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CAPiTULO 1

LA VALENCIA DIFERENCIAL DE LOS SEXOS


¿SE HALLA EN LOS CIMIENTOS
DE LA SOCIEDAD?

"
-

El interés que, en determinado momento de mi trayec-


toria científica, he mostrado POI-la distinción social de los
sexos se funda a la vez en la experiencia sobre el telTeno y
en encuentros ocasionales.
En 1984, en el momento en que comenzó el interés por
las nuevas técnicas de procreación, entraron en contacto
conmigo médicos y jUlistas para aportar un punto de vista
ar.tropológico a la cuestión. de las potenciales incidencias
sociales de esas nuevas técnicas, y para obtener algunas
informaciones sobre la maner:a en que se representaban y
trataban en jas sociedades llamadas «tradicionales» los
fenómenos vitales de la procreación: gestación, constitu-
ción del niño, lactancia, etc. I De este modo se abordaban
necesariamente las cuestiones de la relación entre lo mas-
culinú y lu femenino. .
Anlerionnente, en 1976, los promotores de la Enciclo-
pedia Einaudi me pidieron que me hiciera cargo del con-
junlo de temas relativos al parentesco, y el conjunto de
conceptos que yo debía tratar comportaba la oposición
masculino/femenino.2
.,
1. Fran~oise Hérilier-Augt'. -Don el ulilisation de spemle el d'ovocyles.
Meres de subSlilulion. Un poiO! de vue rondé sur l'anlhropologie sociale., en
Hubert Nyssen. ed., Géllétiqlle. Procréatioll et Dmit, París. o\Cles Sud, 1985,
pp. 2.H-253.
2. Fran~oise Hérilier. .MaschilelFernminile., en Enciclopedia. VIII. LAbio
rimo Memoria, Tunn, Einaudi, 1979.

.
~~
. .\::,¡
.., '
16 MASCULINO/FEMENINO VALENCIA DIFERENCIAL. DE \.OS S1!XOS ~ \1. ~.~'.'

