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La verdadera adoración; es un servicio consagrada al Señor, que todo lo hace para él, en obediencia a Él,

en todo tiempo, en todo lugar.

Música y/o canto, puede hacer cualquier persona con un poco de talento, pero adoración solo aquellos
cuyo corazón está arrepentido y humillado delante de Dios, quien le ama con todo su corazón. Fuimos
llamados a ser adoradores, no a hacer música ni canciones.
Nuestro trabajo es alabar a Dios, no a nosotros mismos.

La alabanza es el reconocimiento agradecido a Dios por lo que El hace, en tanto que la adoración es el
reconocimiento que le damos a Él y como resultado de ello, cuando la adoración es genuina, desemboca
en una consagración total a Él en todas las áreas de la vida y en todos los instantes.

Sin un corazón agradecido no puede haber verdadera alabanza ni verdadera adoración.


Alabar y adorar es nuestro supremo lenguaje de amor a Dios.
(Jn 4:23, Col 3:22-24)

El Llamado a Servir es --------------------------------------------------------- =10 LETRAS

Un día, ya no recuerdo cómo ni porqué, me invitaron a ayudar en la cocina de la Escuela Bíblica de


Villa María, donde un grupo de personas adultas tomaba un curso de capacitación por unos días. A
mí me gustaba aceptar estas invitaciones a cocinar porque me permitía conocer hermanos de
reconocida experiencia y sabiduría. Entre ollas y sartenes, trataba siempre de escuchar opiniones y
experiencias de estos siervos de Dios, que fueron enriqueciendo mis conocimientos y cubriendo mi
curiosidad.
En una oportunidad, me encontraba Desanimada y leí San Juan 21. El impacto se produjo a partir del
v. 9: ¡Jesús haciendo el desayuno para sus discípulos! Si el Señor de señores, el Dueño de la vida, el
Resucitado, el Salvador, puede hacer el desayuno para siete comunes pescadores, ¿quién creía ser
yo para sentirme degradada por cocinar? La cocina se transformó para mí, desde que descubrí que
Jesús también fue cocinero sin dejar de ser lo que es.

Siento que ya es hora de animar a todos aquellos hermanos que no se atreven a servir al Señor en la
cocina porque no creen poder hacerlo, o aquellos otros que lo hacen sólo porque creen no ser
capaces de realizar otra tarea más intelectual, a efectuar este servicio desde una verdadera
perspectiva espiritual.

Ediciones Crecimiento Cristiano Autor: Elsa Berardi Bonino

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