Sunteți pe pagina 1din 24

ANATOMIA Y FISIOLOGIA DEL OIDO

El oído es uno de los sentidos de los seres vivos y permite percibir los sonidos
(audición) también se encarga de mantener el equilibrio lo que hace posible
caminar sin caerse. El oído se divide en tres partes para facilitar su
descripción: oído externo, oído medio y oído interno.

La percepción del sonido es un fenómeno complejo que se desarrolla en varias


etapas. En primer lugar se realiza la captación de las ondas sonoras gracias a
la membrana del tímpano. En segundo lugar la señal mecánica recogida por
el tímpano debe transformarse en impulsos nerviosos, proceso que ocurre en
el oído interno. En tercer lugar los impulsos nerviosos a través del nervio
auditivo son enviados al cerebro para ser procesados en la corteza cerebral.

El espectro auditivo, es decir la gama de frecuencias que el oído puede


percibir, es variable dependiendo de la especie animal. El ser humano puede
detectar sonidos de entre 0 y 140 decibelios con un rango de frecuencias
comprendido entre 40 y 20 000 hercios. Las ballenas pueden percibir
infrasonidos con una frecuencia inferior a 40 hercios. Algunos animales
carnívoros como el perro son capaces de detectar ultrasonidos con una
frecuencia superior a 20 000 hercios que un humano es incapaz de oír.

La tarea principal es por tanto detectar, transmitir y convertir los sonidos en


impulsos eléctricos. Otra función importante es mantener nuestro sentido del
equilibrio.

La tarea principal del oído es detectar y analizar los ruidos mediante el proceso
de transducción. Otra función muy importante del oído es la de mantener el
sentido del equilibrio
La mejor forma de describir el funcionamiento del oído es mostrando la ruta
que siguen las ondas sonoras en su trayectoria a través de este órgano.

El oído es un órgano del cuerpo humano muy sensible y avanzado. La función


del oído es transmitir los sonidos al cerebro a través de sus distintas partes: el
oído externo, el oído medio y el oído interno.

El oído externo:

La parte visible que tenemos a ambos lados de la cabeza, se llama "pabellón


auditivo" (también conocido como "pabellón auricular" o "pabellón de la oreja").
Está compuesto por un cartílago duro cubierto de piel. La principal función del
pabellón auditivo es captar sonidos y conducirlos hacia el conducto auditivo,
que conecta con el oído medio. El pabellón auditivo, que incluye el lóbulo de
la oreja, es la parte que se perfora la gente para llevar pendientes.

El conducto auditivo, el canal hueco que llega hasta el tímpano, también


pertenece al oído externo. Las glándulas de la piel que recubren el interior del
conducto auditivo segregan cera o cerumen. Esta sustancia protege este
conducto, porque elimina la suciedad y ayuda a luchar contra las infecciones.

El oído externo está formado por dos partes: El pabellón auricular, el conducto
auditivo externo.

El pabellón auricular está formado por cartílago recubierto de piel, sus


porciones más importantes son el hélix y el lóbulo de la oreja.

El conducto auditivo externo: mide alrededor de 2.5 cm de longitud y se


extiende desde el pabellón auricular hasta el tímpano, en este trayecto
atraviesa el hueso temporal del cráneo. Contiene pelos y glándulas
ceruminosas que producen el cerumen, ello dificulta el ingreso de cuerpos
extraños o polvo a través del conducto.
El oído medio es una cavidad llena de aire que está separada por el tímpano
del conducto auditivo externo y entra en comunicación con el oído interno a
través de dos pequeños orificios: la ventana oval y la ventana redonda. En el
interior del oído medio se encuentra una cadena de huesecillos unidos entre
sí por articulaciones de tipo sinovial, son los huesos más pequeños del cuerpo
y reciben el nombre de martillo, yunque y estribo. El oído medio está conectado
con la nasofaringe por un conducto de reducidas dimensiones que se llama
trompa faringotimpánica o trompa de Eustaquio.

