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AUTORIDAD DE POLICIA-Competencia
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Magistrado Ponente
JUAN CARLOS HENAO PÉREZ
SENTENCIA
Dentro del proceso de revisión del fallo de tutela proferido por el Juzgado
Tercero Civil del Circuito de Pasto que confirmó la decisión de primera
instancia dictada por el Juzgado Cuarto Civil Municipal de Pasto, en la acción
de tutela instaurada por TELMEX Colombia S.A contra la decisión tomada por
el Inspector Tercero Civil de Policía de Pasto el 15 de octubre de 2009,
confirmada por el Secretario de Gobierno Municipal de la Alcaldía de Pasto
mediante Auto del 11 de noviembre de 2009.
I. ANTECEDENTES
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SUR LTDA, así como regresar todos los recaudos realizados por TELMEX, a
la empresa CABLENET SUR LTDA, para que lo continúe realizando esta
última empresa como lo venía haciendo y, normalizar la facturación
directamente realizada por CABLENET SUR LTDA como antes lo hacía, para
no propiciar conflictos que perjudiquen a los usuarios.
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2 Folio 47 del escrito de tutela. Cuaderno en el que se encuentra el expediente de segunda instancia en la
tutela.
3 Ibídem.
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CABLENET SUR LTDA por intermedio de apoderado judicial sostuvo que las
decisiones que definieron el proceso policivo no están incursas en ningún
defecto y por ende respetaron los derechos fundamentales de TELMEX
COLOMBIA S.A.
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Sostuvo finalmente que las decisiones proferidas por las autoridades de policía
fueron las más racionales y convenientes no sólo para las partes, sino para los
usuarios por las agresiones y presiones a que han venido siendo sometidos por
parte del operador TELMEX. Por tales razones, CABLENET SUR LTDA
solicitó a la Fiscalía la iniciación de acción penal en contra del citado operador,
además de estar preparándose otras acciones legales en su contra. De igual
forma TELMEX, solicitó se iniciaran acciones en contra de CABLENET SUR
LTDA ante la “Supercomercio, ante la CNTV y la de Arbitramento que está en
curso, por lo que no se ve para nada correcta la posición de Telmex de ocultar
la verdad y afirmar que no existe otro camino cuando eso es absolutamente
falso, de hecho denota una actitud desleal con la justicia”.
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Con citación doctrinaria del doctor Hernando Urrutia Mejía que comenta el
Código Nacional de Policía, señala que las autoridades de policía no tienen
competencia para proteger el derecho a la propiedad sino la posesión y la
tenencia, originadas en situaciones de hecho, pues su función es amparar el
ejercicio de los derechos en sus manifestaciones materiales, apreciables por los
sentidos, con la finalidad de mantener el statu quo, aunque a la postre pueda
resultar que el derecho que protege no es legítimo. Esta es la razón por la cual
el amparo policivo busca mantener las cosas en el estado en el que se
encuentren, mientras la judicatura estudia el fondo del asunto y resuelve el
conflicto.
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2. Impugnación.
Señala que existe una controversia de carácter comercial entre las citadas
empresas (TELMEX, Francisco Agreda como persona natural y CABLENET
SUR LTDA), que debe ser resuelta por la justicia ordinaria civil, pero que fue
presentada por la querellante ante las autoridades de policía con el fin de que
se le protegieran unos supuestos derechos reales derivados de la posesión de
unas redes.
Indica que las autoridades de policía eran competentes para conocer del trámite
de una querella de policía, pero lo ajeno a su competencia se concreta en que
decidió sobre una relación comercial que sólo el juez ordinario puede juzgarla,
cuyos efectos se traducen en que el operador de la señal tiene que coordinar la
facturación con la querellante y no puede ofrecer los servicios en la zona 1 de
Pasto, lo que evidencia la vulneración del debido proceso. Igualmente se
comprometió el derecho a la igualdad de la querellada, al imponérsele una
carga adicional que sus demás competidores no tienen, al poder construir
redes, vender y competir libremente en la zona 1 de Pasto. Señala que para el
momento en que CABLENET SUR LTDA radicó la querella policiva, dicha
acción ya había caducado en virtud del artículo 976 del Código Civil.
Afirma que TELMEX no tiene otro medio judicial rápido y efectivo, distinto a
la tutela que le proteja sus derechos fundamentales al debido proceso y a la
igualdad.
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En este sentido, el Inspector de Policía adoptó las medidas del caso, que “si
bien involucran afectación de aspectos comerciales o contractuales, ello es
accesorio, está inmerso en los actos de señorío que se venía ejerciendo sobre
los bienes. Se cumple el fin principal de conservarle la posesión de sus bienes,
de manera provisional, mientras la justicia ordinaria dirima la controversia
de fondo que se presenta entre las partes involucradas”.
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4 Según lo afirmado en el folio 5º del escrito recibido en sede de revisión el 21 de julio de 2010, en el 2008
CABLEPACÍFICO cambió su razón social a TELMEX HOGAR S.A. y luego en el 2009 a TELMEX
COLOMBIA S.A.
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5.1 Escrito de la tutela incoada por TELMEX HOGAR S.A., por intermedio de
apoderado judicial contra las decisiones del 15 de octubre de 2009 y del 11 de
noviembre de 2009, adoptadas respectivamente, por el Inspector Tercero de
Policía y por el Secretario de Gobierno Municipal de la Alcaldía de Pasto.
(Folio 1º del cuaderno 1).
5.6 Copia del Auto del 9 de diciembre de 2009 proferido por el Inspector
Tercero Civil de Policía de Pasto en donde se ordena que se cumplan las
órdenes impartidas, de lo contrario los infractores serían retenidos por la
policía por desacato. (Folio 92-99 del cuaderno 1).
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5.10 Copia del contrato de suministro CCS 0519, suscrito entre Cable Pacífico
S.A. y Francisco Javier Agreda Salazar (Folio 66 a 7, cuaderno 1A).
5.11 Copia del contrato de compraventa CCV 0519, suscrito entre Cable
Pacífico S.A. y Javier Agreda Salazar (Folio 76 a 80, cuaderno 1A).
5.13 Copia del expediente en el que consta el trámite que surtió la querella de
policía (folio 1 al 181 del cuaderno 2 y folio 1 al 468 del cuaderno 3).
5.15 Escritos dirigidos al Juez Tercero Civil del Circuito de Pasto, suscritos
por CABLENET SUR LTDA, mediante apoderado, el Inspector Tercero Civil
de Policía de Pasto y, por el Secretario de Gobierno Municipal de la Alcaldía
de Pasto, mediante los cuales solicitan confirmar la decisión proferida en
primera instancia en la acción de tutela (folio 141 a 162 del cuaderno 4).
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Los operadores de televisión por cable en la ciudad de Pasto son: Cable unión
de Occidente S.A.; Cablevista S.A.; EPM Telecomunicaciones S.A. E.S.P.;
Supercable Telecomunicaciones S.A., y, TELMEX HOGAR S.A.
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1. Competencia
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2.3.2 En segundo lugar, con el fin de abordar el fondo del asunto revisado por
la Sala, se estudiarán los siguientes temas: (i) aspectos generales del poder, la
función y la actividad de policía siguiendo la jurisprudencia reiterada de esta
corporación; (ii) el alcance del amparo policivo en los procesos de
perturbación de la posesión o de la simple tenencia de bienes en el
ordenamiento jurídico colombiano; (iii) el debido proceso en las actuaciones
policivas; (iv) la regulación estatal del servicio público de televisión y la
televisión cerrada o por suscripción; (v) la reserva judicial para la protección
de los derechos e intereses colectivos, y, (vi) naturaleza jurídica de la posesión
en las normas civiles vigentes. El análisis de los temas propuestos permitirá a
la Sala de Revisión precisar los elementos que componen la competencia
jurisdiccional atribuida excepcionalmente por la ley a las autoridades de
policía para tramitar y resolver solicitudes de amparo por perturbación de la
posesión o de la mera tenencia de bienes y de los derechos reales constituidos
sobre los mismos.
2.3.3 Una vez analizados los temas anunciados, entrará en tercer lugar la Sala
a solucionar el caso concreto, lo que equivale a verificar si las autoridades de
policía excedieron la competencia asignada por el ordenamiento jurídico al
definir el amparo policivo deprecado, esto es: (i) si se efectuó una apreciación
contraevidente del supuesto de hecho que analizaron, o (ii) si la decisión
estuvo fundamentada en las previsiones normativas pertinentes.
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5 La Corte afirmó: “Ahora bien, de conformidad con el concepto constitucional de autoridades públicas, no
cabe duda de que los jueces tienen esa calidad en cuanto les corresponde la función de administrar justicia y
sus resoluciones son obligatorias para los particulares y también para el Estado. En esa condición no están
excluidos de la acción de tutela respecto de actos u omisiones que vulneren o amenacen derechos
fundamentales, lo cual no significa que proceda dicha acción contra sus providencias. Así, por ejemplo,
nada obsta para que por la vía de la tutela se ordene al juez que ha incurrido en dilación injustificada en la
adopción de decisiones a su cargo que proceda a resolver o que observe con diligencia los términos
judiciales, ni riñe con los preceptos constitucionales la utilización de esta figura ante actuaciones de hecho
imputables al funcionario por medio de las cuales se desconozcan o amenacen los derechos fundamentales, ni
tampoco cuando la decisión pueda causar un perjuicio irremediable, (...)”. (negrilla fuera del texto).
6 En la sentencia T-079 de 1993, la Sala Tercera de Revisión de la Corte Constitucional confirmó un fallo de
tutela proferido por la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia, en el cual la Sala de Casación
Civil consideró que era evidente la vulneración del derecho fundamental al debido proceso de la accionante.
