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Historia Caribe

ISSN: 0122-8803
historiacaribe@mail.uniatlantico.edu.co
Universidad del Atlántico
Colombia

Gutiérrez Ramos, Jairo


LA CONSTITUCIÓN DE CÁDIZ EN LAS PROVINCIAS CARIBEÑAS DE LA NUEVA GRANADA
Historia Caribe, vol. VII, núm. 20, enero-junio, 2012, pp. 39-58
Universidad del Atlántico
Barranquilla, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=93725408003

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LA CONSTITUCIÓN DE CÁDIZ EN LAS PROVINCIAS
CARIBEÑAS DE LA NUEVA GRANADA*

Jairo Gutiérrez Ramos

RESUMEN
La historiografía nacional le ha prestado poca atención al proceso de
recepción y asimilación de la experiencia gaditana en la formación de las
instituciones políticas republicanas en la Nueva Granada. En este artículo
se mostrará el modo en que la Constitución de la Monarquía Española,
proclamada en Cádiz el 19 de marzo de 1812, fue jurada y aplicada, así
fuera parcialmente, en las provincias caribeñas del virreinato neogranadino
durante los dos breves periodos de su vigencia en España: el gobierno de
las Cortes y la Regencia, de 1812 a 1814, y el del “Trienio Liberal”, de
1820 a 1823.

Palabras clave
Constitución de la Monarquía Española, provincias caribeñas de la Nueva
Granada, Cortes de Cádiz, Regencia, Primera República, Trienio Liberal.

ABSTRACT
The Colombian national historiography has paid little attention to the
process of reception and assimilation of Cadiz experience in the formation
of the republican political institutions in New Granada. This article will
show how the Constitution of the Spanish Monarchy, proclaimed at Cadiz on
March 19, 1812, was sworn and applied, if only partially, in the Caribbean
provinces of the viceroyalty of New Granada for two brief periods of his life

* Artículo recibido Febrero de 2012; Aprobado Mayo de 2012. Artículo de investigación


científica.
Profesor Universidad Industrial de Santander.

Volumen VII N° 2012 - Enero - Junio 2012 pp 39-58 39


La constitución de Cádiz en las provincias caribeñas de la Nueva Granada

in Spain: the government of the Courts and the Regency, from 1812 to 1814,
and the “Liberal Triennium”, from 1820 to 1823.

Key words
Constitution of the Spanish Monarchy, Caribbean provinces of New
Granada, Cortes de Cádiz, Regency, First Republic, Liberal Triennium.

1. LA CONSTITUCIÓN DE adscritos a las audiencias de Santafé


CÁDIZ Y LA PRIMERA y Quito1.
REPÚBLICA
De hecho, y como era bien sabido
El 10 de marzo de 1811 un oidor en Cádiz, la mitad de las veintidós
de la Real Audiencia de Santafé provincias neogranadinas seguían
describía al Consejo de Regen- siendo leales al Consejo de Regen-
cia la crítica situación política de cia, y Panamá era la nueva sede del
la Nueva Granada. A su juicio, y virrey y de la Real Audiencia2. Así
pese a su inocultable gravedad, la las cosas, las provincias insurgentes
situación del momento no dejaba de se encontraban no solo amenazadas
ser promisoria, pues las intencio- internamente por la existencia en sus
nes de los disidentes se veían por ciudades y pueblos de un buen núme-
todas partes minadas por la acción ro de españoles y neogranadinos que
de quienes seguían manteniendo seguían siendo fieles a la monarquía,
su lealtad al rey. Para esa fecha ya sino prácticamente rodeadas por un
se podían constatar intentos con- cinturón hostil de provincias decla-
trarrevolucionarios en Cartagena, radamente fieles a la Regencia y a
donde los miembros del Consulado las Cortes de Cádiz. De modo que,
de Comercio y los de la Santa In- si bien los decretos, las reales órdenes
quisición encabezados por el obispo y la Constitución expedidos por las
habían jurado su reconocimiento y
lealtad al Consejo de Regencia y 1 “Informe del oidor Joaquín Carrión y Mo-
a las Cortes extraordinarias, y en reno al secretario de Gracia y Justicia sobre
Mompox, cuya dirigencia, temerosa las novedades de la situación política en el
Nuevo Reino de Granada” (La Habana, 10
de ser atacada por Cartagena, había de marzo de 1811), Archivo del Congreso
moderado sus pretensiones de inde- de los Diputados Españoles “ACDE”,Serie
pendencia y había optado por jurar general, legajo 22.
su sumisión a las Cortes. Otro tanto 2 Armando Martínez Garnica, “La desigual
había ocurrido en el Socorro y San- conducta de las provincias neogranadinas
ta Fe de Antioquia. Y, en general, en el proceso de la Independencia”, Anua-
rio de Historia Regional y de las Fronteras,
en la mayor parte de los territorios No 14 (2009): 33-47.

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Jairo Gutiérrez Ramos

Cortes y la Regencia fueron repudia- del 10 de agosto de 1812, con la ins-


dos y desobedecidos en las provincias trucción de apresurar lasceremonias
disidentes, fueron en cambio acatados decretadas para su publicación y ju-
y aplicados en las provincias leales. ramento5. El ceremonial había sido
minuciosamente estipulado por el
1.2. Publicación y juramento de la Consejo de Regencia6.
constitución de Cádiz
Donde se cumplió con mayor acata-
En el Virreinato de la Nueva Grana- miento y puntualidad el protocolo del
da, fueron sus provincias caribeñas- juramento fue en Panamá, sede pro-
leales a Fernando VII las receptoras visional y precaria de la menguada
de losprimeros ejemplares impresos corte virreinal neogranadina7. Obe-
dela Constitución de la Monarquía deciendo la orden de la regencia, el
Española. Panamá fue la primera virrey Pérez se apresuró a confeccio-
receptora, seguida porSanta Marta y nar su propio plan para la jura de la
Riohacha3. Las provincias de las cos- Constitución. Se fijaron los días 23 y
tas del Mar del Sur, en cambio, solo 24 de agosto para el juramento, y para
la recibieron en el primer semestre ello fueron notificadas las autorida-
de 1813, un año después de su pro- des civiles, eclesiásticas y militares,
clamación4. el clero, el gremio de comerciantes, y
todos los demás empleados “y perso-
Fue el mismo virrey quien hizo llegar nas de clase y distinción”8. Las cere-
al cabildo de Panamá cuatro ejem-
plares de la Constitución en la noche 5 Jairo Gutiérrez Ramos y Armando Martí-
nez Garnica, La visión del, 250-51.
6 “Decreto en que se prescriben las solem-
3 Los primeros ejemplares de la Constitución
nidades con que debe publicarse y jurarse
de Cádiz que llegaron al Nuevo Reino de
la Constitución política en todos los pue-
Granada lo hicieron siguiendo el itinerario
blos de la Monarquía, y en los Egércitos y
normal de la flota de galeones a través de
Armada: Se manda hacer visita de cárceles
La Habana, y tocaron tierra en Panamá, lu-
con ese motivo”, en, Constitución Política
gar de residencia del virrey Benito Pérez,
de la Monarquía Española promulgada el
a mediados de 1812. Archivo General de
Cádiz a 19 de marzo de 1812(Madrid: Im-
la Nación “AGN”,Anexo, Gobierno, tomo
prenta de Madrid, 1820).
21, ff. 250-51.
7 A la sazón convivían malamente en
4 Las actas o certificaciones de recepción y
Panamá: un virrey anciano, enfermo y can-
juramento de la Constitución de Cádiz en
sado; una audiencia con solo tres oidores;
estos y otros lugares del virreinato de la
y un cabildo orgulloso y resentido al verse
Nueva Granada han sido publicadas por
desplazado de su tradicional lugar de pre-
Jairo Gutiérrez Ramos y Armando Mar-
minencia.
tínez Garnica, La visión del Nuevo reino
de Granada en las Cortes de Cádiz (1810- 8 “Copia del Plan para la jura de la Constitu-
1813)(Bogotá: Academia Colombiana de ción Española en la ciudad de Panamá, 18
Historia/Universidad Industrial de Santan- de Agosto de 1812”, AGN, Archivo Ane-
der, 2008): 199ss. xo, Gobierno, Tomo 21, ff. 267-269v.

