas materiales del Derecho Laboral, así como la unificación de la
jurisprudencia laboral por la Corte Suprema, es indispensable que las causas sometidas
a su jurisdicción respeten las reglas mínimas y esenciales del debido proceso que le per-
mitan examinar válida y eficazmente las normas materiales denunciadas.
Tercero.- Que, en ese sentido, al advertir esta Sala Casatoria una irregularidad
que transgrede los principios de la función jurisdiccional, en forma excepcional declara
444
JURISPRUDENCIA
445
EL DESPIDO LABORAL
no obstante, la demandada con fecha veintiocho de mayo de dos mil ocho por conducto
notarial le hizo llegar su carta de despido. c) La falta grave que se le imputa fue cuan-
do era especialista en aduanas encargado del reconocimiento en las diligencias de aforo
de las DUAS, función que no solo estaba encargado sino simultáneamente también a
otros trabajadores que desempeñaron la misma función de especialistas en aduanas en
dicha intendencia todos los cuales sin excepción alguno en las diligencias de aforo de
DUAS en las que han participado, han consignado los mismos datos que su persona y
que son materia de cuestionamiento en la carta de despido, sin embargo, por la misma
supuesta falta solo se le ha sancionado a él mientras que todos los trabajadores aludidos
continúan laborando y no han sido sancionados de modo alguno, lo cual constituye una
discriminación y trato diferenciado hacia su persona, demostrando un comportamien-
to injusto que la Carta Magna en el numeral 2 del artículo 2 reprocha. d) La intenden-
cia Nacional de Recursos Humanos propuso únicamente que se le aplique la sanción de
treinta días de suspensión sin goce de haber, mientras que la Gerente de la Administra-
ción de Personal de la Intendencia Nacional de Recursos Humanos, sin justificación ni
sustento alguno, ha procedido a cursarle la carta de preaviso de despido y posteriormen-
te la de despido, afectando su derecho constitucional a la igualdad. e) El otro cargo que
se le imputa esto es haber observado en el proceso de reconocimiento físico de las mer-
cancías amparadas en las Declaraciones de Exportación tan solo dos de tres cremalleras
del total declarado, sin cautelar que la mercancía sea la que corresponda y se encuentre
completa, basado en un Informe de Área de Fiscalización de ZOFRATACNA, no es una
justificación objetiva y razonable que justifique su despido y sustente un trato diferen-
ciado con los otros especialistas, que tan igual que el recurrente no consignaron en las
diligencias de aforo la cantidad de bultos reconocidos ni la cantidad de bultos presenta-
dos a despacho, ni la descripción genérica de la mercancía, porque ZOFRATACNA no
es su empleador y los documentos que haya elaborado dicha entidad no le pueden vin-
cular en modo alguno, menos puede servir para que el órgano de control de la accionada
le establezca responsabilidad, porque no se advierte perjuicio de ningún tipo; y porque
el informe Nº 01- 2008-1B000 en el numeral IV Conclusiones, acápite 4.1 señala que de
la revisión selectiva efectuada a las declaraciones de Importación ingresadas a las inten-
dencias de aduanas de Tacna y Mollendo, se ha verificado y comprobado que el trámi-
te de dichas declaraciones de importación se han realizado de acuerdo con la normativa
vigente; además dicho imputación es falsa porque las cremalleras visionadas estaban
empaquetadas en bolsas de plásticos transparentes, y previo rompimiento de dos o tres
empaques se verificó diecisiete cremalleras por DUA, y si he cautelado que la mercan-
cía sea la que corresponda y se encuentre completa aplicando el concepto de Reconoci-
miento Físico; y por último de las DUAS que se cuestiona la Nº 2881 esta ha sido adul-
terada en forma visible en la fecha de la diligencia, copia que obra en los archivos de la
ZOFRATACNA entidad esta que deberá remitir a su despacho dicha DUA con lo que
queda acreditado una confabulación en su contra por persona e intereses que se des-
conoce. f) La entidad demandada a través del Intendente Nacional de Recurso Huma-
nos, con la emisión del Memorándum de fecha veintidós de febrero de dos mil ocho
en la cual se propone le apliquen una sanción de treinta días de suspensión sin goce de
haber, revela que en aquella fecha tenía perfecto conocimiento de las presuntas faltas,
que luego se le imputó en su carta de preaviso de despido luego de haber transcurrido
más de dos meses, habiendo transcurrido en demasía el tiempo para iniciar el proceso
446
JURISPRUDENCIA
447
EL DESPIDO LABORAL
los medios probatorios, que si bien no llegan a invertir la carga de la prueba, plantean
si ciertas presunciones o auxilios que el juzgador deberá tomar en cuenta a fin de lograr
la finalidad de los medios probatorios, corroborando, complementando o sustituyendo
el valor o alcances de estos, para determinar si en el despido del actor, se ha vulnerado
el principio constitucional de igualdad de trato en el ámbito laboral. iii) En autos obran
una relación de DUAS de exportación de enero y febrero de dos mil siete, en donde se
tiene anotada la diligencia que realizan los especialistas de Aduanas, las cuales no ha
sido cuestionado por la entidad demandada, que son idénticas a las consignadas por el
demandante en su labor de diligenciamiento de las DUAS cuyo cuestionamiento ha ori-
ginado su despido laboral, declaraciones únicas de aduanas, tampoco cuestionadas por
la demandada, en todos los cuales, otros especialistas en actuación de aduanas, han con-
signado como diligenciamiento las palabras; “Reconocimiento físico en forma aleato-
ria” y otras similares, sin embargo, dichas diligencias no han merecido investigación ni
sanción alguna por parte de la entidad demandada en contra de los especialistas que los
verificaron, pues los mismos siguen laborando, y respecto al cargo de haber el deman-
dante declarado ante la Comisión de Control que solo reconoció dos o tres cremalleras
del total, lo que no correspondería al porcentaje establecido para el reconocimiento físi-
co de mercancías, revisado la referida declaración dada por el actor ante la Comisión
del Órgano de Control Interno de la entidad demandada, se tiene que el demandante si
bien al responder la pregunta seis, señaló que reconoció trescientos cincuenta cremalle-
ras por Declaración aleatoria al cinco por ciento por lo que no es cierto el cargo que solo
reconoció dos o tres cremalleras del total, no pudiéndose tomar aisladamente las res-
puestas dadas en dicha declaración por el demandante, sino en su contexto general, que
es como debe interpretarse en forma correcta una declaración; que respecto al cargo de
haber informado que el reconocimiento de mercancías se efectuó el dos de agosto de
dos mil siete, a horas 4:30 pm; sin embargo, el Área de Fiscalización de ZOFRATAC-
NA detectó que a las 3:00 pm horas del mismo día del dos de agosto de dos mil siete,
solo encontró setenta cremalleras estableciendo que las setecientos cremalleras no ingre-
saron al Depósito Franco Público ALMASA, sin embargo, es de advertir que en autos
obra la Notificación de Resolución y Resolución respectivamente dictada en el Caso
Nº 2906010603-2008-175-0 de fecha seis de noviembre de dos mil ocho, por la Fisca-
lía Penal Corporativa de Tacna, en donde en relación a una denuncia sobre estos hechos,
se señala claramente que existe documentación legal que ampara que dicha mercade-
ría ha ingresado en forma regular, Disposición Fiscal que ha sido de conformidad por
la Disposición 25-09-2da. FSLA-Tacna, de fecha diez de febrero de dos mil nueve, que
en autos obra el documento que señala expresamente: “que la verificación del traslado
de la mercadería al interior de ZOFRATACNA ha contado con la participación y veri-
ficación por parte del Oficial de Aduanas Pablo Salguero Mora de fojas doscientos die-
cinueve y el agente de aduanas Ives Fernando Vizcarra Rojas (despachadora de aduanas
de la Agencia Prisma) de fojas doscientos veintiuno quien ante la Policía en presencia
del Fiscal Provincial encargado de la investigación, se ratificado en la verificación de
la mercancía ingresada a ZOFRATACNA en los almacenes de ALMASA procediendo
a reconocer las cremalleras hidráulicas sin marca y sin modelo, que el día tres de agos-
to de dos mil siete el señor Pablo Salguero Mora culminó la diligencia respecto a las dos
DUAS Nº 2881 y Nº 2882 y no solo una como lo quiere hacer ver ZOFRATACNA”; de
lo que se desprende que, en efecto, la entidad demandada ha revestido de un ropaje de
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JURISPRUDENCIA
licitud el despido del actor, mediante la imputación de una falta grave que es inexisten-
te, encubriendo un despido nulo por ser discriminatorio en relación al desenvolvimiento
laboral de otros trabajadores que están en su misma condición.
