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http://fashionandother-pink.blogspot.com.es/
Traducido al español por: Kiara y Mirey
Traducción: Kiara y Mirey ~ http://fashionandother-pink.blogspot.com.es/
Corrección: Kiara
Scans: Alessia-chan
Traducción Original: Koneko1991

RECUERDA:

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• Esta traducción está hecha para el disfrute personal y sin fines de lucro.
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INDICE

CAPÍTULO 1 ................................................................................................................................ 4
CAPITULO 2 .............................................................................................................................. 14
CAPÍTULO 3 .............................................................................................................................. 22
CAPÍTULO 4 .............................................................................................................................. 32
CAPÍTULO 5 .............................................................................................................................. 45
CAPITULO 6 .............................................................................................................................. 51
FIN .............................................................................................................................................. 64
EXTRAS ..................................................................................................................................... 66

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CAPÍTULO 1
“El Día de San Valentín se celebra solo una vez al año, por eso quiero darle chocolate
a la persona que me gusta…”

Las chicas jóvenes piensan que es normal, sin embargo, en el mundo real, un deseo tan
humilde como este es más difícil de lo que parece.
En la Academia Cross, en el día de San Valentín siempre se inicia una feroz batalla. En
el atardecer, ¡los estudiantes de la clase Diurna atacan! ¿Cuántos podrían entregar sus
chocolates? Por eso, cada año todas las chicas de la Clase Diurna se acumulan desde por
la mañana para participar, haciendo que la posibilidad de entregar su chocolate sea
mínima.

-Ahh... como me esperaba… ¡es imposible!. Hay una montaña de chicas que van tras
Kaname-sama…

Incluso entre los estudiantes de Clase Nocturna, quienes son considerados la elite en
términos de belleza exquisita, allí estaba, a parte, la maravillosa figura de un príncipe.
El era Kaname Kuran, líder de la Clase Nocturna, presidente del Dormitorio de la Luna.
La Academia Cross tiene dos grupos de estudiantes. Un grupo que da clases en el día, y
otro en la noche. Ambos usan las mismas aulas, pero el horario es distinto. Al atardecer,
cuando se produce el cambio de clase, la conmoción y el desorden son comunes. En Sal
Valentín, sin embargo, es solo una pequeña exageración decir que resulta muy difícil
escapar vivo de aquella montaña de chicas histéricas. La probabilidad de que ellas no
pudiesen entregar su chocolate era muy alta.
Por eso, para que el objetivo de Fuuka Kisaragi se cumpliera, tendría que superar
muchos obstáculos. No sería fácil ser la primera en entregar su chocolate a la persona
que más admira.

-Uh… Eres muy popular Kaname-sama…

Pero no era momento para lamentarse o renunciar. El primer año de clases en la Clase
Diurna, Fuuka estaba decidida a cumplir su objetivo sin importar que tuviese que hacer.

-Si intento hacer esto de una manera que respete las reglas ¡será imposible! No tengo
elección.

Así que el plan estaba hecho, un audaz plan para entregarle su chocolate a Kaname-
sama en su habitación. Una vez tomada su decisión, no había nada que persuadiera a
Fuuka. Después de todo, el Día de San Valentín es un día donde todas las chicas luchan
en una batalla por el amor.

Escuchar pasos de aquí a esa hora del día era raro. Confiada, una chica bajita de pelo
suave y despeinado caminaba rápidamente entre la hierba.

-Hey! Ven Fuuka! Vamos a ser descubiertos y castigados, seguro! Entrar en el

Dormitorio de la Luna para entrar en la habitación de alguien es una idea estúpida!

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Detrás de las rápidas y enormes zancadas de Fuuka había otra chica que la seguía. Una
joven con gafas, cuyo nombre era Kanae y miraba a su alrededor asustada. Lo que
estaban haciendo no era apropiado para una estudiante decente. Se las podía oír respirar
en el silencio absoluto.

-¡Las luces están apagadas! Estamos rompiendo la regla de no salir de nuestras

habitaciones por la noche! Y de acuerdo con las reglas de la academia…

A pesar de la angustiosa expresión en la cara de Kanae, Fuuka no paró.

-Kanae, no estás obligada a hacerlo si no quieres. Yo puedo realizar este plan sola.

-Fuuka, como tu compañera de habitación y mejor amiga creo que tendré que pararte.

Sin prestar atención a las palabras de Kanae, Fuuka suspiró profundamente. Aunque no
fuese lo suficientemente peligroso, Kanae debe dar una conferencia a la escuela como
prefecta…Creo que no debía haberle confesado mis intenciones, solo he hecho que se
preocupase innecesariamente.

-Hey, Fuuka! ¿Me estás oyendo? Vamos, vayámonos antes de que nos descubran.

Fuuka entendió perfectamente cómo se sentía Kanae. La Academia Cross estaba

atendida por jóvenes respetables con influencias familiares y nadie había tenido el valor
de romper las reglas de la escuela. Incluso para ella, era la primera vez que había
pensado el ir al Dormitorio de la Luna en mitad de la noche.

-Yo solo estoy inspeccionando la zona, Kane. Ya te lo dije, ¡puedes volver ya a tu

habitación!

-¡Fuukaaa…!

Sabiendo que, a pesar de sus esfuerzos, no iba a conseguir parar a su mejor amiga, la
voz de Kanae empezó a temblar.

Fuuka podía sentir que su amiga estaba preocupada, ya que la apreciaba. Si las
atrapaban, no terminaría con solo ser enviadas a la habitación, sino una mala nota en su
registro con el Ministerio de Educación, un sermón del presidente del Dormitorio del
Sol, y un castigo muy malo…tal vez incluso una expulsión.

“Una expulsión debe ser horrorosa… mi familia…”

La idea hizo que un escalofrío recorriese todo su cuerpo.

“NO! No debo dudar. Si pienso en Kaname-sama no tengo miedo”

Dar chocolate a la persona que te gusta en el Día de San Valentín… se trataba de algo
más que un simple chocolate, porque es como entregarle a esa persona mis
sentimientos. -Admiración, emoción-. Esos sentimientos hicieron que el corazón de
Fuuka latiera con fuerza. Solo el pensar en Kaname, ese ser tan misterioso al que solo
podía mirar desde lejos, la hacía sentir como si estuviera flotando.

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Por eso estaba haciendo eso.

“Debo hacerlo, no me importa!”

Él le parecía la persona más importante en la escuela, el príncipe, el rey… la persona

que merece todos los títulos con los que se designa a la nobleza en el mundo. El nunca
se había fijado en ella, pero ella tampoco había esperado que él lo hiciese… ¿por qué
habría de hacerlo?

“Pero… Kaname.. Estoy aquí y… Me gustas!

Si tuviese al menos una oportunidad de hacérselo saber, sería suficiente. Fue esa
determinación, ese deseo el que la impulsó a entregarle el chocolate antes que otras, y
llevar a cabo la misión de -entregarle a Kaname el chocolate en su habitación-
La idea era correr y burlar la seguridad en las puertas. La mañana del día de San
Valentín ella se deslizaría hasta el Dormitorio de la Luna y dejaría su chocolate en la
habitación de Kaname. De esta manera, ella conseguiría dárselo antes que nadie.

-Mira, para este plan es necesario hacer una inspección del territorio. Así que,
¡acompáñame por favor!

-¡Eres bastante terca! Tienes mucho coraje, pero sin preparación, sin ninguna
defensa…

-¡Precisamente por eso el impulso y el deseo son importantes! San Valentín es una vez
al año! No importa lo que pase, yo no me arrepentiré de nada!

-¡Aaaaa…! Ok, está bien! Ya veo he sido una tonta por intentar detenerte por tu bien.
Haz lo que quieras siempre y cuando no tengas ‘nada por lo que lamentarte.’

Kanae, enfadada, dio media vuelta, pero no había dado sino unos pocos pasos cuando
oyó la voz de Fuuka detrás de ella.

-Oh! Kanae, ¡espera!

-¿Qué quieres? Es muy tarde para disculparse...

Kanae se volvió otra vez, pensando que tal vez Fuuka se había rendido.
Pero de repente, Fuuka se arrodilló, juntando sus manos en una postura de súplica.

-¿Fuuka?

-¡Por favor! Este es el último favor que te pediré en toda mi vida! ¡Por favor!

-¿Eeeh…?

-Necesito apoyarme en los hombros de alguien para pasar la pared…Por favor, ¡ven!

-¿Sobre qué estás hablando? ¿Quién piensas que soy?

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Sin lugar a dudas, la sólida pared que se alzaba ante ellas, no era algo que podía ser
cruzado con un simple salto. Era imposible subir, y no había nada con lo que ayudarse.
La forma más fácil de entrar a los Dormitorios de la Luna era, sin duda, por la puerta
principal. Pero los residentes de la Residencia del Sol tienen prohibido pasar a los
Dormitorios de la Luna, al igual que los residentes del Dormitorio de la Luna tienen
prohibido pasar a la Residencia del Sol. Esa es la razón por la que tendrían que buscar
una ruta alternativa. El muro parecía infranqueable, como nunca, pero Fuuka ya estaba
rompiendo las reglas al estar fuera de la residencia tras el toque de queda, por lo que
tenía la intención de cruzar ¡sin importar qué!

-Ven aquí... ¿Qué dices?

Los ojos de Fuuka brillaban mientras su amiga la miraba.

-Está bien… sinceramente ya estoy aquí… Supongo que ayudarte no me va a hacer

daño

Kanae suponía que su testaruda, terca y muy directa amiga, realmente le debía gustar
mucho ese chico.

-¡Te devolveré el favor! ¡Después de día de San Valentín prometo que iremos a la
ciudad y te invitaré a comer todo lo que quieras!

-Está bien

Con la ayuda de su amiga, Fuuka trepó el muro. Desde su clase de gimnasia, se

desenvolvía muy bien, por lo que logró su objetivo sin mucho esfuerzo o posibilidad de
una caída. Con los pies sobre la pared, Fuuka miró con admiración la visión antes sus
ojos, la visión del Dormitorio de la Luna.

-¡Bien…! ¡Allá voy!

Fuuka se despidió de su amiga y desapareció por la otra cara de la pared.

-No te rindas, Fuuka…

Kanae susurró en baja voz, aunque sabía que ya estaba sola.

-¡Uaaah..!

La distancia de la caída fue mayor de lo que se esperaba y Fuuka perdió el equilibrio al

aterrizar. Se cogió de las manos y rascarse la palma de la mano fue suficiente para que
esta sangrara. Su corazón latía con fuerza por el miedo, y sus piernas le dolían por el
impacto de la caída.

-Ouch… Bien, por lo menos he conseguido pasar la fase de infiltración.

Lágrimas de dolor salían de sus ojos, pero ahora no tenía tiempo para eso. Rápidamente
se repuso y partió hacia la habitación de Kaname

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“Ahora que lo pienso… ¿Dónde está la habitación de Kaname-sama?”

Porque las clases de Día y de Noche estaban siempre separadas, ella no supo nada sobre
cómo era el interior del Dormitorio de la Luna.

“Tiene que estar en alguna parte…”

Después de pensar por un momento, se le ocurrió una idea.

“Ya se! Si es el presidente de los dormitorios, el suyo tiene que ser el mejor! Tengo que
buscar una habitación con cortinas que parezcan caras…!”

Al recuperar su valor, Fuuka se volteó frente al edificio. A pesar de que había cruzado la
valla, el dormitorio estaba aún, a mucha distancia de ella. Caminó con cautela, evitando
que sus pasos hicieran ruido alguno. De esta manera, entró al jardín. El dormitorio que
ella decidió que era del de Kaname estaba cerca del final del jardín. Ya era tarde, pero
había muchas luces que se mostraban a través de las ventanas.
Como Fuuka entendió, las clases del turno de noche eran diferentes a las del turno de
día. Al parecer, el orden del día era diferente, y la asistencia es opcional y no
obligatoria. Ellos fueron divididos en clases avanzadas de diferentes especialidades y
campos.

“Que agradable debe ser vivir aquí… y ver esos grandes dormitorios…”

Fuuka inconscientemente tragó saliva abrumada.

-Hey! Esto no está bien… ¿Que está haciendo una niña esté caminando sola a estas
horas de la noche?

Una dulce voz empezó a hablar de repente desde algún lugar detrás de ella.

-Oh! ¿Me han descubierto?

Fuuka sintió que su sangre se enfriaba. Ella no había oído que nadie se acercase.

-¿Eres una estudiante de las clases Diurnas?

-¡Lo siento! ¡Sé que he roto las reglas! Esto… ¡lo siento!

No hubo respuesta.

-E.. Esto es…

Fuuka miró hacia arriba y vio la cara de la persona que le habló… por lo que se
desmayó.

-Ka-Kana…¿Kuran-sempai?

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La negra noche y el viento cambiaron en voz baja. Una presencia imponente y
majestuosa, con un toque de dulzura, misterio y belleza, allí estaba él. El motivo de su
incursión en la noche-Kaname Kuran-

“Wow, fallé en no ser descubierta, pero he conocido a Kaname… Soy realmente

afortunada!”

En vez de sentirse molesta por aquel inesperado giro en los acontecimientos, su pecho
se llenó de felicidad.
Ella nunca pensó en reunirse con Kaname. Ni siquiera el estar tan cerca de él. Antes
solo lo había visto de lejos durante el cambio de clase. Fuuka siempre se había
abstenido de de mezclarse con el montón de las niñas de clase cuando abrían la puerta,
por lo que prefería mirar a distancia.
El era una persona maravillosa para observar de lejos en la oscuridad, pero el verlo de
cerca era aún mejor. Bajo la luz de la luna Kaname estaba completo, como un verdadero
rey. Fuuka temía que si hablaba, la visión se derretiría. Simplemente desaparecería si
intentaba alcanzarlo y tocarle. Sus mejillas ardían, se puso roja…

-¿Estás bien…? ¿Estás herida?

Kaname frunció el ceño con preocupación. Como la miró, la distancia entre ellos
disminuyó. Fuuka sentía como si su corazón fuese a explotar.

-Mu-Muy bien… Perfectamente...

-Ya veo…Entonces tienes que volver a tu habitación. La noche está llena de peligros.

-Hey, um… ¿Vas a decirle a los profesores que yo…?

Desde que la descubrieron, era obvio el castigo que se le avecinaba. Ser descubierta era
algo de lo que Fuuka era consciente en el momento que ingenió el plan. Sin embargo,
después de reunirse con Kaname, e incluso el intercambiar palabras con el hizo que no
se sintiera arrepentida por nada.
Kaname, con suavidad y elegancia puso un dedo sobre sus labios.

-Sobre lo sucedido esta noche… Esto será un secreto.

-¿Se…Secreto…? ¿Pero...Por qué?

-Esta noche gracias a ti, he descubierto algo muy interesante… Considera esto como mi
forma de darte las gracias.

Tentada por la más bella de las sonrisas, Fuuka asintió con la cabeza.

“¿Por qué lo haría? “

Aunque la sonrisa de kaname es muy amable, ella no podía evitar la sensación de estar
casi dominada por una fuerza extraña.

“¿Gracias a mí? Kaname-sama, ¿qué has podido descubrir?”

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Mientras Fuuka pensaba sobre lo ocurrido, Kaname volvió su cabeza, como si hubiese
alguien, aunque no había nadie allí. Solamente oscuridad.

-Bien,
Bien, bien… La puerta es por esa dirección. Ten cuidado.

De repente Hanabusa Aidou, Akatsuki Kain, Ruka Sounen y Takama Ichijou

aparecieron desde la oscuridad donde parecía no hacer nadie. Ellos aparecieron casi al
lado de Fuuka, cuya cabeza estaba un poco inclinada.

-Ellos
Ellos te guiarán hacia la salida.

Las figuras de quienes se ofrecieron

fueron las de Hanabusa Aidou y
Akatsuki Kain.

-¿Aidou-sempai, Kain-sempai…?
sempai…?

