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920.0972 Biografía: modelos, métodos y enfoques I Mílada Bazant, coord.

-Zinacantepec,
Índice
B6153 Estado de México: El Colegio Mexiquense, A.e., 2013. ~

324 p.
Incluye referencias bibliográficas
ISBN: 978-607-7761-52-5

1. Biografía - Metodología. 2. Métodos biográficos. 3. Biografías mexicanas.


4. México - Biografías. 1. Bazant, Mílada, coord.

o El club de los biógrafos 11


Enrique Krauze
Introducción: la sublime experiencia histórica de la biografía 17
Mílada Bazant

I. BUSCANDO LOS GOZNES 39


Buscando los goznes en la biografía de Hidalgo 41
Edición y corrección: Cynrhia Godoy Hernández
Diseno y cuidado de la edición: Luis Alberto Martínez López
Carlos Herrejón Peredo
Formación y tipografía: Xiomara Espinoza Velázquez y Luis Alberto Martínez López
Diseno de portada: Luis Alberto Martínez López
u. LA ESCENIFICACIÓN DEL PROTAGONISTA Y SU CONTEXTO 75
Primera edición 2013 La labor creativa en la construcción biográfica: el equilibrio entre
el sujeto y su contexto histórico 55
D.R. © El Colegio Mexiquense, A. C.
Ex hacienda Santa Cruz de los Paros s/n, Mary Kay Vaughan
Col. Cerro del Murciélago,
Vicente Lombardo Toledano: una vida pública, privada y encubierta 77
Zinacan tepec 5135 O, México
MÉXICO Daniela Spenser
Página-e: www.crnq.edu.rnx
La biografía, un enfoque diferente para entender el contexto 101
Rodrigo Terrazas Valdez
Queda prohibida la reproducción parcial o total del contenido de la presente obra, sin contar previamente con
la autorización expresa y por escrito del titular del derecho patrimonial, en términos de la Ley Federal de Dere- 1lI. LA MANCUERNA DE LA FOTOGRAFÍA Y EL DOCUMENTO 121
chos de Autor, y en su caso de los tratados internacionales aplicables. La persona que infrinja esta disposición se
hará acreedora a las sanciones legales correspondientes. Las imágenes y los documentos en la construcción de una biografía:
Beni to J uárez Maza (1866-1872) · 123
Impreso y hecho'en MéxicolPrinted and made in Mexico
Esther Acevedo
ISBN 978-607-7761-52-5
8 CONTENIDO

IV. VIDAS DE MUJERES ESCRITAS POR MUJERES 147

Mitos, mentiras y estereotipos: el reto de la biografía feminista 149


Francie Chassen-López

Voces y silencios de mujeres en política 179


María Teresa Fernández Aceves

Luces y sombras de las fuentes en la construcción biográfica 199


Ma. de Lourdes Alvarado

V. EVIDENCIA E IMAGINACIÓN 217

Los retos de la narración biográfica para la historia 219


María del Carmen Collado

Lo verdadero, lo verosímil, lo ficticio 233


Mílada Bazant

VI. SIMBIOSIS: HISTORIA, BIOGRAFÍA, LITERATURA 257

El arte de la biografía histórica 259


Susana Quintanilla

De cómo la biografía puede enriquecerse con la literatura 279


Ana Rosa Suárez Argüello

El sujeto como idea y los límites de la no ficción. Las "verdades


emocionales" de la historia real novelada. El último príncipe
del Imperio mexicano 295
C. M.Mayo
La labor detectivesca y la creatividad en la biografía novelada
y la novela histórica 305
Celia del Palacio
Buscando los goznes
en la biografía de Hidalgo

