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Escuela Normal Superior "OsvaldoMagnasco"

Profesorado de Enseñanza Secundaria en Historia.

Espacio curricular: Seminario Historia de las Ideas II

Ciclo Lectivo: 2016

Curso: Segundo año

Profesor: Corvoisier, Gabriela

Actividad: Trabajo Práctico I. Las Teorías Contractualistas del Estado.

Alumnos: Brassesco Daniel Alberto

García, María José

Juárez, Renata
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1) Thomas Hobbes: “Fuera del Estado Civil, hay siempre guerra de uno contra
todos”. (pág. 52)1

Para Hobbes, el estado de conflicto y el afán de conquista sobre los demás son
inherentes al ser humano. Algunos de ellos, como dice el autor, se hallarán a la defensiva y
otros en constante asedio sobre la vida y posesiones de los demás.

Ningún hombre se encuentra a gusto en comunidad, si no hay una ley, norma o


poder común que mantenga una armonía. Al contrario, la competencia, desconfianza, y
afán de gloria hacen que el hombre en comunidad ataque a otros recurriendo a la fuerza,
intimidación y subestimación.

Esta “guerra” de la que habla Hobbes es la voluntad de luchar, que se da naturalmente


en el hombre y cada uno de ellos es por ello enemigo de los demás.

Este estado “natural” impide todo conocimiento, arte, oficio, industria y ciencia; la
vida así es anárquica y violenta. En lo que Hobbes llama el estado natural, es decir, el
estado en el que se encontraba el ser humano antes de la organización de la vida social, los
seres humanos son iguales por naturaleza en facultades mentales y corporales,
produciéndose, también de una forma natural, la compensación entre las deficiencias y las
cualidades con las que la naturaleza ha dotado a cada cual.

El contrato social es para Hobbes la ley que se puede establecer a partir de que cada
hombre consiente en ceder parte de su derecho natural en pos del establecimiento de un
pacto o contrato que asegure la convivencia de las partes; Hobbes habla de “[…] la mutua
transferencia de derechos, lo que los hombres llaman contrato” (Hobbes, pág. 55)2.

La base del pacto es, para Hobbes, la confianza en que la otra persona realizará la
prestación convenida.

El Estado tiene como razón de existencia y función el coaccionar a las personas para
que cumplan su palabra. La justicia se da cuando ambas partes honran el pacto
preestablecido. La rotura de este pacto es injusticia:

1
HOBBES, Thomas: “Leviatán”, edición Digital en Pdf.
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Ídem cita nº1.
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“donde no hay propiedad, no hay injusticia; y donde no se ha erigido un poder


coercitivo, es decir, donde no existe un Estado, no hay propiedad” (Hobbes, pág. 60)”3

El Estado es para Hobbes, la restricción que impide a los hombres volver a la


condición de guerra y el aseguro del cumplimiento de los pactos establecidos. Esto se logra
cuando el hombre transfiere su derecho a gobernarse a sí mismo a una persona o asamblea,
haciendo esto a condición de que los demás hombres transfieran su autogobierno al
gobierno de un soberano. La multitud, así reunida, se transforma para Hobbes en el
Estado.

Estado de adquisición: es el que se da por simple sometimiento.


Estado político o institucional: se da cuando los hombres depositan voluntariamente su
confianza en un hombre o asamblea para el cumplimiento de pactos.
Cuando se conforma el Estado, los llamados súbditos, que acordaron una
determinada forma de gobierno, no pueden renunciar a la misma. En este caso Hobbes se
refiere a la monarquía (forma de gobierno que favorecía sobre todas). Esta soberanía no
puede transferirse a otra persona o sea cambiar la forma de gobierno, pues ya se ha
acordado ésta y se estaría rompiendo un pacto e incurriendo en injusticia. Lo mismo
sucede si se protesta contra el soberano.
El súbdito no puede acusar al soberano con justicia. Al haber transferido su derecho
al soberano, éste está ejerciendo el derecho de los demás, por lo tanto nada de lo que haga
el soberano puede ser juzgado y menos castigado ya que el súbdito es responsable de los
actos del soberano por este acto de transferencia.
El soberano es juez y defensor de la paz de sus súbditos.
El soberano determina además qué doctrinas son favorables a la paz de sus súbditos.
También tiene la facultad de hacer normas en las que cada súbdito sabe cuál es su
propiedad.
Puede hacer la guerra a otros Estado según lo crea conveniente.
Elegir ministros es otra facultad del soberano, para ejecutar sus sentencias, dar
publicidad a sus órdenes, perseguir y encarcelar malhechores y otras acciones que
preserven la paz.
Todos estos derechos son para Hobbes indivisibles.