El tímpano o membrana timpánica es de aspecto transparente y separa a la


cavidad timpánica del conducto auditivo externo. Tiene forma oval y un
diámetro de alrededor de 1 cm. En la membrana timpánica se diferencian dos
porciones; la Pars Tensis o porción estriada y la Pars Laxus o porción laxa. Se
compone de tres capas:

*Capa intermedia: compuesta por un tejido fibroconectivo conformado en


semitotalidad a la membrana timpánica, compuesta por colágena además de
fibras elásticas y fibroblastos.

*Estrato córneo: es piel que recubre la superficie exterior de la membrana


timpánica careciendo de pelos y glándulas, compuesta por epidermis que se
posa sobre una capa de tejido conectivo subepidermiana.

*Mucosa: reviste a la superficie interior de la capa intermedia de tejido


conectivo, con un epitelio de características plano simple.

La cavidad timpánica es un pequeño espacio lleno de aire que está ubicado


en el hueso temporal, en su interior se encuentra una cadena de huesecillos
que transmiten las vibraciones generadas en el tímpano al oído interno. Está
recubierta por mucosa y una lámina epitelial de tipo plano simple en su parte
posterior, pero en el anterior se aprecia un epitelio de tipo cilíndrico ciliado
pseudoestratificado con células caliciformes. La cavidad timpánica, también
llamada caja timpánica, está formada por 6 paredes, una externa que
corresponde a la membrana timpánica, una pared interna que está en relación
con el promontorio, una pared posterior que comunica con la mastoides, una
pared anterior que comunica a través de la trompa de Eustaquio con
la nasofaringe, una pared superior o techo y una inferior relacionada con
la vena yugular, todos estos detalles son importantes en la cirugía de oído
medio.

Los huesecillos del oído: son tres diminutos huesos

Denominados martillo, yunque y estribo, en algunos textos se citan cuatro


huesos al considerar la apófisis lenticular del yunque como hueso
independiente. Las vibraciones generadas en el tímpano se transmiten
mediante la cadena de huesecillos desde la membrana timpánica hasta
la ventana oval. En la ventana oval la cabeza del estribo presiona sobre el
fluido contenido en el oído interno; de esta forma el tímpano y la cadena de
huesecillos actúan como un mecanismo que transforma las vibraciones del
aire en vibraciones del fluido.

La trompa de Eustaquio: pone en comunicación la cavidad timpánica con la


nasofaringe, mide en el ser humano adulto unos 4 cm de largo. Se compone
de una porción ósea y otra cartilaginosa, posee una lámina epitelial compuesta
por epitelio nasofaríngeo o epitelio cilíndrico ciliado pseudoestratificado con
abundantes células caliciformes. Sirve para igualar la presión a ambos lados
del tímpano.
Sección de la cóclea o caracol, puede observarse el conducto coclear o rampa
media situado entre la rampa vestibular y la rampa timpánica
El oído interno o laberinto está ubicado en el seno del hueso temporal del
cráneo. Existe un laberinto óseo y un laberinto membranoso. El laberinto óseo
no es más que la cápsula ósea que rodea al laberinto membranoso, y este
último consiste en un sistema de conductos huecos que contiene en su interior
un líquido que se llama endolinfa. En el espacio que queda entre el laberinto
óseo y el laberinto membranoso se encuentra la perilinfa.

El oído interno se divide en dos porciones diferenciadas. La primera está


destinada al mantenimiento del equilibrio y se encuentra formada por el
vestíbulo y los conductos semicirculares. La segunda tiene como función la
audición y está constituida por la cóclea o caracol. El vestíbulo se divide en
dos sectores que se llaman utrículo y sáculo, mientras que la cóclea o caracol
contiene el órgano de Corti responsable de transformar la energía mecánica
de las ondas sonoras en impulsos eléctricos que posteriormente se transmiten
al cerebro a través del nervio auditivo o nervio vestíbulococlear.

Los conductos semicirculares, son tres pequeños conductos arqueados con


forma de semicírculo situados en planos espaciales diferentes. Los canales
semicirculares parten del vestíbulo y tienen la función de contribuir al
mantenimiento del equilibrio de la cabeza y el cuerpo.