Octavo.- Asimismo, apelada dicha sentencia, la Sala Superior Mixta y de Apela-
ciones de la Corte Superior de Justicia de Madre de Dios, ha Confirmado la apelada
en el extremo que declaró Fundada la demanda y la revocó en el extremo que dispo-
ne el pago de remuneraciones devengadas y que la demanda cumpla con efectuar los
depósitos que corresponda por concepto de Compensación por Tiempo de Servicios y
Reformándola declaró improcedente este extremo; señalando: a) No se ha establecido
en autos que la acción que se le imputa al actor sea en forma reiterativa para que se den
los supuestos contenidos en el literal a) del artículo 25 del Texto Único Ordenado del
Decreto Legislativo Nº 728 aprobado por el Decreto Supremo Nº 003-97-TR para supo-
ner un quebrantamiento de la buena fe laboral, este dato es inicial e importante como
análisis que realiza el Colegiado en relación con la pretensión incoada, por considerar
que este supuesto alegado por la empleadora en la Carta en referencia no se cumple en
el presente caso, estableciéndose que el supuesto o causal alegada no resulta coinciden-
te con los hechos atribuidos ni contiene criterios de proporcionalidad o razonabilidad,
en estricta observancia del derecho al debido proceso. b) Se señala en el escrito de con-
testación de la demanda que el accionante habría reconocido aproximadamente el uno
por ciento frente al cinco por ciento que han señalado los servidores Miguel Suasnabar
Huamán, Raúl Macchiavelo Vigil, Janeth M. Velasco Gibaja, César Challco Vega y Ger-
mán Morí Jáuregui. Es decir por parte de los servidores también ha existido una omisión
de parte del accionante que correspondería a un porcentaje menor al cinco por ciento
que se establece, pero no se ha determinado en forma clara que perjuicio grave ha podi-
do ocasionar a la empleadora de tal forma que genera en irreparable tal omisión y cons-
tituya una falta grave, siendo la referencia del quebrantamiento de la buena fe laboral
muy subjetiva en este caso en particular ya que ni siquiera se indica que es reiterativa tal
conducta o algún tipo de provecho o beneficio de parte del demandante. c) En ese sen-
tido el despido amparado en la causal referida por el Empleador no es acorde a la reali-
dad de los hechos ni proporcional a la omisión imputable al actor, siendo estos aspectos
de discriminación en la relación laboral, ya que al darse en este trámite la inversión de
la carga de la prueba, conforme lo regulado en el artículo 27 numeral 3 de la Ley Proce-
sal del Trabajo, al trabajador solo le corresponde probar la existencia del despido pero al
empleador la causa del despido, en este caso no se ha señalado la proporción del acto en
relación a la sanción en situaciones similares que se hayan presentado y que hayan pro-
cedido de la misma manera, para descartar aspectos de discriminación, por lo que no es
ni razonable ni proporcional conforme se indica en el punto cinco de la presente resolu-
ción, no pudiendo señalarse que se imponga una sanción de suspensión de treinta días
como originalmente “señaló en la preliminar propuesta” toda vez que ya ha dejado de
laborar para la entidad demandada por más de ese lapso de tiempo hasta su reincorpora-
ción a través de una medida cautelar.
Noveno.- Que, el artículo 29 inciso d) del Texto Único Ordenado del Decreto
Legislativo Nº 728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral - Decreto Supremo
Nº 003-97-TR, establece que es nulo el despido que tenga por motivo: d) La discrimi-
nación por razón de sexo, raza, religión, opinión o idioma; que esta causal de nulidad de
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EL DESPIDO LABORAL
4. DECISIÓN
Por tales consideraciones, de conformidad con el artículo 59 de la Ley Nº 26636,
modificado por la Ley Nº 27021: declararon FUNDADOS los recursos de casación de
fechas siete de mayo de dos mil diez interpuesto a fojas seiscientos cincuenta y uno por
el Procurador Público Ad Hoc Adjunto de la Superintendencia Nacional de Administra-
ción Tributaria - Sunat; y el de fecha diez de mayo de dos mil diez interpuesto a fojas
seiscientos setenta y dos por don Pablo Salguero Mora; en consecuencia NULA la sen-
tencia de vista de fojas quinientos noventa y cinco, de fecha diecinueve de abril de dos
mil diez; ORDENARON que la Sala Superior de su procedencia expida nueva resolu-
ción teniendo en cuenta lo expuesto en la presente sentencia; MANDARON publicar la
presente resolución en el diario oficial El Peruano; conforme a ley, y los devolvieron.
Vocal Ponente: Távara Córdova.
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EL DESPIDO LABORAL
procedente, por cuanto la parte recurrente sostuvo que fue despedido por haber solicita-
do a la Autoridad Administrativa de Trabajo su incorporación a la planilla de la empla-
zada, así como, el reconocimiento de los derechos laborales.
III. CONSIDERANDO:
Primero.- Respecto de la infracción normativa del artículo 139 inciso 5) de
la Constitución Política del Estado, referido a la garantía jurisdiccional de moti-
vación de las resoluciones judiciales. En su recurso de casación obrante a fojas dos-
cientos treinta y siete, el recurrente sostiene que existe vulneración al deber de motiva-
ción de las resoluciones judiciales, por cuanto el Colegiado Superior no ha valorado la
denuncia que habría presentado contra su empleador ante la Autoridad Administrativa
de Trabajo, a efectos que este lo incluya en su planilla de trabajadores.
Segundo.- Análisis de la infracción normativa procesal denunciada
2.1. Es necesario ratificar que el cumplimiento de las reglas del debido proceso es
una exigencia inexcusable, de estricta observancia por todos los Magistrados, el cual ha
sido constitucionalizada en el artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política vigen-
te, además de formar parte de los derechos fundamentales reconocidos por los tratados
internacionales de la materia suscritos por el Perú. Asimismo, como lo ha interpretado
la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el debido proceso es un derecho fun-
damental que sirve de instrumento para alcanzar justicia, señalando en el Caso Baena
Ricardo (sentencia del dos de febrero de dos mil uno párrafo ciento veintisiete) que es
un derecho humano el obtener todas las garantías que permitan alcanzar decisiones jus-
tas; en similar sentido, en el caso Las Palmeras (sentencia de fecha seis de diciembre
de dos mil uno) ha referido que las garantías judiciales previstas en el artículo 8 de la
Convención Americana de Derechos Humanos, suponen que cualquier autoridad públi-
ca, incluso judicial, debe respetar al emitir sus resoluciones que determinen derechos
y obligaciones de las personas. En efecto, respecto a la motivación de las decisiones
la referida instancia supranacional, estableció que: “(...) el deber de motivación es una
de las “debidas garantías” incluidas en el artículo 8.1 para salvaguardar el derecho a
un debido proceso; que la motivación es la exteriorización de la justificación razona-
da que permite llegar a una conclusión”; asimismo refirió que “(...) la argumentación
de un fallo debe mostrar que han sido debidamente tomados en cuenta los alegatos de
las partes y que el conjunto de pruebas ha sido analizado (...)”; además de demostrar a
las partes que han sido oídas y cuando las decisiones son recurribles, les proporciona
la posibilidad de criticar la resolución y lograr un nuevo examen de la cuestión ante las
instancias superiores(91). Siendo ello así, en razón de la importancia del derecho al debi-
do proceso, este ha sido constitucionalizado en nuestra Carta Magna en el artículo 139
inciso 3 de tal forma que por la supremacía objetiva y subjetiva de la norma constitucio-
nal, también resulta obligatorio y vinculante su observancia.
2.2. Por su parte, la motivación de las resoluciones judiciales exige que los órga-
nos jurisdiccionales brinden respuestas debidamente justificadas, ya que la motivación
(91) Caso Apitz Barbera y otros, sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de fecha 5 de
agosto de 2008, fundamentos 77 y 78.
452
JURISPRUDENCIA
en su doble dimensión como un derecho del justiciable que corresponde ser garantizado
por el juez, también impone la obligación a la función jurisdiccional del Estado cumplir
con dicha garantía a cabalidad asegurando el respeto y efectividad, con una motivación
razonable, objetiva respaldada en forma coherente y con argumentos suficientes(92). Así,
la adecuada determinación del esquema fáctico es relevante para la resolución del caso
como para adoptar una decisión justa en el caso concreto, así también el Tribunal Cons-
titucional (Sentencia del Tribunal Constitucional Nº 1480-2006-AA/TC, fojas dos), ha
destacado su importancia señalando que: “(...) el derecho a la debida motivación de las
resoluciones importa que los jueces, al resolver las causas, expresen las razones o justi-
ficaciones objetivas que los llevan a tomar una determinada decisión. Esas razones, (...)
deben provenir no solo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso, sino de los
propios hechos debidamente acreditados en el trámite del proceso (...)”.
2.3. En el caso de autos, encontramos que el señor Miguel Ángel Rodrigo Fer-
nández, interpone demanda de nulidad de despido dirigiéndola contra la empresa Agro
Pucalá Sociedad Anónima Abierta, sustentándose en que labora para la demandada
como obrero de campo (recojo de caña) desde el dieciséis de febrero del dos mil diez
hasta el diecisiete de marzo de dos mil once, siendo su última remuneración ascendente
a seiscientos con cero cero/ cien nuevos soles mensuales (S/. 600.00). No obstante ello,
refiere que la empresa demandada no lo registraba en planillas, ni expedía sus boletas
de pago, razón por la cual solicitó la intervención de la Autoridad Inspectiva Regional
de Trabajo para que constatara tales hechos mediante solicitud de fecha diez de marzo
del dos mil once, que sin embargo la empresa demandada al tomar conocimiento extrao-
ficial que se había programado una visita inspectiva en el Centro Laboral, para consta-
tar los hechos que había denunciado el recurrente, con el propósito de impedir la veri-
ficación, en forma incausada y fraudulenta procedió a despedirlo el día diecisiete de
marzo de dos mil once. Así, el actor acusa que su despido se produjo sin expresión de
causa, por haber formulado reclamo para que se le incluya en planillas y se expi-
dan boletas de pago, así como por haber tomado conocimiento “extraoficial” de la
(92) Como señala el profesor Grández Castro: “El derecho a la motivación de las resoluciones judiciales,
(...), no es solo un derecho de toda persona (natural o jurídica) a recibir de los órganos de la jurisdicción
una decisión debidamente justificado, sino que constituye al mismo tiempo un principio que define a la
función jurisdiccional del Estado y, a su vez, una garantía instrumental para asegurar el cumplimiento de
otros principios y derechos fundamentales en el marco del Estado Democrático (...) En cuanto derecho,
la motivación sustenta una posición jurídica de cualquier persona o entidad que participa de un proceso
o que es destinatario de una resolución judicial, mediante la cual estas pueden exigir del órgano judi-
cial (obligado) una motivación razonable y objetiva que respalde, en forma coherente y con argumentos
suficientes, la decisión judicial pública que contiene dicha resolución. (...) En cuanto principio, la moti-
vación resulta consustancial al acto jurisdiccional, el cual deja de ser tal sin una debida argumentación
que legitime la autoridad del Juez en cada una de sus decisiones (...) De otra parte, la motivación de la
decisión jurisdiccional es también garantía de otros derechos, esto es, sirve a la concreción o puesta en
escena a otros derechos o principios propios de la función jurisdiccional. Así ocurre, por ejemplo, con
el derecho a los recursos o a la pluralidad de instancia, en la medida que a través de la motivación los
justiciables pueden controlar la actividad de la primera instancia, así como cuestionarla a través de los
recursos que establece la legislación” GRÁNDEZ CASTRO, Pedro. “El derecho a la motivación de
las sentencias y el control constitucional de la actividad judicial”. En: Castillo Córdova, Luis. El debido
proceso: estudios sobre derechos y garantías procesales. Gaceta Jurídica, Lima, 2010, pp. 243-271.