Manifestó la Sala Tercera en aquella ocasión: “Una actuación de la autoridad pública se torna en una vía de
hecho susceptible del control constitucional de la acción de tutela cuando la conducta del agente carece de
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fundamento objetivo, obedece a su sola voluntad o capricho y tiene como consecuencia la vulneración de los
derechos fundamentales de la persona (…) Se trata de un verdadero límite sustancial a la discrecionalidad de
los servidores públicos, quienes, en el desempeño de sus funciones, no pueden interpretar y aplicar
arbitrariamente las normas, so pena de abandonar el ámbito del derecho y pasar a patrocinar simple y
llanamente actuaciones de hecho contrarias al Estado de Derecho que les da su legitimidad (…) La decisión
revestida de las formalidades de un acto jurídico encubre una actuación de hecho cuando ésta obedece más a
la voluntad o al capricho del agente estatal que a las competencias atribuidas por ley para proferirla.”
(negrilla fuera del texto).
7 También se pueden citar las sentencias T-173 de 1993 (M.P José Gregorio Hernández), T-231 de 1994 (M.P.
Eduardo Cifuentes Muñoz); T-008 de 1998 (M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz).
8 M.P. Eduardo Montealegre Lynett.
9 Sentencia T-008 de 1998.
10 Ver al respecto las sentencias T-949 de 2003 y T-774 de 2004.
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5.4 Según lo visto, la habilitación constitucional (inciso tercero del art. 116)
para que la ley pueda atribuir excepcionalmente funciones jurisdiccionales a
las autoridades administrativas, de acuerdo con lo señalado por jurisprudencia
de esta corporación, se compone de los siguientes aspectos esenciales: (i)
representa una manifestación del principio de colaboración armónica y de
separación de funciones entre los poderes públicos, para la realización de los
fines del Estado (art. 113 de la Constitución)21; (ii) la medida es excepcional
y su carácter es restrictivo, en razón a que solamente pueden administrar
justicia las autoridades judiciales expresamente determinadas por la ley22.
Excepcionalidad que no equivale a esporádico o transitorio, sino al
rompimiento de la regla general, mediante la decisión del legislativo al
ponderar circunstancias especiales que ameritan que no sean los jueces quienes
administren justicia, sino que para ciertos casos lo haga la administración23;
iii) su reconocimiento implica que las decisiones proferidas, una vez agotados
los recursos procedentes, adquieren fuerza de cosa juzgada por ser un acto
emitido con base en una facultad jurisdiccional24 y por tanto se impone la
inimpugnabilidad mediante acciones judiciales diferentes a la tutela cuando se
incurra en defectos o irregularidades que vulneren o amenacen derechos
fundamentales25; iv) de ninguna manera puede otorgarse a la administración
competencia para adelantar la instrucción de sumarios ni para juzgar delitos,
pues esta potestad se ha asignado sustancialmente a los jueces, quienes son los
únicos autorizados para imponer pena privativa de la libertad, siguiendo el
principio de reserva judicial para limitar ese derecho fundamental26; v) la
atribución de competencias jurisdiccionales debe ser precisa, de modo que la
materia sobre la cual recaiga sea puntual, exacta, que no pueda extenderse ni
20 Cfr., Corte Constitucional, Sentencias C-592 de 1992, C-212 de 1999, C-037 de 1996. C-672 de 1999, C-
384 de 2000, C-1641 de 2000 y C-415 de 2002, entre otras.
21 Sentencia C-212 de 1994.
22 Sentencia C-1641 de 2000. En esa oportunidad se atendía la demanda de inexequibilidad formulada contra
disposiciones legales que otorgaban competencias judiciales a las Superintendencias de Valores, Bancaria y de
Sociedades.
23 Sentencia C-384 de 2000.
24 Sentencia C-1038 de 2002.
25 Sentencia C-384 de 2000.
26 Sobre la reserva judicial para imponer limitaciones a la libertad personal existe una rica jurisprudencia. Cfr.
entre muchas, las sentencias C-186 y C-163 de 2008 y C-479 y 951 de 2007.
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29 Al respecto, pueden consultarse, entre otras, las sentencias T-149 de 1998, T-878 de 1999, T-115 de 2004 y
T-091 de 2003.
30 Sentencias T-048/95, T-149/98, T-1023/05 y T-115/04, entre otras.
31 Sentencia T - 048 de 1.995 M. P. Antonio Barrera Carbonell.
32 El artículo 82 del Decreto 01 de 1984, modificado por el artículo 30 de la Ley 446/98, a su vez
recientemente modificado por el artículo 1° de la Ley 1107/2006, estipula lo siguiente: “Objeto de la
jurisdicción de lo contencioso administrativo. La jurisdicción de lo contencioso administrativo está instituida
para juzgar las controversias y litigios originados en la actividad de las entidades públicas incluidas las
sociedades de economía mixta con capital público superior al 50% y de las personas privadas que
desempeñen funciones propias de la distintos órganos del Estado. Se ejerce por el Consejo de Estado, los
tribunales administrativos y los juzgados administrativos de conformidad con la Constitución y la ley. // Esta
jurisdicción podrá juzgar, inclusive, las controversias que se originen en actos políticos o de gobierno. // La
jurisdicción de lo contencioso administrativo no juzga las decisiones proferidas en juicios de policía
regulados especialmente por la ley. // Las decisiones jurisdiccionales adoptadas por las salas jurisdiccionales
disciplinarias del Consejo Superior de la Judicatura y de los consejos seccionales de la judicatura, no tendrán
control jurisdiccional.” (subrayado fuera del texto).
Ahora bien, con la expedición de la Ley 1437 del 18 de enero de 2011, “Por la cual se expide el Código de
Procedimiento Administrativo y de los Contencioso Administrativo”, que según lo señalado en el artículo 309,
entrará a regir el 2 de julio de 2012, en los artículos 104 y 105, se reguló en su orden los asuntos de
competencia de la Jurisdicción de lo contencioso administrativo, así como las excepciones. Veamos: “Artículo
104. De la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo. La Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo
está instituida para conocer, además de lo dispuesto en la Constitución Política y en leyes especiales, de las
controversias y litigios originados en actos, contratos, hechos, omisiones y operaciones, sujetos al derecho
administrativo, en los que estén involucradas las entidades públicas, o los particulares cuando ejerzan
función administrativa.
Igualmente conocerá de los siguientes procesos:
1. Los relativos a la responsabilidad extracontractual de cualquier entidad pública, cualquiera que sea el
régimen aplicable.
(…)
Artículo 105. Excepciones. La Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo no conocerá de los siguientes
asuntos:
(…)
3. Las decisiones proferidas en juicios de policía regulados especialmente por la ley.
(…)”.
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6.3 En este sentido, el medio judicial idóneo y eficaz para lograr la protección
de los derechos fundamentales vulnerados o amenazados con las decisiones
proferidas por las autoridades de policía en los mencionados procesos, es la
acción de tutela. Medio de defensa judicial, se insiste, cuya procedencia, debe
seguir los criterios fijados por esta corporación para el enjuiciamiento
constitucional de las providencias judiciales35.
33 Sentencia T-443/93.
34 Sentencia T-061/02.
35 Sentencias T-061/02 y T-560 de 2009.
36 M.P. Jaime Córdoba Triviño.
37 Se refiere el requisito a que en caso de tratarse de una irregularidad procesal, ésta tenga incidencia directa
en la decisión que resulta vulneratoria de los derechos fundamentales.
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38 Ver entre otras las sentencias T-827 de 2003, M. P. Eduardo Montealegre Lynett; T-648 de 2005 M. P.
Manuel José Cepeda Espinosa; T-1089 de 2005.M. P. Álvaro Tafur Galvis; T-691 de 2005 M. P. Jaime
Córdoba Triviño y T-015 de 2006 M. P. Manuel José Cepeda Espinosa.
39 Sentencia T-570 de 2005. M. P. Clara Inés Vargas Hernández.
40 Sobre la procedencia de la acción de tutela como mecanismo transitorio, para evitar un perjuicio
irremediable, resultan relevantes las sentencias C-1225 de 2004, M. P. Manuel José Cepeda Espinosa; SU-
1070 de 2003, M. P. Jaime Córdoba Triviño; SU–544 de 2001 M. P. Eduardo Montealegre Lynett; T–1670 de
2000 M. P. Carlos Gaviria Díaz, y la T–225 de 1993 en la cual se sentaron la primeras directrices sobre la
materia, que han sido desarrolladas por la jurisprudencia posterior. También puede consultarse la sentencia T-
698 de 2004. M. P. Rodrigo Uprimny Yepes y la sentencia T-827 de 2003. M. P. Eduardo Montealegre Lynett.
41Ver sentencias T-441 de 2003 M.P. Eduardo Montealegre Lynett; T-742 de 2002. M.P. Clara Inés Vargas y
T-606 de 2004 M.P. Rodrigo Uprimny Yepes, entre otras.
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7.2.3 Así, puede proceder la acción de tutela contra una providencia judicial en
dos eventos: (i) cuando ante la vulneración ostensible de derechos
fundamentales mediante acciones u omisiones de los operadores jurídicos que
vulneren de manera grave o inminente tales derechos45, “no exista otro medio
de defensa judicial idóneo para proteger los derechos fundamentales
invocados y la actuación judicial acusada constituya una vía de hecho” o, (ii)
cuando se emplee “como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio
irremediable en materia de derechos fundamentales”46. Esta segunda hipótesis
tiene lugar especialmente, cuando a la fecha de presentación de la tutela aún
está pendiente alguna diligencia o instancia procesal, pero la protección
constitucional provisional se requiere de manera urgente para evitar el
perjuicio irremediable. En estos casos, naturalmente, la actuación
constitucional resulta generalmente transitoria.
