producido por la fermentación de la leche de ciertos mamíferos rumiantes (vaca, oveja, cabra, búfala, camella, etc) y su posterior deshidratación. Según el Real Decreto 1113/2006 se entiende por queso a “producto fresco o maduro, sólido o semisólido, que se obtiene de la leche entera, de la leche total o parcialmente desnatada, de la nata, del suero de mantequilla o mezcla de algunos de estos productos, por la acción del cuajo u otros coagulantes apropiados, seguida del desuerado del coágulo obtenido o cuajada, con hidrólisis previa de la lactosa o sin ella, siempre que la relación entre caseína y las proteínas séricas sea igual o superior a la de la leche“ La coagulación es un proceso fundamental en la elaboración de queso. Esta coagulación puede ser por vía enzimática, térmica y/o bacteriana La coagulación enzimática es realizada por el cuajo, sustancia presente en el abomaso o estómago verdadero de los mamíferos rumiantes En la coagulación bacteriana, intervienen los cultivos iniciadores resultantes de la mezcla de cultivos en simbiosis, de: Bacterias del ácido láctico mesófilas (a temperaturas óptimas de 20 a 40ºC) y termófilas (a temperaturas óptimas a partir de 45ºC) de (BAL) como: Lactobacillus bulgaricus, Lactobacillus helveticus, Streptococcus lactis, Leuconostoc cremoris, Streptococcus diacetylactis, Streptococcus thermophilus. El metabolismo del ácido láctico en el que intervienen estas bacterias genera una bajada del pH que origina una modificación de la estructura de las proteínas de la leche. La aplicación de las dos coagulaciones genera la formación de una matriz que retiene la grasa y otros componentes del queso (gas responsable de los agujeros de algunos quesos producido por Propionibacter shermanii (ej. Emmental), aromas (ácido acético, acetaldehído, acetoína y diacetilo, etc). La eliminación del lactosuero es diferente según el tipo de queso (existen hasta 1000 variedades); cubas abiertas si se trata de queso con masas granulares, usando telas que envuelven la masa cuajada (más habitual en casos de quesos con agujeros, ej. Gouda) y/o bien estiradas (quesos tipo filata). Parte de esos métodos mecánicos de eliminación del lactosuero, se continúan en el prensado, donde además de la forma final el queso adquirirá la textura propia. el salado. Se favorece en esta etapa la salida de suero (efecto osmótico), se potencia el sabor del queso y se hace la consistencia de la masa de queso más suave La etapa final es la maduración del queso. En esta etapa, la masa cuajada es almacenada en cámaras bajo condiciones controladas de humedad y temperatura durante un determinado periodo de tiempo (variable según el tipo de queso) en el que se producen una serie de transformaciones hasta alcanzar las características deseadas finales en el queso. Según el grado de maduración, diferenciamos tres tipos de quesos: Frescos (con un contenido en agua superior o igual al 70%-80% que requieren refrigeración para su almacenamiento), madurados (mantenidos en condiciones especiales de humedad y temperatura, se subdividen en: Tiernos (humedad ambiental alta: 45%-55%) Semicurados (humedad ambiental media:35%-45%), Curados (humedad ambiental muy baja:13-14%), viejos y añejos, según el grado de maduración alcanzado) Con moho(la maduración se produce fundamentalmente mediante el desarrollo de mohos característicos en su interior). YOGURT
El yogur es un producto lácteo producido
por la fermentación natural de la leche. Se sabe de la existencia de las bacterias del ácido láctico desde el siglo VIII a.C. pero no fue hasta el siglo XIX cuando comenzó a comercializarse. Las bacterias acido-lácticas utilizadas en la producción de yogur, son microorganismos benignos que se encuentran en grandes cantidades en la naturaleza, así como también en nuestro aparato digestivo. Estas bacterias utilizan Streptococcus thermophilus, como fuente de energía la lactosa y Lactobacillus delbrueckii, liberan ácido láctico que provoca un Lactobacillus acidophilus, y incremento de la acidez, de modo que las Bifidobacterium. proteínas de la leche precipitan formando el yogur. La acción de estas bacterias desencadena un proceso microbiano por el cual la lactosa se transforma en ácido láctico. A medida que el ácido se acumula, la estructura de las proteínas de la leche va modificándose (van cuajando), y lo mismo ocurre con la textura del producto. Existen otras variables, como la temperatura y la composición de la leche, que influyen en las cualidades particulares de los distintos productos resultantes
El ácido láctico es también el que confiere a la
leche fermentada ese sabor ligeramente acidulado. Los elementos derivados de las bacterias ácido-lácticas producen a menudo otros sabores o aromas característicos. El acetaldehído, por ejemplo, da al yogurt su aroma característico. Bacterias del yogur
Son varias las especies de bacterias que se pueden encontrar en el yogur pero las más comunes son:
Lactobacillus acidophilus se puede encontrar formando parte de la flora normal de las
mucosas corporales. Ésta especie es capaz de vivir en ambientes muy ácidos, hecho que le hace responsable de las etapas finales de la fermentación ya que otros BAL no pueden soportar estas condiciones. Respecto a su metabolismo produce exclusivamente ácido láctico a partir de la lactosa.
Lactobacillus bulgaricus fermenta la leche para producir acetaldehído provocando una
bajada del pH que coagula la leche mediante la desnaturalización de sus proteínas y creando así el aroma característico de yogur. Estas bacterias crecen mejor en ambientes ácidos. Son utilizadas para producir diferentes tipos de yogur.
Streptococcus thermofilus se encuentran en el aparato gastrointestinal humano y puede
soportar altas temperaturas, ésta característica es una ventaja para la producción de yogur puesto que los procesos requieren llevar la leche a altas temperaturas.