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La constitución de Cádiz en las provincias caribeñas de la Nueva Granada

monias de proclamación y juramento damente determinó que el juramen-


se cumplieron en la capital tal como to se realizara en la ciudad el 26 de
lo deseaba el virrey9. No obstante, dos septiembre13. El cabildo, cumpliendo
meses más tarde la Real Audiencia le al pie de la letra lo ordenado por el
reclamaba por el hecho de no haber Consejo de Regencia, determinó que
recibido notificación de que en al- se iluminaran los balcones del Tri-
gún otro pueblo del istmo se hubiese bunal y Casa de los Inquisidores con
dado cumplimiento a lo estipulado hachones de cera; que en las puertas
en la misma Constitución, por lo cual y ventanas se pusieran alegorías al
ordenaron a todos los gobernadores, asunto, y que en el balcón principal se
alcaldes mayores y ordinarios y de- situara un busto de Fernando VII14. Es
más autoridades del istmo que sin la de presumir, en consecuencia, que el
menor dilación organizaran el jura- juramento de la Constitución se reali-
mento e informaran de inmediato a zó en Santa Marta con toda la pompa
la audiencia10. En realidad, parece que y el boato que las difíciles circunstan-
la omisión de las autoridades locales cias hacían posible.
había consistido en no informar a la
audiencia, pues en más de un lugar En la vecina y no menos realista ciu-
se había realizado el juramento in- dad de Riohacha, los primeros dos
cluso antes que en la propia ciudad ejemplares de la Constitución de la
de Panamá, como lo indicaban las Monarquía Española llegaron pro-
certificaciones enviadas al Consejo cedentes de Panamá remitidos por
de Regencia entre el 21 de septiembre el virrey, y fueron recibidos por el
y el 19 de diciembre de 181211. cabildo el 9 de octubre de 1812. Su
jura se organizó para el día 17. Según
El cabildo de Santa Marta recibió el el testimonio remitido al Consejo de
19 de septiembre de 1812 dos ejem- Regencia, ese día, a las once de la
plares de la Constitución, con las co- mañana, y contando con la presencia
rrespondientes instrucciones para su
proclamación y juramento12. Segui-
13 “Autos de los señores inquisidores del San-
to Oficio de la Inquisición de Cartagena
relacionados con la jura de la Constitución
9 Certificaciones enviadas al Consejo de Re- española en Santa Marta, 18, 28 y 30 de
gencia por los escribanos o secretarios de septiembre de 1812”, ACDE, Serie ge-
las distintas corporaciones asentadas en esa neral, legajo 29, caja 1; y AGN, Archivo
ciudad a partir del día 23 de agosto de 1812. Anexo, Gobierno, Tomo 21, f. 638.
ACDE, Serie general, legajo 29, caja 1.
14 “Autos de los señores inquisidores del San-
10 AGN, Archivo Anexo, Gobierno, Tomo to Oficio de la Inquisición de Cartagena
21, f. 560. relacionados con la jura de la Constitución
española en Santa Marta, 18, 28 y 30 de
11 ACDE, Serie general, legajo 29, caja 1.
septiembre de 1812”, ACDE, Serie ge-
12 AGN, Archivo Anexo, Gobierno, Tomo neral, legajo 29, caja 1; y AGN, Archivo
21, f. 638. Anexo, Gobierno, Tomo 21, f. 638.

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de los más altos funcionarios civiles extraordinarias de la Nación!”. Se-


y militares de la provincia, salió el guidamente se iniciaron los festejos
gobernador José Medina y Galindo de tres días costeados por el cabildo,
de su casa acompañado del cabildo durante los cuales hubo luminarias y
en pleno y del vecindario de la ciudad diversiones públicas, bailes, músicas,
con destino a la sala capitular, don- y paseos a caballo. El 18, día festivo,
de los esperaba el cuerpo de milicias formaron los cuerpos de Milicias y
encabezados por su comandante. Allí Patriotas, y habiéndose conducido el
se descubrió un retrato del rey, al cual retrato del rey al convento de Santo
los concurrentes rindieron honores Domingo, y hechas las descargas y
mientras la tropa hacía una descarga repiques de campanas, se dio inicio
de fusilería, las campanas tañían, y a las ceremonias religiosas y civiles
resonaban los cañonazos disparados prescritas. Una vez concluida la misa
desde el castillo de San Jorge. Lue- juraron consecutivamente la Consti-
go se realizó un solemne paseo por tución: el gobernador, el ayuntamien-
toda la plaza acompañando al retrato to, el vicario y juez eclesiástico, el
de Fernando VII, y llegando al ta- comandante, y finalmente todo el
blado construido al efecto, subieron pueblo con el clero y autoridades de
los regidores del cabildo y colocaron los diferentes lugares de la provincia.
el retrato del rey bajo el solio, con La ceremonia religiosa se concluyó
nueva descarga de la tropa. Los más con un solemne Tedeum y procesión
altos dignatarios del lugar hicieron del Santísimo. El 19, otra vez se ce-
guardia sucesiva ante el solio real, y lebró misa solemne por el buen éxito
a las tres de la tarde se empezó a leer y felicidad de la Monarquía, y se con-
la Constitución por el diputado electo tinuaron los festejos. El día 25, por
a Cortes, Antonio Torres, y llegando cuenta del gobernador hubo celebra-
al título 6º, se desplazó la comitiva ciones desde las nueve de la mañana,
para concluir la lectura en el barrio y se concluyó la solemnidad con una
de Masato, como se había dispuesto. comedia patrocinada por el diputado
Allí se concluyó el acto pasadas las a Cortes15.
seis de la tarde, y vueltos al tabla-
do de la plaza, el gobernador repitió Ese mismo día, 25 de octubre de
por tres veces, y en voz alta: “¡Viva
nuestro muy amado rey y señor Don 15 “Autos de los señores inquisidores del San-
Fernando Séptimo; viva muestro úni- to Oficio de la Inquisición de Cartagena
co gobierno de la nación española, re- relacionados con la jura de la Constitución
española en Santa Marta, 18, 28 y 30 de
presentado por las Cortes Generales, septiembre de 1812”, ACDE, Serie general,
y por nuestro Supremo Consejo de legajo 29, caja 1; y AGN, Archivo Anexo,
Regencia; y viva siempre en nues- Gobierno, Tomo 21, f. 638.“Certificación
tros corazones la sabia y justa Cons- de la jura de la Constitución española en la
ciudad de Riohacha, 20 de noviembre de
titución sancionada por las Cortes 1812.”