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EL DESPIDO LABORAL
programación de una visita inspectiva. Agrega, que su despido fue verificado por la
autoridad policial, así como por la autoridad administrativa de trabajo.
2.4. Por su parte, la empresa demandada negó que el actor le hubiera prestado
servicios o solicitado regularización de su contratación, así como también niega haber
despedido al recurrente en represalia por haber reclamado el registro en planillas y
entrega de boletas de pago, así también, niega haber tomado conocimiento “extraoficial”
de la programación de una visita inspectiva. Refiere que los medios probatorios presen-
tados por el demandante al presente proceso, no cuentan con firma o autorización por
parte de algún funcionario o representante de la empresa, así como también que, care-
ce de eficacia probatoria el contrato de trabajo presentado por la parte actora, por cuan-
to está referido a una tercera persona y no contiene el nombre del demandante, siendo
que la denuncia policial y el acta de constatación del Ministerio de Trabajo, constituyen
documentos que contienen una declaración unilateral del actor, no acreditando la exis-
tencia de una relación laboral.
2.5. Dicha pretensión mereció pronunciamiento desestimatorio por parte de la Sala
Superior, debido a que los medios probatorios presentados por el demandante, consis-
tentes en documentos denominados control de asistencia, denuncia policial, acta de
verificación de despido arbitrario y contrato de trabajo sujeto a modalidad, no produje-
ron certeza respecto de la existencia de vínculo laboral entre las partes del presente pro-
ceso, de modo que al no existir vínculo de trabajo, carecía de sustento, analizar la exis-
tencia de un despido nulo.
2.6. En su recurso extraordinario, el actor sostiene que no se ha valorado la denun-
cia que, ante la Autoridad Administrativa de Trabajo, realizara en contra de su emplea-
dora a efectos de que esta lo incluyese dentro de su planilla de trabajadores. Al respec-
to, corresponde señalar que habiendo la Sala Superior determinado que no ha existido
vínculo de trabajo entre el recurrente y la demandada, no correspondía efectuar aná-
lisis ni valoración alguna respecto de los medios probatorios que el recurrente podría
haber presentado en autos para acreditar la existencia de un despido nulo amparado en
el inciso c) del artículo 29 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, puesto que esta cau-
sal de despido únicamente será aplicable a un trabajador que tenga un vínculo laboral
con su empleador, que no es el caso materia de autos, de modo que no existe vulnera-
ción al deber de motivación por parte de los órganos de mérito respecto de la denuncia-
da omisión de pronunciamiento, alegada por el recurrente, sino que por el contrario,
se advierte la existencia de argumentación clara, precisa y detallada sobre los medios
probatorios presentados por el demandante, a efectos de buscar convicción respecto de
la pretensión incoada. Siendo ello así, este extremo de la denuncia casatoria, deviene
en infundada, al no verificarse la infracción normativa de la garantía constitucional de
motivación de las resoluciones judiciales.
Tercero.- Sustento de la Infracción normativa del artículo 29 inciso c) del
Decreto Supremo Nº 003-97-TR, Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo
Nº 728. En cuanto este extremo de su recurso de casación, el actor señala que existe
infracción del citado dispositivo normativo, por cuanto durante la tramitación del proce-
so judicial sostuvo que su despido se materializó como consecuencia de haber formula-
do una denuncia contra su empleador ante la Autoridad Administrativa de Trabajo.
454
JURISPRUDENCIA
IV. RESOLUCIÓN
Por estas consideraciones: Declararon: INFUNDADO el recurso de casación inter-
puesto a fojas doscientos treinta y siete por el demandante don Miguel Ángel Rodri-
go Fernández; en consecuencia: NO CASARON la sentencia de vista obrante a fojas
doscientos veintiocho su fecha cinco de julio de dos mil doce; en los seguidos contra
la Empresa Agropucalá Sociedad Anónima Abierta sobre Nulidad de Despido; ORDE-
NARON la publicación del texto de la presente resolución en el diario oficial El Perua-
no, conforme al artículo 41 de la Ley Nº 29497, Nueva Ley Procesal del Trabajo; y los
devolvieron.- Juez Supremo Ponente: Morales Parraguez.
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EL DESPIDO LABORAL
[La] acepción objetiva [del deber de buena fe] es la que adquiere mayor
relevancia en la ejecución del contrato de trabajo, al tratarse de una
relación jurídica personal y de duración continuada que exige de los
sujetos intervinientes (empleador y trabajador), un comportamiento
adecuado para el cumplimiento de los deberes que cada uno posee.
En función de este principio, se impone la observancia del adecuado
esfuerzo volitivo y técnico para realizar el interés del acreedor del tra-
bajo (empleador), así como para no lesionar derechos ajenos.
(93) Artículo 25.- Falta grave es la infracción por el trabajador de los deberes esenciales que emanan del con-
trato, de tal índole, que haga irrazonable la subsistencia de la relación. Son faltas graves: a) El incumpli-
miento de las obligaciones de trabajo que supone el quebrantamiento de la buena fe laboral, la reiterada
456
JURISPRUDENCIA
con la mecánica del trabajo implementado por la emplazada, lo cual no fue observado
por la empleadora en los, aproximadamente, ocho años que laboró, no habiendo sido
objeto de sanción disciplinaria, así como que la demandada implementó un nuevo pro-
cedimiento con la intención de despedirla. En cuanto a la imputación de faltante de
dinero, sostiene que dicha suma fue entregada al señor Derly Ccolqque, quien es un eje-
cutivo de confianza de la empresa, quien realiza los cierres de caja, por lo que no se le
puede imputar falta grave por dichos hechos. De lo anotado, fluye que los argumentos
de la recurrente, se dirigen a cuestionar la razonabilidad en la imposición de la sanción
por parte de la empresa demandada, siendo desde esa perspectiva que se realizará el
análisis de la presente denuncia casatoria.
III. CONSIDERANDO:
Primero:
Antecedentes del caso
1.1. De la revisión de los actuados, encontramos que doña Rocío Martínez Peña
acciona el pago de una indemnización por despido arbitrario, dirigiendo su
pretensión a su exempleadora Rico Pollo Sociedad Anónima Cerrada, pues
considera que no ha incurrido en causal de falta grave respecto de las impu-
taciones realizada por su exempleadora. Así, en atención al debate probatorio
suscitado en las instancias de mérito tenemos que a la actora se le imputa el
quebrantamiento de la buena fe laboral, por las siguientes conductas: a) Adul-
teración en el sistema mantenimiento de ventas, incrementando unidades
de mercadería en el sistema de la empresa, lo cual ha provocado una diferen-
cia entre unidades de sistema con las unidades de los comprobantes de pago
durante el mes de enero. b) Incumplimiento del procedimiento de recepción
de mercaderías; y, c) Entrega de dinero al señor Derly Ccolqque sin haber
observado el procedimiento de entrega de dinero, con la suscripción del for-
mato AD-11.
1.2. Mediante sentencia de fecha veintiuno de junio de dos mil doce, el Primer Juz-
gado de Trabajo del Cusco, declaró fundada la demanda de indemnización por
despido arbitrario, señalando respecto de la primera imputación realizada a
la actora que es cierto que la actora al finalizar la jornada corregía el Sistema
de la empresa en función a los productos facturados y a los productos restan-
tes o sobrantes, lo cual fue explicado por los testigos Huamán Venero y Ccol-
qque Grajeda, quienes declararon que en las oportunidades en que al cierre de
la jornada se advertían diferencias entre los productos facturados o vendidos y
los existentes, corregían el sistema de la empresa, refiriendo además que dicho
proceder siempre fue efectuado, pues los anteriores encargados de la tienda
enseñaron tal procedimiento. En cuanto a la segunda imputación, refiere que
no es cierto que la actora haya incumplido o inobservado el procedimiento de
resistencia a las órdenes relacionadas con las labores, la reiterada paralización intempestiva de labores y
la inobservancia del Reglamento Interno de Trabajo o del Reglamento de Seguridad e Higiene Industrial,
aprobados o expedidos, según corresponda, por la autoridad competente que revistan gravedad.
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(94) Artículo 4 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR: “En toda prestación personal de servicios remunerados
y subordinados, se presume la existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado. El contrato
individual de trabajo puede celebrarse libremente por tiempo indeterminado o sujeto a modalidad. El
primero podrá celebrarse en forma verbal o escrita y el segundo en los casos y con los requisitos que la
presente Ley establece. También puede celebrarse por escrito contratos en régimen de tiempo parcial sin
limitación alguna”.
