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El documento compara la escuela con una fábrica en 10 puntos: 1) el horario rígido, 2) la jornada laboral, 3) la importancia de la puntualidad, y 4) la priorización de la productividad sobre la creatividad. También menciona 5) la priorización de los resultados sobre el proceso, 6) la homogeneidad del vestuario, 7) el uso de una sirena para marcar los cambios, 8) el cumplimiento de un reglamento, 9) la jerarquía, y 10) similitudes en la arquitectura
El documento compara la escuela con una fábrica en 10 puntos: 1) el horario rígido, 2) la jornada laboral, 3) la importancia de la puntualidad, y 4) la priorización de la productividad sobre la creatividad. También menciona 5) la priorización de los resultados sobre el proceso, 6) la homogeneidad del vestuario, 7) el uso de una sirena para marcar los cambios, 8) el cumplimiento de un reglamento, 9) la jerarquía, y 10) similitudes en la arquitectura
El documento compara la escuela con una fábrica en 10 puntos: 1) el horario rígido, 2) la jornada laboral, 3) la importancia de la puntualidad, y 4) la priorización de la productividad sobre la creatividad. También menciona 5) la priorización de los resultados sobre el proceso, 6) la homogeneidad del vestuario, 7) el uso de una sirena para marcar los cambios, 8) el cumplimiento de un reglamento, 9) la jerarquía, y 10) similitudes en la arquitectura
1. Horario. El horario de una escuela es completamente rígido y perfectamente delimitado, tal y como sucede en una fábrica. Personalmente, creo que la rigidez horaria condiciona por completo el aprendizaje del alumno y la forma de enseñar del docente que está sometido a la presión de formar parte de un engranaje del que es una pieza más.
2. Jornada. Así como se habla de jornada laboral en una
fábrica, este término también se ha tomado para la escuela. De ahí que se hable en los centros educativos de jornada escolar. 3. Puntualidad. La escuela, al igual que la fábrica, da mucha importancia a la puntualidad. Dicha puntualidad es un claro elemento de presión que viene determinado por el engranaje del propio sistema, al ser concebido como una cadena de producción.
4. Productividad. La escuela, al igual que pasa con una
fábrica, no se mide por el grado de creatividad, sino por el grado de productividad. En la escuela prima la productividad sobre la creatividad porque es medible, porque es mucho más fácil cuantificarla. De ahí que dé tanta importancia a las pruebas o tests.
Curiosamente, el origen de la palabra fábrica procede del
latín ‘fabrica’, palabra derivada de ‘faber’, es decir, el que hace algo, el artesano, el obrero. Sin embargo, la palabra inglesa ‘fabric’ significa ‘tejido’, ‘andamio’, ‘edificio’ y procede, a su vez, del francés ‘fabrique’.
5. Resultado. La escuela prioriza el resultado al proceso. Y
lo prioriza al igual que una fábrica porque el proceso también es difícil de evaluar.
6. Vestuario. El vestuario de los alumnos tiende a la
homogeneidad, al igual que sucede en una fábrica. Se podría hablar en este sentido de un vestuario estereotipado, dado que la gran mayoría de alumnos visten en ocasiones, sin saberlo, de la misma manera.
En este sentido los centros educativos también tienen unas
normas de cómo vestir al igual que sucede en una fábrica. 7. Timbre. El tiempo de trabajo o producción se rige por un timbre o sirena. Es la sirena la que determina el cambio de actividad o hace saber si la jornada empieza, llega a su momento de descanso o finaliza.
8. Reglamento. La escuela se rige por un reglamento que
toda la comunidad educativa debe conocer, asumir y cumplir, al igual que sucede en una fábrica. Por ejemplo, no se puede ir al lavabo sin pedir permiso.
9. Jerarquía. La escuela está organizada mediante un
sistema jerarquizado, al igual que en una fábrica.
10 Arquitectura. En muchos casos la arquitectura del
edificio de una escuela tiene cierta semejanza con la arquitectura de una fábrica. Hay espacios para producir y espacios destinados al descanso.
La escuela actual tiene un sistema educativo diseñado en la
era industrial, diseñado en el siglo XIX. En su momento quiso dar respuesta a una necesidades que creo que hoy están superadas y obsoletas.
La escuela del siglo XXI debe hacer lo posible por
reinventarse y tú juegas un papel en ese cambio totalmente decisivo.