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La constitución de Cádiz en las provincias caribeñas de la Nueva Granada

1812, fue el escogido por el capitán mera formalidad fosilizada por el


a guerra de Chiriguaná para dar inicio uso refleja, no obstante, una menta-
a las ceremonias de proclamación y lidad anclada en el antiguo régimen,
juramento de la Constitución en ese cuando supuestamente se estaba en-
sitio16. Para la información y adver- tronizando uno nuevo, pues cuanto
tencia de los interesados, el 23 de oc- el capitán a guerra de Chiriguaná usa
tubre hizo publicar el correspondiente “constituciones” por Constitución,
bando17. La jura se realizó como es- está utilizando un término medieval,
taba previsto, dándose inicio de in- generalmente referido al reglamento
mediato a las celebraciones de rigor. corporativo que regía la conducta de
Pero no dejan de llamar la atención los integrantes de un cuerpo social o
los términos utilizados por el capitán místico (las comunidades religiosas,
a guerra de Chiriguaná en el juramen- los gremios de artesanos, las corpo-
to, pues en él se refiere a las Constitu- raciones cívicas) en su acepción pre-
ciones que supuestamente se estaban moderna, acepción totalmente ajena
jurando, y no a la nueva Constitución y distante de la noción de ciudadanía
de la Monarquía. Según el decreto propia del constitucionalismo liberal
expedido por la Regencia el 18 de moderno que encarnaba –así fuera
marzo, el juramento debía hacerse parcialmente–, la Constitución de
en los siguientes términos: “¿Juráis Cádiz18.
por Dios y por los santos Evangelios
guardar la Constitución política de la En Valledupar, luego de una breve
Monarquía Española, sancionada por ocupación por tropas de Cartagena
las Cortes generales y extraordina- que impusieron en esa ciudad su
rias de la nación, y ser fieles al Rei?”. propia Constitución, la ciudad fue
Pues bien, en Chiriguaná se juró así:
“¿Juráis, como yo juro a Dios nuestro
Señor, que está aquí presente en Cruz, 18 No hay que olvidar, en todo caso, que la
Constitución de Cádiz no es precisamen-
y sus Santos Evangelios, que a la vis- te un paradigma de modernidad, y que su
ta tenéis también en este Libro del configuración ideológica se caracteriza
incruento Sacrificio de la Misa, ob- más bien por un incómodo eclecticismo,
servar, cumplir, y gobernaros por las una difícil mezcolanza entre elementos
modernos y tradicionales, efecto de la di-
Constituciones Políticas, que nuestra fícil negociación que debió hacerse en las
Monarquía Española en servicio de Cortes entre absolutistas y liberales, ul-
ambas Majestades, y bien nuestro ha tramontanos e ilustrados, reaccionarios y
sancionado?”. Esto que parece una revolucionarios… Por lo demás, este tipo
de juramento no se dio únicamente en Chi-
riguaná. En términos similares se hicieron
las juras en los pueblos de indios de la
16 AGN, Archivo Anexo, Gobierno, Tomo
Provincia de Darién del Sur, en Panamá.
21, ff. 639v-640.
Véase al respecto Jairo Gutiérrez Ramos y
17 AGN, Archivo Anexo, Gobierno, Tomo Armando Martínez Garnica, La visión del,
21, ff.640-645. 246-254.

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reconquistada por fuerzas realis- alto rango.


tas organizadas por el gobernador
de Riohachaenmayo de 1813.Estas En el caso del Nuevo Reino de Gra-
mismasfuerzasretomaronel control- nada, tan pronto tuvo en sus manos
sobreChiriguanáyotras poblaciones la Constitución española, el virrey
en manos de los insurgentes19. Pocos Francisco Montalvo, residenciado a
días después se abjuró en Valledu- la sazón en Santa Marta, se comu-
par de la Constitución cartagenera nicó con la dirigencia insurgente
y se juró solemnemente la de Cádiz. de Cartagena en procura de una re-
Dos meses antes lo habían hecho las conciliación, acordada en el marco
poblaciones realistas de San Juan de la renovada estructura de la Mo-
del Cesar, Fonseca y Barrancas, narquía21. Y aunque de nada valieran
donde además se habían tomado la los argumentos del virrey frente a la
libertad de establecer prematura- irrevocable decisión independentis-
mente su propio ayuntamiento cons- ta de los cartageneros22, esimportan-
titucional, con tal de emanciparse de te resaltar el uso que se le pretendió
su cabecera provincial tomada por dar a la Constitucióngaditana como
los disidentes cartageneros20. argumento para deslegitimar políti-
camente a la disidencia y buscar su
1.3 Usos de la Constitución reconciliación con la metrópoli.
gaditana en la Nueva Granada
durante la Primera República Entre tanto, y en medio de las difi-
cultades de la guerra insurgente y
las inocultables tensiones internas,
Como en otros lugares de América, en las provincias leales a la monar-
el primer uso que las autoridades es- quía sus autoridades hacían lo posible
pañolas pretendieron darle a la Cons- por poner en pie las nuevas institu-
titución de 1812 fue el de convertirla ciones creadas por la Constitución
en instrumento de una eventual nego- española. Una de las primeras insti-
ciación con los insurgentes. Fue eso
lo que pretendieron los virreyes de 21 “Instrucción sobre el estado en que deja el
México, Perú y la Nueva Granada, Nuevo Reino de Granada el Excelentísimo
y el presidente de la Real Audiencia señor Virrey don Francisco de Montalvo,
en 30 de enero de 1818, a su sucesor el
de Quito, entre otros funcionarios de
Excelentísimo señor don Juan Sámano”,
enRelaciones e informes de los gobernan-
19 Ernesto Restrepo Tirado, Historia de la tes de la Nueva Granada.Tomo III, eds.
Provincia de Santa Marta. Tomo II (Bo- Germán Colmenares (Bogotá: Banco Po-
gotá: Ministerio de Educación Nacional, pular, 1989),193-336.
1953), 378-379.
22 En junio de 1814 los cartageneros habían
20 AGN, Archivo Anexo, Gobierno tomo 22, proclamado su propia constitución re-
f. 862; y AGN,Anexo,Gobierno,tomo23, publicana: la Constitución del Estado de
ff.257-273. Cartagena de Indias.