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7.3 Inmediatez.
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7.5 Conclusión
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8.2.1 En este apartado la Sala analizará las normas pertinentes del Código
Nacional de Policía y del Código Departamental de Policía de Nariño, que
regulan el amparo policivo a la posesión o a la tenencia de bienes, así como la
jurisprudencia sobre el tema, contenida en las sentencias de esta corporación,
con la finalidad de establecer de manera clara y precisa el alcance de las
citadas normas, así como la competencia de los Inspectores de Policía para
conocer, tramitar y resolver esta clase de asuntos.
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sobre las querellas civiles de policía. De allí se deriva que los Inspectores de
Policía tengan la competencia para dirimir las querellas posesorias.
8.2.6 Además de lo anterior, debe precisarse que las normas que regulan los
trámites de los procesos de policía, particularmente las relacionadas con el
amparo a la posesión, no se agotan en el Código Nacional de Policía y en los
estatutos departamentales en esta materia. Recordemos que se trata de un
proceso civil de policía que tiene carácter análogo en su estructura a los
procesos que se siguen ante los jueces civiles, de donde surge la necesidad de
que las mencionadas normas deban complementarse con lo dispuesto en el
Código de Procedimiento Civil, de tal manera que se garanticen los derechos
fundamentales al debido proceso y a la defensa de los intervinientes en esa
clase de asuntos58.
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8.2.8 Debe recordarse igualmente que las medidas adoptadas por las
autoridades en ejercicio de la función de policía, tienen efecto inmediato
buscando evitar que se perturbe el orden y la tranquilidad pública. Medidas
que, se insiste, son de “carácter precario y provisional, cuya única finalidad
es devolver el statu quo mientras el juez ordinario competente para decidir
sobre la titularidad de los derechos reales en controversia, decide
definitivamente sobre ellos. Por esta razón, la doctrina ha afirmado que estas
decisiones hacen tránsito a cosa juzgada ´formal´.”60.
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8.3.3 Cabe precisar entonces que las autoridades de policía en sus actuaciones
surtidas con fundamento en sus facultades administrativas o excepcionalmente
jurisdiccionales en los procesos policivos, que les fueron asignadas, deben
respetar las garantías procesales y sustanciales que integran el derecho
fundamental al debido proceso, con la finalidad de garantizar la efectividad de
los principios, derechos y deberes que le asisten a las partes o a los
intervinientes en el proceso respectivo.
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8.4.5 En la ley se define la televisión como un servicio público que está sujeto
a la titularidad, reserva, control y regulación del Estado66 “cuya prestación
corresponderá, mediante concesión, a las entidades públicas a que se refiere
esta Ley, a los particulares y comunidades organizadas, en los términos del
artículo 365 de la Constitución Política” (art. 1º Ley 182 de 1995)67. Desde el
punto de vista técnico, “es un servicio de telecomunicaciones que ofrece
programación dirigida al público en general o a una parte de él, que consiste
en la emisión, transmisión, difusión, distribución, radiación y recepción de
señales de audio y video en forma simultánea”(inciso segundo art.1º ibídem),
que busca primordialmente “formar, educar, informar veraz y objetivamente y
recrear de manera sana”, en cumplimiento de las finalidades sociales “del
Estado, promover el respeto de las garantías, deberes y derechos
fundamentales y demás libertades, fortalecer la consolidación de la
democracia y la paz, y propender por la difusión de los valores humanos y
expresiones culturales de carácter nacional, regional y local” (art. 2º
ejusdem).
65 En la sentencia C-654 de 2003, sobre el concepto del espectro electromagnético, se dijo: “Para llevar a
cabo la emisión, transmisión y recepción de datos o informaciones los medios de comunicación requieren de
un soporte técnico que es el espectro electromagnético, definido como aquella “franja de espacio alrededor
de la tierra a través de la cual se desplazan las ondas radioeléctricas que portan diversos mensajes sonoros o
visuales” cuya importancia reside “en ser un bien con aptitud para transportar información e imágenes a
corta y larga distancia...” 65. De esta forma el espectro permite la expansión de las ondas hertzianas,
mediante las cuales se desarrollan los servicios de radiodifusión, televisión y las telecomunicaciones”.
66 Sobre el tema, puede consultarse, entre otras, la sentencia C-654 de 2003.
67 “por la cual se reglamenta el servicio de televisión y se formulan políticas para su desarrollo, se
democratiza el acceso a éste, se conforma la Comisión Nacional de Televisión, se promueven la industria y
actividades de televisión, se establecen normas para contratación de los servicios, se reestructuran entidades
del sector y se dictan otras disposiciones en materia de telecomunicaciones”.
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68 Términos utilizados en la Ley de comunicaciones de los Estados Unidos de 1934 con las modificaciones
introducidas por la Ley de Comunicaciones de 1996 de ese país. Texto traído por María Calvo Charro, en el
libro “La Televisión por Cable”. Ed. Jurídicas y Sociales S.A., Madrid, 1997 p. 7 y 76.
69 Ibídem.
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8.4.18 Ahora bien, en el caso que ocupa la atención de la Sala de Revisión, una
de las consideraciones que sirvió de fundamento para que las autoridades de
policía de Pasto accedieran al amparo policivo solicitado, consistió en que el
litigio entre la empresa querellante y la querellada estaba afectando a los
usuarios del servicio de televisión por suscripción, motivo por el cual a
continuación la Sala se referirá a la regulación constitucional y legal de la
protección de los derechos e intereses colectivos.
79 Ibídem.
80 Circular 017 del 23 de noviembre de 2007 de la Comisión Nacional de Televisión.
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8.5.3 Ahora bien, como quedó expuesto en el apartado 5º de este fallo, la ley
excepcionalmente puede asignar precisas atribuciones jurisdiccionales a
81 Respecto de las acciones populares, en el artículo 144 de la Ley 1437 de 2011 que entra en vigencia el 2 de
julio de 2012 se afirma que: “Cualquier persona puede demandar la protección de los derechos e intereses
colectivos para lo cual podrá pedir que se adopten las medidas necesarias con el fin de evitar el daño
contingente, hacer cesar el peligro, la amenaza, la vulneración o agravio sobre los mismos, o restituir las
cosas a su estado anterior cuando fuere posible.
Cuando la vulneración de los derechos e intereses colectivos provenga de la actividad de una entidad pública,
podrá demandarse su protección, inclusive cuando la conducta vulnerante sea un acto administrativo o un
contrato, sin que en uno u otro evento, pueda el juez anular el acto o el contrato, sin perjuicio de que pueda
adoptar las medidas que sean necesarias para hacer cesar la amenaza o vulneración de los derechos
colectivos.
Antes de presentar la demanda para la protección de los derechos e intereses colectivos, el demandante debe
solicitar a la autoridad o al particular en ejercicio de funciones administrativas que adopte las medidas
necesarias de protección del derecho o interés colectivo amenazado o violado. Si la autoridad no atiende
dicha reclamación dentro de los quince (15) días siguientes a la presentación de la solicitud o se niega a ello,
podrá acudirse ante el juez. Excepcionalmente, se podrá prescindir de este requisito, cuando exista inminente
peligro de ocurrir un perjuicio irremediable en contra de los derechos e intereses colectivos, situación que
deberá sustentarse en la demanda”.
82 Al respecto, en el artículo 15 de la Ley 472 de 1998 se indica “La jurisdicción de lo Contencioso
Administrativo conocerá de los procesos que se susciten con ocasión del ejercicio de las Acciones Populares
originadas en actos, acciones u omisiones de las entidades públicas y de las personas privadas que
desempeñen funciones administrativas, de conformidad con lo dispuesto en las disposiciones vigentes sobre la
materia.
En los demás casos, conocerá la jurisdicción ordinaria civil”.
55
Expediente T-2´635.345
83 Henao Pérez, Juan Carlos. “De tal Derecho, tal acción”. V Jornadas de Derecho Constitucional y
Administrativo. Los procesos ante las jurisdicciones constitucionales y de lo contencioso administrativo,
Bogotá. Ed. Universidad Externado de Colombia, 2005, p. 485-541.
84 Artículo 122 del Código Nacional de Policía.
85 Artículo 66 de la Ley 9ª de 1989, modificado por el artículo 2º de la Ley 810 de 2003.
86 Artículo 69 de la Ley 9ª de 1989.
87 Artículo. 132 del Código Nacional de Policía.
56
Expediente T-2´635.345
por suscripción en la zona uno de Pasto, razón por la cual enseguida se aludirá
al alcance de la posesión según las normas civiles vigentes.
(i) Los términos cosa y bien, así como la clasificación de bienes corporales
e incorporales en el Código Civil colombiano.
8.6.3 Los términos cosa y bien han despertado el interés del ser humano desde
tiempos muy remotos. La doctrina se ha ocupado en señalar que el concepto
“Cosa”, para los romanos se fundó en la idea de utilidad que pudiera prestar.
De allí que un objeto inútil no tendría la connotación de cosa88. En sentido
general, “cosa” es todo lo que existe en la naturaleza, exceptuando al ser
humano. Por tanto, todo ser corpóreo o incorpóreo, apropiable o inapropiable
por el género humano, que sea o no perceptible por los sentidos, debe
entenderse como “cosa”. Desde el punto de vista particular, todo aquello que
puede ser apropiado por el hombre se entiende por “cosa”89. En tanto que el
término “bien”, para el jurisconsulto romano Ulpiano, consistía en una cosa
provechosa, esto es, que hace feliz al hombre90.