Carlos Herrejón Peredo


El Colegio de Michoacán

LA INVITACIÓN A PARTICIPAR EN este libro colectivo me ha obligado a repensar


cómo hice la biografía de Hidalgo, publicada en 2011 (Herrejón, 2011a), y
a emprender una reflexión que no me había hecho entonces.
En primer lugar, aproveché una recopilación documental que había pergeñado
por 1985 y unos cinco asedios a puntos muy precisos del personaje (Herrejón
1987, 1990, 1992,2004,2005, 2009a); al mismo tiempo, me propuse ignorar
todas las biografías repetitivas, en su mayor parte comerciales o patrioteras; las
biografías malas, pero que ofrecían alguna novedad, las dejé en reserva para lue-
go verificar; las biografías originales y buenas, como la monumental de Castillo
Ledón y la concisa de Hamill (Castillo, 1972; Hamill, 1996), así como artículos
o capítulos especializados, los tomé en cuenta, pero cuidando que no fueran mi
guía por encima de los documentos ni enfrascándome en discusión con ellos;
tampoco me entretuve considerando modelos ni marcos teóricos explícitos, por
lo demás muy respetables.
Lo que hice fue inventariar, transcribir, leer y releer toda la documentación
del tiempo vinculada a mi personaje, esto es, desde que sus padres se conocie-
ron hasta que los postreros testigos de su vida dejaron su testimonio; mucha
de esa documentación ya estaba publicada, pero poco aprovechada, a veces mal
transcrita o mal interpretada;' al mismo tiempo, me daba a la tarea de husmear

1 Habiendo entrado a prensa e! texto de mi biografía sobre Hidalgo, apareció una magna recopilación
(Echenique, 2009a y 2009b). La novedad de esta colección son los numerosos documentos de fondos de la
Universidad Iberoamericana, procedentes en última instancia de! archivo antiguo de la Secretaría del Arzo-
bispado de Morelia y rescatados por don Manue! Arango. Consulté esos fondos en e! decurso de la biogra-
fía antes de que apareciera su publicación. Aparte, hay todavía otro resto importante inédito procedente del
42 1. BUSCANDO LOS GOZNES C. HERREJÓN: BUSCANDO LOS GOZNES EN LA BIOGRAFÍA ... 43