(95) MONTOYA MELGAR, Alfredo. Derecho del Trabajo. Trigésima edición, Tecnos, Madrid, 2009, p. 306.
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JURISPRUDENCIA
(96) PALOMEQUE LÓPEZ, Manuel y ÁLVAREZ DE LA ROSA, Manuel. Derecho del Trabajo. 16ª edición,
Centro de Estudios Ramón Aceres, Madrid, 2008, p. 489.
(97) PALOMEQUE LÓPEZ, Manuel y ÁLVAREZ DE LA ROSA, Manuel. Ob. cit., p. 488.
(98) ARCE ORTIZ, Elmer. Derecho Individual de Trabajo en el Perú. Desafíos y Deficiencias. 1ª edición,
Palestra Editores, Lima, 2008, p. 524.
(99) MONTOYA MELGAR. Alfredo. Ob. cit., pp. 316-317.
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EL DESPIDO LABORAL
Así, en el caso del deber de obediencia, tenemos que este tiene correlato con
el poder de dirección, organización, fiscalización (y eventual sanción) de la
prestación que ostenta el empleador, pues precisamente es aquel quien planifica
y dirige la actividad empresarial u objeto social que desarrolle en el mercado,
correspondiendo a los trabajadores el cumplimiento de sus directivas relaciona-
das con la ejecución de sus labores dentro de los límites de razonabilidad y res-
peto de derecho fundamentales. Su manifestación en el dispositivo normativo, la
encontramos en el literal a) del artículo 25 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR,
en donde se establece que constituye falta grave, “(...) la reiterada resistencia a
las órdenes relacionadas con las labores (...) la inobservancia del Reglamento
Interno de Trabajo o del Reglamento de Seguridad e Higiene Industrial, aproba-
dos o expedidos, según corresponda, por la autoridad competente que revistan
gravedad”. En cuanto al deber de diligencia, conforme señala Santana Rodrí-
guez, este deber: “El deber de trabajar es el de hacerlo diligentemente, de cum-
plir la prestación de manera ordenada y no defectuosa. Persigue la ejecución
satisfactoria y ordenada del trabajo”(100). Como manifestaciones de esta exigen-
cia, encontramos en los literales b) y c) del citado artículo 25 del Decreto Supre-
mo Nº 003-97-TR, en donde se prevé la posibilidad que el empleador sancione
la disminución deliberada y reiterada del rendimiento de los trabajadores, así
como la utilización indebida de los bienes del empleador.
Por su parte, el deber de buena fe, encontramos que su acepción objetiva(101)
es la que adquiere mayor relevancia en la ejecución del contrato de trabajo, al
tratarse de una relación jurídica personal y de duración continuada que exige
de los sujetos intervinientes (empleador y trabajador), un comportamiento
adecuado para el cumplimiento de los deberes que cada uno posee. En fun-
ción de este principio, se impone la observancia del adecuado esfuerzo voli-
tivo y técnico para realizar el interés del acreedor del trabajo (empleador), así
como para no lesionar derechos ajenos, pues como señala el extinto profesor
Plá Rodríguez: “El contrato de trabajo no crea solo derechos y obligaciones de
orden exclusivamente patrimonial, sino también personal. Crea, por otra parte,
una relación estable y continuada, en la cual se exige la confianza recíproca
en múltiples planos, en encontradas direcciones y sobre todo por un periodo
prolongado de tiempo. Para el debido cumplimiento de esas obligaciones y el
adecuado mantenimiento de esas relaciones resulta importantísimo que ambas
partes actúen de buena fe”(102). Manifestándose la importancia de dicho prin-
cipio en las faltas graves contenidas en el artículo 25 del Decreto Supremo
Nº 003-97-TR.
(100) SANTANA RODRÍGUEZ, Ricardo. El poder disciplinario del empleador en la empresa privada. Fun-
dación de Cultura Universitaria, Uruguay, 2001, p. 69.
(101) La acepción objetiva de la buena fe, referido a que la conducta del sujeto deba desarrollarse acorde con
determinados valores como la honradez, la lealtad, la fidelidad y el respeto a la confianza que la rela-
ción laboral hace surgir entre el trabajador y el empleador, ostenta especial sentido en el ámbito laboral.
(102) PLÁ RODRÍGUEZ, Américo. Los principios del Derecho del Trabajo. 2ª edición, Ediciones De Palma,
Buenos Aires, 1990, p. 309.
462
JURISPRUDENCIA
2.8. Atendiendo a ello, en el caso concreto, los argumentos en los que la acto-
ra sustenta su infracción normativa, se refieren básicamente a que la modifi-
cación de la información contenida en el sistema de ventas de la demandada
es un asunto cotidiano en la empresa, que el procedimiento de recepción de
mercaderías fue implementado con la intención de despedirla y que el faltan-
te de dinero, fue entregado al Señor Derly Ccolqque quien era un ejecutivo y
hombre de absoluta confianza de la empresa, contador público, que realizaba
los cierres de caja de las tiendas, siendo quien le requirió la entrega de cinco
mil con cero cero / cien nuevos soles (S/. 5,000.00), no consultando sobre los
motivos de dicho requerimiento, por lo que no se le puede imputar como res-
ponsabilidad dado su carácter de procedimiento excepcional y, en el fondo, se
trata de un hecho ajeno a los deberes esenciales del contrato de trabajo.
2.9. En ese sentido, encontramos que las aseveraciones de la actora, difieren del
deber esencial de buena fe en el desarrollo de la relación de trabajo, en la
medida que atendiendo al tiempo de servicios en la empresa (ocho años) y la
naturaleza del cargo que ejercía al momento de incurrir en las citadas infrac-
ciones (encargada de tienda), la sanción impuesta por el empleador se encuen-
tra justificada y resulta razonable, toda vez que en el cumplimiento de su
deber como encargada de tienda, la actora debió tomar las previsiones necesa-
rias a fin de evitar inconsistencias en la información contable-tributaria referi-
da a las existencias de la empresa y los comprobantes de pago que se emitían
con ocasión de su venta, así como el registro de toda disposición dineraria de
la recaudación generada por las operaciones mercantiles de la empresa, razón
por la que la infracción normativa denunciada, deviene en infundada.
IV. DECISIÓN
Por dichas consideraciones declararon: INFUNDADO el recurso de casación inter-
puesto por la demandante doña Rocío Martínez Peña, de fecha uno de octubre de dos
mil doce, obrante a fojas doscientos sesenta, en consecuencia; NO CASARON la sen-
tencia de vista de fecha dieciocho de setiembre de dos mil doce, obrante a fojas dos-
cientos cuarenta y tres, dictada por la Sala Constitucional y Social de la Corte Superior
de Justicia del Cusco; en los seguidos por doña Rocío Martínez Peña contra la empre-
sa Rico Pollo Sociedad Anónima Cerrada, sobre Indemnización por Despido Arbitrario;
ORDENARON la publicación del texto de la presente resolución en el diario oficial El
Peruano, conforme al artículo 41 de la Ley Nº 29497, Nueva Ley Procesal del Trabajo;
y los devolvieron. Juez Supremo Ponente: Rueda Fernández.
463
EL DESPIDO LABORAL
464
JURISPRUDENCIA
III. CONSIDERANDO:
Primero.- El recurso de casación reúne los requisitos de forma que para su admisi-
bilidad contempla el artículo 57 de la Ley Nº 26636 - Ley Procesal del Trabajo modifi-
cada por la Ley Nº 27021.
Segundo.- Respecto a la norma denunciada en el literal c) del recurso de casa-
ción presentado por la parte recurrente, esta señala que en el presente proceso no se
ha actuado adecuadamente, ni valorado debidamente los medios probatorios de mane-
ra tal que, dicha situación acarrea la vulneración al derecho a probar y a un debido pro-
ceso; en efecto, únicamente sustentan su fallo en lo actuado en el fuero penal y no en el
propio proceso, así como en la no exhibición por la recurrente del video requerido por
el demandante; videos cuya exhibición no era posible debido a desperfectos técnicos
demostrados en el proceso.
Tercero.- Precísese que aunque la causal que antecede no se encuentra prevista en
el artículo 56 de la Ley Nº 26636, modificado por el artículo 1 de la Ley Nº 27021; sin
embargo, la Corte Suprema de manera excepcional aplica la propuesta casatoria que se
desprende del artículo 386 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de
la Ley Nº 29364, al permitir la apertura para accionar ante infracciones normativas de
normas procesales en los casos en que se advierta flagrante afectación al debido proce-
so, como garantía constitucional de los justiciables y a efectos de cumplir con los fines
del recurso de casación. En el presente caso, este Supremo Tribunal estima que corres-
ponde declarar improcedente el presente recurso por dicha causal, al no advertirse posi-
bles afectaciones de carácter procesal que alega la recurrente; en efecto, las instancias
de mérito sobre la base de todas las pruebas aportadas en el proceso, así como aplican-
do las presunciones legales derivadas de las conductas de las partes, han concluido en
la existencia de un despido nulo; razón por la que no es válido afirmar vulneración del
derecho de defensa en tanto, en el marco de un proceso laboral, es deber del juez de tra-
bajo basar su fallo en la compulsa conjunta y razonada de todos los medios de prueba
existentes, tal y como ha sucedido en el presente caso; no correspondiendo a esta Supre-
ma Sala incidir nuevamente en una revaloración del material probatorio, al no corres-
ponder por su naturaleza a los fines del recurso casatorio.