88 Velásquez Jaramillo, Luis Guillermo. Bienes. Ed.Temis. Duodécima edición. Bogotá 2010, p. 1.
89 Sobre este mismo tema puede consultarse a Ternera Barrios, Francisco. La Realidad de los Derechos
Reales. Ed. Universidad del Rosario. Colección Textos de Jurisprudencia. Primera Edición, Abril de 2007.
90 Velásquez Jaramillo, Luis Guillermo. Bienes. Ed. Temis. Duodécima edición. Bogotá 2010, p. 4.
57
Expediente T-2´635.345
8.6.4 Como lo explica Edgar Iván León Robayo, en la época actual, “cosa” es
algo que existe y ocupa un lugar en la realidad, trátese de algo corporal o
espiritual, natural o artificial, real o abstracto y que posee cualidades que
permiten su diferenciación con otras entidades. En este orden, existen tres
categorías de cosas “las cuales corresponden a la realidad en la que se
encuentran: corporales, incorporales y virtuales”91. Según lo explicado por el
citado autor, las corporales se encuentran ubicadas en la tercera dimensión y
son perceptibles por los sentidos. Las incorporales se deben al plano
intelectual, se fundan en las ideas, son creadas y percibidas por la razón,
aparecen en virtud de un proceso cognoscitivo de creación y pueden basarse o
no en la realidad. Finalmente, la realidad virtual, que involucra elementos
intelectuales que son perceptibles por los sentidos, particularmente por la vista
y en algunas ocasiones por el oído al poner en funcionamiento elementos
informáticos. La última realidad mencionada surgió en 1960 a partir de la
evolución de la tecnología informática, la multimedia y el internet, que
permiten interactuar en el “ciberespacio”, mediante un computador u
ordenador de datos. “Se trata de un universo paralelo en el cual las personas
se encuentran, realizan negocios, adquieren bienes, reciben información,
crean comunidades, construyen ciudades e, incluso, manifiestan sus
sentimientos”92.
8.6.6 De otro lado, el Código Civil colombiano en el artículo 653 afirma que
“Los bienes consisten en cosas corporales o incorporales”. Las primeras,
“son las que tienen un ser real y pueden ser percibidas por los sentidos, como
una casa, un libro”; las segundas, “consisten en meros derechos, como los
créditos y las servidumbres activas”. Las cosas corporales de dividen en
91 León Robayo, Edgar Iván. La posesión de los bienes inmateriales. Revista de Derecho Privado. Ed.
Universidad de los Andes, vol. 36, Bogotá, 2005, p. 80 y 81.
92 Ibídem.
93 Velásquez Jaramillo, Luis Guillermo. Bienes. Edit. Temis. Duodécima edición. Bogotá 2010, p. 2.
94 Biondi, Biondo. Los bienes. Ed. Bosh, trad. Martínez Radio, Alfonso. Barcelona, 2003, p. 25, No 3. Citado
por Ternera Barrios, Francisco. La Realidad de los Derechos Reales. Ed. Universidad del Rosario. Bogotá,
2007, p. 28 y 29.
95 León Robayo, Edgar Iván. La posesión de los bienes inmateriales. Revista de Derecho Privado. Ed.
Universidad de los Andes, vol. 36, Bogotá, 2005, p. 82.
58
Expediente T-2´635.345
muebles e inmuebles (artículo 654 del C.C.); las cosas incorporales “son
derechos reales o personales” (artículo 664 del C.C.). Según lo expresado por
la doctrina, el Código Civil, confunde los términos “cosa” y “bien”,
conceptos que deben entenderse de la manera como se precisó en el punto
inmediatamente anterior.
8.6.8 De acuerdo con lo anotado, para que las cosas incorporales lleguen a
considerarse bienes inmateriales, deben poderse incorporar en un
patrimonio97, tener un precio en el mercado y satisfacer necesidades de los
individuos. De la misma forma, los bienes incorporales no se agotan en los
meros derechos reales y personales indicados en el Código Civil, por dos
razones básicas: en primer lugar, los ejemplos de bienes inmateriales es
enunciativo y no taxativo en el citado código, sin que ello signifique
necesariamente que los enlistados por el Estatuto Civil correspondan a dicho
catálogo98; en segundo lugar, por esa misma razón, en ese tipo de bienes
pueden clasificarse aquellos que se originan en una realidad bien sea
intelectual, verbi gratia, derechos de autor y propiedad industrial, o virtual –
aplicaciones en la web, sofware de protección de sistemas operativos de datos
y de archivos-99. Mientras que las cosas incorporales son el género, los bienes
inmateriales son una especie de aquellas, y será sobre estos en los que recaerán
96 León Robayo, Edgar Iván. La posesión de los bienes inmateriales. Revista de Derecho Privado. Ed.
Universidad de los Andes, vol. 36, Bogotá, 2005, p. 82.
97 Sobre el tema mencionado, Arturo Valencia Zea y Álvaro Ortiz Monsalve, en la obra Derecho Civil,
Derechos Reales, Décima Edición, Tomo II, ed. Temis, Bogotá 1999, p.10, afirman que “Al derecho solo
interesan las cosas susceptibles de apropiación, ya por parte de las personas jurídicas de derecho público, ya
por las personas de derecho privado o las físicas (…). También son cosas las que pertenecen al Estado,
aunque estén sustraídas al ´libre comercio jurídico (…)”.
98 Según lo indicado por Francisco Ternera Barrios en el libro la Realidad de los Derechos Reales, página
102, cuando el Código Civil en los artículos 653 y 664 alude, en su orden, a que son incorporales los bienes
que consisten en meros derechos como los créditos y las servidumbres activas y a que las cosas incorporales
son derechos reales y personales, con esta calificación se confunde el derecho con el objeto del derecho.
99 La Decisión Andina 351 de 1993 que regula el régimen común sobre derechos de autor y derechos conexos,
en el artículo 23 establece que “Los programas de ordenador se protegen en los mismos términos que las
obras literarias. Dicha protección se extiende tanto a los programas operativos como a los programas
aplicativos, ya sea en forma de código fuente o código objeto”.
59
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100 León Robayo, Edgar Iván. La posesión de los bienes inmateriales. Revista de Derecho Privado. Ed.
Universidad de los Andes, vol. 36, Bogotá, 2005, p. 85.
101 León Robayo, Edgar Iván. La posesión de bienes inmateriales. Revista de Derecho Privado. Ed.
Universidad de los Andes, vol. 36, Bogotá, 2005. p. 90.
60
Expediente T-2´635.345
8.6.13 Por su parte, para Ihering, la teoría de Savigny era impracticable porque
probar un estado de espíritu como el animus dominio era imposible. Propuso
entonces una teoría alternativa que llamó objetiva (contra la teoría subjetiva de
Savigny) en la cual el animus se prueba naturalmente en el corpus, se
encuentra implícito en el poder que ejerce sobre la cosa. O sea que en la
práctica no se puede distinguir entre poseedor y mero tenedor, lo cual lleva a
que ambos son protegidos. El elemento intencional según Ihering no es un
ánimo de comportarse como señor y dueño, de donde se infiere que solamente
la consciencia de poseer no sirve para diferenciar la posesión de la mera
tenencia sino la posesión y la simple yuxtaposición -relación de lugar o de
proximidad material entre una persona y una cosa que no tiene significación
jurídica-. “La significación jurídica se produce cuando la persona establece
una relación exterior, reconocible, con la cosa, convirtiendo la pura relación
de lugar en una relación de posesión”105. A su juicio, el poder físico sobre
los objetos animados o inanimados no toma el carácter de posesión, sino
cuando el poder jurídico correspondiente es la propiedad. Su teoría posesoria la
basó en el siguiente postulado: “la imitación de la propiedad en su
manifestación exterior normal: la posesión en la exterioridad, la visibilidad de
la propiedad”106. La posesión así entendida es “exterioridad o visibilidad de
la propiedad”107.
102 Sobre el tema, M.F.C. de Savigny. Tratado de la Posesión. Ed. Comares, S.L. Granada. 2005. p. 134,
señala: “Toda adquisición de la posesión reposa sobre un acto corporal (corpus factum) acompañado de una
voluntad determinada (animus). El hecho debe ser de tal naturaleza que ponga al que ha de adquirir la
posesión en estado de tratar la cosa según su voluntad y con exclusión de cualquier otro, esto es, en
disposición de ejercer el derecho de propiedad (…)”.
103 M.F.C. de Savigny. Tratado de la Posesión. Edt. Comares, S.L. Granada. 2005. p. 163.
104 Ibídem, p. 183. En los mencionados casos, según Savigny, jamás se transmite la posesión jurídica con la
detentación. Según este doctrinante: “Todos esos casos tienen de común que el poseedor actual no pierde por
la transmisión su jus posessionis, y que aquel a quien se hace la transmisión no la adquiere, y no hace más
que ejercer, en calidad de representante, la posesión de otro”.
105 Von Ihering, Rudolf. Teoría de la Posesión. Edit. Leyer. Bogotá. 2008. p. 153.
106 Ibídem. p. 90.
107 Ibídem. p. 137.
61
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108 Valencia, Zea. Arturo y Ortiz, Monsalve. Álvaro, en la obra Derecho Civil, Derechos Reales. Edit. Temis
S.A. Bogotá.1999. p. 36.
109
Articulo 854 del Código Civil Alemán establece que la posesión se adquiere por “poder de hecho o control
sobre la cosa”.
110 León Robayo, Edgar Iván. La posesión de los bienes inmateriales. Revista de Derecho Privado. Ed.
Universidad de los Andes, vol. 36, Bogotá, 2005, p. 100.
111 Ibídem. Pág. 101.
112 Peña Quiñónez, Ernesto. Los Derechos Reales y la Posesión. Ed. Pontificia Universidad Javeriana. 1992.
p.116.
