Sunteți pe pagina 1din 4

Cómo empezar una granja

4 partes: Planificar todo Terreno y clima Capital El final del principio

Comenzar una granja no es una tarea sencilla, pues implica muchas variables, tales como la ubicación, el método de trabajo,
el tipo de productos que quieres cultivar y las dimensiones de la granja. Existen muchas cosas que debes tener en cuenta e
incluso con esta guía sobre cómo empezar una granja, el resto dependerá de ti.

Parte
Planificar todo
1

1 Comienza a elaborar un plan. Desarrolla un plan de negocios, uno operacional y uno estratégico en papel antes
de que compres o comiences una granja.
Ten en cuenta dónde te encuentras, dónde quieres estar y cómo quieres llegar a ese punto. También es
importante tener en cuenta los demás objetivos personales y empresariales, así como los financieros y
comerciales.
Revisa y anota las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas tanto en lo concerniente a ti como en la
operación que deseas comenzar, así como la granja que planeas comprar o empezar desde cero.

2 Realiza un cálculo exhaustivo del costo de la granja. Necesitarás calcular el costo del terreno, el equipo y las
mejoras necesarias que deberás hacer antes de comenzar la operación. No existe un costo establecido para un
terreno o una cantidad fija necesaria para iniciar una granja, por lo que deberás prestar especial atención a dichos
precios en el lugar que hayas elegido. El equipo puede ser costoso, pero podrías tener la opción de adquirirlo con un
financiamiento o comprar uno usado.

3 Presta atención a tu situación financiera antes de que profundices demasiado en la opción que escogiste.
La agricultura requiere una inversión anual para mantener las operaciones. Algunos costos son por adelantado,
tales como la compra o el alquiler de un terreno, la compra del equipo y los fondos de respaldo hasta comerciar los
cultivos o el ganado. Otros costos que deberás cubrir anualmente son los siguientes:
Combustible y mantenimiento del equipo. Probablemente deberás comprar combustible diésel para las
cosechadoras y los tractores, aceite hidráulico, aceite de motor además de otros componentes que mantengan
la maquinaria en funcionamiento.
Semillas y fertilizantes necesarios para producir una cosecha. Deberás invertir en ellos cada año que siembres
y coseches.
Productos químicos para proteger los cultivos de los insectos, las enfermedades y las plantas invasivas o
malezas.
Recibos de los servicios públicos. Es casi seguro que necesitarás energía eléctrica para operar las bombas de
agua y el equipo de mantenimiento, tales como un compresor de aire y otras herramientas eléctricas, además
de la necesaria para tu casa y tu vida diaria.

4 Planifica trabajar en la granja un día laboral o ahorrar el dinero suficiente para financiar tu costo de vida
hasta que empieces a obtener ganancias. La agricultura no te brindará un salario semanal, sino hasta cuando
vendas el producto que hayas cosechado, lo que generalmente no obtendrás hasta el final de la temporada de cultivo.

Parte
Terreno y clima
2

1 Familiarízate con el terreno y el clima de los alrededores. El terreno es la base del método, el lugar y el tipo
de productos que cultivarás. Asimismo, el clima determina lo que podrás cultivar y la manera en que te afectará a
ti y a tu operación.

2 Evalúa las características topográficas del terreno. Un terreno montañoso es más adecuado para la crianza
de ganado que para la producción de cultivos, mientras que uno ondulante o llano es el más adecuado para esta
última.

3 Haz un agujero pequeño y recolecta muestras de alrededor de la granja. Puedes enviar las muestras a un
laboratorio para que se encargue de analizar el tipo de suelo (limo, arena o arcilla, o una combinación de
cualquiera de los dos o incluso los tres), la calidad (materia orgánica, contenido de carbono orgánico, nutrientes
[principalmente nitrógeno, fósforo, potasio y azufre], salinidad y nivel de pH). Un agujero en la tierra o incluso los datos
recopilados en estudios de suelos anteriores podrán indicarte la profundidad de los horizontes del suelo así como la
profundidad del primer horizonte (especialmente para los productores de cultivos), donde se albergará la mayor parte
de la masa radicular además de los nutrientes.
El suelo es sumamente importante para la producción de cultivos, pues si los resultados señalan que no es
adecuado y normal o si algunas investigaciones realizadas previamente indican que no es bueno para el
cultivo, tendrías que buscar un terreno mejor o un lugar donde puedas obtener mejores resultados.