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La constitución de Cádiz en las provincias caribeñas de la Nueva Granada

tuciones que se pusieron en funcio- bien dejó por fuera a algunos de los
namiento fueron los ayuntamientos antiguos regidores, en general mantu-
constitucionales, precedidos por la vo la estructura de poder vigente en la
elección de sus regidores. Entre las ciudad y expresada en su tradicional
novedades introducidas por la Carta cabildo. El hecho de que algunos de
gaditana a esta venerable institución los “regidores perpetuos” hubieran
colonial estaban: 1ª) la posibilidad sido escogidos por los electores para
de que en toda población con más seguir ocupando su lugar en el nuevo
de 1.000 habitantes se erigiera una ayuntamiento dio lugar a que la Real
nueva municipalidad, con el corres- Audiencia procediera a acusar ante el
pondiente tren burocrático de regi- Consejo de Regencia al ayuntamiento
dores, alcaldes y procurador, dando de Panamá y al antiguo virrey y aho-
así lugar al fraccionamiento de los raJefe Político Superior de la Nueva
distritos de numerosos cabildos anti- Granada, por no sujetarse al manda-
guos23; 2ª) la elección de los regidores to constitucional de suprimir a los
por el voto libre de los ciudadanos de regidores perpetuos ni al decreto de
cada pueblo, quienes debían cada año las Cortes que establecíala forma de
seleccionar a los electores que, a su elección y el número deregidores de
vez, elegirían “a pluralidad de votos” los nuevos ayuntamientos25.
a los alcaldes y regidores municipa-
les24. Con ello se ponía fin a la inve- Como se anotó antes, a comienzos de
terada venalidad y perpetuidad en los 1813 se estableció un ayuntamiento
regimientos, con lo que se buscaba constitucional en San Juan del Cesar,
la renovación tanto de la institución y a finales del año otro en Valledu-
capitular, como, eventualmente, de la par26.Pero en el caso de San Juan del
dirigencia municipal. Cesar, que se alió con las vecinas
poblaciones de FonsecayBarrancas
También fue en Panamá donde pri- para sacudirse el yugo de la cabecera
mero se pusieron en vigencia parte de provincia, lo que se evidencia es
de las novedosas instituciones crea- un uso perverso de la Constitución,
das por las Cortes de Cádiz. Así, el tal como lo señaló oportunamente
Ayuntamiento Constitucional de Pa- el nuevo Jefe Político Superior de la
namá fue rápidamente elegido “por Nueva Granada don Juan de Montal-
la libre voluntad del pueblo”, e inició
sus actividades el primer día de Enero 25 Guillermo Sosa Abella, Representación e
de 1813. La nueva municipalidad, si independencia, 1810-1816(Bogotá: Institu-
to Colombiano de Antropología e Historia,
2006), 114.
23 Constitución de la, Título VI, artículos 309
26 Acta del Ayuntamiento de Valledupar (Va-
y 310.
lledupar, diciembre 25 de 1813), AGN,
24 Constitución de la, Título VI, artículos 313 Archivo Anexo, Gobierno,tomo 24, ff.
y 314. 31v-32v.

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Jairo Gutiérrez Ramos

vo, quien ordenó su abolición inme- el nombre de “Trienio Liberal” al


diata en julio de 181327. lapso comprendido entre marzo de
1820 y septiembre de 1823, periodo
en el cual el absolutismo fernandino
fue sometido por segunda vez a las
Otra manera de aplicar la Consti- limitaciones impuestas por la Cons-
tución de 1812 fue la apropiación titución de 1812.
que de ella hicieron escribanos y
abogados, para quienes su novedosa 1820 fue un año crucial para la his-
normativa comenzó a usarse en las toria de la revolución liberal hispá-
instancias judiciales, en particular en nica. El primer día del año estalló
lo concerniente al derecho de los reos cerca al puerto de Cádiz la revuelta
a tener un juicio que respetara todas militar encabezada por el teniente
las etapas procesales contempladas coronelRafael del Riego, uno de los
en la ley y a la prohibición de castigos comandantes del Segundo Ejército
infamantes28. Expedicionario que el régimen ab-
solutista de Fernando VII pretendía
Como todos sabemos, en la primave- enviar a América con fin de sofocar
ra de 1814 el rey Fernando regresó a la revolución bonaerense. La rebe-
España y restableció el absolutismo. lión iniciada por Riego tuvo un efecto
A fines de noviembre revocó todo lo devastador no solo en España, donde
actuado por las Cortes, y a mediados el rey se vio forzado a jurar la Cons-
de 1815 la Expedición Pacificadora titución que había derogado en 1814,
al mando de Pablo Morillo inició la sino en América, donde los ejércitos
reconquista de las provincias domi- y la burocracia realistas se vieron
nadas por los insurgentes. Con estos inesperadamente involucrados en una
hechos se inició el restablecimiento doble confrontación: la que se libraba
pleno de las instituciones absolutistas en España entre liberales y absolutis-
en el territorio neogranadino. tas, y la que enfrentaba en América a
los realistas, leales a la metrópoli, con
los republicanos independentistas.
1.4 La constitución de Cádiz Entre tanto, en la Nueva Granada el
durante el trienio liberal ejército patriota avanzaba inconteni-
ble después de su triunfo en Boyacá.
En la historiografía española se da De manera que el duro golpe asestado
por el liberalismo español a las ambi-
ciones de reconquista impulsadas por
27 Ernesto Restrepo Tirado, Historia de la,
el absolutismo peninsular fue como
381.
un bálsamo que revivió el ímpetu del
28 Guillermo Sosa Abella, Representación e ejército libertador, como quiera que
independencia, 120.

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La constitución de Cádiz en las provincias caribeñas de la Nueva Granada

la monarquía no solo había sufrido un fue aún más precaria, parcial y efíme-
enorme menoscabo de su autoridad y ra que durante la Primera República.
legitimidad, sino que el ejército ex- No obstante, en varias provincias se
pedicionario quedaba completamen- proclamó, juró y aplicó en la medida
te abandonado a su suerte, que para en que las circunstancias de cada una
entonces, ya no era la mejor29. Y por de ellas lo permitieron. Los registros
otra parte, el inexpugnable baluarte existentes dan cuenta de que al menos
del realismo americano, el virreinato en las ciudades realistas se hizo lo
del Perú, se vería inexorablemente posible por poner en pie el régimen
envuelto en la agria contienda que constitucional doceañista. Tal fue el
liberales y absolutistas libraban en de Cartagena, una vez más sometida
la península30. al control absolutista.

En ese contexto de incertidumbres y La Constitución de Cádiz en la pro-


turbulencias políticas, agravadas por vincia de Cartagena durante el Trie-
la fragilidad del menguado Ejército nio Liberal
del Rey, se pretendió poner en vigen-
cia en la Nueva Granada, por segunda En 1820 Cartagena se convirtió en el
vez, la Constitución de la Monarquía refugio de numerosos realistas que
Españolade 1812. Para entonces el huían del asedio republicano. El
territorio efectivamente controlado propio virrey, el soberbio y temible
por el gobierno y las tropas leales a mariscal Juan de Sámano llegó a la
España se reducía a las provincias de ciudad amurallada a fines del mes de
Cartagena, Panamá, Pasto, Popayán y agosto de 1819, a toda prisa y humi-
Santa Marta. Todo el interior del an- llado por la derrota de Boyacá. Según
tiguo virreinato de la Nueva Granada los informes del gobernador Gabriel
había sido ocupado por el ejército pa- de Torres, desde finales de ese mismo
triota, de modo que la incidencia de la año circulaban entre las autoridades
Constitución de Cádiz en esta ocasión realistas de Cartagena crecientes ru-
mores acerca de la inminencia de una
nueva revolución liberal en España.
29 Sobre el deplorable estado de abandono y
desmoralización del Ejército Expedicio- Desde entonces el gobernador, un
nario de Tierra Firme hacia 1820, véanse militar que simpatizaba con las ideas
Rebecca Earle, Spain and the Independence liberales, habría intentado socavar la
of Colombia, 1810-1825 (Exeter: Universi-
legitimidad y la autoridad del virrey
ty of Exeter Press, 2000), 105-130; y Justo
Cuño, El retorno del rey: el restablecimien- Sámano, reconocido por su rabiosa
to del régimen colonial en Cartagena de militancia en el partido absolutista.
Indias, 1815-1821 (Catellón de la Plana: La estrategia diseñada por Torres
Universidad de Jaume I, 2008), 239-296.
para desbancar a Sámano incluyó
30 Timothy E. Anna, La caída del gobierno un trabajo ideológico en defensa de
español en el Perú. El dilema de la inde- los beneficios de la Constitución de
pendencia (Lima: IEP, 2003), 179ss.

