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aceptación general. La primera es el aspecto ge estatal, pues para los gobiernos es primordial
neral del ‘paisaje que se observa’. Prescindiendo imponer su visión de la historia para implantar
de las distintas teorías sobre el origen de la revolu una posición propia sobre la política, y quien
Dos siglos recuerdan la veracidad del componente factual de la histo difundirse. Esto explica la necesidad de vigilar
ria de la Revolución Francesa por parte de los a quienes se ocupan de estas cosas, esto es, los
diferentes agentes, que hacen uso de ella para historiadores. Así, “los luchadores sociales en la
la Revolución Francesa legitimar sus apuestas políticas. La divergencia
se halla en la interpretación. Es por esto que
lucha usan trajes de época” (Hobsbawm, 1992,
p. 58). ¿Será que hay una tendencia en la his
todas las personas están de acuerdo en que se toria de buscar un modelo para repetirlo? ¿O
Eric John Hobsbawm. Editorial Crítica. 2003. Barcelona. 174 páginas. produjo una crisis en el seno de la monarquía será, más bien, que el uso de dichos trajes de
que en 1788 condujo a la convocatoria de los época constituye una herramienta de legitima
The echoes of the Marseillaise. Estados Generales, en donde confluía la asam ción de las luchas de los agentes del presente?
Two centuries remember the French Revolution” blea que estaba conformada por los estados del Apelamos a la segunda. He aquí la importancia
reino: el clero, la nobleza y los demás, es decir, del uso social de la historia.
el Tercer Estado, lo que propició la transfor
A
mación de los Estados Generales, o más bien No obstante, aun cuando se reviven los muertos,
l leer Los ecos de la Marsellesa, de Eric gustan de la Revolución Francesa y su herencia” el Tercer Estado, en Asamblea General, termi sus intenciones pueden ser transformadas por los
Hobsbawm, emergen preguntas por (1992, p. 9). Así pues dice Hobsbawm: “El pre nando con el Antiguo Régimen (por ejemplo la sujetos que quieran convertirlos en herramienta
el papel del historiador en la cons sente ensayo es una defensa, así como una ex toma de la Bastilla, la prisión real, la renuncia de legitimación de sus propias luchas en el pre
trucción de la historia, la contradic plicación de la vieja tradición” (1992, p. 11). La de la nobleza a sus derechos feudales, la decla sente. De esta manera, Lenin se refiere a Danton
ción entre la subjetividad y la objetividad, el uso vieja tradición es la que habla de una revolución ración de los Derechos Humanos, la transfor como: “el mayor maestro de la táctica revolucio
político de la historia, la ética del investigador burguesa que instaura el Estado de derecho, las mación de la Asamblea General en Asamblea naria que se conoce” (Hobsbawm, 1992, p. 118).
112 y el revisionismo histórico. Las presentes lí libertades públicas y civiles y la nueva sociedad Constituyente, la cual revolucionaría la estruc Luego se reviven las hazañas de los muertos y 113
neas representan un esfuerzo por generar esce contemporánea burguesa, que además conside tura administrativa y la organización del país, se empapan del cáliz de la ideología que mejor
narios posibles para la comprensión de dichos ra tales novedades como altamente positivas y, redactando la primera de las veinte constitu le convenga al brujo que está agenciando el rito.
interrogantes. por ende, la Revolución misma que las dio a luz. ciones de la Francia moderna). Parafraseando Entonces, en el uso de trajes de época para legi
En esta crítica, Hobsbawm devela los intereses a Hobsbawm, no existen desacuerdos sobre la timar las luchas del presente, puede suceder que
En primer lugar, iniciaremos con una ca un mismo relato del pasado sirva de materia pri
políticos que atraviesan al historiador en la es doble revolución que tuvieron lugar en Francia
racterización del sentido que tiene para el au critura de la historia. De allí, la tensión entre ma para la elaboración de ideologías contrarias,
(1791), las cuales finalmente conducirían al
tor volver a pensar lo que se ha dicho de la subjetividad y objetividad y el uso político que ello es, por supuesto, otra responsabilidad del
estallido entre la Francia revolucionaria y una
Revolución Francesa en plena víspera del bicen se hace de la historia en la empresa de legitima historiador —como sujeto condicionado por la
coalición de potencias extranjeras contrarevolu
tenario (1989). Lo más importante de todo esto ción del presente. estructura—.