4 Presta atención a la vegetación. En lo que respecta a la producción de cultivos, la vegetación circundante que
crece de manera salvaje en otros pastizales o a lo largo de los caminos no tiene importancia, porque tu objetivo
no es la crianza de ganado, sino la agricultura para la venta. No obstante, las granjas aledañas te darán una noción de
lo que puedes cultivar y también de lo que podría crecer en ese suelo. Algunas zonas no son tan adecuadas para el
cultivo de maíz en comparación con otras. Por otro lado, si prefieres plantar muchos árboles en tu terreno, una mejor
opción podría ser un huerto o una granja de árboles.
No obstante, en lo concerniente a la crianza de ganado, es importante tener en cuenta la vegetación
circundante especialmente si quieres tener pastizales con una multitud de especies de plantas y no solo
algunas que quieras sembrar. Por lo tanto, presta atención a las plantas nativas o voluntarias que crecen de
manera salvaje en el interior de la granja y alrededor de ella, desde los alrededores de los campos hasta las
zanjas e incluso lo que parece estar en crecimiento en los campos aledaños. Algunas de estas plantas pueden
ser malezas a las que debas vigilar.
Cualquier planta que crezca en un área de cultivo (o incluso pastizal) puede considerarse “maleza”.
Necesitarás estar preparado para reconocer el tipo de maleza que crece en la zona donde quieres comenzar
tu granja de modo que tengas una mejor adecuación para saber cómo lidiar con ella.

5 Habla con otros granjeros así como con el vendedor del terreno (si compras una granja en lugar de
heredarla de tus padres o abuelos) para informarte sobre los tipos de cultivos y plantas que crecen allí, el
periodo en que las siembran, las riegan y cosechan.
Si el terreno se usó únicamente como pastizal, realiza un análisis del forraje junto con la prueba del suelo,
especialmente en la recolección de heno para el ganado.

6 Ve a una oficina agrícola local (o institución similar en el lugar donde vives) para ver los diferentes
informes sobre las condiciones climáticas producidas en los últimos años en la zona donde planeas
establecer la granja.
Ten en cuenta que gran parte de esta información puede estar en Internet, pero si no puedes encontrar lo que
buscas, quizás debas consultar con alguien para que te brinde más información sobre las condiciones
ambientales de la zona.
Utiliza este método únicamente si no estás familiarizado con la ubicación, y antes o después de hablar
con el vendedor y algunos de los vecinos.

7 Infórmate sobre el historial climático de la zona de la granja. El clima es uno de los factores más importante
que afecta al funcionamiento de una granja debido a que influye en la producción, como cuándo debe cultivarse
antes de que un determinado cambio de estación llegue y te lo impida.
Los niveles de precipitación promedio y las temporadas con mayor probabilidad de que ocurra a lo largo del
año son los factores de mayor relevancia. Otra información climática que debes averiguar es la frecuencia y
los tipos de tormentas, el historial y frecuencia de las inundaciones y sequías, los días de cultivo y los de
heladas, los cambios estacionales (temporadas de lluvia o de sequía, o incluso las estaciones como
primavera, verano, otoño e invierno), la duración de los días, etc.
Incluso si vas a comenzar una granja en una zona con la que ya estás familiarizado, a veces volver a
familiarizarte con esta información puede ser de utilidad para el tipo de agricultura que planeas realizar.