La cóclea o caracol: es un conducto con forma espiral que recibe su nombre


por recordar la concha de un caracol. Se divide en tres porciones:

Conducto coclear, también llamado rampa media. Está lleno de un líquido que
se llama endolinfa.

Rampa vestibular: Termina en la ventana oval y está llena de un líquido


llamado perilinfa.

Rampa timpánica: Termina en la ventana redonda y también está llena de


perilinfa.
Estas porciones están separadas unas de otras por dos membranas. La
membrana vestibular o de Reissner sirve de separación entre el conducto
coclear y la rampa vestibular, mientras que la membrana basilar sirve de
separación entre el conducto coclear y la rampa timpánica. A lo largo de la
membrana basilar se encuentra el órgano de Corti que contiene alrededor de
16 000 células con cilios que constituyen los receptores de la audición.

El conducto coclear está lleno de un líquido que se llama endolinfa rico en K


(161 mmol/l) y pobre en Na (1 mmol/l) y en calcio (0.02 mmol/l). La rampa
timpánica y vestibular contiene otro líquido diferente que se
llama perilinfa cuyas concentraciones iónicas son las inversas, es rico en Na y
pobre en K.

La membrana vestibular es tan delgada, que no dificulta el paso de las


vibraciones sonoras desde la rampa vestibular a la rampa media. Por lo tanto
en cuanto a transmisión del sonido, la rampa vestibular y media se consideran
como una única cámara. La importancia de la membrana vestibular depende
de que conserve la endolinfa en la rampa media necesaria para el normal
funcionamiento de las células ciliadas.

Órgano de Corti:
Forma parte del oído interno y está ubicado en la cóclea o caracol, a veces se
designa con el nombre de órgano espiral y tiene un papel fundamental en el
proceso de audición. Está formado por un epitelio engrosado de características
complejas. Dispone de dos tipos de células: Células ciliadas y células de
sostén.

Células ciliadas cocleares: tienen la función de transformar señales acústicas


físicas a señales acústicas mecánicas cortilinfáticas, y de estas a señales
electroquímicas dirigidas al área receptora auditiva de la corteza cerebral (41
y 42 de Brodman). Mecanorreceptocitos sensoriales, con una hilera de células
ciliadas internas y cuatro hileras de células ciliadas externas.

Células de sostén: son células diferenciadas que descansan sobre una


membrana basal, existen seis tipos denominados por su microestructura como
células limitantes internas, células falángicas internas, células columnares
internas, células columnares externas, células falángicas externas y células
limitantes externas.

Proceso de audición:

Para que se produzca la audición las ondas sonoras deben penetrar por el
conducto auditivo externo hasta alcanzar el tímpano. La vibración de la
membrana timpánica se transmite a través de los huesecillos del oído medio,
pasando del martillo al yunque y de este al estribo. El estribo transmite las
vibraciones a la perilinfa del oído interno a través de la ventana oval. En la
cóclea la energía mecánica de las señales acústicas se transforma en
impulsos eléctricos que a través de nervio acústico son transportados a la
región temporal de la corteza cerebral donde son procesados. Por tanto podría
decirse que el órgano con el que en realidad escuchamos es el cerebro. Se
conoce con el nombre de sordera central o agnosia auditiva a la dificultad que
presentan algunas personas para reconocer sonidos debido a una lesión
cerebral que afecta a las áreas relacionadas con la audición. Estas personas
tienen sin embargo todas las partes del oído y el nervio auditivo en buena
situación funcional por lo que la deficiencia en la capacidad para discriminar
sonidos se debe únicamente a la lesión del cerebro.

Vascularización:

Oído externo. Se realiza mediante la arteria auricular anterior y la arteria


auricular posterior (ramas de arteria carótida interna).

Oído medio. Se realiza a través de la arteria timpánica anterior (rama de


la arteria maxilar interna), arteria caroticotimpanica (rama de la carótida
interna), arteria timpánica superior, petrosa superficial y arteria de la trompa
de Eustaquio (ramas de la arteria meníngea media), arteria timpánica inferior
(rama de la arteria faríngea ascendente), arteria estilomastoidea (rama de la
auricular posterior) y arteria mastoidea (rama de la arteria occipital).