113 León Robayo, Edgar Iván. La posesión de los bienes inmateriales. Revista de Derecho Privado. Ed.
Universidad de los Andes, vol. 36, Bogotá, 2005. p.98.
62
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114 Ternera Barrios, Francisco. La Realidad de los Derechos Reales. Ed. Universidad del Rosario. Bogotá
2007. P.266.
115 Ibídem. p. 266.
116 Valencia Zea, Arturo y, Ortiz Monsalve, Álvaro. Derecho Civl, Derechos Reales. Ed. Temis. Bogotá.
1999. p. 40.
117 A este respecto, el artículo 2236 del Código Civil indica que mediante el contrato de depósito se “confía
una cosa corporal a una persona que se encarga de guardarla y restituirla en especie (…)”, pero el “mero
depósito no confiere al depositario la facultad de usar la cosa depositada sin el permiso del depositante (…)”,
según lo señala el artículo 2245 del mismo Estatuto Civil.
118 De acuerdo a lo sostenido por Yiannopoulos. 51 Revista de Derecho de Louisiana 523 (1991). Pág. 525,
según Ihering, se detenta la cosa sin poseerla, cuando la causa de la posesión (possessionis causa) es de
naturaleza que implica el ejercicio de control físico sobre una cosa en nombre de otra persona. Tomado del
texto “Conceptos y Recursos de la Ley de Posesión”. Raffaele
Caterina.Páginaweb.http://www.docstoc.com/docs/40977828/A-recent-controversy-about-possession-in-Scots-
law-revives.
119 Al respecto, Rudolf Von Ihering, Teoría de la Posesión. Edit. Leyer. Bogotá. 2008. Pág. 154, expresa: “El
interés en la posesión obra en la posibilidad de hecho que procura de usar de una cosa para las necesidades
63
Expediente T-2´635.345
humanas. La posesión no es un fin en sí misma (Selbstzweck), sino un medio para un fin; constituye la
condición de hecho en virtud de la cual son posibles los tres modos de usar la cosa, utilizándola para las
necesidades humanas y comprendiendo, por tanto, todo el contenido sustancial de la propiedad; el uti, frui,
consumere, en las dos formas en que puede ser aplicada. La posesión, jamás puede ser fin en sí misma, no
tiene como tal valor alguno económico, y sólo adquiere éste en cuanto permita realizar otra cosa que tiene un
valor económico también”.
120 Rudolf Von Ihering, en la citada obra, página 156, afirma: “La forma dada, bajo la cual la persona
manifiesta su voluntad dirigida hacia la cosa, consiste en que la tome para sí, es decir, en poner en relación
con ella (con la persona) a la cosa de un modo exclusivo y exteriormente reconocible. Carácterízase
positivamente la relación así establecida, por la posibilidad asegurada de hecho, de obrar por sí misma sobre
la cosa y negativamente por la exclusión de todos los demás, para obrar a su vez respecto de la cosa misma”.
121 Sobre el tema, en la obra La Posesión de Bienes Muebles de R. Saleilles. Ed. Revista de Derecho Privado.
Serie B.-Tomo III. Madrid. 1927, Pág. 57, traducción de José Castán Tobeñas, se indica: “Hay únicamente
detentación subordinada cuando el contacto material o la relación de hecho con la cosa, por razón del
vínculo jurídico que de aquéllos se desprende, no implica iniciativa personal alguna y, por consiguiente, no se
manifiesta, digámoslo así, más que como forma de ejercicio y medio e realización de la posesión de otro: el
detentador es un instrumento de posesión ajena; la detentación es la prolongación y la manifestación pura y
simple de la posesión de otro. Por el contrario, el poseedor ejercita un señorío personal que encierra dos
grados de independencia respecto a otro, bien sea que no esté al servicio de ningún interés distinto al del
titular actual, o bien envuelva, juntamente con el fin personal del que lo ejercita, una función de intermediario
y de conservación respecto a otro, y del señorío que, a consecuencia de la relación jurídica reconocida por el
detentador, conserva dicha otra persona respecto a la cosa misma”.
122 Artículo 777 del Código Civil colombiano expresa: “El simple paso del tiempo no muda la mera tenencia
en posesión”.
123 Ternera Barrios, Francisco. La Realidad de los Derechos Reales. Ed. Universidad del Rosario. Bogotá
2007. P.269. Puede consultarse igualmente a Peña Quiñónez, Ernesto. Los Derechos Reales y la Posesión. Ed.
Pontificia Universidad Javeriana. 1992. Pág. 150.
124
Artículo 2228 del Código Civil francés que se encuentra disponible para consulta en la página www.
legifrance.gouv.fr/html/codes_traduits/civestxt.htm#Capítulo II: De la posesión.
125
Ver Ripert et Boulander, Derecho Civil, Derechos Reales (Vol.6), p.107: “esta definición es defectuosa
(...)” porque “se corre el riesgo de crear una confusión apelando a la noción de tenencia”.
64
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126 Aubry et Rau, Droit civil, Les Biens, p.116., en donde se lee: “lorsqu’une personne tient de fait une chose
sous sa puissance sans avoir l’intention de la soumettre à l’exercice d’un droit réel, ce fait prend plus
particulièrement le nom de détention. C’est le cas, en particulier, d’un locataire ou fermier. (...). Lorsqu’une
personne tient une chose sous sa puissance avec l’intention de la soumettre à l’exerice d’un droit de propriété
(animo sibi habendi), ce fait constitue la possession proprement dite, dans le sens juridique du mot”. Aparte
que traduce: “cuando una persona tiene de hecho (o de facto) una cosa en su poder sin la intención de
someterla al ejercicio de un derecho real, este hecho toma particularmente el nombre de detención. Es el caso
en particular de un colono o granjero (quien administra una finca y da una parte del beneficio al propietario).
(...). Cuando una persona tiene una cosa en su poder con la intención de someterla al ejercicio de un derecho
de propiedad (animo sibi habendi), este hecho constituye la posesión propiamente dicha en el sentido jurídico
de la palabra”.
127 Diccionario Jurídico en el que se afirma: “La possession est un rapport de fait entre une chose et une
personne, par lequel cette personne a la possibilité d’accomplir sur cette chose des actes, qui, dans leur
manifestation extérieure, correpondent à l’exercice volontaire d’un droit, qu’elle soit ou non titulaire de celui-
ci”. Texto que traduce: “la posesión es una relación de hecho entre una cosa y una persona por medio de la
cual esa persona tiene la posibilidad de realizar actos sobre dicha cosa, que en su manifestación externa,
corresponden al ejercicio voluntario de un derecho como si se tratara del titular del mismo”.
128 El diccionario jurídico de Cornu da una definición equivalente: “pouvoir de fait consistant à exercer sur
une chose des prérogatives correspondant à un droit rél autre que la propriété (...) avec l’intention de
s’affirmer titulaire de ce droit”. mientras define el corpus como un: “terme latin désignant l’élément matériel
qui, associé à l’animus domini constitute la possession et qui consiste dans l’accomplissement, sur la chose
possédée, d’actes matériels comparables à ceux d’un propriétair: actes d’usage, d’exploitation, de
jouissance”. Texto que en su traducción, significa: “poder de hecho (o de facto) que consiste en ejercitar en
una cosa unas prerrogativas correspondientes a un derecho real diferente de la propiedad (...) con la
intención de confirmarse como titular de ese derecho.” mientras define el corpus como un: “término latín que
significa el elemento material que, asociado con el ánimus domini constituye la posesión y que consiste en la
realización en la cosa poseída de actos materiales similares a los de un propietario: actos de uso, de
explotación, de provecho”. Para MARTY, RAYNAUD, Droit Civil, Les Biens, Sirey, Paris, 1961, p. 20: “Au
départ, la possession sous ses divers aspects se caractérise comme une activité, un pouvoir de fait”. Al
traducir que “Inicialmente, la posesión en sus diversos aspectos se caracteriza por ser una actividad, un poder
de facto (o de hecho)”.
65
Expediente T-2´635.345
8.6.21 Ahora bien, en el derecho italiano se define la posesión como: “el poder
sobre la cosa que se manifiesta sobre una actividad que corresponde a la
propiedad o a otros derechos reales129”. Concepto que es similar al utilizado
por el derecho francés. El animus posidendi, o la voluntad de ejercer la
posesión sobre un bien, no aparece simplemente como voluntad subjetiva o
interna, sino que es susceptible de exteriorizarse, de objetivarse, de percibirse
por los demás. En esos dos sistemas, se nota una flexibilización del sistema
subjetivo absoluto de Savigny. De esta manera, el animus no actúa
simplemente como un elemento interno o psicológico sino que debe
exteriorizarse en el corpus. Se puede observar entonces que la crítica objetiva
de Ihering fue entendida tanto en Francia como en Italia y de hecho en esos
países el corpus y el animus no son tan distintos como parecen.
129
Art. 1140 del Código Civil de Italia. “Possesso. Il possesso e il potere sulla cosa che si manifesta in
un'attività corrispondente all'esercizio della proprietà o di altro diritto reale. Si può possedere direttamente o
per mezzo di altra persona, che ha la detenzione della cosa”. Texto que traduce: “La posesión es el poder
sobre la cosa que se manifiesta sobre una actividad que corresponde a la propiedad o a otros derechos
reales”.
130 Artículo 360 del Código Civil de Puerto Rico. Consulta realizada el 16 de marzo de 2011 en la página web
http://www.lexjuris.com/LEXLEX/lexcodigoc/lexposesion.htm.
131 Al respecto, puede consultarse “Conceptos y Recursos de la Ley de Posesión”. Raffaele Caterina.Página
web.http://www.docstoc.com/docs/40977828/A-recent-controversy-about-possession-in-Scots-law-revives.