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HOBBES, Thomas: “Leviatán”, edición Digital en Pdf.
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No se debe perder de vista que Hobbes, perteneció a un período turbulento de la


historia inglesa, en medio de una guerra civil. Para Hobbes la forma de gobierno ideal era
la monarquía absoluta, un gobierno fuerte y perenne. Es Estado es lo que da forma al
Leviatán, un gigantesco cuerpo formado por los cuerpos de los hombres, su mente son las
leyes, la salud es la concordancia entre los súbditos y el estado de guerra civil es la
enfermedad.
**************

John Locke: “La libertad del hombre en sociedad consiste en no hallarse bajo
más poder legislativo que el establecido en la nación por consentimiento, ni bajo el
dominio de ninguna voluntad o restricción de ninguna ley, salvo las promulgadas por
aquél según la confianza en él depositada.” (pág. 13)4.
La teoría política de Locke tiene algunos rasgos parecidos a la teoría de Hobbes,
mientras que otros, en cambio, son totalmente opuestos a su antecesor. Para empezar,
Locke señala la importancia de los derechos individuales de las personas (derecho a la
propiedad, a la subsistencia, a la salud...). El estado de naturaleza no es una lucha de
todos contra todos, como había señalado Hobbes. La igualdad y la libertad son principios
sociales fundamentales, pero sin sociedad no habría modo alguno de hacer respetar los
derechos individuales; de ahí la necesidad de un pacto que posibilite la defensa de esos
derechos.

Para Locke, el Estado mismo es el que se subordina a los intereses individuales. La


sociedad es el producto una especie de contrato en el que los individuos otorgan poder al
Estado, pero este poder no puede ni debe ser absoluto (a diferencia de la teoría de
Hobbes).

Locke escribió además acerca de la división de poderes en el sistema político. El poder


no puede estar en unas pocas manos (puesto que esto facilitaría la corrupción del poder).
Además diferenció tres tipos de poderes: el poder legislativo (encargado de elaborar las
leyes), el poder ejecutivo (encargado de hacerlas cumplir: aplicar la ley y defenderla,
sancionando su incumplimiento), y el poder federativo (que se encargaría de representar a
la comunidad ante posibles pactos: alianzas y pactos entre comunidades).

El poder judicial no se diferencia del ejecutivo para Locke.

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LOCKE, John: “Segundo Tratado Sobre El Gobierno Civil”, edición digital en PDF.
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El estado de guerra queda eliminado para Locke por la ley positiva. Al poder apelarse
a un poder terrenal que resuelva los daños ocasionados mediante el litigio.

La monarquía absoluta es incompatible con la sociedad civil y no puede ser forma de


gobierno, porque es una forma indirecta del estado de naturaleza, al estar la sociedad a
merced de las pasiones de un solo hombre.

Para la sociedad política todos los hombres son libres por naturaleza, iguales e
independientes y nadie puede ser sometido al poder de otro sin su consentimiento.

Cada hombre, al consentir con otros la formación de un cuerpo político, bajo un


gobierno, asume la obligación de someterse al designio de la mayoría.

**************

Jean Jacques Rousseau: "Renunciar a nuestra libertad es renunciar a nuestra


calidad de hombres, y con esto a todos los deberes de la humanidad"

Rousseau postula que el hombre es bueno por naturaleza. Es decir, que no es ni


bueno ni malo, ya que la moral es un producto social, no natural. Pero el hombre se vuelve
malo, se llena de vicios, con la creación de las sociedades humanas, convirtiéndose,
entonces, tal como decía Hobbes, en un lobo para el hombre.