Oído interno. La vascularización del laberinto membranoso proviene de


la arteria laberíntica que puede ser rama de la arteria cerebelosa media o
surgir directamente de la arteria basilar. La arteria laberíntica se divide en
varias ramas, la arteria vestibular anterior, la arteria coclear y la
vestibulococlear

¿Qué es un sonido?

Cuando algo vibra, provoca un sonido. La mayoría de los sonidos que oímos
e interpretamos son vibraciones en el aire (aunque pueden ocurrir en otros
gases, así como en los líquidos y los sólidos).
Cuando vibra un objeto, se dobla hacia dentro y hacia fuera. Al doblarse hacia
fuera, el objeto presiona las moléculas de aire que lo rodean. Estas moléculas,
a su vez, presionan las moléculas de aire adyacentes. La vibración generada
se desplaza hacia fuera de esta forma, como si se tratara de una oleada o de
una onda. Este proceso se denomina compresión.

Cuando el objeto se dobla hacia dentro durante la vibración crea un descenso


en la presión del aire que arrastra las moléculas de aire circundantes hacia el
objeto. Esto, a su vez, genera un nuevo descenso en la presión que arrastra
hacia el objeto las moléculas de aire adyacentes y así sucesivamente. Este
proceso se denomina rarefacción.

Estas ondas de cambio en la presión del aire (compresión y rarefacción) son


lo que oímos como sonidos.

Cuando una onda sonora llega al oído, la capta el pabellón auditivo que la
dirige hacia el conducto auditivo. El pabellón de la oreja, mediante su forma y
sus curvas características, nos ayuda a determinar la dirección de donde viene
un sonido. Los sonidos que proceden de lugares diferentes rebotan en el
pabellón de formas diferentes. El cerebro es capaz de identificar estas
diferencias y de decidir si el sonido procede de delante o de detrás del cuerpo.

Ambos pabellones auditivos colaboran para determinar si un sonido procede


de la derecha o de la izquierda. Un sonido que procede de la derecha llega al
tímpano derecho antes que al izquierdo. Y también suena un poco más fuerte
en el oído derecho. El cerebro compara la información procedente de ambos
oídos y la utiliza para decidir de qué lado procede el sonido.

Una vez dentro del conducto auditivo, las ondas sonoras hacen vibrar al
tímpano, que es muy sensible. El músculo tensor del tímpano, que está unido
a esta membrana, la mantiene muy tirante. Por lo tanto, el tímpano vibra
íntegramente, independientemente del lugar donde toque la onda sonora. Esto
permite que esta membrana detecte hasta las más leves fluctuaciones en la
presión del aire.

Conforme el tímpano se va moviendo hacia atrás y hacia delante por las


compresiones y rarefacciones de las ondas sonoras, la cadena de huesecillos
también se mueve. El movimiento de estos diminutos huesos transmite y
amplifica las ondas sonoras hacia el interior de la cóclea.

El oído le "habla" al cerebro

La cóclea está llena de líquido y contiene miles de fibras diminutas que


detectan las ondas sonoras. Estas fibras son cortas y rígidas en algunas áreas
y más largas y flexibles en otras, lo que ayuda a que cada célula detecte
determinadas frecuencias (o tonos).

Cuando las ondas sonoras llegan a la cóclea y alcanzan las fibras, estas
emiten una descarga de energía. Esta descarga de energía es detectada por
el órgano de Corti, una estructura que recubre el interior de la cóclea y que
contiene miles de células pilosas. La energía liberada es lo bastante fuerte
como para mover estas células.

El órgano de Corti envía al cerebro impulsos eléctricos que informan sobre qué
células pilosas (y cuántas) se han movido. Esta información ayuda a la corteza
cerebral a determinar la frecuencia (tono) y el volumen del sonido. Por lo tanto,
cuando una persona oye un ruido muy fuerte es porque una descarga de
energía muy potente ha afectado a más células pilosas del órgano de Corti.