132
Van der Merwe, The Law of Things . 1993. Pág. 66 y ss, en donde se lee : “The latest approach in
textbooks on property law is to refrain from giving a single comprehensive definition of possession since, it is
argued, the content thereof depends on the particular consequence or function one has in mind”. (La última
aproximación de los libros sobre propiedad es impedir dar una única definición de posesión. Se argumenta
que su particular contenido depende de la función que respecto de ella se tenga en mente). (Kleyn). “The
content of possession depends on the particular consequence of function that one has in mind”. (El contenido
de la posesión depende de la consecuencia particular de la función que se tenga en mente).
66
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133 Peña Quiñónez, Ernesto. Los Derechos Reales y la Posesión. Ed. Pontificia Universidad Javeriana. 1992.
Pág.117 a 119.
134 Citado por Von Ihering, en la obra la Teoría e la Posesión. Edit. Temis. Bogotá. 2008. Pág. 154.
67
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(iii) El objeto de la posesión o bienes sobre los cuales puede recaer esta
institución y su restricción respecto de los bienes de uso público y los
bienes públicos.
135 M.F.C. de Savigny. Tratado de la Posesión. Edt. Comares, S.L. Granada. 2005. Pág. 308.
136 Ibídem. ps. 77 y 78.
137 Ibídem. p. 311.
138 Artículo 461 del Código Civil de España. “La posesión de la cosa mueble no se entiende perdida mientras
se halle bajo el poder del poseedor, aunque éste ignore accidentalmente su paradero”.
139 Artículo 462 ibídem. “La posesión de las cosas inmuebles y de los derechos reales no se entiende
perdida, ni transmitida para los efectos de la prescripción en perjuicio de tercero, sino con sujeción a lo
dispuesto en la Ley Hipotecaria”. Consulta realizada el 14 de marzo de 2011 en la página de Internet
http://civil.udg.es/normacivil/estatal/CC/2T5.htm.
140 Artículo 431 del Código Civil de España“La posesión se ejerce en las cosas o en los derechos por la
misma persona que los tiene los disfruta, o por otra en su nombre”. Al respecto, los artículos 432 y 437,
establecen en su orden: “La posesión en los bienes y derechos puede tenerse en uno de dos conceptos: o en el
de dueño, o en el de tenedor de la cosa o derecho para conservarlos o disfrutarlos, perteneciendo el dominio a
otra persona”, y, “Sólo pueden ser objeto de posesión las cosas y derechos que sean susceptibles de
apropiación”.
68
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141 Artículos 361 y 362 del Código Civil de Puerto Rico, que disponen, respectivamente: “La posesión se
ejerce en las cosas o en los derechos por la misma persona que los tiene y los disfruta, o por otra en su
nombre”, y, “La posesión en los bienes y derechos puede tenerse en uno de dos aspectos: o en el de dueño, o
en el de tenedor de las cosas o derechos para conservarlos o disfrutarlos, perteneciendo el dominio a otra
persona”.
142 Artículo 2400. “Todas las cosas que están en el comercio son susceptibles de posesión. Los bienes que no
fueren cosas, no son susceptibles de posesión”. Consulta realizada el 14 de marzo de 2011 en la página
http://www.jusneuquen.gov.ar/share/legislacion/leyes/codigos/codigo_civil/CC_art2351a2467.htm.
143 Art.1917 del Código Civil de Paraguay.“Todas las cosas que están en el comercio, son susceptibles de
posesión. No lo serán los bienes que no fueren cosas, salvo disposiciones de este Código”. Consulta realizada
el 15 de marzo de 2011, en la página http://www.gratisweb.com/dya/cc/CC_1909_1952.txt.
144 Artículo 5.32 del Código Civil de México- “Sólo pueden ser objeto de posesión los bienes y derechos que
sean susceptibles de apropiación”. Consulta realizada el 15 de marzo de 2011 en la página web:
http://www.cddiputados.gob.mx/POLEMEX/leyes/Ley03.html.
145 “Los que no pueden administrar libremente lo suyo, no necesitan de autorización alguna para adquirir la
posesión de una cosa mueble, con tal que concurran en ello la voluntad y la aprehensión material o legal;
(…)”.
146 “Si la cosa es de aquéllas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el registro de instrumentos
públicos, nadie podrá adquirir la posesión de ellas (sic) sino por este medio”.
147 “La posesión de la cosa mueble no se entiende perdida mientras se halla bajo el poder del poseedor,
aunque este ignore accidentalmente su paradero”.
148 Artículo 948.“Los derechos reales pueden reivindicarse como el dominio, excepto el derecho de herencia.
Este derecho produce la acción de petición de herencia, de que se trata en el Libro 3º”.
149 Artículo 2518.- “Se gana por prescripción el dominio de los bienes corporales, raíces o muebles, que
están en el comercio humano, y se han poseído con las condiciones legales (…)”.
150 Artículo 2533 (modificado por el artículo 7º de la Ley 791 de 2002) del Código Civil se señala que “Los
derechos reales se adquieren por prescripción de la misma manera que el dominio, y están sujetos a las
mismas reglas, salvo las excepciones siguientes:
1º. El derecho de herencia se adquiere por la prescripción extraordinaria de diez (10) años.
2º. El derecho de servidumbre se adquiere según el artículo 939”.
69
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8.6.31 De lo expuesto se infiere que no hay pues dificultad para admitir que se
pueden poseer bienes corporales. La situación se complica cuando se está en
presencia de bienes incorporales o inmateriales, debido a que como se ha visto,
la posesión necesita del “corpus”, es decir, la relación de hecho sobre el bien y
la realización de actos de uso o provecho sobre el mismo, ya que por su misma
naturaleza originada en la realidad ideal o intelectual y virtual, no tienen un
cuerpo y por ello requieren de una regulación legal que los convierta en
objetos jurídicos sobre los cuales pueden recaer derechos patrimoniales.
151 Ternera Barrios, Francisco. La Realidad de los Derechos Reales. Ed. Universidad del Rosario. Bogotá
2007.P. 260.
152 Señala León Robayo, Edgar Iván, en la obra La posesión de los bienes inmateriales, p. 106, al citar a
Arteaga.
153 Ibídem. León Robayo, Edgar Iván, en la obra La posesión de los bienes inmateriales p. 107
154 Milicíades Cortés. La posesión. Bogotá. Temis, 1999.
155 Dentro de los doctrinantes contemporáneos que rechazan la idea de la posesión sobre cosas intangibles se
encuentra Arturo Valenciana Zea, quien a pesar de reconocer la semejanza entre las acciones posesorias
protegiendo la posesión de bienes corporales y las acciones protegiendo los derechos de propiedad intelectual,
destaca que “nunca podrá existir correspondencia exacta entre la protección que se da al “poder de hecho
sobre cosas” y la que se otorga al “poder de hecho sobre objetos inmateriales”.
70
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156 Valencia Zea, Arturo y Ortiz Monsalve, Álvaro. Derecho Civil, Derechos Reales. Ed. Temis. Bogotá.
Tomo II, Décima Edición. 1999. p. 39.
157 Lacruz Berdejo, José Luis y otros. Elementos de Derecho Civil: Derechos Reales. Volumen III Ed. Libros
Dykinson. Madrid. 2003.
158 A este respecto, el artículo 665 del Código Civil define los derechos reales como aquellos que “tenemos
sobre una cosa sin respecto a determinada persona”. La misma norma clasifica dentro de tales derechos al
“dominio, el de herencia, los de usufructo, uso o habitación, los de servidumbres activas, el de prenda y el de
hipoteca (…)”. En el mencionado código se alude a la posesión de algunos de tales derechos. Por ejemplo, el
artículo 757 del Código Civil expresa: “En el momento de deferirse la herencia, la posesión de ella se confiere
por ministerio de la ley al heredero, pero esta posesión legal no lo habilita para disponer en manera alguna
de un inmueble (…)”. De la misma forma el artículo 783 de la mencionada normativa señala que, “La
posesión de la herencia se adquiere desde el momento en que es deferida, aunque el heredero lo ignore
(…)”.En similar sentido, el artículo 941 del Código Civil dispone que “El título o la posesión de la
servidumbre por el tiempo señalado en el artículo 939, determina los derechos del predio dominante y las
obligaciones del predio sirviente”. Así mismo, el artículo 945 del Estatuto Civil, dispone que “Se puede
adquirir y perder por la prescripción un modo particular de ejercer la servidumbre, de la misma manera que
podría adquirirse o perderse la servidumbre misma”. También indica el artículo 948 del mismo Estatuto Civil
que “Los derechos reales pueden reivindicarse como el dominio, excepto el derecho de herencia. Este derecho
produce la acción de petición de herencia, de que se trata en el Libro 3º. Por su parte, en el artículo 2533
(modificado por el artículo 7º de la Ley 791 de 2002) del Código Civil se señala que “Los derechos reales se
adquieren por prescripción de la misma manera que el dominio, y están sujetos a las mismas reglas, salvo las
excepciones siguientes:
1º. El derecho de herencia se adquiere por la prescripción extraordinaria de diez (10) años.
2º. El derecho de servidumbre se adquiere según el artículo 939”.
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159 Valencia, Zea, Arturo y Ortiz, Monsalve Álvaro Arturo. Derecho Civil. Derechos Reales, Tomo II.
Décima Edición. Ed. Temis. Bogotá, 1999. p. 9. Clasificación que según los autores, se debe a la confusión en
la que incurrieron los juristas romanos, respecto del derecho a la propiedad y la cosa que le sirve de objeto. En
la página 39 de la misma obra citada, destaca que “Los juristas romanos refirieron toda la institución de la
posesión al ejercicio de la propiedad sobre cosas. Si bien es verdad que la quasi posessio se refirió a los
poderes de hecho que correspondían a los derechos reales desmembrados de la propiedad, no obstante recaía
siempre sobre cosas”.