Cuarto.- Respecto a la causal casatoria descrita en el literal a), la parte recurrente
refiere que para efectos laborales, no importa qué es lo que se haya investigado o resuel-
to sobre los hechos imputados al despedido en el fuero penal o civil, pues la autono-
mía por razón de competencia para calificar despidos o faltas graves laborales del fuero
laboral obliga a que su calificación y por ende la determinación de la configuración de
la falta grave laboral imputada al demandante debe hacerse exclusivamente por su com-
probación objetiva en el procedimiento laboral. En el mismo sentido, en relación con la
denuncia casatoria del acápite b), la recurrente señala que los hechos de extrema vio-
lencia imputados al demandante se encuentran acreditados con la copia certificada del
Atestado Nº 433-09-V-DIRTEPOL-I-RPL-CPNP-IQ-IC de fecha trece de octubre de
dos mil nueve, y como tal constituye instrumento público que merece fe para todo efec-
to legal, mientras no se pruebe lo contrario.
Quinto.- De la argumentación que antecede se aprecia que la recurrente cumple
con la exigencia dispuesta en el artículo 58 inciso c) de la Ley Nº 26636, modificado
465
EL DESPIDO LABORAL
por el artículo 1 de la Ley Nº 27021, razón por la cual corresponde declarar procedente
el recurso casatorio por estas causales.
Sexto.- Anótese que toda pretensión de nulidad de despido, supone la denuncia de
vulneración de derechos fundamentales del trabajo, como motivo del despido; lo que
denota un escenario procesal singular, no solamente por la trascendencia de los derechos
implicados, sino por las dificultades probatorias propias de causales de despido de com-
pleja acreditación, en tanto los supuestos de hecho constitutivos de despido nulo, supo-
nen la necesidad de valorar aspectos subjetivos o abstractos en la conducta del emplea-
dor. En efecto, a diferencia de las causales de falta grave laboral, en las que el objeto de
prueba es la comprobación objetiva de conductas antijurídicas tipificadas con meridia-
na claridad por el ordenamiento laboral, las causales de despido nulo aluden a motiva-
ciones prohibidas del empleador, en tanto esconden un ánimo lesivo de derechos funda-
mentales; dichas motivaciones, sin embargo, no son explícitas, encontrándose más bien
ocultas detrás de conductas corporativas con visos de legalidad.
Sétimo.- Esta dificultad se hace más patente, tras comprobar la distribución de car-
gas probatorias del artículo 27 de la Ley Nº 26636, según el cual, corresponde al tra-
bajador acreditar el despido nulo. La jurisprudencia, sin embargo, reiteradamente, ha
señalado la necesidad de morigerar tan pesada carga, mediante el empleo de fórmulas
de aliteración, como el principio de facilitación probatoria y la prueba indiciaria, cuyo
empleo en el proceso laboral autoriza el artículo 41 de la antes referida Ley Procesal
del Trabajo. Así, en el Pleno Jurisdiccional Laboral de mil novecientos noventa y siete,
celebrado en el Cuzco, se acordó que: “En los procesos en que se ventile la Nulidad
del despido, si bien el juez no puede utilizar las presunciones, deberá apreciar, evaluar
y determinar el mérito de los indicios que se aporten con los medios probatorios, para
poder determinar objetivamente la causa real que motivó el despido”.
Octavo.- En este horizonte, el derecho a la libertad sindical, cuya vulneración se
alega en el presente caso por la demandada, no solo tiene un reconocimiento a nivel
legal y constitucional en nuestro ordenamiento jurídico, sino que trasciende a este, ubi-
cándose, a no dudarlo, en el centro del repertorio más selecto de derechos humanos del
trabajo, reconocido en las más importantes declaraciones de principios, derechos y con-
venciones internacionales de los que el Perú es parte; entre ellos los Convenios Nº 87
y Nº 98 de la Organización Internacional del Trabajo - OIT, ratificados por el Estado
Peruano a través de las Resoluciones Legislativas Nº 13281 y Nº 14712, del dos de
marzo de mil novecientos sesenta y del trece de marzo de mil novecientos sesenta y
cuatro respectivamente; la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobado
por Resolución Legislativa Nº 13282, del quince de diciembre de mil novecientos cin-
cuenta y nueve (artículo 23); Convención Americana sobre Derechos Humanos “Pacto
de San José de Costa Rica” aprobado a través del Decreto Ley Nº 22231, del once de
julio de mil novecientos setenta y ocho (artículo 16); Protocolo Adicional a la Conven-
ción Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Socia-
les y Culturales “Protocolo de San Salvador”, aprobado mediante Resolución Legisla-
tiva Nº 26448, del siete de mayo de mil novecientos noventa y cinco (artículo 8); y, el
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, aprobado median-
te Decreto Ley Nº 22129, del veintinueve de marzo de mil novecientos setenta y ocho
(artículo 8); por tanto, su trasgresión no solo resiente el ordenamiento jurídico nacional
sino también normas de carácter supranacional.
466
JURISPRUDENCIA
(103) BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido en el Derecho Laboral peruano. ARA Editores, Lima,
2002, p. 289.
(104) BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. Ob. cit., p. 290.
(105) Expediente Nº 0205-2004-PA/TC.
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EL DESPIDO LABORAL
(106) Publicada en el diario oficial El Peruano el tres de noviembre de dos mil cuatro.
(107) Publicada el primero de marzo de dos mil uno en el diario oficial El Peruano.
468
JURISPRUDENCIA
la identificación de los responsables de las faltas graves que le fueron imputados a varios
trabajadores afiliados, entre ellos el demandante. Escenario en el que la tesis de la deman-
dada no encuentra sustento, y que, en el marco de los eventos sucedidos a raíz de la nego-
ciación de un convenio colectivo para el periodo dos mil ocho, cobra validez la alegación
del demandante respecto de la existencia del despido represalia, con clara vulneración al
derecho fundamental de la libertad sindical al pretender sancionarse a los trabajadores que
participaron en la marcha en reclamo de su derecho a los aumentos salariales pretendidos.
Décimo quinto.- En efecto, el documento en el que la recurrente basa su decisión
de despedir a los afiliados que participaron de la protesta en dicha data, esto es, el Ates-
tado Nº 433-09-V-DIRTEPOL-I-RPL-CPNP-IQ-IC de fecha trece de octubre de dos mil
nueve no constituye prueba plena, en tanto, en el proceso penal que les fuera instaurado a
las partes se concluyó en la inexistencia de responsabilidad por los alegados daños en la
propiedad de la emplazada en Iquitos. En tal sentido, con dicha información proveniente
de un proceso judicial penal, llevado con las garantías del debido proceso, no se inaplica
–o vulnera– en modo alguno el artículo 26 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR y el ar-
tículo 40 del Decreto Supremo Nº 001-96-TR; en tanto, las conclusiones a las que arribó
el Colegiado en lo penal están directamente relacionados con la materia a resolverse en el
presente caso, y al partir de la denuncia efectuada por la demandada (cuyo sustento docu-
mental es precisamente el atestado policial en mención), no hace sino concluir en que no
existen motivos razonables para imputar hechos de violencia y daños en la propiedad de
la demandada, al trabajador demandante don Teddy Gonzalo Rengifo Java.
Décimo sexto: En modo contrario, todos los hechos sucedidos (protestas, huelga y
manifestaciones) sumados a la falta de comprobación en aquel proceso penal –conforme
quedó sentado en las instancias de mérito– de la existencia de hechos de violencia (motivo
del despido); y que tampoco han sido objeto de probanza en el presente proceso laboral, no
obstante los requerimientos para tal efecto, tales como la exhibicional del video de segu-
ridad de las instalaciones de la empresa en Iquitos, no hacen sino concluir a este Supremo
Tribunal de la existencia de múltiples indicios respecto a que, debido a la notoria relación
de causalidad entre el ejercicio a la libertad sindical y la fecha de despido, el móvil de la
empresa para prescindir de los servicios del demandante no es sino la clara intención de
impedir los continuos reclamos ante la obtención de un Convenio Colectivo para el año
dos mil ocho, así como sancionar al demandante por el ejercicio regular de un derecho.
Por tales motivos, es que corresponde desestimar el recurso casatorio.
IV. RESOLUCIÓN
Por estas consideraciones, declararon: INFUNDADO el recurso de casación inter-
puesto por PETREX Sociedad Anónima, de fecha veintinueve de febrero de dos mil doce,
obrante a fojas cuatrocientos cuarenta y tres; en consecuencia: NO CASARON la senten-
cia de vista de fecha veinticinco de enero de dos mil doce, obrante a fojas cuatrocientos
uno; en los seguidos por don Teddy Gonzalo Rengifo Java contra PETREX Sociedad Anó-
nima sobre nulidad de despido, MANDARON publicar la presente resolución en el dia-
rio oficial El Peruano, conforme a ley; y los devolvieron. Vocal Ponente: Acevedo Mena.
469
EL DESPIDO LABORAL
470
JURISPRUDENCIA
sabiendas de que el contrato de trabajo a plazo fijo que suscribió en forma voluntaria
con su parte, se encontraba próximo a culminar interpone una demanda laboral alegan-
do una inexistente e imaginaria desnaturalización del contrato de trabajo que suscribió
y del cual tenía pleno conocimiento. Cabe mencionar que el supuesto motivante de la
extinción del vínculo laboral, fue notificada a la Procuraduría recién el nueve de agos-
to de dos mil diez, es decir, con posterioridad a la extinción del vínculo laboral con la
demandante acaecido el treinta y uno de julio de dos mil diez, tal y como se demuestre
de la copia legalizada de la resolución número uno y del Expediente Nº 04365-2010 y
del reporte del expediente judicial extraído de la página eb institucional del Poder Judi-
cial. Señala asimismo, que las actuaciones administrativas de la Autoridad de Trabajo,
ofrecidos como medios de prueba por la actora no acreditan de manera alguna la exis-
tencia de la causal prevista en el inciso c) del artículo 29 en mención, puesto que no
está probado el nexo causal entre los hechos administrativos realizados por la Autoridad
Administrativa de Trabajo con la culminación del contrato. b) Inaplicación del artículo
47 del Decreto Supremo Nº 001-96-TR. Argumenta, que la Sala considera que esta
disposición establece la carga de la prueba por lo demás subjetiva y excesiva, por lo que
procede a calificar de manera objetiva la existencia de la causa de despido nulo.
