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¿CÓMO HACER UNA ANTOLOGÍA DE TEXTOS CON MIS ALUMNOS?

César Manuel Maldonado Guzmán

Escribir implicaban un reto que no todos estamos dispuestos a aceptar. Pero


escribir es algo que nos enseñan y hacemos desde pequeños. Luego entonces,
¿Por qué, en especial, los alumnos, lo consideran algo difícil? ¿Por qué cuando les
encargamos algo de tarea, de investigación (como un cuestionario o un resumen)
se dedican solo a transcribir de la fuente donde lo investigan? Aún peor, con la
Internet, ni siquiera leen, solo copian, pegan e imprimen, en el mejor de los casos.
¿Realmente es difícil escribir?

El español (tanto la lectura como la escritura) no es ajena a ninguna área del


conocimiento. Realizamos lecturas en el aula de clases, leemos el menú del día,
vamos al cine y leemos las letras en los subtítulos de la película, nos entregan
folletos en la calle publicitando tal o cual negocio, entre otros muchos ejemplos. Y
todas esas lecturas, son palabras escritas en algún tipo de medio. Alguien las
escribo. ¿Qué pasa entonces?

Considero que parte de este problema somos nosotros mismos como docentes. No
les demostramos a los jóvenes que nosotros escribimos. No predicamos con el
ejemplo. Claro, es parte del problema, no lo es todo. Otra parte, creo yo, son los
mismos jóvenes. No leen. Yo comparto la idea de que la mejor forma para poder
escribir, es leer. La lectura nos amplia las ideas, reconocemos estilos, adoptamos
formas, aprendemos de los demás. ¡Que mejor forma de poder escribir si sabemos
leer!

Por ello, una idea de compromiso docente para con los alumnos seria estructurar
una antología de trabajo de acuerdo a la asignatura impartida. Las opciones de
temas inmediatamente se multiplican. Cada joven tiene gustos particulares por
algún tema en específico, explotemos ese gusto. Aclarémosles cual es el objetivo
de esta actividad, mostrémosles los beneficios, motivémosles a escribir.

Para iniciar, debemos enseñarles los diversos tipos de escritura que existen para
conformar una antología: reseñas, comentarios, reportes de investigación,
reflexiones, cuentos, fabulas, novelas y poemas, entre otras. Explicarles en que
consiste cada una de ellas seria el siguiente paso. A partir de aquí, ya elegido
algún tema, se puede iniciar el trabajo de escritura. La función del docente, aparte
de este inicio, será el supervisar que se vayan cumpliendo los requisitos
establecidos en cada tipo de escritura. Leerá y, en su caso, sugerirá y corregirá los
escritos de sus alumnos. Será el corrector de pruebas de ellos.

Posteriormente, se puede realizar un cronograma de actividades en donde se


establezcan propósitos a corto plazo, lugares y tiempos de búsqueda, tiempos de
entrega de avances y del trabajo final. Todo esto es un trabajo que implica tiempo
y esfuerzo. No se puede solicitar para dentro de 15 días. Debe ser, tal vez, un
proyecto semestral. ¿Por qué tanto tiempo? Porque los alumnos necesitan pensar y
madurar sus ideas, deben ser capaces de asumir, tanto mental como
pedagógicamente, el reto que se emprende. Plasmar en papel lo que pienso no es
fácil. Tienen que leer y releer lo escrito. ¡Y cumplir con normas gramaticales desde
luego!

Los beneficios de este tipo de trabajo son amplios. Mejora las relaciones entre los
mismos alumnos, origina habilidades (la escritura en primer lugar) y valores
(respeto y tolerancia) para con el trabajo en si, así como las tan sonadas
competencias que se manejan hoy en día. De la misma forma, mejorarán la
relación con el docente y con los directivos de la Institución al apreciar el esfuerzo
de los adolescentes.

Posterior a todo este proceso, se elegirá, ya sea unos cuantos trabajos o el


conjunto en total. Esta antología, dependiendo de la idea original del docente y en
común acuerdo con los alumnos, podrá ser fotocopiada y empastada por ellos
mismos o ser llevada a una imprenta y tener los tomos que consideren necesarios:
uno para cada uno de ellos, otros para la biblioteca escolar, tal vez algunos más
para los docentes de otras áreas. La idea es que el trabajo no solo se quede en el
aula, sino que trascienda esa barrera. Esto serviría como motivo extra para realizar
la actividad.

La escuela deberá ser consiente del esfuerzo de los jóvenes. Podría crear un
concurso en donde se premie la mejor antología por grado, por ejemplo. También
seria posible que ellos publiquen la antología junto con otros patrocinadores. O
mandar el trabajo a una reunión que conjunte este esfuerzo en diversas escuelas.
Las posibilidades serian muchas.

Finalmente, considero que se cumpliría el propósito de esta idea.

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