EL INÚTIL SISTEMA NECESARIO DE LA ERA DIGITAL

Estamos en auge tecnológico y tenemos el privilegio de vivir en un mundo conectado con

redes que asemejan venas por las que fluye información, pareciera que publicar una foto
es algo inofensivo o escribir correos a tus amigos y seres queridos es solo un uso benéfico
que se puede dar a la inmensa red, pero tal ideal de seguridad es inalcanzable siempre que
exista un factor tan complejo y variable como lo es la mentalidad de los humanos. La
película “Snowden” explora esa complejidad dando a entender que a veces para hacer lo
correcto hay que hacer lo incorrecto, y busca que la sociedad sepa la verdad de lo que
sucede cada vez que comparten su vida en internet.
Pude notar varias ideas en la película, de las más notorias y relevantes fueron: La
adquisición de poder del gobierno usando datos conseguidos de ciudadanos que son
usuarios de internet desconocedores de lo que ocurre con estos, concretamente, no tenían
ni la más remota idea de que eran monitoreados por sus dispositivos y mucho menos sabían
que usando simples programas las agencias tienen acceso a todas sus conversaciones e
información privada, que, según estas, solo es usada para garantizar la seguridad nacional.
La idea de generar un gran impacto en la sociedad civil mostrando como las autoridades
usan el telón de proteger a la nación de terroristas para manejar y manipular a sus
ciudadanos con la información que recolectan, todo para controlarlos y evitar perder su
credibilidad, y que por si fuera poco busca tener el dominio completo del estado y someter
a otros países, haciendo pactos entre los gobiernos para espiar a los habitantes, o
implantando malware que controlen los sustentos eléctricos y usarlos cuando estos intenten
revelarse.
Entender cómo afectan las experiencias empáticas a los individuos, mostrando que muchos
al sentirse patriotas, apoyan la idea de “el fin justifica los medios” –esto lo digo porque los
personajes que apoyan el crecimiento de la nación no les importa cual viles sean sus actos,
como el matar musulmanes solo por la sospecha de tener información que pueda poner en
riesgo la seguridad nacional-; mientras que otros tantos conectan con las víctimas de sus
malos actos –el caso del protagonista, la forma en que se deteriora su relación y desarrolla
trastornos por el remordimiento que genera la culpa es una clara alusión a los “esclavos del
sistema”, que tienen las manos atadas y solo siguen ordenes, pues desobedecerlas implica
volverse una amenaza para el estado, que intentara tomar medidas como privarlos de su
libertad-.
La película me mostro una faceta que desconocía de la autoridad y por un momento sentí
completamente que estaba en la piel de Edward Snowden, aunque, al verla detalladamente
me doy cuenta de que el puesto de la gente común como yo, no fue más que ser los
ignorantes que no tenían posibilidad de saber que sucedía en su nación, que fácilmente
podían morir por buscar bien colectivo, y no serían tan importantes como las mentes
brillantes que trabajan en altos mandos, en otras palabras, somos excluidos que para lograr
cambiar una forma de gobierno necesitan del apoyo de todos, a diferencia de los
considerados valiosos que tienen la oportunidad de impactar directamente en la columna
del gobierno con balas a las que pueden acceder solo por ser “valiosos”-por tener una gran
reputación en la alta sociedad, por conocer gente con altos cargos, o por trabajar en
entidades del gobierno que manejan al estado-,sin embargo, también me di cuenta de que
el colectivo social buscara apoyarse sin importar que tan graves sean las consecuencias
para sus individuos, siempre y cuando el objetivo al que quieren llegar es beneficioso para
la sociedad –la película prácticamente aplica esta definición en todo momento, Snowden
hasta el final quiso que todos supieran la verdad y no le importo lo que pudiera suceder con
él, así el gobierno fuera un adversario poderoso-.
Podría decir que la película se propone informar al lector de una situación real que toda
persona nacida en esta era debe saber manejar, no podemos erradicar el sistema -es un
mal necesario- pero tampoco hay que considerarlo una verdad absoluta sin refutar, objetar
o cuestionar; todo sistema que tenga un elemento humano siempre será imperfecto, pero
no podemos olvidar que existen defensores que luchan por el bien común y ambos bandos
tienen posturas e ideales que siempre tienen algo verdadero.
Como reflexión personal diría que no está mal ser parte del mundo digital, pero debemos
tener claro que no todo es color de rosas, hay muchos beneficios, así como riesgos cuando
manejamos las redes, no podemos dejar que nuestro pensamiento crítico sea cegado por
personas que usan información privada para callar a los revolucionarios, y hay que
fortalecerlo para no vivir como ganado que solo sirve para alimentar a los aristócratas de
nuestra sociedad.