hasta e! último papel de archivos, preguntar sobre pistas documentales a colegas Valladolid. La incompatibilidad se resuelve al advertir que se trata de un ardid
vivos y difuntos, contratar sabuesos que completaran mis zambullidas en los del caudillo.
repositorios; en fin, dade seguimiento día por día. Simultáneamente a la reconstrucción espacio-temporal del personaje, de
Fruto primerizo de las nuevas búsquedas fue un libro sobre e! testimonio principio a fin de la biografía no dejé de acosado con preguntas. Entiendo, pues,
de tres dolorenses acerca de los inicios de la insurgencia (Herrejón, 2009b). la biografía a partir de un diálogo entre el historiador y el biografiado. Por su-
Obviamente, rebasaba e! tema biográfico elegido, pero me permitió desmontar puesto que los muertos hablan, a condición de que sepamos preguntarles. Una
los equívocos y errores de la memoria atribuida a Pedro García, que afecta en de la serie de preguntas más constantes fue en torno a las personas más cercanas
mucho la figura de Hidalgo. Sin desbrozar ese camino, Hidalgo insurgente en su vida: familia, amigos, enemigos, compañeros, maestros, discípulos, colabo-
queda sumido en la niebla de un enredado panegírico plagado de errores. radores, feligreses, seguidores, jueces y verdugos. Éste es el otro conjunto de con-
Mediante análisis de crítica textual hube de descartar discursos, diálogos y es- diciones objetivas en la construcción de la vida, con la diferencia de que también
critos que e! autor de esa memoria endilga al prócer. se trata de sujetos personales y de que si el tiempo y el espacio son condicionanres
A lo largo de! trabajo recordé que Hidalgo gustaba repetir que la historia tiene imprescindibles, la relación con los otros constituye el núcleo de la realización
dos ojos: la cronología y la geografía (Méndez, 1953: 185); traté entonces de tener personal. Consiguientemente, merecen la mirada privilegiada del biógrafo.
mucho cuidado de! calendario y los lugares de! biografiado. El tiempo y el espacio Finalmente, entra la sociedad en que toca vivir, con todos esos prójimos no tan
no son meras coordenadas para situar al personaje. El tiempo es la oportunidad en próximos, pero en su conjunto con un peso enorme, donde el tiempo se convierte
la vida y abre la posibilidad de cambios para otorgade a la biografía un sentido en la historia y el espacio en región, territorio y paisaje cultural.
dramático. El espacio no es sólo escenario, sino otro actor de la historia con El resultado de todas estas búsquedas se ordenó prevalentemente por tiempo
quien e! personaje interactúa (Herrejón, 2009c). y secundariamente por temas. Así fue emergiendo un perfil de Hidalgo; cuando
Con ese criterio, parale!amente a los últimos retoques de la biografía, me lo contrasté con los clásicos Carlos María de Bustamante y Lucas Alamán, con
di a la tarea de puntualizar de manera más expresa, lugares y fechas de la ruta la monumental biografía de Castillo Ledón, y con otras obras, mi resultado sólo
del Hidalgo insurgente cuyo resultado fue otra publicación (Herrejón, 2011 b). correspondía en parte y no eran pocas las diferencias y las novedades; pero tomé
Es sólo una invitación para profundizar en la vinculación de una biografía con en cuenta, de todos ellos, aspectos que yo no había considerado, preguntas que
su medio ambiente. Un ejemplo podrá ser la repercusión que sin duda tuvieron no había formulado a mis fuentes, y desde luego puse atención a las contradic-
en e! ánimo de Hidalgo los paisajes de! norte, cuando caminaba despojado del ciones, para corregirme o para refutar.
mando o cargado de cadenas: montañas áridas, desiertos interminables, pequeños El proceso de revisión repitió el ciclo varias veces. Es obvio que varias
oasis; luego, los meses en el estrecho calabozo. Todo ello le dio otra perspecti- afirmaciones que hago en la biografía no se hallan expresamente en los docu-
va del movimiento, y propició una reflexión donde evaluaba logros y fracasos, mentos, pero se infieren de ellos, con necesidad o probabilidad lógica. Sin
aportaciones positivas, excesos y faltas, no sólo del movimiento, que para él embargo, traté de evitar los desarrollos meramente verosímiles o de escasa
había sido de poco más de seis meses, sino también de los cincuenta y ocho probabilidad. No se me da la novela histórica.
anos de su existencia. Uno de los retos principales en el abordaje de esta figura nacional consiste
Por otra parte, la conjunción de tiempo y espacio, aun como mera posibi- precisamente en rescatarla de esa historia nacional, que oscurece el drama de
lidad de acción, me sirvió para descartar de la vida de Hidalgo todo un tramo la persona. Es un contexto aplastante. Finalmente, debo confesar que en los
de su ruta que fue inventado falsamente sobre la base de una carta de él mismo diálogos con el cura Hidalgo y sus contemporáneos no poco me ayudó mi
fechada en Celaya el 13 de noviembre, cuando se hallaba con toda certeza en vivencia de seminarista y ministerio. Hay tiempos largos en ciertas estructuras.
Por supuesto que al día siguiente de haber entregado el texto para impre-
sión ya tenía otros datos nuev<?sque incluir y algunos que precisar. Es verdad
mismo archivo episcopal, que cito en la biografía como Archivo Arreguín. En las fuentes de la misma bio-
de Perogrullo que las investigaciones en general nunca están perfectamente
grafía pueden verse muchas otras pistas aprovechadas de documentos inéditos de diversos repositorios.
44 l. BUSCANDO LOS GOZNES C. HERREJÓN: BUSCANDO LOS GOZNES EN LA BIOGRAFíA •.• 45