48 Revista Historia Caribe


Jairo Gutiérrez Ramos

1812 para los intereses criollos, y la la Constitución de 1812.


formación de un grupo de apoyo con-
formado por destacados miembros de También los patriotas republicanos
la élite local y por militares de ideas recibieron con júbilo la revolución
liberales31. liberal en España, ya fuese por sim-
patía con las ideas que la alentaban
En mayo de 1820 se recibieron en la o por simple oportunismo político,
Nueva Granada noticias ciertas de la en tanto que debilitaba aún más al
revolución liberal española, acompa- desfalleciente poder metropolitano.
ñadas de una inusual proclama del rey Así, cuando se conoció en Bogotá la
Fernando invitando a los americanos noticia del éxito de la insurrección
a jurar y obedecer la Constitución, y militar en la península, se simuló
haciéndoles un “paternal” llamado a alentar a los liberales españoles que,
la concordia32. Esta nueva alteración según una interesada lectura de los
en el rumbo de la política española acontecimientos, se habían levantado
tuvo un efecto muy diverso entre los contra la tiranía de Fernando VII y su
distintos actores y facciones de la camarilla en defensa de su patria. Por
guerra que aún se libraba con empe- ello, apenas conocida la noticia del
ño en territorio neogranadino. Para restablecimiento del régimen cons-
los realistas absolutistas, la noticia titucional se procedió a imprimir un
cayó como un baldado de agua fría, número extraordinario de la Gaceta
como quiera que el pronunciamien- de Cundinamarca, en el cual se ma-
to de Riego echaba por la borda los nifestaba sin ambages la solidaridad
proyectos militares de Morillo y los del gobierno republicano con los re-
políticos de Sámano, quienes de un volucionarios peninsulares33.
momento a otro se veían despojados
de los poderes casi absolutos que, Entretanto en Cartagena el virrey
como comandante del Ejército Ex- Sámano debió enfrentar la sorda re-
pedicionario el uno, y como virrey
el otro, habían detentado hasta ese 33 “Prosperad, pues, defensores de la patria:
momento. Los liberales, por su parte, salvadla del tirano, vengad sus agravios.
vieron con esperanza el buen efecto La América os felicita, bravos campeones
de la libertad; la América, que ha sufrido
que el restablecimiento del régimen con vosotros, y mucho más que vosotros.
constitucional pudiera obrar sobre Nunca se marchiten los laureles que ya
los disidentes neogranadinos, y acaso habréis ganado, y dirigíos de continuo a
por ello se apresuraron a proclamar la razón. Tened siempre presente la gloria
que recompensa al patriota, y en todos los
eventos de la fortuna acordaos que tenéis
hermanos en este hemisferio que aspiran,
31 Justo Cuño, El retorno del, 301-306.
como decís, a establecer el imperio de la
32 Citado por José Manuel Restrepo, Historia ley y salvar la patria.”, se decía en la Gaceta
de la revolución de Colombia. Tomo IV de Cundinamarca, Número Extraordinario,
(Medellín: Bedout, 1969), 144-145. Santa Fe, 14 de mayo de 1820.

Volumen VII N° 2012 - Enero - Junio 2012 pp 39-58 49


La constitución de Cádiz en las provincias caribeñas de la Nueva Granada

sistencia del gobernador a sus pre- En esas circunstancias, la confir-


tensiones de completo control sobre mación de las noticias de la procla-
la administración y el gobierno de la mación de la Constitución de 1812
ciudad y su provincia, únicos lugares en Cuba, Puerto Rico y Veracruz,
donde, por lo pronto, podría ejercer recibidas en Cartagena a mediados
alguna forma de gobierno efectivo. del año 1820, fue el detonante de la
Esta no era una situación nueva, pues, conspiración militar que puso fin al
como hemos visto en el caso de Pa- régimen virreinal en la Nueva Gra-
namá durante la Primera República, nada y restableció la vigencia de la
las autoridades locales o provinciales Constitución gaditana en la ciudad
siempre juzgaron como una intrusión de Cartagena y su provincia35. El 7
inadmisible la superposición de un de junio de 1820 las tropas de las dis-
poder advenedizo a su jurisdicción tintas armas del ejército realista que
y competencias tradicionales. En estaban destinadas a la defensa de la
el caso que nos ocupa, la situación ciudad, con la anuencia de sus oficia-
se vio agravada por las diferencias les, se situaron frente al palacio del
políticas que enfrentaron a los fun- gobernador solicitando a voz en cue-
cionarios y militares implicados. Y llo que se proclamara de inmediato la
es que el pronunciamiento de Riego recién restaurada Constitución de la
había fracturado de manera radical Monarquía Española. El gobernador,
las lealtades en el seno de ejército, quien no era ajeno a las intenciones
de la burocracia, y aún de la Iglesia, de los amotinados, les hizo saber
tanto en España como en sus domi-
nios ultramarinos. con obstinación a aceptar el restableci-
miento de la Constitución de 1812 que, de
Debido a ello, la presencia de Sáma- hecho, lo degradaba del cargo de virrey al
de jefe superior, disminuyendo su autori-
no en Cartagena no fue bien recibida, dad, rango y competencias.
ni por su gobernador ni por el cabildo
35 Un relato sucinto de lo acontecido en Carta-
ni por el sector liberal de las tropas gena puede verse en José Manuel Restrepo,
acantonadas en la plaza. Y como era Historia de la, 147-147, o en Eduardo Le-
de esperarse, la actitud prepotente de maitre, Historia General de Cartagena.
Sámano no hizo sino agudizar los re- Tomo III: La Independencia (Bogotá: Ban-
co de la República, 1983), 195-205. Para
celos y las contradicciones34. una descripción más detallada véase Justo
Cuño, El retorno del, 312-328 y “Sobre
ilustrados, militares y laberintos: la pro-
34 Cuando el virrey Juan Sámano llegó a Car- clamación de la Constitución de Cádiz en
tagena era un anciano arrogante, achacoso 1820 en Cartagena de Indias”, Historia Ca-
y malgeniado que, pese a su larga experien- ribe No 6 (2001), 55-88. La fuente primaria
cia militar, había huido a toda prisa y con más completa se encuentra en“Documentos
poco honor de Santa Fe, y quien se negaba relativos a la proclamación de la Constitu-
a aceptar cualquier mengua en la autoridad ción de la Monarquía Española en la Plaza
casi absoluta que concentraban los virreyes de Cartagena de Indias. 1820”, Archivo
en el Antiguo Régimen. Por eso se negó General de Indias “AGI”, Cuba 707.