Por úllimo, también puedo cilar, como punlo de an'an- didos en los medios de comunicación. Sin embaTgo. a los .
que, mi parlicipación en el Aho Consejo de la Población y antropólogos ya se les consulta y se hallan presentes en ins-
la Familia, en el que uno de los asunlos fundamentales tancias regionales o nacionales que deben tratar. por ejem~'
planteados por el presidente de la República se refería a las plo, de cuestiones de bioética o de aquellas en las que inter;-
incidencias sociales sobre la población denlro de lreinla vienen las relaciones sociales de sexo, lo que pennite dar ~
años, resullantes de las procreaciones médicamenlc asisli- conuce un mensaje las más de las veces considerado p01t
das, así como de otras lécnicas (diagnóstico al1lenatal, nuesttos compañeros como inhabitual y en ocasione;;'
mapa gcnético, lerapia génic<.&, cte.). Por definición, en el incongruente. Pero al menos dicho mensaje se transmite.
trabajo realizado por esle grupo de rcnexión se ::lbordaba De eso a pretender qué sea escuchado hay un paso. Pero lo
también la relación entre los sexos. Est.ls dcma:1das y estos importante es sin duda que se obseIVe en la hora actual
diversos trabajos han formado el lrasfondo de mis ocasio. una mayor disponibilidad del Estado y de las instituciones
nales incursiones en el tema. a consideramos como interlocutores que pueden influir.
Por lo demás, como antropóloga y africa:1isla. está el sobre la decisión que se \'a a tomar, en el pláno legislativo
tI-abajo de campo que he llevado a cabo. o en otro, y también que .Ios antropólogos' hacen más.
Ese u"abajo se centró, al comienzo. en los sistemas de esfuerzos que en el pasado para hacerse oír públicamente.,
parentesco, y en pal-ticular en el funcionamienÚ)" dcnJo-s'srs- Pienso en otro tipo de encuenlro con interlocutores que .,
lemas semicomplejos dl~aliai1za Que se hallan, sobre todo, tienen posibilidades de acción en su práctica cotidiana: la: ,.
en ckrtas sociedades dd Áfriéa "negra.) profesión médica, por ejemplo. En 1991 yo debía hablar en {;
Al hilo de mis invesligaciones, observando que exiSlía un congreso de ética médica acerca de las actitude~ ~e las
una cOITelación estrecha entre las "reglas-proIilliTtIvasdC" sociedades tradicionales ante las epidemias.4 Por las reac-'
aliailZa "-o sea bs que-impcdÚm"-casarse- coi1-"alg~1~~ ciones del público, es cierto que al menos una parte de los
concrelo- y"las concepciunes relalÍ\'as a 1.1-sangre,"a su oyentes se dio cuenta de que funcionamos, y de que ellos
mismos funcionaban, con un sistema de representaciones '1
producción y lransn1isión, me orienté en tina o;egunda fáse
hada lasjrcprcs,?ntaciones Yla simbólica de1"~uerpot nocio- que-"aifie¡'e'-e.ocó-dérgu~-sei1alla-en las sociedades tradf:
éioñales~' sübyaceñteasucori1priiísiÓñ-raclOnal del hecho '.
n~9!l)~_.la rcer..«:>ducción,la inscripción corPoral, los ~<?m-
ponentes de la perSona," los humores del cuerpo... De esle "epiaeiñiCo; y cfLÍe-~iéÚso-'iener"e"ñcüéñraestas¡.epre: ,
modo, me he encontrado necesariamente en mi recorrido -seiiia:ci'oñéS,sobre todo en las acciones de prevención para. .,
con el tema de ia relación entre 'Ia salud. No estamos tratando exactamente de la .relación . .'
..n ' - los~ sexos.
- ..- .
entre los sexos, pero se trata en lo fundamental a-errñls"mo
JiJiodé~~!.~':liacer--cómpfcñ-der,"léiexistenCia' y-ra-prófj.i!i.:
Los poderes sociales y la antropología didadde los anclajes. simbólic~",que pasan. inadvertldos.1:f
ros ojos de IQs~eblosque los pOQeñen-práCi~~--
Éste es un problema que se plantea permanentemente ~ Forzoso esaavert1i-que las I-elaciones homores-mujeres
en el plano social. Sería presuntuoso al respecto creer que se replantean sin cesar en los inte¡rogantes de las distintas
los tmbajos de los investigadores de ciencias humanas - instancias que he citado. En lo que es casi un matiz en
inlluyen profundamenle en el legislador y en quienes deci- relación con el trabajo de la antropología, nos enfrentamos
(!r-11en la mate¡-ja, e incluso que son comprendidos y aten-
4. Fran¡;oise HéJili~r-Aug¿. .Les H~ociéléslraditionnel!es. face aux ~Pid "
o,. .!'r;m"obe lléritier. L'¡':-'e,.cice./e /a P</n'wt!.París, Le Seuil-Gallimard.
I",~ 1.
mies-, en O,"dre des médecins ed.. Tmisiellle COI/gresi/llematiol/al d'Étllique
IIIédica/e. París, 9~/O "'ar.~ /9<J/.Le:>Acte:>,PalÍs. 1992, pp. 293-299.
.
.
. ,
~ '. .
"
.. ..
18 MASCULINO/FEMENINO V ALENClA D1FEIlE.NC1.A1.. DE \..OS SI!.X.OS \9 ; "

a una doble dificultad:~ntinúa tra.tándose de problemas autónomos: antropología de la salud, de la política, de 10