acabadas. En el caso de las biografías, el problema es mayor porque toda persona, muchos personajes. Hay preciosos testimonios de quienes convivieron con la
objeto de búsqueda, es singularmente inagotable e inasible. De tal suerte, el persona, pero tampoco se recogen a pala. A veces, como en el caso de Hidalgo,
rrabajo que hice a pesar del intento de comprender al personaje, se queda en aparecen en procesos judiciales, género que requiere especial precaución her-
aproximación, y ésta, con los errores que se le vayan encontrando. menéutica. Tal vez la fuente documental más rica para la biografía de Hidalgo
Ahora me hago una reflexión que entonces no formulé ni apliqué explíci- es el conjunto de procesos que se le siguieron (Pompa, 1960; Hernández, 1877).
tamente, y que pudiera ser elemento de un marco teórico para biografías. Pero hay que leerlos completos, pues frecuentemente se asume como hecho
Tengo para mí que la clave para entender y organizar una biografía es buscar comprobado lo que sólo es denuncia, testimonio o acusación del fiscal, sin
las decisiones más trascendentes, las que orientan los principales periodos de la tomar en cuenta ni la resolución de los jueces ni las contestaciones del acusado,
vida, las que redefinen las relaciones familiares, amorosas, laborales, profesio- amén de la confrontación con otras fuentes.
nales, morales, religiosas, etcétera, de tal manera que las acciones posteriores Por lo demás, la mayor parte de la información sobre una persona suele ser
de la persona generalmente son consecuencia de la resolución primordial. de tipo institucional y administrativo. El desafío para el historiador consiste
Funcionan como goznes que van armando la estructura biográfica a través del en descubrir, a través de cualquier información, razones y consecuencias, metas
tiempo. Desde el punto de vista ético, algunos han desarrollado una teoría de y condiciona mientas de las decisiones y las actitudes per.sonales.
la opción fundamental, en la que finalmente parece diluirse la moralidad de Muestro ahora un panorama sintético de mi biografía de Hidalgo, enrnar-
actos particulares. No es éste el sentido que doy a las decisiones trascendentes. cado por sus decisiones trascendentes. Desde luego se advierte un largo desarrollo
Ni era el sentido que les daba Hidalgo, profesor de teología dogmática y teo- de su primera decisión trascendente, desde que tenía doce años de vida hasta los
logía moral. Es significativo que nuestro personaje, que en materia religiosa cuarenta, cuando los alegres días en la villa de San Felipe; de ahí hasta 1801,
siempre declaraba su opción por la fe cristiana católica, al mismo tiempo con- año de conversión; luego hasta 1808, en que se va gestando un profundo cam-
fesaba que cuando se sentía en pecado grave dejaba de celebrar misa. bio que culmina con la opción por la violencia en 1810; de ahí, a los largos
Con esa salvedad, conviene resaltar los goznes, las inflexiones trascendentes meses de prisionero, en que ocurre postrera conversión definitiva.
en una biografía, sobre todo cuando se trata de asumir actitudes y caminos de Al cumplir los doce de vida, Miguel Hidalgo ya era huérfano de madre
vida moral contrarios a los antes transitados. Entonces nos hallamos ante un desde los nueve. Su padre, Cristóbal, que había vuelto a casar, y unos tíos
cambio de decisión trascendente, ante una conversión. Estos principios ele- clérigos, plantearon la posibilidad de que tanto él como su hermano mayor,
mentales de ética los conocía bien Hidalgo, así fuera en otros términos. Joaquín, dejaran la hacienda de Corralejo y fueran a estudiar a Valladolid. Todo
Nuestro personaje también sabía que esos cambios y esas elecciones están indica que Miguel asumió la decisión plenamente; sin embargo, nunca rene-
radicados en el interior de la persona, por encima de las mudanzas de lugar y garía de sus orígenes campiranos y volvería a ellos con frecuencia. De tal modo,
de otras circunstancias. Las condiciones objetivas inclinan o constriñen al la primera opción fundamental de Hidalgo consistió en la aceptación de orientar
personaje en ciertas direcciones, pero generalmente hay un margen para la su vida al estudio y a una carrera profesional.
construcción de la propia vida. Si la historia en general es un proceso temporal, A partir de tal aceptación, la vida de Miguel discurrió, durante años, por los
la vida de una persona lo. es de manera especial. Y a pesar de los hadas, el tres ciclos del Colegio de San Nicolás: latín, filosofía y teología, para desempe-
hombre tiene parte y responsabilidad en la conducción de ese proceso. Las ñarse, durante otros, como profesor en todas las cátedras, primero en calidad
decisiones trascendentes son, pues, los goznes de ese proceso. En este sentido, de interino y luego en propiedad; así como para ir ocupando todos los cargos de
prefiero apreciar la biografía más como un drama, que no tragedia ni comedia, primer nivel: secretario, tesorero, vicerrector y rector de la institución. En total,
aun cuando a veces ofrezca ribetes de estos géneros. veinte y seis años pasados en el colegio. Tenía treinta y ocho cuando dejó
La huella documental que deja la vida de una persona a menudo no revela Valladolid.
directa y expresamente esas decisiones. Los diarios de auto confidencias son ex- De tal suerte, tenemos aquí el desarrollo normal de una decisión trascen-
cepcionales. Las cartas personales son oro para el biógrafo, pero no abundan en dente signada por la adquisición de conocimientos. Para Miguel, esto ya era
46 I. BUSCANDO LOS GOZNES C. HERREJÓN: BUSCANDO LOS GOZNES EN LA BIOGRAFÍA .. 47