En un primer momento los hombres pudieron descubrir que su unión les


proporcionaba ciertas ventajas para defender mejor sus intereses. La costumbre de vivir
unidos hizo que se desarrollasen ciertos lazos afectivos y pasiones antes desconocidos: el
amor conyugal y paterno, la amistad, los celos, la comparación entre unos y otros, las
preferencias, el orgullo, etc.

En un segundo momento apareció la propiedad privada, que trajo con-sigo el trabajo


forzado, la rivalidad y los intereses opuestos, la inseguridad, etc., y se convirtió en origen
de una desigualdad creciente.

Fue entonces cuando los hombres instituyeron gobiernos y leyes, dando origen a la
sociedad política o Estado. Pero los Estados así instituidos solo sirvieron para consolidar
la situación de desigualdad e injusticia a la que se había llegado, al mismo tiempo que las
leyes se convertían en nuevas cadenas que impedían la libertad humana. Para solucionar
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esta situación, es necesario encontrar un modo de organización en la que el individuo se


someta a la ley sin perder su libertad anterior. Este problema se resuelve con el contrato
social, que es un acuerdo mediante el cual cada contratante se somete enteramente a la
voluntad general, a condición de que cada uno de los demás asociados haga lo mismo. La
voluntad general puede ser definida como la voluntad que surge de la unión de todos los
individuos estableciendo leyes que han de ser aplicadas por igual a todos. Pero esta
voluntad general no se debe confundir con la voluntad de la mayoría (aquí hay una
diferencia con Locke, que aprueba el sometimiento a la mayoría).

Es importante señalar que Rosseau consideraba que la libertad del hombre no


debía perderse por acordar un pacto o contrato social, al contrario, el contrato social
asegura esas libertades.

El contrato social produce lo que Rousseau llama un “cuerpo moral y colectivo”, o


también “persona pública, “república” o “cuerpo político”. Mediante el contrato social
los individuos acuerdan acatar la voluntad general, instaurando con ello la república o
cuerpo político. Este recibe distintos nombres según su modo de actuar.

Cuando legisla, esto es, cuando crea leyes, se le llama soberano.

Cuando es pasivo, y se limita a ser un sistema de leyes ya instaurado, se le llama


Estado.

La soberanía es inalienable e indivisible. Si el pueblo dejase en manos de unos


representantes la capacidad de decidir por él, en ese momento perdería su libertad. En
consecuencia, el pacto que dio origen al cuerpo político habría sido roto, los particulares
estarían legitimados para defender sus propios intereses al margen de la voluntad general, y
la comunidad se habría disuelto. Por eso la soberanía es inalienable.

El poder legislativo es el único poder soberano. El poder ejecutivo, que reside en el


gobierno, debe limitarse a administrar lo establecido por el legislativo; esto es, a hacer
cumplir la ley.

Aquí es donde surge la figura del gobierno. Al gobierno le compete una función
meramente administrativa, al servicio del soberano. Y así como no es tarea del poder
legislativo gobernar, tampoco es tarea del ejecutivo crear leyes, sino acatarlas y hacerlas
cumplir.
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Para Rousseau, el príncipe es el gobierno en su conjunto, y los magistrados los


miembros individuales del gobierno. Hay, según Rosseau tres tipos de gobierno:

Democracia (“gobierno del pueblo”): cuando los magistrados designados por el


soberano son todos los ciudadanos o la mayoría. Este gobierno conviene a los Estados
pequeños, según el autor. No hay además, un gobierno tan expuesto a la guerra civil,
porque no hay ninguno que tienda a cambiar tanto de forma.

Aristocracia (“gobierno de los mejores”): cuando los magistrados son menos que el
número de los ciudadanos comunes. Este gobierno conviene a los Estados medianos. La
aristocracia puede ser:

Natural: cuando los magistrados lo son en función de alguna cualidad natural (edad,
experiencia).

Electiva: cuando los magistrados son elegidos por los integrantes del cuerpo político.
Esta forma de aristocracia le parece a Rousseau la me-jor, la que constituye la auténtica
aristocracia.

Hereditaria: cuando los miembros del gobierno lo son por sucesión familiar. Rosseau
opina que este es el peor tipo de aristocracia.

Monarquía: el soberano concentra todo el poder en manos de un solo ciudadano


magistrado, del que reciben su poder los demás.