Inconscientemente, Fuuka se cubrió la

boca con ambas manos.

Ichijou-Sempai y
-¿Ellos están aquí? ¿Ichijou
Souen-Sempai
Sempai también?

De los estudiantes de la clase Nocturna,

ellos cuatro siempre estaban
especialmente cerca de Kaname. Para
encontrarse con ellos también… eso era
algo realmente bueno.
Aidou, con su fina belleza, podía pasar
sin duda por un famoso mientras que su
primo Kain, quien estaba a su lado,
miraba de una manera salvaje. Ichijou,
con su belleza y su aire como…adulto, y
Ruka quien parecía una adorable y frágil
muñeca de porcelana.

-Para
Para alguien como tú estar en la Clase Diurna…no puede ser. Por supuesto tú no me
diste esa sensación

La sonrisa de Kaname tenía un toque misterioso.

“¿Qué? ¿Quieres decir que yo soy hermosa? O significa que soy solo una estudiante
estúpida que rompe las normas del colegio?”

De repente su cabeza empezó a dar vueltas. Para calmar la confusión de su mente,

Fuuka puso su cabeza en las manos.

“…Tranquilízate…”

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Al ver a Fuuka hacer eso, Ruka susurró

-Parece que hemos encontrado a una. Correcto, Kaname-sama?

-Si eso es lo que piensas, a lo mejor tú y los demás debería intentar hacerse amigos
mientras la guiais

El ligero susurro de Kaname no llegó a los oídos de Fuuka.

-¡Venga, venga, es muy tarde!

-Ah, ¡v...vale!

Fuuka estaba sorprendida de encontrarse a Ruka tirándole del brazo. Contra las
apariencias, ella era mucho más fuerte de lo que parecía. Con solo mirarla, era
imposible alejarse. Mirando por encima del hombro, vio a Kaname despidiéndose.

-Eh… ¡buenas noches!

Diciendo esto, su encuentro había finalizado. Fuuka se había dado cuenta de que
ninguno de ellos se había presentado.

-¡Kuran-sempai! ¡Mi nombre es Fuuka…!

-Buenas noches, Fuuka

“Uuuuaaahhh! Kaname-sama me ha llamado por mi nombre!”

-¡Buenas noches!

Fuuka dijo adiós muy feliz, tanto que no notó la mirada que le dirigió Ruka, quien
seguía sosteniendo su brazo

-Bien, ahora… ¿Por qué has venido aquí?

Preguntó Kain mientras caminaba al lado de Fuuka.

Fuuka todavía se sentía como si estuviese caminando en un sueño, encantada de estar
con ellos, por eso le tomó un tiempo dar su respuesta.

-Ah! Esto, ves, bueno… ug…. El día de San Valentín pues… Yo quería ser la primera
en darle un chocolate a Kuran-sempai, así que vine aquí para buscar su habitación…

-Para hacer esto necesitas mucho valor, eh. Estoy seguro de que incluso Kaname se
sorprenderá.

Comentó Ichijou
Fuuka lo miraba, pensando que en ese mundo había gente que podía considerar a
Kaname un amigo y llamarlo por su nombre de pila. A ella le gustaba eso.

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-Por supuesto, tú tienes una idea graciosa. Si eso cierto… podemos decir que no ha
habido nadie como tú.

Kain se rió entre dientes del plan valiente e impetuoso y su risa fue acompañada por
Ruka.
Aidou era el uno que caminaba sin decir nada. Durante el cambio de clase, el siempre
era el que más afecto mostraba hacía las chichas de la Clase Diurna, pero el Aidou que
siempre sonreía y coqueteaba, en ese momento no estaba ahí. Fuuka en realidad no lo
conocía, pero sabía que su actitud era muy diferente de la que normalmente mostraba y
la que ella esperaba.

“Pudo ser que el verdadero Aidou es una persona seria y responsable? A lo mejor el
no quería hablar con nadie que se cuela en la propiedad que no debe, rompiendo las
reglas de la escuela.”

-Oh, Puedo ver la entrada principal. A partir de aquí puedes seguir sola. Ten cuidado
¿vale? Ya nos conoces, no podemos entrar en los dormitorios del Sol.

Cuando Fuuka vio que ya era tiempo de volver a “su mundo”, dio un pequeño suspiro y
se despidió de una manera formal.

-Perdóname por lo de hoy, y por favor, dale mis disculpas también a Kuran-sempai. Ya
no volveré a entrar a los Dormitorios de la Luna nunca más.

-Huh? No,no,no… está bien, ven a vernos cuando quieras. Una chica tan interesante
como tu… Estoy sorprendido, nunca habíamos conocido una. Cuando sucede algo
especial, se puede perdonar la manera en la que se produzcan.

Mirando la sonrisa amable de Ruka al decir esas palabras, sin darse cuenta, Fuuka
empezó a hablar.

-¿Uh? ¿En serio?

-¿Por qué no? Pareces interesada en el presidente Kuran, y eso…¿qué tiene de malo?
Cruzando los brazos detrás de la cabeza, Kain asintió con esta en señal de aprobación…

-La próxima vez que nos vengas a ver, entra por la puerta principal, claro que esto será
un secreto para las otras chicas ¿huh?

-Sí, ¡está bien! ¡No les diré nada!

-Bueno, adiós

-¡Buenas noches!

Después de decir adiós y pasar tras la puerta, Fuuka empezó a correr eufórica.

“Esto es genial! Nunca pude imaginar que algo como esto llegaría a pasar! Hablar
con Kaname… incluso me ha llamado por mi nombre! Y me han invitado a venir en
cualquier momento… Tengo que deccírselo a Kanae! “

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-Ah…

De repente, Fuuka paró y recordó que eso era un secreto, incluso para Kane. Le dolió
tener que ocultarle algo como eso a su mejor amiga, especialmente cuando ella la ayudó
con su plan… A pesar de estar feliz de conocerlos a todos ellos, ella tenía nuevos
sentimientos que tenía que mantener en secreto.

-De todos modos, yo hice la promesa de no decir nada, así que esa no es una opción.
Perdóname, Kanae.

Susurró en forma de disculpa hacia su amiga que, probablemente ya estaría sumida en

un sueño profundo.

“Creía que toda la Clase de Noche era sensacional e inalcanzable, pero cuando
hablaba con ellos, parecían muy cariñosos y amables…”

Ya casi iba a amanecer. Fuuka corrió hacia su habitación mientras se preguntaba por
qué había recibido un trato diferente a las demás.

-Ya veo que habéis regresado sanos y salvos…

Kaname escuchaba a Ichijou contar todo lo que había sucedido mientras estaba medio
recostado en el sillón de su habitación.

-Sí. Eh… Se llamaba Fuuka verdad? La hemos animado a que venga otra vez… Bueno,
la mayoría lo hizo. Aidou tenía el rostro amargo… es demasiado orgulloso…

Al oir las palabras del Vicepresidente, se dio a entender una sonrisa en los labios de
Kaname.

-Aja…

En un gesto de Kaname que Ichijou acostumbraba a ver, cerró rápidamente las cortinas
de la habitación. Muy pronto saldría el sol y el mundo se iniciaría para los humanos…
pero para los vampiros, era hora de dormir.

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CAPITULO 2
-Uaaahh…

Fuuka estaba en las nubes. Suspiró felizmente, escondida tras su libro de texto.

“Me han invitado a ir al Dormitorio de la Luna cuando quiera…. ¡Nunca podría

haberme imaginado esto ni en sueños! De esta manera, realmente ¡voy a ser capaz de
ser la primera en darle el chocolate!... Es más, puede que ¡incluso se lo pueda dar
directamente a Kaname-sama…Siiiiiiii! “

Perdida en sus pensamientos, sus labios se movieron inconscientemente.

“Bueno, si es así ¡le voy a darle mi chocolate en mano!”

Fuuka Kisaragi tenía 16 años. Estaba en la flor de la vida.

“¿Pero le gustarán los dulcen a Kaname-sama? En lugar de algo tan dulce... tal vez le
debería hacer algo más amargo… O una tarta de chocolate... En esa situación incluso
preocuparse será divertido”

-¡Hey Kisaragi! ¿Con quién hablas?

-Ouch!

El golpe de la enorme regla del profesor en la esquina del escritorio hizo saltar a Fuuka,
que rápidamente se levantó regreso a la tierra.

-¡Profe….!

De pronto volvió a la realidad. Fuuka levantó la vista y miró a al profesor con ojos
llorosos.

-¿Por qué estás tan alegre? ¡Vuelve a hacer eso otra vez y podrás ser expulsada de clase!

El profesor apuntó un problema en la pizarra.

Aparentemente, Fuuka no se había dado cuenta de que la habían llamado.

-Lo siento…

Ella se levantó y fue hacia la pizarra para resolver el problema. Un maestro molesto en
medio de la clase era algo vergonzoso para un colegio de alta talla como la Academia
Cross. Cuando sonó la campana señalando el final de la primera ronda de clases en la
mañana, los estudiantes fueron a almorzar. Fuuka caminaba junto a Kane, y felizmente
abrió la caja de la comida que había comprado.

-Fuuka, el plan va a funcionar, ¿verdad? Estuviste sonriendo mucho durante clases…

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-Hehehehe…
Como le había prometido a Ruka y a los demás, ella no podría decirle nada a nadie
sobre lo que había pasado la noche anterior, ni siquiera a Kanae. Pero al menos pensaba
que podría decirle que había llegado hasta la habitación de Kaname. Lo único que no le
diría es que recibió el permiso de ir a los Dormitorios de la Luna siempre que quisiera.
Por supuesto, el principal tema de conversación durante el almuerzo sería el día de San
Valentin. Todo el mundo estaba hablando sobre eso.

-¡Yo haré un chocolate para Ichijou-semapi!

-¡Yo le daré el mío a Aidou-sempai!

-Eh… ¿Pero no habrá mucha competencia?

- Sin duda seguro que la habrá... ehm... ¿Qué pasó con Shiki? El es tan guapo…

Al oír las conversaciones de sus compañeros, Fuuka sintió una felicidad incontenible
dentro de sí.

“Tanto el Aidou-sempai y el Ichijou-sempai y el Kain-sempai de los que hablas, Yo los

conocí ayer… y hablé con ellos en persona… Ellos también me dijeron que podía ir a
verlos siempre que quisiera.”

Probablemente era bueno que una cosa tan buena como esa no pudiera decírsela a nadie.

“!Sin duda, haber ideado el plan fue una idea genial…!“

Fuuka continuaba comiéndose su sándwich llena de satisfacción.

El viento de la noche era frío como el hielo y se apreciaba un halo blanco en el aire del
respirar de Fuuka mientras caminaba.

-Lo siento Kanae… solo una vez más…

Envuelta con su grueso abrigo, Fuuka estaba susurrando palabras para su amiga, que ya
dormía mientras caminaba hacia los dormitorios de la Luna.

-Hoy, Souen-sempai me dijo que viniera por la puerta principal… Me pregunto si esto
estará bien… Si me pillan ahora, sería lo peor que me podría pasar…

De repente sus pies dejaron de moverse.

“A lo mejor no voy a ser capaz de… Los estudiantes del turno de Día y de Noche
siempre están separados. Tal vez la invitación que me hicieron fue por cortesía…”

El día anterior, haber terminado lo que empezaron sin molestar a nadie y sin ser
castigados fue cuestión de suerte, pero encontrar a Kaname fue como un como un
milagro de la naturaleza que ocurre solo una vez en la vida.

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-A lo mejor he sido una estúpida… A lo mejor debería volver a mi habitación.

Cuando se volvió para cambiar de dirección, chocó contra una piedra en el camino que
rodó unos metros piso.

-Ah…

De repente, la puerta del Dormitorio de la Luna se abrió. Una criada estaba allí. Ella se
inclinó muy cortésmente.

-Fuuka Kisaragi-sama. Por favor, para.

Más allá de la puerta, Fuuka vió de nuevo el Dormitorio de la Luna. A primera vista,
ese lujoso edificio con luces encendidas incluso en mitad de la noche parecía un castillo
donde siempre es de día.

-¿Cuándo terminarán las clases? Espero que todos estén ya en la residencia…

Tratando de no molestar a nadie, ella caminó lentamente, tratando de que sus pasos no
hicieran ruido.
En el momento en que levantó el brazo para tocar a la puerta, de repente una figura
apareció ante ella.

-¡Bien! ¡Ya has llegado!

Respondió Ruka en señal de bienvenida.

Ruka apareció delante de Fuuka, que sorprendida y nerviosa ante esa situación trago
saliva.

-Eh… esto… Buenas noches

Dentro, el dormitorio era agradable y acogedor. Justo al lado de la puerta había un

vestíbulo con una larga escalera en la esquina.

-De verdad… ¿está bien si estoy aquí?

Ruka asintió con la cabeza y se fue arriba. Fuuka comenzó a buscar aquí y allí,
inspeccionando el lugar. Al ver el sofá, finalmente decidió sentarse a pesar de la tensión
que sentía su cuerpo. Todos eran tan increíblemente hermosos que, solo mirarlos parecía
embellecer la atmósfera del lugar.

-Bienvenida Fuuka. Qué bueno volver a verte.

Ichijou le envió una sonrisa brillante. Una criada apareció ante ellos como de la nada, y
les sirvió te y dulces a todos.
-Oh, buenas noches a todos, bueno, espero que no será una molestia… Es solo porque
fui invitada, por eso creí que tendría que venir y… bueno, aquí estoy.

De repente se levantó y bajó la cabeza.

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-Como estás aquí, les pregunté si podríamos posponer nuestro trabajo de clases hoy.

Dijo Ichijou con una sonrisa.

-Ven, siéntate. Yo pedí la comida...

-Relájate. Como si estuvieras en tu casa.

Kain asintió con la cabeza abruptamente, con un tono duro que parecía encajar con sus
palabras.

-Sí. Nosotros te invitamos, así que no tienes que preocuparte por nada.

-¡Gracias!

Fuuka estaba nerviosa y tensa. Como en una pequeña y clandestina fiesta.

-Eh... Esto… Todos vosotros estudiáis hasta muy tarde cada noche ¿verdad? Cuando yo
vine aquí… todas las luces estaban encendidas.

La ingenua Fuuka ignoraba que todos los estudiantes de la Clase Nocturna eran
vampiros. Inocentemente, pensaba que eran algo “maravilloso”. A pesar de que todos
ellos eran personas de alto rango y de familias nobles, todos recibían el mismo trato en
la escuela.

-Bueno, hay gente que estudia mucho… pero yo suelo acabar leyendo manga.

-¿Huh? Ichijou-semapi ¿te gusta el manga?

-¡Claro! ¡Lo encuentro bastante interesante!

-¡Wuaaahh! ¡A mí también me gusta!

-¿En serio? Pensé que las chicas de Clase Diurna no leían ese tipo de cosas. Ya sabes,
se supone que los alumnos de la Academia Cross son muy serios.

-Sí, bueno, la verdad es que a veces yo solo puedo leer por la noche en mi habitación y
mi compañera de cuarto se enfada conmigo por la luz…

-Ya veo. Al parecer es verdad porque hay muchos tipos de estudiantes en la Clase
Diurna…

Dijo Kain, alcanzando su taza de té.

-Sí, supongo…
Fuuka se ruborizó al responder. La trama de la conversación le hizo parecer como si
fuese la única estudiante del Turno de Día que no era seria.

“Por supuesto, a nadie se le ocurriría que una estudiante seria y dedicada vaya por ahí
trepando y saltando paredes… “

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La taza que sostenía en sus manos era increíblemente hermosa. El vapor que flotaba
desde el té caliente tenía un agradable aroma a rosas. Era completamente diferente a
cualquier té que hubiese visto antes. Al beber, ser podía sentir el aroma deslizándose por
la garganta y expandiéndose por todo el cuerpo.

-¿Quieres algo dulce?