un fin en sí mismo y así lo demostró a lo largo de su vida; sin embargo, en e! lo cual difícilmente le permitiría tener tiempo y medios para proseguir su vida
plan institucional esos conocimientos eran e! medio para alcanzar la profesión intelectual asegurándose e! decoro en casa, vestido y sustento al que estaban
clerical. Migue!lo aceptó, mas al parecer en sentido inverso: la carrera eclesiástica acostumbrados sus parientes, particularmente clérigos que le precedían: no eran
era el medio para proseguir su insaciable sed de saber. Por eso no se contentó ricos, pero sí regenteaban parroquias de buenos ingresos, que incluso a algunos
con andar caminos trillados. les permitían hacer obras de beneficencia. Por lo mismo, al concursar para la
Había asimilado textos y métodos acostumbrados en filosofía y en teología, obtención de alguna parroquia, también llegó a descartar expresamente las de
pero al término de la carrera se lanzó al estudio de un método que lo con- Tierra Caliente, que no sólo tenían el inconveniente del clima, sino que en
ducía a parcelas casi ignoradas por sus propios maestros y los tratados de general eran magras como beneficio económico. Así, pues, cuando Hidalgo se
rutina: la teología positiva, aquella que dando poco lugar a las especulaciones, resolvió a solicitar la ordenación sacerdotal, y durante los años posteriores,
se dedica más a un estudio crítico de las fuentes de! cristianismo desde la fi- tenía la intención de ejercer el ministerio sacerdotal en una posición que le
lología y la historia. Era una corriente que se fue extendiendo en toda la permitiera cierro desahogo económico. Los ingresos de maestro y aun de rector
cristiandad; su recepción en Nueva España tuvo en Hidalgo uno de sus re- eran insuficientes, por ello no dudó en aceptar el interinato de la parroquia de
presentantes pioneros. No sabemos los conductos exactos por los que recibió Colima, beneficio que le proporcionaría mucho mayores ingresos.
la inquietud. Como haya sido, tomó la resolución de quienes se dejan seducir Había más en las deliberaciones de Hidalgo por obtener beneficio parroquial.
por senderos que ofrecen otras preguntas y respuestas, y brindan e! placer Los tiempos de crisis lo indujeron a él y a varios de sus hermanos para invertir
de descubrir esos nuevos horizontes. Con esas herramientas, e! novel maestro de en fincas agrícolas con dinero prestado, lo cual significaba mayor solvencia para
teología provocó una profunda reforma que lo marcó para toda la vida: sería e! pagar esa deuda. Hasta aquí, todo parecía acorde con su opción por el estudio,
mejor teólogo de! obispado de Michoacán. No sin orgullo, mantendría esa fama sus hábiros adquiridos y su ministerio.
por medio de lecturas continuadas aun después de su magisterio. Sin embargo, desde temprano apareció una inclinación no moderada en él:
Advertimos que esa opción por e! conocimiento iba aparejada a la vocación su carácter dadivoso hasta e! extremo de la prodigalidad. No podía ver nece-
eclesiástica: quería ser clérigo para enseñar a otros las materias de su carrera, sidades sin tratar de remediadas como fuera. Había estudiantes y colegas
con la expectativa de ejercer luego e! ministerio sacerdotal, pero sin dejar su sacerdotes, pobrerones. Sus hermanos menores requerían apoyos. En las parro-
vocación de teólogo. quias hallaría multitud de menesterosos. A todos les brindó ayuda, a menudo
La formación en e! Colegio de San Nicolás había conllevado la adquisición en dinero contante y sonante. El problema afloró cuando siendo ya párroco,
de hábitos en el aprovechamiento de! tiempo, en la puntualidad, e! aseo, las fue adquiriendo más deudas; dejó de pagar algunas, así como impuestos a la
buenas maneras, la obediencia, las virtudes morales (prudencia, justicia, fortaleza Corona y a la Iglesia, y, sin embargo, no abandonó su carácter pródigo; de tal
y templanza) y las teologal es (fe, esperanza y caridad); esto es, las humanas y suerte que antes de solventar sus deudas disponía de sus emolumentos, yaun
las cristianas. La disciplina y e! autocontrol iban unidos a una vida de oración de otros fondos.
con prácticas piadosas y sacramentales. El objeto era preparase para una vida Además, una pasión lo tenía cautivado, la música. Aprendió a tocar bien el
de servicio y religiosidadcon e! compromiso celibarario. A Migue! no se le violín y le encantaban las orquestas. Tal vez el gusto le' venía desde niño.
dificultó entonces: tenía genio suave y sabía amoldarse. Incluso, a la hora de deci- El tiempo libre de alumno y maestro en Valladolid no sólo era para el violín,
dirse a entrar al estado clerical, asomó e! deseo de servir, no a cualquier grupo sino también para relacionarse con músicos, estudiantes de música y aficionados.
de feligreses, sino a indios marginados, los otomíes, Además, el aprendizaje de Entre éstos había personajes del más alro nivel, como la familia del intendente
su idioma era otro reto de conocimiento. Lo acometió, mas no perseveró en su Riaño y el canónigo Abad Queipo. En su conversación con éstos pasó de la
propósito, pues finalmente renunció a ese título de ordenación sacerdotal. lectura de teólogos franceses a la de dramaturgos de la misma nación, en cuya
El simple dato encierra toda una deliberación. Ordenarse a título de lengua lengua se fue iniciando. Fue entonces cuando también trató a una linda joven,
otorni significaba ser cura de pueblo de indios pobres por tiempo indefinido, Guadalupe Santos Villa, con quien platicaba de música y teatro; tal vez se
48 1. BUSCANDO LOS GOZNES C. HERREjÓN: BUSCANDO LOS GOZNES EN LA BIOGRAFÍA ... 49