3. CONSIDERANDO:
Primero.- Que, mediante escrito obrante a fojas cincuenta y seis, Analí Kenny Laos
Chang, interpone demanda laboral contra la Superintendencia Nacional de Administra-
ción Tributaria - Sunat, pretendiendo se declare Nulo el despido del cual fue objeto por
la causal señalada en el inciso c) del artículo 29 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR,
y se ordene su reposición en su último puesto de trabajo que estuvo desempeñando en la
Superintendencia Nacional de Administración Tributaria - Sunat - Trujillo, y como conse-
cuencia de ello se ordene el pago de sus remuneraciones dejadas de percibir, más los inte-
reses legales.
Segundo.- Que, aduce para ello la demandante que: a) Afirma que prestó servicio
para la demandada en calidad de Fedatario Fiscalizador desde el dos de marzo de dos
mil siete al dos de agosto de dos mil diez, fecha en que le fue comunicado el término de
su contrato de trabajo sin mediar causal alguna, situación que le otorga suficiente legiti-
midad para interponer la presente demanda; b) Señala que la demandada le hacía firmar
contratos de trabajo sujetos a modalidad para servicio específico pero para realizar labo-
res de carácter permanente, continuo y personales, como lo es la labor de fiscalización;
por lo que existe desnaturalización de su contrato de trabajo y por consiguiente existe un
contrato de trabajo a tiempo indeterminado, y, c) Alega que su despido obedece al haber
formulado una denuncia ante la Autoridad Administrativa de Trabajo la realización de
una visita a su centro de trabajo a efectos de constatar la desnaturalización de su con-
trato de trabajo, así como al haber interpuesto una demanda contra su empleador ante el
Poder Judicial (Expediente Nº 4365-2010).
Tercero.- Que, luego de tramitado el proceso, el Tercer Juzgado Laboral de Truji-
llo de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, por sentencia de fecha once de abril
de dos mil once, declaró fundada la demanda, sobre la base de los siguientes fundamen-
tos: a) El artículo 63 del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728, Ley de
Productividad y Competitividad Laboral aprobado por Decreto Supremo Nº 003-97-TR,
471
EL DESPIDO LABORAL
señala que los contratos para obra determinada o servicio específico, son aquellos cele-
brados entre un empleador y un trabajador, con objeto previamente establecido y de
duración determinada. Su duración será la que resulte necesaria. En este tipo de contra-
tos podrán celebrarse las renovaciones que resulten necesarias para la conclusión o ter-
minación de la obra o servicio objeto de la contratación; b) De la labor desempeñada
por la actora (Fedataria Fiscalizadora), y atendiendo al objeto social de la emplazada,
que se trata de una entidad pública que tiene a su cargo la administración tributaria del
país; el cargo u ocupación denominado Fedatario Fiscalizador, por las funciones desem-
peñadas, y que consta en la cláusula segunda del contrato sujeto a análisis, entre otras,
constatar acciones u omisiones que importen la comisión de infracciones conteni-
das en la normas tributarias, practicar inspecciones, inmovilizaciones e incautacio-
nes, resultan ser actividades permanentes de la demandada, uniéndose el hecho que los
operativos de verificación de cumplimiento de disposiciones tributarias, son actividades
ordinarias de la emplazada, no existiendo ningún elemento que se trate de planes opera-
tivos transitorios de la entidad demandada, lo que se desprende del Informe de Actua-
ciones inspectivas de fecha doce de agosto de dos mil nueve realizado por la Autori-
dad Administrativa de Trabajo; c) Siendo esto así, la demandada no podía argumentar
como causal de terminación de la relación laboral, lo previsto en el artículo 16 del Texto
Único Ordenado del Decreto Legislativo Nº 728, Ley de Productividad y Competitivi-
dad Laboral aprobado por Decreto Supremo Nº 003-97-TR, por cuanto no resulta opo-
nible el contrato de trabajo sujeto a modalidad por servicio específico, ni menos la aden-
da y renovación de contratos por cuanto estos no reúnen los requisitos legales previstos
en el artículo 72 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, antes citado; d) En consecuencia
el despido arbitrario del que fue objeto la demandante, ocurrió cuando esta había recu-
rrido demandando la desnaturalización de contrato de trabajo a plazo determinado, ante
el Tercer Juzgado de Trabajo, Expediente Nº 04365-2010 pues el autoadmisorio le fue
notificado a la emplazada el dos de agosto de dos mil diez conforme es de verse del
reporte de consulta del expediente en línea del Poder Judicial.
Cuarto.- Que apelada dicha sentencia, la Primera Sala Laboral de la Corte Supe-
rior de Justicia de La Libertad la confirmó; para ello expuso los siguientes fundamentos:
a) La actividad laboral de una Fedataria Fiscalizadora no se concentra en la simple rea-
lización de “operativos” o inspecciones, sino que comprenden acciones de investigación
y de control que forman parte de una de las funciones principales de la demandada pre-
vista en el artículo 5 inciso c) del Decreto Legislativo Nº 501, es decir, no se encuentra
ante labores de carácter temporal o eventual sino de carácter permanente, lo que además
fluye claramente de los contratos presentados por la actora, siendo que la causa obje-
tiva determinante de la contratación de la accionante a que se refiere el artículo 72 del
Decreto Supremo Nº 003-97-TR, es contar con los servicios del trabajador que permita
cumplir con una de las funciones principales de la demandada como es la fiscalización
a través de acciones de inspección, investigación y el control del cumplimiento de obli-
gaciones tributarias; por lo tanto, se estaba contratando a la accionante para que realice
labores inherentes a la actividad principal de la demandada y con carácter permanen-
te. Lo que es corroborado por la Sentencia del Tribunal Constitucional en el Expediente
Nº 10777-2006-AA de fecha siete noviembre de dos mil siete; por tanto no se encuen-
tra acreditada la naturaleza eventual o temporal de la contratación de la demandante por
472
JURISPRUDENCIA
473
EL DESPIDO LABORAL
Octavo.- Que, el inciso c) del artículo 29 del Texto Único Ordenado del Decre-
to Legislativo Nº 728 aprobado por Decreto Supremo Nº 003-97-TR, Ley de Producti-
vidad y Competitividad Laboral, establece que es nulo el despido que tenga por motivo
presentar una queja o participar en un proceso contra el empleador ante las autoridades
competentes, salvo que se configure la falta grave contemplada en el inciso f) del artículo
25. Al respecto el primer párrafo del artículo 47 del Decreto Supremo Nº 001-96-TR
señala que se configura esta causal de despido si la queja o reclamo ha sido planteado con-
tra el empleador ante las Autoridades Administrativas o Judiciales competentes y además
se acredita que está procedido de actitudes o conductas del empleador que evidencien el
propósito de impedir arbitrariamente el reclamo de sus trabajadores.
Noveno.- Que, bajo este marco jurídico, interpretando el inciso c) del artículo 29
de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral, en concordancia con la norma
reglamentaria antes aludida, debe establecerse que en caso de nulidad de despido el tra-
bajador no solo debe acreditar la relación laboral, sino, además, el motivo del despido,
para lo que no es suficiente acreditar la existencia del proceso judicial instaurado, sino
que es de cargo del recurrente demostrar la existencia del nexo - causal entre el despi-
do y la causa alegada, es decir, que el hecho fue producto de una represalia por parte del
empleador, lo cual se demuestra a partir de la existencia actitudes o conductas prece-
dentes de este último que evidencien el propósito de impedir arbitrariamente cualquier
reclamo de sus trabajadores.
Décimo.- Que, entonces, esta norma sanciona con la nulidad, el despido ejecuta-
do por el empleador como represalia contra el trabajador que en defensa de sus dere-
chos e intereses ha formulado una queja o iniciado un proceso ante las autoridades com-
petentes, esto es, tratándose de una queja ante las Autoridades Administrativas y en el
caso de un proceso ante el órgano Jurisdiccional, lo cual viene ha advertir que cuando la
norma denunciada se refiere a una queja o reclamo no se está refiriendo a una reclama-
ción directa que el trabajador haga a su empleador sino ha aquella que han sido materia-
lizadas y formalizadas en sede administrativa o judicial, exigiendo además para su con-
figuración que el recurrente demuestre la existencia del nexo causal entre el despido y la
causa alegada a fin de evidenciar que el hecho fue producto de una represalia por parte
del empleador.
Undécimo.- Que, asimismo, según el segundo párrafo del citado artículo 47 del
Decreto Supremo Nº 001-96-TR, la protección se extiende hasta tres meses de expedi-
da la resolución consentida que cause estado o ejecutoriada que ponga fin al procedi-
miento; es decir, que el acto del despido del trabajador se produzca con posterioridad a
la formulación de la queja o del proceso judicial de naturaleza laboral en defensa de sus
derechos reconocidos por la ley y no con ánimo de perjudicar al empleador o de tener
un medio de prueba para defenderse frente a un posible despido por causa justa, por lo
que tratándose de parámetros temporales, este debe ser efectuado dentro de un plazo
tan cercano que produzca convicción en el Juzgador que el móvil por el cual se ha roto
el vínculo laboral es la represalia por el reclamo formulado, por lo que, tratándose de
quejas administrativas efectuadas por uno o varios procesos judiciales instaurados dicha
protección, en su término final, se extiende hasta dentro de tres meses de consentida la
resolución que cause estado o ejecutoriada.