160 Aunque el artículo 1634 del Código Civil indica que “ (…) El pago de buena fe a la persona que estaba
entonces en posesión del crédito, es válido, aunque después aparezca que el crédito no le pertenecía”.
161 Estos derechos son definidos en el artículo 666 del Código Civil como “los que solo pueden reclamarse
de ciertas personas que, por un hecho suyo o la sola disposición de la ley, han contraído las obligaciones
correlativas; como el que tiene el prestamista contra su deudor por el dinero prestado, o el hijo contra el
padre por alimentos. De estos derechos nacen las acciones personales”. Derechos cuya tradición se “verifica
por la entrega del título, hecha por el cedente al cesionario”, según lo indicado por el artículo 761 del mismo
estatuto.
162 Como se precisa en el siguiente pie de página, en esta clase de bienes el Código Civil ubica los derechos
de autor. Sin embargo, la propiedad industrial puede ser catalogada como bien incorporal, compuesta por
signos distintivos (marcas, lemas comerciales, nombres comerciales, nombres de dominio en Internet, y,
enseñas) e invenciones industriales (patentes de invención y diseños industriales), temas regulados en la
Decisión 486 de 2000 de la Comunidad Andina de Naciones, reglamentada por el Decreto 2591 de 2000 y por
la Resolución 210 de 2000, como lo enseña Francisco Ternera Barrios en su obra “La Realidad de los
Derechos Reales”, páginas 106 a 112. Para el mismo autor, el establecimiento de comercio, está compuesto
por un conjunto de bienes organizados por el empresario para concretar o realizar los fines de la empresa (art.
515 C.Co), dentro de los cuales se encuentran bienes incorporales, como los diversos signos distintivos
(nombre comercial y nombres de productos y de servicios) y las invenciones industriales (art. 516 nums. 1 y 2
del C. Co).
163 En el artículo 671 del Código Civil, se indica que “Las producciones del talento o del ingenio son una
propiedad de sus autores. Esta especie de propiedad se regirá por leyes especiales”. La Ley 23 de 1982,
reguló la protección a los autores de obras literarias, científicas y artísticas. Con la entrada en vigencia de la
Constitución de 1991, en su artículo 61 se señaló que “El Estado protegerá la propiedad intelectual por el
tiempo y mediante las formalidades que establezca la ley”. Posteriormente la Ley 44 de 1993 adicionó y
modificó la Ley 23 de 1982. La decisión Andina 351 de 1993 establece el régimen común sobre derecho de
autor y derechos conexos. Finalmente, se expidió la Ley 1403 de 2010, Por la cual se adiciona la Ley 23 de
1982, sobre Derechos de Autor, se establece una remuneración por comunicación pública a los artistas,
intérpretes o ejecutantes de obras y grabaciones audiovisuales o ´Ley Fanny Mikey´”.
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8.6.36 Ahora bien, el hecho de que las normas civiles vigentes en Colombia
admitan la posesión respecto de bienes corporales muebles e inmuebles y
respecto de bienes muebles incorporales, ello no significa que pueda ejercerse
posesión sobre todos los bienes corporales e incorporales, sino únicamente
respecto de aquellos bienes que se encuentran en el comercio, de donde se
infiere que la restricción se origina en la propia norma constitucional y legal.
164 El mencionado artículo es del siguiente tenor: “Se gana por prescripción el dominio de los bienes
corporales, raíces o muebles, que están en el comercio humano, y se han poseído en las condiciones legales.
Se ganan de la misma manera los otros derechos reales que no están especialmente exceptuados”.
165 Esta posición se advierte en las sentencias T-494 de 1992 y T-078 de 1993, en las cuales la Corte
consideró que la posesión era un derecho real provisional, en relación con la propiedad que tiene carácter
definitivo. En la primera sentencia se sostuvo:“(…) la posesión resulta ser un poder de hecho jurídicamente
relevante que por su naturaleza puede ser instrumento efectivo para la adquisición de la propiedad (…)”.
166 Al respecto, Francisco Ternera Barrios en la obra La Realidad de los Derechos Reales, Editorial
Universidad del Rosario. Bogotá 2007.p. 260, sostiene que “ (…) la posesión solamente se reconoce sobre los
bienes corporales. Estimamos, de la mano de cierta doctrina, que solo pueden poseerse los bienes cuyo
dominio puede ganarse por usucapión”.
167 Rudolf Von Ihering, Teoría de la Posesión. Edit. Leyer. Bogotá. 2008. p. 15.
168 M.F.C. de Savigny. Tratado de la Posesión. Edt. Comares, S.L. Granada. 2005. ps. 77 y 78.
169 A este respecto, el artículo 63 de la Constitución prescribe: “Los bienes de uso público, los parques
naturales, las tierras comunales de grupos étnicos, las tierras de resguardo, el patrimonio arqueológico de la
Nación y los demás bienes que determine la ley, son inalienables, imprescriptibles e inembargables”. En ese
mismo sentido, el artículo 2519 del Código Civil indica que “Los bienes de uso público no se prescriben en
ningún caso”.
170 Al respecto puede consultarse la sentencia SU-601 A de 1999.
171 Según lo señaló esta corporación en la sentencia C-738 de 2002, el concepto de “uso público” es más
amplio del señalado en la legislación civil, pues se extiende a todos los bienes inmuebles públicos y a algunos
elementos específicos de los inmuebles de propiedad de los particulares, que al estar afectados al interés
general con fundamento en la Constitución o en la ley, o por sus características arquitectónicas naturales, están
destinados a la utilización colectiva.
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172 De acuerdo al citado artículo, “Los bienes de uso público, los parques naturales, las tierras comunales de
los grupos étnicos, las tierras de resguardo, el patrimonio arqueológico de la Nación y los demás bienes que
determine la ley, son inalienables, imprescriptibles e inembargables”.
173 La mencionada norma establece que “El espectro electromagnético es un bien público inenajenable e
imprescriptible sujeto a la gestión y control del Estado (…)”.
174 En lo pertinente, la norma establece que “ (…) También son parte de Colombia, el subsuelo, el mar
territorial (…) el espectro electromagnético y el espacio donde actúa (…)”.
175 En su tenor literal, la disposición indica que “El territorio, con los bienes públicos que de él forman parte,
pertenecen a la Nación”.
176 La Sala Plena de esta Corte en la sentencia C-125 de 2011, declaró exequible la Ley 1304 del 03 de junio
de 2009 y el “Convenio Unidroit sobre los bienes culturales robados o exportados ilícitamente”, firmado en
Roma el 24 de junio de 1995 y aprobado mediante esta ley, bajo el entendido de que se aplique el artículo 63
de la Constitución Política, norma que es más favorable que este instrumento internacional, en razón a que
consagra la inalienabilidad, inembargabilidad e imprescriptibilidad de los bienes culturales ilícitamente
sustraídos o transferidos, que permitirá su reclamo y recuperación en cualquier tiempo.
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177 M.F.C. de Savigny. Tratado de la Posesión. Edt. Comares, S.L. Granada. 2005. ps. 25 y 26.
178
Von, Ihering, Rodolfo. La Teoría de la Posesión. Edit. Leyer. Bogotá. 2008. p. 37.
179 Valencia Zea, Arturo y Ortiz Monsalve, Álvaro. Derecho Civil Derechos Reales. Edi. Temis S.A. Bogotá.
1999. ps. 59 a 61.
180 Peña Quiñónez, Ernesto. Los Derechos Reales y la Posesión. Tomo II, Ed. Pontificia Universidad
Javeriana. 1992. p. 167.
181
Mattei, Protecting possession, American Journal of Comparative Law, 1996.
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182 Artículo 2282 del Código Civil de Francia, “(introducido por la Ley nº 75-596 de 9 de julio de 1975
Diario Oficial de 10 de julio de 1975). La posesión está protegida, sin considerar el fondo del derecho, contra
la perturbación que la afecta o la amenaza”.
La protección posesoria está asimismo concedida al poseedor contra cualquier otro que no sea aquel que
tiene sus derechos”. Sobre este tema, dispone el artículo 2283 del Código Civil francés: “(introducido por la
Ley nº 75-596 de 9 de julio de 1975 Diario Oficial de 10 de julio de 1975). Las acciones posesorias están
abiertas en las condiciones previstas por la Ley de Enjuiciamiento Civil a quienes poseen o tienen
pacíficamente”.
183 Artículo 2279 del Código Civil de Francia. “En el caso de los bienes muebles la posesión equivale al
título. Sin embargo, el que hubiese perdido una cosa mueble o hubiese sido privado de ella ilegalmente podrá
reivindicarla de quien la posea durante tres años a contar desde el día de la pérdida o del robo; salvo el
recurso de éste contra el que la tenga”.
184
Ley No. 2005-47 del 26 de enero de 2005.
185
Req. 17 nov. 1847, D. 1848. 1. . 39, S. 1848. 1. 305, rapport du conseiller Mesnard, Civ. 20 oct. 1914, D.
1916. 1. 188, S. 1915. 1. 8 ; 1er févr. 1922, D. 1925. 1. 64 : Req. 21 oct. 1929, Gaz. Pal., 1929 2. 785, D. H.
1929, 489 ; Civ. 18 janv. 1949, S. 1950. 1. 147 : Trib. civ. Grenoble, 17 mai 1951, Gaz Pal., 1951, 2. 27, Rev.