sociales concretos y urgente~ religioso, etc. El enfOQueV el método son los mismos. Por
[A¡í, las procreaciones médicamente asistidas, el ..doble supuesto, los investigadores se especializan en etnias,
trabajo» femenino, en el exterior y en el hogar, el puesto de regiones y problemas, pero la disciplina es una, y trocearla
las mujercs inmigradas, las consecuencias del alargamiento en categorías autónomas me parece una operación mutila-
de la vjda, sobre todo femenina, el régimen dc pensio- dora y que excluyé el resto.'
nes, etc., son OtlOStantos ámbitos concretos en los que la
política precisa de consejos y orientaciones, pcro esencial-
mente de orden pragmático y con alcance inmediato. La La diferencia de los sexos,
aproximación antropológica, que ~e propone hacer com- tope último del pensamiento
prender la lógica de las situaciones, sólo interesa si puede
descmbocar en tomas de posición concret~S' () confair cier- Dicho le anterior; me parece que la observación de; lá
ta autoridad a decisiones de 01den ~tico o técnico. l/ay una diferencia
- . -." - está
-. en~l fundamento
' .= de- todo pensamientof,
- tanto
--
fom1a de sordera selectiva. Así, he neccsit.,do largo tiempo, ___m~,Q!~Jonalcomo cierHífi<:,o.¡Ia reflexión de los hom6res,
't
' -
en el Alto Consejo de la Población y la Familia, para hacer desde la emergencia del penSamiento, no ha podido dirigir_o l
entender cosas elementales. Por ejemplo, que los nuevos se más que a aquello qUf'le era dado observar más de cerca:'
modos de procl'l'ación carecen de influencia sobre el siste- el cuerpo y el medio en el que está inmerso. El cuerpo
ma de filiaciÓn, que no se pueden inventar «nuevos» modos humano, lugar de observación de constantes -asiento de
de filiación, salvo por donaciÓn o instaurando la república órganos, funciones elementales, humores-, presenta un
platónica, que s~¡pdme la relación entl-e padres e hijos, y rdsgo notable y ciertamente escandaloso: la diferencia de
que por tanto era inútillcgislar en este scntiuo. I . sexos y el papel distinto de éstos en la reproducciQ!"\.__
Nuestros escritos cir'culan relativamente en una vasija Me ha parecido que se trata del tope último del pensa-
cerrada. Por tanto, necesiwmos continuar con este esful'r-
zo de información para atenU<.1ren lo posible esa sordera miento, enla elQue
esencial: Queenfrenta
se fundamenta~na
1~ idéntico 0ercsición conceptu~
a o dIVerso,. un.o d~ f'
selectiva a la que acabo de ¡.cfcrirme, )' acceder a un nivel esos tJzemata._arcai~Qs~qy~-,c;e encuentran en todo pens~
de comunicación que nos permita ser escuchados plcna- miento cie.uífic9L. ~1.1~jg~!Q..Y..mQ..demo,
y en todos los siste-
me~ltepor el poder público. . !!!~S~e-iepresentaciQn. . .
} Dicho de otra manera: es preciso franquear altas mura- - Pilar esencial de los sist.ef!l~_jdeológicos, la relaCión
ll~ para hacer comprender que no n0S r~ferimos a «otros» idéfiticoídiferente está en la base de los sistemas. q,le opo-
totalmente exóticoS, extranjeros a nosotros mismos, a me n- nen-aóSá-dosvaJOies2DstfácfOsocoiicretos (caliente/frío,
talidade~ arcaicas, a modos de vida desaparecidos, ni seco/humedo, alto/bajO,lñfCrior/superiQL clar%scuro, etcé-
siquiera a supervivencias, sino a nosotros mismos, a nues- tera), valores contrastados que vuelven a encontrarse en las
tra propia sociedad, a nuestras propias reacciones, com- tablas clasificatorias de lo masculino y lo femenino. El dis-
portamientos y representaciones. ' ~curso aristotéhco opone lo masCUUnoy lo femenino..éOiiiO:
Volviendo al hilo de mi discurso, la antropología llama- respectivamente, cálido y frío, animado e inertehso,plo y
da de los scxos nunca ha sido para mí un objeto de estudio materia. Pero si tomamos ejemplos más recientes -los dis-
en sí misma, como es el caso de algunos de nuestros cole- cursos médicos de los higi.eni~!~s-A~lqs siglos xVlmIX:"
gas. Nunca me he propuesto, en efecto, convertido en ~<?.E.I!l~O el disc!!!:.S_<?
médico contemporáneo-, pode-
ámbito .de mis investigaciones, puesto en que ~91s0 cl mos mostrar la pennanencia, fonnulada o im lícita de
estos sistemas e categonas e oposición. En a edición
fracdonamient«2_~e la disciplina antropológ~_~I.!. ~~.~ .
r--""- -.....-
.,
<!,~~:
20 MASCUUNO!FEMENINO Vo\LENClA DlF1!.RENCL\L DE LOS SEXOS '11 .
aparecida en 1984 de la B~clcpaedia Universafu. en el muchacho, en virtud de su alma-nombre femenina, puede
artículo «Fecundación., el encuentro entre el óvulo y. el ser educado y considerado como una muchacha hasta la
espermatozoide, cuyó-mecariisrno "continúa- ¡nex¡;licado~ lo pubertad, cumplir con su papel de hombre reproductor en
"preseñTán-üños biólogos como el encuentro de l!na m~trna la edad adulta, y luego dedicarse a tareas masculinas en el
in~rtc, vegetativa, que precisa ser animadá~PQr-u.nprJ!!QJ2!; seno del grupo familiar o social, aunque conservando toda
actjyi-.por una ~nergí~ qiIe aporta la vid.~. A11íno veo la su vida su alma-nombre, es decir, su identidad femenina' (v.
"supervivencia de un conocimiento filosófico hCI'eaaaü:STñ<t más adelante, cap. VIII). .:

l ~~~ifes(ació-n- ,~~~-~ñterpreüi:"
~po¡:¡"tán~~' d~~-u_~~'_-P~~l~
Clon, válida tanto en el discurso científico como cñeTñ'atu:
Evoco, pues, estas cuestiones del sexo y del género bajo
una luz antropoló ica eneral a artlr de mis uaba'os de
rar-ql1Í~-eñglobá-los géneros, F)~"sex~~s_'~:'!ñc!~~9.l...f.2!!!~~ campo y de investigaciones ajenas. Y me he apoya o-en
ve:los-ga-metos,"en este sistema de oposiciones que tiene su varias ocasiones explícitamente en estos trabajos para t!:8-
:o¡:¡,gé~'~n"la 0~sery!Ci~I!J?"iJ_I!1?r~i~I_4~J~difereñCiá i~e-~ tar de hacer comprender a distintos auditorios (médicos"
ductiole "de los sexos.! juristas, psiquiatras...) 9,ue( las categorias de género, las...
-'- -""De-ñ-ei:::lió
-ñ1e~sffiíoen un nivel muy general de ~á~s representaciones de la persona' sexuada, el reparto de ~s
de las relaciones de sexo a través de sistemas de represen':""' tareas tal comotas conocemos en las sociedades occlden-
tá'éióÍ1,-slñ-¡rñjjHcaiñiee""n.et
'débateoonceptÜaT en torno a, -¡aTes, no son fenomeno~..~_valor 4.!!!Y~.rsalgenerados por
"las categolÍas de sexo o género. ~~~ión social del) una nafuraJe7.3 hiolngic3 común. sino construcciones cuL-
~nerQ es, por lo demás, un asunto que me interesa en dos 1iirales. Con un mismo, «alfabeto» simbólico ",univ~fSal,
aspectos. Primero, <;~!D~a_~ef~cto de orden general fund~ ' ~ enesta naturW.e~J2! ló ir.accomún"cacla¡sociedad
dQ..~I}_d.l!Earto s~'S.ua1.gclas tareas. el cual. con la prohi- elabora de
., hecho--,«frases»culturale.~sipgu!ar,,~..y,Q~~~n
.. -
'bición dd in~cst0/oQ.U.@c.~óra ~'S.ggál1!!fa,y con la im:taura- propj!\s~' .
ción de u!:'~.ff:)r~~!~<:0no~i~a d~ ~nt~~"..constituye uno de
los tres oilares de J~Ja.mi!ia y de la sociedad, según Claude
[¿vi:Str~-u"-s'-s En s~gllndo lugai~ como anefacto de,orde El alfabeto de los datos biológicos
pé!.r:!icu]ar!:.~~!lJ!a!1~e__~e..~ma
serie de manIpulaciones sim-
bólicas ~ concretas que afectan a los individuos. Esta En la perspectiva ingenua de la ilusión naturalista,
-s~gu~da construcción se añade a la primera. hablÍa una transcripción universal y única, bajo una forma
Ciertas sociedades, nepguineanas o inuit, presentan . canónica que legitima la relación de los sexos, de hechos
situaciones ejemplares desde este punto de vista. Entre los considerados como ~e orden ,natural porque son los mis- "
inuit, sobre todo, la identidad y el género no son función mos para todo el mundo. i~~ro en realidad los caracteres
del sexo anatómico, sino del género del alma-nombre reen- observados en el mundo natural están descompuestos, ato-::,
carnada. No obstante, llegado el momento, el individuo mizados en unidades conceptuales. y recompuestos en aso- ,
debe inscribirse en las actividades y aptitudes propias de su ciaciones sintagmáticas que valÍan según las sociedades. ,
sexo aparente (tareas y reproducctón), aunque su identidad No hay un paradigma único. Si pu8iéramos elaborar listas ,~
y género sigan siendo función de su alma-nombre.6 Un exhaustivas de estas asociaciones diferentes en sus rasgos,
lograríamos describir todo el paisaje de la diversidad cul-
tural: Pero la cuestión no radica .aht.l
5. Claude Lévi-Strauss. .La famille., Alma/es de I'ulliversilé d'Abidjall,
serie F. t. m, 1971. . ~tá claro que tanto para la construcdón de los siste-
6. Bemard Saladin d'Anglure, .Iqallijuq ou les réminisccnces d'une áme- . mas de. parentesco (terminología, filiacióp.. alianza) ,S9!Po
nom inuih, Éllldes illuit l (1), pp, 33-63. para las representaciones del género. la persona y lá'~,. pro-
,.' .,' .-J-",_*... .~.....
22 MASCULINO/FEMENINO \.
\
r
creación" todo parte del cuerroo, de unidades conceptuales
,in~~ ~!L~I-El1~rP(),._~n..~, bi~l()~~~o_~ fis~<2!.ógico,
observables, reconocibles, iaentificaoles en tooo tIempo y
lugar. Estas unidades se ajustan y recomponen según diver-
sas for=rñaSTÓgicasposibles, pe~o' posiblés-támbié'ji porque
'son pensables, según las culturas. La inséripC1óñ-eñ1abw- La valencia diferencial de los sexos
;' t¡-
'logia es' necesaria; 'pero sin que' haya \!n~ $rafl~fcéióñ-úniCa ¡