-Oh si, gracias.

Mientras ellos le estaban ofreciendo comida y té, Fuuka miraba a Aidou. Él era el único
que no decía nada desde que se sentó en el sofá.

“A pesar de su apariencia amigable, a lo mejor es un poco tímido. No parece querer

hablar conmigo...”

Incluso más que eso, sin embargo, se dio cuenta de que Kaname no se encontraba allí.

“Tenía la ilusión de volverlo a ver otra vez…“

Ruka se dio cuenta de su suave suspiro.

-¿Pasa algo?

-Esto… ¿Kuran-sempai... está durmiendo ya?

Aunque formuló sus palabras en forma de susurro para hacérselas llegar solo a Ruka,
parecía que todos los de la sala se habían enterado. Parecía como si todo se hubiese
quedad congelado. Estaban inmóviles como estatuas. En un instante, el cálido vestíbulo
parecía frío como el hielo.

“¿Qué...? El aire de repente se ha puesto frío…”

Fuuka se preguntó si la sensación de frío arrastrándose por su piel era solo su

imaginación.
Kain miró a Aidou como si este fuera el culpable. Aidou miro a Fuuka con una
expresión de disgusto.

-¿Por qué quieres a Kaname-sama?

Dijo él, mirándola con unos ojos llenos de sospecha, haciendo que el frío el aire se
hiciera aún más amargo.

“Está bien, Aidou-sempai está enfadado pero... ¿Cómo puede hacer que esto esté tan
frío de repente?”

Fuuka no podía entender la reacción de Aidou, que la miraba con frialdad. Ella se
estremeció y al final respondió a su pregunta.

-E…esto… yo… yo solo quería agradecerla a Kaname-sama lo de ayer.

18
-¿Realmente es por eso?

-Hanabusa, ven aquí y trata de no parecer grotesco. Maldita sea, ralmente eres un
fanático del Presidente Kuran ¿eh? Solo oyes su nombre y ya te pones a la defensiva.

-¡Soy una persona simple! Yo no pienso eso, Akatsuki.

-Aidou, cálmate. Mira, estás asustando a Fuuka… pobre cosa.

Ichijou intervino y Kain le dirigió una sonrisa.

-Lo siento, ya ves, a Hanabusa no le gusta compartir al presidente con nadie…

Bromeó con un guiño.

Aidou actúo como si esas palabras le hubiesen herido, miró otra vez y se dio la vuelta.

“Eh… ¿está realmente Aidou-sempai enfadado porque hablé sobre Kaname-sama?“

Ella todavía no entendía el motivo de su ira repentina pero a lo mejor, pensó que había
descuidado sus palabras.
Ruka, que había permanecido en silencio hasta ahora, habló con dulzura.

-Kaname-sama está descansando en su cuarto ahora. No te preocupes, le diré que estás

aquí ¿vale?

-Vale, muchas gracias…

Fuuka empezó a relajarse, como el aire a su alrededor que se calentaba gradualmente.

Entonces, miró la hora.

-¡Oh dios! ¿Ya es tan tarde?

A raíz de la mirada de Fuuka, todo el mundo miró al reloj. Ichijou hizo un gesto
apresurado.

-Deberías volver a los Dormitorios del Sol… lo siento, ¡se nos ha hecho muy tarde! ¡Por
un momento olvidamos que estás en la Clase Diurna!

-Oh, no, no te preocupes, lo he pasado muy bien. Perdóname por empezar a hablar y
haber perdido la noción del tiempo.

Fuuka se alegró de que Ichijou siempre le dirigiese sonrisas amables. El era muy
amigable, pero sentía que por encima de todo, era un adulto serio que exigía respeto.

“Es por eso que fue nombrado Vicepresidente del dormitorio… Claro. Él es muy
responsable.”

Ruka le ponía a Fuuka el abrigo que había llevado para la noche.

19
-Gracias, lo he pasado muy bien.

-Sí, es verdad. Tienes que venir otra vez.

-Por supuesto, vuelve de nuevo, te estaremos esperando.

-Kain, Aidou, acompañad a Fuuka a la salida, no es bueno que una chica camine sola a
estas horas de la noche.

-Vale.

Kain hizo un guiño a Fuuka y miró a Aidou de nuevo.

-Yo no quiero ir

Aidou cruzó los brazos.

-Tu me decías que es peligroso ir solo, ¿verdad? Aidou, es una orden de Kaname-sama.

-¡Hey, tú! ¡No tienes que usar el nombre de Kaname-sama para hacer lo que quieras!

Aidou protestó ante las palabras de Ichijou.

Sin embargo, por un momento se trasladó a donde estaba Fuuka y la agarró del brazo.

-Vamos.

-Bien, bien. ¡Hasta la próxima!

Estaba siendo arrastrada por Aidou hasta la salida, Fuuka volvió una última vez para
estrechar las manos con Fuuka e Ichijou, que le devolvieron el gesto mientras decían
adiós.

-¡Suena bien! Oh, Kisaragi, ¿te encuentras bien?

-Eh... ¿Yo? ¿Por?

-¿No sientes tu cuerpo pesado, o que tienes muchos escalofríos o cosas así
recientemente?

-Eh... No… estoy bien. ¿Por?

-¿Hm? No, no es nada.

Fuuka se había dado cuenta de que el tono de Kain tenía algo de preocupación.

-¿Hay algo de lo que debo estar preocupada por mi salud?

-¡Oh no! Es que hace frío... ya sabes.

20
Aidou siguió caminando sin decir ni una palabra. Miró por un momento a Kain y apartó
la vista. Ni siquiera se paró a mirar a Fuuka.

“Parece ser que aparentemente a Aidou-semapi no le caigo demasiado bien... A

primera vista Aidou parece muy amigable y sociable y tiene muchas fans entre las
estudiantes de Clase Diurna. Pero... el parece que me odia.”

Ella caminaba detrás de él mientras miraba su espalda.

Kain se dio cuenta de la expresión triste y pensativa de Fuuka.
Mientras tanto, en el vestíbulo del Dormitorio de la Luna, tan pronto como Fuuka se
fue, la expresión de Ruka cambió por completo, llenándose de frialdad. Parecía una
muñeca de porcelana carente de calidez y de mirada vacía. Era un rostro que hasta daría
miedo, sin embargo, ella ya se había ido, por lo que no hacía falta seguir manteniendo la
farsa.

-Ruka, esa cara da mucho miedo.

-…Bueno, estoy bastante cansada, Takuma-san

Él la miró perpleja, y luego apartó la vista.

-Yo también.

Dijo

-Voy a informar a Kaname de que todos nos vamos a dormir. Buenas noches, Ruka.

-Buenas noches.

Ruka se quedó sola, mirando a través del silencio de la noche que se extendía por la
puerta que seguí abierta.

-Esta chica… ella no es consciente de nada, ¿verdad?

Dijo suavemente para si misma mientras se cepillaba el pelo hacia atrás con los dedos,
que parecía fundirse con la oscuridad de la habitación. No había nadie que pudiese
escuchar su susurro.

-Lo siento.

La palabra en voz baja no tenía nada de empatía o sentimiento. Estaba claro… Ruka no
tenía ninguna razón para compadecerse de ella.

21
CAPÍTULO 3

-Buenas noches

-¡Oh! ¡Buenas noches Fuuka! ¡Te estaremos esperando! Ven otra noche ¿vale?

Fuuka, sin darse cuenta rió debido a la amable despedida de Ichijou. Hacía ya tres días
que iba a verlos, por lo que cada vez se ponía menos nerviosa.

-Bueno… hoy traje galletas así que podemos compartirlas.

Le acercó cuidadosamente el paquete envuelto que abrazaba contra su pecho e Ichijou

lo aceptó con un gesto de elegancia.

-Oh! ¡Se ven deliciosas! Después le diré a la criada que nos prepare té para
comérnoslas.

-También te tengo que devolver el libro que me prestaste… ¡Me pareció muy
interesante!

-¡Bien! Te lo presté porque pensé que te gustaría. Te dejaré el siguiente cuando te

vayas.

-¡Uaah! ¡Lo estaré esperando!

-Bueno, tengo que hablar con los demás un momento ¿vale?

Después de que Ichijou desapareció escaleras arriba, Fuuka se sentó en el sillón, que ya
se había convertido en una costumbre. En su rutina, ya era frecuente ir al Dormitorio de
la Luna, tomar té y hablar con Ruka y los demás, siempre en el vestíbulo, ya que nunca
nadie la había llevado a otra parte del edificio… y por supuesto, ella nunca pisó un
dormitorio.

“Me pregunto si la habitación de Souen-sempai es agradable... Y la de los demás… Me

gustaría verlas… Bueno, ¡a lo mejor ellos me invitan a verlas algún día!“

Lo que más lamentaba es que de todas las veces que ella había ido, nunca había podido
encontrarse con Kaname-sama una vez más. Todos los días, ella iba al Dormitorio de la
Luna con mucho entusiasmo y esperanza de encontrarlo allí…pero nunca lo conseguía.

“A lo mejor puedo verlo hoy…“

Esa noche, al primero que vio en las escaleras no era otro que Aidou, seguido de Ruka y
Kain.

-Bienvenida

Dijo Ruka con cortesía.

22
-Gracias por invitarme.

-No hay problema.

Respondió Kain de su usual manera alegre.

Ella comenzó a hablarles, pero fue una charla breve. Luego, todo se volvió silencioso.
Como siempre, Aidou no se dignó a acercarse a ella ni a hablar. Sin duda, algo que no
había cambiado desde el primer día.

-Oh! Acabo de recordarlo... El vicepresidente ha tenido que dejarnos de repente por

algunos negocios y por eso no ha venido.

Le dijo a Ruka.

-Oh! ¿De verdad? Tiene que estar muy ocupado…

Luego, la criada vino y trajo una bandeja con té y pasteles que puso sobre la mesa. Las
galletas que trajo Fuuka se pusieron cuidadosamente en un plato.

-¡Vamos a comer!

Dijo Kain.

-¡OK!

Dijo Fuuka entusiasmada.

-Fuuka fue quien trajo las galletas.

Dijo Ruka a los demás sobre lo que Takuma le había dicho.

-Oh, bien, si es así debo probarlas.

Con una galleta en la mano, de repente Kain alzó la voz.

-Ah, ahora que lo pienso, Ruka. Hay un pequeño experimento científico del que tengo
que hablarte…

-¿Qué? Pero si es la duda de ayer…

-Perdón, perdón… pero ven, hazme un favor. Hay un punto que no entiendo…

Con la taza de té en su mano, Ruka permanecía en silencio pensando en algo. Después

de una breve paisa, murmuró.

-Bueno, que se le va a hacer… tan solo un poco.

-Gracias por la ayuda… lo siento, Kisaragi. Volvemos en un momento.

23
-¡Oh! ¡No pasa nada! ¡Tomad el tiempo que os haga falta!

Fuuka sabía muy bien que si se trataba de estudios, ella no tendría por qué retenerles
allí. La verdad, hubiese preferido que se quedasen, pero solo se limitó a despedirse.

“Bueno, esto… ¿Porqué el está todavía aquí?”

En un silencio terriblemente incómodo, ella intentó no hacer ruido ni al levantar la taza.

Ella, a través del humo de la taza podía ver a Aidou sentado en el sofá frente a ella y
con un rostro serio. Fuuka pensó que con la salida de Ruka y Kain, el también volvería a
su habitación.

“Tal vez sería mejor estar solo que mal acompañado… “

Ella no pudo evitar soltar un suspiro que captó la atención de Aidou .

-¿Qué?

“¿Qué? Oh dios mío… ¿Y ahora qué digo?”

Aunque no estaba segura de que la conversación diese resultado, Fuuka estaba lista
para hablar.

-Ah… Por favor, ¡dime cosas sobre Kaname-sama!

-¿…Kaname-sama?

Aidou levantó una ceja en modo sospechoso. Mirando su expresión, Fuuka se dio
cuenta de que no debía haber dicho eso, pero… ya era demasiado tarde.

“Maldita sea, debo llamarlo Kuran-sempai, si no, sería muy grosero...”

Ella solo lo llamó Kaname-sama en su mente cuando pensaba en ál, pero… lo dijo en
alto, en ese momento debía haberlo llamado Kuran-sempai.
Al levantar de nuevo la cabeza, se encontró con la mirada asesina, fría y despectiva de
Aidou una vez más. Pero... el daño ya estaba hecho por mucho que se lamentase.

-Ehm… Quiero decir… ¿A Kuran-semapi le gustan los dulces?

-Quién sabe…

-¿Suele comer chocolate?

-Quién sabe…

-¿Hay un postre que no le guste en especial?

-Quién sabe...

24
-¿Qué suele comer? ¿Qué es lo que más le gusta?
-Quién sabe...

Con esta sucesión de respuestas cortas, carentes de sentido, Fuuka frunció los labios con
rabia.

“¿Qué pasa con él? No le van a matar por ayudar un poco”

Viendo que Fuuka paró de repente con el ceño fruncido, el ojo de Aidou la miró con
asco.

-¿Qué pasa ahora?

-Aidou-sempai… Me odias porque soy una gran fan de Kuran-sempai, ¿no es así?

-Ajá,.. Sí.

Fuuka no pudo evitar dar un pequeño respingo de asombro.

-Persigue a otro hombre… una persona celosa es malo.

-¿Por qué te importa?

-¿Qué? ¡No me digas que aún no lo has sentido¡

Fuuka se levantó del sofá de repente con su visión nublada por la ira.

“Eh?”

Sus manos y pies de repente se congelaron. Su visión se volvió negra. Solo podía ver un
punto de luz en el centro. ¿Era débil por anemia o algo así?

-¡Hey! ¿Qué pasa?

Podía sentir a Aidou decir algo, pero no sabía qué. Su cuerpo se sentía como un hielo y
le costaba respirar. Sus labios intentaban moverse, pero la voz no salía.

“Qué frío...“

De repente sintió algo envuelto en su cuerpo que temblaba visiblemente.

“Pero qué… “

Reuniendo toda su fuerza de voluntad, levantó la cabeza y sus ojos se encontraron con
la cara de Aidou.
No sabía que estaba sintiendo, pero parecía que había detenido su caída, y ahora la
sostenía con cuidado. Ella quiso darle las gracias, pero aún no era capaz de pronunciar
una palabra. Su cuerpo no tenía fuerzas. Leyendo la expresión de su rostro, Aidou se
había dado cuenta de la situación y la sostuvo en brazos.

25
-No hagas movimientos bruscos. Quédate quieta por un momento.

Tragó saliva mientras dejaba caer todo su peso sobre Aidou.

-¿Qué… calor…?

Ella sintió que la sangre se elevaba a sus mejillas y que el cuerpo de Aidou se sentía
muy cálido y amable. Los brazos del chico, que parecen muy elegantes y delicados, la
sujetaron con una fuerza inimaginable. El corazón de Fuuka se estremeció. Tenía una
extraña sensación en su cuerpo, a diferencia de un simple ataque de anemia.

-Eh…Lo siento, estoy bien.

Murmuró ella intentando separarse de él.

-Te dije que no te movieras.

La sentó en el sofá.

-¿Estás bien? ¿Qué diablos pasó?

-No lo sé… de repente me mareé...

-Mareada…

La expresión de Aidou cambió al escuchar esa palabra.

-¿Te ha sucedido esto con frecuencia últimamente?

-¿Huh? ¿El qué?

-Mareos

Era extraño, pero Aidou parecía preocupado por Fuuka. Para ella era inexplicable, por
lo que empezó a sentirse nerviosa.

“Aidou-sempai… está preocupado por mí?”

Sintiendo un poco de culpabilidad, Fuuka se esforzó en poner una sonrisa en su rostro

pálido.

-Lo siento... Estoy mejor.

La verdad es que su cuerpo se sentía pesado y con un hueco extraño en su interior.