Trim. de droit civil, 1951, p. 397, observ. Solus ; Civ. 1er Sect. civ. 4 mars 1958, D. 1958. 353 ; 23 juil. 1959.,
J.C.P. 19(9. IV éd. Avoués, 6 nov. 1961., J.C.P. 1962. IV éd. Avoués, N°3994, 27 mai 1963. 739
186
Civ. 20 oct. 1914. Ver tambien Civ. 1er févr. 1922
187
Verbigracia Cass. civ. 3., 28 Septembre 1982 : “l’inexécution d’une convention ne peut donner lieu a
l’action possessoire”.
188
La perturbacion accidental del uso de un pozo no puede ser una perturbacion de la posesion (Cass. civ 1, 23
janvier 1956), “Les faits dommageables qui, de leur nature et d’après les circonstances dans lesquelles ils ont
eu lieu, n’indiquent de la part de leur auteur, ni prénetion à un droit, ni contestation de la possession de celui
au préjudice duquel ils ont été commis, ne constituent pas des troubles de la possession. De pareils faits
peuvent donner lieu à une acion en dommages-intérêts, mais n’autorisent pas la complainte ; et le juge
devrait, dans ce cas, se dessaisir, à moins qu’il ne fût compétent pour statuer sur la demande considérée
comme action en dommages-intérêts. Mais si l’auteur d’un fait qui, de sa nature, doit être envisagé comme un
trouble, se bornait à opposer pour sa défense qu’il n’entend pas contester la possession du demanduer, la
complainte n’en serait pas moins recevable. (...) Pour déider si les faits allégués comme constituant une
agression matérielle contre la possession ont ou non ce caractère, il faut s’attacher moins à leur nature
particulière qu’aux résultats qu’ils ont produit sur la possession”. Texto que en su traducción significa que:
“Los hechos dañosos que, de su naturaleza y según las circunstancias en las cuales se efectuaron, no indican
por parte de su autor pretensión a un derecho ni contestación de la posesión en perjuicio del cuál han sido
cometidos, no constituyen alteración de la posesión. Hechos similares pueden dar lugar a una acción en
daños y perjuicios, pero no autorizan la querella; y el juez debería, en este caso, desprenderse, a menos que
sea competente para estatuir sobre la demanda considerada como acción en daños y perjuicios. Pero si el
autor de un hecho que, de su naturaleza, debe ser contemplado como una perturbación, se limita a oponerse
para su defensa que no piensa discutir la posesión del demandante, la demanda no sería menos admisible (...)
Para decidir si los hechos, alegados constituyen una agresión material contra la posesión, o tienen o no este
carácter, hay que considerar menos su naturaleza particular que los resultados que produjeron sobre la
posesión”. Civ. 1er fevr. 1864: Sir. 64. 1. 353; Civ. 17 déc. 1912: Sir. 1913, 1. 77, Soc. 21 févr. 1947: D.
1947, 239 MAIS Civ. 20 avril 1931: Sir. 1931, 1, 375.
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189 Artículo 2236 del Código Civil de Francia. “Quienes poseen por otro no prescriben nunca durante el
tiempo que sea. Así, el arrendatario, el depositario, el usufructuario y todos los demás que poseyeren
precariamente la cosa del propietario no pueden prescribirla”.
190 Artículo 2469 del Código Civil de Argentina. “La posesión, cualquiera sea su naturaleza, y la tenencia,
no pueden ser turbadas arbitrariamente. Si ello ocurriere, el afectado tendrá acción judicial para ser
mantenido en ellas, la que tramitará sumariamente en la forma que determinen las leyes procesales. (texto
conforme ley 17.711)”.
191 Artículo 2497 del Código Civil de Argentina. “Si el acto de la turbación no tuviese por objeto hacerse
poseedor el que lo ejecuta, la acción del poseedor será juzgada como indemnización de daño y no como
acción posesoria. Si el acto tuviese el efecto de excluir absolutamente al poseedor de la posesión, la acción
será juzgada como despojo”. En ese mismo sentido, establece el artículo 2496 del mismo Código que “Sólo
habrá turbación en la posesión, cuando contra la voluntad del poseedor del inmueble, alguien ejerciere, con
intención de poseer, actos de posesión de los que no resultase una exclusión absoluta del poseedor”.
192 Artículo 2487 del Código Civil de Argentina. “Las acciones posesorias tienen por objeto obtener la
restitución o manutención de la cosa. (texto conforme ley 17.711) “.
193 Artículo 2473 del Código Civil de Argentina. “El poseedor de la cosa no puede entablar acciones
posesorias, si su posesión no tuviere a lo menos, el tiempo de un año sin los vicios de ser precaria, violenta o
clandestina. La buena fe no es requerida para las acciones posesorias”.
194 Art. 2479 del Código Civil de Argentina.
195 Artículo 2.481 del Código Civil de Argentina.
196 Artículo 2492 del Código Civil de Argentina. “No compete la acción de despojo al poseedor de inmuebles
que perdiera la posesión de ellos, por otros medios que no sean despojo; aunque la perdiere por violencia
cometida en el contrato o en la tradición”.
197 Artículo 972 del Código Civil de Colombia. “Las acciones posesorias tienen por objeto conservar o
recuperar la posesión de bienes raíces, o de los derechos reales constituidos en ellos”.
198 Artículo 974 ibidem.
199 Artículo 977 ejusdem. Igualmente, los artículos 982 y 984 del Código Civil establecen, en su orden, la
posibilidad de iniciar la acción de recuperación de la posesión por el que injustamente ha sido privado de la
posesión, así como la acción de despojo a la que puede acudir todo el que violentamente ha sido despojado,
sea de la posesión o de la mera tenencia “y que por poseer a nombre de otro, o por no poseer bastante tiempo,
o por otra causa cualquiera, no pudiere instaurar acción poseroria, tendrá, sin embargo, derecho para que se
restablezcan las cosas en el estado en que antes se hallaban, sin que para esto necesite probar más que el
despojo violento (…)”.
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Una vez tratados los temas que se anunciaron en la metodología propuesta por
la Sala para resolver la revisión de la decisión de instancia en la acción de
tutela incoada, a continuación se entra al fondo del asunto.
Para efectos metodológicos, la Sala hará un recuento de los hechos que dieron
lugar a la querella policiva, así como a la respuesta de la querellada. Luego se
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(…)”.
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9.2.2 Para llegar a esta decisión, el Inspector Tercero Civil de Policía de Pasto,
luego de hacer referencia a los artículos 2º, 125 y 127 del Código Nacional de
Policía y al artículo 60 del Código Departamental de Policía de Nariño,
concluyó que dichas preceptivas buscan brindar protección al ejercicio de la
posesión o a la mera tenencia frente a quien causa una molestia u obstáculo
que impida el goce de la cosa y en consecuencia se le libere de esa molestia.
Sostuvo que en esta clase de asuntos, como presupuestos de la pretensión debe
demostrarse: (i) si efectivamente el querellante es tenedor y/o poseedor
material del bien mueble o inmueble objeto de la queja; (ii) si los hechos
puestos en conocimiento constituyen actos perturbatorios, vale decir, si son
arbitrarios o mediados por las vías de hecho, no soportados en el ordenamiento
jurídico y por tanto ese actuar impide al querellante el goce pleno de la cosa, y,
(iii) verificar la existencia del nexo causal entre los hechos y el querellado, lo
que se concreta en su responsabilidad por acción u omisión.
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Una vez expuestas las decisiones emitidas por las autoridades de policía en el
proceso policivo y los argumentos en los que se apoyaron, en el siguiente
punto la Sala estudiará la existencia o no del defecto orgánico alegado por la
tutelante.
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202 Folio 23 del expediente administrativo de segunda instancia, en el que aparece la declaración rendida por
Wilson Omar de la Portilla, quien manifestó ser Administrador Financiero de Cablenet Sur Ltda..
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9.3.1.8 Las pruebas obrantes en el expediente dan cuenta igualmente que desde
mayo de 2005 la querellante ejercía simple tenencia sobre la red y sobre los
demás elementos necesarios para transportar la señal de televisión, la que se
manifestó con el poder de hecho que tenía sobre tales elementos hasta el mes
de febrero de 2009, momento en el que se acentuaron una serie de actuaciones
de la querellada en contra de la querellante, consistentes, entre otros, como se
mencionó, no solo en la irrupción de hecho en la oficina de recaudo del
“Parque de Bolívar” de la ciudad de Pasto, sino en la desconexión de usuarios
de la citada red, daños en la misma y conexión de usuarios a la red construida
en la zona uno de Pasto.
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9.3.1.17 De acuerdo con lo expuesto, para la Sala de Revisión es claro que las
autoridades de policía no verificaron si la querellante detentaba posesión o
simple tenencia sobre la unidad de bienes (corporales e incorporales) que
componen el servicio público de televisión por suscripción, así como tampoco
si cada uno de ellos era susceptible de posesión o de mera tenencia y si una u
otra se ostentaba integral y unitariamente por la querellante o por la querellada.
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203 Folios 244 a 244 de la segunda parte del cuaderno número 3 del expediente de tutela.
204 Folios 249 a 258 de la segunda parte del cuaderno número 3 del expediente de tutela.
205 Folios 8º y 9º del cuaderno en el que obra la revisión del expediente de tutela en la Corte Constitucional.
206 Folio 1º del cuaderno en el que aparecen las pruebas practicadas por la Sala de Revisión.
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sobre los cuales la querellante sostiene que son apócrifos. Estrictamente, las
autoridades de policía se pronunciaron sobre la existencia del contrato de
agencia comercial, sin que las normas de policía las faculte para resolver sobre
el tema que corresponde al fondo de la controversia existente entre las citadas
empresas.
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IV. DECISIÓN
RESUELVE
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