En el estado de naturaleza el trabajo y cultivo de un terreno o producto lo convierte en


posesión de quien lo trabaja en virtud de lo que Rousseau llama “derecho del primer
ocupante”. Pero tal derecho sólo se convierte en verdadero derecho en la sociedad civil,
tras la instauración del derecho a la propiedad, que convierte la simple posesión en
propiedad garantizada por una ley positiva (esto es, convencional, emanada de la voluntad
general).
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2)
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Es necesario en el contexto educativo de hoy crear un “tráfico” en el proceso de


enseñanza-aprendizaje, esto es que el mismo sea atravesado por el contexto socio-cultural
del alumno, mejor dicho, de los alumnos. Un abordaje de las teorías políticas
contractualistas necesita –como muchos otros temas-partir de lo concreto, lo conocido.
Una aproximación inicial podría hacerse preguntando a los alumnos para conocer sus
conocimientos previos, que muchos o pocos, son importantísimos para desarrollar un tema
que genere propuestas y debate. Se podría iniciar la clase explicando cómo damos por
natural y cotidiano, cuando se vive en sociedad conceptos como leyes, derechos, libertades,
deberes. Pero hay que explicar que estos conceptos, o mejor dicho, esta forma de vida no
siempre fue así, y las bases de los principios que rigen la vida en sociedad, son fruto del
pensamiento de filósofos y juristas que sentaron las bases de dicha sociedad.

Un posible desarrollo del tema se podría realizar con el recurso de las T.I.C.,
presentando una presentación en Power Point, Prezi, etc. con los principales pensadores de
las teorías políticas y sus posturas. Otra actividad que se puede realizar con el uso de T.I.C.
(búsquda en Internet, creación de un Power Point, cuadro sinóptico, etc.) es el armado de
un cuadro con estos pensadores, marcando coincidencias y diferencias entre sí. Y sobre
todo una vez hecha esta investigación, plantear un intercambio de ideas que toque la
realidad cotidiana, donde se vea hasta qué punto –o no- siguen vigentes los postulados
contractualistas.
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3)

Hay que tomar en cuenta el contexto en que cada uno de los pensadores formuló sus
teorías.

Hobbes vivió una etapa de guerra civil en la que lo que más pudo observar fue caos,
violencia y anarquía. De sus experiencias personales, que influyeron evidentemente en su
obra, Hobbes formuló este estado natural de guerra en que los hombres, fuera de la
sociedad civil, son “lobos de los hombres”. Hobbes planteó su idea de pacto social como
una “cesión de derechos” que hacían los “súbditos” –nótese “súbditos”, no ciudadanos-
para poder disfrutar de su libertad y posesiones sin que estas fueran puestas en peligro por
los demás, ya que según él, el hombre en comunidad no está a gusto si no es para someter,
intimidar o subyugar al prójimo en su afán de riqueza, conquista y gloria personal.

Podría tildarse la visión de Hobbes como pesimista, pero lo cierto es que era un
empírico, una persona que escribió sobre lo que vio y experimentó y en todo caso, su
experiencia le dijo que la mejor forma de gobierno era la monarquía absoluta, la figura de
un soberano fuerte que tuviera la suma de los poderes y a quien los súbditos confiaran sus
destinos.

Para Locke, el estado natural del hombre está supeditado por la ley natural de la
razón, en la que ningún hombre puede querer dañar a otro por la represalia lógica que
recibiría. El problema es que al vivir en comunidad surgen vicios, pasiones, etc. que llegan
al estado de guerra. Para Hobbes la solución no es el absolutismo, porque en realidad es
otra forma del estado de guerra al estar la ciudadanía supeditada al capricho de una sola
persona. Aunque los hombres poseen (en el estado de naturaleza) una ley natural, no se
sigue de ello que todos la respeten de hecho, ni que respeten los derechos de las demás. Por
ello, es de interés del ser humano, dice Locke, constituir una sociedad organizada para la
más efectiva preservación de sus derechos y libertades, mediante un acuerdo o pacto
establecido entre ellos.