50 Revista Historia Caribe


Jairo Gutiérrez Ramos

que para dar paso a lo solicitado el mismo fin. Con ello se aspira-
era indispensable la presencia de ba a imponer, sin más dilaciones,
los demás jefes y autoridades de el régimen constitucional en la
la ciudad y la del virrey, primera- provincia de Cartagena. Las res-
autoridad del reino. puestas obtenidas por la comisión
fueron todas adversas o elusivas o
Ante la clara intención del gobernador dilatorias.
Torres y sus aliados de forzar el resta-
blecimiento del régimen constitucio- Entretanto Sámano, fiel a su talante,
nal, los militares adeptos a Sámano ordenó a sus leales rondar las calles
reaccionaron tratando de evitarlo. de la ciudad y aprehender esa mis-
Ello dio lugar a momentos de aguda ma noche a todos aquellos que ha-
tensión entre las tropas leales a unos bían manifestado su inclinación por
y otros, pero al final se impusieron las ideas liberales y por la Constitu-
los adictos a la Constitución. Luego ción gaditana. No obstante, mientras
de convencer a las tropas insubordi- el virrey trataba de ganar tiempo y
nadas de la necesidad de volver a sus consolidar su autoridad, un grupo de
cuarteles, el gobernador citó al cabil- soldados sostuvo la insubordinación
do a reunión extraordinaria al tiempo y se mantuvo sobre las armas du-
que deliberaba con los jefes militares rante toda la noche. En vista de las
de la plaza.El Cabildo acordó elevar circunstancias, el día 8 el cabildo se
una solicitud al virrey para que éste se volvió a reunir y acordó solicitar una
aviniera a reconocer la Constitución, vez más al virrey el reconocimiento
como ya lo había hecho el propio rey de la Constitución, haciéndole notar
tres meses antes. En consecuencia, se que la agitación militar y popular se
enviaron sendas diputaciones ante el tornaba peligrosa para el orden públi-
virrey, el obispo y el oidor decano de co de la ciudad pero, sobre todo, para
la Real Audiencia. La primera tenía preservar la unidad requerida con ur-
como propósito notificarle a Sámano gencia si se quería enfrentar con éxito
el acuerdo del cabildo, y hacerle co- la acuciante amenaza que, por mar
nocer los informes llegados de La Ha- y tierra, representaba el ejército co-
bana, Puerto Rico y Jamaica referidos lombiano. Pero una vez más el virrey
a la real situación de España y sus se negó a aceptar las solicitudes del
dominios ultramarinos.La segunda cabildo y el gobernador, mientras la
pretendía lograr la intercesión del impaciencia y el malestar de militares
obispo con el fin de convencer al y funcionarios insubordinados cre-
obstinado virrey de jurar la Cons- cían. Dos eran los reclamos de los
titución; y la tercera procuraría soldados inconformes: la cancelación
obtener el mismo reconocimiento de sus emolumentos atrasados y la
de parte de la Real Audiencia, y inmediata proclamación de la Cons-
su intercesión ante el virrey, con titución. Con la esperanza de conjurar

Volumen VII N° 2012 - Enero - Junio 2012 pp 39-58 51


La constitución de Cádiz en las provincias caribeñas de la Nueva Granada

el motín sin necesidad de someterse a parte las autoridades y el clero.


las limitaciones impuestas por la car- Ante el hecho cumplido, y pese a su
ta gaditana, el virrey ordenó el pago manifiesta antipatía por la Constitu-
parcial de los sueldos adeudados a ción y toda forma de pensamiento
la tropa, pero ni aun así la agitación liberal, el obispo se vio obligado a
se pudo controlar. Ante ello, Sáma- pronunciar el discurso de rigor.
no no tuvo más remedio que ceder
a la presión y abandonar Cartagena Sobra decir que el virrey Sámano no
alegando quebrantos de salud. El se hizo presente en la ceremonia de
mando militar de la ciudad volvió juramento, como era su obligación,
entonces a manos del gobernador, situación que no fue desaprove-
pero el virrey decidió que el mando chada por sus adversarios, quie-
político lo asumiera en su remplazo nes cuestionaron la autoridad de
el oidor decano de la Real Audiencia. un jefe que se negaba a reconocer
Oidor y gobernador convocaron de la preeminencia de la Constitución
inmediato a una reunión del cabildo Política de la Monarquía con tal de
y los tribunales superiores con la re- mantener el control absoluto del
presentación de todas las autoridades poder. En consecuencia, una Junta
de la ciudad. La reunión se realizó en de Guerra convocada por el bri-
el palacio de gobierno, mientras las gadier Torres acordó conminar al
tropas insubordinadas permanecían virrey a cumplir con su obligación
en la Plaza de la Inquisición. De esa de jurar la Constitución, tal como la
junta salió la decisión de promulgar propia carta lo establecía, so pena
de inmediato la Constitución de 1812, de desconocer su autoridad. Pero
con lo cual se logró conjurar el motín Sámano no dio su brazo a torcer y
y apaciguar los ánimos levantiscos prefirió anunciar su deseo de au-
de los militares simpatizantes con las sentarse de una provincia que, a
ideas liberales. su juicio, pretendía desconocer el
conducto regular establecido por
El 10 de junio de 1820 se proclamó- la propia Constitución para modi-
con toda la solemnidad, por primera ficar la forma de gobierno vigen-
y última vez la Constitución de Cá- te. Finalmente, y luego de intentar
diz en Cartagena de Indias. Según vanamente convencer al virrey, el
el guión establecido, se levantaron 15 de junio se decidió desconocer
tablados en las principales plazas de su autoridad, poniendo fin de este
la ciudad y se procedió festejar, con modo al vetusto y decadente régi-
la moderada pompa que permitían las men virreinal en la Nueva Grana-
circunstancias, el restablecimiento da.Pocos días después el brigadier
del régimen constitucional. El día Torres fue investido con el mando
11por la mañana, en la catedral, se pleno de la provincia con el título
realizó el juramento solemne por constitucional de Jefe Superior Polí-