y universal'de'estosdatos elementar~.. Hay un teITeno, sin embargo, en el que es robable ue
.- Así puedé 'demostrarse fácilmente, en el ámbito de la sólo se haya dado ul1é!.!mucCJ e ese . O' lo"
filiación, que se toman en consideración datos brutos de que 1.0 Hamo ¡a;v'álencia diferencial de los sexos»... _,:',
carácter muy simple: la existencia de dos sexos de anatomía ---En L'EXercice de la paremé he ~crito ue a los' treS """.
.dife,reJ)ciada,Y.9..1;Iede~~!!.!eu~~c:.. pa~~~'eng~~~rar,:,.ástago~ epi ares.. a los que ya me e re en o abra que aña ir a' \'
.A~_~~Q...Y..Qtm~xo, un. orCIen de l~~e~ci?nes ql!~Il<L evalencia dif efiCla e s,seXOS8', ue:tam I nIe5.un~aFte-. I i
~e;!~_. ~~dificarse (tanto si seFiábla de célUlas como de
individuos, el progenitor precede al engendrado), ~..na_~.!!.c:~
.factoy no un .hecho~de la naturaleza. Esta v encia dife- "~i
rencial expresa una relación conceptual orientada, si no;' ';~
sión
.,-.-' ._.
en ..el orden de los nacimientos
. u
de las fratríasr...--...-.
y, por siempre jerárquica, entre lo masculino y lo femenino, tra-. i:~: ~
tanto, la ex!~!~~~!~.d«: ~íneas.col~t~.r~l~§:A partir ae~ ducible en términos de peso, temporalidad (anterior/poste- ~i~:',j
"~~tQSel~m~l1t~k~1J¡;l.§..9Qm~~n~!o.ne~ lógj~~ P9sibles entre rior) y valor. Dicha relación conceptual es fácilmente iden:,' .:.¡.
pos!ciones .~exu~das paren tales y posiciones sex~~da~.-aé" tificable en el tratamiento tenninol6gico de la-relación cen-:';,";:
hijos sólo son seis: patrilineal, matrilineal, bilineal, cogna!.i.:.. tral de hermandad (los pares hermanolhermana y herma:- :"'~:
cia, paralela y cruzadri. Las dos últimas prácticamente no se na/hermano) y de las posiciones de parentesco que se des-) ~.i~
'han realizado,-Y'_~~p.u~~eoh~ber otras. ~~~~~'!.Ipo~o"'puede prenden, si se toman cOfllo ámbito de examen esos siste-: t.,;1
haber menos, pues una única dispo')ición no puede naberse
mas en que se expresa de la manera más avan7.ada la lqgij'" ?;"í.
apoaerádo-de todos los espíritus: ~odas..!~s,.Q9sjbilidades.. ea de reglas de filiación patri o matriiineal que son los sis- .,:;'"'
lógicas, p!~~~b.l~~..y"r~a!i~ap.!~~Eansi<!oexe!.~. temas crow y omaha. 8., '. '. , . . .~':':¡;::'
ri descomposición en átomos de las relaciones diversas Cuando me interesé particularmente por la lógica ins.. :;)!~1
de hennandad y colateralidad (hermano o hermana, pri- crita en el corazón mismo de las terminoiogías de paren-'!;;~(;:,
mogénito o segundogénito de un hombre o una mujer, del tesco, se me hizo patente que en los sistemas matrilineales ,~.~"
padre o de la madre de un hombre o una mujer, etc.) impli- crow, que deberían representar la figura 'inversa, como en . ,,': .,
ca también posibilidades lógicas de emparejamiento de un espejo, de los sistem'as patrilineales .omaha --en que la'; .,
. estos diversos rasgos elementales que desembocan en los relación hermano/hermana se analiza como una relac,:;ión. .;H:r,
sistemas-tipo tenninológicos, en número finito no obstan- «padre»l«hija»-. la lógica de la denominación inversa,'. :;"\,
te las variaciones observables (\'. más adelante). -en que la relación hermana/hennano deberíatraducirse, :':C
M~.co~~dero, puesJ.!!!at~r1al!sta: paf!o verdadera~ como una relación «madre»/«jtijo»~ nunca llega has~ el' ""'!'
.!!e 1~.I?~<?~~g!~9. para expJi~~rS2!1).~~~~_~~aI~~o_ta_I!!?insti- final. En un nivel generacional dado, las relaciones reales I O'"
tuciones social.es como sisteITl3s deJ~,p.resrn~.~.f.k>~sYéi'i de mayorazgo intervienen y hacen cambiar la lógicá inter.-;. ,.. .
_~pen's.amiento, p«:r<?.9.ejan~o .~~Iltado cOIf~_principio q,~ . na de las denominaciones: el hermano mayor.de un~ mujer' 1:
este dato biológico u~~Y~r§.a1..T~c!llc;i~9__I!~\JL~9!!}ponentes,
o,,!senciales, i~e4~~t~bles,)]9_pu~ge tene~_~!l.~~~I~L.f!!1ic!l 7. Pp. 62-67.
,traducción, ~ oq~e...t~d_a~.Ja~_.c«?o~b,i~a~i~.~es lógicamente 8, Del nombre de pueblos ¡"dios de Américadel None.
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.". ; ~~.
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... - -.- - ~..,-_. -.

