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Dred Scott vs Sanford

A más de 150 años de una de las sentencias más estruendosas que ha tenido
lugar en la disciplina jurídica, el caso Dred Scott vs Sanford sigue generando interés por
estudiosos y revisionistas históricos que encuentran en él un parteaguas o coyuntura
jurídica que ha suscitado cambios diversos y muy marcados en la concepción del mundo
jurídico en la actualidad.

En EE.UU. durante la primera mitad del siglo XIX, se vivía un ambiente de tensión
evidente debido al creciente interés por el tema del esclavismo, el cual, a pesar de
haberse abolido en la mayoría de los países de América, seguía siendo un tema vigente
en múltiples estados de la unión americana, y ello generaba fricciones alarmantes entre
los grupos abolicionistas y los esclavistas.

Así mismo, y a pesar de la tensión que se vivía, se sentaron precedentes


importantes durante la primera mitad del mencionado siglo; el juez John Marshall
acentuaba el tema del control de constitucionalidad difuso, el cual sigue vigente en su
estudio en las academias y escuelas de derecho, así como también, aportaba grandes
conocimientos al estudio del derecho desde su posición como presidente de la Suprema
Corte de Justicia de Estados Unidos de América.

Dred Scott vs Sanford es un caso que suscita controversias por el giro inesperado
que dio la corte suprema de EE.UU. después de haber obtenido grandes avances en el
tema del constitucionalismo y la protección de los derechos fundamentales; en 1846,
en vísperas de la intervención estadounidense en territorio mexicano, Dred Scott,
esclavo en territorio de Missouri, propiedad de Irene Sandford, después de haber
residido por un tiempo prolongado en un territorio libre de la esclavitud (como era
común en aquella época en EE.UU.) demandó ante un tribunal local de Missouri su
libertad, bajo el argumento de la doctrina Once Free, Always Free.

“Había algunos precedentes en la jurisdicción local de Missouri de acuerdo con


los cuales, si un esclavo regresaba al Estado luego de haber permanecido en un
territorio libre, podía permanecer siendo libre; dichos precedentes habían corroborado
el principio de que “una vez libre, siempre libre” (“once free, always free”)”, dicho
precedente sirvió de base para la acción que intentó Dred Scott que, sin embargo, más
tarde fue desechada.

El tribunal local del Estado de Missouri, le otorgó un fallo favorable en primera


instancia, lo cual confirmaba no sólo la doctrina once free, always free, sino también el
Compromiso de Missouri y otras leyes como el Estatuto territorial de Missouri de 1807.
Lo anterior tenía sustento y la decisión en primera instancia parecía tener sentido, sin
embargo, su contraparte apeló en la Corte Suprema de Missouri, revocando el fallo
favorable para Dred Scott, argumentando que, el creciente sentimiento antiesclavista
en los estados libres, hacía que ya no fuera necesario que Missouri se apegara a las leyes
de los estados libres

Posteriormente, los abogados de Dred Scott se enfrascaron en una batalla


jurídica que buscaba otorgarle la razón a su defendido, por lo que el caso fue llevado a
una instancia judicial federal, sin mucha suerte, pues en la primera instancia federal, el
caso fue desechado y los abogados apelaron directamente en la Suprema Corte de los
Estados Unidos de América.

En medio de la situación que se vivía por la creciente tensión entre estados


esclavistas y abolicionistas, el caso fue indagado por la Suprema Corte bajo el numeral
60 US 393. Destaca por ello que, en aquellos años, el juez presidente de la Corte, sucesor
del juez John Marshall, era el ciudadano Roger B. Taney, quien tenía encima el peso de
decidir una de las cuestiones más importantes y de mayor impacto en el sistema judicial
de aquel país, y que podía, en su caso, aumentar o apaciguar las tensiones que ya se
visibilizaban como factor de estallamiento de la guerra civil de Estados Unidos.

El caso Dred Scott vs Sanford pretendía exactamente lo mismo que en su inicio


en instancias locales: otorgarle la libertad a Dred Scott bajo la doctrina anteriormente
citada, la cual, cabía la idea, tenía sentido en aquellos años. El juez presidente, Taney,
sin embargo, al entrar al estudio del caso, emitió un fallo desfavorable a Dred Scott, y
puso en entredicho todo el andamiaje jurídico de Estados Unidos de América.
Taney emitió su fallo bajo el argumento de que, si bien era cierto que dicha
doctrina existía, carecía de efectos legales pues había sido emitida por el congreso
extralimitándose en sus poderes y facultades, pues regulaba cuestiones del fuero local
que no eran competencia del congreso federal, debido a que se trataba de la propiedad
privada de los ciudadanos de cada estado, considerando a los esclavos como objetos
propiedad de aquellos. Lo anterior fue tomado en consideración para emitir el fallo y
desestimar la demanda de Dred Scott.

Sin embargo, no solamente no se le otorgó el fallo favorable al demandante, sino


que, además, se consideró que su demanda ni siquiera debió haberse admitido a
trámite, pues bajo el argumento anterior, de que los esclavos eran propiedad de sus
dueños, carecían de calidad de ciudadanos, por lo que los derechos que concedían las
leyes norteamericanas no eran aplicables a ellos, entre los cuales destaca, por tanto, la
capacidad jurídica para interponer un juicio ante tribunales locales o federales.

Esta decisión fracturó por completo el sistema jurídico norteamericano, siendo


el factor más determinante para el estallamiento de la Guerra de Secesión en Estados
Unidos de América, pues anuló todos los precedentes en contra de la esclavitud, la
doctrina once free, always free, el Estatuto territorial de Missouri de 1807, así como
también, dividió al país en jurisdicciones libres y jurisdicciones esclavistas. Lo anterior
no fue para menos, pues redirigió todas las tensiones que hicieron estallar la guerra
civil norteamericana entre los estados esclavistas y los estados abolicionistas.

Al final de cuentas, la decisión del juez Taney evidenció las grandes diferencias
que prevalecían en el territorio norteamericano, abriendo la polémica a uno de los casos
más oscuros y una de las decisiones más aberrantes e inhumanas que han tenido lugar
en territorio norteamericano y en todo el mundo, violentando todos los principios del
respeto a la dignidad humana. Sin embargo, también es importante destacar el contexto
histórico en el que se desenvuelve dicho caso, pues ello puede parecernos una situación
impensable en la actualidad, pero lo cierto es que no siempre ha sido ni será siempre
así, y esto tiene su fundamento en la evolución y transformación que sufre la disciplina
del derecho, como un campo de estudio eminentemente social.

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