enamoraron, pero no hubo mayor cosa y al final Hidalgo se marchó a Calima do sus opciones: ahora destacaba el bien vivir en la disipación. Para completar,
y ella se fue de monja a Puebla. Aún pesaba la inercia de la disciplina y los en la Pascua de 1800, luego de poner en ridículo a dos mercedarios en discusión
hábitos piadosos adquiridos en el colegio. Aparte estaba e! control inmediato teológica-histórica, fue denunciado por éstos ante la Inquisición.
de su hermano, de su obispo, de otros parientes y autoridades. Por lo mismo, Este secreto a voces y la resonancia de aquella música llegaron hasta la mitra
también se retrajo de una afición, e! juego de azar que estando en Valladolid vallisoletana, al obispo que lo había promovido, y no digamos a parientes,
había practicado por un tiempo. especialmente a su hermano Joaquín, ejemplo de fiel y caritativo pastor. No
En San Felipe, sin aquellos controles, la afición a la música y al teatro se tenemos documentos explícitos de la reacción, pero sin duda fueron acres las
desbordó y le fue dedicando recursos y horas en demasía. No abandonó algunos reprimendas que conmovieron profundamente a Miguel, al grado que a partir
pendientes partoquiales, pero cada vez delegaba más funciones; tampoco dejó de octubre de 1800 tomó la decisión de reorientar su vida.
la lectura de sus teólogos, pero ahora se superponían la curiosidad y el deleite Ordenó que de sus ingresos, sólo le dejaran para comer; e! resto sería para
de la historia profana, Las relaciones sociales se multiplicaron al ritmo de gastos pagar deudas. Mandó a los músicos a que consiguieran otro mecenas o a que
y deudas: la casa, la mesa y una orquesta de! cura estaban para solaz de toda fueran a ganarse la vida de forma distinta. Se suspendieron la farándula y los
clase de gente. Con funciones de teatro y con baile culminaban los frecuentes bailes. Retornó el Breviario yel rosario. Dejó el trato con la Josefa, sin dejada
convivios. Sin mayor disciplina ni vida de oración, el compromiso celibatario desamparada. Se entregó a la predicación, al confesionario y al auxilio de
se desmoronó y dejó lugar al amorío con Josefa Quintana, de quien tuvo dos enfermos, así estuviesen apestados o en ranchos de difícil acceso, y aunque lo
hijas. requiriesen de día o de noche, en días de insoportable solo de tempestad.
Este punto de la descendencia de Hidalgo ha sido ocasión de morbo y Volvió a la prioridad de sus estudios teológicos. Una verdadera conversión.
exageraciones amarillistas. Durante años, analizando las pruebas que se presen- En mis primeros acercamientos a Hidalgo no advertí suficientemente este
taban para probada, las he dado por insuficientes. Por otra parte, recientemente profundo cambio, ni lo destaqué en la biografía. Pero a partir de la relectura