24 MASCULINO/FEMENINO VAU!.NC\A nWUJ!.NClA\. nI!. \.OS suoa - - ó l.':)''''",;


" , .

9-ón, a la formaci6n del embri6n, a \as aportaciones ~. ,~


no puede ser tratado por ella de ..hijo. o de un equivalen-
te de hijo, si su hennano menor puede serio. Incluso si los ~ctivas de los prCl~enitC?res
y, por tanto, a las representa- ..f (
dones d~ los hu~o~~~e!'P.9: sangre, espenna, leche,.. ,
sistemas crow postulan en su esencia una «dominancia. de
lo femenino sobre lo masculino en el seno de la relación 2!iva, Jll)~lágri!!!il!t. sudor. etc. Se~elVan P-9rlo demás )
estrechas articulaciones entre esas representaciones y los .
central de hermandad entre un hennano y una hennana, datos más_~~t~Ciüs. .~.9pr~Jq<Jo del p'~eñf8(!o'Y la a1la~:ia-:¡.
no se extraen todas las consecuencias, ni siquiera en el solo --[Los humores de! cue o son en todas artes datos de
registro de la denominación. No me refiero, por supuesto, observaclon, sometl os a trituración inte ectual, si es que
al funcionamiento global de las sociedades. En los sistemas no son reductibles ~n todos los lugares a un misma núcleo ,
omaha, esta .dominancia» enteramente conceptual de lo elemental indisociable de su carácter fiuido, que se puede . ~.
masculino sobre lo feAuenino en la relación de hermandad
extrae implacable e imperturbable mente sus últimas con-
derramar y proyectar fu('ra del CIJ¿rio:].
lEs sabido que Aristótdes explica la debilida.d inherente .'
. ,
secuencias. a la -constitución femenina por su humedad y frialdad, -",.
~_ t;S~_ _r~lac~~nconceptual _~:..~~~cribe~l"'par~.s~r..~n.JiL debidas a las érdidas de sustancia san uínea ue las .
estructura profuy~a de lo social ~ue es ercaE!EQ.Qel~ mujeres experimeEtan regu annente sm poder oponerse.-lL ..,
iescO.Las--mañerascomo se traduce en las instituciones ello ni frenar efCu.=so-de1áscosa°s.-Los hombl"esno pierden '.
sódal~s -yef func!Q!ljimiento de los diversos grupos huma- su sang~e si no es \'oru!!tari~!!~~, por así decirlo: en oca- ....
~<?s~~!1v~~_dóS, pero ei~~~~h!CJi6u.~_q!i$~~~c.ró!l g_e~I Siories-que ellos mismos han buscado, como la caza, la du
la do.min~ci6IUQ~i~!.(}~1P~!lS!E!9...P.1j\.!.c~li~Tomemos un 'guerTá' ci lacompéilcióñ:'"'Lá--pérdidaoe sustancia no aFec- v-.
breve ejemplo: entre los iroqueses, cuyo derecho es por lo "t~:-pUé's,a los inoo'louos de la misma manera. La nérdida '
demás patrilineal, las matronas; mujere~ de edad madu- d~..~y~ncia eSl?ermática 1i!mbién es controlable, y muchos
ra, verosímilmente m~nopáusicas, disponían sin duda de sistemas sociales e ideológicos preconizan y organizan este
poderes considerabl~s. en especial sobre las muj~res más control. En resumen, en esta. desi aldad.- ontrol' .
jóvenes que ellas. Pero esto no llegaba hasta el ejercicio fr~ntc a lo incontrolab el o..:-.~c::!eado
frente arlo.:sufrido--.
político del poder, ni siquiera hasta la igualdad con los podría hallarse la m~triz de la valencia diterenclal ~e los .
hombl'es en los p..oc~sos de decisior..9, .
sexos, la cual también estaría, por tanto, inscrita en el
(Buscando de dónde podía proveñ1l- esta «valencia dife- ~erpo, en el funcionami~n!?~~16$lco, o más exacta-
rencial de os sexos», ,. cua es senan os fenómenos toma-
~ ~
oos en consideración u
en primer lugar---..para explicar su pre- .
~~'p'rocedería de. la ,observación.ae este.~ncioP,a,mien-
to fisiológico. 0\ ... . .
_sericia-ui1niv¿-isaCnelre!!~iQó-ala'-c'ondusr¿n hi119tética de Cabe profundizar en esta hipótesis, 'aunque en aparien-
qUeUño~~e_~!:~~~ i~nlo.-~~_una~~aie..~.¿!~~p9f~e femenina cia sea tautológica: anatómica y fisiológicamente la dife
-(fi:agilld~d.,Pe..S9'i..talla inferiores, inconvenientes deriva- renciación de los sexos es un dato natural. De su observa
dos del embarazo y-.hdact~rÍciáYcú-áñtodefaexpresión d~
~~n. se desunmQm.lJociopes abstractas cuyo prot -'
}!ilá~volüri't~.ig.._:a5:j:ontroLq~-:1~-=-r~iii.oaucdÓn
--p'~r parte de l~ oposición idéntico/<!Jferente:.5n la ue se moldean tant "
3uie~~_~Q..gJ.§l2Q~.n...d~~~~~."'poder tan particular. Lo cuaL las otras oposiciones co~~ptu.~le..~s ue nos servimo >
. nos lleva a hablar de la 'procreación. '-"eñ-iíüestr6s-discursosae todos 108órdenes, como las casi .