52 Revista Historia Caribe


Jairo Gutiérrez Ramos

tico y Militar, y Sámano, luego de ha- ras penas se puso en pie el ayunta-
cer un último intento por recuperar el miento, cuyos regidores debieron
poder tuvo que reconocer esta nueva ser elegidos a mediados de 1820.
derrota y optó por viajar a Jamaica36. Y como lo estipulaban la Carta y la
tradición, su relevo ocurrió en di-
Pero una cosa era reconocer el régi- ciembre de 1821. Pero, como era de
men constitucional y otra ponerlo a esperarse dadas las circunstancias,
funcionar en medio del asedio cre- el balance del primer ayuntamien-
ciente de los ejércitos republicanos. to constitucional de Cartagena fue
De hecho, poco fue lo que pudo ha- desolador: durante su breve gestión
cer el flamante Jefe Superior de Car- sus regidores habían comprobado
tagena para erigir en la ciudad y su que ni la ciudad ni su provincia
provincia las instituciones creadas ofrecían las más elementales ga-
por las Cortes y la Constitución. A rantías para el cumplimiento de sus
lo sumo, algunas de ellas se trataron deberes37, comoquiera que la ciudad
de poner en práctica según el mo- no contaba en el momento con ren-
mento, el lugar y las circunstancias. tas de propios ni fondos públicos ni
De hecho, entre los meses de agos- fuerzas militares ni espíritu cívico.
to y noviembre de 1820 se fueron Como mucho, el ayuntamiento creó
recibiendo las órdenes y decretos una junta de sanidad que se ocu-
que desarrollaban la constitución, para de procurar alguna mejoría en
pero el gobernador sólo pudo ha- las precarias condiciones de aseo y
cer llegar a los territorios libres de salubridad, y una comisión de poli-
tropas colombianas algunas pocas cíaque se hiciera cargo del control y
instrucciones de las se recibieron vigilancia sobre el abasto y la provi-
desde España. De las instituciones sión de alojamientos y bagajes para
de clara estirpe constitucional a du- las tropas del rey que aún se man-
tenían en la plaza. Nada se podía
36 José Manuel Restrepo, Historia de la, hacer en las condiciones dadas para
147. En su acucioso análisis de los acon- promover la educación pública, ni
tecimientos políticos de Cartagena en los las entidades de beneficencia, ni las
estertores del gobierno virreinal, Justo actividades económicas de la po-
Cuño supone que el rumbo que tomaron
las cosas obedeció a una cuidadosa trama blación38. De hecho, entre las pocas
urdida por el gobernador Torres desde instituciones novedosas aunque no
mucho antes de la llegada de Sámano a la
ciudad. Según su análisis, entre los aliados
37 La composición, elección, atribuciones y
de Torres se encontraron los más recono-
deberes de los nuevos ayuntamientos fue-
cidos miem¬bros liberales del ejército y
ron reglamentados por los artículos 309 a
de la élite económica cartagenera, quie-
323 de la Constitución de la Monarquía Es-
nes subvencionaron el le¬vantamiento de
pañola.
las tropas para obligar al virrey a jurar la
Constitución.Justo Cuño, El retorno del, 38 AGI, Cuba, 716, citado por Justo Cuño, El
301-305. retorno del, 327.

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La constitución de Cádiz en las provincias caribeñas de la Nueva Granada

propiamente constitucionales que se de cumplir y hacer cumplir con “es-


establecieron en Cartagena estuvo crupulosa puntualidad” los preceptos
la Comisión de Seguridad Pública, constitucionales, en procura de una
encargada de vigilar y perseguir a reconciliación urgente con los disi-
los disidentes que se mantenían en dentes republicanos, haciéndoles ver
la ciudad39. que todos los españoles (peninsulares
y criollos) eran parte de una misma
El uso más importante que se le pre- familia cuyos lazos de fraternidad se
tendió dar a la Constitución de 1812 verían consolidados y garantizados
en la Cartagena sitiada de los años bajo el manto protector de la restau-
veinte fue el de intentar que ésta sir- rada Constitución del año 1240.
viera como instrumento de seducción
o negociación con los republicanos. Obediente a las órdenes superiores,
Esta opción política, en todo caso, no Gabriel de Torres intentó un acerca-
había surgido de manera espontánea miento epistolar con Simón Bolívar y
o por iniciativa del Jefe Superior de Mariano Montilla. En sus comunica-
la ciudad. Fue en la propia metrópoli ciones con los dos caudillos insurgen-
donde una vez más, y como ya había tes hizo lo posible por convencerlos
ocurrido en 1812, se supuso inge- de la inviabilidad de su proyecto
nuamente que bastaba con divulgar emancipador, pues a su juicio ni la
y, si fuera del caso, imponer el cum- América, ni mucho menos la Nueva
plimiento de la Constitución liberal Granada contaban con los recursos
para apaciguar los ánimos y lograr económicos, de población, de educa-
la reconciliación de los “españoles ción, o de relaciones internacionales
de ambos hemisferios”. Pero ya era para constituir una nación autónoma.
muy tarde, pues aunque los america- En consecuencia, lo más sensato se-
nos estaban hastiados de la guerra, la ría jurar la Constitución, y elegir y
torpe política de reconquista adelan- enviar a las Cortes los diputados que
tada por el absolutismo le había ena- les correspondiesen a las provincias
jenado para siempre a la monarquía controladas por las fuerzas insurgen-
fernandina la lealtad y el afecto de la tes. Por lo pronto les proponía una
dirigencia criolla y de buena parte de tregua o cese de hostilidades con el
los sectores populares, expoliados y fin de aclarar por la vía del diálogo
perseguidos por los ambiciosos, crue- las dudas que pudiesen abrigar los
les y torpes esbirros de Morillo. Por dirigentes republicanos. Al coronel
eso resultarían inocuas y extemporá- Montilla le pareció una insufrible
neas las reales órdenes que a media- fanfarronada de Torres que preten-
dos de 1820 hizo llegar el Ministro diera imponer los términos de una
de Ultramar acerca de la necesidad negociación cuando se encontraba

39 Justo Cuño, El retorno del, 321. 40 Justo Cuño, El retorno del, 328 y 333.

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Jairo Gutiérrez Ramos

prácticamente acorralado tras las mu- jurar la Constitución, al tiempo que


rallas de Cartagena, y respondió en su le manifestaba su interés en regulari-
duro lenguaje castrense a la propuesta zar la guerra y procurar un armisticio.
del brigadier español. Impaciente, Torres le precisó que lo
que el Rey y su nación lo habían auto-
Pero Bolívar, quien se encontraba en- rizado a negociar estaba condiciona-
tonces en Barranquilla, haciendo gala do a tres puntos muy precisos: 1º) la
del oportunismo estratégico que lo ca- reintegración de la Nueva Granada a
racterizaba decidió aprovechar la oca- España, 2º) el juramento y obediencia
sión con la expectativa de fortalecer sus a su Constitución, y 3º) la elección y
posiciones durante una eventual tregua. remisión de la diputación a Cortes a
Y jugando a dos bandas, se dirigió a que tendría derecho la Nueva Grana-
Torres el 23 de agosto, ofreciéndole da como parte integrante de la monar-
estar en Turbaco tres días más tarde quía. Esta vez Bolívar le respondió
para iniciar las negociaciones ofreci- de una manera descortés, lo que su-
das. Pero tan pronto llegó a Turbaco, y mado al informe que había recibido
al tiempo que “negociaba” con Torres, del comandante del fuerte deBocachi-
Bolívar le escribía al comandante del ca, colmó su paciencia. Y esperando
fuerte de Bocachica proponiéndole con sorprenderlo en Turbaco envió una
el mayor descaro que desertara del ejér- tropa en su persecución, pero cuan-
cito español y se sumara al colombiano, do esta llegó al pueblo, Bolívar había
ya que, en su opinión, España estaba huido. La tropa que lo resguardaba,
sumida en la anarquía a consecuencia unos 300 hombres, fue masacrada y
del enfrentamiento entre un rey tirano el pueblo fue destruido42.
y una nación liberal. A cambio de ello,
y siempre y cuando aceptara ponerse al No es de sorprender, pues, la dura ac-
servicio del ejército patriota y enarbo- titud que adoptó de ahí en adelante el
lar el estandarte de la república en las jefe político y militar de Cartagena.
fortalezas bajo su mando, Bolívar le En oficio al Ministro de Ultramar de
ofrecía asilo en el país, su ascenso en de septiembre de 1820, y sin duda es-
el escalafón militar, y una propiedad de carmentado por sus vanos intentos de
cien mil pesos en cualquier parte del entablar una negociación formal con
territorio de Colombia41. Bolívar y Montilla, después de justifi-
car su escepticismo con respecto a los
Entre tanto, entretenía a Torres ar- frutos que podía ofrecer la Constitu-
gumentándole sus motivos para no ción de 1812 como dispositivo de pa-
cificación y de reconciliación con los
41 “Simón Bolívar al Señor Comandante Don insurgentes neogranadinos, expresó su
Francisco Doña, Cuartel General de Tur- firme convicción de que los rebeldes
baco, 27 de agosto de 1820”, en Simón
Bolívar Obras completas. Tomo I, eds. Vi-
cente Lecuna(Bogotá: Ecoe, 1978), 488. 42 Justo Cuño, El retorno del, 334-338.