Problemas que pueden afectar al oído:

Por lo expuesto que está el oído externo a los elementos y por la conexión
existente entre el oído medio y la nariz a través de la trompa de Eustaquio, hay
bastantes cosas que pueden afectar al oído y conllevar pérdidas auditivas.
Afortunadamente, la mayoría de estas afecciones se pueden tratar de forma
eficaz cuando se detectan pronto.

 La edad
 Los ruidos
 Los genes
 Demencia
 Enfermedades

Algunos de los problemas de oído más frecuentes son los siguientes:

Pérdida auditiva inducida por el ruido. Se trata de una pérdida auditiva (o


hipoacusia) provocada por una exposición excesiva a ruidos fuertes, que
pueden lesionar las células pilosas de la cóclea. Una causa habitual en los
niños es el uso de reproductores de música portátiles. Los videojuegos, la
televisión, el cine, el tráfico, las herramientas eléctricas e incluso algunos
electrodomésticos también pueden provocar pérdidas auditivas. Las
hipoacusias (pérdidas de la audición) también pueden estar provocadas por
una exposición aislada a un ruido muy fuerte, como una explosión o un trueno
muy intensos. Este tipo de pérdidas auditivas se puede prevenir casi al 100%
si los padres ayudan a sus hijos a protegerse los oídos.

Otitis media: Esta infección del oído medio es la causa más habitual de las
pérdidas auditivas en los niños y puede afectar a uno o ambos oídos. Ocurre
cuando el pus y las mucosidades se acumulan detrás del tímpano porque la
trompa de Eustaquio se obtura a consecuencia de una alergia, un catarro u
otras infecciones de las vías respiratorias altas. Las otitis medias no tratadas
pueden evolucionar a perforaciones de tímpano, pérdidas auditivas e
infecciones del hueso mastoides, ubicado detrás de la oreja.

Otitis del nadador: También conocido como otitis externa. Esta infección del
oído externo ocurre cuando el agua y las bacterias quedan atrapadas dentro
del conducto auditivo. Las bacterias se multiplican en un entorno húmedo y
caliente, provocando irritaciones e infecciones en la piel que recubre el interior
de este conducto. Es un problema habitual en los nadadores, aunque puede
afectar a cualquier persona que se bañe o se duche.

Acúfenos (o tinnitus): El zumbido, rumor, pitido, rugido o chasquido constante


en uno o ambos oídos se conoce como acúfeno. Ocurre como consecuencia
de lesiones en las terminaciones nerviosas del oído interno. Se puede
desarrollar de forma natural como consecuencia del envejecimiento o, en la
gente joven, debido a la exposición a ruidos fuertes. Hay tratamientos médicos
o dispositivos auditivos que suelen ayudar a la gente que padece esta
afección.

Tapones de cerumen: La cera del oído, o cerumen, atrapa la suciedad y el


polvo antes de que lleguen al tímpano. Por lo general, el cerumen se seca y
se cae de la oreja o bien se limpia al lavarse. Pero a veces se acumula dentro
del conducto auditivo, formándose tapones de cera, que pueden provocar
pérdidas auditivas. Afortunadamente, los médicos y el personal de enfermería
especializado pueden tratar este tipo de pérdidas auditivas simplemente
limpiando de cera el conducto auditivo. Puesto que se pueden formar tapones
en los oídos, los médicos recomiendan no utilizar nunca bastoncillos de
algodón en los oídos porque pueden empujar el cerumen hacia partes más
profundas del conducto auditivo, dificultando su extracción.