-No te esfuerces

-Huh… Está bien

26
-Espera un minuto
Del bolsillo exterior de su chaqueta, Aidou sacó una caja pequeña. Tomó la mano de
Fuuka y le dejó dos pequeña pastillas
pastillas blancas en su mano para que las sujetara. La caja
parecía un pequeño pastillero.

-¿Qué… es… eso?

-Es
Es para la anemia. Tómala.

-¿Para la anemia?

Fuuka abrió sus ojos con sorpresa.

“¿Por qué Aidou-sempai

sempai tiene pastillas para la anemia?”

-Aidou-sempai... ¿Podría
odría ser que tú
también tienes la salud débil?

-¿Qué diferencia te hace saber

eso? Venga, tómalas rápido.

Cogiendo un vaso de agua, ella se

tomó rápidamente las pastillas. El
agua, deslizándose por su garganta
parecía extender una sensación de
frescura por todo su cuerpo.
cuerpo

-En
En poco tiempo te sentirás mejor.
Permanece tranquila hasta entonces.

Fuuka se tumbó y cerró los ojos.

Después de un tiempo, posiblemente
debido al efecto de la medicina sintió
mucho sueño.

-Te sientes mejor, ¿verdad?

verdad?

Oyó el leve crujido del sofá, y de

repente sintió que el calor de su lado
se comenzaba a retirar. Asustada, lo
cogió.

“No…
… no quiero estar sola…“
sola…

-Eh…

Aidou, miró con sorpresa. La pequeña mano de Fuuka sujetaba su camisa con firmeza.
Con un suspiro se sentó en el sofá, tratando de hacer el menos sonido posible.

27
 Aidou se mantuvo quieto y no se movió. No podía hacer más de lo que había hecho
antes, que era darle las pastillas. Él no trató de desalojar a Fuuka, que agarraba si
camisa. Simplemente se mantuvo a su lado.
Los ojos de Fuuka de repente se abrieron, y al ver que no era el techo de su habitación
comenzó a mirar a su alrededor.

-¿Qué? ¿Dónde estoy?

-¿Estás despierta?

Al oír la voz de Aidou, Fuuka se dio cuenta de que todavía seguía en el Dormitorio de la
Luna.

“Se me debe haber pasado la anemia…“

Curiosamente, después de dormir solo un momento, se sentía mejor.

-¿Qué tal estás?

-Parece que la medicina ha tenido efecto.

Dijo ella comenzando incorporarse. Mientras lo hacía sentía deslizarse el abrigo de

Aidou por su cuerpo hasta las rodillas.

-Ah. Esto…

Agarró el abrigo y se lo devolvió.

-Gracias.

-No es nada.

-Creo que… debo irme ahora. Es demasiado tarde y parece que no hay nadie por aquí.

Aidou puso sus manos en los bolsillos, esperando mientras Fuuka se preparaba para
irse. Siempre la acompañaba hasta la salida sin decir mucho, pero ya no lo sentía tan
incómodo. Todo lo contrario, Aidou caminaba más tranquilo de lo habitual, y pareció
que estaba muy preocupado por si Fuuka se encontraba bien o no. Era extraño para ella
tener esa sensación, se sentía abrumada y avergonzada.

-Aquí estamos.

Parados fuera de la puerta, Fuuka inclinó la cabeza cortésmente.

-¡Muchas gracias por lo de hoy!

-No te preocupes. Si vuelves a enfermar… Ven y compartiré contigo los medicamentos

otra vez.

-Okay, te llamaré. Bueno, ahora… buenas noches.

28
Después de descubrir la inesperada bondad de Aidou, Fuuka estaba muy feliz.

“Hoy no he podido ver a Kaname-sama, pero he visto una cara de Aidou-sempai que
nunca hubiese esperado en absoluto. Además…“

Recordando la calidez de sus brazos, Fuuka descansó ambas manos en sus mejillas.

-Ah! ¿Qué estoy pensando?

Caminando a paso rápido hacia su habitación, parecía haber olvidado por completo el
mareo, o el hecho de que momentos antes, lo había pasado muy mal.
Fuuka estaba jugando con su pequeño perrito en el parque . Su piel era suave y
agradable al tacto. A ella le encantaba jugar a que el animar encontrase la pelota roja
que le tiraba y se la llevase una y otra vez, por lo que ambos terminaron rodando por el
suelo.

-Ah…

Suspiró

-¡Mira que sucios nos hemos puesto! Tenemos que volver a casa para bañarnos, eh?
Sosteniendo en sus brazos al pequeño perro, este empezó a mover la cola y a lamer los
cachetes de Fuuka.

-Okay, Okay…. Nos quedaremos aquí un poco más.

Los ojos del perrito transmitían el mensaje que quería, así que Fuuka lanzó la pelota
roja otra vez.

-Esta vez la tiraré más lejos, ¿vale?

Tiró la pelota y el cachorro empezó a correr tras de ella.

-¿Huh?

De repente el cuerpo de Fuuka se puso tenso. La pelota había volado muy lejos,
demasiado lejos. El perro aún la perseguía, había dejado el parque y alcanzó la
carretera, donde los coches circulaban constantemente.

-Ten cuidado…

Fuuka, con un llanto de horror, empezó a correr hacía el perro. Al llegar, lo cogió en sus
brazos. En ese instante, ella sintió que su cuerpo volaba por los aires.

“¿Eh….?”

Oyó el sonido atronador de los frenos y luego vio que todo era azul del cielo se extendía
hacia sus ojos.

29
“¿Estoy volando?“

El sonido hueco de su propio cuerpo al chocar contra el suelo, parecía lejano y ajeno.
Parecía que todo marchaba a cámara lenta. Fuuka estaba tendida en el asfalto de la
carretera, y algo de color rojo comenzó a fluir ante sus ojos.

“¿La pelota?...“

Trató de llegar hacía ella, pero su brazo no se movía. No. Eso no era la pelota. Era otra
cosa. Algo que poco a poco se extendía hacía ella… era una sustancia roja que teñía el
asfalto. Un hermoso color rojo oscuro.

“Esta es mi…. “

-¡¡Aaaahhhh!!

Fuuka se levantó de asustada. Su cuerpo estaba empapado en sudor, y su corazón latía

con fuerza.

-¿Qué… qué era eso?

“¿Un sueño…? “

Ella no recordaba tener un accidente de ese tipo. Sin embargo, ese sueño parecía
completamente real.

-Fuuka… ¿Qué?

Kanae, quien dormía en la cama de al lado hablaba con los ojos entrecerrados.

-Ah, lo siento… tuve una extraña pesadilla…

-¿Estás bien? ¿Quieres que te traiga un vaso de agua o algo así?

-No, no te preocupes… Si tuviese sed, yo misma iría a por él.

-Okay… bueno, buenas noches…

-Buenas noches.

Kanae volvió a dormir otra vez, suspirando profundamente. Fuuka se levantó de la cama
y fue a lavarse la cara.

“Que sueño más extraño… ese color… y sangre…“

Un escalofrío se deslizó por su espalda, y Fuuka se abrazó a sí misma.

“Fue solo un sueño, un sueño… “

30
Lo repitió una y otra vez antes de volver a la cama. Tal vez, si se quedaba dormida
podría olvidarlo.
En la oscuridad, Fuuka estaba acostada con los ojos abiertos. Ella suspiró. Nerviosa y
extraña, apretó sus fríos dedos contra su pecho. Sentía mucho miedo, debido a que
estaba muy nerviosa.

“¿Qué diablos… es…. esto? “

Aunque la cama estaba caliente, su voz temblaba de frío. No pudo dormir en toda la
noche, el dolor en su pecho aún era fuerte.

31
CAPÍTULO 4

Era de noche y sólo un aula mostró una luz a través de la ventana. Durante la hora del descanso,
todos los vampiros se reunieron alrededor del asiento de Ichijou.

-Ha pasado una semana desde que tomaste las pastillas… ¿Cuál es tu estado actual?

Ruka miró furtivamente a Aidou, estaba hojeando unos papeles.

-Parece que funciona.

-Pero hasta que no pase más tiempo, no podemos estar seguros, ¿verdad?

Rima Toya metió la mano en la bolsa de chocolates que Senri Shiki tenía en la mano.

-Escuchad, vosotros dos…que ni siquiera habéis estado aquí

Se quejó Aidou, lanzándoles una mirada amenazante.

-Pero estamos aquí esta noche…

-Estar aquí ahora, es nuestra manera de trabajar con la investigación…

El par trabajaron como modelo, respondieron seriamente, pero siempre hablaban como si
tuvieran la mente en blanco.

-Ah…los niños, sé que soy un genio y todo eso, pero ¿ no cuentas sólo conmigo? Aunque,
supongo que es inevitable…

Dijo Aidou, asentando su mano en su pecho, justo antes de que Ruka le diera una bofetada.

-No, en absoluto. Basta pensar, Te llevas bien con esa chica…

Dijo ella.

-¿Qué dijiste?

-¡Basta ya! Hanabusa, Ruka

Kain trató de calmarlos.

-Bueno, Hanabusa, tú tienes más de una mano en esta investigación, así que está bien que se te
haya confiado la tarea.

Ichijou le dedicó una de sus amables sonrisas, luego volvió su mirada hacia la parte delantera
del aula.

–El maestro está por venir.

Aidou le arrebató los papeles que contienen la recogida de datos de las manos de Ruka, y
regresó a su asiento. Él les echó una mirada rápida cuando el profesor llegó, sin leerlos
cuidadosamente, y ya había revisado los documentos, que había escrito.

32
Había estado tomando las pastillas todos los días, pero…-Cada día la dosis requerida es mayor,
eso está claro-. Había algo distinto de lo que estaba en la lista de éxitos. Según ellos, la dosis
estimada que Fuuka necesitaba debe ser algo más baja. Sin embargo, cuando visitaba el
dormitorio ella siempre parecía estar bien, con una sonrisa en su cara. Está empezando a mostrar
resultados.

Por un momento, miró hacia la Residencia del Sol, visible desde la ventana. Todavía había
muchas luces, así que parecía que había muchos estudiantes despiertos en la Clase Diurna. En
esa escuela, los vampiros vivían con los humanos.

-Es por eso que…voy a ver esto a través.

Aidou lo hizo por el que gobernó en el mundo de los vampiros, por Kaname. Ése era su deber,
y la razón de su existencia.

-Fuuka, vamos a comer.

Dijo Kanae, sacando su lonchera. Fuuka se sentó, con la mejilla apoyada en una mano, el codo
sobre la mesa, mirando al vacío.

-Sí…

Rrespondió ella de mala gana.

-Hoy he preparado mi plato favorito. ¿Qué crees que habrá de postre?

Fuuka se perdió en sus pensamientos y en realidad no estaba escuchando a su amiga.

“¿Por qué es el mismo sueño todas las noches?”

Si sólo era un sueño, no había ninguna razón para tomarlo tan enserio, pero era demasiado real.
Tan real, que era desagradable, casi aterrador.

“Últimamente no estoy muy bien, probablemente a causa de eso”.

Debido al sueño, ella no había estado durmiendo. Y por eso, su anemia había empeorado
progresivamente. Fuuka sacó del bolsillo de su falda las pequeñas píldoras que Aidou le había
dado. Fue el séptimo día desde que empezó a tomar las píldoras, que parecía mejorar, pero
todavía estaba ese sueño.

“El sonido de los frenos, un grito…sangre roja…mi sangre.”

Cada vez que recordaba el sueño, le daba la sensación de que su propia sangre fluía a lo largo de
la parte exterior de su cuerpo. Trató de olvidarlo, pero sintió como si hubiera sido tatuado detrás
de sus párpados. Ella no podía sacar la visión de su mente. Era la primera vez que algo así le
sucedía. Normalmente cuando tenía un sueño, era tan solo un sueño. Lo olvidaba con el paso
del tiempo.

-¿Qué te pasa, Fuuka? ¿Sigues reflexionando sobre el plan del día de San Valentín?

-¿Eh? ¿Día de San Valentín?- parpadeó nerviosamente mientras volvió buruscamente a la

realidad.

33
Kanae la miraba a través de su ponchera.

-¿Eh, no es eso?

- S-sí, ¡sí que es eso! Si me pongo a pensar en el chocolate…no puedo parar, ya ves.

-De acuerdo. Parece que te tomas esto en serio ¿eh? Bueno, ¿has decidido qué tipo de chocolate
le vas a dar?

-¿Qué tipo de qué?

Preguntó Fuuka, ladeando la cabeza hacia un lado ya que era la primera vez que había oído
hablar de tal cosa. Se contuvo rápidamente.

-¡Oh, sí! Chocolates para Kuran-sempai.

-Oye, ¿qué pasa? ¿Qué demonios estaba pasando en los Dormitorios de la Luna esa noche, eh?

Exclamó Kanae, alzando la voz sobre la multitud. Fuuka se apresuró a hacerla callar.

-Kanae, ¡no hables tan fuerte…!

-Oh, lo siento, lo siento

Dijo ella, encogiéndose de hombros nerviosamente. Entonces, haciendo el gesto de limpiarse el

sudor de su frente, siguió hablando.

–Así que…ya has investigado lo que le gusta a Kuran-sempai, ¿verdad?

-Uh…bueno…

Después de esa noche habían ido a ver a Kaname, la verdad era que no había tenido la
oportunidad de recoger mucha información.
Ignorando a Aidou, quien se puso loco cuando Kaname se crió, los otros no habían dicho nada.
Ella trató de eludir el problema con una destreza envidiable.

“En verdad, siempre he estado tan encantado con la idea de ser capaz de ir y venir libremente,
que no he pensado siquiera en la recopilación de información o cualquier cosa que…”

De repente, la imagen de la cara de Aidou pasó por la cabeza de Fuuka y se sonrojó como un
tomate.

-¡Hey! Fuuka ¿Qué pasa? ¿Tienes fiebre o algo así?

-No, no, no es nada. Yo sólo me imaginaba a Kuran-sempai aceptando mis chocolates y…no es
nada, nada en absoluto

Dijo ella, sacudiendo la cabeza enérgicamente.

Por más que quiso engañarse a sí misma, no podía ocultar el hecho de que su corazón estaba
inquieto. ¿Por qué…por qué de repente estaba pensando en Aidou? Peor aún, el tiempo que
recordaba era la noche en que ella se desmayó y él la sostuvo en sus brazos. Sus ojos se llenaron
de preocupación, esa mirada azul…

34
Las mejillas de Fuuka estaban todavía muy rojas y Kanae sonrió.

-Vaya, realmente te gusta, Kuran-sempai.

- S-si.

Me gusta Kaname-sama, ¿qué tiene que ver con Aidou-sempai? Su corazón latía rápidamente,
pero no era una sensación desagradable. Ese hecho es exactamente lo que le preocupa a Fuuka.

“¡Aaah! ¡Basta ya!”

Esa tarde, ella, por supuesto, no pudo comer.

-Oye, Fuuka ¿sabes algo de esa tienda?

-Sí…

El fin de semana, Fuuka y Kanae recibieron permiso para abandonar la escuela e ir a la ciudad.
El objetivo principal era comprar chocolate, pero sobretodo, porque Kanae prometió ayudar a
Fuuka a escalar la pared de los Dormitorios de la Luna.

-Sin duda, es mucho mejor que cualquier cosa que podrías hacer tú misma. Y el día de San
Valentín puedes tomar algo por la mañana en la terraza ¿no? Seguro que será para impresionar.
¿Vamos a ver esa tienda?

Kanae estaba visiblemente más emocionada que su amiga y comenzó a tirar de ella. Fue
entonces cuando…

”¿eh? Es Aidou-sempai…?”

Cruzando la calle ella vislumbró la silueta de alguien que se parecía mucho a Aidou. Estaba
entrando en un callejón, acompañado de otra persona.

“Y esa persona a su lado…puede ser Senri Shiki-sempai?”