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La constitución de Cádiz en las provincias caribeñas de la Nueva Granada

americanos sólo utilizarían una even- ban fraternalmente en Santa Ana de


tual aceptación de la Carta española Trujillo dando paso a la negociación
como una táctica dilatoria para, entre del anhelado armisticio. La noticia
tanto, impulsar subrepticiamente sus llegó a Cartagena el 16 de diciembre
intenciones separatistas43. En conse- pero, aunque el cese de hostilidades
cuencia, no había a su juicio opción significó algún alivio para la ciudad,
distinta que la de intentar someter con el cerco y el abandono a que estaban
astucia a los nada confiables insurgen- sometidos el brigadier Torres y sus
tes neogranadinos, pues ya no creía hombres fueron agravando cada vez
que esto se pudiese lograr sólo por la más su muy precaria situación. En
fuerza de las armas o de las promesas esas circunstancias, poco se volvió
de justicia y reconciliación candorosa- a hablar de la Constitución de la Mo-
mente ofrecidas por el régimen cons- narquía y sus bondades. A duras pe-
titucional recién restaurado44. nas se hacía lo posible por sobrevivir
en medio de las mayores penurias. La
Pero de ahí en adelante todo fueron plaza de Cartagena fue finalmente en-
tristezas para Cartagena y su jefe tregada a los comandantes del ejército
político. El sitio republicano se in- colombiano el 9 de octubre de 1821.
tensificó, la plaza de Santa Marta De ahí en adelante, las instituciones
cayó en manos colombianas el 10 de estirpe gaditana fueron sustituidas
de noviembre de 1820, y pocos días por las estipuladas en la Constitución
después Bolívar y Morillo se abraza- de la República de Colombia expedi-
da en la Villa del Rosario de Cúcuta.

43 “Gabriel de Torres al Secretario de Estado LA CONSTITUCIÓN


del Despacho de la Gobernación de Ultra-
GADITANA Y EL NUEVO
mar, Cartagena de Indias, 22 de septiembre
de 1820”, enColección de documentos para ORDEN REPUBLICANO
la historia de Colombia (Época de la Inde- NEOGRANADINO
pendencia)eds. Sergio Elías Ortiz, (Bogotá:
Academia Colombiana de Historia, 1966)
305-311. Coinciden los estudiosos del consti-
tucionalismo temprano neogranadino
44 La solución propuesta por Torres consistía
en extraer de los territorios insubordina- en que la primera Carta republicana
dos a los dirigentes, sin excepción “gente nacional, la Constitución de 182145,
blanca de consideración e influencia”, y todas las que la antecedieron, se
ofreciéndoles el mayor bienestar posible
en la península, y procurando de este modo
un restablecimiento concreto y eficaz de
los lazos de parentesco y amistad con sus 45 “Constitución de la República de Colom-
ancestros, y decapitando de este modo el bia”, enLas Constituciones de Colombia.
movimiento insurgente, pues sin sus cabe- Volumen 2, eds. Diego Uribe Vargas (Ma-
cillas, los rebeldes volverían al redil de la drid: Ediciones Cultura Hispánica/Instituto
fidelidad a España. Colección de documen- de Cooperación Iberoamericana, 1985),
tos, 309-311. 807-813.

56 Revista Historia Caribe


Jairo Gutiérrez Ramos

caracterizaron por un notable eclec- construyó a partir del modelo gadi-


ticismo. No es de extrañar, pues, tano, pues tanto en la constitución
que en la Constitución de Cúcuta española como en la colombiana
se puedan rastrear vestigios claros fueron pocos los requisitos para el
de las doctrinas liberales gaditanas acceso al voto, se dejó en manos de
y contenidos muy próximos al texto las sociedades locales la potestad de
de la Constitución española de 1812. verificar las condiciones que daban
Así, desde el preámbulo, mientras derecho al voto y la organización
las Cortes de Cádiz creyeron legislar de las elecciones, responsabilidades
“En el nombre de Dios todopoderoso, que fueron delegadas a las asam-
Padre, Hijo y Espíritu Santo autor y bleas parroquiales, al tiempo que
supremo legislador de la sociedad”, se estableció un sufragio indirecto a
los primeros colombianos, más tras- dos vueltas, tanto para las elecciones
cendentales, lo hicieron “En el nom- municipales como para las provin-
bre de Dios, Autor y Legislador del ciales y las nacionales. Y de hecho,
Universo”. La definición inicial de la la penetración de la representación
nación es prácticamente idéntica, con política liberal parece haber sido
la salvedad de que la Constitución mucho más fuerte de lo que se ha-
cucuteña enfatiza la independencia bía imaginado, pues la participación
nacional con respecto a la monarquía electoral llegó a ser tan amplia que
española. Así, mientras el texto ga- las élites criollas empezaron a consi-
ditano en su artículo 2 señala que “la derarla una amenaza por la dificultad
Nación española es libre e indepen- de controlar las dinámicas electora-
diente, y no es ni puede ser patrimo- les, lo cual volvía incierto el resul-
nio de ninguna familia ni persona”, tado del sufragio y no garantizaba el
la constitución colombiana dice en monopolio y reproducción del poder
su artículo 1º: “La nación colombiana al que estaban acostumbradas.46
es para siempre e irrevocablemente
libre e independiente de la monarquía BIBLIOGRAFÍA
española y de cualquier otra potencia
o dominación extranjera; y no es, ni Fuentes primarias
será nunca patrimonio de ninguna
familia ni persona”. Los deberes de Archivo del Congreso de los Diputados
los ciudadanos de una y otra nación Españoles (ACDE), Madrid-España,
fueron constitucionalizados mediante Serie general.
los artículos 7 a 9 de la Carta española Archivo General de la Nación (AGN),
de 1812, y sintetizados por el artículo
5 de la colombiana de 1821. 46 Federica Morelli, Territorio o nación. Re-
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Por otra parte, el sistema de repre- en Ecuador, 1765-18130(Madrid: Centro
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58 Revista Historia Caribe

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