se publicó un erudito artículo que confirmó mi sospecha al demostrar docu- de varios datos, sobre todo las respuestas que dio en Chihuahua a la Inquisición,
mentalmente cómo a la caza de pensiones del Estado, se inventaron hijos de he caído en la cuenta de un detalle. Hidalgo dijo a mediados de 1811 que
Hidalgo (Sanchiz y Gómez, 2012). Sin embargo, yo mismo descubrí la prueba hacía diez años, esto es, desde 1801, se había entregado de lleno a su ministerio
documental de la descendencia de Josefa Quintana, cuando terminaba la sacerdotal. Esto significa que, efectivamente, era consciente de su conversión,
biografía (Herrejón, 2011a: 201), descendencia que, a diferencia de los falsos puesto que de párroco no tenía diez años, sino veinte. Los diez de entrega al
hijos, jamás mendigó pensión de! Estado. Había tradición oral de esa descen- ministerio correspondían a los últimos tres de San Felipe y los siete de párroco
dencia, que ha hablado de dos niñas, pero al pasar a la historiografía, la tra- en Dolores. Los anteriores, salvo el breve tiempo de Calima, los había pasado en
dición se deformó en lugar de ponderarse. De ahí mi desconfianza original. San Felipe sin aquella consagración plena a su ministerio. Esto coincide con
Por lo demás, la relación íntima de Hidalgo con Josefa Quintana embona con testimonios de los testigos que declararon ante la Inquisición; y, por otra parte,
su disipación contemporánea y es el presupuesto de su posterior conversión, en las mismas respuestas de Hidalgo, éste confiesa que en materia de fe, nunca
testimoniada por varios y.por el propio Hidalgo. se desvió, pero en otras materias que eran efectos de su miseria, sí había faltado,
Volvamos al resumen biográfico. El cura de San Felipe padecía desmanes y que se reformaba, esto es, se convertía, y se remitía a la gracia de Dios (Hernández,
artimañas de subdelegados arrogantes, así como el incremento de controles de 1877: 189, 190).
su situación eclesial por parte de la Corona. También era testigo de la miseria De tal suerte, a partir de esta conversión, los últimos años en San Felipe, y
de no pocos feligreses. Consiguientemente se quejaba, maldecía al gobierno sobre todo en Dolores, adquirió fama: de "sabio, celoso párroco y lleno de
señalando que e! monárquico no era el mejor y que se vivía en la superstición, caridad" (Pompa, 1960: 133). Hubo de proseguir privado de la mayor parte
engañados por los que mandaban. Pero no hacía mayor cosa que compensar a de sus ingresos, que seguían saldando deudas. La iniciativa de las artesanías sin
algunos cuantos, invitándolos a su vida alegre. Miguel Hidalgo había tras toca- duda ayudó a su feligresía menesterosa, pero también a él.
')0 1. BUSCANDO LOS GOZNES C. HERREJÓN: BUSCANDO LOS GOZNES EN LA BIOGRAFÍA .. 51