Desde que había comenzado a visitar el Dormitorio de la Luna, no había conocido a Shiki. Pero,
sin embargo, era fácil de recordar el rostro de una modelo. Él era a menudo la conversación de
las chicas de la Clase Diurna.

-¿Qué pasa, Fuuka?

-Ah, eh…He visto a un conocido, quiero saludarle ¿de acuerdo? Ve yendo, te alcanzaré después.

Cruzando la carretera, llegó a la acera opuesta. Fuuka entró en el callejón en el que había visto a
los dos chicos desaparecer. Caminó hacia delante, dando pasos rápidos. De pronto se detuvo y
se volvió.

“Espera… ¿por qué demonios los estoy siguiendo?”

Se preguntó. Como respuesta a esa pregunta, su corazón dio un vuelco, haciendo sentir un calor
extraño en su pecho.

35
“Mejor me voy de nuevo con Kanae…”

Pensó, pero en ese momento, algo de repente saltó desde arriba, aterrizando cerca de ella.

-Aaaah!

El hombre era mucho más grande que ella y le agarró por la espalda, sosteniéndola con él.

–Hum…te ves deliciosa…- le susurró al oído a Fuuka, deslizando la lengua por el cuello de la
chica.

-¡Ugh!-

“¿Q-Qué es esto? ¿Un pervertido? ¿Un loco?”

-Deja que se vaya-

Ella oyó la voz de Aidou y un momento después se encontró tirada en el suelo. Sentándose de
forma rápida y volviendo a la escena, vio que el hombre que la había atacado fue inmovilizado
por lo que parecía un látigo de algún tipo. En su boca, mientras gruñía a su contrincante, ella
pudo ver claramente dos… ¡¿colmillos?!

-Tú eres…un noble

El hombre gruñó con evidente desdén.

Los látigos lo alzaron en el aire. Fuuka estaba confusa y desorientada. ¿

“¿Shiki-sempai…? “

Imposible que fuera él, parecía que los látigos venían directamente de la punta de sus dedos…

-¡Vamos!

Ordenó Aidou, agarrándola del brazo y arrastrándola para que corriera, a pesar de que estaba
mirando continuamente hacia atrás. Corrieron fuera del callejón, llegando finalmente a la
carretera principal. El repentino resplandor de la luz del sol hirió sus ojos un poco.

-¿Qué estabas haciendo ahí?

-¿Qué dices? Yo estaba de compras y… ¿qué estabas haciendo tu ahí?

Shiki apareció de la oscuridad del callejón.

–Ya he terminado Aidou-san

Dijo él, su piel era blanca como el mármol. Era tan pálida que parecía transparente, lo que
refleja el sol. A primera vista, parecía imposible que pudiera lanzar a alguien al aire con un
látigo, como lo había hecho momentos antes.

–Esta chica…

La mirada de Shiki se posó en la de Fuuka.

-Ah…esta es la chica de la que estaba hablando. La chica de la Clase Diurna.

36
En un instante, Shiki miró hacia la izquierda a Fuuka y ella pareció darse la vuelta.

–Bueno, yo voy a seguir trabajando…hasta luego.

-Okay

“Después de que Shiki mirase a la izquierda, Aidou parecía un poco perturbado…quizá,

incluso molesto.”

Pensó Fuuka.

-Uh…esto…muchas gracias por deshacerte de ese pervertido.

-¿Pervertido…?

-Emm…no le he dado las gracias a Shiki-sempai, por favor dáselas tu de mi parte. Estoy
haciendo esperar a mi amiga, así que…me voy, ¿de acuerdo?

Dijo Fuuka, haciéndole al chico una reverencia formal, y se fue a toda prisa.

“Aidou-sempai me rescató de un pervertido… ¿puede que las coincidencias existan

realmente?”

Pensó ella, su corazón estaba latiendo como un loco. Tenía las mejillas tan rojas… ¿fue sólo por
la carrera?

Aidou vio a Fuuka desaparecer entre la multitud y se pasó una mano por el pelo.

–Un pervertido…bueno si eso es lo que piensa, entonces supongo que no es necesario borrar
sus recuerdos…

Kaname le había ordenado ir a cazar con Shiki, y parecía que habían llegado justo a tiempo para
evitar que un vampiro ex-humano hundiera sus colmillos en el cuello de Fuuka. Fuuka estaba
teniendo muchos problemas últimamente con la anemia. Si el vampiro la hubiese
atacado…posiblemente la habría debilitado demasiado, tal vez la podría haber matado.

“Así que…creo que lo he hecho por ella…por su bien…”

-¿Qué diablos estoy pensando?- él se pasó una mano por su pelo de nuevo, rechazando lo que
se pasó por su cabeza.

“Kaname-sama, Kaname-sama, el que más me gusta a mí es Kaname-sama.”

Las luces estaban apagadas y Fuuka estaba dando vueltas en su cama, pensando. Sintió la
necesidad de repetirlo una y otra vez. Cerró los ojos, concentrándose en tratar de ver su rostro
en su mente.

“Aaaah… no…!” “Kaname-sama, ¡el rostro que veo es el de Kaname-sama…!”

Pero cada vez que lo intentaba, la cara de Aidou aparecía en su lugar.

-¡Basta ya…!-

Gruñó ella, abrazada a su almohada y apretando fuertemente los ojos.

-No me gusta Aidou-sempai. Él es frío, antipático, de mal humor…

37
Abrió los ojos de repente.

-Pero…el me salvó, ¿verdad?

El que la había ayudado el día que se desmayó…fue Aidou. Por supuesto que fue una situación
incómoda para él, pero sin embargo él se ocupó de ella, sin poner una sola queja. Incluso se
quedó con ella hasta que ella se sintió mejor. Por otra parte, también la había salvado de las
garras de ese pervertido en el día de hoy…el corazón le latía con fuerza de nuevo. Una vez más.
Yo no lo conozco muy bien… La primera impresión que tenía de él era pésima. A partir de
entonces, en general, la visión que tenía de él nunca había sido demasiado buena, así que no
estaba segura de lo que pensaba.

“Pero si de verdad era una mala persona, ciertamente no se habría molestado en salvarme. Si
él realmente era frío, no habría razón para que él me acompañara a la puerta cada noche, así
que no estaba sola”

Aidou siempre había sido bastante duro con ella, así que ella nunca había actuado de manera
muy natural frente a él.

“No, estoy segura de que he creado una mala impresión de él. Realmente quiero conocerlo
mejor…”

Ella bajó la cabeza pensativa.

“¡No, me equivoco! El que más me gusta es Kaname, él es a quien quiero conocer a fondo, no a
Aidou.”

Pero su corazón no estaba bajo su control. Era como lo que había sentido cuando empezó a
gustarle Kaname. Esa sensación que parecía no dejarla respirar. Pero también era diferente. Con
Kaname sentía una especie de nerviosismo, pero esta vez…sentía como unas mariposas en su
estómago.

-¡Aaah!... ¿Qué debo hacer? No sé lo que es esto, peor no sé qué hacer…

Murmuró, hundiendo la cara en la almohada. Exhaló un profundo suspiro.

-¡Ah, ya lo sé!

Pensó en algo.

“Voy a darle chocolates a Aidou-sempai también. Será una manera de darle las gracias por
todo lo que ha hecho por mí…una especie de regalo.”

No podría ser otra cosa que un regalo de agradecimiento, no era raro, ¿verdad?

“¡Está bien, está decidido! El verdadero chocolate se lo puedo dar a Kaname-sempai, y puedo
dar las gracias a Aidoy con chocolate. Prolema resuelto… Problema…”

Kanae se agitó en su cama, murmurando. Fuuka rápidamente se cubrió la boca con ambas
manos.

“¡Uy, cuidado, cuidado, voy a despertar a Kanae!”

Una vez más, ella se quedó inmóvil en la cama, tirando de la colcha hasta la cabeza. De esta
manera, si ella empezaba a hablar con ella de nuevo, sería más difícil que la escuchase.

38
“Me pregunto qué tipo de chocolate le gustaría a Aidou-sempai.”

El día que llevé unas galletas de los Dormitorios de la Luna, Aidou tomó alguna, por lo que le
deben de gustar los dulces. Aunque, por supuesto, podría ser que a él le gusten las galletas, pero
no los dulces. O tal vez él es un amante de los dulces… Ella carecía de información.

-Uf…no sé.

Sería mejor no darle algo muy femenino. Si le daba el chocolate, igual la malinterpretaba. Sin
embargo, si ella le daba algo muy moderno y elegante, podría parecer que había pensado en ello
demasiado.

-Chocolates para Aidou-sempai…hum…

Frunció el ceño bajo als sábanas, Fuuka pensó y pensó, hasta que se incorporó bruscamente.

-¡Claro, puedo preguntarle!

Sería sencillo preguntarle directamente. De esta forma podría evitar cometer errores. Sólo
quiero darle el chocolate como signo de agradecimiento, después de todo… Miró el reloj de la
silla de noche. Era bastante tarde, más tarde de lo que suele visitar los Dormitorios de la Luna.

“Tal vez él ya esté durmiendo… pero tengo que intentarlo. Puesto que son la Clase Nocturna,
probablemente aún están despiertos.”

-Si están durmiendo, entonces iré de nuevo. Y si aún están despiertos…entonces intentaré
preguntarle.

Fuuka corrió hacia el Dormitorio de la Luna.

- ¡P-pero qué frío que hace! Ojalá me hubiera puesto lago más…

Murmuró, aferrándose a su abrigo.

Su respiración quedó suspendida en el aire, cristalino y blanco. Ella no estaba segura de si el
frío era a cuenta de lo tarde que era.

-Esto está mejor

Se calentó las manos con su aliento, y empezó a correr. Su pelo le acariciaba la nuca
ligeramente con cada paso. Posiblemente debido a lo tarde que era, no había nadie en la puerta
principal, por lo que ella simplemente entró. Una vez dentro, ella tomó su camino hacia la sala y
tomó el mando.

-Fuuka parece ser el sujeto ideal para probar el efecto de las pastillas ¿verdad?

Al oír su propio nombre, se quedó inmóvil, sin soltar el botón. La siguiente voz que oyó fue la
de Kain.

-Sí, es el momento ideal. Ella está empezando a mostrar los síntomas. Si empezamos tarde, sería
más complicado observar el progreso.

-Sí…y le están dando las pastillas con regularidad, así que es fácil seguir el progreso.

-Aidou, parece que te llevas bien con la chica, así que continúa con la observación.

39
-Yo no soy su amigo, maldita sea. Ella es una simple vampiro ex-humana…la observación es un
dolor, no lo voy a hacer.

-¿En serio? ¿Es por eso que has estado cuidando tan bien de ella últimamente?

-En ese momento yo no tenía elección. Además, pensé que era una buena oportunidad para darle
las pastillas.

-Bueno, lo que sea. De todos modos, por ahora vamos a seguir viendo el progreso.

Sin perjuicio de los experimentos. Progreso. Observación. Las palabras que parecían muy
lejanas, se filtraban en los oídos de Fuuka. Se quedó paralizada, incapaz de mover un dedo. No
tenía la menor idea de lo que podrían estar hablando.

-Yo nunca habría pensado que esa chica era un vampiro.

-La primera noche, el presidente Kuran se dio cuenta por el olor de su sangre.

-Es sólo una cuestión de tiempo hasta que ella caiga a un nivel E…

Las palabras que venían a ella desde el otro lado de la puerta eran extrañas y extranjeras. Una
cosa, sin embargo, estaba segura, que estaban hablando de Fuuka.

“¿Qué, soy yo…un tema de estudio? ¿De observación… qué…? Esas pastillas de las que
hablan, ¿podrían ser las que Aidou-sempai me ha estado dando?

Fuuka, paralizada, notó que le temblaban las piernas.

-Todos los datos se enumeran aquí. Aidou ha sido meticuloso con su fidelidad, por lo que
muestra un gran progreso.

Se oyó el ruido de unas páginas, tal vez las páginas de un libro… o algo así. Era la primera vez
que Fuuka escuchaba la voz de Ichijou, por lo general tan amable, el sonido tan fresco y
tranquilo. Esta no era la voz de Ichijou que Fuuka conocía.

-Lamento tener que acumular datos de esta manera…pero no hay tiempo antes de que ella se
convierta en un vampiro.- una voz tan tranquila…que daba miedo. ¿Qué…? ¿Quiénes son estas
personas? ¿Qué están diciendo? Vampiro…un vampiro… ¡¿Yo?!

Ella quería huir, pero sus piernas no se movían. Había oído hablar más de lo que hubiera
querido, y esas duras palabras parecían haber sido grabadas en su cerebro.

-Aidou, ¿qué piensas tu de su progreso?

-Las pastillas están haciendo bastante bien. Sin embargo, no puedo decir que la situación está
progresando como se esperaba.

-¿Ella está todavía en la fase en la que todo parece problemas de anemia?

-Parece que todavía tenemos algo de tiempo antes de la conversión.

-¿Estas pastillas no dan la esperanza de retrasar la conversión a vampiro?

-Eso dicen. Eso sería lo ideal. Sin embargo, no hemos visto ningún progreso…

40
“Los vampiros son criaturas de ficción. Es una mentira. Todo esto debe ser una mentira…”

Fuuka estaba desesperadamente tratando de pensar, con los ojos inundados de lágrimas. Debe
haber algún error. Esto fue sólo una pesadilla. Una pesadilla, nada más. Pero ella estaba
despierta. Sin duda, sus problemas con la anemia no tenían nada que ver con… con eso.

“¿Yo soy un vampiro? ¡Qué tontería! Tiene que ser una mentira.”

Casi incapaz de soportar el impacto, se sentó en el suelo de la entrada.

-¿Quién anda ahí?

Exclamó Ruka de pronto, cuando oyó el débil sonido. La puerta se abrió bruscamente.

La primera persona que salió fue Aidou.

-¡Y tú…!

- Aidou-sempai…

Aidou bajó la mirada hacia la chica que se sentaba en el suelo delante de él con lágrimas en sus
mejillas. Fuuka se volvió y echó a correr.

-¡Oye, espera!

Intentó detenerla, pero ella ya estaba en la puerta.

-¡Maldita sea…!

Aidou corrió tras ella.

“Era una mentira. Una broma de mal gusto.”

Pero…la cara de Aidou, cuando lo vio, de alguna forma lo confirmó. Todo esto era cierto. Él se
sorprendió visiblemente cuando la vio… cuando se dio cuenta de que lo había oído todo. Fuuka
corrió sin parar, mordiéndose el labio de rabia.

“Pero, ¿qué es todo esto…?”

Tenía dificultad para respirar y sus piernas estaban cada vez más cansadas. No le importaba.
Ella quería seguir corriendo siempre. Huir. Escapar de la realidad. Escapar de la terrible…
realidad.

“¡Es una mentira, una mentira, una mentira…!”

Los ojos de Aidou le habían dicho lo que ella no quería saber.

“¿Realmente…todo es verdad?”

Respirando rápidamente Fuuka finalmente se detuvo, colapsando con el suelo. Estaba

sollozando y sus lágrimas caían sin cesar.

-¿Por qué…? ¿Por qué esto…?-

41
Era horrible pensar que todo el mundo estaba mintiendo. Todas aquellas personas que habían
sido amables con ella, no porque les gustase, no porque eran buena gente, sino porque veían a
Fuuka como una especie de sujeto de un experimento. Tenían que mantener un ojo en ella, había
sido invitada a entrar y salir cuando quisiera, de esa manera la vigilaban. Y Fuuka no se había
dado cuenta de nada. Ella había estado ciega y se había dejado tratar como una marioneta.

-¿Por qué…?-

Dijeron que el día que cayó, la sangre que había fluido de las palmas de sus manos cortadas,
que esa sangre roja, ese olor… no era la de un humano, sino la de…un…monstruo.

“¿Soy un monstruo?”

Oyó el ruido de pasos sobre la hierba. Luego vio un par de zapatos, piernas… y cuando miró
hacia arriba se encontró a Aidou ante ella.