Perforación de tímpano. Una perforación o una rotura de la membrana


timpánica pueden provocar dolor, secreción de líquido desde el oído y pérdida
de la audición. Las perforaciones de tímpano se suelen curar por sí solas, pero
a veces es necesario operar para corregirlas. Si su hijo tiene el tímpano
perforado, hable con su pediatra para saber cómo protegerle el oído del agua
y las bacterias mientras se cura.
Colesteatoma: Algunas personas nacen con este tipo de quiste cutáneo que
afecta al oído medio, pero lo más frecuente es que los colesteatomas sean
una complicación de la otitis media crónica. Si la trompa de Eustaquio no
funciona correctamente, puede generar una presión negativa en el oído medio,
que tirará del tímpano hacia dentro, creando un quiste o pliegue de piel. Este
pliegue se puede llenar de células de piel muerta y otros materiales de desecho
e infectarse. Para extirpar el quiste, se precisa de una intervención. Si no se
trata, la infección se podría extender al cerebro, provocado complicaciones
muy graves, como parálisis facial, sordera en el oído afectado y meningitis.

Enfermedad de Meniere: La enfermedad de Meniere provoca problemas de


equilibrio y de audición. Ocurre cuando una parte de los canales semicirculares
(el saco endolinfático) se inflama. Esto afecta al movimiento del líquido que
contienen y se asocia al envío de mensajes incorrectos al cerebro sobre la
posición del cuerpo y el equilibrio. Los episodios de esta enfermedad, que
puede causar una fuerte sensación de mareo, pueden ocurrir sin previo aviso
y padecerse diariamente o tan poco frecuentemente como solo una vez al año.
No se conoce exactamente cuál es su causa, pero hay tratamientos y cambios
en el estilo de vida que ayudan a aliviar sus síntomas.

Lesiones, quemaduras y congelaciones: Tan expuestos como están a los


elementos externos, los oídos son vulnerables a todo tipo de lesiones de
carácter leve. Por lo general, no suponen ningún problema, pero una lesión en
el oído externo o en el conducto auditivo puede conllevar el sangrado y la
infección de otras partes del oído. Un golpe directo en el oído, como los que
ocurren en muchos accidentes de tráfico y en lesiones deportivas, puede
provocar una rotura de tímpano, una dislocación de la cadena de huesecillos
o lesiones en el oído interno. Los golpes repetidos en el oído externo pueden
provocar moretones y coágulos de sangre que interrumpen el flujo sanguíneo
hacia el cartílago del pabellón auditivo, alterando su forma y su estructura.

Cuando los niños se exponen al sol durante un periodo largo de tiempo, no se


olvide de aplicarles protector solar en las orejas para evitar posibles
quemaduras. Asimismo, si van a estar mucho tiempo en el exterior cuando
haga frío, asegúrese de que lleven un gorro que les cubra las orejas para
protegerlos de las congelaciones.
INTRODUCCION

El presente trabajo conoceremos la anatomía y fisiología del oído y sus partes.


El sentido de la audion está comprendido por el oído y conforma los órganos
de equilibrio y audición.

El oído es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo ya que por
medio de él, podemos escuchar todo lo que pasa a nuestro alrededor.

Las vibraciones o sonidos son recibidas por el oído y estas sensaciones son
trasmitidas al cerebro.
OBJETIVOS

Conocer más sobre la anatomía Y fisiología del oído.

Conocer más sobre el oído humano, su funcionamiento, estructura y partes


del oído.

Conocer las enfermedades y Dar pautas para evadir las causas de la Sordera
Por El Sonido o, en su defecto, minimizarlos.
CONCLUCIONES

 El sentido de la audición está comprendido por el oído y conforma los


órganos de equilibrio y la audición

 El oído se divide en tres regiones: oído externo, oído medio he oído


interno.

 En el oído, la audición es regida principalmente por el órgano del Corti


(conducto coclear).
FISIOLOGIA Y ANATOMIA DEL OIDO

JUAN DAVID TARAZONA CRUZ


ANDERSON FABIO LOPEZ OSTOS
JESUS HERNAN RINCON PEREZ
Estudiantes

INSTITUTO COLOMBIANO DE APRENDIZAJE (INCAP)


MEDICINA LABORAL
BOGOTA 23 DE AGOSTO
2018
FISIOLOGIA Y ANATOMIA DEL OIDO

BEATRIZ TABORDA
Instructor

INSTITUTO COLOMBIANO DE APRENDIZAJE (INCAP)


MEDICINA LABORAL
BOGOTA 23 DE AGOSTO
2018

S-ar putea să vă placă și