Parte
Capital
3

1 Si la granja que vas a adquirir aún no tiene las instalaciones adecuadas, lo más probable es que
necesites planificar y construirlas para hacer de la granja el lugar que esperas. No obstante, en ocasiones,
muchas construcciones quizás solo necesiten reparaciones y otras una reconstrucción debido a su estado de
decrepitud y antigüedad que no permite un uso adecuado.
Si planeas hacer un huerto o cultivar frutas o verduras, asegúrate de contar con las máquinas necesarias para
sembrar, cuidar y cosechar tus cultivos. En este caso, maquinarias como los tractores son muy importantes.
Por otro lado, si vas a comprar una granja donde vayas a criar ganado, tendrás que hacerte cargo de las
edificaciones, así como de las cercas, las instalaciones para el cuidado del ganado, las fuentes de agua y los
lugares de alimentación. Probablemente debas cambiar la distribución de las zonas actuales, poner cercas
nuevas, renovar los pastizales o crear un hábitat más silvestre que haya sido degradado con el pasar de los
años a causa de la mala gestión.

Parte
El final del principio
4

1 Ten en cuenta qué cultivos son más adecuados para ti, así como los tipos de fertilizantes, herbicidas y
pesticidas que debas usar en ellos. Prepárate para ser flexible y aprender a comprar los animales. Asegúrate
de comenzar con buenos animales y no con unos maltrechos. Lleva a cabo lo que planificaste y desarrollaste hasta
ahora, pues probablemente será lo que llevará tu negocio al éxito.

2 Sé responsable al elegir los animales que compres. Si vas a adquirir un rebaño de reproducción, lo ideal es
tener únicamente un macho intacto para varias hembras. Por ejemplo, un toro puede darse abasto fácilmente
para 50 vacas o vaquillas a la vez. Un jabalí puede encargarse de 20 cerdas, mientras que un carnero o ciervo puede
copular con 20 a 25 hembras. Si vas a comenzar con solo un grupo de vacas, ¡no compres un toro por cada una de
ellas! Esto también se aplica para los demás tipos de ganado. Es mejor optar por inseminar artificialmente a las únicas
2 o 3 vacas que compres o dejar que un toro copule con ellas. Esto también se aplica para cerdos, ovejas, cabras,
pollos, patos, gansos, caballos, entre otros.

3 Prepárate para las situaciones inesperadas. Siempre revisa tu plan de negocios y realiza cambios a medida
que surjan nuevas ideas, pensamientos y problemas.

Consejos

Infórmate sobre el mercado, ya sea el de ganado o granos. Determina el momento adecuado para comprar y vender, así como
a las personas con quienes negocias.
EMPIEZA CON ALGO PEQUEÑO Y HAZ LAS COSAS POCO A POCO. Si quieres evitar la bancarrota, no hagas todo lo que
planees en los primeros años. Llévalo a cabo en el trascurso de 5 años, o incluso 10. Si tienes un gran terreno, tal vez puedas
alquilar parte de él durante los primeros 5 años hasta que la otra parte haya alcanzado los objetivos que tenías en mente.
Si necesitas ayuda o consejos, no tengas miedo de pedírselo a alguien.
Ten mucho cuidado con la ley de Murphy: Todo lo que pueda salir mal, saldrá mal.
Siempre prepárate para lo inesperado. Durante el inicio de tu actividad agricultora, nunca sabes con qué te toparás a la vuelta
de la esquina.
No compres las máquinas más recientes y costosas que hay. Esta es una manera segura de endeudarte. Existen muchas
máquinas que puedes encontrar en subastas que suelen costar menos de lo que en realidad valen, dependiendo de las
personas que hacen una oferta y de cuántas lo hacen.
Establece un presupuesto antes de empezar y considera la posibilidad de solicitar un préstamo para iniciar la granja.
No des las cosas por sentado. Siempre ten en cuenta tus alrededores, tus acciones y tus sensaciones en un determinado
momento.

Advertencias

Tener un presupuesto es bueno para no sobrepasarse con los costos iniciales.


Los costos iniciales serán mayores que tus ganancias durante los primeros años del negocio. Por ello, mantenlos lo más bajos
posibles y no te sobrepases tanto del presupuesto.
No te abrumes con tantas cosas. Esto solo hará que renuncies o que te metas en muchos problemas con el banco e incluso
que cometas negligencia.

S-ar putea să vă placă și