--'"~No ca6ep'¡:esC1ñalf,"cúanclOsetrata de las categorías de -ficaciones jerarqüTcas que el pensamiento opera y que'
sexo,de todas las - representaciones -' relativas a la procre~ poseen valor. ., ,.
¿Se trata de un invariante, de una categóría universal?
9, Judilh K. Brown. .E.:onomic organizalion and the position of women
Cierto número de nuestras colegas feministas, o que traba-
among the lroquois., EI/mo/¡jsrury 17 (3.~). 1970, pp. 151-167.
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26' MASCUUNO/FEMENlNO . ',; , '.iI~.';~ .~t:~ :~:<!


' VAU!.NCIA DIPE1\ENCIAl. DE. LOS SEXOS ,,,;, '- -¡,' 21' ~
.'
jan en la antropología de los sexos, impugnan la idea y tra-
tan de demostrar que habría o que hubo sociedades en las evolución de las costumbres (los cambios que se producen :
cuales la valencia diferencial de los sexos no existiría, o que en el seno de la familia, en el ejercicio de la sexualidad, ':

funcionaría al contrario de lo que conocemos. Pero la I etc.), no me parece que haya llegado el tiempo en que la ..~
1. relación de los sexos se conciba necesaria y universalmente '

demostración sigue siendo bastante ilusoria. I como una relación de igualdad, tanto en el aspecto intelec- \
r-~-jn embargo, decir exactamente por qué la valencia
dirérencial de los sexos parece haberse impuesto de mane-- tual como en el práctico. y me parece difícil llegar a ella, 1,'

rauniversal;1o- rñiSmo que la rohibición del i e .habida cuenta la estrecha vinculación que a mis ojos ~te:"
,entre los cuatro pilares en los que se apoya toda soci~d":,
parece quese es ren e de las ropias necesidades: se
Todo se arregla, y quizá las desigualdades se minimi:-,
trata de cOf}slruir lo socia y .as reg as que e oennitan fun-
cen, pero regresión asintótica no quiere decir desaparición:'
~~J!ar:.,A_los_!!:.es pilares que para ClaucieIéVi-Strau~s eran IuclLlso si ias mujeres acceden cada vez más a las tareas; ':'
~~J?IPhi~Qn del incesto, el reparto sexual de las iareas..J masculinas, sigue habiendo más lejos, más adelante~ un' ,.
una fonna reconocida de unión sexual, añamré un cuarto,
.ámbito masculino reservado», en el muy selecto club de)a . '

]~ñévid~nte queño se aavettr~~-eÍ"<?.aDSOTutamenteindis- política, lo religioso, las responsabilidades empresariales,". '


.p~n~~bl~-Pi!-ra'e~Iicárenunclonamiento de los otros trest
que tampoco tienen en cuenta más queJa relación de lo etc. ~dentemente no se trata de la expresión de compe...:..'.
tencias concretas inscritas en la constitución física de uno
mascülino-);'lci-femeñlüO:-E,51ecúartop'ilar o, si se prefiere, y otro sexos. La inscripciÓn en lo bioiÓgico no hay que bus-,
~I~,'cuerda qüeJigéf eMr~-~i¡:es_pilar..<::~dertrípode social, carJa por ese lado, síiweh-diifOsoeñafuraIeza cIertamente
...es la"valerlcia diferencial de los sexos. Esto podlia resultar
- -........--.......-..----.. oio16gica,pero tan fuñdameñiales.9U~
desesperante, pero en realidad no lo es.l . _..~-- ' se pierde
._~ de vista SU
-condiCf6h-:-de'hécno bio~g!.co: Esos datos está -
Este discurso se sitúa, ciertamente; -á un nivel muy abs-
u