cionarias y, al mismo tiempo, la insurrección al
en los últimos años, según Hobsbawm, es el
Ahora bien, recordando la analogía entre mi interior de Francia. Pensar es pensar contra alguien y el adversario
revisionismo histórico sobre el significado, al
cance y repercusión de la Revolución Francesa. rar un paisaje y mirar hacia una parte del pasado, La historiografía en modo alguno es una político de Hobsbawm en el terreno de la histo
Hobsbawm afirma que la nueva literatura sobre Hobsbawm es muy claro al poner de presente las disciplina exenta de valoraciones políticas, ideo riografía sobre la Revolución Francesa no es otro
la Revolución Francesa, especialmente en su limitaciones que tiene el historiador —en tanto lógicas y axiológicas. Es un campo de batalla que el revisionismo. El revisionismo histórico
país de origen, es extraordinariamente sesgada. sujeto— como observador. Argumenta que, político. Esto deriva en el caso de la Revolución empezó con la misma revolución. Se trata de la
“La combinación de la ideología, la moda y el Francesa, en que: “lo que la gente ha leído so escuela reaccionaria: Edmund Burke, Joseph de
como veremos, lo que la gente ha leído de la
poder de los medios publicitarios permitió que bre ella durante los doscientos años transcu Maistre, Bonald, F. L. Von der Marwitz, Gentz,
Revolución Francesa durante los doscientos años
el bicentenario estuviera ampliamente domina transcurridos desde 1789 ha variado enormemen rridos desde 1789, ha variado enormemente, Chateaubriand, Hardenberg, Adam Muller, K.
do por quienes, para decirlo simplemente, no te, sobre todo por razones políticas e ideológicas. sobre todo por razones políticas e ideológicas” L. Von Haller, F. J. Stahl son los nombres más
(Hobsbawm, 1992, p. 18). En efecto, es menester representativos de la escuela de pensamiento re
comprender que el historiador se halla inmerso accionario surgido frente a la revolución. El revi
1 Estudiantes de la Licenciatura en Educación con énfasis en Ciencias Sociales de la Universidad Pedagógica Nacional. entre efectuar el pleno ejercicio de su disciplina sionismo histórico sostiene que no fue para tanto
Polisemia No. 13, 112 - 114. Los ecos de la Marsellesa. Dos siglos recuerdan la Revolución Francesa. Bogotá, ISSN: 1900-4648. Enero - junio de 2012 Polisemia No. 13, 112 - 114. Los ecos de la Marsellesa. Dos siglos recuerdan la Revolución Francesa. Bogotá, ISSN: 1900-4648. Enero - junio de 2012
M i g u e l Á n g e l A r i z a D í a z , J h o n D i e g o D o m í n g u e z A c e v e d o y Ke v i n D a n i e l R o z o R o n d ó n 1 Pero ha habido dos cosas que han suscitado la y la constante vigilancia por parte del aparato
aceptación general. La primera es el aspecto ge estatal, pues para los gobiernos es primordial
neral del ‘paisaje que se observa’. Prescindiendo imponer su visión de la historia para implantar
de las distintas teorías sobre el origen de la revolu una posición propia sobre la política, y quien
Dos siglos recuerdan la veracidad del componente factual de la histo difundirse. Esto explica la necesidad de vigilar
ria de la Revolución Francesa por parte de los a quienes se ocupan de estas cosas, esto es, los
diferentes agentes, que hacen uso de ella para historiadores. Así, “los luchadores sociales en la
la Revolución Francesa legitimar sus apuestas políticas. La divergencia
se halla en la interpretación. Es por esto que
lucha usan trajes de época” (Hobsbawm, 1992,
p. 58). ¿Será que hay una tendencia en la his
todas las personas están de acuerdo en que se toria de buscar un modelo para repetirlo? ¿O
Eric John Hobsbawm. Editorial Crítica. 2003. Barcelona. 174 páginas. produjo una crisis en el seno de la monarquía será, más bien, que el uso de dichos trajes de
que en 1788 condujo a la convocatoria de los época constituye una herramienta de legitima
The echoes of the Marseillaise. Estados Generales, en donde confluía la asam ción de las luchas de los agentes del presente?
Two centuries remember the French Revolution” blea que estaba conformada por los estados del Apelamos a la segunda. He aquí la importancia
reino: el clero, la nobleza y los demás, es decir, del uso social de la historia.
el Tercer Estado, lo que propició la transfor
A
mación de los Estados Generales, o más bien No obstante, aun cuando se reviven los muertos,
l leer Los ecos de la Marsellesa, de Eric gustan de la Revolución Francesa y su herencia” el Tercer Estado, en Asamblea General, termi sus intenciones pueden ser transformadas por los
Hobsbawm, emergen preguntas por (1992, p. 9). Así pues dice Hobsbawm: “El pre nando con el Antiguo Régimen (por ejemplo la sujetos que quieran convertirlos en herramienta
el papel del historiador en la cons sente ensayo es una defensa, así como una ex toma de la Bastilla, la prisión real, la renuncia de legitimación de sus propias luchas en el pre
trucción de la historia, la contradic plicación de la vieja tradición” (1992, p. 11). La de la nobleza a sus derechos feudales, la decla sente. De esta manera, Lenin se refiere a Danton
ción entre la subjetividad y la objetividad, el uso vieja tradición es la que habla de una revolución ración de los Derechos Humanos, la transfor como: “el mayor maestro de la táctica revolucio
político de la historia, la ética del investigador burguesa que instaura el Estado de derecho, las mación de la Asamblea General en Asamblea naria que se conoce” (Hobsbawm, 1992, p. 118).