474
JURISPRUDENCIA
(108) BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El Despido Nulo. Ara Editores, Perú, 2002, p. 282.
(109) PLÁ RODRÍGUEZ, Américo y FERRO DELGADO, Víctor. Citados por Blancas Bustamante en Ob.
cit., pp. 309-314.
475
EL DESPIDO LABORAL
4. RESOLUCIÓN
Por tales consideraciones, y de conformidad con el artículo 397 del Código Proce-
sal Civil, de aplicación supletoria a la presente materia: A) Declararon: INFUNDADO
el recurso de casación interpuesto a fojas trescientos veinticuatro por la Superintenden-
cia Nacional de Administración Tributaria - Sunat. B) en consecuencia, NO CASA-
RON la sentencia de vista de fojas trescientos uno, su fecha diez de junio de dos mil
once, expedida por la Primera Sala Laboral de la Corte Superior de Justicia de La Liber-
tad. C) en los seguidos por doña Analí Kenny Laos Chang sobre Nulidad de Despido y
otro. D) DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el diario oficial El
Peruano conforme a ley; y los devolvieron.- Vocal Ponente Yrivarren Fallaque.
476
JURISPRUDENCIA
477
EL DESPIDO LABORAL
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JURISPRUDENCIA
479
EL DESPIDO LABORAL
se concluye, invocando los Principios Iura Novit Curia y Suplencia de la queja, recogi-
dos en la legislación procesal constitucional, que se ha producido un despido incausado
y no un despido fraudulento, razón por la cual ordena la reposición del demandante en
el cargo que venía desempeñando al momento del cese o en otro de similar categoría. Es
en virtud a ello que, correspondía a la Sala de mérito observar si, al emitir un pronuncia-
miento sobre una pretensión distinto (despido incausado) al formulado en el escrito de
demanda (despido fraudulento), se vulnera el derecho de defensa de la empresa empla-
zada, toda vez que aun cuando el efecto en ambos tipos de despido sean el mismo (obte-
ner la reposición), no debemos olvidar que el Tribunal Constitucional ha distinguido en
la sentencia recaída en el Expediente Nº 976-2001-AA/TC(111) que se produce el despido
incausado cuando se despide al trabajador, ya sea de manera verbal o mediante comuni-
cación escrita, sin expresarle causa alguna derivada de la conducta o la labor que la jus-
tifique; y, sobre el despido fraudulento, señala que se configura cuando se despide al tra-
bajador con ánimo perverso y auspiciado por el engaño, por ende, de manera contraria a
la verdad y la rectitud de las relaciones laborales; aun cuando se cumple con la imputa-
ción de una causal y los cánones procedimentales, como sucede cuando se imputa al tra-
bajador hechos notoriamente inexistentes, falsos o imaginarios o, asimismo, se le atri-
buye una falta no prevista legalmente, vulnerando el Principio de Tipicidad.
Octavo.- Asimismo, se puede advertir que la Sala de mérito modifica la pretensión
contenida en la demanda (reposición por despido fraudulento) invocando el Código Pro-
cesal Constitucional, sin considerar que por mandato expreso de la Primera Disposición
Complementaria de la Nueva Ley Procesal del Trabajo Nº 29497: “En lo no previsto por
esta Ley son de aplicación supletoria las normas del Código Procesal Civil”; argumento
que es reconocido por el propio Código Procesal Civil, al establecer en su Primera Dis-
posición Final, que: “Las disposiciones de este Código se aplican supletoriamente a
los demás ordenamientos procesales, siempre que sean compatibles con su naturaleza”
(sic). En tal sentido, resulta necesario que se exprese los argumentos que justifiquen la
aplicación supletoria del Código Procesal Constitucional al procesal laboral; máxime si,
conforme se desprende de lo expuesto en líneas precedentes nuestro ordenamiento pro-
cesal laboral es claro al determinar la utilización supletoria del Código Procesal Civil.
Noveno.- Finalmente, también se aprecia que en la sentencia recurrida se ampara
la pretensión de remuneraciones devengadas, aplicando analógicamente el artículo
40 del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, sin considerar que dicha consecuencia jurídica
solo es aplicable a la pretensión de despido nulo previsto legislativamente en el ar-
tículo 29 del mismo cuerpo normativo; y, por el contrario, el despido incausado y des-
pido fraudulento son creaciones del Tribunal Constitucional establecidos en el prece-
dente vinculante recaído en el Expediente Nº 976-2001-AA/TC (Caso Eusebio Llanos
Huasco); lo que incurre en evidente transgresión del artículo 139 incisos 3 y 5 de la
Carta Fundamental del Estado, por vulneración al debido proceso y al derecho de obte-
ner de los órganos jurisdiccionales una respuesta razonada, motivada y congruente res-
pecto de las pretensiones en debate.
(111) Caso Eusebio Llanos Huasco contra Telefónica del Perú, expedida con fecha trece de marzo de dos mil
tres.
480
JURISPRUDENCIA
Décimo.- De otro lado, de la sentencia emitida con fecha doce de setiembre de dos
mil doce también se puede verificar que el juez de primera instancia resuelve declarar
infundada la demanda, al considerar que jamás se le imputó al actor hechos notoria-
mente inexistentes, falsos e imaginarios; y que, por el contrario, la extinción del con-
trato de trabajo se produjo por cumplimiento del plazo; argumento que afecta el princi-
pio de motivación de las resoluciones judiciales y el debido proceso toda vez que omite
analizar la validez de los contratos modales por incremento de actividad suscritos entre
las partes, máxime si el actor sostiene que en dichos contratos no se sustentan las cau-
sas objetivas para su validez, constituyendo prueba de la simulación, desnaturalización
y fraude a la contratación laboral y a la ley, que configura la existencia de un contrato a
plazo indeterminado.
Undécimo.- En ese sentido, debe declararse fundada la causal de infracción nor-
mativa del derecho al debido proceso y la motivación de las resoluciones judiciales
contenidos en los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política; por consi-
guiente, en ejercicio de la facultad nulificante del juzgador prevista en el 176 del Códi-
go Procesal Civil, entendida como aquella facultad de declarar la nulidad aun cuando no
haya sido solicitada, por considerar que el acto viciado altera sustancialmente los fines
abstracto y concreto del proceso laboral, este Colegiado Supremo luego de verificar que
al emitir tanto la sentencia de vista, como la sentencia apelada se ha incurrido en causal
de nulidad absoluta, resultan inválidas e ineficaces, correspondiendo al juez del proceso
renovar este acto procesal.
IV. DECISIÓN
Por estas consideraciones, declararon: FUNDADO el recurso de casación inter-
puesto por el demandado Cementos Pacasmayo Sociedad Anónima Abierta de fecha
veintinueve de mayo de dos mil trece, obrante a fojas doscientos sesenta y cinco; en
consecuencia NULA la sentencia de vista de fecha ocho de mayo de dos mil trece,
obrante a fojas ciento noventa y seis; e INSUBSISTENTE la sentencia apelada de
fecha doce de setiembre de dos mil doce, obrante a fojas ciento cincuenta y cuatro; DIS-
PUSIERON que el juez del proceso emita nueva sentencia con observancia de los pará-
metros y lineamientos contenidos en la presente resolución; en los seguidos por Juan
Iván Gómez Benites contra Cementos Pacasmayo Sociedad Anónima Abierta, sobre
Reposición; y DISPUSIERON la publicación del texto de la presente resolución en el
diario oficial El Peruano conforme al artículo 41 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo
Nº 29497; y, los devolvieron.- Vocal Ponente: Vinatea Medina.
481
EL DESPIDO LABORAL
CAS. Nº 1439-2011-ICA
Lima, veinte de abril de dos mil doce
482
JURISPRUDENCIA
ha extendido y ampliado la lista de causas de despido nulo especificados por la ley con
el fin de ofrecer protección a otros bienes jurídicos amparados por la Constitución.
3. CONSIDERANDO:
Primero.- El recurso de casación interpuesto por el demandante, reúne los requisi-
tos de forma exigidos por el artículo 57 de la Ley Procesal de Trabajo - Ley N° 26636,
modificada por la Ley N° 27021, en tal sentido, corresponde analizar si cumple con las
exigencias de fondo contenidas en el artículo 58 del precitado texto legal.
Segundo.- Que, independientemente de las causales invocadas por la recurrente, si
bien el recurso de casación tiene como fin esencial, la correcta aplicación e interpreta-
ción de las normas materiales del Derecho Laboral, Previsional y de Seguridad Social,
conforme lo establece el artículo 54 de la Ley Procesal del Trabajo, para que esta Supre-
ma Sala ejercite adecuadamente dicho postulado y cumpla su misión, es indispensable
que las causas sometidas a su jurisdicción respeten ciertas reglas mínimas y esenciales
del debido proceso que le permitan examinar válida y eficazmente las normas de dere-
cho material denunciadas.
Tercero.- Que, bajo el contexto señalado en el considerando precedente, esta
Suprema Sala estima que, en la presente causa nos encontramos frente a una irregula-
ridad que transgrede un principio y derecho de la función jurisdiccional (como es la
motivación de resoluciones judiciales), lo cual obliga al Colegiado Supremo a decla-
rar en forma excepcional procedente el recurso de casación interpuesto en aplicación de
lo dispuesto en los incisos 3) y 5) del artículo 139 de la Constitución Política del Esta-
do, obviando los agravios formulados por la trascendencia de la violación constitucional
advertida.