-Aidou-sempai…

En la oscuridad, el rostro de Fuuka, pálido como la luz de la luna, era tan inexpresivo como una
muñeca. El viento de la noche, alborotó ligeramente los rizos de Aidou, hizo que la distancia
entre los dos se hiciera fría al tacto.

-¿Estás bien?

-Aidou-sempai… ¿Qué quieres decir…que soy un vampiro?

Preguntó ella, con los ojos llenos de emoción.

–Yo…soy una chica normal…yo no soy un monstruo…ni nada de eso… ¡no lo soy!

Aidou se arrodilló, poniéndose al nivel de los ojos de Fuuka.

-Tú eres un ser humano normal…por ahora. Pero…

-¿Por qué dices que “por ahora”?

-Fuuka…antes…antes de entrar a la Academia, durante las vacaciones de verano, tuviste un

accidente.

“¿Antes de llegar a la Academia…?”

Fuuka se había trasladado aquí desde otra escuela secundaria. Sin embargo, ella no tenía ningún
recuerdo de todo lo que le estaba diciendo Aidou.

-¿Un accidente?...Pero eso era sólo un sueño…

“Podría haber sido un hecho real?”

-Tuviste un accidente real…Un accidente fatal…-

-¿Cómo sabes eso? ¿Si aún no me acuerdo…?-

Pero Aidou aún estaba hablando.

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–Cuando tuviste ese accidente, estabas en un estado de…agonía. Te estabas muriendo.
Entonces, un vampiro de sangre pura…que estaba cerca de la escena, olió tu sangre y te salvó.
Bueno, más o menos, de todos modos…

Las palabras de Aidou parecían muy lejanas y surrealistas para Fuuka.

-Entre vampiros, los de sangre pura, son los seres que tienen una fuerza y un poder
extraordinario. Cuando un ser humano ha sido mordido por un vampiro de pura sangre, él o ella
se convierten en vampiro. Con el tiempo comienzan a asumir sus funciones… su sed de sangre,
y si se resisten a tomarla…significa la muerte para un vampiro. Al final se convierte en el
último eslabón de la escala de los vampiros, el Nivel E.

-¿Por qué…por qué tú sabes eso, Aidou-sempai?

Aidou tenía la voz tranquila cuando contestó.

–Yo soy un vampiro. La verdad es que…todos los estudiantes de la Clase Nocturna lo son. Hay
muy pocos humanos que saben eso, pero…

La verdad atravesó la mente de Fuuka como una aguja. Aidou, Ichijou, Ruka, Kain y
Kaname…todos ellos eran vampiros. Ellos no eran…personas.

-Cuando casi mueres, fuiste mordida por un purasangre, entonces tú te convertirás en vampiro.
No cabe duda de que tus recuerdos fueron manipulados por el vampiro, pero cuando comenzaste
a tomar las pastillas…parece que tus recuerdos han ido volviendo a ti como un efecto
secundario.

-¡Eso es horrible! ¡No quiero esto!

-¿Odias al purasangre? Si él no te hubiese mordido, tú no estarías viva ahora. ¿Eso te hace

infeliz? De otro modo habrías muerto en el accidente.

Su expresión parecía un poco irritada.

“He tenido tiempo para estar con mi familia, con mis amigos…todo este tiempo, he sido muy
feliz…y pensar que yo pensaba que era normal, que eso iba a durar para siempre…”

Recordando los rostros de Kanae y de su padre, las lágrimas comenzaron a fluir de nuevo.
Aquellos días felices, el tiempo que había tenido desde que escapó de su destino de
morir…había merecido la pena el cambio que ella ni siquiera sabía que había sucedido. Pero un
final así…era demasiado cruel.

-¿Qué debo hacer, eh? ¿Qué hago ahora…?

Una mano aterrizó suavemente en su cabeza.

-Sigue tomando las pastillas. Son experimentales, pero… por ahora son todo lo que tenemos.

-¿Esas…pastillas?

-Sí, las pastillas que te di. Ellas tienen la capacidad de retrasar el proceso de conversión a
vampiro. Mientras las tomes, el proceso será lento.

Fuuka fijó sus ojos en Aidou. Había algo en sus ojos. Algo que le daba la sensación a Fuuka de
que él estaba preocupado por ella. Ella suspiró.

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-Bueno, voy a tomarlas. A pesar de que es un tema de la experimentación…yo creo en ti,
Aidou-sempai.

Por un momento, a Aidou le temblaron los labios casi imperceptiblemente. Tomó fuerza de
voluntad para contenerse, y miró hacia el suelo.

-Oh, créeme. Soy un genio, ¿sabes?

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CAPÍTULO 5

Fuuka estaba sentada ahí en la cama, mirando fijamente a la superficie de la pequeña caja de
pastillas. No recordaba cómo había llegado hasta allí. Tenía que haber sido Aidou. Aidou le
había dado la caja con las pastillas en el interior.

“Estas pastillas… ¿Realmente pueden ayudarme?”

Una de las pequeñas pastillas le cayó en la mano. Muy pequeña, blanca…que en realidad
parecía bastante normal. Tabletas de sangre, ese era el nombre dado a la medicina del
desarrollo. Se esperaba que esas pastillas retrasaran la transformación a vampiro. A un monstruo
sediento de sangre.

“Voy a ser…”

Ella todavía no lo podía creer.

-¿Qué sera de mí…?

Apretó el puño en torno a la pequeña pastilla de su mano.

Aidou le había confesado todo a ella abiertamente, sin esconderle nada. Él le había explicado
todo lo que sabía acerca de los purasangre y lo que les ocurre a los humanos cuando son
mordidos por uno. Ellos se convierten en vampiros y dejan de ser humanos para siempre. Con el
tiempo llegaría a un destino temido por todos los monstruos bebedores de sangre…caería al
Nivel E.

Al parecer, el hombre que la había atacado el día anterior en la ciudad había sido un Nivel E.

“Lo que vi en su boca…esos eran los colmillos de un vampiro.”

Esos dos colmillos afilados que había visto sólo por un instante…si Aidou y Shiki no hubiesen
aparecido, la habría mordido y se habría bebido toda su sangre. De repente, irónicamente, su
percepción de la situación había cambiado de hacerla pensar en él como el -monstruo del que
Aidou me salvó- a -cuando vi el monstruo en el que me convertiré algún día.-

La caída de Nivel E…Se preguntó que sentiría entonces. Tal vez atacaría a sus amigos…y
bebería su sangre. Tal vez cuando eres un vampiro y bebes sangre de otra persona…su corazón
humano grita a horrores. No quería llegar a ser aquello. Quería vivir como un ser humano
normal.

-Ugh…

Ella no podía escapar de su destino. Aidou se lo explicó. Parecía que él ahora trataba a Fuuka
muy amablemente. Es mejor saber lo que está sucediendo.

-Y todos ellos son vampiros…desde su nacimiento…

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Según Aidou, todos los estudiantes de la Clase Nocturna son vampiros. Por otra parte, Kaname
es un purasangre, la élite, la parte superior de la pirámide de los vampiros. En segundo lugar
estaba el “noble” clase a la que muchos de los estudiantes pertenecían. Luego estaban los
vampiros comunes, después iban los ex-humanos y, finalmente, a un nivel tan bajo que ni
siquiera merecen estar en la pirámide…estaban los de Nivel E. El extremo de la escala, los que
esperan la muerte, la muerte de la que los vampiros del otro extremo de la pirámide fueron
responsables. Fuuka fue…-la que debió ser atendida- . Esta diferencia fue dolorosa. Desde el
momento del nacimiento eran diferentes. Su rango social era totalmente diferente. Muy
diferente.

De acuerdo con la escala social, Fuuka no era algo más que algo así como una mascota.

-Si la verdad es que…

Podría haber sido mejor que no me hubiera salvado. Pero, de nuevo, había vivido hasta ahora y
no había sido infeliz, ¿no? Se le volvieron de vuelta todos los momentos felices. Las palabras de
Aidou se hicieron eco en su mente y corazón, y Fuuka empezó a calmarse.

“Yo no odio a nadie, yo…en cuanto a lo que va a pasar ahora…”

Tuvo una sensación de dolor en el pecho. Tan grande como sus ganas de gritar y correr, no
había nada que pudiera hacer. Estaba desesperada por vivir cada día en el que permaneció hasta
el final. Ella seguía siendo ella misma, no se convertiría en otra cosa. Tenía que ser ella misma
hasta el final.

-Así que…no tengo más remedio que tomarme las pastillas.

Ellas eran la única esperanza que le quedaba. Lo que desaceleró su caída, su único camino. Un
poco de esperanza, muy pequeña…pero a las que no tenía más remedio que aferrarse.

El vértigo se apoderó de ella. De repente, su visión se puso roja, roja brillante. Ella tenía sed.
Sentía que su cuerpo estaba seco. Rápidamente, se puso las pastillas en la boca y se las tragó
junto con un vaso de agua que tenía en la mesita de noche. Se tomó toda el agua de una vez y
luego se quedó allí, respirando frenéticamente. Lo que había aliviado su sed…¿era el agua…o
las pastillas?

Fuuka, temblando de miedo, se sintió congelada y no pudo mover ni un músculo. ¡Que alguien
me salve, que alguien me salve…! Las súplicas de la chica no llegaron a los oídos de nadie. En
medio de la oscuridad, Fuuka se encogió de hombros y se acurrucó en su cama. Siguió
temblando toda la noche.

-Fuuka, estás un poco pálida últimamente… ¿estás enferma?

Preguntó Kanae preocupada, mientras se vestía para ir a la escuela esa mañana.

-¿Eh? Por supuesto que no. No me pasa nada, estoy bien.

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-Bueno, si es así, bien, pero… ¿has dormido bien últimamente? No tienes apetito…Si algo va
mal, sabes que puedes decírmelo, ¿de acuerdo?

-Sí, lo sé. Gracias…

La bondad de Kanae pareció colarse en su pecho y ocasionarle un poco de dolor.

-Bueno, mejor me voy, ¿eh?

Dijo Fuuka, pero cuando fue a levantarse para irse, se volvió a sentir mareada.

Su visión se nubló, y una sensación desagradable se extendió por todo su cuerpo.

“No…”

Trató de contenerse, pero los zapatos que tenía en sus manos se deslizaron de sus dedos y cayó
al suelo. Kanae la vio y corrió hacia ella.

-¿Qué te ocurre, Fuuka? ¡Te ves muy pálida!

-Estoy bien…si me tomo las pastillas…estaré bien…

-Está bien, acuéstate un poco más, vamos. ¿Puedes levantarte? Apóyate en mi hombro. Ten
cuidado con los pies…-

Sosteniendo a Fuuka temblando con todas sus fuerzas, Kanae la guió hasta la cama. Fuuka se
sentó en el borde de la cama y se tomó una de las pastillas de su cajita.

Kanae corrió a buscar un vaso de agua.

–Aquí tienes el agua, voy a llamar a un maestro o a un doctor.

-Estoy bien…estoy acostumbrada a esto.

Fuuka se tomó la pastilla.

-Sólo necesito descansar por un tiempo…entonces estaré bien otra vez.

Sin darse cuenta, una de las píldoras que tenía en su débil mano se deslizó, cayendo en el vaso
de agua.

-Oh, bueno

Haciendo cuenta de lo importantes que son, ella no quería perder ni una. La píldora,
hundiéndose en el agua poco a poco, empezó a verse de un color rojo intenso brillante mientras
se derretía, casi parecía un color carmesí.

-Que color tan…inquietante. Fuuka, ¿esto es realmente medicina?

-Sí, sí…Parece que tiene algún tipo de medio de contraste. No es tóxica para el cuerpo, y de
todos modos, yo siempre las tomo sin disolverlas.

Tratando de elevar sospechas, Kanae miró el vaso de una manera natural.

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“Así que…estas píldoras están hechas de sangre, después de todo…”

Esa sangre roja significa que las pastillas que había tomado hace un momento se estaban
convirtiendo en… dentro de ella.

” Estoy bebiendo sangre…”

Era un monstruo. Fuuka sacudió la cabeza para librarse de la extraña oscuridad que fue
apoderándose de ella.

-¿Estás bien? Será mejor que no vayas hoy a la escuela. Se lo diré a los profesores, no te
preocupes.

-No, no…voy a descansar un poco y luego iré. Diles que voy a llegar tarde.

-Está bien, como quieras, ya me voy, ¿vale? Pero no te excedas.

Dijo Kanae, mirando preocupada a su amiga. Quería quedarse ahí y cuidar de ella, pero tuvo
que darse prisa para irse antes de que la campaña de apertura de las clases sonara.

Fuuka estaba en la cama, respirando rápidamente. Fue raro. La pastilla se la fue tomando más a
menudo.

-No tengo tiempo…tengo que ir a la escuela…aunque sólo un poco, todavía podía llevar una
vida normal… Si tan sólo le dijera a Kanae la verdad…

Pero no pudo. Los humanos normales no podían saber de la existencia de los vampiros. Si ella
se lo dijera, seguramente Kanae nunca podría regresar a una vida normal tampoco. Si Kanae
conociera el destino de Fuuka, tal vez ella también pasara el mismo sufrimiento. Ella no quería
arruinar la sonrisa de Kanae que tanto amaba. Así que…iba a ocultar la verdad. Y cuando caiga
al Nivel E, simplemente desaparecerá de la vida de Kanae sin dejar rastro. Esa fue la conclusión
a la que llegó Fuuka.

-Lo siento, Kanae…lo siento…

Murmuró Fuuka, mordiéndose el labio inferior en silecio.

Al caer la noche, y después de comprobar que Kanae estaba dormida, Fuuka se fue al
Dormitorio de la Luna. Ese edificio que refleja la luz brillante de la luna…el hogar de los
vampiros. Ella nunca imaginó que sería invitada a ese lugar. Aidou llegó a la puerta.

–Ah, eres tú. ¿Las pastillas?

Con una muerta expresión, completamente diferente a la habitual, asintió con la cabeza.

-Entonces voy a por ellas. ¿Quieres venir conmigo?

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-No, me quedo aquí.

-Como quieras. Espera un minuto, entonces.

Y pensar que este había sido un lugar muy divertido para ella… Ella no quería ver la cara de
Ichijou, ni la de nadie. No quería ver el lado frío, escondido detrás de la máscara de la bondad.
Aidou también formó parte del equipo de investigación, pero ella había decidido creer en él.
Sólo en él, él era el único que había sido honesto con ella.

-Eso debe hacerlo por un tiempo, supongo.

Aidou le entregó las pastillas a su regreso.

-Gracias

-Oye, ¿tú no te sientes bien verdad? Tu cara no tiene color.

-No me pasa nada. Estoy tomando las pastillas con regularidad.

Se apresuró a sonreír.

-¿Sí? Bueno, muy bien. Pero si algo cambia, me lo dices ¿eh?

-Está bien. Ah, por cierto…muy pronto será el día de San Valentín…

Aidou se dio cuenta de que no iba a aguantar mucho más, así que decidió no decirle nada.

-¿Eeh? Sí, bueno…supongo que sí…

-¿Qué tipo de chocolate te gusta, amargo o dulce?

Recordó que había decidido darle el chocolate como agradecimiento. Aunque en el momento en
que lo decidió no sabía no saldrían las cosas. A partir de ese momento, parecía que el destino de
Fuuka había cambiado drásticamente… se había transformado en un chupasangre.

-Ah. Bueno… A mí me gusta dulce, pero no demasiado dulce. Si es muy empalagoso, sabe mal,
ya sabes.

-Ya veo.-

“Y pensar que había entrado en el Dormitorio de la Luna por lo del día de San Valentín…Y
Kaname me encontró en el jardín.”

Así fue como empezó todo…Era bastante reciente, y sin embargo, parecía toda una vida atrás.

-Yo estaba pensado en regalos de chocolate ese día…

-¿Eh? ¿De qué estás hablando?