Por otra parte, luego de su conversión fueron ocurriendo los fallecimientos feligreses, en especial los músicos, a los difuntos y a los vivos, particularmente
de seres muy queridos: un tÍo suyo canónigo, el obispo, y sus hermanos Joaquín a una hija que le sobrevivía. Así se confesó sacramentalmente varias veces y
y Manuel. Y aunque la Inquisición había declarado que no había pruebas para marchó, con esa conversión definitiva, sereno, al patíbulo.
seguir el proceso, quedó como denunciado, de manera que no pocos se alejaron
de él. La soledad fue compensada con un moderado retorno a la música, más
en adagio que en allegro, y con nuevas amistades como los Allende y los corre- FUENTES CONSULTADAS
gidores de Querétaro.
Ponderó entonces con más elementos la opresión de parte de los peninsu- Castillo Ledón, Luis
lares, las desigualdades de éstos respecto a los nacidos acá, de tal modo que se 1972 Hidalgo. La vida del héroe, 2 vols., México, Cámara de Diputados.
le fue acrecentando el antiguo resentimiento, así como el deseo de independencia.
El parreaguas para muchos, y muy especialmente para él, fue el golpe de la oligar- Echenique March, Felipe 1. y Alberto Cue García
quía que destituyó a Iturrigaray. Siguió en el ministerio, peto se fue albergando en 2009a Miguel Hidalgo y Costilla. Documentos de su vida 1750-1799, 1800-1809y 1810,
su corazón un odio mortal. vols. 1, II Y III, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Confieso que no he podido detectar la causal adecuada de ese odio tan 2009b Miguel Hidalgo y Costilla. Documentos de su vida 1811-1813, vol. IV, México,
grande, que estremecería a otros insurgentes. Debió haber padecido en carne Instituto Nacional de Antropología e Historia.
propia o de sus familiares algún agravio singularmente grave. Yo había imagi-
nado que tal agravio fue la demencia y la muerte de su hermano Manuel, como Hamill, Hugh M.
efectos del acoso de la consolidación de vales reales (Herrejón, 1992: 35). Sin 1996 The Hidalgo Reuolt. Prelude to Mexican Independence, Gai nesville, University of
embargo, partía yo de un falso supuesto: que las haciendas gravadas eran de Florida Press,
Manuel, cuando en realidad ya eran de Miguel desde años atrás, mucho antes
de la consolidación. Sigo, pues, con la interrogante, sobre todo tratándose de Hernández y Dávalos, J. E.
alguien que sabía perfectamente la malicia del odio criminal. 1877 Colección de documentos para la historia de la guerra de independencia de México
Sea lo que fuere, Miguel simpatizaba con la conspiración que planeaba de 1808 a 182 J, México, José María Sandoval.
Allende y estaba dispuesto a colaborar, pero no en primera línea como quería
el capitán. Se resistió hasta agosto de 1810. Una vez resuelto, su opción fue tan Herrejón Peredo, Carlos
profunda que en el momento crucial se mostró más firme que Allende y A1dama, 1987 Hidalgo: Razones de la insurgencia y biografía documental, México, Secretaría de
que pensaban huir. La decisión que había tomado era la más radical en su vida: Educación Pública.
dejaba el estudio, abandonaba el ministerio y se lanzaba a la vorágine de la revo- 1990 "México: las luces de Hidalgo y de Abad y Queipo", Carauelle. Cahiers du
lución en que a la par de abolir la esclavitud, proclamar otros derechos y desper- monde bispanique et luso-brésilien, núm. 54, pp. 107-135.
tar a toda Nueva España, se dejaría arrastrar por la hispanofobia sanguinaria. 1992 Hidalgo antes del Grito de Dolores, Morelia, Universidad Michoacana de San
Una vez que cesó la gritería y enmudecieron los cañones, en los penosos días Nicolás de Hidalgo.
del peregrinar encadenado a Chihuahua y en los largos de su calabozo, meditó 2004 "Hidalgo y la nación", Relaciones, núm. 99, pp. 257-285.
en todo el decurso de su vida, volvió a rezar, tarareó algunas de sus melodías 2005 "Aspectos de la 'modernidad novohispana a través de Hidalgo '; Boletín del Ar-
favoritas, retornó a sus teólogos en las brillantes respuestas a la Inquisición, siguió chivo General de Guanajuato, núm. 26, pp. 91-110.
considerando que la independencia era conveniente; pero se arrepintió de todos 2009a "Versiones del Grito de Dolores y algo más", en 20110 memoria de las revolu-
sus pecados, especialmente los decretos sanguinarios sobre civiles inocentes; ciones en México, vol. 5, pp. 39-53.
recordó a sus parientes, a sus obispos, a sus maestros, colegas y alumnos, a sus
52 1. BUSCANDO LOS GOZNES

2009b Testigos de la primera insurgencia: Abasolo, Sotelo, García, México, Instituto


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