CIelas categoJ1~gnitivas:., operaciones de,.clasificaclón,..


l1'a~toy muy general. Por supu~sto quedan por hacer ami- "
oposición, calificación. jerarqulzacióñ, estructuras e9 las
lisis afinados y precisos de las evoluciones actuales y del cüales:romascü1ino y' lo femenino se encuentran encelTa-
p..lpC~de los actores social~s. Pero no debe olvidarse que
d~sde los tiempos primitivos hasta nuestros días, ha habi- -aOs.'l::slas categonas co~mtivas. cu&l9.uieraque sea su co~"
tenIdo en cada cultura. son eXtf'ciOrdinariamente dUl'ade-
do siempre actores sociales, incluso si tenemos dificultades '¡:a5:'"puesIO'Qlie-
son transmisibles y se inculcan muy pron- '

para descifrar su papel y los efectos de estos papeles en las to porIaeaucación y el entorno cuJtural, y se perpetúan a '
representaciones fundamentales de las categorías ancla~
~D!.~!.o~~
tos los men§aies
de lo cotidiano. : y señaIeSexplícitos e iml?líc!:."
..illos cuerpos, y la relación 'conceptual orientada se tra--
duce en desigualdad vivida.
. .
Una de Jas !unciones actuales de la antropología llama-
da de los sexos consiste en sacar a la luz los problemas .'
Categorías cognitivas, desigualdad, dominación. planteados por la dominación masculina. Se trata de un T'

trabajo más que legítimo y necesario, y de esto no hay nin-


Lo que choca, pese a las diversas disposiciones, son las guna duda. Pero. en cuanto. a. creer.qua el C9nocim4entQ
constantes. Aunque el papel de los actores sociales en la antropológico.de mecanismos- complejos pueda .infl~eJJ. ¡
las.decisiones políticas o de otra naturaleza,.manifiestQ,mis 1".
hora actual sea extremadamente importante en la minimi- dudas, por cuanto las situaciones objetjvasJl()_~cambiaJ1'lr: :.
zación de las diferencias vividas, sobre ,todo en las socieda- por simple loma de conciencia' o por decreto. ' "

des desarrolladas; aunque se asista a mutaciones profundas, Por supuesto que desempeñan un papel esencial los
tanto de origen técnico (las biotecnologías), como por la
«actores sociales», hombres y mujeres: se puede esperar,
"
2H

(HIl'S, \111 a\':..tnl'e h~,da IIJI~I i!!II;dtbd dv sexos cada \'~I


: 1I¡I\'or, <jUl' l'S la IL'ndl'ncia OhSl'1 ahle aduallllenk, tI; cual
/lO l'S Jli 11H1l\¡O IIll'noS de~.tkn.,hk, \' dda' hacl'rsl: 'jll:.ticia
:, 1:1 l'\'oJuci'lll po...ili\'a de I.IS sol'ieJ;,dcs \JCl idl'ntak< Pl'I'O
dud.. de qUl' se IIL-glll" jalll;is a \111.1 i!!ualdad lodiea en todos
l:Js ;ifllhilos, PUl'S ninguna sol'it'llad podría conslll.lirSl' sin
l'sll' l.'oll.junto dl' arllladuras cstlcdl;III\l'lIll' sold,.d"s entre
sí qUL' son la prohihidc'III llt.1 illt'l'slll, el rl'jwr!o svxu;d dc
las ¡area." una ('onlla kgal o n'coJlot'ida de uni,',n l'sl:lbk- y,
¡u'lado )'0, la \':del;('ia dill'r,'lIc;al de los seXIIS,
Esta l'on<,irucc;ÜJI 110 es dl'llIostrahk pero sí lIiUV pro-
k,bk', pueslo qUl' eslc elllralllado umcl'ptual halla su
tUl'IIIC l'n los datos illlllutahles 4llC lus homhrcs ohsel'\'~lIl
dc.,de sit'mpn', a sabl'l: Sil L'Ul'l'PO ~' su entorno. EntollCl'S
la dilicult..d mayor L'II el C:lllliJHI dc la igualdad cOllsiste ell
lb.. LOII la 1,;.I;II)('a 4u,' permiliría h.H:er salwr esas asocia-
1 101ll'S,

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