Dijo Aidou con un encogimiento de hombros, escuchó las palabras de Fuuka, pero no la
entendió.

-No estarás pensando en darme chocolate a mí, ¿no?

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-Por supuesto que no. Yo se lo daré a Kuran-sempai.

Dijo ella.

Al escuchar sus palabras, Aidou puso una expresión de enfado.

–No voy a dejar que se lo des a Kaname-sama. Voy a detenerte tantas veces como sea necesario.

-Está bien, ¡acepto tu reto!

Fuuka sonrió. Por un momento parecía que las cosas fueran como antes.

Aidou apartó la mirada, tratando de no pensar acerca de la tragedia que le esperaba a esa chica.
Acompañó a Fuuka a la puerta. Una vez que ella regresó a su residencia, Aidou se reunió con
Kain.

-Akatsuki…

-Hanabusa, ella es el sujeto de un experimento, hasta el final.

Dijo simplemente. No acusó a Aidou de nada, ni defendió lo que él dijo. Se limitó a señalarlo
como un hecho. Estaba tratando de advertir a su primo que no se involucrara demasiado
emocionalmente.

-Lo sé, maldita sea. Eso es obvio.

Gruñó Aidou, y se fue malhumorado a su habitación, dejando fuera a Kain.

-Somos…los que observan.

Mmurmuró Kain.

–No hay nada más que podamos hacer. No podemos mezclar nuestros sentimientos en esto. Si
lo haces…no sólo va a ser doloroso para ella, para ti también, Hanabusa… ¿no te das cuenta?

50
CAPITULO 6

-El
El menú de hoy está basado en
verduras, cocinadas a mi
estilo, pescado
cado blanco y salsas
aromáticas a mi estilo…
estilo Y carne
con ajo picado y espinacas,…
espinacas, mi
estilo… Eh, Yuuki, Zero...
Zero. ¿Me
estáis escuchando?

En las habitaciones privadas del

director de la Academia Cross, la
voz optimista del presidente
hablaba. Una estudiante de
secundaria llamada Yuuki, se
sentaba en la ventana para mirar el
edificio de la escuela, ignorando la
charlaa sobre la cena.

-Kaname.-sama…
sama… ¿Estarás en esas
clases ahora?

Él era
ra una persona infinitamente
sabia.

“¿Qué
¿Qué tipo de cosas estaría
estudiando...?”

Para Yuuki, era una idea muy

interesante. La Clase Nocturna
estaba buscando una manera para
que los seres humanos y los
vampiros a vivir en paz, por lo que
en la academia, los vampiros
jóvenes fueron educados para ser
moderados y sensibles. Este era el lugar ideal. El proyecto había comenzado tan sólo hace unos
años. Para la Clase Nocturna, no había cursos
cursos de la escuela secundaria o la universidad como
tal, sólo estudiar por un tiempo indefinido, ya que persigue una educación de alta calidad. Los
vampiros viven muchos, muchos años más que los humanos, por lo que no tienen que adaptarse
al escaso tiempo disponible
sponible para ellos.

-Y
Y ahora, estas píldoras que parecen reemplazar la sangre hace que no tenga que morder a nadie.
Algunos estudiantes tienen excelentes progresos, estoy ansiosa de ver los resultados.

Oyendo la voz del presidente, Zero le dedicó una mirada aguda e irritada.

-Qué tontería.

Gruñó

Parece que esos monstruos chupa sangre nunca cambiarán su manera de actuar…
-Parece

51
-¡Zero! ¡No digas esas cosas!

Le regañó Yuuki. Zero se volvió con un gesto molesto. En silencio, recogió los platos de la
mesa y desapareció de la cocina.

-Voy a lavar los platos.

-Hey, presidente… ¿Crees que Zero estará bien? … Me pregunto si se negará a entrar a la
academia…

Murmuró Yuuki preocupada.

Zero era un año mayor que Yuuki, así que debería estar en la academia ahora. Pero Zero no
parecía tener intención de hacerlo. La razón por la que se resistía parecía bastante clara para
Yuuki y el Presidente Cross.
Zero simplemente no quería ver la cara de los estudiantes del Turno de Noche. Los estudiantes
de la Clase Diurna y la Nocturna estaban aparte, pero usaban los mismos edificios para las
clases. Zero odiaba a los vampiros hasta el punto de no querer mezclarse con ellos. Esa era la
razón.

“La familia de Zero murió por culpa de un vampiro malvado… “

Yuuki entendía ese sentimiento. Nadie podría imaginar cómo sería si tus seres queridos
murieran. Odiarías a la persona que lo hizo por el resto de tu vida. Eso era algo natural, pero
aún así, no había razón para odiar a Kaname-sama…

“Kaname-sama es bueno”

Él era el vampiro que le salvó la vida. El siempre fue amable y gentil con ella. Sin embargo, no
importa cuando repitiese esas palabras –hay también vampiros buenos-, Zero parecía que nunca
los aceptaría en lo más mínimo.

“Bien, el próximo año, yo empezaré la secundaria… Zero irá sin importar que! “

Yuuki cerró las cortinas, en silencio, con un gesto de guerra.

Era de noche, tres días después del incidente en la ciudad. Fuuka se fue a la cama más temprano
de lo normal. Ella estaba pálida, exhausta y tumbada en la cama.

“Me siento mal… y alterada… ugh…”

Se había sentido enferma desde la mañana, muy cansada así que no trató de esforzarse.
Normalmente, cuando llegaba la noche, ella se solía sentir mejor, pero hoy ella no podía librarse
de esa sensación, a pesar de que el sol se había ido. En su lugar, se estaba poniendo peor.

52
“No estoy enferma, pero… Será mejor que tome las pastillas”

Ella sacó una pequeña píldora de la caja y se levantó de la cama. Kanae estaba en la ducha. Si
se concentraba, podría oír el fluir del agua. Parecía que su amiga estaría allí por más
tiempo. Con mucho esfuerzo, empezó a caminar. A pesar de que el baño no estaba muy lejos,
sus piernas eran demasiado pesadas y le parecía que estaba a kilómetros de distancia. Le
empezó a fallar la vista y el sonido de la ducha parecía cada vez más lejano, hasta el punto que
lo perdió y no sabía si estaba de pie o sentada. Sus brazos y piernas dejaron de funcionar y su
corazón empezó a latir rápidamente, de manera desagradable.

Justo antes de perder la conciencia, Kane salió de la ducha.

-¡Ya terminé! Es tu turno. Como fue…

Kanae caminó fuera del baño envuelta en una toalla y vio a Fuuka en el suelo

-¡Fuuka! ¿Estás bien?

-S…si…

-¡No, no lo estás! ¡Estás pálida! ¿Dónde está tu medicina?

Con mano temblorosa, Fuuka le mostró la píldora que tenía en la mano.

-Te traeré agua ahora mismo, estate tranquila

Ella volvió inmediatamente con el vaso y, sosteniendo a Fuuka, la ayudó a poner la pastilla en
su boca.

-Fuuka, esta es la pastilla, bébela ahora vale. ¿Me oyes?

Fuuka sintió una agradable sensación. A través de sus sentidos nublados, parece ser que llegó un
dulce y cálido aroma. Un olor, un sabor que la atrajo, llamándola. Sus ojos se abrieron y de
repente se encontró mirando a su amiga.

“Ah... es el olor de Kanae… “

Pero no era esencia a champú o perfume. Eso era… algo que la hacía retorcerse de hambre. Ese
olor…

-Hey, Qué pasa… ¿Estás bien? Ven, toma otra pastilla por si acaso.

Mirando a su alrededor, Fuuka estaba buscando el origen de ese olor dulce. Con el pelo mojado
y envuelto en la toalla, la piel de Kane estaba expuesta. Blanca, suave…transparente… tan
pálido y con venas azules. Las venas que se movían por cada latido de su corazón.

“Eso…”

53
El corazón de Fuuka empezó a latir a la misma velocidad que el de su amiga. Parecía...
deliciosa. Extremadamente... deliciosa. Tragó saliva bruscamente. Tenía sed. Parecía no estar
satisfecha solo con las píldoras. Había algo mucho mejor frente a ella…

-¿Fuuka? ¿Estás escuchando?

Kanae estaba empezando a darse cuenta de que sucedía algo extraño. Fuuka no parecía ser la
misma. De rodillas, las manos de Fuuka se clavaron con fuerza en los hombros de Kanae.

-¡Hay!

Ella tenía una extraordinaria fuerza en la expresión y Kanae se volvió preocupada, incluso
asustada mientras veía a su compañera de cuarto.

-Fuuka, algo raro está pasando. Tu... tus ojos están completamente rojos, y tu boca… ¡Aaa!

La voz asustada se convirtió en un grito de horror. Después, sintió una terrible punzada de
dolor. La cara de su amiga estaba presionando contra su cuello, o… o a lo mejor era otra cosa…

-Fuu..ka…

Dos blancos colmillos sobresalían de la boca de Fuuka, colmillos que traspasaron el cuello de
Fuuka, cortándole las venas. Kane oía el sonido mientras succionaba… su sangre. Fuuka estaba
chupando su sangre.
Luego, todo se volvió negro y el sonido de una rápida Fuuka, el furioso tragar se perdió en la
bruma de Kanae.

“Deliciosa… simplemente deliciosa… ¡ Yo quiero más… más…!

Fuuka estaba fuera de sí. En esa habitación solo había un vampiro y su comida. No había
novias, ni compañeras de cuarto, solo un depredador y su presa.
A la Fuuka vampiro le encantó el sabor de la sangre. Era la primera vez que hacía eso.
Fue placentero. Ella tenía hambre y no estaba satisfecha. Ella quería más. Kane yacía imponente
sobre sus brazos anormalmente fuertes. Su alma estaba teñida de un rojo profundo, un carmesí
profundo. Completamente perdida en su satisfacción, Fuuka ya no era la misma. Ella no supo
cuanto tiempo pasó hasta que volvió en sí otra vez.
Abrió sus ojos debido a un extraño escalofrío.

“¿Huh? ¿Qué hago aquí?”

Ella estaba en el suelo y se dispuso a levantarse, cuando vio el cuerpo inconsciente de Kanae al
lado suyo. La chica estaba pálida como el papel, como si se hubiese quedado sin sangre. Sus
ojos cerrados y su pelo húmedo todavía. No parecía haber pasado mucho tiempo después de
haber salido de la ducha.

-Kanae, ¿Qué ha pasado?

Ella toco la mejilla de su amiga y la encontró día como el hielo. Fue entonces cuando se dio
cuenta de los pequeños pinchazos en su cuello. Ellos fueron, sin lugar a dudas la mordida de los
colmillos de un vampiro.

“¿Un vampiro…? “

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Fuuka se tapó la boca con las manos.

-No… No puede ser… Yo… ¿Yo lo hice? ¿Yo he hecho esto?

Sin quererlo, comprendió que había pasado. Ella miró bajo sus manos, pegajosas y cubiertas por
un líquido rojizo. Mirando a su alrededor, vio que había sangre por todo el suelo.

“¿Qué he hecho? “

-¡Kanae, perdóname! ¿Estás bien? ¡Levántate! Por favor, ¡levántate!

Mientras se movía, más sangre fluía de la herida abierta que había en el cuello de Kanae.

“Mas… mas… Mirala, es dulce y deliciosa…”

El miedo y el terrible deseo empezaron a revivir dentro de Fuuka. Ella bebió la sangre de
Kanae. La sangre de su mejor amiga. Ella había estado bebiendo… la sangre de un humano.

-!!!Aaaaahhh!!!

Fuuka golpeó frenéticamente, y Aidou que aún estaba en la planta baja abrió la puerta principal
con un gesto molesto.

-¿Qué te pasa? Esto es indignante, ¡ya te di las pastillas!

El hermoso rostro de Aidou se congeló al ver la mirada de la chica que tenía ante él. El arqueó
una ceja. Olió la sangre.

-Hey, ¿tú has…?

Él vio sangre por toda su ropa, y la expresión de miedo de Fuuka

-¡Se…sempai… Yo…. Yo…. Kanae…!

Ella quería explicar lo sucedido, pero los sollozos le impidieron expresarse correctamente.

-Tú bebiste la sangre de alguien…

La voz de Aidou era inesperadamente suave, como un susurro hueco.

-Kanae… ¿Que haré? No sé qué hacer… No sé si está viva o muerta… ¡ella no… no se mueve!

-¿Kanae? ¿Es tu compañera de cuarto?

Con lágrimas en los ojos Fuuka asintió.

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-¿Y las pastillas? ¿No te las has tomado?

Aidou cogió a Fuuka violentamente de los hombros.

-¡Las he estado tomando siempre! Sin excepciones…

-¿Entonces porqué..?

La expresión de Aidou se congeló en un shock agonizante.

-Puede ser que… ¿Tu cuerpo ha creado una inmunidad hacía los efectos?

Aidou sabía que con el tiempo, el cuerpo podría acostumbrarse a las drogas y crear una
resistencia a las mismas, lo que significa que con el tiempo el efecto comenzaría a desaparecer.
Tal vez habría funcionado en un primer momento, pero con el tiempo Fuuka había construido
una inmunidad a las drogas…de la misma manera que los virus pueden volverse resistentes a los
antibióticos, y los medicamentos dejan de funcionar.

-Ellas…ellas perdieron su efecto en ti…yo no lo podría haber predicho.

Era la primera vez que estaban probando las pastillas, por lo que el resultado fue algo muy
impredecible.

Aidou sabía que no podría quedarme aquí por mucho tiempo. El resto de los estudiantes de la
Clase Nocturna se darían cuenta del olor de la sangre.

–Ven a mi habitación.

Dijo, tirando de ella con la intención de llevarla allí, tenía que hacerlo. Fue entonces cuando
Shiki e Ichijou aparecieron detrás de él en las escaleras.

–Espera, Aidou. Es nuestro trabajo también, no solo el tuyo. Todos queremos cuidar de ella.

Dijo Ichijou, echándole una mirada de preocupación a la chica.

-Ichijou…

Aidou dio un paso ligeramente por delante de Fuuka, en su defensa. La chica caminaba
encorvada, muy lentamente.

-Mira, lo más importante ahora es calmarse.- Ichijou miró la cara oculta de Fuuka.

Toma aliento, Fuuka. Tu amiga sigue viva. Ruka y Kain fueron allí tan pronto como se nos
informó, están cuidando de ella.

-Kanae…

“¡Ella está viva!”

Sintió una sensación como si se hubiera quitado un peso de encima, Fuuka se puso a llorar de
alivio.

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 –Gracias a Dios, gracias a Dios…Yo pensaba que había matado a Kanae…Pero… ¿Cómo
llegaron ahí tan rápido…?-

Ichijou frunció el ceño y miró a Aidou, que parecía un poco incómodo.

–La verdad es que…desde ayer, hemos tenido un reloj en ti todo el tiempo

Confesó.

-¿Y no crees que sería necesario decírmelo? Pensé que era mi tarea.

Preguntó Aidou, entrecerrando los ojos.

-Ayer, Kain parecía pensar que ya no eran capaces de ser un objetivo distante…sobre el tema. Y
Shiki me dijo lo que pasó en la ciudad…bueno, decidí que esta vez sería mejor hacerlo sin ti.

Los labios de Aidou se apretaron con un gesto claramente molesto.

-Bueno, como he dicho antes, tu amiga está viva, pero ha perdido mucha sangre. Tendrá que
descansar por unos días.

Fuuka finalmente había logrado calmarse un poco, y se estremeció.

–Yo soy…soy horrible…no creo que pueda ver a Kanae de nuevo…

Murmuró ella, desmoronándose de rodillas en el suelo. No sólo había bebido la sangre de su

amiga, había estado a punto de matarla.

–No sé qué hacer ahora…

Ella creía que nunca podría librarse del peso del pecado que había cometido. Ichijou se arrodilló
y comenzó a hablar en voz baja para calmar a Fuuka, que parecía desesperada.