112 y el revisionismo histórico. Las presentes lí libertades públicas y civiles y la nueva sociedad Constituyente, la cual revolucionaría la estruc Luego se reviven las hazañas de los muertos y 113
neas representan un esfuerzo por generar esce contemporánea burguesa, que además conside tura administrativa y la organización del país, se empapan del cáliz de la ideología que mejor
narios posibles para la comprensión de dichos ra tales novedades como altamente positivas y, redactando la primera de las veinte constitu le convenga al brujo que está agenciando el rito.
interrogantes. por ende, la Revolución misma que las dio a luz. ciones de la Francia moderna). Parafraseando Entonces, en el uso de trajes de época para legi
En esta crítica, Hobsbawm devela los intereses a Hobsbawm, no existen desacuerdos sobre la timar las luchas del presente, puede suceder que
En primer lugar, iniciaremos con una ca un mismo relato del pasado sirva de materia pri
políticos que atraviesan al historiador en la es doble revolución que tuvieron lugar en Francia
racterización del sentido que tiene para el au critura de la historia. De allí, la tensión entre ma para la elaboración de ideologías contrarias,
(1791), las cuales finalmente conducirían al
tor volver a pensar lo que se ha dicho de la subjetividad y objetividad y el uso político que ello es, por supuesto, otra responsabilidad del
estallido entre la Francia revolucionaria y una
Revolución Francesa en plena víspera del bicen se hace de la historia en la empresa de legitima historiador —como sujeto condicionado por la
coalición de potencias extranjeras contrarevolu
tenario (1989). Lo más importante de todo esto ción del presente. estructura—.
cionarias y, al mismo tiempo, la insurrección al
en los últimos años, según Hobsbawm, es el
Ahora bien, recordando la analogía entre mi interior de Francia. Pensar es pensar contra alguien y el adversario
revisionismo histórico sobre el significado, al
cance y repercusión de la Revolución Francesa. rar un paisaje y mirar hacia una parte del pasado, La historiografía en modo alguno es una político de Hobsbawm en el terreno de la histo
Hobsbawm afirma que la nueva literatura sobre Hobsbawm es muy claro al poner de presente las disciplina exenta de valoraciones políticas, ideo riografía sobre la Revolución Francesa no es otro
la Revolución Francesa, especialmente en su limitaciones que tiene el historiador —en tanto lógicas y axiológicas. Es un campo de batalla que el revisionismo. El revisionismo histórico
país de origen, es extraordinariamente sesgada. sujeto— como observador. Argumenta que, político. Esto deriva en el caso de la Revolución empezó con la misma revolución. Se trata de la
“La combinación de la ideología, la moda y el Francesa, en que: “lo que la gente ha leído so escuela reaccionaria: Edmund Burke, Joseph de
como veremos, lo que la gente ha leído de la
poder de los medios publicitarios permitió que bre ella durante los doscientos años transcu Maistre, Bonald, F. L. Von der Marwitz, Gentz,
Revolución Francesa durante los doscientos años
el bicentenario estuviera ampliamente domina transcurridos desde 1789 ha variado enormemen rridos desde 1789, ha variado enormemente, Chateaubriand, Hardenberg, Adam Muller, K.
do por quienes, para decirlo simplemente, no te, sobre todo por razones políticas e ideológicas. sobre todo por razones políticas e ideológicas” L. Von Haller, F. J. Stahl son los nombres más
(Hobsbawm, 1992, p. 18). En efecto, es menester representativos de la escuela de pensamiento re
comprender que el historiador se halla inmerso accionario surgido frente a la revolución. El revi
1 Estudiantes de la Licenciatura en Educación con énfasis en Ciencias Sociales de la Universidad Pedagógica Nacional. entre efectuar el pleno ejercicio de su disciplina sionismo histórico sostiene que no fue para tanto
Polisemia No. 13, 112 - 114. Los ecos de la Marsellesa. Dos siglos recuerdan la Revolución Francesa. Bogotá, ISSN: 1900-4648. Enero - junio de 2012 Polisemia No. 13, 112 - 114. Los ecos de la Marsellesa. Dos siglos recuerdan la Revolución Francesa. Bogotá, ISSN: 1900-4648. Enero - junio de 2012
Miguel Ángel Ariza Díaz, Jhon Diego Domínguez Acevedo y Kevin Daniel Rozo Rondón
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Jorge Vergara Estévez
Doctor en filosofía de la Universidad de Paris VIII, Vincennes-Saint-Denis. Investigador asociado al
Grupo de Investigación “Ciudadanía, paz y desarrollo” de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la
Universidad Uniminuto (Clasificación A1 de Conciencias). Profesor del Departamento de Educación de la
Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile.
Polisemia No. 13, 112 - 114. Los ecos de la Marsellesa. Dos siglos recuerdan la Revolución Francesa. Bogotá, ISSN: 1900-4648. Enero - junio de 2012
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