Cuarto.- En este sentido, el derecho al debido proceso, establecido en el artículo
139 inciso 3 de la Constitución Política del Estado, comprende, entre otros derechos, el
de obtener una resolución fundada en derecho de los jueces y tribunales, y exige que las
sentencias expliquen en forma suficiente las razones de sus fallos, esto es, en concor-
dancia con el artículo 139 inciso 5 de la Carta Magna, que se encuentren suficientemen-
te motivadas con la mención expresa de los elementos fácticos y jurídicos que sustentan
las decisiones, lo que viene preceptuado además en los artículos 122 inciso 3 del Códi-
go Procesal Civil y 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Además, la exigencia de la motivación suficiente constituye también una garantía para
el justiciable, mediante la cual, se puede comprobar que la solución del caso en concre-
to viene dada por una valoración racional de los elementos fácticos y jurídicos relacio-
nados al caso y no de una arbitrariedad por parte del juez, por lo que una resolución que
carezca de motivación suficiente no solo vulnera las normas legales citadas, sino tam-
bién los principios constitucionales consagrados en los incisos 3 y 5 del artículo 139 de
la Constitución Política del Estado.
Quinto.- El deber de debida motivación, conforme lo ha señalado el Tribunal
Constitucional peruano en el fundamento jurídico número cuatro de la Sentencia del
Tribunal Constitucional N° 00966-2007-AA/TC “no garantiza una determinada exten-
sión de la motivación, por lo que su contenido se respeta siempre que exista una fun-
damentación jurídica, congruencia entre lo pedido y lo resuelto y, por sí misma, expre-
se una suficiente justificación de la decisión adoptada, aun si esta es breve o concisa, o
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EL DESPIDO LABORAL
484
JURISPRUDENCIA
4. RESOLUCIÓN
Por estos fundamentos declararon: FUNDADO el recurso de casación obrante
a fojas ciento setenta y tres interpuesto por el demandante don Víctor Martín García
Trigoso, en consecuencia: NULA la sentencia de vista de fecha diez de marzo de dos
mil once, obrante a folios ciento cincuenta y cinco, e INSUBSISTENTE la apelada
de fecha dieciséis de noviembre de dos mil diez, obrante a fojas ciento treinta y cinco;
DISPUSIERON que el juez de primera instancia emita nueva sentencia observando los
lineamientos establecidos en la presente resolución; MANDARON la publicación de la
presente resolución en el diario oficial El Peruano; y los devolvieron.- Juez Ponente:
Yrivarren Fallaque.
VISTOS; y CONSIDERANDO:
Primero.- Que viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
laboral interpuesto por la Municipalidad Provincial de Marcona, cumple con los requi-
sitos de forma previstos en el artículo 57 de la Ley Procesal del Trabajo, modificado por
la Ley N° 27021, para su admisibilidad; por lo que corresponde examinar si el recurso
reúne los requisitos de fondo.
Segundo.- En cuanto a los requisitos de fondo, se debe tener en cuenta que el
recurso extraordinario de casación, es eminentemente formal, por lo que tiene que estar
estructurado con estricta sujeción a Ley, debiendo tener una fundamentación clara, pun-
tualizando en cuál de las causales se sustenta, no estando obligada la Corte de Casación
a subsanar de oficio, los defectos incurridos por la recurrente.
Tercero.- Que, en cuanto a los requisitos de fondo, la recurrente denuncia la cau-
sal contenida en el inciso c) del artículo 56 de la Ley Procesal de Trabajo y el artículo
386 del Código Procesal Civil: a) Inaplicación de una norma de derecho material,
por cuanto señala que la Sala no ha valorado los hechos y las pruebas aportadas por la
parte demandada, respecto a la desnaturalización del contrato; y, b) Contravención de
las normas que garantizan el derecho a un debido proceso; refiere que la Sala ha
emitido la resolución impugnada, sin tomar en cuenta ni analizar de manera objetiva y
legal, los actuados procesales y las resoluciones emitidas con anterioridad que declara-
ron infundadas tanto la nulidad de despido como la desnaturalización del contrato, por
lo que es ilegal e improcedente que la Sala recurrida, haya confirmado el extremo de
nulidad de despido y contradiciéndose haya declarado fundada la supuesta desnaturali-
zación del contrato, vulnerándose de esta forma el debido proceso y sobre todo el dere-
cho de defensa.
Cuarto: La denuncia comprendida en el acápites a), no puede ser acogida, toda
vez que se advierte de los fundamentos expuestos en el recurso que el mismo no resulta
viable en sede casatoria, toda vez si bien la recurrente hace alusión a la inaplicación de
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EL DESPIDO LABORAL
una norma de derecho material, no señala con precisión y claridad cuál es la norma
que ha sido inaplicada y por qué debió aplicarse; además, los fundamentos de la denun-
cia formulada no están dirigidos a demostrar como las causales denunciadas incidirían
en enervar el sentido del fallo, lo que demuestra la falta de reciprocidad entre lo alegado
en el recurso y el sustento de la decisión contenida en la recurrida, por lo que al no cum-
plir con los presupuestos del artículo 58 incisos c) de la Ley N° 26636 (Ley Procesal de
Trabajo), su denuncia deviene en improcedente.
Quinto.- En cuanto a la denuncia contenida en el acápite b), al respecto, si bien es
cierto que la contravención a las normas que garantizan el derecho a un debido proceso
no se encuentra prevista como causal de casación en materia laboral; también es verdad,
que esta causal procede excepcionalmente en los casos en que se advierte una eviden-
te afectación esencial del debido proceso; supuesto excepcional que no se advierte en el
caso de autos, en que no se está de acuerdo con el criterio jurisdiccional considerando
por ello deficientemente sustentada la sentencia por lo que este extremo debe ser decla-
rado improcedente.
Por estas consideraciones: Declararon IMPROCEDENTE el recurso de casa-
ción obrante a fojas ciento sesenta y siete interpuesto por la Municipalidad Provincial
de Marcona contra la sentencia de vista de fecha diez de marzo de dos mil once obran-
te a fojas ciento cincuenta y cinco; en los seguidos por don Víctor Martín García Trigo-
so sobre Nulidad de Despido y otro; ORDENARON la publicación de la presente reso-
lución en el diario oficial El Peruano conforme a ley; y los devolvieron; Vocal Ponente:
Yrivarren Fallaque.
486
ÍNDICE
GENERAL
ÍNDICE GENERAL
Presentación........................................................................................................ 5
PARTE I
ENSAYOS
Introducción.................................................................................................. 9
I. Definición........................................................................................... 12
II. Características..................................................................................... 12
III. Supuestos materiales del despido fraudulento.................................... 15
IV. Impugnación del despido fraudulento................................................ 23
Conclusiones................................................................................................. 26
El despido fraudulento
Mariana Milagros Zamora Chávez
Introducción.................................................................................................. 29
I. Sobre el despido.................................................................................. 30
II. Sobre la estabilidad laboral................................................................. 31
III. Sobre los supuestos de reposición laboral del Tribunal Constitucional... 33
IV. Sobre el despido fraudulento.............................................................. 34
V. La sentencia del caso Baylón Flores - Emapa Huacho S. A............... 37
VI. Sobre el II Pleno Jurisdiccional Supremo en materia laboral............ 38
489
EL DESPIDO LABORAL
Introducción.................................................................................................. 51
I. Marco teórico: la igualdad y el mandato de no discriminación.......... 52
II. La jubilación como causal de extinción de la relación laboral........... 57
III. La jubilación obligatoria automática como despido arbitrario........... 64
IV. ¿Es posible concertar la existencia de una edad máxima con el
respeto de los derechos fundamentales?............................................. 65
Conclusiones................................................................................................. 67
Introducción.................................................................................................. 69
I. Estabilidad laboral.............................................................................. 69
II. Causales de despido nulo.................................................................... 70
III. ¿Reposición o indemnización?........................................................... 80
IV. Dilemas sobre el deber de confidencialidad en el ámbito de la
empresa............................................................................................... 84
V. Criterios jurisprudenciales establecidos por el TC en materia de
despido................................................................................................ 85
Introducción ................................................................................................. 91
I. Características y principios del derecho del trabajo relacionados
con el despido arbitrario..................................................................... 92
490
ÍNDICE GENERAL
491
EL DESPIDO LABORAL
Introducción.................................................................................................. 153
I. Elementos configuradores del despido incausado ............................. 155
II. Reposición laboral por despidos incausados a través de las vías
constitucionales o la vía procesal....................................................... 160
Conclusiones................................................................................................. 171
Introducción.................................................................................................. 173
I. Protección constitucional del derecho al trabajo en el Perú............... 174
II. El principio de continuidad respecto del establecimiento de las rela-
ciones de trabajo................................................................................. 178
III. La estabilidad laboral en su clasificación, absoluta y relativa . ......... 179
IV. El despido laboral por manifestación expresa o no de la voluntad
del empleador..................................................................................... 183
V. Los actos de hostilidad laboral y su configuración como despido
indirecto.............................................................................................. 187
Introducción.................................................................................................. 203
I. Protección jurídica de las trabajadoras embarazadas frente al despido
por parte del empleador...................................................................... 206
II. Peculiaridades del despido nulo......................................................... 210
III. Posibilidades del trabajador en caso de despido nulo......................... 212
IV. Análisis de la Casación N° 2213 sobre nulidad de despido............... 214
Conclusión.................................................................................................... 218
492
ÍNDICE GENERAL
Introducción.................................................................................................. 219
I. El procedimiento de despido.............................................................. 221
II. El principio de inmediatez.................................................................. 225
III. El principio de inmediatez en la jurisprudencia nacional................... 230
IV. Procesos operativos que se sustentan en el término de inmediatez.... 234
V. La suspensión de la inmediatez.......................................................... 236
Conclusiones................................................................................................. 238
PARTE II
CONSULTAS
493
EL DESPIDO LABORAL
PARTE III
JURISPRUDENCIA
494
ÍNDICE GENERAL
495