–Hemos borrado la memoria de tu amiga, así que no te preocupes. Ella cree que se resbaló en la
ducha, nada más.

-¿Eeh…?

-Tus recuerdos también fueron borrados cuando tuviste ese accidente, ¿verdad? Es lo mismo.

-Pero…

La imagen de Kanae, tirada en el suelo y rodeada por su propia sangre se repite una y otra vez
tras los ojos de Fuuka.

–Pero no puedo volver a verla nunca más. Que yo pudiera poner en peligro su vida otra
vez…no puedo

Por el bien de su amiga, sabía que tenía que irse. Porque si ella continúa viviendo a su
lado…cuando caiga al Nivel E, estaba segura de que también pondría fin a la vida de su amiga.

-Bueno…tienes razón. Quiero decir…cuando caigas al Nivel E, tu sed será insaciable, sin
limitación ni conciencia alguna. Has tomado una decisión sabia, Fuuka.

Confesó Ichijou en voz baja, su relajante mirada vio a la chica temblando.

57
–Eso
Eso está por llegar, así que…lo mejor sería mantenerte en una especie de aislamiento…hasta
entonces. Puedes quedarte con nosotros, bajo nuestra vigilancia
vigilancia constante, y evitar tener
cualquier contacto peligroso con el mundo exterior…porque
exterior…porque tu condición empeora.

-Quieress decir que, en otras palabras…

-Sí,, esperar la muerte en soledad.

Shiki habló por primera vez. Se mordió la punta de su dedo, la gota de sangre que caía por su
mano formó un látigo que enredó alrededor
al del cuerpo de Fuuka.

-¡Aaah!

-Shiki,
i, ¿qué diablos estás haciendo?

Exigió Aidou. Fue Ichijou, en lugar

de Shiki, quien respondió.

–Lo
Lo siento, pero… tenemos que
mantenerla aquí. La velocidad
ve a la
que se está degradando es alarmante.
Por el bien de la escuela y los demás
estudiantes, no podemos permitir que
salga de estas paredes, bajo ninguna
circunstancia, y mucho menos poner
un pie en su dormitorio.

-Pero…ella… ¡Ella aún no ha caído al

Nivel E! Estamos examinando los
efectos de las píldoras, ¡tal vez
podamos detener el progreso…!

Argumentó
rgumentó Aidou enfadado,
apretando los puños con fuerza.
Fuuka se dio cuenta de que estaba
temblando.

“Aidou-sempai…”

Una extraña sensación se apoderó de

su pecho con fuerza.

“Tu…realmente
Tu…realmente estás tratando de
salvarme…”

-Entiendo cómo te sientes, lo sé. Pero aun así…entiendes que en su estado, ella no puede
regresar a la escuela, ¿verdad?

-¡Lo sé! Pero…

-Aidou. Suficiente- el sonido de esa voz suave trajo una nueva tensiónn a la atmósfera del
vestíbulo.

58
Nadie se había dado cuenta de su llegada, pero el silencio absoluto cayó y todas las miradas se
volvieron hacia la figura que bajaba las escaleras.

-Kaname…

-Presidente Kuran…

-Sentimos haber hecho tanto ruido.

Aidou le hizo una reverencia formal, de forma rápida relajando su expresión.

-No importa. Pero… ¿Qué pasa, Aidou…?

La mirada de Kaname se fijó en el chico, a pesar de que la mirada de sus ojos parecía decir que
ya lo sabía.

-Ella…ella cree en mí, y se ha de tomar las pastillas…y ahora…no puedo traicionarla, no

puedo…

La voz de Aidou se fue apagando y se mordió el labio, con la cabeza gacha. Él sabía que
mostrar esa actitud frente a Kaname era grosero e imperdonable, pero no pudo contenerse.
Kaname posó la mirada en Aidou durante unos momentos y luego asintió con la cabeza.

–Lo entiendo. La chica se queda a tu cuidado.

Ichijou y Shiki intercambiaron una mirada…

-¡Pero Kaname…!

-Basta, Ichijou, Shiki.

-…Sí, señor

Ichijou y Shiki asintieron y mantuvieron la cabeza baja, mientras Kaname subía las escaleras de
nuevo.

-Bueno, salgamos fuera de aquí.- anunció Aidou, cogió a Fuuka del brazo y se la llevó.

-Tengo frío…

Murmuró ella, al darse cuenta de que iba en pijama.

-Toma esto

Dijo Aidou a la chica, y le entregó su chaqueta.

-Muchas gracias-

Dijo en agradecimiento, se envolvió en la prenda que estaba llena de calor por el cuerpo de
Aidou.

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Caminaron por el jardín cubierto de la oscuridad de la noche. Al otro lado del muro, en la
distancia, una parte del Dormitorio del Sol era apenas visible, el haberlo visto fue suficiente
para que Fuuka sintiera una extraña nostalgia.

“Nunca voy a volver allí de nuevo…”

Era como decir…que nunca volvería a su casa. Desde que había llegado a esta academia, cada
día había sido muy divertido. Ella no había tenido tiempo de echar de menos a su familia,
pero…ahora me hubiera gustado llamar de vez en cuando, por lo menos…sabía que si los
llamaba ahora, ella no sería capaz de detener las lágrimas. La decisión de no hacerlo era como
una espada afilada atravesando su pecho. Para disipar la sensación ella abrió la boca y empezó a
hablar.

- Aidou-sempai…

-Dime

Respondió él, volviéndose. Sus ojos brillaban en la oscuridad, pero por alguna razón, Fuuka no
tenía miedo. Debido a que era Aidou, el único que la había salvado, el único que permaneció a
su lado.

-Tengo que pedirte un favor…

-Bueno, vamos a escucharlo.

Animada, pero aún con un poco de miedo, Fuuka comenzó a hablar.

–Aunque todavía soy yo…

El viento de la noche soplaba con fuerza, haciendo que las copas de los árboles se movieran. El
aire era húmedo y pesado, parecía que iba a llover pronto. Aunque, por el contrario, el aire
alrededor de ellos parecía impregnado de una magia extraña, una sensación diferente. En el
silencio, Fuuka sentía una extraña emoción. Ya era hora. Justo en ese momento, ella no iba a
dejar que nadie la interrumpiera. Su humilde deseo tenía que cumplirse, por supuesto. Si en este
mundo no hay lugar ni siquiera para su pequeño deseo, entonces era un mundo tan horrible que
no le importaría que fuese destruido. No le importaba porque era egoísta y arrogante…porque
ella no se podía sentir conectada a cualquier persona, ahora…sólo podía pensar en ella misma.
Debido a que este era su último deseo.

-Por favor, mátame…ahora, con tus propias manos.

Los ojos de Aidou se abrieron con sorpresa.

–Pero, pero ¿qué…?

-Ya lo he decidido

Continuó, fijando sus ojos en los ojos azules del joven vampiro. Ella ya no tenía miedo.
Simplemente no tenía tiempo para eso.

-Mira, ¡todavía hay tiempo! ¡Puede que aún te quede mucho antes de empezar a caer! Todavía
estamos mejorando para mejorar las tabletas, ¡así que no digas eso!

60
Protestó.

Pero Fuuka mantuvo su mirada fija en él, sin temblar ni siquiera un poco.

–Lo siento, pero ya lo he decidido.

Aidou se rió entre dientes ligeramente debido a su terquedad familiar.

-Ya he estado a punto de matar a Kanae. Yo no quiero ser así, y sin embargo no he podido
controlarme a mi misma.

-Si bebes la sangre del vampiro que te mordió, te vas a estabilizar. Incluso podría ayudarte…

-No, tú no lo entiendes.

Interrumpió las palabras de Aidou. Él solo estaba tratando de alargar la conversación. Como si
en realidad hubiera opciones. No tenía manera de hacer eso. Aidou sólo estaba tratando de
convencerla para conseguir algo más de tiempo, pero la posibilidad real de que esto pudiera
suceder…era prácticamente inexistente.

-No voy a ser un obstáculo más para ti, más de lo que ya lo he sido. Además…no tengo tiempo.
Lo sé…lo siento por dentro. Poco a poco…la persona que soy está desapareciendo.

“Quiero… sangre… Yo… Tengo sed… Quiero… la sangre…”

El vampiro que se movía dentro de ella ahora estaba tratando de liberarse. Ella sabía que si no
se concentraba, él podría tomar el control en cualquier momento.

-Si tú eres el que me mata, no me importa morir…

Sonrió ella. Recordó las palabras de Shiki sobre “morir solos”

–Si caigo al Nivel E… No voy a ser yo, seré un monstruo… todo esto después de haber sido
aislada sucumbiendo poco a poco. Sé que voy a morir de todos modos, pero…no quiero que
termine así. No lo quiero.

Aidou miró la cara de Fuuka con una expresión de dolor. Así que era esa clase de persona. El
tipo de persona que saltaba las paredes por amor a Kaname . Una persona a la que no le
importaba saltarse las reglas…Una chica que siempre parecía divertirse y ser feliz. Esa chica
que al principio parecía tonta, tan absurda. Es chica se llamaba Fuuka, que en cierto modo, era
cómo él.

“Ya veo… en tu interior eres una persona seria, Aidou. Y también de alguna manera…
inocente”

Mientras pensaba en eso, Fuuka se dio cuenta de algo.

-Cuando yo caiga en el Nivel E… los vampiros nobles me darán caza, ¿verdad?

Eran –los que estaban al cargo- , y Fuuka era quien –debía ser atendida-

“En ese caso…”

61
-Entonces, voy a elegir quien quiero que me de caza

No había duda en los ojos de Fuuka. Ella miró al vampiro resuelta.

-Solo tú… tú has estado conmigo hasta el final, y solo tú me has ayudado. Quiero que seas tú
quién me mate. No quiero morir en las manos de cualquier vampiro no quiero morir delante de
ellos.

Ella no quería llorar delante de él

-Es por eso que tu, quien siempre me ayudó y se mantuvo forme… Sé que algún día me
olvidarás, pero… Tengo que sonreír todo el camino.

“Yo quiero que él me recuerde con una sonrisa en la cara”

-¿Por qué yo? ¿No ves que te he usado todo este tiempo?

Fuuka puso su dedo en los labios de Aidou, interrumpiendo sus palabras.

-Sshh… No puedo oírte decir ese tipo de cosas… Yo estoy verdaderamente feliz... Así que no
quiero que digas nada. Ninguna palabra. Yo no te odio.

Ella sonrió. Una leve sonrisa, casi inapreciable, casi transparente. Una sonrisa de dolor desde el
fondo de su corazón. Desde el principio, Fuuka tenía claro que no quería caer en el Nivel E. Ella
se resistió obstinadamente. Ella no quería ser un monstruo. De ninguna manera. Aidou sabía que
solo había una manera de hacer eso, solo una manera de asegurar que ella no sufriese el dolor de
caer en el Nivel E

-…Entiendo

Aidou aceptó suavemente.

Su habilidad especial era el hielo. En la tranquilidad del jardín bajo la luna, el aire llegaba frío.
Aidou miró su mano, sujetándola con fuerza. En la otra, formaba una aguda espada de hielo.

-…Está bien…

Murmuró. Abrazando el cuerpo de Fuuka con un brazo, el miró a sus ojos llenos de bondad.
Ella cerró los ojos y sonrió. Era una tranquila y profunda sonrisa.

Aidou vaciló, pero él no quería que ella sufriese. Rápidamente, clavó la afilada estaca de hielo
dentro de su pecho.

-Uhn…

El rostro de la muchacha se estremeció. Un escalofrío se extendió por todo su cuerpo, a través

de un monstruo dentro de ella, congelándola lentamente por completo, para ella, era la salvación
final.

-Aidou-sempai… ¿Puedo preguntarte una última cosa?

-¡Por supuesto!

-¿Qué pensarías si yo te dijese… te amo?

62
La cara de Aidou palideció con una expresión
de triste amargura.

-Eres
Eres demasiado honesta… lo siento…

-No
No importa. Yo…Yo… Yo te amo, sempai. Y
por eso estoy feliz… de morir en tus brazos.

Ella sonrió otra vez, con una sensación

agradable de completa ta paz interior. Con lo
último que le quedaba de fuerza, puso sus
dedos helados en la mejilla cálida del vampiro.

“Que calor..... a pesar de ser un vampiro de

hielo… el… es tan cálido... “

-Fuuka…

La voz de Aidou diciendo su nombre sonaba

suave y estrangulada.

Al oír a Aidou llamarla por su nombre, ella

sintió un enorme sentimiento de felicidad. Esta
vez su sonrisa provenía de lo más profundo de
su corazón. Una inocente sonrisa…

-Gracias, sempai…

Sus labios se movieron, pero su voz no podía pronunciar ninguna de aquellas palabras. La mano
que se apoyaba en Aidou se deslizó, perdiendo la fuerza de gravedad. Los ojos de Fuuka se
cerraron lentamente, como si estuviera en un sueño. Su cara reflejaba calma, felicidad… Su
último deseo fue cumplido.

Aidou se arrodilló allí, inmóvil… mirándola en sus brazos. La Fuuka

uuka que el sujetaba, poco a
poco se estaba convirtiendo en polvo. Su cuerpo, su sonrisa… ya se habían ido para siempre.

...Solo hubo un verdadero

dero frío.

-Yo…

El polvo en sus manos se le escapó entre los dedos, disipándose en el viento.

Un ex-humano
humano vampiro… Yo… Yo creía que podría salvarla…

Comparado con un vampiro, la vida de un humano es como un suspiro. Pequeña e

insignificante… pero la vida de Fuuka… fue aún más corta. Era inevitable, pero aún así, la
pérdida le hizo sentir un tremendo dolor, un brusco escozor, como si una estaca le atravesase el
pecho.

63
Después de unos momentos más, se levantó del frío suelo, mirando al vacío que yacía frente a
él. Sintió como las lágrimas corrían por sus mejillas. Los ojos del vampiro miraban al cielo,
cubierto por nubes. Esa mirada era como una oración para los muertos, una oración llena de
dolor.

-Yo… yo no volveré a interferir otra vez con un ex–humano vampiro. Ellos y nosotros somos…
muy diferentes. Yo lo sabía, sin embargo...

El ayudó en la investigación de las tabletas de sangre. Con toda probabilidad de que tuviera que
desempeñar un papel en futuras investigaciones. Lo que pasó con Fuuka, lo que tenía que
hacer… era el deber de un vampiro noble, un trabajo necesario. Entonces… ¿por qué sentía este
vacío en el pecho, que hasta podía notar el viento nocturno traspasar su alma? ¿Qué era esa
extraña sensación de desgarro en él?

La lluvia comenzó a caer del cielo nublado, ligera pero rápidamente cada vez más intensa,
empapando la ropa de Aidou a través de la piel. La incesante lluvia provocó una inevitable
sensación de que el cielo estaba llorando con él.

“Que llueva entonces… “

Pensó. De pie y sin moverse dejándose empapar por las lágrimas del cielo. Esperemos que el
agua que el agua tome de él su infinita tristeza. Pero la lluvia no era como la memoria de Fuuka.
Ella había sido brillante e intensa como la luz del sol, pensó con una sonrisa… cosas que no
tenían nada que ver con el mundo de los vampiros. Eso… era lo que él deseaba para ella.

-Adiós, Fuuka…

Él, poco a poco abrió los puños, que tenía cerrados hasta entonces. La última parte de que
quedaba en sus manos, se la llevó el agua… y desapareció.

Después de ese acontecimiento, la Academia Cross estableció dos prefectos que custodiaban la
entrada al Dormitorio de la Luna. Yuuki Cross y Zero Kiriyuu.

FIN

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EXTRAS

~Disponible una gran sección de extras en el blog~

[Incluye imágenes especiales y cover exclusivos]

http://fashionandother-pink.blogspot.com.es/2012/08/vampire-knight-ice-
blue-no-tsumi-extras.html

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