La constitución de una sociedad civil supone, no obstante, renunciar a ciertos


derechos; pero conlleva unos beneficios que Locke resume en los siguientes términos:
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Los hombres disponen de una ley escrita que define la ley natural, evitando
controversias sobre ella...

Se establece un sistema judicial que goza del reconocimiento general y evita


arbitrariedades.

Se crea un poder capaz de castigar crímenes, y de obligar a ejecutar las sentencias.

Se conserva la propiedad privada.De ahí la importancia de la división de poderes,


porque las leyes, creadas en consenso.

Rosseau fue la gran influencia que llevó a la Revolución Francesa y sus ideas también
influyeron en los movimientos independentistas americanos, sus ideas sobre la libertad, en
las que al igual que Hobbes y Locke incluían el concepto de Pacto o contrato social decían
que sí, el hombre necesita leyes positivas que protejan su persona y su propiedad, pero no
por ello debía perder un ápice de su libertad, al cotrario de Hobbes que dice que el pacto
implica ceder la libertad al poder soberano, o Locke, que dice que la libertad se conserva,
pero con restricciones.
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4)

El autor elegido es Jean Jaques Rosseau, cuyas ideas influyeron en el pensamiento


político de la independencia de Argentina.

Mariano Moreno tradujo en 1802 su obra “El Contrato social”, donde aparecen las
ideas de democracia e independencia del poder absoluto.

Moreno interpretó que la soberanía de la nación, depositada en una o muchas personas


no tiene más autoridad que ella, y los príncipes y senadores no son más que representantes
del pueblo, y deben realizar su voluntad.

Pero Moreno no se limitó a traducir y difundir la obra de Rosseau, también la puso en


práctica, trabajando activamente en el movimiento que llevó a la Revolución de Mayo.

La rotura del antiguo Virreinato del Río de la Plata con la tradición hispano-feudal en
1810, se dio en parte por la composición étnica que tenía fuertes sentimientos nacionalistas
y la intención de crear una estructura jurídica más igualitaria, es resultado en gran parte de
la difusión de la filosofía de Rosseau sobre lo que debía asegurar el Estado Civil a los
ciudadanos.

Estos principios que establecieron los fundamentos del período revolucionario de


1810, que llevarían a la independencia, también sería la “clave de bóveda” para la
redacción de la Constitución Nacional de 1853, que tomaría los principios trazados por
Rosseau, tomados por Alberdi en sus “Bases y puntos de partida para la organización

política de la República de Argentina”, donde por ejemplo dice:

“Libertad es poder, fuerza, capacidad de hacer o no hacer lo que nuestra voluntad

desea. Como la fuerza y el poder humano residen en la capacidad inteligente y moral del

hombre más que en su capacidad material o animal, no hay más medio de extender y

propagar la libertad, que generalizar y extender las condiciones de la libertad, que son la

educación, la industria, la riqueza, la capacidad, en fin, en que consiste la fuerza que se


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llama libertad”5.

En ningún caso América puede considerarse sujeta a esta obligación, ella no forma
parte de la celebración del pacto social del cual los monarcas españoles obtuvieron el único
título de legitimidad de su imperio, la fuerza y la violencia son su única base de la
conquista de estas tierras por el trono español, no habiendo sido nunca ratificados por el
consentimiento libre de estos pueblos.

5
ALBERDI, Juan Bautista: “Bases y puntos de partida para la organización
política de la República de Argentina” en Línea, en http://www.hacer.org/pdf/Bases.pdf, (última vis.
23/05/2016).
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Bibliografía

ALBERDI, Juan Bautista: “Bases y puntos de partida para la organización

política de la República de Argentina” en Línea, en http://www.hacer.org/pdf/Bases.pdf,


(última vis. 23/05/2016).

HOBBES, Thomas: “Leviatán”, edición Digital en Pdf

LOCKE, John: “Segundo Tratado Sobre El Gobierno Civil”, edición digital en PDF.

ROSSEAU, Jean Jaques: “El Contrato Social” edición Digital en Pdf


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Índice

Punto 1………………………………………………………………………………………2

Punto 2………………………………………………………………………………………8

Punto 3…………………………………………………………………………………….10

Punto 4……………………………………………………………………………………..12

Bibliografía………………………………………………………………………………..13

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